DescartesMeditaciones Metafísicas. Resumen de las seis meditaciones siguientes 1. En la primera propone las razones por las cuales podemos dudar en general de todas las cosas, y en particular de las materiales, por lo menos mientras no tengamos otros fundamentos de las ciencias que los que hemos tenido hasta ahora (1641). Ahora bien: aun cuando la utilidad de una duda tan general no se vea al principio, es, sin embargo muy grande, pues nos libra de toda suerte de prejuicios y nos prepara un camino muy fácil para acostumbrar nuestro espíritu a desligarse de los sentidos; por último, es causa de que no sea posible que luego dudemos nunca de las cosas que descubramos que son verdaderas. 2. En la segunda, el espíritu, que, haciendo uso de su propia libertad, supone que ninguna de las cosas de cuya existencia tiene alguna duda existe, reconoce que es absolutamente imposible que, sin embargo él no exista. Ello resulta muy útil: el espíritu distingue lo pertenece a la naturaleza intelectual de lo que le pertenece al cuerpo. Establece que todas las cosas que concebimos clara y distintamente son verdaderas, del modo como las concebimos, cosa que no ha podido probarse hasta llegar a la cuarta meditación. Ejemplifica con la distinción entre cuerpo y alma. 3. En la tercera meditación explica el principal argumento para probar la existencia de Dios. ¿Cómo la idea de un ser sumamente perfecto, la cual está en nosotros, contiene tanta realidad objetiva, es decir, participa por representación de tantos grados de ser y de perfección, que deba provenir de una causa sumamente perfecta? La idea de Dios, que está en nosotros, tiene por fuerza que ser efecto de Dios mismo. no sólo para confirmar las precedentes verdades. sino del que ocurre en el juicio y discernimiento de lo verdadero y lo falso. sino también para entender mejor las subsiguientes. Expone todos los errores que vienen a los sentidos. son verdaderas. vuelve a demostrar la existencia de Dios por una razón nueva. En la quinta meditación.4. y al mismo tiempo explica en qué consiste la naturaleza del error o falsedad. y que no se propone hablar de lo que toca a la fe o a la conducta de la vida. demuestra que todas las cosas que concebimos muy clara y distintamente. que pueden ser conocidas por medio de la luz natural. En la sexta. 5. además de explicar la naturaleza corpórea en general. que está tan estrechamente junta y unida a él. muestra que el alma del hombre es realmente distinta del cuerpo y. sino sólo de lo que toca a las verdades especulativas. que compone con él una cosa misma. sin embargo. con los medios para evitarlos. En la cuarta. 6. distingue el acto del entendimiento del de la imaginación. Advierte que no trata del pecado (error que se comete en la persecución del bien y del mal). . describe los signos de esta distinción. cosa que debemos necesariamente saber. en Latín). ¿Con qué cosas nos han engañado los sentidos? Descartes contesta. como cuerpo. las mismas cosas y aun a veces cosas menos verosímiles que esos insensatos que velan. asimismo. sin embargo. ahora bien. concluye. Afirma que para ello. sin pasiones que me agiten. es necesario confesar que hay. ha aguardado hasta llegar a una edad madura (“librado mi espíritu de toda suerte de cuidados. por lo que bastará con que dirija primero sus ataques contra los principios sobre los que descansaban todas sus opiniones antiguas. manos y otras por el estilo. “acerca de cosas muy poco sensibles o muy remotas”. ojos. Y. y empezar de nuevo. por lo menos. Pero. 1. vestido. lo he aprendido de los sentidos o por los sentidos. he experimentado varias veces que los sentidos son engañosos y es prudente no fiarse nunca por completo de quienes nos han engañado una vez”. bastará que encuentre en cada una razones para ponerlas en duda. “Todo lo que he tenido hasta hoy por más verdadero y seguro. aun suponiendo que está dormido. una situación que no es poco sensible ni remota)? Descartes recuerda que se ha representado. por fortuna y gozando de un seguro reposo en un apacible retiro”). en sueños. tampoco deberá analizar cada una sino que “la destrucción de los fundamentos arrastra necesariamente consigo la del edificio todo”. que son verdaderas y existentes. Descartes afirma que “aún cuando pudieran ser imaginarias esas cosas generales. Acometer seriamente. al menos algo fuera del sueño tiene que haber –imaginación-). sentado frente al fuego. Pero. Para deshacerse de todos sus antiguas opiniones no será necesario que demuestre que todas son falsas. si quería establecer algo firme y constante en las ciencias. desde los fundamentos. Meditación Primera: De las cosas que pueden ponerse en duda (contracara de la primera parte del Discurso del Método). Por lo que. cabeza. (es decir. que “ve tan claramente que no hay indicios ciertos para distinguir el sueño de la vigilia”. “las cosas que nos representamos durante el sueño son como unos cuadros y pinturas que tienen que estar hechas a semejanza de algo real y verdadero” (en otras palabras. la empresa de deshacerse de todas las opiniones a que había dado crédito. una vez en su vida.Meditaciones sobre filosofía primera en las cuales se prueba claramente la existencia de Dios y la distinción real entre el alma y el cuerpo (1641. de cuya mezcla están formadas todas esas imágenes . algunas otras más simples y universales. etc. ¿cómo dudar de que estoy aquí. Descartes no entiende que lo dudoso sea falso. ora sean verdaderas y reales. y no por inconsideración o ligereza. Descartes se pregunta: ¿qué sé yo si ese Dios no habrá querido que no haya tierra. agrega “pues duerma yo o esté despierto. concediendo la posibilidad de que “todo cuanto se ha dicho aquí de un Dios es pura fábula”. no menos astuto y burlador que poderoso.. Entre tales cosas están la naturaleza corporal en general y su extensión. consideradas con suma atención.puede engañarlo y para poner en crisis a la razón como fuente de conocimiento. sino por muy fuertes razones. formula la hipótesis del genio maligno. . ni cuerpo extenso…etc. Sin embargo (ahora Descartes va a poner en crisis lo que conocemos por medio de la razón). Por lo que se encuentra obligado a confesar “que todo cuanto yo creía antes verdadero.de las cosas que residen en nuestro pensamiento. puede. porque Dios es suprema bondad (en la cuarta meditación analizara la necesidad de la existencia de Dios como garantía de su sistema). en adelante. ora fingidas y fantásticas”. Así. ser puesto en duda. con tanto más cuidado como si fuera manifiestamente falso”. que es la bondad suma y fuente suprema de verdad. sino que lo considerará como si fuera falso. “Supondré no que Dios. Pero. siempre dos y tres sumarán cinco y el cuadrado no tendrá más de cinco lados”. geometría y “demás ciencias de la naturaleza que no tratan sino de cosas muy simples y generales. y que “también me engañe cuando sumo doy y tres?. Para saltear. el tiempo que mide su duración y otras semejantes. sino que cierto genio o espíritu maligno. como asimismo el lugar en donde se hallan. ni demás cosas. deberé abstenerme de darle crédito. me engaña. no obstante lo cual lo ha permitido”. Todo ello que es cognoscible por la razón. de suerte que. por el momento. la cuestión de si Dios –que es pura bondad. si he de hallar algo cierto y seguro en las ciencias. su cantidad o magnitud. pero responde que no. “hace tiempo que tengo en el espíritu cierta opinión de que hay un Dios que todo lo puede. “si repugnase a su bondad el haberme hecho de tal modo que me equivoque siempre. en cierto modo. por quien he sido hecho y creado como soy”. ha puesto su industria toda para engañarme”. y también la figura de las cosas extensas. sin preocuparse mucho de si están o no en la naturaleza” y que contienen algo cierto e indudable). Modelo: la matemática (aritmética. Descartes se detiene aquí. también parecería contrario a esa bondad el permitir que me equivoque alguna vez. su número. Anuncia que se alejará de todo aquello en que pueda imaginar la menor duda. pues. y prepararé mi ingenio tan bien contra las astucias de ese gran burlador. ¿Estaré. ¿quién soy? Un hombre. La búsqueda de Descartes tiene como objetivo hallar sólo una cosa que sea cierta e indudable. de modo que excluya a cualquier otro cuerpo.del cual no sabe si va a poder salir y afirmando que “si por tales medios no llega a poder conocer una verdad. y que es más fácil conocer que el cuerpo. si otra cosa no puede. por lo menos en mi mano está el suspender el juicio. si he llegado a persuadirme de algo o solamente si ha pensado alguna cosa. Posteriormente Descartes compuesto de cuerpo y alma. ¿Qué es un hombre? No diré que es un animal racional porque tendría que indagar lo que es animal y lo que es racional… pérdida de tiempo. por muy poderoso y astuto que sea. persuadido de que yo no soy? Ni mucho menos. es necesariamente verdadera. sentir. hasta que haya averiguado con certeza que nada hay cierto en el mundo. mientras ya esté pensando que soy algo. estar colocado en cierto lugar y llenar un espacio. Meditación Segunda: De la naturaleza del espíritu humano. que pueda moverse de varias maneras) y los atributos del alma (alimentarse y andar. . yo existo”. con gran cuidado procuraré no dar crédito a ninguna falsedad. que. Aun en caso de suponer la existencia de un genio maligno y burlador.Concluye la Meditación Primera encerrado en su propia conciencia – solipsismo. analiza la definición de hombre como Analiza los caracteres de los cuerpos (todo aquello que puede ser limitado por una figura. nunca conseguirá hacer que yo no sea nada. Descartes se pregunta. todo aquello que pueda ser sentido. Sentado ello. Por lo cual. mientras la estoy pronunciando o concibiendo en mi espíritu. o por lo menos. La proposición “yo soy. y que continuará en ese camino hasta tanto encuentre algo que sea cierto. es sin duda porque yo era. como si supusiera que es absolutamente falso. nunca podrá imponerme nada”. pensar). sin embargo. pertenece a ese conocimiento que tengo de mí mismo. a saber. sino un cuerpo particular”. sino una cosa que piensa. Digo este trozo de cera en particular. Ahora bien. y pasan también por ser las más distintamente conocidas. hablando con precisión. Yo soy. la cera sigo siendo la misma. textura. . no quiere y. los cuerpos que tocamos y vemos. imagina y siente. (sería como decir pienso que imagino. Yo no soy. Hay que confesar que a pesar de los cambios en su color. es decir la cera era “sólo un cuerpo que antes me parecía sensible bajo una forma y ahora se hace sentir bajo otra” –algo extenso. existo. ¿Qué soy. pues. ni un tacto. entiende. pues? Una cosa que piensa. el poder de imaginar no deja de estar realmente en mí y formar parte de mi pensamiento”. concibe. no ciertamente los cuerpos en general. para que pueda conocer él mismo. cierto. pues. lo mismo con relación al sentir: pienso que siento). quiere. Con relación al poder de imaginar. sabor. ni una imaginación.Con respecto al pensar. cesara al propio tiempo por completo de existir. flexible y mudable-. niega. olor. Descartes afirma. pero ¿cuánto tiempo? Todo el tiempo que dure mi pensar pues acaso podría suceder que. y que es necesario recoger el espíritu y apartarlo de ese modo de concebir. pues las nociones generales son. esto es. sino una inspección del espíritu. un poco confusas. No puedo por las medio de la imaginación ni por lo sentidos comprender lo que sea este pedazo de cera y sólo mi entendimiento lo comprende. en cuanto a la cera en general. Sentado lo anterior. si cesase por completo de pensar. “aún cuando pueda suceder (como antes supuse) que las cosas que yo imagine sean verdaderas. muy detenidamente. ¿Qué es una cosa que piensa? Es una cosa que duda. por lo común. Su percepción no es una visión. afirma. su propia naturaleza. se detiene y afirma “aquí encuentro que el pensamiento es lo único que no puede separarse de mí. ello es aun más evidente. también. Descartes se arroja a considerar “las cosas que vulgarmente se tienen por las más fáciles de conocer. esa conclusión no puede ser consecuencia de “nada de lo que he notado por medio de los sentidos”. (Parte de los autores advierte en esta afirmación una cosificación del yo propia del realismo). Ejemplo de la cera. Descartes afirma que nada de lo que pueda comprender por medio de la imaginación. ignora otras muchas. puesto que la evidencia se sigue que yo soy o que yo mismo existo. decimos que “vemos” la misma cera. no sea yo. Descartes entiende que son verdaderas todas las cosas que concebimos muy clara y distintamente.Sin embargo. niega. sino porque los entendemos o comprendemos por el pensamiento. Aquí analiza el ejemplo de los sombreros y capas que ve por la calle y afirma que “ve hombres” cuando en realidad podrían ser autómatas en capas. puesto que la veo… no puede suceder que cuando veo o cuando pienso que veo –no distingo entre ambas cosas-. veo claramente que nada hay que me sea más fácil de conocer que mi propio espíritu”. no quiere y también imagina y siente (estos son los modos de pensar). El objetivo del ejemplo de la cera se desprende del siguiente párrafo: “es cosa. quiere. que tal pienso. si en caso que demuestre que existe examinar si es o no engañador . es decir que duda. sino por el entendimiento solo. que reside en mi espíritu. que existe Parte de afirmar que es una cosa que piensa. cuando en realidad “juzgamos” que es la misma. alguna cosa” Todas las razones que sirven para conocer y concebir la naturaleza de la cera o de cualquier otro cuerpo prueban mucho mejor la naturaleza de mi propio espíritu. odia. por sólo el poder de juzgar. afirma. lo que creía ver con mis ojos”. De esto último. analizando si existe o no Dios. Aborda ahora la hipótesis del Dios engañador. ama. y. es cierto que con mucha más evidencia se sigue que yo soy o que yo mismo existo. me detienen las palabras y casi me causan decepción los términos del lenguaje ordinario. porque la veo. que los cuerpos no son propiamente conocidos por los sentidos o por la facultad de imagina. “Pero juzgo que son hombres y así comprendo. surgen las razones del título de la Segunda Meditación. Descartes saca de aquí otra conclusión para demostrar que existe: “pues si juzgo que la cera es o existe. conoce pocas cosas. para mí manifiesta ahora. y que no son conocido porque los vemos y los tocamos. En cuanto al criterio de verdad. Meditación Tercera: De Dios. sino que hay alguna otra cosa que existe y es causa de esa idea. y otras. . me parece que pueden estar contenidas en mí eminentemente”. pero como son sólo unos modos de la sustancia y yo soy una sustancia. Entre esas ideas unas me parecen nacidas conmigo. si bien es cierto que no están formalmente en él. se seguirá necesariamente que no está solo en el mundo. Para que una idea contenga una determinada realidad objetiva en vez de tal otra. formal y efectivamente. y.“pues sin conocer estas dos verdades. Puede ser que una idea genere otra idea. tiene ciertamente en sí más realidad objetiva que aquellas otras que me representan sustancias finitas. La idea por la cual concibo un Dios soberano. tanta realidad formal como hay realidad objetiva en la idea. sin referirlas a otra cosa. Descartes explica que las cualidades de la sustancia. infinito. la idea de Dios. extrañas y oriundas de fuera. Sólo queda. “Entre mis pensamientos. esa idea. toda la realidad o perfección que se encuentra sólo objetivamente o por representación de esas ideas. en la que es preciso considerar si hay algo que no pueda proceder de mí mismo. hay que detenerse en alguna idea primera. que claramente conoce que esa misma realidad o perfección no está en él formal o eminentemente. El error principal y más ordinario que puede encontrase es juzgar que las ideas que están en mí son semejantes o conformes a cosas que están fuera de mí. hablando con propiedad. pero esto no puede llegar al infinito. digo. por lo menos. eterno. puesto “que yo no soy sino una cosa que piensa. si se consideran en sí mismas. debe sin duda haberla recibido de alguna casusa. no pueden. no ve cómo va a poder estar nunca cierto de cosa alguna”. hechas e inventadas por mí mismo. omnisciente. cuya causa sea como un patrón u original en el cual esté contenida. pues. De todo esto concluye que: si la realidad o perfección objetiva de alguna de sus ideas es tanta. ser falsas. y esta otra más. otras. que no puede ser él mismo la causa de esa idea. omnipotente y creador universal de todas las cosas que están fuera de Él. nos son como las imágenes de las cosas y sólo a éstos conviene propiamente el nombre de ideas…” las que. por consiguiente. en la que habrá. porque “no podría haber en mí la idea de una sustancia infinita. Concluye que Dios existe. está en mí. omnisciente. de no haber sido puesta en mí por una sustancia que sea verdaderamente infinita”. sin embargo. con el cual me comparo y de cuya comparación resultan los defectos de mi naturaleza? Considera a continuación si podría existir en el caso en que no hubiese Dios. puesto que existo y puesto que la idea de un ser sumamente perfecto. comprenderlas. es decir. yo sería Dios. independiente. que posee todas esas elevadas perfecciones. si Dios no existiese verdaderamente. digo. esto es. por la cual yo mismo y todas las demás cosas que existen (si existen algunas) han sido creadas y producidas. cuya idea está en mí. no sentiría deseos. y que no tiene ningún defecto ni ninguna de las cosas que denotan imperfección. “¿De quién tendría yo mi existencia?”. omnipotente. pues me habría dado a mí mismo todas aquellas de que tengo alguna idea. siendo yo un ser finito. “Toda la fuerza del argumento que empleado aquí para probar la existencia de Dios consiste en que reconozco que no podría ser mi naturaleza lo que es. De allí deriva la siguiente pregunta ¿sería posible que yo conociera que dudo y que deseo. . si no tuviera la idea de un ser más perfecto que yo. Si yo fuese independiente de cualquier otro ser. eterna. si yo mismo fuese el autor de mi ser. es decir que algo me falta y no soy totalmente perfecto. Pero.Descartes define a Dios como: una sustancia infinita. es decir. puesto que la luz natural nos enseña que el engaño depende necesariamente de algún defecto”. de las cuales puede nuestro espíritu tener una ligera idea. no dudaría yo de cosa alguna. inmutable. de Dios. sin poder. ese mismo Dios. la existencia de Dios queda muy evidentemente demostrada. por donde resulta evidente que no puede ser engañador. que no podría tener yo en mí mismo la idea de Dios. no carecería de perfección alguna. . Lo que la conversación de los hombres nos enseña. Nociones. La lectura. 3. 2. como por grados hasta el conocimiento de los más compuestos. y que preceda a todas las que dependen de ella. b.Descartes – Discurso del Método. No admitir jamás como verdadera cosa alguna sin conocer con evidencia que lo era (evitar la precipitación y la prevención). No emplear nunca más que ideas claras y distintas. 3. Segunda parte Los cuatro preceptos o reglas: 1. que pueden adquirirse sin meditación. No comprender. En hacer en todo. cuyo contenido sea del todo evidente. en mis juicios. nada más que lo que se presentase a mi espíritu tan clara y distintamente que no tuviese motivo alguno para ponerlo en duda. . Para conferir a las ciencias una certeza igual al a aritmética: a. y suponiendo un orden aún entre aquellos que no se preceden naturalmente unos a otros. Conducir mis pensamientos comenzando por los objetos más simples y más fáciles de conocer. enumeraciones tan completas y revisiones tan generales que estuviera seguro de no omitir nada (contrapruebas). Dividir cada una de las dificultades que examinare en tantas partes como fuese posible y en cuantas requiriese su mejor solución. c. 5. Todo lo que da a conocer la experiencia de los sentidos. 4. para ir ascendiendo poco a poco. Grados de sabiduría: 1. 4. 2. Disponer todas nuestras ideas en un orden tal que cada una sea precedida de todas aquellas de los cuales depende. Hasta descubrir elementos simples (objeto de la intuición). El buscar las causas primeras y los verdaderos principios de los cuales pueden deducirse las razones de todo lo que es posible saber (Filosofía). Ir siempre de las ideas a las cosas. “No llegaremos a ser filósofos por mucho que hayamos leído todos los razonamientos de Platón y Aristóteles.Descartes – Reglas para la dirección del espíritu. a condición únicamente de que sean deducidos de principios verdaderos y conocidos”. II. Dirigir el espíritu de manera que forme juicios sólidos y verdaderos de todos los objetos que se presentan: tal debe ser el fin del estudio. I. Debemos ocuparnos únicamente de aquellos objetos que pueden ser conocidos por nuestros espíritus de un modo cierto. . sin ser capaces de formular un juicio sólido sobre lo que se nos propone” “La mayor parte de las cosas se saben de una manera cierta sin que ellas sean evidentes.