Critica de La Vida Cotidiana Ana Quiroga

March 27, 2018 | Author: Juan Brandt | Category: Psychology & Cognitive Science, Knowledge, Subjectivity, Society, Science


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(-Mica de la Vida Cotidiana - Ana P.de Quiroga l fosejina Racedo Vivlana Virulich CRITICA DE LA VIDA COTIDIANA Ana P. de Quiroga Josefina Ruedo Este volumen reúne clases dictadas en la Primera Escuela Privada de Psicología Social fundada por el Dr. Enrique Pichon-Rhiére por su directora, Ana P. de Quiroga, durante 1981 v 1982, y por Josefina Ruedo durante 1981,1985 ;1986. EDICIONES CINCO Página 1 (-Mica de la Vida Cotidiana - Ana P. de Quirogafosejina Racedo Viviana Virulich Diseño de tapan Manuel Amigo 6° edición, 2003 Copyright de todas las ediciones por Ediciones Cinco 24 de noviembre 997 (1224) Buenos Aires., Argentina Teléfono: 4931-6197 ISBN: 950-9693-19-7 Queda hecho el depósito que marca la ley 11 .723 Editado e impreso en la Argentina Página 2 (-Mica de la Villa Cotidiana — Ana P. de Quiroga..lbselina Racedo Viviana Virulich LA PSICOLOGIA SOCIAL COMO CRITICA DE LA VIDA COTIDIANA ANA P. DE QUIROGA Ciase dlaada en 1981 La línea que vamos a comenzar a desarrollar es: la Psicología Socia] corno crítica de la vida cotidiana; la Psicología Social como análisis de nosotros, sujetos, en nuestras condiciones concretas de existencia. El pensamiento de Pic]ion-Riviére se inscribe en una corriente que plantea que el punto de partida de toda ciencia social, y de toda reflexión psicológica en consecuencia, no puede ser otro que los hombres concretos. El primer objeto de la realidad a explorar —desde esta perspectiva- son los sujetos de los procesos psíquicos, los sujetos del comportamiento, los hombres inmersos en lo que es su vida cotidiana, lo que constituye sus condiciones concretas de existencia; un hábitat, un espacio, una organización social determinada, una determinada estructura familiar, una determinada modalidad de producir, una cultura. ¿Qué es lo más inmediato, lo más concreto y lo más esencial para nosotros, sujetos del comportamiento, sujetos de los procesos psíquicos? Que somos seres vivos, y en consecuencia seres de necesidades en un intercambio permanente con el medio. La característica del ser vivo es estar incluido en una unidad indisoluble con el contexto o medio. Esta es una ley general para todo organismo vivo, ya sea una ameba o un mamífero. Pero al hablar de los sujetos de esos muy complejos procesos a los que llamamos psiquísmo, al hablar del sujeto de la representación, del sujeto del pensamiento o del sujeto del lenguaje, al hablar de aquel que construye su subjetividad, su interioridad, como un mundo, cuino un sistema que reconstruye fantaseado mente la realidad externa, al hablar de aquel ser que puede elaborar teorías científicas, que puede conocer y transformar la realidad externa e interna, es decir, al hablar del sujeto humano, estamos hablando de un ser que posee una organización biológica particular a la que llegó en un proceso evolutivo. ¿Que determina esa organización biológica que nos es propia como seres humanos? Que nuestra vida, nuestra existencia materia] dependa de que establezcamos relaciones con otros hombres y con la naturaleza. La forma particular que en el ser humano; -como ser vivo- reviste la relación organismo-medio ]e implica relacionarse a partir de necesidades primarias (por ejemplo, el alimento, el abrigo, la sexualidad) para que cooperando se actúe sobre la naturaleza por medio del trobaío Página 3 ( Mica de la Villa Cotidiana — Ana P. de Quirogafosejina Racedo - Vivlana Virulich ¿Qué es el trabajo? Es una acción previamente planificada y social. Esto es ]o que hace distinto al trabajo humano del trabajo animal. Porque hay animales que realizan un trabajo (las abejas, las hormigas, las arañas, etc.), pero ese trabajo no es previamente diseñado sino que es instintivo, mecánico. En el hombre eso es diferente. Hay una estrategia de trabajo que se diseña previamente en la mente de quien trabaja. En ese operar sobre la naturaleza se producen los objetos destinados a satisfacer ]as necesidades vitales. Dicho de otra manera, e] hecho más esencial, más inmediato y más significativo de lo humano, y lo que en consecuencia se constituye en e] punto de partida de toda ciencia del hombre, es que hoy como en el comienzo de la historia- los hombres producen y reproducen su vida en una doble relación: con la naturaleza y con ]os otros hombres. Y la producen a partir de una acción planificada y consciente a la que se denomina trabajo. ¿Por qué este es e] punto de partida necesario de toda ciencia del hombre? Porque este hecho inmediato y esencia] que es constitutivo de lo humano, es también el más eficaz, el más determinante por la importancia y complejidad de sus efectos. La producción social de la vida, en esa doble relación con los otros hombres y con la naturaleza, no sólo determina la vida en su posibilidad sino que la determina en sus formas. Las formas concretas que reviste nuestra vida están directamente relacionadas con las modalidades o con las formas en que la existencia material se produce y reproduce. ¿Qué determina las formas de nuestra vida? El qué producirnos, medios, qué instrumentos utilizamos. Cómo nos insertamos en el distribuye socialmente lo que socialmente se produce. Y qué relación cómo se distribuye lo que se produce con las necesidades de los organización social. e] cómo producimos, con qué proceso productivo, cómo se guarda lo que se produce y el hombres que constituyen una Vamos a tomar un ejemplo para ver de qué manera la forma en que se produce, Io que se produce, los instrumentos y el cómo se distribuye determinan formas de vida. Pensemos en un indio mapuche. Un indio mapuche vive en comunidad en la zona de la precordillera. ¿Qué produce normalmente? Suele ser pastor o tejedor. Sí es tejedor, un telar rústico, muy primitivo, es su instrumento de producción. Pensemos en un técnico de la empresa Ford, en un diseñador de máquinas electrónicas, un obrero textil de una gran planta de Buenos Aires, o un pelador de caña en Tucumán. Todos estos sujetos, productores, forman parte de un mismo pueblo, son todos argentinos, de una misma formación histórico-social, sin embargo su interpretación de la realidad, sus emociones, sus pautas de conducta, su posición ante la vida y la muerte, ante la salud y la enfermedad, su significación del sexo, su manejo del tiempo, todo eso es diferente. Lo que entienden por diversión es diferente, su sensibilidad artística es diferente. Y esas diferencias, ¿de dónde surgen? De sus distintas condiciones vitales, de sus distintas cotidianidades, ya que producen su vida y la reproducen (se organizan familiarmente) con modalidades distintas. Porque se insertan de formas diferentes en el proceso productivo. Y porque reciben una parte diferente de la producción social. Página 4 (-Mica de la Vida Cotidiana — Ana P. de Quiroga fose/incl. Racedo Vivlana Virulich Entonces, a riesgo de ser redundantes vamos a insistir en esta hipótesis e intentar fundamentarla) que la producción es la condición de la vida y en consecuencia es la condición última de emergencia, de posibilidad de los procesos psíquicos, condición última de la subjetividad. La producción implicó el establecimiento de relaciones direccionales, implicó el establecimiento de procesos de comunicación. El tener que accionar sobre la naturaleza transformándola en el trabajo, y en tanto lo hacia con otros, ya que el hombre no puede abordar individualmente la naturaleza porque su condición de supervivencia es el grupo -de allí decimos que el grupo es un hecho vigente desde el comienzo de la historia, aunque se haya podido conceptualizar el grupo sólo muchos milenio después -, el tener que modificar activamente la naturaleza, primero como recolector o corno cazador y luego como agricultor y pastor, el tener que arrancar a la naturaleza los bienes necesarios para la vida, determin(.1 que surgieran, desde la necesidad, sistemas de comunicación. Ese anima] que trabaja inteligentemente, planificadamente, el hombre, comienza un desarrollo evolutivo que es cualitativamente diferente de todas las otras especies. Comienza a interiorizar sus acciones, es decir, empiezan a quedar inscriptas en él sus experiencias, transformándose en representación, en pensamiento, en lenguaje. Y desde ese asociarse, desde ese modificar el medio, se van dando al mismo tiempo, en forma dialéctica y en el desarrollo de millones de años, modificaciones biológicas: la oposición del pulgar y el desarrollo de la corteza cerebral, que es el que hace posible este nivel de procesos psíquicos. Cuando decimos —siguiendo a Piaget— que el pensamiento es acción interiorizada, hacemos referencia a que no hay actividad psíquica desvinculada de la experiencia concreta del sujeto, es decir, de su práctica, de sus relaciones reales. Y esto es válido en lo evolutivo de la especie y en lo evolutivo individual, porque este planteo lo hace Piaget analizando el, desarrollo del pensamiento en el niño. No hay procesos y contenidos psíquicos que no estén determinados desde las condiciones concretas de existencia. Son las experiencias concretas, la acción, la práctica, las que determinan la subjetividad, y no viceversa. Esto en la génesis, porque una vez que está constituido e] psiquismo hay un interjuego entre pensamiento, representación y acción. En Ultima instancia, son las formas de producción, las experiencias, las que determinan la representación y el pensamiento porque éstos son experiencia procesada y elaborada. Este planteo rompe con e] mito de lo "natural", de las condiciones naturales de tales o cuales sujetos. Uno de los mitos con mayor significación en lo ideológico, porque sobre la base de lo natur al se ha justificado la opresión y el relegar a muchos sectores, por ejemplo, las indígenas podrían ser considerados "naturalmente" menos inteligentes y menos dotados; las mujeres y Los niños, clases sociales, etcétera. Se compara a los chicos de hace 30 años con los de ahora. ¿Qué se dice? "Son más despiertos pero son menos imasinativos". ¿Qué diferencia hay entre un chico actual y un chico de hace 30 años? Las experiencias que viven son diferentes. Hay una serie de informaciones y de experiencias que no se daban antes, por ejemplo, ese instrumento que es la televisión, el desarrollo de los medios de comunicación masiva, el tipo de juguetes, y el tipo de experiencia que la humanidad ha realizado y que Página 5 &ñica de la Vida Cotidiana — Ana P. de Quirogafosejina Raeedo Vivlana Virulich los chicos incorporan. Hay gente que dice "Yo cuando era chico leía y vos no lees". O: "Yo me arreglaba con un tachito..." Y es cierto, había un despliegue imaginativo que no era mayor ni menor sino diferente, desde experiencias diferentes. La lectura hoy está sustituida en muchísimas aspectos por La imagen y por la información de ese medio que es la televisión. Si decíamos que no hay actividad psíquica desvinculada de la experiencia concreta del suj eto, un chico de clase popular que debe ingresar muy tempranamente al proceso productivo tiene una mayor capacidad clasificatoria que un chico que no trabaja, porque su experiencia lo ]leva a un proceso de aprendizaje más acelerado, aunque en Otros aspectos pueda tener diferencias en relación a un chico de otra clase y de un núcleo urbano. O un chico del campo tiene un manejo diferente del espacio que uno de la ciudad. Distintas formas de pensamiento surgen desde distintas experiencias. Pensemos en la adolescencia. ¿Qué es la adolescencia? Es un complejisimo proceso psicológico pero está íntimamente Ligado a experiencias sociales. Hay organizaciones sociales donde la adolescencia no existe. Hay un pasaje de ]a infancia a la adultez. Se llega a ]a pubertad, hay una maduración biológica y se ingresa al inundo adulto sin pasar por esa muy compleja etapa de transición. Hay clases sociales donde La adolescencia además es muy diferente. En e] campo tiene matices muy diferentes que en ]a ciudad. Entonces, si son sus condiciones concretas de existencia las que determinan a los sujetos, quizá pueda" entenderse por que la Psicología Social se define como crítica de la vida cotidiana. ¿Qué es crítica de la vida cotidiana? Es el análisis objetivo, científico de esas condiciones concretas. Es el análisis de las formas en que en cada formación social concreta se organiza materialmente la experiencia de los sujetos, determinándose así el interjuego fundante para la constitución de la subjetividad, entre necesidad y satisfacción vincular socia] de esa necesidad. Podemos decir que la crítica de la vida cotidiana es el análisis del destino de las necesidades de las hombres en una estructura social determinada Desde allí la Psicología Social se inscribe en la crítica de la cotidianidad, que es una corriente de pensamiento más amplia que abarcaría a todas ]as ciencias sociales, y se inscribe corno crítica del vínculo.. Porque es el vínculo, esa relación social, elemental y primaria, el ámbito en el que, de forma más inmediata, se manifiestan las necesidades de los sujetos y cumplen su destino social de gratificación o frustración. El vínculo es el ámbito en el que se actualizan las respuestas socialmente pautadas para las necesidades de los sujetos. No se agota allí la Psicología Social, porque comprender e] vínculo y comprender a] sujeto implica una comprensión de las múltiples implicancias que hay en la relación sujeto-contexto socia]. Cuando hacemos un análisis de la cotidianidad desde una perspectiva psicológica enriquecemos la critica de la vida cotidiana porque esto nos permite indagar cuáles son los mecanismos por Los cuales cada sistema socia] produce los sujetos que son aptos para su continuidad y su desarrollo. El análisis de la vida cotidiana en una organización social concreta nos permite descubrir el proyecto que subyace y que organiza al proceso de socialización. Hasta aquí nos manejamos con un término que no hemos aclarado suficientemente en su sentido específico: ¿qué es cotidianidad? , ¿qué es vida cotidiana? Podemos hacer una primera aproximación: Página 6 (-Mica de la Vida Cotidiana - Ana P. de Quiroga fose/inri. Racedo Viviana Virulich es el espacio y el tiempo en que se manifiestan en forma inmediata y directa las relaciones que los hombres establecen entre si y con la naturaleza en función de sus necesidades, configurándose así lo que hemos denominado sus condiciones concretas de existencia. Cotidianidad es la manifestación inmediata, en un tiempo, con un ritmo, en un espacio, de las complejas relaciones sociales que regulan la vida de Los hombres en una época histórica determinada. Trabajar en una oficina, encender un televisor, comprar un cassette y escucharlo son acontecimientos de la vida cotidiana que nos permiten una experiencia directa y fragmentada de la complejidad de las relaciones sociales en las que estamos inmersos. Estos hechos no están mostrando en su complejidad estas relaciones sino una parte, un aspecto; hay que investigar para entender lo que suhyace a los hechos cotidianos. A cada época histórica y a cada organización social ]e corresponde un tipo de vida cotidiana, ya que en cada época histórica y en cada organización social se da distinto tipo de relaciones con la naturaleza y los otros hombres. Para el hombre de la época feudal era natural y cotidiano, autoevidente, no tenia por qué ser interrogado, que parte de SL1 producción -y en realidad la parte más importante- se entregara a su señor, porque él era parte de ]a tierra que pertenecía a ese señor. ÉL no era libre de buscar trabajo en otro territorio y eso lo tomaba como un hecho natural, no requería explicaciones. Era también un hecho natural que el señor en muchos sitios ejerciera lo que se llamaba el derecho de pernada, el derecho que tenia el señor feudal de ser el primero en tener relaciones sexuales con las mujeres hijas de sus siervos. Hoy es natural, cotidiano que cuando un hombre o una mujer necesita dinero ofrece su trabajo Libremente (es decir, dispone de su posibilidad de trabajar) a un posible patrón, a una empresa, el que lo va a tomar o no de acuerdo a sus necesidades. Esto es para nosotros natural, pertenece a nuestra cotidianidad, Lo tomamos como natural y autoevidente, como en una época fue también natural que hubiera esclavos y amos. Podríamos caracterizar también la vida cotidiana como un modo de organización material y social de la experiencia humana en un contexto histórico-social determinado: en el esclavismo, en el feudalismo, en el capitalismo, etcétera. ¿Qué subyace a ]a vida cotidiana? Subyacen las relaciones que los hombres guardan con sus necesidades en cada organización social. Subyace el modo del reconocimiento de las necesidades, cómo se definen Las necesidades, cómo se codifican las posibilidades y las modalidades de satisfacerlas y Las metas que son socialmente disponibles. Esto es el secreto y la substancia de la vida cotidiana. Entonces, la vida cotidiana, eso que parece tan banal, corno manifestación o expresión inmediata del orden socia] e histórico determina, en tanto está organizando nuestra experiencia, la vida y la historia de cada uno de nosotros. Es e] horizonte de nuestra experiencia, e] ámbito y el escenario de la determinación social de nuestras necesidades. Página 7 (-Mica de la Vida Cotidiana — Ana P. de Quiroga fose/incl. Racedo Vivlana Virulich ¿Cómo experimentamos nosotros la vida cotidiana? ¿Qué hechos la constituyen? En principio podríamos decir que la vida cotidiana se manifiesta como un conjunto heterogéneo y multitudinario de hechos, actos, objetos, relaciones, actividades que se nos presentan en fon-na "dramática", es decir, corno acción, como mundo en movimiento. Estos hechos, estos objetos son de muy dificil clasificación, pero tienen en común que en ellos torna cuerpo, se manifiesta, aunque fragmentariamente, la organización social de la relación entre necesidad y satisfacción. Por ejemplo, el que nosotros a la mañana, cuando nos tenemos que vestir, para saber si hace calor o frío en vez de salir afuera y mirar prendamos la radio y nos digan "sensación térmica tanto" y entonces veamos qué cantidad de ropa nos ponemos, remite a la manera en que se articula la relación necesidad-satisfacción en esta formación social concreta. Constituyen ]a cotidianidad la familia en que nacimos, la familia que constituimos, la revista o el diario que leemos, la televisión, el cine, el teatro, el tipo de comida que cocinamos, e] tipo de casa en la que habitamos, las alternativas de la moda, los medios de transporte, nuestra economía, el deporte, el arte que nos emociona, el tipo de relaciones sexuales que mantenemos. Vida cotidiana es la forma de desenvolvimiento que adquiere dia tras dia nuestra historia individual. Implica reiteración sistemática de acciones vitales, en una distribución diaria del tiempo, del latín quo tídie que quiere decir cada dia. Por eso decimos que cotidianidad es espacio, tiempo y ritmo. Se organiza alrededor de la experiencia, de /a accio n, del aquí de Mí cuerpo y del ahora de mi presente. La vida cotidiana nos muestra un mundo subjetivo, que yo experimento, pero a la vez ese mundo es intersubjetivo, social y compartido, porque es un mundo que vivo con otros. Hemos insistido que la vida cotidiana es predominantemente experiencia de acción. Podríamos decir que en esa particular organización de tiempo y espacio que es lo cotidiano el modo de viviese transforma en un mecanismo irreflexivo y no consciente de acción. Vivimos realizando permanentemente acciones sobre las que no nos interrogamos. En [a vida cotidiana en tanto está instalado este mecanismo irreflexivo, los fenómenos que la constituyen no son examinados. Uno de los rasgos de lo cotidiano es que los hechos se aceptan como parte de un todo conocido, autoevidente, como lo que simplemente es. Los hechos y fenómenos en ]os que nos sumergimos dia a día se nos presentan corno algo que no tiene sentido ni cuestionar ni problematizar. Quié n va a preguntarse por qué comemos este tipo de comidas, por qué utilizamos este tipo de instrumento, por qué vivirnos en este tipo de hábitat. Vivimos sencillamente así, sin cuestionarlo. Esos hechos no requerirían verificación alguna, constituyen lo real por excelencia. , ¿De dónde surge esta valoración de lo cotidiano como lo autoevidente e incuestionable? De un sistema social de representaciones o ideología que interpreta lo cotidiano y desde esa forma de interpretarlo como "lo natural" lo encubre y lo vela. Lo distorsiona en tanto lo muestra corno "la realidad", como lo que no tiene sentido alguno cuestionar. Desde el sistema social de representaciones se mitifica lo cotidiano. ¿Por qué? Porque se oculta —desde determinados intereses— su esencia social, su carácter de manifestación concreta de las relaciones sociales. Página 8 (-Mica de la Vida Cotidiana — Ana P. de Quiroga fose/incl. Racedo Vivlana Virulich ¿Cómo se da el encubrimiento? ¿Cómo se da la distorsión? A través de un mecanismo que es típico de la ideología dominarte: desde la naturalización. La vida cotidiana constituye desde esa ideología, desde el mito, un orden natural, preestablecido e inmodificable que no debe ser cuestionado, que no debe ser interrogado. Nosotros vivimos lo cotidiano con una familiaridad acritica, con una ilusión de conocimiento de lo cotidiano que sólo es desconocimiento. Lo que nos es familiar, cercano, inmediato, no Se constituye por esa mera cercanía en lo más conocido. Lo obvio puede Ser lo niáS desconocido. Desde esta familiaridad acritica es que no nos interrogamos, por ejemplo por el fútbol, la prensa, e] consumo, por qué esta organización familiar y no otra. Desde allí la apariencia se identifica con lo real absoluto y lo esencia] suele quedar oculto. Podríamos decir que en la cotidianidad las relaciones sociales se manifiestan y se ocultan. Se inaniFiestan en los hechos y se ocultan en la representación social de los hechos. Fragmentariamente la realidad de las relaciones sociales se manifiesta en hechos concretos, pero la representación social de esos hechos como "]a realidad absoluta", "natural", "incuestionable", "es así y no puede ser de otra manera", oculta la verdadera esencia de esa vida cotidiana. ¿Qué es la critica de la vida cotidiana? Crítica en sentido estricto es un análisis objetivo. Es analizar un hecho, examinarlo; lo que seria opuesto a la actitud ingenua. Es plantearse un interpelar a los hechos, un problematizar a los hechos, aun a lo obvio. Una consecuencia de la crítica es la desmitificación, la ruptura de tos mitos, la superación de ilusiones o ficciones en relación a los hechos. La critica es un interrogar a los fenómenos y las relaciones, en la búsqueda de sus leyes internas, de su esencia. ¿Cómo se realiza la crítica de la vida cotidiana? En primer lugar, experimentándola, viviéndola, ya que la práctica se constituye como primer momento de todo proceso de conocimiento. En segundo término estableciendo una ruptura Con la familiaridad acritica, con el mito de lo natural, con el sistema de representaciones que la muestra como lo autoevidente, lo real por excelencia. Desde la perspectiva específica de la Psicología Social la crítica de la vida cotidiana implicará el estudio de las leyes objetivas que rigen, en cada formación social concreta r la emergencia y arecodificación de las necesidades de los hombres. La organización y las Hrodalidades de respuesta social y vincular a esas necesidades en cada estructura interaccional. Si bien la familiaridad acrítica y e] mito han acompañado históricamente a la vida cotidiana, también es cierto que se ha planteado históricamente y desde distintas modalidades del conocimiento, la critica de la cotidianidad. En particular esto ha sido realizado desde la ciencia, el arte y la El arte es una de las formas de crítica de lo cotidiano. El arte es una forma de conocimiento, de exploración y transformación de la realidad en tanto plantea modificaciones a aquellos que se comunican con la obra de arte. La producción artística alude a las múltiples formas de ]a realidad con un código, con un lenguaje que le es propio y que provoca en quien se acerca a esa producción artística un tipo particular de vivencia que es la vivencia estética. El arte alude a lo rea] y desde su lenguaje particular ilumina la realidad. PágIna 4 (-Mica de la Vida Cotidiana — Ana P. de Quiroga fose/incl. Racedo Viv1ana Virulich Hay producciones artísticas que son absolutamente reproductoras del mito de lo natural, que no exploran la realidad. Pero hay otras que revelan una intención exploratoria y desmitificadora de la vida cotidiana. Se centran en ciertos hechos de la vida cotidiana y los esclarecen, ¿cómo lo hacen? Introducen una ruptura entre la cotidianidad y la representación familiar. Ese arte representa a lo cotidiano de una manera que es contradictoria con esa familiaridad que encubre. Desde allí devela, desenmascara porque introduce el asombro, los interrogantes, abre un espacio para comprender, pensar, reflexionar. El artista, en esos casos, no es descriptivo sino que está interpelando a los hechos. Chaplin es L111 modelo de artista que hace una crítica de la vida cotidiana. Su personaje "Carlitos" es un hombre que no está familiarizado con los objetos y los valores que todos los demás consideran naturales y evidentes. En Tiempos modernas arrancamos con esa imagen inicial que son las ovejas subiendo por la escalera del subterráneo. E] trabajo fabril, la línea de montaje. Aparece desde el protagonista el hombre perdido en el mundo de la automatización. Son imágenes que rompen con la Familiaridad y nos remiten, reflexivamente, a nuestra vida cotidiana. E] instrumento critico de Chaplin es la imagen visual y el humor, y desde allí se abre la posibilidad de reflexión. En este momento, en la Argentina, Ca]oi, a través del personaje de "Clemente" introduce una crítica de la vida cotidiana. "Teodoro y Cía. " es otro que centrado en el ámbito laboral realiza una crítica de la vida cotidiana. "Las puertitas del Sr. López", Tato Bores hace la critica de la vida cotidiana desde una perspectiva muy particular, pero quizá en este momento en el programa lo que tiene mayor efecto de critica de la cotidianidad es ese cierre donde él -disfrazado de Hamlet- empieza a explayarse en su monólogo y es apabullado por la voz de un locutor relatando un gol de Maradona. Es una excelente instalación de ruptura de la Familiaridad con algo que es nuestra experiencia cotidiana y que podríamos tornarlo corno lo natural y autoevidente. En el teatro: Brecht, Ionesco. En nuestro país algunas de las obras de Laferrére. Algunos sainetes son critica de la vida cotidiana. En la pintura: el surrealismo a través de la deformación de la imagen introducía esa ruptura. El antecedente del surrealismo es leronymus Bosch, un excelente critico de la cotidianidad. El jardín de las delicias es toda una interpretación de ]a vida cotidiana de su tiempo. En la Argentina, José Hernández en la primera parte del 3rfartin Fierro. Atahualpa Yupanqui en su obra en general y en algo particular que es El payador perseguido. Discépolo, María Elena Walsh, y muchos de los representantes de ]a música progresiva nacional: SiU Generis, Charly García, Lec n Gieco. Página 10 (-Mica de la Villa Cotidiana — Ana P. de Quirogafosejina Racedo Viv1ana Virulich CRITICA DE LA VIDA COTIDIANA ANA P. DE QUIROGA Ciase dictada en 1981 Hasta aquí plantearnos que la crítica de la vida cotidiana consiste en un análisis de las formas en que en cada organización social concreta se desarrolla el interjuego entre necesidades de los sujetos comprometidos en ella y las satisfacciones, metas y conductas social y vincularmente disponibles, pautadas para esas necesidades, importa recalcar que está últimamente ligado a esta crítica e] análisis de lo vivencial, de la experiencia directa e inmediata de los sujetos, porque esa vivencia directa e inmediata hace a la esencia de lo cotidiano, es en la experiencia concreta y directa que esas relaciones sociales, esas leyes que gobiernan el interjuego entre las necesidades y las metas disponibles se muestran y a la vez se ocultan, se manifiestan y se encubren. Para desarrollar más esta idea, ¿cuál es la realidad de nuestras relaciones sociales en el aquí y ahora de ciudadanos de Buenos Aires? Esas relaciones son complejísimas, estamos articulados a los otros por algo más que una coexistencia en tiempo y espacio, estamos ligados por lazos fundantes, que hacen a la producción de bienes y a su distribución, y de las que depende nuestra posibilidad y forma de existencia Y en estas relaciones, cada uno de nosotros es factor activo, agente totalizador, cada uno de nosotros está vitalmente comprometido con esa producción y distribución y con el sistema de representaciones, de significaciones sociales que expresa a esa estructura productiva. Pero desde la experiencia esas relaciones no nos son evidentes, por el contrario, se nos ocultan, nuestra experiencia es de soledad, de pertenencia a ciertos grupos que aparecen como oposición, antítesis de esa multitud anónima que para nosotros es un ntirnerú tantos millones de habitantes. La reciprocidad que las relaciones sociales implica no aparece en fauna inmediata a nuestra experiencia, que es en muchos aspectos una experiencia de aislamiento. "La ciudad", los habitantes de la ciudad" como forma colectiva aparece a nuestra experiencia y a nuestra representación como síntesis pa siva realizada por ese elemento unificador externo, la ciudad. Nos enconrrarnos con un concepto o una elaboración sanreana: la serialidad, la vivencia de dispersión, de aislamiento, de pluralidad de soledades. ¿Cómo es nuestra experiencia cotidiana en la calle? El no percibirnos unos a otros, no preocuparnos de los otros, el que el otro sea un individuo en general, que es intercambiable. Los otros son anónimos. Esos "individuos en general", esos que suben a los colectivos, que caminan por la calle, que están en los cines o en las plazas, son desde la vivencia Página 11 (-Mica de la Vida Cotidiana — Ana P. de Quiroga fose/incl. Racedo Viv1ana Virulich 'intercambiables". ¿Por qué? Porque nos da lo mismo en su anonimato que sean un hombre, una mujer, un empresario, un obrero, un profesional, un adolescente o un viejo. Esa forma de soledad o de aislamiento, la intensidad de esa soledad propia de las relaciones de serialidad, corno relaciones de exterioridad, anónimas, expresan e] grado de masificación de un conjunto social. Esa soledad se produce a partir de condiciones dadas, que son relaciones sociales, de las que todos formarnos parte activamente, y al mismo tiempo sin saberlo, es decir, alienadamente_ Esa forma de soledad se nos vuelve a cada uno de nosotros el producto real y social, históricamente condicionado, de una form a de producción y de una Forma de organización social. Ser el "porteño", como ser el parisiense, o el neoyorkino, al entender de Sartre genera en nosotros conductas de soledad. Por ejemplo:- salir de nuestra casa para ir al trabajo, comprar el diario, ponemos en la cola del ómnibus, sumergirnos en ese diario que menciona o se centra en informaciones que relatan o implican experiencias comunes para los sujetos que estamos en la cola ("suba del dólar", "alza de las tasas", "análisis de nuevas medidas económicas", "incremento de ]as tarifas", "está anunciado buen tiempo para hoy'', "empataron Roca y River"). Nos relacionamos cotidianamente con esas noticias que nos involucran a todos en una conducta de soledad, de pluralidad de soledades que se suman las unas a las otras en el anonimato de lo colectivo. Retomando a Sartre: la soledad se transforma en e] estatuto socia] del individuo en tanto habitante de la gran ciudad la sociedad creadora de masas genera la soledad como reciprocidad de aislamiento, y ese aislamiento es un comportamiento histórica y socialmente determinado, condicionado, en el interior de una reunión, de una aglomeración de seres humanos. Pero esa organización social vasta y fundante en la que estamos incluidos, pese a sentimos aislados, es a la vez sostén de cada uno de nosotros y de los grupos en los que ese aislamiento se rompe, en los que la reciprocidad se reconoce, se asume, en los que las formas de comunicación se cumplen en un Peed-back. Comentamos lo leído con nuestros compañeros de trabajo, con nuestra familia. El ensimismamiento-aislamiento ha sido una conducta de pasaje de un grupo a otro, y la conducta socialmente definida como pertinente. Traje este ejemplo para que pudiéramos visualizar que en lo cotidiano, en la experiencia directa, inmediata de las relaciones sociales, éstas se nos muestran a la vez que se nos ocultan. Critica de la vida cotidiana implica indagar la emergencia de las necesidades, la forma que revisten, el cómo se significan, se descifran, se encodifican. Cómo se orientan, qué tipo de respuesta reciben. Cuál es su destino social, su abordaje, su tratamiento. Dicho de otra manera, critica de la vida cotidiana es indagar cómo se organiza socialmente, cómo se estructuran desde el orden social las Formas de la experiencia de los sujetos. Sus posibilidades de encuentro o desencuentro con el objeto, en el interjuego de necesidades y satisfacciones. ¿Para qué esta crítica desde una disciplina como la Psicología Social? Sólo desde e] conocimiento de esa organización social-material de nuestra experiencia, de las formas en que las relaciones sociales determinan o pautan el interjuego necesidad-satisfacción- y en función del lugar fundante que tiene ese interjuego en la constitución del sujeto —, sólo desde ese conocimiento podernos dar un contenido concreto al concepto de emergente, de "configuración social del sujeto", a las hipótesis acerca de la determinación social de la subjetividad. Sólo desde ese análisis critico de la vida cotidiana podemos Página ¡2 (-Mica de la Villa Cotidiana - Ana P. de Quiroga l fosejina Racedo Viv1ana Virulich acceder a una mayor comprensión de las experiencias, de las circunstancias concretas, de las relaciones, de las formas vinculares, de los sistemas de significación en los que se desarrolla y configura nuestro comportamiento, nuestra subjetividad, como fenómeno social e histórico. Decimos que la crítica de la cotidianidad implica como todo proceso de conocimiento un primer paso. ¿Cuál es? Vivir la experiencia concreta de lo cotidiano. Esa experiencia la tenernos. La vida cotidiana es un objeto de conocimiento del que todos tenemos una práctica, en el que todos estamos sumergidos. ¿Cómo emerger de lo cotidiano? ¿Cómo instalar la cotidianidad como objeto de reflexión? ¿Cómo definir Como objeto de conocimiento aquello que se me da corno acción irreflexiva, desde el aquí de mi cuerpo y el ahora de mi presente? ¿Cómo pensar la acción inmediata, la secuencia reiterada de mi hacer, de nuestro vivir día a día? Decíamos que la vida cotidiana se experimenta como mundo en movimiento, desde allí, como drama, como hacer, acción, actividad, espacio y tiempo, a la vez escenario y sustancia de nuestra vida. Desde esa concepción de lo cotidiano, desde esa característica que le es esencia], la acción, la inmediatez, ¿cómo romper la familiaridad encubridora? ¿Cómo desplazar los supuestos que velan esa cotidianidad? En principio, problematizando lo cotidiano, estableciendo una distancia reflexiva, una mediación teórica que nos permita preguntarnos cuánto hay de verdadero o de mítico en e] mensaje que "da cuenta" de lo cotidiano y que señala a lo cotidiano como "lo natural", "autoevidente", a la vez "banal e incuestionable". La crítica de la cotidianidad se realiza desde un interpelar a los hechos, a la acción cotidiana, para conocer, desde ellos, su esencia y sentido. Y desde allí elaborar conceptualmente, trabajar desde esa mencionada mediación teórica, sistema conceptual que establece, que abre un espacio para la comprensión. Decíamos que un mecanismo irreflexivo inconsciente de hacer, de vivir se instala en lo cotidiano, y se transforma en una de las condiciones de esa relación de desconocimiento-pseudoconocimiento, que guardamos con nuestra experiencia cotidiana, en la que los fenómenos no resultan significativos, no nos plantean interrogantes, sino que quedan encubiertos -desde el mecanismo irreflexivo y desde un sistema socia] de representaciones — bajo el mecanismo de lo obvio, lo natural y autoevidente. Posición acrítica que remite a condicionar una adaptación pasiva a las condiciones concretas de existencia (a aceptarlas sin preguntas, sin interrogar a los hechos). El mito, según R. Barthes, es un mensaje que evaciia lo real, que evapora lo real. En e] mito las palabras, portadoras materiales del mito-mensaje social, no remiten a lo real, no denotan, no designan, sólo encubren. Hay allí una distorsión, una perversión de la función básica de la palabra, que es la discriminación, el nombrar objetos, el introducir racionalidad. Es también verdad que la palabra encubre; encubre y descubre, oculta y expresa. Pero en el mito esta dialéctica, este interjuego del descubrir y el encubrir, propio de la palabra, queda congelada. La palabra mítica —en el sentido que lo define Barthes- sólo encubre. En el mito la racionalidad de la palabra se transforma en racionalización, pseudo pensamiento justificador. Por este mecanismo se instala en nuestra cotidianidad el mito de lo natural, que se expresa en frases como éstas: "Nuestras formas de vida son las naturales", "Qué absurdo pensar de otra manera, comer de otra manera, vestimos de otra manera..." Ese mito que niega la historia y la cultura en tanto Página 13 (-Mica de la Vida Cotidiana — Ana P. de Quiroga fose/incl. Racedo VivIana Virulich determinantes del hombre, es el que permite que estemos sumergidos en lo cotidiano sin distancia, sin problematización, sin asombro. Pera acá podernos preguntamos nosotros, los seres humanos, ¿sólo somos irreflexivos en la práctica de lo cotidiano? ¿Sólo sujetos de acción sin reflexión? Por un movimiento intrínseco, propio de ]a relación con los objetos, con el mundo, desde el conocimiento parcial y fragmentario que da la experiencia, tendemos a una elaboración más abstracta, conceptual de esa experiencia. Entonces, ¿por qué nos mantenernos con lo cotidiano en esa relación mítica, de pseudo conocimiento? ¿Por qué no se procesa la experiencia cotidiana en forma critica? Porque esa experiencia está siendo "pensada", "procesada' desde el mito, socialmente elaborado. Y como decíamos el mito piensa lo cotidiano naturalizándolo, evacuando las determinaciones históricosociales de esa cotidianidad. "Nosotros los argentinos somos así". "Aqui basta la voluntad de trabajar, el que quiere trabajar no se muere de hambrel pero la gente no quiere trabajar". El mito homogeneiza. Los argentinos no somos todos iguales. Los argentinos nos encontramos en una identidad nacional, tenernos un sentimiento de patria, pero en esa identidad hay una gran diversidad. El mito oculta que en una organización social corno la nuestra hay una gran heterogeneidad de experiencias, de recursos, de condiciones de vida, de hábitat, en consecuencia una heterogeneidad de cotidianidades. El rnito es una producción, una "iniciativa" social que se interpone entre nosotros y nuestra posibilidad de elaborar la experiencia, de intuir los hechos en su originalidad. Para poder conocer lo cotidiano y lo que es su esencia es preciso que se rompa ese mecanismo de irreflexiva acción. Para que se instale una distancia reflexiva, que alguien se extrañe de su cotidianidad -se extrañe no como un perderse, sino corno un volverse ajeno:, corno establecer un hiato, una separación- debe darse una crisis entre e] sujeto y ese mundo de objetos y relaciones que es lo cotidiano. Debe darse una crisis de la fusión con la cotidianidad. ¿Cuándo nos extrañarnos'? Puede comenzar la problematización o el asombro, resquebrajarse ]a relación de fusión, el mito de lo natural, al tener conocimiento de otras cotidianidades, contemporáneas o históricas, siempre diferentes a la nuestra. Desde nuestro marco de referencia lo cuestionamos, pero a su vez, cuestiona nuestro marco de referencia. "Los varones polacos de gran amistad, cuando se encuentran después de largo tiempo o en circunstancias particulares, se besan, es frecuente, en la boca". ¿Homosexuales? ¿U otro tipo de connotación? Empezamos quizá a aceptar que nuestra forma de vida y de relación no es /a .forma de vida. Nos extrañarnos, se plantea la problematización, la objetivación de lo cotidiano cuando percibimos una contradicción entre experiencia y representación social de la experiencia, cuando podemos decir que hay una crisis en la cotidianidad. Crisis en los hechos y en la representación social de los hechos. En un grupo decían: "Esta cotidianidad nos duele, y eso nos impide pensarlaTM. Curiosamente la cotidianidad puede empezar a ser pensada cuando registrarnos que duele, o que nos es placentera, pero cuando la registramos de alguna manera y no vivimos en ella corno en un inevitable y desapercibido escenario social. Página 14 (-Mica de la Vida Cotidiana — Ana P. de Quiroga fose/incl. Racedo Vivlana Vitulich Hablamos de crisis, y no sólo nosotros, los diarios mencionan permanentemente nuestra crisis, nacional, internacional, los discursos políticos, las conferencias religiosas. ¿Qué es crisis? El diccionario da tres acepciones de la palabra: 1) en medicina, crisis: mutación consi derable en la enfermedad (en un proceso, en un curso): ese cambio puede implicar mejoría o agravamiento. La crisis se identifica allí con la posibilidad o la emergencia de un cambio. 2.) Momento decisivo de un asunto. 3) Juicio que se hace de alguna cosa Luego de haberla examinado. Curiosamente crisis y crítica se identifican en esta tercera acepción, lo que no ]lama la atención si vamos a la palabra griega Krisis, que torna su forma del verbo icríneln que quien decir: lucha, esfuerzo, separar, distinguir, cambio, mutación, cuestionar, protestar, decidir. Y la crisis por la que la cotidianidad nos duele es la que abre el paso a ]a crítica como análisis, examen, problematización. La crisis separa, rompe la fusión con la cotidianidad, la despoja de su carácter "natural". El mito en la crisis se muestra incapaz de evacuar lo real. ¿Por qué? Porque lo real, [os hechos, se expresan, sr imponen con un código nuevo, cuestionador del mito. Los hechos envían un mensaje contradictorio con el mito. Por otro lado, "lo natural y autoevidente" no puede cambiar, es inmodificable, pero si es posible que cambie lo cotidiano. Si hablamos de nuestro aquí y ahora, esa crisis implica una ruptura con las modalidades, con las formas de vida cotidiana. ¿Por qué? Hay alteraciones en el ritmo y [as posibilidades de producción y consumo. Esas alteraciones en lo que hace a la producción y acceso a los bienes, a crisis económica (sin entrar aquí a analizar sus características y orígenes), quiebra la cotidianidad. ¿Por qué? Determina modificación de hábitos, instala una modificación sustancial en las formas del interjuego necesidad satisfacción. Se plantea un desfasaje particular entre necesidad y satisfacción. De allí la básqueda de nuevos aprendizajes, nuevos marcos de referencia La doble crisis que se instala en ]o cotidiano, que nos lo hace problemático, es una ruptura, quiebra de los hechos, y del sistema de representaciones que da cuenta de los hechos. Y esa doble ruptura o doble desfasaje: entre necesidades y satisfacciones socialmente disponibles, y entre experiencias y sistema social de representaciones que da cuenta de esa experiencia, genera en nosotros un alto monto de inseguridad. Nos duele la cotidianidad, decían. Y a esta inseguridad, a ese sentimiento de incertidumbre se están refiriendo desde el "nos duele. ..'F, La situación de crisis desencadena ansiedades de pérdida y ataque, pérdida de ]o aquí poseído, logrado Pérdida que Los ubica en una situación nueva en la que no se sienten instrumenta dos. Estas ansiedades en algunos generan una respuesta activa: tratar de resolver la situación, de comprenderla y resolverla; en otros parálisis, inmovilismo. En algunos conductas delictivas, antisociales otros optan por el escapismo, la fuga sacan créditos, se endeudan para irse de vacaciones, se van del país. ¿Por qué? No toleran la presión de lo cotidiano. De hecho la crisis lo que plantea es una nueva exigencia adaptativa, de lectura, de acción. La forma de la relación necesidad-satisfacción, el desfasaje entre necesidad y satisfacción, y entre experiencia y representaciones qu.e se instala en lo cotidiano genera frustración y descenso del umbral de tolerancia a la frustración. De allí un incremento de la violencia cotidiana, de ]a hostilidad, que invade el campo de lo laboral, lo familiar, que incrementa las expectativas en e] tiempo Libre, y nuevamente, desde allí, surge intolerancia a la frustración. Pá gina &ñica de la Villa Cotidiana - Ana P. de Quirogafosellna Raeedo Viv1ana Virulich ÁREAS DE ANÁLISIS DE LA VIDA COTIDIANA: TRABAJO, FAMILIA, TIEMPO LIBRE ANA P_ DE QUIROGA Clase dictada en 1981 La temática de la crítica de la vida cotidiana genera muchas veces una reacción contradictoria de impotencia-omnipotencia. Aparece un cuestionamiento global de nuestras condiciones de vida, una exigencia de Cambiarlo todo y cambiarlo ya. En la omnipotencia del planteo reside la condición de un consecuente sentimiento de impotencia. Desde allí seria importante exp]icitar nuevamente en que sentido se plantea esta crítica desde la Psicología Social. Esta linea de elaboración científica, esta linea de análisis de lo cotidiano, encuentra sus raíces en el pensamiento moderno con el nacimiento de una teoría de /a historia. Podemos encontrar entonces en Hegel y la Fenomenología del espíritu, las primeras herramientas teóricas para esta crítica. También hace un aporte fundamental la economía politica, la filosofía del derecho, etc. Se va elaborando así un esquema conceptual desde el que se hace una critica de la cotidianidad. Aportan a este esq uema Lukacks, y H. Lefábvre en particular. También autores como He]ler, Kocik, Brown, Sartre, Barthes, Bretón, la Escuela de Frankfurt. Consideramos también que desde esta Escuela se han hecho aportes, siempre desde una comprensión: que la forma superior de la critica de la vida cotidiana, en tanto análisis de las relaciones de los hombres con sus necesidades es la política. ¿Por qué? Porque por Su ámbito de acción, por desplegarse en la esfera del poder político, es ]a que puede introducir, planificar y llevar adelante transformaciones profundas en ]a organización de la vida de ]os hombres. A la ciencia social le corresponde en este plano un pape] mucho más modesto, secundario. Desde la perspectiva de la Psicología Social, el análisis de la cotidianidad nos permite evaluar, tornando como referente un criterio de salud, qué vínculos, qué estructuras grupales, qué organizaciones institucional es y comunitarias promueven la adaptación activa de sus integrantes, desde las formas que en esas estructuras se determina, se organiza la experiencia de los hombres, su encuentro o su desencuentro con los objetos de su necesidad. De qué manera en esas estructuras, de pareja, de familia, de grupo, institución educativa, laboral, recreativa, se favorecen u obstaculizan en los sujetos que las integran, el reconocimiento de sus necesidades y la búsqueda de satisfacción. De qué manera en cada una de esas Página 16 &ñica de la Villa Cotidiana - Ana P. de Quirogafoselina Raeedo Viv1ana Virulich estructuras se favorece o se obstaculizan el aprendizaje, la adaptación activa, fundados en un libre juego entre necesidad y búsqueda de ]a satisfacción. Al analizar la cotidianidad, distinguimos en ella tres regiones o áreas de emergencia, encodificación y desarrollo de las necesidades humanas. Estas áreas son: la del trabajo social, la de la vida familiar y la del tiempo libre. El tema de las regiones nos remite a señalar que si bien hay una unidad en la vida cotidiana, es decir, reviste características específicas en una organización social, en un tiempo histórico y en un hábitat (unidad no idéntica a homogeneidad y uniformidad), esta unidad fundamental reconoce que en ese espacio y tiempo que hace a lo cotidiano, hay espacios y tiempos que revisten cierta particularidad, en los que emergen necesidades y se desarrollan acciones diferenciadas entre si. Es en el interjuego entre estas distintas esferas; trabajo-familia-tiempo libre que se determina el individuo concreto. Nuestra experiencia -punto de partida del conocimiento- nos revela oposiciones en lo cotidiano: entre trabajo y vida .farmiliar o privada, entre trabajo y tiempo libre. Y eventualmente esa oposición se puede dar entre vida familiar y tiempo libre. Según Lefebvre, el hombre de hoy intenta una crítica, una ruptura con su cotidianidad desde la misma cotidianidad, desde el tiempo Ubre entendido o buscado como distensión de la carga laboral cotidiana. Para otros esa ruptura pasa por otra región de lo cotidiano: la vida privada, familiar. La familia adquiere así el carácter de valor refugio. Baluarte defensivo o de tregua ante la hostilidad y exigencia del mundo laboral; Muchos identifican la esfera del tiempo libre con la de la vida Familiar. Estas tres regiones Son emergentes histórico-sociales. ¿Cómo se llega históricamente a esta diferenciación que hoy hace a nuestra experiencia cotidiana? Dumazadier planteó que un tiempo exento de trabajo existió siempre. Las clases sociales comprometidas en la producción vivían siempre una dialéctica trabajo-tiempo libre. Las clases ociosas-no productivas: nobles, señores, propietarios de Roma, no estaban sometidos a esa dialéctica. Pero el significado de tiempo libre también tiene connotaciones históricas. ¿Cómo era e] tiempo libre en la época feudal? ¿En qué consistía? ¿A partir de qué hechos se daba? 1) No era un tiempo individualmente disponible, no había elección del sujeto en el uso del tiempo. Era un tiempo de participación comunitaria, en fiestas populares o ceremonias religiosas. 2) Tiempo libre que estaba también determinado por ciclos naturales, épocas de lluvias; El invierno implicaba un cese forzoso del trabajo o la falta de trabajo, la desocupación de labriegos y artesanos. Así en esa época podían darse 150 días anuales sin trabajo, la mayoría impuestos por exigencias del culto. Ese paro forzoso, que era económicamente inconveniente para el trabajador rural o el artesano, no puede identificarse con lo que hoy llamamos tiempo libre, aun cuando el fenómeno de la desocupación sea un rasgo actual y vigente en la sociedad industrial; ¿Cómo nace este tiempo libre, el que conocernos hoy, el que se constituye en una esfera particularmente significativa de la vida cotidiana? En la sociedad industrial ese tiempo es emergente del desarrollo tecnológico, que permite reducción en la jornada laboral; Está ligado a la producción industrial y a que en la sociedad capitalista las actividades de los sujetos, su uso del tiempo no está Página 17 (-Mica de la Vida Cotidiana - Ana P. de Quiroga fose/inri. Racedo Vivlana Vitulich reglado en su totalidad por rituales impuestos por la comunidad (aparecen nuevos valores: lo individual, la privacidad, una nueva definición de libertad). El trabajo y el tiempo Libre escapan a los ritos colectivos. Y surge un tiempo liberado de la producción. Y desde allí vivido corno 1iempo propia, ¿Por qué propio? En ]a producción el trabajador vende su potencialidad productiva, psíquica y física por un tiempo determinado, tiempo que al ser vendido ya no le pertenece. Concentrará y subordinará esa actividad y capacidad a los objetivos determinados por e] comprador. Esta venta escinde e] tiempo del hombre en dos: uno que entrega y se le vuelve ajeno, y otro que mantiene corno propio. Desde allí el tiempo libre se define como región autónoma de lo cotidiano (depende implícitamente de la esfera del trabajo) ya que es tiempo libre de trabaja, pero diferenciada de él ceiniú propia, como libre de constricciones. En ese sentido el tiempo libre se diferencia de la vida familiar, ya que ella también implica responsabilidad, obligación, exigencia y trabajo doméstico. El tiempo libre, compartido con la familia: el domingo, las vacaciones, apuntan a ser una ruptura compartida de la cotidianidad laboral y familiar, con sus obligaciones: una distensión. Otros eligen no compartir ese tiempo libre con su familia: van al boliche, a la cancha, a las carreras, acentuando más la contradicción tiempo propio tiempo entregado a otros, tiempo de constricción. La mujer, ama de casa, sostiene que para ella esta organización socia] no deja tiempo libre. No puede desprenderse de un rol que implica monotonía, trabajo, fatiga. ¿Por qué muchas crisis familiares se desatan en los paseos y las vacaciones? Por el monto y calidad de las expectativa puestas en La salida, expectativas de gratificación, de un modo de relación diferente más placentero, menos marcado por la exigencia, desde allí menor tolerancia a la frustración. Vernos entonces la exterioridad y la interpenetración del tiempo libre con el trabajo y la vida familiar. ¿Qué relación se da entre trabajo y vida familiar en la sociedad industrial, en nuestra cotidianidad urbana? En e] trabajo rural y artesanal vida familiar y trabajo suelen articularse en forma directa. La actividad productiva (cultivo de ]a tierra, tejido, alfarería) se despliega en e] hábitat familiar y es una producción familiar. Cotidianidad laboral y familiar no están escindidas, ya que la familia es la unidad productiva. Por el modo de producción, no industrial, la vida de estos sujetos es profundamente comunitaria y su tiempo Libre está, como en otros tiempos históricos, reglado por los ciclos naturales, el culto y las fiestas comunitarias, en gran medida. Señalábamos que distintas cotidianidades, distintas experiencias, dan lugar a distintos contenidos psíquicos, distintas maneras de interpretar lo real, distintas connotaciones de ]o que es aprendizaje, salud o enfermedad. ¿Por qué hablar de esto? Porque en las comunidades rurales, ya sea Corrientes, como el Noroeste argentino, la muerte es motivo de encuentro e incluso de celebración comunitaria No sólo "el velorio del angelito" sino que es una forma de participación social, de culto, ligado a la emergencia de un tiempo libre, destinado al encuentro, a la formalización de parejas. Desde allí, la previsible muerte de un miembro de la comunidad es esperada, anticipada con preparativos. En nuestra cotidianidad esa conducta parecería siniestra; en otra, es una forma, un ritual de relación con la muerte y con la vida. En las ciudades, en el trabajo del obrero industrial, del empleado hay exterioridad entre trabajo y vida familiar, si bien la estructura familiar está determinada en circunstancias por la organización de las Página 18 &ñica de la Vida Cotidiana — Ana P. de Quiroga fose/incl. Raeedo Viv1ana Virulich relaciones productivas. Con la sociedad industrial y el régimen capitalista surge un sujeto desgajado de la tierra, con lazos comunitarios débiles, que no se le hacen presentes, conscientes. Asi se siente aislado, adquiere conductas de soledad. Se incluye en núcleos de pertenencia reducidos. Ha dejado de producir incluido en el grupo familiar, la familia ya no es unidad de producción, se siente desligado de los otros, anónimos, intercambiables. Ese hombre está libre, lo que no ocurría en e] feudalismo, pero está desligado de las máquinas, de las herramientas, de la tierra. El producto que puede ofrecer para obtener bienes es él mismo, es decir, su energía psíquica y física, su capacidad de trabajo. Pero para ofrecerla, para vender esa capacidad debe entrar él, persona, en un mercado, mercado de trabajo, y ya no como persona, sino como objeto, sometido a las leyes del mercado. Y de a]li se escinde, su vida, su tiempo, él mismo, en trabajador, obrero, el que es en ese tiempo en que ha entrado por una paga, y el hombre que es, lo que intenta ser en su tiempo, e] que le es propio. Aun cuando valore su trabajo e incluso goce en parte con él, las condiciones en las que realiza ese trabajo conducen a esa escisión y a que tienda a refugiarse en la vida familiar o en el tiempo libre. Hasta aquí hemos intentado mostrar las relaciones de exterioridad y de articulación entre las esferas de lo cotidiano, y ¿qué nos mostró ese análisis? La alienación, la fragmentación del sujeto, de la experiencia, el desplazamiento permanente de expectativas. ¿Cuál es el origen y la causa de esta fragmentación, de este perderse a si mismo, de este disociarse? Esta pregunta nos remite al secreto, a la sustancia de la cotidianidad: las relaciones que los hombres guardan con sus necesidades. La s relaciones que ]os hombres establecen entre si y con ]a naturaleza en función de sus necesidades. Indagaremos, a partir de este planteo, las necesidades que surgen y cumplen un destino social en la esfera de esa actividad fundarte de lo humano: el trabajo ¿Qué es el trabajo y qué necesidades se ligan al trabajo? Definiremos trabajo como una acción planificada que compromete la capacidad psicofísica del sujeto; mediante esa acción el hombre transforma la realidad externa, cumpliendo en ella sus objetivos. El trabajo es una de las formas de la relación sujeto-mundo, relación por la que opera en su contexto y lo modifica según sus necesidades: construcción, por ejemplo, de una represa hidroeléctrica, una usina nuclear; riego cultiv(E, trasplantes de órganos. Su acción sobre el mundo está mediada por instrumentos, herramientas que son su obra, que le dan mayor dominio sobre ese contexto. Desde lo esencial que le es al hombre esa acción planificada sobre el mundo, desde ]o esencial que ha sido el trabajo en la génesis de esta especie, capaz del lenguaje, del pensamiento, del dominio de la naturaleza, el hombre es hanrofaber, es por esencia trabajador, productor. ¿Qué necesidades se cumplen con el trabajo? De ]o dicho aquí se desprende que por el trabajo se satisfacen, en forma directa o indirecta, las que hacen a la conservación de la vida. Pero como nuestra perspectiva es psicológica, vamos a abordar desde allí las necesidades que emergen y se cumplen o se frustran en el proceso del trabajo. ¿Qué significa esa acción direccional que es el trabajo en tanto transformación? Vincula al sujeto con el 1722,211d0, en tanto el trabajo es apropiación de lo real, en tanto es aprendizaje. Ese trabajo, en tanto relación mutuamente transformante con e] mundo externo, con la realidad externa, es fundamental en la constitución de la identidad. ¿De qué manera? En tanto e] trabajo Página ¡9 &ñica de la Villa Cotidiana - Ana P. de Quiroga fose/inri. Racedo Vivlana Virulich es creativo, es decir, libremente planificado, transformante, es posible reconocerse en el producto. El producto del trabajo, el objeto, es el resultado de nuestra modalidad de abordar y operar s obre la realidad. Es una transformación que se plasma en un objeto, en un producto. Significa e] cumplimiento de nuestros fines en el mundo externo. Ponernos nuestra vida como capacidad psicofisica en ese hacer. Y su resultado, síntesis de nuestra acción planificada y consciente, nos devuelve una imagen de nosotros niirneiS. Nos refleja, nos dice, desde su objetividad, quiénes y cómo somos. Es decir, nos envía un mensaje acerca de nosotros mismos. Nos confirma en nuestra existencia, en nuestras capacidades. ¿Cuál es el mecanismo psicológico puesto en juego en La relación sujeto-producto? Un mecanismo o un interjuego de proyección-introyección. Se proyectan en el producto, se objetivan, los aspectos valiosos, valorados de nosotros mismos. Obtenido el producto, se reintroyectan, se incorporan esos aspectos proyectados y los del producto en sí. El sujeto se identifica con su producto, en e] sentido de encontrarse en él. Desde allí su importancia en la constitución y reforzamiento de la identidad. Esta objetivación, que nos refleja, ese estar en "nuestra obra", por simple y elemental que ella sea, enriquece nuestro sentimiento de mismidad, de continuidad y coherencia interna, la vivencia emocional de identidad, los sentimientos de autoestima, la valoración del Yo. E] trabajo, en tanto superación de necesidades, en tanto transformación de lo real, en tanto objetivación, es creación, es lúdico, tiene un profundo sentido de libertad. En el trabajo puede haber goce, placer, puede haber pasión. ¿Por qué digo puede? Remitámonos a La observación de la experiencia cotidiana, a] sistema de representaciones que da cuenta de] trabajo: desde el "ganarás el pan con el sudor de tu frente", desde el Lenguaje cotidiano que identifica trabajo y yugo. ¿Qué sucede con el trabajo? En la cotidianidad se establece una impresionante cisura: una disociación tajante entre trabajo y tiempo libre. Lo lúdico, la pasión, e] goce, la Libertad, la satisfacción, se ubican en el tiempo-libre-de-trabajo. El trabajo queda asociado contradictoriamente a la construcción social, al medio a través del cual se satisfacen las necesidades vitales; pero aparece también como el mundo del displacer, de la pérdida de libertad, de la fatiga, del aburrimiento, La monotonía. E] trabajo no aparece como pasión, como algo que compromete integralmente al sujeto. ¿Qué ha sucedido, cómo es la experiencia concreta de trabajo para que emerjan de ella estas representaciones? ¿Cómo es la organización social-material de la experiencia de trabajo en la sociedad industrial en La que vivimos, en la autodenominada, desde el mito, "sociedad de consumo"? ¿Queda en ella la posibilidad de un trabajo creativo, de un encontrarse en el producto? ¿Puede el sujeto comprometerse integralmente en el trabajo? ¿Puede identificarse, reconocerse en lo que resulta de su trabajo? Según y conforme vamos a ver en el análisis del trabajo industrial en la sociedad actual que realizara Friedmann, ¿a dónde va el trabajo humano? Veíamos recién que el sujeto, desligado de los instrumentos de trabajo, de las máquinas, de la materia prima, de la tierra, de los capitales, sólo puede entrar en el mercado ofreciéndose a si mismo como objeto. ¿En qué sentido? Vendi endo su capacidad productiva. Pero entonces esa capacidad se le vuelve ajena, extraña. Porque él ha entregado en un contrato de trabajo su capacidad productiva, no puede disponer libremente de ella. No despliega esa actividad libre, intelectual y físicamente_ Esa actividad se somete a los fines de quien ha adquirido esa actividad productiva. Si bien la venta de esa capacidad es por un tiempo limitado y es un acto jurídicamente libre, el trabajo se le transforma en displacer, mortificación, constricción, pér dida de sí Página 2 Crítica de la Villa Cotidiana - Ana P. de Quirogafosefina Racedo Viv1ana Virulich mismo. Sus movimientos son regulados desde una organizaclijn SOCial materia/. El carácter ajeno, enajenado del trabajo, su exterioridad se manifiesta en el hecho de que quien trabaja en ese tipo de relación, obrero, empleado, no es durante ese tiempo un bien propio, no se pertenece a si mismo. Se siente en esa actividad lejano, extraño a si mismo, despojado de si mismo. Por eso se habla de alienación, ya que "alienus" quiere decir ajeno, por extensión, extraño, lejano, despojado, disociado. Su propia actividad se le toma extraña. Desde allí siente a esa actividad como pasividad, sien te que su energía psíquica y física se desgasta, se agota, se pierde en un hacer o en un objeto que no lo reflejan. Hasta aquí analizamos la relación sujeto-actividad productiva. Completaremos con un breve análisis de la relación sujeto-producto de esa actividad disociada. ¿Cómo vende su capacidad productiva en un sistema de trabajo mecánico, parcelario? En primer lugar no se apropio de/ producto de su trabajo. La riqueza no sólo no le pertenece, sino que lo enfrenta corno una potencia independiente de quien Io produce. Entrega su vida al objeto, en la producción, pero no puede reintroyectar lo proyectado, no puede identificarse, reencontrarse en el producto. Es así que se empobrece su identidad, se pierde a si mismo, pierde su realidad de productor. E] objeto, producto de su trabajo, está desvinculado del sujeto productor de varias maneras: 1) En tanto no se apropia de é l; 2) En tanto no son sus fines, su diseño el que se cumple en e] objeto de trabajo en su totalidad ni ubica su parte en esa producción. La complejidad de las operaciones es tal que e] sujeto productor no puede interconectarlas ni sintetizadas. En síntesis ese sujeto, en principio dotado de ese rasgo esencia] de lo humano: la capacidad de cumplir sus fines en la naturaleza a través de un conjunto planificado de operaciones conscientes a las que se denomina trabajo, y que implica un aprendizaje, una apropiación de lo real, una creación de productos que ]o reflejan, lo objetivan, si por una organización social material del trabajo entra en -una relación disociada, cusificante consigo mismo, con su cuerpo; si por esa organización se favorece una disociación del sentir, el hacer y el pensar; si su cuerpo y su mente quedan sometidos a constricción en el proceso productivo; si renuncia a sus fines, si tos productos, la riqueza que crea no le pertenece, si hay un desfasaje entre la riqueza creada y lo que recibe como retribución; si tanto el proceso de trabajo con -io e] producto se le vuelven ajenos, gobernados por Leyes en las que no incide; si el objeto que debería reflejado se le sustrae, se le escapa y con él su identidad, su mismidad, e] sujeto se cosifica. En Los hechos el hombre sigue siendo el protagonista de La construcción social, pero pierde esa conciencia de sí. Se ha empobrecido psicológicamente, humanamente, en vez de desarrollarse, ampliar su yo y su conciencia. Se deteriora su posibilidad de comunicación y aprendizaje, el trabajo deja de ser un fin en si mismo, un goce, un acto libre, para transformarse sólo en un medio. Concluye entonces Friedmarin: "Trabajando tiene un solo pensamiento: 'liquidar esas 8 horas', dejar el taller. El comportamiento del trabajador en las últimas horas de permanencia en e] lugar de trabajo son el barómetro de su actitud profunda frente a esa forma del trabajo, y de su grado de integración a la empresa". Aparece entonces esa cisura de La cotidianidad, la disociación trabajo-tiempo libre vividas como posibilidades antagónicas. Frustradas en la esfera de lo laboral las expectativas de libertad, goce, autonomía, se desplazan sobre el tiempo libre que aparece revestido come el espacio-tiempo de la gratificación. Página 21 (-Mica de la Vida Cotidiana — Ana P. de Quiroga fase/inri. Racedo Vivlana Vitulich En esta región de lo cotidiano emergen necesidades especificas, las que hacen a la clistensiain, al descansa. En el tiempo libre deben restañarse heridas sufridas en otras aireas de la cotidianidad. Debe reparamos de la fatiga, del costo psíquico y fisico del trabajo. Emerge la necesidad de encuentro, de Libertad, de juego, y emerge buscando resolución ]a problemática de la identidad, en términos de necesidad de identificación, de encontrarse en, de reconocerse en el mundo externo, de pertenecer. En ese tiempo libre, vivenciado como tiempo propio, reaparece la necesidad insatisfecha en e] ámbito Laboral y frustrada muchas veces per la represión sexual vigente en ]a familia, en la pareja: la de tener una relación integradora y gratificante, plena, a nivel corporal. Se intenta una recuperación de ]a identidad a partir de ]a recuperación deL cuerpo, libre, en acción y en relación con otros. O sea, tiempo Libre no sólo como descanso, inmovilidad, sirio cuino juego, movimiento; algo creativo, intenso, pasional. ¿,Qué es el juego para el adulto? Aunque de manera diferente que en el niño, conserva el carácter de un espacio transicional entre su realidad cotidiana y sus fantasías. Entre un plano real y un plano simbólico. El juego es para el adulto un espacio permisivo, con reglas que no son constricciones en tanto establecidas y pactadas voluntariamente, que también puede abandonar libremente. ¿Cómo se organizan socialmente las respuestas a esa necesidad de libertad, creatividad, distensión, autonomía, relación libre consigo y con los otros, identificación, encuentro, goce y pertenencia que se conjugan en el tiempo libre? En principio podemos decir que hay empleos del tiempo libre en e] que esas necesidades se satisfacen, empleos creativos. Los hobbies serian una expresión. Pero la necesidad o esa constelación de necesidades en la sociedad de consumo deviene rentable y da lugar a una poderosísima industria deL tiempo libre. Voy a abordar parcialmente algunos aspectos de la organización social del interjuego necesidad satisfacción en el tiempo libre, y me voy a centrar en aquellas formas de respuesta que tornando la necesidad de acción, movimiento, creatividad, relación con el cuerpo, la metamorfosean, la vacían, la transforman en carencia que debe ser llenada no con un hacer, sino con un contemplar. Me refiero a todas las formas de respuesta que transforman la vida en espectáculo, al actor en espectador. La necesidad de juego, de acción, de movimiento libre, de cumplimiento de fines en el mundo externo situarían al deporte en un lugar de privilegio en el tiempo libre. Y dentro de Los deportes, hay uno en particular que en el inundo entero aparece como una de las formas dominant es de organización del tiempo libre. El tema del fútbol y su relación con el empleo del tiempo libre es muy complejo, no pretendo agotarlo aquí, sino sólo plantear algunas ideas. ¿Qué es el fútbol, por qué esa pasión? ¿Por qué el Napoli, equipo que nunca salió campeón, lleva partido a partido setenta mil espectadores, e] Manchester cincuenta mil, el Aston Villa treinta mil? Dicen Alfred Kovoza y Tomás Leithauser en su libro: "Todo aquel que asiste a un partido de fútbol, tanto en e] campo de juego como junto a un receptor, advierte que en modo absoluto se trata de un mero 'acontecimiento deportivo', por el contrario, el rítmico encresparse de las voces de aliento o decepción de los espectadores, las bocinas y las banderas señalan que Los hombres reunidos en la cancha y frente a los aparatos de radio y televisión, viven en forma masiva y colectivamente afectos de Página 22 (-Mica de la Vida Cotidiana - Ana P. de Quiroga fose/inri. Racedo Vivlana Vitulich índole especial, al mismo tiempo que sofocan otros en su interior". (Prólogo a El ideología ). COUID "Señor policía, yo voy a ser campeón, no puede echanne..." decía el hincha del Corinthians, el equipo de San Pablo, de mayor hinchada del mundo, cuando invadió la cancha tras el gol que convertía al equipo en campeón después de 23 arios. ¿Qué pasa con ese hombre que se siente campeón? ¿Qué pasa con esas multitudes? ¿Qué nos pasó en el mundial? ¿Cómo se desplazan sobre este deporte espectáculo (fenómeno social) que es el fútbol las necesidades de libertad, creatividad, encuentro, afianzamiento de la identidad, relación con el cuerpo? Analicemos primero cómo es el fútbol como juego, para entender algo de esa atracción casi mágica, de esa fascinación. Es un hacer grupa', la exploración de un ámbito, con el desarrollo de una acción destinada a un objetivo que se concreta en un gol-triunfo. Hay en él comunicación (pase) y aprendizaje, en tanto reconocimiento de si y del otro, anticipación de la conducta del -otro y ajuste de la propia. Juego de alianzas y oposiciones, que implica e] desarrollo de una estrategia, el realizarla desde la acción. Algunos teóricos europeos ven en el fútbol sólo un instrumento de manipulación de masas (Theodor Adorno, Vinnay); un ámbito de alienación. Ante este planteo me queda una pregunta: ¿por qué moviliza multitudes? ¿Por qué esa pasión? Es un fenómeno muy complejo, con múltiples contradicciones. Sin duda comprometido en la industria del espectáculo y ámbito de alienación, ¿pero sólo eso? Agotar a] fútbol en alienación y manipulación parcializa e] fenómeno y empobrece su comprensión, es simplificador. ¿Por qué el fútbol y no otro juego es el que arrastra esa multitud, despierta esa pasión, fascinación? En el fútbol hay despliegue de fuerza, hay destreza, creatividad, relación, operatividad. Huizinga señala que un rasgo esencial del juego es la tensión. En e l fútbol hay tensión, equilibrio, contraste, traba y desenlace. El juego tiene ritmo y armonía, elementos que hacen a la vivencia estética. Dice Enrique Pichón-Riviere: "Viendo fútbol es posible lograr una fugaz vivencia estética, a través de un sentimiento de armonía y precisión en el-juego, que aparece después de momentos de desorganización y ruptura... El fútbol se transforma en ballet" Esa vivencia, esa reestructuración tiene una función reparadora a nivel psicológico, a nivel de las fantasías del sujet o, de su mundo interno. ¿Por qué es placentera la tensión en el juego? La tensión es in certidumbre, algo va a ocurrir, la contradicción tendrá que resolverse, se acerca e] desenlace. Resulta placentera porque la incertidumbre y el azar están controlados, encerrados en el espacio transicional del juego. En un mundo arbitrario y artificial_ El fútbol, escena grupa] en la que hay personajes, acción, desenlace, tiene una estructura teatral, favorecedora del interjuego mundo interno-mundo externo, del deslizamiento de la dramática interna. 1. Pompeu escribe: "el pueblo inventó con el fútbol el teatro con participación de la platea". El fútbol como escena, dramatiza la vida, con sus alternativas de competencias y alianzas, encuentro y desencuentro, triunfo y derrota. Desde allí permite en forma particular la identificación} Cuando oímos a un hincha decir con tanta convicción: "yo voy a ser campeón'', estamos ante un fenómeno de identificación. No es él, ese hombre concreto, el campeón, es un equipo en el que él a la Página 23 (-Mica de la Vida Cotidiana — Ana P. de Quiroga fose/incl. Racedo Viv1ana Virulich vez se reconoce y se desconoce, se encuentra y se pierde, Y esto nos lleva a analizar la relación entre fútbol-.juego v futbol-espectáculo. El fútbol juego tiene sus protagonistas, de los que nos podemos preguntar hasta qué punto tienen una relación libre con su cuerpo y con e] otro, ya que al profesionalizarse ese juego es un trabajo, sometido a ciertas leyes. Pero volvamos al hincha, al espectador. Decíamos que en é] se da un proceso de identificación y esto en varios sentidos: identificación como ligazón afectiva, como reconocerse en e] otro como semejante, análogo; identificación como incorporación de las virtudes del otro, como un construirse a si mismo sobre ese modelo. El cuadro, el ídolo, Maradona, Kempes, Fil]ol, Perfumo, Brindisi representan la fuerza, la destreza, la habilidad, la instrumentación, la creatividad, la potencia, la libertad. E] otro sustituye un ideal propio no alcanzado .„ entonces se liga a él identificándose. En este sentido decimos que a la vez se reconoce y se desconoce. ¿Por qué? Porque éste es sólo un aspecto de un fenómeno muy complejo. El hincha, el espectador, que no juega, que no actúa, que sólo contempla, en otro ámbito fundante de su vida: el trabajo, actúa, hace, produce, pero por la organización social del trabajo vive su producción como pasividad, se le pierde, se le enajena su propia destreza; su propia habilidad y potencia le son extrañas. Las visualiza más fácilmente en otros, las proyecta en otros (identificación proyectiva, lo que proyecta son aspectos disociados, desconocidos de si). En ese proyectar, ¿,se empobrece? Si, pero no solo allí, se-ha empobrecido antes, en la alienación, disociación, perdida de si mismo, en la esfera laboral. El otro, depositario de la habilidad, la destreza, la capacidad; el cuadro o e] jugador se transforma en ídolo, ideal del yo, ejerce una fascinación sobre el sujeto. Pero al identificarse con él, en el sentido de incorporar sus virtudes y potencialidades ("Yo voy a ser campeón") hace un intento de recuperación de sus atributos, de fortalecimiento de la identidad y ia autoestima. A su vez, ¿qué sucede con el ídolo? Es el soporte de las proyecciones de los otros. Está situado en un terreno peligroso. ¿Por qué? Porque en la esfera del tiempo libre, en la que emergen como ídolos, deportistas, cantantes, actores, ese ser humano debe actuar cumpliendo las expectativas masivas y multitudinarias de aquellos de cuyas proyecciones es soporte. En el tiempo libre, en tanto espectáculo, se instala un mecanismo de vida y acción por delegación. Si el depositario no se muestra acorde con las expectativas depositadas es atacado, desentronizado. El tiempo libre, por ser el ámbito de lo cotidiano en el que se depositan mayores expectativas de gratificación, en cuanto a la libertad, al sexo, a la creatividad, a los afectos, al encuentro, es el que está sometido más fácilmente a la desilusión, a la frustración. Pensemos en el retorno de las vacaciones, en el domingo a la noche y su tristeza, tristeza por lo que se acaba, sin duda, pero también por lo esperado que no se dio. El mito se despliega en e] tiempo libre, el mito transforma la vida en espectáculo, en la tira de televisión, en la pornografía; la acción, el hacer, en delegación, contemplación. Los soportes del mito, los Maradona, los Kempes, los Sandrini quedan también atrapados en ese mecanismo mítico, en ese juego de proyecciones. A veces les cuesta reconocerse, no perderse en el mito, saber quiénes son, Página 2- (-Mica de la Vida Cotidiana — Ana P. de Quiroga fose/incl. Racedo Vivlana Vitulich cuáles son sus limites, y en otras el mito oculta que el jugador de fútbol, el actor de televisión, juegan, actúan, trabajando con el horizonte de la cuota de la heladera, del auto, el colegio de los chicos, etcétera; el horizonte de ]a cotidianidad. Página 25 Crítica de la Villa Cotidiana — Ana P. de Quiroga l fo.sefina Raeedo Viv1ana Virulich LAS CRISIS SOCIALES COMO CONTEXTO DE APRENDIZAJE ANA P. DE QUIROGA Clase dictada el de mayo de 1982, durante la Gruer•ra de Malvinas_ En la clase anterior caracterizábamos a la Escuela como una institución formativa, una institución centrada en una tarea que es el aprendizaje y la investigación en un campo específico, el campo de la Psicología Social. Esta tarea de aprendizaje e investigación abarca tres aspectos que son Ínter de pendientes, que se remiten recíprocamente el uno al otro. Un aspecto es In indagación activa, es decir, una implicación, un compromiso en un campo concreto de conocimiento. Esta idea de indagación activa supone que el sujeto de conocimiento guarda una relación dialéctica, de modí Fu:ación y de determinación reciproca con el objeto de conocimiento; el objeto de conocimiento no permanece trascendente e inmodificable en el acto de ser conocido, en el acto de ser investigado No se da sólo una modificación de nosotros, sujetos del conocimiento, por e] aprendizaje, por la incorporación de un dato de la realidad, sino que esa realidad a la vez es transformada o se afecta por la presencia o por la acción de este sujeto que está investigando, que está conociendo. Otro aspecto de] trabajo institucional es el desarrolló del Esquema Conceptual, Referencia] y Operativo. A partir de la práctica vamos trabajando y desarrollando un repertorio teórico -metodológico, vamos haciendo una elaboración conceptual, la puesta en marcha a partir ce la práctica de un proceso de conceptualización o de elaboración teórica que remite al sector de la realidad que nosotros indagamos. Estos conceptos deben dar cuenta de las leyes internas que rigen ese sector de la realidad que investigamos, en este caso: los procesos de interacción, la dialéctica grupo interno -grupo externo, sujeto-mundo, etc. Y desde este dar cuenta de las leyes internas, permitirnos el acceso a la esencia de esos procesos. Desde conocer esas leyes internas, desde conocer esos procesos podemos guiar la acción concreta, es decir, desde el conocimiento de la estructura de] vínculo podemos apuntar a una posibilidad de modificación de] vínculo, El sentido de] concepto es orientar una acción, y el concepto se elabora a partir de esa indagación activa, de esa práctica. E] guiar la acción concreta y las fonrias de interven ción concreta en un campo es el sentido, el para qué de una teoría. Página 2 (-Mica de la Vida Cotidiana — Ana P. de Quiroga fose/incl. Racedo Vivlana Vitulich El tercer aspecto está íntimamente ligado o articulado con los otros, y de allí la insistencia en lo de institución formativa. ¿A qué apuntamos nosotros? ¿Qué es lo que les proponemos hacer juntos? Les proponemos instrumentamos, que adquiramos una capacitación a partir de la práctica y de ]a elaboración teórica; el esquema referencia' a partir de esa práctica. El objetivo seria crear en nosotros, sujetos en aprendizaje (desde distintos roles, pero siempre sujetos en aprendizaje), modalidades relativamente estables de pensamiento, sentimiento y acción una actitud psicológica. Actitud que permita operar y transformar ese campo interaccional, que es el objeto de nuestro estudio y de nuestro trabajo. Al plantear estos tres aspectos de la tarea de aprendizaje u de formación, estarnos de alguna manera haciendo explícita la concepción de] conocimiento que sustenta el modelo de aprendizaje planteado por esta Escuela, concepción del conocimiento según la cual éste se fundamenta en la práctica. Ese registro parcial, fragmentario pero fundante de la experiencia sería el punto de partida del conocimiento. La práctica, las experiencias, el registro de esas experiencias, parciales, unilaterales, fragmentarias, procesadas e integradas permiten alcanzar otro estadio u otro nivel de conocimiento que es el conceptual. ¿Que característica tiene el concepto? La universalidad; y otro elemento característico es que no da cuenta del objeto en forma parcial sino que da cuenta de ese objeto con la riqueza de sus cualidades, de sus rasgos o de sus determinaciones. ¿Esto qué quiere decir? Tomemos un ejemplo. Nosotros podemos tener, a partir de la experiencia, imágenes del proceso grupal. Ahora, ¿qué nos da más cuenta del proceso grupa]? ¿Esas imágenes, esas experiencias en si, solas, sin ]a apoyatura de una teoría, o e] enunciado de un concepto que nos dice que un grupo es un conjunto de personas que están ligadas por constantes de tiempo y espacio, que están articuladas por su mutua representación interna, que interactúan a través de mecanismos de asunción y adjudicación de roles? Este concepto da cuenta del "objeto grupo" con mucha más riqueza, marcando mucho más los rasgos que hacen que un grupo sea lo que es, mucho más que nuestra impresión del grupo. Lógicamente este concepto sin la vi vencia de lo grupal es también un conjunto de palabras sin significado. Aquí volvemos a ver la interacción entre la experiencia, punto de partida del conocer, y la elaboración conceptual. Y una vez alcanzado el concepto, ¿cuál es su sentido? ¿Para qué nos sirve? Para hacer; el concepto tiene como sentido un hacer direccional, un hacer transformador. ¿Cuál es ]a práctica dominante, la experiencia dominante en esta institución? ¿En qué campo nosotros podemos decir que estamos realizando en esta tarea una indagación activa? Ustedes recordarán que los ámbitos en que nosotros podíamos abordar al sujeto eran cuatro. Las vertientes desde las que podíamos abordar un sujeto en situación eran: el ámbito psicosocial, lo que hace referencia al grupo interno, una perspectiva, podríamos decir, individual, pero que analiza a ese sujeto desde la perspectiva de la inscripción de sus experiencias, de la inscripción de los vínculos, es decir, desde la perspectiva de la dinámica del inundo interno, por eso psicosocial. Página 27 (-Mica de la Vida Cotidiana — Ana P. de Quiroga fose/incl. Racedo Vivlana Vitulich Otro ámbito es el grupa' o sociodinámico, el interjuego de mundo interno-mundo externo en un ámbito grupal, es decir, el interjuego entre sujetos, ámbito vincular-grupal. Más complejo el ámbito institucional, y más complejo aún el ámbito comunitario. Dándose una interrelación permanente entre estos distintos ámbitos. Hoy, situacionalmente, el terreno privilegiado de investigación, para nosotros, es el grupo. Esto no quiere decir que sea exclusivamente el terreno privilegiado de investigación de la Psicología Social. El trabajo en el campo grupal nos permite abordar el interjuego de lo psicosocial con lo sociodinárnico. Es decir, cómo se da e] interjuego entre mundo interno-realidad externa entre varios sujetos, cómo se da esta dialéctica entre sujetos. Esto es básico en la experiencia de formación que realizamos. Históricamente, ¿Corno Surge ese esquema referencia]? ¿A partir de qué tipo de investigaciones? La indagación que da lugar al surgimiento de este ECRO, de este planteo en Psicología Social que hace Pichón-1 iviére es a nivel individual. ¿Qué hace Pichón-Riviére en tanto psiquiatra con formación psicoanalítica, que trabaja con pacientes? Indaga, va estableciendo, en un proceso de descubrimiento, la relación existente entre la estructura y dinámica del grupo interno del paciente, y la estructura y dinámica del grupo inmediato familiar (determinado además desde lo institucional y comu nitario) de ese paciente. Lo que establece es una relación entre la conducta de un sujeto y el contexto inmediato que operaría como una de las condiciones de producción de esa conducta. Así es que Pichón-Riviére amplia su indagación al campo grupa', haciendo más tarde experiencias en e] nivel de lo institucional y también algunas de orden comunitario. ¿Siempre tratando de establecer qué al trabajar en lo grupal, en lo institucional y en lo comunitario? Tratando de establecer relaciones entre sujeto-grupo, Sujeto-institución, sujeto-comunidad, sujeto-relaciones sociales. También: grupoinstitución, grupo-comunidad, institución-comunidad. Articulaciones éstas que hacen a la complejidad del campo de la Psicología Social. Es decir, hay una red muy compleja de relaciones; por eso decimos que el sujeto es emergente, está determinado por una compleja trama de vínculos y relaciones sociales. Con esto aludimos a la cantidad de articulaciones existentes entre los distintos determinantes de la subjetividad, entre los distintos determinantes del sujeto. El terreno en el que como Escuela (no a nivel de individuos) realizamos esta indagación activa (en este momento histórico circunscripta casi exclusivamente al campo grupal, si bien hoy nos plantearnos una indagación a nivel comunitario) está determinado por múltiples factores. Uno de ellos, de mucho peso, son las condiciones concretas en las que realizamos nuestra tarea: las condiciones económicas, sociales, políticas, ideológicas, la mayor o menor permisibilidad del contexto a la indagación social. En todo aprendizaje, pero en particular en las ciencias sociales, existe una relación muy directa entre el texto, lo que se estudia, e] cómo y e] porqué de ese estudio, y el contexto, las condiciones de operación e indagación. Entonces, ustedes se pueden estar preguntando a dónde apunta lodo esto. A nosotros nos parece oportuno en este situarse, en este aproximarse nuevamente a la experiencia de aprendizaje, y de aprendizaje de la Psicología Socia] (es decir, el sujeto determinado por sus relaciones inmediatas, Página 28 (-Mica de la Villa Vida Cotidiana — Ana Ana P. P. de de Quirogafosejina Quiroga fose/incl. Racedo Racedo Viv1ana Virulich grupales, institucionales y comunitarias), que pensemos en el contexto, en qué condiciones concretas estarnos realizando, aquí y ahora, este aprendizaje. Cuando hablamos de Psicología Social, siguiendo a Pichón-Rivi&re, ]o hacemos porque entendernos que el punto de partida inevitable de la reflexión psicológica no son otros que los sujetos concretos, los sujetos dados, en sus condiciones concretas de existencia, en su cotidianidad. En la clase anterior hacíamos referencia a los hechos, a ]as experiencias y a las vivencias que han motivado en ustedes una necesidad de grupo, connotada como necesidad de pertenencia, de inclusión, de comunicación, de reconocimiento, de participación activa, de protagonismo, de encontrar un espacio de libertad. Esta forma de su necesidad., ¿a qué nos remite? La necesidad de pertenencia, de inclusión, de identificación, son esenciales al sujeto, ya que el otro, los grupos, las instituciones son sostén, condición de posibilidad de la emergencia y desarrollo del psiquisrno, de la subjetividad. Pera el monto de necesidad, el grado de [o que nosotros llamamos siguiendo a Auzieu "ilusión grupal", la fantasía de una gratificación ilimitada dentro de urha situación de grupo, la intensidad de la ambivalencia, de la contradicción miedo-deseo en la relación grupa], el costo que les significó a ustedes el proceso de construcción de un grupo en la experiencia previa, nos hablaba de que esa necesidad estaba particularmente definida como necesidad de reparación, de reencontrar momentos de gratific ación. De allí esa fantasía de "gratificación ilimitada" que inmediatamente es quebrada en e] contacto con el grupo real, pero que sin embargo, a través de distintos mecanismos, se intenta restablecer. La fantasía de un otro incondicional, la fantasía —aquí tomo una frase de Kaés — de "ser un cuerpo omnipotente, no sometido a la escisión ni a la muerte". ¿Y a qué nos remite esta intensísima necesidad de reparación? A un pasado arcaico, sin duda. Pero no todo se explica por el pasado arcaico, ya que nuestras primeras condiciones de existencia,-y nuestras primeras experiencias, registro de esas condiciones, si bien son la base y el fundamento de nuestro grupo interno, y desde allí la base -v el fundamento de nuestra interpretación de lo rea], no permanecen aisladas y estáticas sino que se encadenan, se articulan y se modifican en una trayectoria de experiencias. Esta intensidad de necesidades reparatorias, de "restañar heridas", esta necesidad de encuentro, de protagonismo, de identificación, de creatividad, de hallar un espacio de libertad, no nos remite sólo a ese pasado arcaico, sino a un contexto inmediato en d que estas necesidades no encuentran respuesta; nos remiten a nuestra cotidianidad, a las condiciones concretas de existencia y nos perm iten interpelarlas. De allí que nos preguntemos ¿qué características tienen los grupos en los que transcurre nuestra vida cotidiana? ¿Qué características tienen las instituciones en las que nos movemos? ¿Qué características tiene nuestro ámbito comunitario? Esos rasgos los podemos observar, sin duda, pero también los podemos inferir a partir de los sentimientos, de las necesidades, de ]os procesos de relación que vivimos. Página 29 Decimos que ta identificación, "el-encontrarse-en-el-otro", el ser contenido por e] otro, el comunicarse, poner en común es una necesidad esencial ya que hace a la constitución y al sostén del psiquisrno. ¿Qué ha sucedido entre nosotros, durante los últimos años en nuestro contexto socio -político (condiciones concretas de existencia) con la identificación? ¿Era Fácil? ¿Estaba promovida desde esas condiciones concretas, o por el contrario, estaba inhibida, obstaculizada desde el miedo, desde las ansiedades persecutorias, desde un no saber quién era el otro? ¿Cómo puede ser facilitada la comunicación cuando se vive al propio pensamiento como peligroso desde la internalización de la represión? ¿Esto a qué conduce? Al reforzamiento del aislamiento, a] reforzamiento de la contradicción deseomiedo. En el encuentro con el otro aparece intensisimamente presente la necesidad de encontrarse, pero también —inhibiéndola- el temor al destino de esa necesidad de encuentro. Esto crea ciertos valoresrefugio Habíamos dicho el año pasado que la familia se había transformado en un valor-refugio frente a la hostilidad externa. Ciertos grupos, ciertos ámbitos como éste se transformaban en un valor -refugio. El concepto valor-refugio es acunado por Fannon cuando analiza el proceso de Argelia en el periodo previo a la revolución, en el periodo máximo de la opresión colonialista francesa. Decíamos que ]a represión, como rasgo dominante de las condiciones objetivas de existencia, conduce al reforzamiento del aislamiento, a la intensificación de ]a contradicción deseo -miedo, de los fantasmas que pueblan el silencio. El silencio se transformó entre nosotros en una institución de nuestra cotidianidad Un silencio que encerraba hechos y vivencias profundamente dolorosas que no podían ser explicitadas. Nos preguntamos: ¿qué posibilidades objetivas de protagonismo, de participación activa nos ofrecen hoy los grupos, las instituciones y las relaciones sociales? El sentimiento de inseguridad, las crisis de los grupos de pertenencia y de referencia cooperan para que se dé crisis en la identidad, crisis en los marcos de referencia. Estas crisis que revelan a su vez la crisis de ]o cotidiano. Estas condiciones concretas, que reseñamos muy brevemente y muy parcialmente, hablan de un contexto social, que es contexto de aprendizaje, en el que las contradicciones internas estaban en primer plano y en un proceso de agudización creciente. Éste era el panorama de nuestra vida cotidiana hasta hace un mes. Pero desde abril algo cambia sustancialmente en ese contexto, y lo que hasta allí habíamos estructurado como cotidianidad: crisis económica, agudización de contradicciones internas entre distintos sectores, vuelve a ser reestructurado por el impacto de una nueva situación. El pueblo argentino se ve enfrentado a una potencia colonialista, y ese enfrentamiento nos implica en una situación que para nuestra generación es inédita: !a guerra. Esos son hechos objetivos, "condiciones concretas de existencia", que dan lugar a nuevas experiencias, que implican una exigencia de adaptación masiva, una redefinición de nuestro marco referencia'. ¿Cuál es la reacción del hombre común, de cada uno de nosotros ante esta situación? ¿Qué fenómenos de masa se producen ante estas nuevas condiciones de existencia? En primer lugar, Página 3 (-Mica de la Vida Cotidiana — Ana P. de Quiroga fose/incl. Racedo VivIana Virulich desconcierto, sentimientos encontrados. Situarse, aprender, resolver una exigencia de adaptación masiva requiere un proceso de desestructuración de lo previo y nueva estructuración. Y en este movimiento de desestructuración-reestructuración emerge s naturalmente, la confusión. Esta confusión es incrementada por el carácter inédito de ]a experiencia, por el ritmo, la vertiginosidad con la que se suceden los hechos, y el ritmo con el que emergen vivencias de pérdida y ataque, la intensidad con que se incrementa en nosotros un sentimiento de incertidumbre que arrastrábamos de la situación precedente. Cuando decirnos confusión estamos hablando de una vivencia en la que aparece situacionalmente afectada una capacidad básica del pensamiento: la discriminación. Los hechos mismos (otra vez las "condiciones concretas") nos van ayudando a un proceso de lectura, a la posibilidad de redefinir internamente la situación. El 'hecho que seamos atacados, y masivamente atacados, plantea con claridad una nueva contradicción: entre un enemigo externo, una potencia colonial y su aliado imperialista, y la Nación. El nosotros se re define, ya que las contradicciones internas pasan -sin olvido- a un momentáneo segundo plano. Y digo sin olvido porque no se oscurece la critica, quien ha estado participando con su presencia de ciertas concentraciones masivas como las que se dieron el 10 o el 26 puede rescatar que la conciencia de las contradicciones internas no se ha esfumado. ¿Por qué? Porque la presencia de esas contradicciones es indiscutible, tan indiscutible cuino los cañones de los destructores ingleses. Entonces, ¿qué nuevos fenómenos emergen ante esta nueva situación? Reaparece l a identificación, es decir, el contexto se presenta nuevamente permisivo en ese aspecto. Reaparece la comunicación, e] intercambio, se intensifica el sentimiento de pertenencia, el rescate de una historia y de experiencias comunes que hacen a la noción de patria, al sentimiento nacional. Sentimiento que en un país dependiente como Argentina tiene una significación muy diferente que en un país imperialista. El sentimiento de patria, el sentimiento nacional no significa lo mismo en la Argentina que lo que significaba en la década del 30 en la Alemania nazi. Para entender este tipo de fenómenos nos es más útil el análisis que hacen psicólogos sociales como Fannon que el que hace Reich. ¿Por qué? Porque están analizando situaciones diferentes: la de un país colonial: Argelia, y la de un país imperialista que quiso dominar el mundo: la Alemania nazi. Aparecen fenómenos de solidaridad. ¿Entre quiénes? Entre los integrantes del pueblo argentino, solidaridad con esa cantidad enorme de muchachos adolescentes que en este momento están bajo bandera, que en este momento están en peligro sus vidas, y con sus familias. Y se expresan, en esas formas de solidaridad (como tejer en la plaza La República, juntar chocolates, guitarras, etc.) la necesidad de acción y participación activa en ]a vida del pais. Al mismo tiempo, ante el peligro real y la carencia de información directa, crece la angustia. Uno de los indicadores, todavía no constatado estadísticamente pero que se ha podido investigar en pequeños centros, es una baja de defensas con agudización de cuadros psicosomáticos, crisis emocionales, brotes, etcétera. Página 31 (-Mica de la Vida Cotidiana — Ana P. de Quiroga fose/incl. Racedo Vivlana Vitulich Otros factores que incrementan la dificultad de situarse: a ]o inédito de la experiencia, lo que ayuda a vivirla como irreal, se suma una familiaridad encubridora que sostenía que la paz en la Argentina era eterna, que la guerra es un problema de los europeos, de los asiáticos. El discurso mítico sostenía "¿guerra acá?, jamás". Se suma también la lejanía, la distancia del escenario de los hechos. No es lo mismo vivir acá que en Comodoro Rivadavia donde la guerra está concretamente presente. Esa lejanía que a su vez incrementa la vivencia de exclusión de la participación, de la acción y la decisión. Es decir, a medida que nos vamos alejando de ]os hechos nos sentimos más a merced de ellos, más excluidos de lo que sucede, más excluidos de la vivencia de acción. Y esto nos deja también más a merced del rumor, de la fantasía, al aumentar la vivencia de inseguridad, de incertidumbre, de estar a merced de los acontecimientos. El rumor en estas circunstancias surge a partir de una articulación de factores. El rumor, interpretación Fantaseada de los hechos, suele tener la función de llenar una carencia, un vacío de información o de acción: se escenifica en él un miedo o un deseo. Ustedes recuerdan cuando fue el rumor no confirrnado del hundimiento del Exceter, por ejemplo. Toda la gente que estaba en baja se sintió animada: cumplimiento de un deseo de reforzamiento y de seguridad. A través del rumor se transforma fantaseadaniente una realidad angustiante. A la vez, este hecho espontáneo es utilizado en forma consciente en una estrategia bélica o politica con la Finalidad de crear condiciones psicológicas aptas. Las "olas" de rumores (y esto he tenido la oportunidad de investigarlo personalmente en dos ocasiones, en el ario '66 con la preparación del golpe de Ongania y e ntre el '74 y '76 con e] golpe que destituyó al gobierno peronista) apuntan a crear condiciones de posibilidad de una determinada acción, preparar el terreno, por ejemplo, para un golpe de Estado, en lo que hace a la política interna, o puede trabajar el ánimo de un pueblo ya sea para fortalecer o para minar su resistencia. El campo del rumor es particularmente interesante para el psicólogo social porque tiene el carácter de un emergente social. Expresa fantasías, miedos y deseos, tiene un contenido manifiesto y Otro latente, como los sueños. Pero como siempre, desde nuestra perspectiva, debemos indagar la relación entre fantasía y realidad. El rumor tiene que ser investigado en sus fuentes, en lo que se llama "usina de rumores", y este análisis permite un cuadro de situación sobre quienes lanzan los rumores y por qué. Este análisis de nuestras situaciones concretas —escenario, contexto de aprendizaje — se transforma, al explicitarlas, en texto de la tarea. ¿Por qué? Porque pensamos con Pichón -Riviére, que el objeto de la Psicología Social es e] hombre en situación, el sujeto en una relación de determinación recíproca con su contexto. Y porque el campo de trabajo del psicólogo social es el terreno de los miedos, y su tarea es esclarecer su origen, sus formas, sus efectos. En 1972, Primera Plana hace en un reportaje a Pichón-Rivilre, una pregunta: "¿cómo se incorporan las crisis sociales a la situación analítica? Y Pichón-Riviere dice: "Respondería a esa pregunta con otra: ¿cómo pueden no incorporarse a esa situación? Están presentes, lo sepan o no, terapeuta y paciente". Y lo que en esta semana nos hemos preguntado en la Escuela es: ¿cómo realizar la tarea en esta circunstancia? ¿Vamos o no a hacemos cargo de esa presencia? ¿Como aprender, cómo coordinar, cómo pensar, cómo elaborar información en esta circunstancia? Esto implica un desafío para nuestro esquema referencial, una nueva exigencia adaptativa. Y esto nos reafirma en nuestra condición Página 32 (-Mica de la Vida Cotidiana — Ana P. de Quiroga fose/incl. Racedo Vivlana Virulich de comunidad de aprendizaje, pues todos estamos aprendiendo, en esta situación nueva, una modalidad del ejercicio de nuestro rol, de nuestra función de docente, de coordinador, de observador, de integrantes de grupo, como lo hemos aprendido en estos últimos años, que también configuraban, desde [as contradicciones internas, desde la crisis interna, circunstancias inéditas. Decimos que la tarea del psicólogo social es la de esclarecer, hacer explícito lo implícito a nivel de interacción, de los vínculos, para llegar a una práctica grupal consciente, y esto desde un criterio de salud que coincide con el concepto de aprendizaje, de relación fluida, dialéctica, de modificación recíproca entre mundo interno y realidad externa. Que implica lectura crítica de la realidad, visualización y resolución de las contradicciones que surgen en nuestra interioridad y en la relación entre nosotros, sujetos y el contexto. Lo específico de la perspectiva de esta Escuela, de la Psicología Social planteada por Pichón-Riviére, es una indagación del interjuego entre estructura social y vida psíquica, entre relaciones reales, objetivas, experiencias concretas y las formas de inscripción en el sujeto de esas condiciones objetivas, entre realidad y contenido y dinámica del mundo interno. Por eso hablamos de reflexión sobre el sujeto y su comportamiento, el abordaje del sujeto en sus condiciones concretas de existencia. ¿Cómo se manifestaron esas condiciones concretas, su impacto en la dinámica grupal? Corno común denominador, por una aceleración, que nos remite a una situación de ansiedad. A una vivencia de falta de tiempo. Pero simultáneamente el tema de la guerra, de lo que despertaba en cada uno, no fue tocado sino en algunos grupos, teniendo una señalada presencia por ausencia en otros. Siempre hemos hablado del valor reparatorio de esta experiencia, del carácter de alternativa ante situaciones cotidia nas frustrantes. Y si en [o cotidiano está la guerra, la falta de contención, la exigencia adaptativa masiva, en el grupo se busca la paz, ]a contención, incluso la incondicionalidad del otro, estableciendo una disociación dentroiafuera. ¿Por qué hacemos explícito todo esto'? Porque nuestro proceso formativo, es decir, la organización, e[ procesamiento de experiencias, de conceptos, de vivencias que nos permitirán configurar un marco referencial, que nos instrumentarán para operar en el campo de la Psicología Social, implica concientizar este contexto, concientizar estas contradicciones. Toda esta experiencia, por dolorosa que resulte, puede ser capitalizada en [a formación. Y si a lo que apuntamos es a ser un "sujeto situado", consciente de si y de su contexto, creemos que este ECRO, este ámbito institucional, el gntpo resultan continentes adecuados para realizar una tarea de intercambio, de comunicación, de discriminación, desde el pensar juntos. Que desde [os límites que la Psicología Socia[ tiene como cie ncia, podemos ubicamos, podemos interrogarnos e interrogar a esta realidad. Y aquí, para terminar, rescataría nuevamente el lugar del trabajo grupal, e] grupo corno ámbito e instrumento de formación. Página 33 (-Mica de la Villa Cotidiana - Ana P. de Quirogafosejina Racedo Viv1ana Virulich VIDA COTIDIANA EN COMUNIDADES DEL NORTE ARGENTINO (I) JOSEFINA RACEDO Ciase dictada en 1981 En estas clases desarrollaré el tema "Crítica de la vida cotidiana en áreas rurales". Creo imprescindible hacer algunas precisiones a fin de que la exposición les sea útil para la formación que están recibiendo. Cuando diga ''área rural" o hable de "campesinos" voy a estar aludiendo a ]as pequeñas poblaciones ubicadas en la zona montañosa de las provincias del Norte, lo que comúnmente se conoce por el NOA (Noroeste Argentino) y voy a tomar de allí Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca y La Rioja. Dentro de estas provincias me voy a circunscribir a una reducida zona, que es la que está comprendida en lo que conocernos como precordillera-cordillera, valles y pequeños oasis en esos valles. Me referiré a la vida cotidiana en poblaciones tales corno: Belén, Andalhuala , Tinogasta, Antofagasta de la Sierra de Catamarca; las poblaciones del Valle de Tafi, Colalao o Amaicha en Tucumán; lruya, el Valle Calchaquí (donde están La Poma, Cafayate) en Salta: en Jujuy la zona de la Puna, Cochinoca, incluso los pueblos de la Quebrada de Humahuaca. Con este mismo criterio podrían abordarse otras regiones geográficas, pero es necesario tener en cuenta que dentro de estas provincias también podríamos tornar otras áreas, por ejemplo, las de cultivos industriales cómo la caña de azúcar o el tabaco en Salta y Tucumán, que tienen características diferenciales con respecto a la zona a la que me referiré. Ya en clases anteriores se ha dicho que la vida cotidiana no es una sola, en nuestro país coexisten junto a la urbana, la rural, la vida cotidiana de nuestros grupos aborígenes, de Las ciudades del interior de las provincias, o de las zonas fronterizas. En sus diversidades y en sus contradicciones, incluso, estas zonas constituyen en su conjunto la Nación Argentina. Con esto quiero decirles que están integradas todas en un modo de organización que las comprende. Para ser más precisos: la existencia o persistencia de ciertas vidas cotidianas está en relación de interdependencia o subordinación con otras, más distantes o más cercanas en el territorio, aunque en no pocas características pueden Página 3-
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