Delimitando el concepto de Gestión Escolar (1).pdf

May 15, 2018 | Author: Eduardo Felipe Morales | Category: Word, Cognition, Psychology & Cognitive Science, Languages, Business (General)


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IntroducciónDelimitando el concepto de gestión escolar 1. El término Gestión Etimológicamente la voz gestión, deriva del vocablo latino gestus (gesto) que se refiere a la actitud o movimiento del cuerpo, este término viene a su vez de: genere, que quiere decir “llevar”, “conducir”, “llevar a cabo (cuestiones)”, “mos- trar (actitudes)”. Las palabras: gestión, gestionar, y gerente se usan en español desde 1884, y a partir de 1490 se utiliza la dicción gerencia. Gerente y gestor significan administra- dor, el que debe llevar a cabo. 1 Si quien hace gestión mues- tra actitudes y/o realiza acciones administrativas de direc- ción o conducción, entonces éstas no han de identificarse e interpretarse en la investigación. El término gestión suele ser aplicado en el sentido de signi- ficar toda acción de administración o sólo la dirección. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Espa- ñola 2 dice que gestión es un acto de gestionar o efecto de administrar, y que gestionar es un acto de hacer diligencias conducentes al logro de un negocio o deseo cualquiera. Esto nos lleva a pensar que el negocio y/o deseo por el que se trabaja puede ser propio, ajeno o colectivo. El término gestión no es muy popular en los tratados de administra- ción, mas sí en la literatura sobre negocios. Gestión es una dicción española que se utiliza para traducir la voz inglesa management que se usa para referirse a los actos admi- nistrativos. Colunga Dávila 3 afirma que gestión es sinónimo de admi- nistración y la define como un proceso de planear, dirigir o coordinar, ejecutar y controlar esfuerzos de manera organi- zada y sistemática para un fin determinado. Administrar 4 es una voz derivada del término latino administrare (de Ad-a y Ministrare-servir) que se traduce en gobernar, ejercer autoridad o mando, dirigir una institución, ejecutar accio- nes para servir algún interés o bien tanto público como privado. José de la Cerda 5 define gestión como el conjunto de normas y téc- nicas que se ponen en práctica para resolver con eficiencia y eficacia un negocio. Management en francés sig- nifica disponer, regular con cuidado o maña; este significado nos hace pen- sar en el concepto de Dirección. Miguel Santos Guerra 6 propone la siguiente definición: Gestión es la acción consistente en aplicar de una forma racional y ordenada los recur- sos disponibles a la consecución de los objetivos previstos. El campo de la gestión es el campo de la gerencia o dirección, es decir, se ocupa de po- ner en práctica los medios necesarios para lograr los objetivos de la institu- ción y de resguardar su cumplimiento. En el ámbito escolar los directores y supervisores técnicos incluyendo a los docentes que actúan con función directiva delegada, han de cumplir su quehacer de administración realizan- do las diligencias necesarias a fin de que el personal subordinado y con los recursos que se les asignen, laboren con una acción coordinada y solidaria que permita ofrecer un servicio peda- gógico digno. 2. Gestión, autoridad y delegación Se dice que una gestión es de mando delegado cuando un subordinado no actúa por cuenta propia sino en vir- tud de ser facultado por su directivo, delegación que sin duda acepta, obli- gándose a cumplirla en los tiempos y condiciones en que se le instruya. La escuela es considerada como una institución del servicio público y como tal ha de responder a las nece- sidades, intereses y deseos educati- vos del público o miembros de la co- munidad a la que sirve. Los docentes realizan su función social de educar o gestión pedagógica en cumplimiento de una delegación, encargo manda- to social del pueblo y en consecuen- cia tras de su acción de servir, deben rendir cuentas de los resultados de la tarea encomendada. La gestión es un acto de autoridad cuando se tiene y ejerce el derecho oficial de ordenar a otros que ejecuten acciones o se sometan a ellas. El acto de autoridad de un docente directivo no se limita a su capacidad de man- do, sino también a su capacidad para certificar previa evaluación la existen- cia de un proceso y resultado según la cuantía y calidad que les caracterice. La autoridad se da cuando es legal y legítima. La autoridad no se obtie- ne sólo porque se posee un nombra- miento apegado a derecho que lo fa- culte para actuar como mando y que además la función la ejerza apegada a derecho, se requiere además con- seguir la legitimación. La legitimación se constituye por el reconocimiento o aceptación de las personas para que se ejerza la autoridad. respeto a la persona, dignidad, etcé- tera. García Requena nos alerta sobre los valores en la organización escolar. La gestión administrativa escolar, para la misma autora, se concentra en la aplicación de normatividad, el ma- nejo y cuidado de la documentación (matrículas, acreditaciones, actas de consejo, inventarios, expedientes de docentes y alumnos, etcétera). La fa- cilitación de medios didácticos (espa- cios, equipos, materiales, entre otros), manejo de presupuestos, así como la información y atención al público. La acción directiva de gestión en servicios pedagógicos exige al direc- tivo poseer una serie de cualidades personales y profesionales, así como la ejecución de acciones donde se re- flejen esas cualidades. Las cualidades y acciones directivas deben ser acor- des a la función de dirigir organiza- ciones de la diversidad y complejidad que son los centros escolares. 9 Para Silvia K. De Lejtman (1996) 10 quien hace gestión escolar debe tener aptitudes para: • Desarrollar un interjuego constan- te entre elaboraciones conceptua- les y acciones ejecutivas. • Buscar un equilibrio entre los cam- bios promotores del crecimiento y las continuidades que supone el sostén de la identidad institucio- nal. • Armonizar la construcción de una organización adecuada y la valori- zación de los vínculos interperso- nales. • Procurar recursos materiales, fi- nancieros de personal, y de infor- 3. Gestión escolar Gairín Sallán 7 define la gestión educa- tiva como una actividad práctica, un saber hacer que incluye una pluralidad de conocimientos y actividades rela- cionados con aspectos esenciales del funcionamiento de las organizaciones educativas. Esos aspectos esenciales son: a) Generar, acordar y alcanzar ob- jetivos. b) Establecer funciones. c) Utilizar formas adecuadas de lide- razgo y dirección. d) Buscar maneras adecuadas de dirigir la iniciativa institucional ha- cia una acción educativa y medio ambiental de calidad. Se califica el servicio de la escue- la como un servicio pedagógico en conceptos vertidos por Filomena García Requena 8 , la cual puntualiza que quien sea jefe de estudios ha de vincular a su actividad específica, un conjunto de tareas que constituyen lo que puede nominarse como gestión pedagógica, que incluye la función de promoción académica, la planificación del proyecto escolar y organización de los alumnos, la coordinación de la ac- ción didáctica de los docentes, la co- ordinación de la orientación para apo- yar o ayudar a los escolares, así como toda aquella diligencia para mejorar la convivencia que facilite un clima afec- tivo que favorezca el conocimiento de libertades, derechos y deberes como el desarrollo de actitudes de toleran- cia, comprensión, sentido de respon- sabilidad, solidaridad, ayuda mutua, mación para apoyar el proyecto escolar. Esta procuración siempre caracterizada con un manifiesto compromiso ético. El directivo escolar como conductor de diferentes procesos, ha de inten- tar llevar adelante una verdadera tarea de gestión e impulsar los cambios y las transformaciones adecuados a los nuevos contextos. 4. Los servicios pedagógicos institucionales un campo de gestión La pedagogía institucional ha de ca- racterizarse como un grupo de ac- ciones de autogestión que parten del propio plantel donde los actores o participantes han decidido involucrar- se en la búsqueda de una institución saludable donde no haya diferencias de poder entre ninguno de sus miem- bros y en donde se acepte que la base de trabajo es la coparticipación con iniciativas divergentes creativas con fines de innovación, implica tres categorías de realidades: el campo motivacional que incluye docentes y alumnos; el campo de decisiones donde satisfagan las necesidades y expectativas de la comunidad es- colar; el campo de la actividad, en donde cristalice el proyecto educa- tivo diseñado y realizado con la par- ticipación de la comunidad escolar. 11 El servicio pedagógico institucional escolar es considerado un servicio público y tiene como fin resolver ne- cesidades colectivas. Servicio es una voz sustantiva del español que denota la acción o el efecto de servir, estar a disposición de las personas, trabajar, o ayudar en beneficio de la satisfacción de nece- sidades públicas o privadas. El verbo inglés: serve, significa trabajar y ha- cerse cargo de, atender, dar soporte, ayudar, facilitar, ambas voces derivan del latín servio, is, ire, ivi, itum, que in- dican servir, ser dependiente, obede- cer, complacer, dedicarse, consagrar- se y atender. El servicio que prestan las institucio- nes pueden ser de tres tipos: princi- pal, periférico y de valor agregado 12 . El servicio principal es el más importante por ser la razón de su existir, como lo son en una escuela, la producción de lecciones conforme a los programas de las materias de estudio. El servicio periférico corresponde a otros que complementan la prestación del ser- vicio principal, por ejemplo en una es- cuela los servicios de orientación o los programas educativos para padres de familia. Los servicios de valor agregado, acompañan a los principales y peri- féricos, y actúan como estimulantes para incrementar el valor de los otros servicios, como son las acciones de cortesía, la sonrisa, la disposición de ayuda u orientación a los proble- mas que tenga el usuario, el facilitar el acceso al teléfono y a los sanitarios comunes, otorgarle ciertas comodi- dades, ofrecerle un servicio rápido y expedito, el invitarle a eventos de in- tercambio cultural y amistoso, etc. El servicio implica dos actores: El usuario o cliente y el proveedor. El tér- mino proveedor deriva del latín provi- dere, y significa persona que tiene a su cargo prever o abastecer todo lo necesario. Prever significa prevenir, juntar y tener todos los requerimien- tos (mantenimiento y recursos) para un fin. Un proveedor es la institución o persona que suministra las entradas o insumos a un proceso, que propor- ciona a otro un producto o un servicio. Los proveedores pueden ser externos o internos; los proveedores externos no son miembros de la institución prestadora del servicio. El término español cliente deriva del latín cliens-tis y significa persona defendida o protegida por un patrón, por extensión significa la persona que está bajo la tutela de otras, que recibe ayuda de otras, que asiste con asidui- dad a los servicios que con atención le ofrece un profesional u organiza- ción. Se usa como sinónimo de pa- rroquiano, quien es el que compra el servicio. En las escuelas públicas el término cliente y parroquiano no son muy aceptados por ser voces que se utilizan en el campo de los negocios y el servicio público se ofrece sin áni- mo de lucro, por ello se prefiere utilizar la dicción: usuario, que es la persona que tiene una actitud de aceptación o preferencia por un producto o servicio y por ello lo utiliza o usa de ordinario; que tiene derecho de usarlo, que goza de los servicios que presta el gobierno. Los clientes o usuarios no son sólo externos sino también internos o sea los miembros de la empresa o institu- ción que son afectados por los pro- ductos o servicios producidos por los mismos miembros de la institución con los que se tiene interdependencia laboral, o sea reciben un producto o servicio de otro miembro de la empre- sa o institución. Un cliente o usuario externo es la persona que directa o in- directamente le repercute el producto o servicio que ofrece la institución o el profesional. Empresa es un término que deriva del latín in-premsa, tomar una acción; es una voz que se refiere a una entidad o institución que em- prende, negocios, proyectos de im- portancia, sean industriales, mercan- tiles o servicios. Se le llama empresa pública a la creada y sostenida por el poder público. Una escuela es pública o de “go- bierno” cuando el Estado la crea y la sostiene al integrar un edificio público o rentado para ese fin. La escuela privada que incorpora los servicios educativos que ofrece debe- rá seguir la normatividad oficial que se obligó al solicitar y recibir el permiso del estado para prestar el servicio es- colar. Una escuela se considera pública no sólo por ser creada y sostenida por el Estado, sino por ser una institución o empresa social, cuyo proyecto y operación del servicio que ofrece, tie- ne como misión resolver necesidades colectivas educativas, misma que son de interés público. A quienes les co- rresponde hacer gestión, en una es- cuela privada incorporada al sistema educativo estatal, deben tener pre- sente el presupuesto de que trabajan para resolver necesidades colectivas educativas. El usuario interno o externo de un plantel o sistema de planteles, es a quien se provee o recibe el servicio, y debe ser tomado en cuenta para la planeación, operación y evaluación del servicio en virtud de que el servicio fue creado para satisfacer necesidades y expectativas, y le corresponde conse- cuentemente dar opinión sobre la ca- lidad real del servicio escolar, según perciba la justa atención que satisfaga sus necesidades. Dr. Luis Guillermo Moncayo González NOTAS 1 Corominas Joan, Diccionario etimológico de la lengua castellana, Gredos, Madrid, 1983, p. 297. 2 Diccionario de la Real Academia de la Len- gua Española, tomo I, Madrid, 1984, p. 688. 3 Colunga Dávila, Carlos, Administración del tercer milenio, panorama, México, 1996, pp. 22, 134. 4 Diccionario de la Real Academia de la Len- gua Española, tomo I, Madrid, 1984, p. 29. 5 De la Cerda, Aranguren, José, Adminis- tración para el desarrollo, Diana, México, 1996, p. 104. 6 Santos Guerra, Miguel Ángel, La luz del pris- ma, Edit. Aljibe, Archidona, Málaga, 1997, pp. 19-65. 7 Gairín Sallán, Joaquín. La organización esco- lar. Contexto y texto de actuación. La Mura- lla. Madrid. 1996, p. 131. 8 García Requena, Filomena. Organización es- colar y gestión de centros educativos. Alji- be, Archidona 1997, pp. 58 – 59. 9 Martín Bris, Mario. Organización y planifica- ción integral de centros escolares. Editorial Escuela Española. Madrid, 1996, p. 164. 10 Lejtman, Silvia K. “La conducción de una institución educativa”, en Organizar y con- ducir la escuela. Paidós, Buenos Aires, 1996, pp. 75 – 98. 11 Molina García, Santiago. Escuela sin fraca- sos. Aljibe, Archidona, 1997, pp. 64 – 65. 12 Colunga Dávila, Carlos. Op. Cit. Pp. 268 – 269.
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