De inmundo, Jean Clair. Cap. I, II y III.pdf

March 27, 2018 | Author: Nicolás Lorré | Category: Homo Sapiens, Hair, Paintings, Plato, Hell


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Jean Clair DE IMMUNDO Apofatismo y apocatástasts en el arte de hoy Traducción de S a n t ia g o E. E sp in o s a cuando pene­ tra la bolgia* de los aduladores. en las revistas femeninas. O bien. donde se sufren las afrentas del infierno. en el primer vistazo echado a la reproducción tal como se encuentra en un libro consagrado a la obra de este artista1 . y en sencido figurado «lugar donde está el mal. en el canto XVIII del Infierno. es una máscara de infamia que suscita en nosotros el horror.C a p ít u l o I Al principio. lugar donde reinan la confu­ sión y el desorden». un emplaste excrementicio. pero hemos rechazado aceptar lo que el ojo acaba de ver. Es lo que descubre Dante. París: Léo Scheer. No es la mascarilla de belleza. verde y viscosa.] * En la Divina comedia. El principio capital del cuerpo se ha vuelto anus muttdt. «cada una de las fosas circulares y concéntricas que cons­ tituyen el octavo círculo del infierno de Dante». Autorretratos. [N. 1 David Nebreda. como se ve. se duda de comprender. Es un rostro. El rostro se ha vuelto una cloaca. Salamanca: Universidad de Salamanca. que cubre el rostro de aquellas que buscan una belleza eterna. [Hay edición castellana. Autopomatis. La cabeza del hombre que ha posado para el documento se ha enterrado bajo un derrumbamien­ to fecal. del 3 ?] 11 . 2002. quizá ya se ha comprendido. Está enteramente cubierto por una materia amarilla y parda que no deja duda alguna sobre su naturaleza. 2000. montoncitos de mierda. un testigo cuenta que en Treblinka. de los Polichinelas de Giandomenico Tiepolo. la mugre. 2 Flacón. Horror de lo informe. 130 d. el lodo. ¿Pero aquí? En esta máscara fecal que recubre el rostro y asfixia al portador. 12 . sino Dreck. el encuentro de sí y del pró­ jimo.El juego de las máscaras había sido uno de los más graciosos que el arte de la pintura nos haya ofrecido. no hay forma en ellas. La porquería y lo informe. horror del pelo y de los olores que eso puede esconder. de una entidad viviente que escapa a nuestro control. en el que piensa Primo Levi cuando atraviesa las puertas de Auschwitz. Parmcnides. pronto comprenderá. no más que nuestras manos. excrementos. grandes másca­ ras blancas. ya más inquietantes. es porque no hay idea en estas cosas. cuando se trata de desenterrar a los millones de cadáveres para hacerlos desapa­ recer quemándolos. o cualquier otra cosa. considerado como la categoría privilegiada del arte de hoy. dejaban pasar el soplo de la vida. En el juego de los equívocos. No eludían el cara a cara. si conci­ be una idea para estas cosas grotescas que son «el pelo. Lo inmundo. Máscaras amablemente colo­ readas de los elegantes que representaban el «engaño» en el siglo XVII. así. horror del residuo. del Santo Rostro»): es en este verso de Dante. Aquí. decían los nazis1 . no hay forma separada para representar lo hirsuto y lo sucio2 . ¿de qué cara a cara infernal se trata? «Qui non ha luogo il Samo Vuolto» («aquí no es el sitio de la másca­ ra sagrada. la más despreciada y más vil»? Ellas no pueden tocar nuestros ojos. para no dejar a nuestro guía. Si esto ocu­ rre. porquería. pequeñas máscaras negras de Pietro Longhi. Shoah. ¿no es precisamente a lo que se refiere Platón cuando pregunta al joven Sócrates. en el Parmétiidcs. deyecciones. Durante las gue­ 1 En la película de Claude Lanzmann. es el sitio en donde los hombres son considerados como Dreck. los responsables SS animan a los detenidos encargados de tal labor diciéndoles que eso no eran cuerpos. mierda. horror de un elemento orgánico. un cabello en la sopa. La palabra misma. está en parte vinculada con el pelo. no obstante. es la horripilación. se enreda* como los gusanos que vemos hormiguear sobre los yacentes que la espirituali­ dad de finales del siglo XV había multiplicado. un pelo en la mano per­ turban siempre la claridad del mundo. Y cuando la carne se descompone. la muerte y el amor en la antigtda Grecia. París: Gallimard. Es sabida la relación que une el kouros al keiro> el hecho de cortarse los cabellos1 . nos da ganas de vomitar. dirá Plotino. ere. En general. es el hecho de que el pelo se erice por el golpe del susto o del sufrimiento. a las diferentes etapas de socialización del hombre. El pelo devuelve al hombre hacia la animalidad pura. al contrario. 6. [Hay edición castellana. Lindivid^ la moríj Vamour Soi-mcmc et rautrc en Grcce ancicnne. a la entrada a la vida adulta. Como las modelos de las revistas de moda. que insiste al lado del cadá­ ver y mucho tiempo después que él. 13 . He aquí. sedoso y flexible. la «fealdad absoluta»2 . debe depilarse y conservar el pubis lampi­ ño. p. hacia la vida oscura e independiente de los órganos. * Cf Jean-Píerre Vernant. da ritmo. Un cabello sobre la lengua. ella también. acom­ paña a los ritos de su maduración. se ensortija.rras. Maupassant. El cabello continúa su crecimiento después de que hemos muerto. él permanece. I. de suerte que no recuerde nada de la naturaleza animal de su sexo. Barce­ lona: Paidós. 2001. las Venus antiguas tienen el sexo afeitado. «La bclie mort ct le cadavre outragó». El ijidwiduo. 65 sq. «horror». El pelo crece sobre el cadáver. este cabello. ha escrito uno de los relatos más perturbadores sobre la melena femenina. Horreo.] ^ Plotino. portar cabellos largos hace el aspecto de los guerreros esparta­ nos más terribles a la vista del enemigo. La mujer. Encada. con La cabellera. 1989. de afeitarse. El hecho de cortarse los cabellos. será condenada a muerte y enterrada viva en la tumba de los Labdácidas. Leoncio. toda esta categoría que la pornografía contemporánea. dice.»1 Un bello espectáculo para los ojos. privar a la muerte de sepultura. al exterior de los muros de la ciudad. se habría cubierto el rostro. Un diálogo de Platón introduce así a otra reflexión. a la vez deseaba mirar. pero tam­ bién dictado por leyes no escritas. hijo de Aglaion. volviendo del Pireo.» Y. a sus propios ojos exorbitados. del bulíidero. finalmente. 439 c-440 a. el de los cadáveres apilados: ¿el horror sería también una categoría estética? ¿Tendrí­ amos hambre y sed de la abyección. Dice que es también la mugre. cinematográfica. y a la vez. dice Sócrates. pero decididamen­ te dominado por el deseo. de la peste. se sitúa tan precisamente en los anaqueles bajo la rúbrica téard erad».Pero Platón no habla solamente del pelo. pulsión. habría abierto ampliamente los ojos. al contrario. de los que descendía. disertando sobre la naturaleza tripartita del alma humana. el residuo>el lodo. Rcpúbüca. estaba indignado y se daba la vuelta». arranque irreflexivo. 14 . genios del mal. ense­ guida. libro IV. él apostrofa a los ojos. «Luchando contra sí mismo. nos deja oír que el horror es precisamente lo que es deseable. Antígona rechaza la orden de Creonte de no enterrar a Polinices. hártense de este bello espectáculo. del corazón. el mancillamiento. o sim­ plemente popular en los sex-sítops de nuestras ciudades. Por este acto de piedad. es el ultraje absoluto. y en particular sobre los conflictos de la razón y del thymos. Para obedecer el deber sagrado impuesto por los dioses. iguales a los de las potencias diabólicas: «Esto es para ustedes. como las tenemos de otros pla­ ceres? Ahora bien. «se dio cuenta de que unos cadáveres yacían cerca del ejecu­ tor público. es decir. Es todo lo que empuja al hombre hacia la orilla negra de la descomposición. la porquería. entonces. * Platón. entendido como deseo.. la suciedad. sea literaria. esparce polvo sobre su cadáver. En La Repú­ blica. de la podredumbre. y del retroceso que sus­ cita en nosotros. el hombre entierra a sus muertos. nos recuerda decididamente. Dachau en las puertas de Munich. estos cuerpos cuya vista ahorramos a los ciudadanos. ni para el ciudadano de la República. estos apilamientos de cadáveres fuera de los muros. ¿sería un moderno Leoncio? Estos cadáveres. pero lo suficiente como para que el pueblo no tuviera demasiada conciencia de los crímenes que allí se cumplían. es para los judíos la gehena. aunque sea en nombre de la justicia —esta justicia de la que el propio Sócra­ tes se volverá víctima— .El infierno sería el lugar en el que los muertos no son decentemente enterrados. el lugar del horror eterno. El infierno. en lugares próximos no obstante prohibidos. edi­ ficados fuera de las ciudades. el «cuerpo del pueblo» del nuevo Estado nacio­ nal-socialista. no lejos. donde se veían los cadáveres que no habían sido amortajados cerca de Jerusalén destruida. en 1995.Estas leyes no escritas son también inmemoriales: desde que el hombre apareció. geenna. 15 . 1 Algunas fueron expuestas en el marco del centenario de la bienal de Venecia. Pero esto. Los campos de la muerte fueron. Cuando un artista como Andrés Serrano hurta al mortuorio foto­ grafías de cadáveres para exponerlas en galerías de arte1 . cuyo nombre viene del valle de Ben Hinnom. Data del Homo sapiens la aparición de las primeras sepulturas. algo a lo que nos volve­ mos de espaldas. Afuera de estos muros reina el mundo de los cadáveres y de los verdugos. dice Platón. en nuestra historia reciente. Esto vale para todas las religiones. son apilados fuera del recinto de la ciudad En ella reinan la ley y la belleza. Buchenwald en las puertas de Weimar. ellos también. este alejamiento de los lugares en donde se comete el crimen. La visión de estos car­ neros no está hecha para el hombre pío. eran también lugares aparte en donde se amontonaban los cadáveres de los que ya no eran considerados como parte del Volkskdrper. creo. citando a Platón.Buchenwald. para con quien tener miramientos. Hizo falta entonces apilarlos a la vista de todos y. en el cora­ zón de la ciudad. La naturaleza en las puertas de la cultura. y que los ángeles. Exponer al muerto y ya no disimular el cadáver. cuya imagen son unos cadáveres desterrados y mantenidos lejos. Ya no hay siquiera el pequeño resto de carne. con el último de los cinismos. París: Flammarion. Le second Faust. que la gehena entren en el corazón de la ciudad. v. diciendo esto. el Erdenrest. ejemplos de un locus sUvaticus tan próximo a la ciudad. 16 . a propósito de los campos. se volvieron dema­ siado numerosos para que pudieran quemarse todos. fr. suprimiendo la frontera. Este mal. busco alejarme. los más cumplidos entre ellos. del que hablaba Goethe. El hombre salvaje lo más próximo del hombre civilizado. por­ taban con pena1 . Llegó el día en que los cadáveres desbordaron. Dachau. 11954-11955. Jean Malaplate. Goethe. de nuestra cultu­ ra? ¿O bien consistiría. al que el alma estaba aún vinculada. recogiendo los recuer­ dos de una historia reciente. colmar la mirada cuando aspira al horror. que es parte de nuestra civilidad. el mal no existe para la mira­ da del hombre contemporáneo. De hecho. Creyendo haber adquirido un dere­ cho perpetuo a la salud. el Fontainebleau de los pintores en Baviera. sería hacer que el infierno. 1984. por la escritura y * «Uns bUibt ein Erdenrest / Zu tragen peinlich» («Transportar este resto de tierra es penoso»). pues. se vino a hablar de «gehena». Nada. Nada que lo mire de nuevo. Ni cadáver ni despojo. que intentaremos verificar: ni más ni menos que como sucede can la muerte. sin saber demasiado lo que significaba esta palabra en cuanto al debido respeto al cadáver. ese podría decir que está en nosotros. El cadáver que deja detrás suyo no es entonces nada. «la selva de las hayas». hartar los ojos cuando se quieren «genios del mal». tr. se cree al mismo tiempo vuelto potencialmente inmortal. en negar que el mal existe? Partamos de esta hipótesis. se titula Autorretrato. el olor cadavérico es más o menos insoportable a la nariz. Intento comprender lo que no puede comprenderse. antaño. El ser humano. hay las flatulencias. Una dureza de cristal aseguraba a la vulnerable piel de las cosas una supervivencia provisional. el número de oro. todo lo que se quie­ ra de regular. esta fragancia postuma. Hay un alma en la piedra como hay un alma en los animales. componer. Era lo inorgánico centelleante. de los insectos que se quieren perpetuar. y ésa es su naturaleza. de los frutos. los terrosos desprendimientos de los excrementos. en un último soplo. El cristal es duro y no siente. se exhala. antiguamente. era el cristal escondido. no soporta la descomposición de la forma. se escapa. La composición. Es la luz y la forma. las simetrías. ya que debo volver a ella sin raposear demasiado con lo que veo. Fineza de porcelana agrietada de las pin­ turas. Dispensarme de él Olvidarlo. La composición era una pala­ bra querida del vocabulario de los talleres. Todo lo demás es descomposición. ¿Tienen los cristales un alma?. del espectáculo que la foto de un rostro enmierdecido me ha puesto ante los ojos. el discípulo de Darwin. La obra. todo lo que trabaja alrededor del Erdenrest que el cuerpo deja detrás suyo. poner en orden. las postraciones. ser huma­ no incluido. a menos que muera en olor a santidad. Nada se escapa de él. Sí. El artista. ¿Pero cómo componer con la mierda? El pintor se las arreglaba para disponer los diversos elementos de su cuadro según un orden que hacía que todo se man­ tuviera junto. las recurrencias. Es un hecho. En el otro borde. de modo que acepte el espectáculo de la des­ composición que la foto me ha puesto ante los ojos. Intento ordenar.la reflexión. de las flores. cuyas facetas y fulgor sostienen la materia cambiante y deleznable de las carnes. respondía. defecación. componía. Y. el destello de lo inteli­ gible. Pero el alma de los animales. Hay lo informe. en el fondo. el nacimiento de lo informe. Está todo él contenido en sí mismo. se preguntaba Ernst Haeckel. y hay que enfrentarse con 17 . Se expresa con refinamiento. Desnudo la mayor de las veces. En una de las fotos. él se representa de pie. a menudo por largos períodos. en primer plano. Algu­ nas puestas en escena. Nació en Madrid en 1954. de lejana identifica­ ción. «Cómo hacer comprensibles las sensaciones que me producen mi sangre y mis excrementos? Sentimientos primarios de recono­ cimiento. de ternura. dice. aparece caquéxico. de arrepen­ timientos. Nebreda. 163. p. de alegría. Nebreda ha sido hospitalizado en múltiples ocasiones. El artista no se ha contentado con el «hacer» todo desnudo. de retoques. más demacrado que los prisioneros que los americanos fotografiaron cuando liberaron Dachau y Buchenwald. oí. efectuadas con una navajilla de afeitar.. bien incierto sin duda. maneja­ do. vemos un frasco de haloperidol. la orina. así como sólo tres materiales orgánicos: la sangre. El único material que uti­ liza. 18 . y sin envoltura cloacal. aureolas. Los he tomado y guardado. de amor.. de esquizofrenia paranoica. op.a mayoría de las fotografías muestran rastros de automutilación.el hecho. cultivado. Aumponraus. he cubierto mi rostro y mi cuerpo con ellos. de plenitud.. con tijeras. en ocasiones halos luminosos. si se quiere.. con su liquidito verde fosforescente como un anís o una absenta.. Parece tener una clara conciencia de lo que significa su recorrido. con un cuchillo. en sobreimpresión. en la tradición del arte espa­ ñol. En la mayoría. con un diagnóstico. hacen pensar claramente en éxtasis religiosos.1 * O. Lo informe puesto en forma. los he tocado. Como Daniel-Paul Schreber. de cara o de perfil. en la toma de sus fotos a color es la ceniza. El hombre es inteligente. sino que ha probado las necesidades de resaltes. I . Sus fotos han sido expuestas en algunas galerías de vanguardia. quemaduras de cigarrillo. laceraciones de fuetes claveteados. los excrementos sólidos. Los he introdu­ cido en mi boca y han sido secretamente conservados hasta el día de mi sacrificio. El autor se llama David Nebreda. .«Reconocimiento». cuando tocar. Qué importan las palabras. Retención. Todo es guardado. «ternura». no tienen lugar. «Hasta el día de mi sacrificio. «identificación»: estamos aquí en el registro del amor materno y en el tiempo de los primeros instantes de la vida. Nada es dado a la madre. el don. probar los propios excremen­ tos. Pero aquí. «alegría». era poner los primeros límites entre el cuerpo y lo que no es mi cuerpo. oler. Regresión. la separación.» ¿Cuál sacrificio? ¿Por qué dios terrible y lejano? Narcisismo prima­ rio. . para retomar la vieja expresión de Aris­ tóteles. a la vida como zoe. hace unos cuantos años. presentada en la Royal Academy de Londres. En vista de las obras expuestas. la vida desnuda. sino más bien.C a p ít u l o I I Fue una exposición importante. a droides o a organismos genéticamente modificados. parece que los autores hayan más bien querido hablar de un arte pre-humano. a fines de 1977. la que llevaba por título Post-human. que le conduce en efecto a la zoología de las criaturas organizadas.» 21 . luego en el Brooklyn Museum de Nueva York. a robots. aloga. en el hombre. de la posibilidad de un arte que ya no se dirigiría a lo que. Una exposición del mismo orden hizo mucho ruido estos últi­ mos años. pero también de los seres alógicos. Como allí no se trataba de un arte des­ tinado a máquinas inteligentes. Scnsaiion. el aquí abajo biológico1 . animales privados de logos. fue precedida en este lugar por una advertencia puesta por el Departamento de la salud públi­ 1 El Peút Roben da de la palabra «coprofilia» esta definición minimalista: «Se dice de organismos (sobre todo bacterias) que viven en los excrementos. constituye su bios —su vida inteligente y reflexiva que le distingue entre todos los primates—. en 1999. es decir. » * En francés se conserva aquí la raíz latina jetter (lanzar) y rejeaer (desechar/recha­ zar). el Gran Premio de las Artes en Gran Bretaña. Abjicere. Abjicere es también renunciar. Si sufre de hipertensión. en 1993. náuseas.ca: «The contents of this exhibition may cause shok. que ofrecía una primera visión de conjunto sobre este movimiento: AbjectArt. Mejor que la tabula rasa de la vanguardia que pretendía quitar la mesa del festín de los siglos. de pruebas de embarazo. or palpitaiiom. es todo lo que se refiere al abatimiento así como al rebajamiento. o incluso de un arte del residuo. de ropa interior sucia y de botellas de vodka. \ N . confuñon. euphoria. De aquí la idea de reba­ jar. tiervous disorder. todo lo que cubre el campo de la degradación. de desórdenes nerviosos o pro­ blemas cardíacos. Resumiendo. de residuo. del T] 22 . abandonar. cubierta de condones usados. confusión. panic. El arte de la abyección sería el estado de un arte bajo. de desecho. Hace ya diez años. ¿Puede tal arte existir? Y si existe. Repul­ sión and Desire. se había abierto una exposición. un abandono que va hasta el aflojamiento de los 1 «El contenido de esta exposición puede provocar choque. cama en la que habría pasado una semana en un estado de depresión conse­ cutiva a una ruptura». La obra fue aplaudida por los responsables de la Tate Gallery por su «valor realista». ¿cómo admitirlo en el seno de una exposición destinada a un público? Un arte que pone en escena su propio abandono. es lanzar lejos de sí. deja escapar cuando está herido. o simplemente desecha cuando la comida ha sido digerida. euforia o angustia. en el senti­ do de renunciar a toda autoridad. el arte de la abyección se interesa en lo que el cuerpo exuda cuando está can­ sado. es desechar*. and anxiety. pánico.»1 En el año 2000. vender a bajo precio. debería consultar a su médico antes de entrar. vomiting. Ifyou sufferfrom high bbod pressure. en el Whitney Museum of American Art de Nueva York. maculada de orina. de bajo. fue atribuido al artista Tracey Armin por «su propia cama. se deshacer. un arte del resto cuando todo ha sido desechado. you should consuh your doctor before viewing this exhibition. el Tumer Prize. la escultura prefiere aquí. imaginamos. la sangre. la saliva. fundido cagarrutas humanas en bronce. ¿hace otra cosa que despachar. En los meses que precedieron a su muerte. el signo de la muerte clínica? ¿Por qué se ha vuelto común entre los artistas de este fin de siglo usar en sus obras materiales como los cabellos. Con­ 23 . Robert Gober usa cera de abeja y pelos humanos. Chris Ofili se sirve de excrementos animales. la orina. el esperma. consis­ tía en una bomba y diversos aparatos de molienda que recogían y «digerían» los residuos de cocina producidos por restaurantes bone­ tes. en esta alquimia de materia prima que pretende dar forma a lo informe y permanencia al tránsito. para hacer una pasta parda igual al excremento humano. persiguiendo lo que él llamaba «regresiones». tratadas a gran escala. la ambivalencia de otro material noble y durable: lo que deja escapar el «ojo de bronce». Citemos. la sanie. que fije mostrada en el museo de Arte :ontemporáneo de Lyon el verano de 2003. los excre­ mentos? El denominador común de todos estos insólitos productos es que son materiales orgánicos y desechos directos del cuerpo. El artista británico Franz West ha. la parte líquida para hacer un jugo pardo. Titulada Cloaca. la parte deshidratada para hacer galletitas de bosta que amontonaba bajo su tienda de último de los mohicanos. los pelos. Marc Quinn ejecuta su busto con su propia sangre congelada. Gina Pane. trepaba desclaza una escalera cuyos peldaños estaban hechos de espadas afiladas. pero además las secreciones y los humores. en medio de los greens londinenses. para disponer­ los. Andrés Serrano. llevando esto a cabo. los mocos. más recientemente.esfínteres. al final de los años 1970. Una de las obras más recientes por inscribirse en esta vena es la del artista belga Wim Delevoye. mucho antes que ellos. no usaba más que sus propias heces. Gérard Gasiorowski. la pus. En la bien conocida ambivalencia. el excremento es oro. un poco al azar. sangre y esperma. algunos ejemplos. Se dejaba también recubrir el rostro con el contenido de un cubo lleno de gusanos de cebo. los trozos de uñas cortadas. Su belleza es menos cautivadora que. a la presentación burlesca del catálogo en el que podía leerse «y huele. Una artista como Mona Hatoum rea­ liza así videos que no son otra cosa que endoscopias1 . no obstante. en tal caso. 1994. la obra no des­ pedía olor. de Diógenes a Lucien Febvre. Centro Georges-Pompidou. Serán los primeros. la Cuaresma y los proverbios de Bruegel. esperma y orina de nuevo en los accionistas vieneses. Complacencia aún en provocar y en mostrar la experiencia del dolor. por sus productos de super­ ficie. Pero también.. los rectos. y a menudo mejor. Fascinación por el exterior del cuerpo.trariamente.. por la imaginería médica. hasta el peligro mor­ tal. apesta y se tira pedos». ¿Se trata de arte? Estos videos no son demasiado impresionantes. Y luego. en evocar el carnaval. Se encuentra en Valie Export. desde principios de los años 1960. sino sobre todo en el universo esterili­ zado del laboratorio. en Siacer uso de una violencia actual. que una obra que no huele ni se tira pedos no nos sumerge en la animalidad de la cloaca de la que el hombre apenas ha salido.. en Orlan. cortadas con navajas de afeitar. por sus humores internos.. Carnes hinchadas. Nos internamos en los intes­ tinos. No se trata de ciencia. Esta ausencia de solicitación de la olfacción habría debi­ do bastar para convencer al artista. Ni arte ni ciencia: ¿con qué se está tra­ tando? ¿Cuál es la naturaleza de la fascinación que se expresa aquí con el nombre de obra de arte? Sangre. No nos enseña nada de la exploración del cuerpo humano que no sepamos ya. la de los desollados grabados por Gautier d’Agoty. vinculada a la herida y a la automutilación. hendidas. por ejemplo. por sus secreciones y por sus excre­ ciones. De la pintura como arte de las superficies. las mucosas. colección del Museo nacional de arte moder­ no. laceradas. en Chris Burden. que no dudaba en convocar gran­ des nombres. 24 . el paso al acto: si la castración de Rudolf Schwarzkogler parece venir de una tenaz leyenda —pero sus ' Por ejemplo Corps étranger. pintura de sus profundidades. de la exposición de estos cuerpos entregados al horror. Más inquietante que su fabricación es la recepción de estos objetos. 25 . las condiciones mismas de su cohesión. una Lisette Model o una Diane Arbus. He citado a Serrano. Son retratos de niños afectados por malformaciones facia­ les y desórdenes neurológicos severos como la progeria que. P Witkin.. Directores de museo. había confiado. en su desarrollo y en su ritual. a lo monstruoso biológico. Todo ocurre como si la unidad 1 Rudolf Schwartzkogler se lanzó de la ventana de su departamento el 20 de junio de 1969> en un momento de depresión. La leyenda de su automutilación parece nacida de un artículo publicado en la prensa norteamericana en 1972. bajo la influencia. críticas de revistas y magazines. hace de un bebé un viejo. la suciedad y la porquería. Aunque presentadas abu­ sivamente como «obras de arte».. quizás. Jamás tampoco — rasgo más desconcertante aún— esta obra habrá sido tan querida por las instituciones. a causa de la profunda empatia que ellas delatan con sus temas. Jamás la obra de arte ha sido tan cínica y le ha gustado tanto rozar la escatología. otro cuerpo. en las fotos subrepticiamente tomadas en los mortuorios. a lo patológico: Jake y Dinos Chapman. estas fotos se inscriben en la tradi­ ción que ilustraban. Todo ocu­ rre como si. son las fotos tomadas por la artista norteame­ ricana Nancy Burson en Montefiore Medical Cerner for Craniofacial Disorders. parecen desacreditarlo—3 bien real es su suicidio en 1969. el cuerpo social. De un orden diferente. cuarenta o cincuenta años antes. queda la fascinación por el cadáver. Robert Mapplethorpe. siempre.. todo un establishment del gusto parece aplaudir este arte de la abyección. del «Teatro de la crueldad» de Antonin Artaud1 . la obras vinculadas a la fascinación de la teratología.acciones. sacase una necesidad y. En todos. en unos cuantos años. como en el hermoso tiempo del arte oficial. J.. Igual de poco soportables. También estuvo Jeffrey Silverthorne. responsables de las grandes manifestaciones internacionales. ] * En francés antiguo.del socius. [ N. otro demo­ nio subido de los Infiernos. una larga historia de la mierda en el arte. exaltación del residuo biológico. una especie de «hueste» de emparentados. del 3 ?] 26 . vuelve aquí a agitar su mesnie*. por sí solo. La escatología está en el corazón de la obra de Salvador Dalí. Placer turbio por las letrinas y fas­ cinación ambigua por los chalets de necesidad. Hay. E l poder soberanoy la nuda vida. París: Le Seuil.. ¿Cuál puede ser el sentido de tal fiesta en una sociedad de la que los dioses han desertado? ¿Puede ser el hombre. y porque se ha vuelto imposihle de mantener ní en el orden de lo reli­ gioso ni sólo en el orden de lo político. con todo lo que acompaña esta inversión regular. acaso. para ya no ser más que los cuerpos desnudos de un grupo que opera en secreto. el obje­ to de un carnaval. Homo sacer. antiguamente asumida por lo religioso y lo político. encontrara en adelante su cimiento en la manifestación pública de una escatología aceptada y celebrada. privados de su habeas corpas. la secta. 1999. Una infancia del arte. de una fisiología en estado puro. el viejo Hallequin medieval. ritual y pasajera de un orden social. la «comuna» o el partido. Exhibición de una vida desnuda de los órganos. [Hay edición castellana. Aquí es donde podemos recuperar útilmente la expresión de Giorgio Agamben de una biopolítica que establece la autoridad de un poder sobre individuos sustraídos a la ciudadanía. por otra parte. Arlequín. Valencia: Pretextos. Georges Bataille analizará hol­ gadamente la obra. como si no se dirigieran más que a él? Vuelta a los excre­ ía . viendo en ella la representación de un complejo * Giorgio Agamben. al baño primitivo de las heces. figura en primer plano un hombre viejo cuyo calzón está sucio. en particular. fascinación por la muerte bajo el aspecto del cadáver: no se está lejos de un carnaval. En Le Jeu lugubre. 1997. Homo sacer. la «mesnie» es el mesón de una familia. gustar de estas mortificaciones y de estas ceremo­ nias fecales. Le poum ir souverain et la vie nue. en 1929. bañándose en sus pañales sucios. usar por ejemplo excremento como sucedáneo de un pigmento. desde los años 1910. había orgullosamente proclamado. a los aficionados 1 En la revista Dotuments. El excremento utilizado como un color es un pig­ mento entre otros. se huele. Mucho antes de ellos. 2 Arhtur Cravan. Hans Bcllver. no se explica. El orín de ciertas vacas. afirmada tan precozmente en la exaltación de sus funciones natura­ les. habría res­ pondido: «Pintaría con mi mierda. por su parte. Recordemos también las palabras. El uso inmediato del excremento como objeto productor de gozo en sí es un gesto de otra naturaleza aunque su utilización mediati­ ce otros fines. Se dice que Picasso. 1942-1943. un poco inhabitual.» Pero esto es todavía dar forma a lo informe.» Pintar es una cocina. acto de fe en la calidad superior de su defecación2 . :on una buena capacidad cubriente. de Cezanne: <La pintura es como la mierda. sin duda. el olor de la pintura no es sano. Además tiene sus :aracterísticas: colorado como un ocre. y relativamente estable. Esta supremacía del cuerpo. diciembre de 1929. daba antaño un amarillo radiante y ístable. Entramos en un registro diferente. Arthur Cravan. quizás apócrifas. a principios de los años 50. podría servir de excrgo a lo que ha seguido en el siglo.» Tercer •ecuerdo al fin en este registro.de castración1 . 27 . en donde los residuos se suelen reutilizar. ilimentadas con cierta hierba. :uando el artista italiano Piero Manzoni propone. ha grabado una muy bella plancha en la que vemos una joven chica acuclillada defecando sobre el rostro de un hombre aparentemente convulso de placer. explorador de Dada. La Drina fue también utilizada con frecuencia en la fabricación de cier:os colores y en las pátinas de los bronces. Rembrandt habría dicho: «Apárten­ le. n° 7. se había reclamado de sus entrañas y sólo de ellas: «Comeré mi mierda». ¿qué haría usted si estuviera en prisión sin nada?». untuoso como un aceite. a alguien que le preguntara: «Maes­ tro. «Notes» en VW> Nueva York. Pero es sin duda Marcel Duchamp. es decir.000 dólares (junio de 2003). En edición limitada y numerada en noventa ejemplares. la ha sustituido por lo informe. quien parece el primus Ínter pares. sino un uso inme­ diato del excremento.000 y 32. producciones orgánicas e informes.de la vanguardia del momento. la secreción del tejido conjuntivo y los cabellos. La celebridad que ha logrado su Gioconda bigotuda no reside demasiado en la calidad de su provocación. Aquí no hay ya elabora­ ción a partir del excremento. a la kalhx schetnatta. a la «bella forma» de los tiempos antiguos. conservados en frascos de vidrio — porque a lo que chorrea y no tiene forma hay que darle un continente—. propone. en obras como Precious Liquids. desde la saliva al esperma. aparece como la calca pura en la época actual del histrionismo cínico de la Antigüedad. vuelto un mito de la vanguardia. que se inscribe como 1 La estimación oscila entre 25. la vara del pastor. celebrando un ritual que usaba como materiales grasa y fieltro. igual al zurrón de Hermes. estos excrementos manufacturados se ven­ den hoy más caros que el metal precioso1 . de nuevo. sobre el hombro. valiendo en su origen su peso en oro. expuesta en Venecia en 1992. y desde la orina a la sangre. los diversos humores del cuer­ po humano. la kibisis. Hasta la elección de sus acceso­ rios. por mínima que sea. Su personaje. fue también el chamán invitado por todos los museos de Europa. 28 . Antístenes y Diógencs. pastosas o hebrosas. por los pardos de los excreta. y por los colores del arco iris de la paleta. podría ser la artista franco-americana Louise Bourgeois. su Merda d’artista conservada en lata. en los años 70. Joseph Beuys. la alfor­ ja. aquí como en otras partes. Una tercera figura de este movimiento reciente que. que son los mismos de los grandes cínicos griegos. fundentes o hirsutas. Bruja de una magia blanca consagrada al cuerpo femenino y a los misterios del sexo en sus desbordamientos extremos como la histe­ ria. la capa de fieltro y. un «coño» gastado. o sea. André Chastel. encontraréis en ambos lugares un gran brasero. «Le travail du réve». usado —fantasma al que dará cuerpo proponiendo. en ita­ liano vulgar. Sigmund Freud. 29 . H. y ponéis la mano sobre el corazón de las damas. Q. Monna es la joven casada. la mujer está más a menudo loca de amor que el hombre. está en con­ diciones de asegurarnos la identidad sexual de esta ambigua figura. [ A T . y que la his­ teria es una enfermedad ardiente. Y sólo la leyenda encriptada que corre sobre la reproducción. O.mucho en la tradición de las bromas de colegio . París: PUF. pero sabe disimularlo: «En qué su semblante es pare­ cido a alambiques cuidadosamente sentados sobre torretas. Como lo escribía Jacques Ferrand en su Enfermedad de amor o melancolía erótica a principios del siglo XV II. como lo ha estado en el de tantos aspectos de la sensibili­ dad actual. ^ «Ma Donna» = «Monna».»4 ' Cf. ^ Jacqucs Ferrand. el efecto de un calor interno. rallado. París: Gallimard. sin que se vea el fuego por fuera. 426. en Uimerpréíanon des rives. París. Haciendo del sexo de la mujer el «barbudo» del lenguaje popular. L. 1623. las siglas producen fonéticamente «lilla tiene calor en el culo». cuando. que cita Michel Foucault. 164. p. como es usual. de hecho.U lllustn Incomprise. se vuelve mona lisa. que es pariente del ardor amoroso. Ella no ha sorpren­ dido tanto a los espíritus más que en tanto que apuntaba a una obse­ sión en el corazón de nuestros contemporáneos. la imagen restaurada en el estado primitivo que había pintado Leonardo. O. Duchamp subrayaba de manera sorprendente el juego de palabras que la identidad sexual de Monna Lisa designa. que es la de cuestio­ nar la identidad sexual. 1973. en otros términos. delT. o sea la Madona —abreviada en «Monna»2 — . pero si miráis bajo el alambique. Mi señora.\ ^ Cf. unos años más tarde una Gio­ conda afeitada. p. mal ortografiado en francés. * En francés. Ella nos afirma que la naturaleza de la mujer es histérica. Duchamp estaría así en el origen de losgenderstudies. De la maladie d’amourou métancolie érotique. 1988. Mona (sic) Lisa.\ igual a las «inscripciones misteriosas» de los Flicgende Blátter de los que Sigmund Freud sacará una enseñanza4 . 2004. México: FCE. en el mismo movimiento mear en su familia y glorificar un urinario. personajes de pesebre se adornan a menudo con verdaderos cabellos y pelos. muñecas. p. 1996. Pauvert [1935]. dando al recortado del documen­ to la forma redondeada particular de un bacín sanitario. volteado a 90 grados. el anagrama que se aplica tan bien a esta obra: «Ruiner. Recordemos. [Hay edición castellana. desde hace mucho tiempo. El azul del cíelo. 2 De un sarcasmo parecido. pretende exponer un envío titulado Fountain —o sea. aparece a primera vista como la perversa parodia de la con­ cha que trac a Afrodita. 299. 1972. en usar sus pro­ pios pelos de barba para incorporarlos al molde de yeso de su retrato . en 1964. establecerá la ecuación. Retengamos aquí que el pilón de loza.] * Ei arte popular usa. Mutt. sus hermanos y hermanas. era perseguir una inspiración escatológica y mortificante que Duchamp ha manifestado a menudo. en 1954. en el Salón de los independientes. sus padres. [Hay edición castellana. bajo la misma influencia de un yacer que Roger CaiIlois va a definir en 1939 (c/ mfra. p. París: Gallimard. orinar]. y la marca de la identidad sexual del individuo. A esta máscara mortuoria mos­ de perfil. en Le bku du cid (París. lVith my tongue in my cheek* trada en vida. incorpora los elementos que marcan la permanencia de la vida. Sobre todo en 1917. Mucho más tarde. «Uriner: buriner» [Orinar: burilar}. Hacerlo a propósi­ to de un todo hecho que. entre veinte ejemplos. más que otra cosa. fir­ mado y fechado «R. títe­ res. fabri­ cará un ready-made a partir de una fotografía de su propia familia. 1917».] 30 . Inscribir las efigies de su propia familia en el interior de un uri­ nario es recordar el ínter unnam etfaces nascimur. Innumerables escritos han sido consagrados al urinario de Duchamp. Barcelona: Tusquets. Historia de ¡a locura en la época clásica. nacida de la espuma marina y del esperma citado por Michel Foucault> Histoire de la folie á Váge classique. uriner» [Arrui­ nar. en sus retruécanos y Morceaux moisés. esos artificios: marionetas. un simple urinario. su «renombre» en tanto que artista. 51 s q \Georges Bataille. 1957). 2 voL.Marcel Duchamp es de nuevo el primero. ponía en tela de juicio tanto la filiación de su creador como su reputación. bajo el chorro de orina. La vis sexuelle> París: PUF. después una buena parte de los impulsos sádicos que perte­ 1 S. y de ello se vive». m ém e> obra maes­ tra de un cínico erotismo. como los labios del sexo femenino. El mancillamienio del chorro y la espuma de la orina son la injuria hecha a la venustidad. Un poeta del otro siglo. Freud. ] 31 . pasando al estadio de ponerse en pie. sino que se ha vuelto a la cloaca primitiva. 2003. la sensualidad puede manifestarse libre­ mente. p.del dios. Charles Baudelaire. más que «ruinas». el mismo año en el que Duchamp emprendía la fabri­ cación de La manée mise á un par ses célibataires. «Sur le plus général des rabaíssements de la vie amoureuse». 59. Ensayos sobre vida sexual y la teoría de las neurosis. verdaderamente desde que. sino incluso una obra de arte para exponer en un museo: Ante todo los componentes pulsionales coprofílicos se han revelado incompatibles con las exigencias estéticas de nuestra civilización. Madrid: Alianza. [Hay edición castellana. Inspirados por la misma necesidad de rebajamiento de la mujer nacen en él palabras como «fosita de alivio». o bien: «Oh! douche it again» y «Oh! do $kit again». con su cinismo habitual. es avanzar que la generación ya no es el hecho de Eros. y sus bordes redondeados se dicen /ips. 1969. alcanzar logros sexuales y un alto grado de placer»1Había añadido. ignorando que un artista en su tiempo había querido hacer de un meadero no solamente la representación simbólica del sexo femenino. no dejará de comentar: «No se tiene más que como hembra al mingitorio. ¿no había ya tratado a George Sand de «letrina»? En 1912. Duchamp. Freud reflexionaba sobre el rebajamien­ to sexual del objeto amoroso: «En la medida en que se llena la con­ dición del rebajamiento. De la Belleza no quedan. Pero sustituir la simiente divina por el residuo del cuerpo huma­ no. en un país en donde urinario se dicefountain. hemos educado sobre el suelo nuestro órgano olfa­ tivo. Viviendo en los Estados Unidos. en su Phart de la manée.»5 * íhid.1 Hay confusión. 1940. Rebajamiento de la mujer.» Le surréalisme et la peinture. En su esbozo de una economía mínima de las pulsiones.] 32 . Lo excrementicio está demasiado íntima e inseparablemente ligado a lo sexual. en otras palabras. en este mingitorio que es la mujer según las palabras de Marcel Duchamp.necen a la vida amorosa. ¿Para qué hacer del arte una empresa penosa. Antología del humor negro. Bretón.] la crecida de los cabellos. París: Gallimard.].] el estiramiento. París: La Sagittaire. la caída de la orina y de los excrementos. la de su propio organismo. establecería así la lista de las «pequeñas energías gastadas como [. etc. dirá Duchamp. 2 C f André Bretón. una equivalencia del don y de la excreción. la eyaculación [. cuando el simple hecho de respirar hace de nosotros artistas? ¿Para qué detenerse en el placer olfativo de la terebentina. 225. [. 3 Citado en A. Barcelona: Anagrama.. pp. 2002. 64-65. p. Los vómi­ tos.] Los procesos fundamentales que procuran la excitación amorosa permanecen sin cambios. en esta cloaca primitiva de la esfe­ ra anal y de la esfera genital que es ella a sus ojos. confusión de secre­ ciones que dan la vida y de secreciones muertas.. cuando los olores sui generis están siempre disponibles2? El esfuerzo que ha fundado la cultura —esta lenta y difícil educación de las pulsiones libidinales—. pero rebajamiento más general aún de toda producción humana que no sea. el estornudo. inmediata. en efecto. a base de placer manual.. [Hay edición castellana.... el escupir ordinario y de sangre. de los pelos y de las uñas. p. Anthologie de l ’kumour rtotr. [. el bostezo. lo niega Duchamp en provecho de las satisfacciones inmediatas de la vida desnuda. la situación de los órganos genitales —ínter urinas et faces— sigue siendo el factor determinante inmutable.. 90. 1965. de las producciones inmediatas de placer que crean las fun­ ciones del cuerpo.. en 1934: «La delectación en el color a base de placer olfativo es lan miserable como la delectación en el trazo. «Yo no soy más que un respiradero». nihilismo de un desagrado del que todas las for­ mas. de las uñas» basta para hacer una obra. en una palabra. en Lage d'homme (París: Gallitnard. es autorizarse la potencia profanaturia de la insti­ tución para. Michcl Lciris por ejemplo. 1 La tradición surrealista.Si el museo. y es quizás su última palabra. 2005. de los pelos. se regocijará viendo al museo como un Lupanar. del puteus o del lupanar33. y de este lugar consagrado no hace mucho a las musas. ¿Para qué esforzarse por ser un moderno Leonardo y pintar la Gio­ conda. proclamará Joseph Beuys.Era definir una estética del estercolero. «son de la naturaleza»* Desagüe genera­ lizado de valores. según el dicho popular. 1939). su mejor discípulo. [Hay edición caslellana. El chorro de orina apaga el aura. es esta ins­ titución que transforma lo cultual en cultural —el objeto de culto arcaico vuelto obra de arte—. el turbio lugar en que el musco de arte «moderno» se ha Convertido- Rebajamiento simultáneo del sexo femenino y de la obra de arte en un «sumidero». según las tesis de Walter Benjamin.} . de un objeto de uso. Pero el urinario invierte al mismo tiempo la significación del museo. hacer una obra de arte. presentar a cambio un orinal en las salas de un musco. y de todo individuo un ser único? «jfeder Memch ist ein Künstler» («todo hombre es un artista»). Edad del hombre. Pamplona: Laetoli. si la simple «crecida de los cabellos. hacer un espacio vecino de los baños públicos. si no de alivio. . La mierda es rechazo. se expande. como una serpiente. y que finaliza hacia 1980. por ejemplo en arqui­ tectura. se enrolla pesadamente sobre ella misma. Los filósofos de la Ilustra­ ción no son solamente los que elevan la vista y el oído. No tiene forma. este lejano ani­ mal. cuando el término de «pos(modernidad» acaba por imponerse. que hace del hombre moderno un ser vuel­ to muy sensible a las fragancias fuertes. o bien. para retomar las palabras de Alain Corbin. inquietante. En la historia de nuestra percepción olfativa. digamos hacia 1740. O bien. repugnante. hasta realizar. Ella cae. la mierda.C a p ít u l o I I I ¿Qué sabemos exactamente de las excreciones del cuerpo. son la cara repugnante de la humanidad. los más inte­ lectuales de nuestros sentidos. gasto. en 35 . el residuo. ¿Cómo pensar la mierda? Supongamos que la modernidad sea este episodio del pensamien­ to occidental que comienza con la Ilustración. la modernidad seria entonces el comienzo de la gran «desodorización». el ideal de panóptico a lo Ledoux y a lo Bentham. de lo que se deja detrás de uno sin preocuparse demasiado? Pelo y sucie­ dad. en la que se despliegan los perfumes. tien­ de a volverse el del monólogo interior. justamente. de las mórbidas pestes de los cadáveres. En la misma vida social. y por una inversión que hace no mucho habríamos llamado dialéctica. de nuevo.música. se ejerza mejor en otra parte: «El lugar de la defecación se especifica. México: FCE. 1987. A falta de poder «pensar» la mierda. los usos y costumbres habrían llevado el ideal higiénico de la Ilus­ tración hasta su punto extremo. 99. después de los sutiles acordes de la viola de gamba y del cla­ vecín. el habitus. parece que sea de esta extremidad misma. En lo sucesivo serán enterrados fuera. como acarreada por un movimiento de balanceo.] 36 . En el momento mismo en que la vida cotidiana. a reprimir el olfato como el más animal de los sentidos. 1986. que se le pide a su actividad más refinada y más espiritual. la ordenanza perfecta de la orquesta sinfónica moderna. Poco menos de doscientos cincuenta años más tarde. * Alain Corbin. Se cie­ rran los cementerios ad patres y ad sonetos que se encontraban en el recinto de la ciudad..»1 El tratamiento de los cadáveres confirma esta evolución. Los únicos water-closet a la inglesa instalados en Versalles están reservados al Rey y a Maria Antón ieta. Son también los que van. Le miasme et la jotiquille. el agua de rosas. p. E l perfume o el miasma. Esta modificación en el orden antropológico encuentra quizás su ejemplo más sorprendente en la suerte desde ahora reservada a los olores excrementicios. que se esfuerza esta vez por ponernos en contacto. hasta volverse intolerantes a lo que aún ayer el individuo soportaba: la proximidad de los olores excremenciales de las letrinas. Por el proyecto de privatización del residuo. el jazmín. siglos X V III y X IX . con el mismo movimiento. para permitir que el pensamiento. con lo excre­ menticio. de las emanaciones pútridas de las fosas. [Hay edición castellana. la lavanda.. conviene aislarla. la sensibili­ dad «post-moderna» presenciaría otra conmoción de la sensibilidad olfativa. El olfato y el imaginario social. se individualiza. los de origen animal como el almizcle son en adelante proscritos en provecho de los olo­ res vegetales. París: F¡aminarían. Lo más lejos de la animalidad. etc. flore­ cen aquí. ejercicios físicos agotadores. parece que se haya. iguales a los agalma. liberación de su corporeidad de cuerpo. lo que se pedía a las mujeres de los Antiguos: que sean lisas y depiladas como niñas impúberes. concebido como práctica de divergencia. distancia con respecto a la norma.su arte. ¿Qué puede ser la liberación de un cuerpo si no un cuerpo que se libera del hecho de ser un cuerpo? Esta voluntad de liberación que no puede comprenderse más que en tanto que liberación de sí mismo. El trecho no parece haber sido nunca tan grande entre. las funciones primeras del cuerpo y. de su visceralidad de cuerpo. el cuidado de recor­ darnos. las más primitivas. sumergir de nuevo al individuo en el baño fecal del que se había apartado. en estos momentos particulares que son las manifestacio­ nes de arte. pero en un marco limitado y ritualízado — las exposiciones de vanguardia. Como reacción a esta ascesis que se ejerce en nombre del cuerpo liberado. llamado desde ahora ya no «bello» sino «plástico». de su espesor. comportamiento aberrante. tonsuras. los olores y los humores son en la vida cotidiana obsesivamente rechazados. por una parte. la mujer presentada como un ideal infantil y el hombre pre­ sentado como una figura arcaica y. La ideología contemporánea proclama un cuerpo llamado de buen grado y ostensiblemente «liberado». desprecio y a menudo odio por las funciones naturales. si es posible. de la manera más visible. las producciones de lo que nos es propuesto como «arte» y que provienen de la categoría de lo repugnante. 37 . de su pesadez. por oposición. las galerías. por la otra. la reali­ dad física del cuerpo. pretendía negar. afeitados. aparte de esos rasgos infantiles del ros­ tro que se observan en las modelos de revista —los ojos muy separa­ dos—. a las efigies de mármol que celebran su belleza. Si el pelo. ayunos. ella también. confiado a lo que llama­ mos «arte». se emparienta extrañamente con una mística religiosa que. Y se le pide a su compañera. herética a los ojos del dogma cristiano. Las técnicas utilizadas son además idénticas: maceraciones. los museos—. El hombre se debe presentar a la vista con la cabeza al rape como un militar o un monjecillo budista. lampiño e igual al kouros arcaico. dietas. Oler. incluso ingerir el excremento. Primera parte. pero también la puesta a dis­ tancia—. Volveríamos a la posición primitiva del primate. la reflexión. Ya no se mira el mundo. Critica dd juicio. en letras mayús­ culas. es él lo que debería­ mos desaprender. en vista de los desbordamientos de ternura infantil sobre el cuerpo de los padres. La náusea nos volvería lúcidos. al retiro del animálculo o del caracol. y de dejar hacer sin reserva. ¿No se tiene el hábito de enternecerse. tocar. La Ilustración había tenido por ideal cultivar el gusto. rebajado hacia el suelo. gratificada. sería el olfato. Se llama bello al objeto de esta satisfacción. al arte le pediríamos darnos de nuevo su sensación.»1Hoy es el disgus­ to lo que tendríamos que aprender. 1790.Si el arte ha tenido durante mucho tiempo por emblema el ojo y su poder —o sea. Ya no es la vista. colmada de la manera más alta por las produccio­ nes artísticas. a la reacción protoplásmica de la amiba. «El gusto es la facultad. de más arcaico y de más oscuro en nosotros. igual al de los organismos primitivos. 38 . mientras que el territorio anal es señalado de entrada de juego. escribía Lou AndreasSalomé. lo que hay de más primitivo. se reacciona a su contacto. el órgano olfativo otra vez vecino de los órganos genitales. la visión. parece entonces volver en adelante al estado primitivo prelógico del efecto-reflejo. O más bien. lo que dis­ tingue al hombre civilizado del salvaje. el más intelectual de nuestros sentidos* la que se vería hon­ rada. el más animal de nuestros sentidos. de una manera completamente desintere­ sada. el que sería solicitado por ellas. por el primer «ipuaj!» del que debemos impregnamos? Lo que augura para cada uno la historia tan significativa y tan rica en 1 Immanud Kant. Haríamos en el arte actual no el aprendizaje de ese disgusto otrora pacientemente inculcado al crío que fuimos. como el perro que ventea los restos de sus congéneres. escri­ bía Kant. de juzgar un objeto o un modo de representación por la satisfacción o el displacer. es decir. ni de la educación ni de la lorma personal que lomará nuestra vida. en Imago 4 (5). y hacernos creer. la experiencia del siercus está vinculada al nacimiento de la cultura.prolongamientos relaciónales de la primera prohibición. y que puede incluso. el residuo se encuentra * Lou Andreas-Salomé. Texíes ptychanalytiques. fr. Jlamour du narcissime. la civilización no deja de ser motivada por la necesidad de un «más goce». del disgusto por excelencia que no podrá jamás desaparecer por completo. fruto de nuestra educación.] 39 . der sich den Kórper baúl». que esa primera prohibi­ ción lanzada sobre el don fecal hecho a los padres puede por fin levantarse. entre la realidad de los excreta y la necesidad de los residuos que vienen de la producción de las riquezas. así. La cons­ tricción de la abscención pulsional y de la limpieza se vuelven por ello el punto de partida del aprendizaje del disgusto. p. ellas mismas nacidas de la tríada orden-limpieza-belleza. «“ Anal” und “sexual"». si se le cree a Freud. de la represión de los instintos. 1916. I. contrariamente a lo que dice Lou Andreas-Salomé. Está toma­ da. Nuestra posición ontológica frente al con­ cepto de la Belleza es en principio una posición escatológica. (te s ist der Geist. E l narcisismo como doble dirección. [Hay edición castellana. Barcelona: Tusluets. en una época en la que la constricción cor­ poral y la represión de las pulsiones se han vuelto más fuertes que en ninguna otra. ¿tendría por meta dar el cambio. está sometida a un doble movimiento. este Erdenrest del que habla el Faustoytan duro de llevar.. heredero puro de Goethe. 1980. que nunca es reducible a la dimensión de lo útil. a partir del cual fabricar objetos y valo­ res socialmente útiles. París: Gal limar d. >1-92. tr. en breves momentos de transpone estético. Hillenbrand. Es la mente la que se construye un cuerpo. «desparecer por completo»? Desde los Antiguos.. Es movida por una impul­ sión a sujetar ese «resto de tierra». 1982. Así. Al mismo tiempo.1 El arte de vanguardia. La civilización. El alto grado de civilización de la cultura romana sé mide tanto con la construc­ ción de una cloaca máxima necesaria para deshacerse de las por­ querías. De los barros del esterco­ lado ha nacido el tesoro de la cultura37. 1994. ese Kultur-Überich. cit.19261930. El malestar en la cultura. p. La llegada de la Foutttaiti de Duchamp. Freud. 2006. como con la belleza de las proporciones de un acueducto que lleva el agua necesaria para lavarse. 65. Lou AndreasSalomé. Lo anal y lo sexual son otra vez. [Hay edición castellana. en CEuvres completes. por su anatomía. testimoniaba su inquietud por distinguir. Freud. 107. El hombre es llevado a su primer aspecto zoo­ lógico.. hacia el suelo y hacia la cloaca. cit. confundidos. siempre por conquistar. un enriquecimiento. «la anatomía es el descíno38». Ella nos vuelve a poner literalmente la nariz.] ^ La vie sexuelle. París: PUF. del cual la obra de arte seria la imagen más noble. en la que el aparato genital es tan veci­ no de la cloaca. p. ^ L. llegará a adelantar que el aparato genital femenino no es más que una parte «puesta en alquiler» de la cloaca39. a los residuos del cuerpo40». el «órgano olfativo». Madrid: Alianza. op. ¡J2 malaist dans la culture (1930). que actúa de alguna manera como «vecino de pasillo con el trastero destinado a las cosas vueltas inuti­ lizables. rechazadas. más sensible que Freud a este «destino». los síntomas del borrado de lo que llamó el Superyo social. 108. como dice Freud de nuevo. este ideal del Yo que la sociedad cultivada nos ha impuesto y cuya representación más alta sería el * S.. considerada por el hombre como un vertedero en el que se mezclan los flujos de las funciones de excreción y los humores venidos de la esfera genital. es ser. 40 . p. Andreas-Salomé. Camourdu narcissisme. 18. a este respecto.sublimado en una ganancia de placer. op. el destino de la mujer. sin embargo.. Dirá asimismo del placer femenino. en tanto que se refugia en este órgano. Tesoro siempre frágil. Si. reduce el oro a lodo. en la sociedad de su tiempo. como en la vida del neonato. vol. canalizando y domesticando las pulsio­ nes.. escribía desde 1910. «Contribution á la psychologie de la vie amoureuse». aquél manifestaba una visión cada vez más sombría del destino de la civilización: Conciliar las reivindicaciones de la pulsión sexual con las exi­ gencias de la civilización.. engendró la filosofía de la Ilustración. verificaría así el pesimismo absoluto del último sabio que. La víe sexueüt^ op.Arte. como se constata en este principio de siglo.] La renuncia. en un porvenir muy lejano. la amenaza de ver apagarse el género humano. Sólo él ha permitido. en particular dominando los instintos de lo erótico anal y ure­ tral. 65. A medida que se acercaba la guerra y que ascendían las intolerancias. 41 .1 El derrumbamiento de este Superyo colectivo. Freud. es una cosa com­ pletamente imposible. el sufrimiento. como consecuencia del desarrollo de la civilización. I S. [. no pueden evitarse. fundar una civilización.y p. cit. así como. con el padre del psicoanálisis.
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