CRISIS: TÓPICA DE LO TRAUMÁTICORita Irigoyen Haydée Minotto Claudia Pérez Lloveras INTRODUCCIÓN En los últimos años hemos notado en nuestra práctica clínica un incremento de las consultas por situaciones de crisis y, al intentar reflexionar sobre su metapsicologia, nos encontramos un poco desamparadas teóricamente, ya que al revisar la bibliografía psicoanalítica hallamos escasas referencias a trabajos teóricos y clínicos sobre el tema. El psicoanálisis no ha tomado el desarrollo del concepto de crisis, ya sea porque proviene de otro campo teórico (conductismo), ya sea por una desatención a la tercera serie complementaria. Esto deja un vacío teórico que tiene sus consecuencias en el abordaje clínico. Nos proponemos en este trabajo articular y delimitar las nociones de crisis y trauma, y pensarlas a partir de los conceptos metapsicológicos, puntualizando: a) que las modalidades defensivas en las situaciones de crisis difieren de las habituales y, aunque arcaicas, son recursos del yo; y b) que el yo desempeña fin papel activo en el desenlace de las crisis. DEFINICION DE CONCEPTOS Si bien las nociones de crisis y trauma se encuentran íntimamente ligadas en la clínica, es preciso su delimitación teórica. Para comenzar, las definiciones etimológicas apuntan en distintas direcciones. TRAUMA, palabra de origen griego, significa herida (19), y en el uso general es definido como el efecto de un acontecimiento que se caracteriza por ser intenso y por superar las posibilidades del sujeto para elaborar una respuesta adecuada (4). Freud lo definió como un aflujo de magnitudes de energía excesivo en relación a la capacidad del aparato psíquico para ligarlo y demorar la descarga. A este exceso le atribuyó efectos Esta pérdida del equilibrio anterior es irreversible y produce una desorganización psíquica que puede manifestarse clínicamente como actividad de descarga (excitación psicomotriz) o desinvestidura (parálisis). para mejorar o empeorar. Desde esta perspectiva. para otros. desequilibrio que se prolonga más tiempo de lo tolerable (3 ). en términos de conflicto de investiduras y contrainvestiduras. con las vicisitudes del yo. el acento está puesto en la ruptura de un equilibrio anterior y el proceso de búsqueda de un nuevo equilibrio que aquélla desencadena ( 20). c) situación dificultosa y complicada. y en el uso general significa: a) mutación considerable en un proceso. la idea de crisis abarca: a) el impacto de la situación traumática. es un desequilibrio entre la intensidad de una situación y los recursos del sujeto para manejarla. La búsqueda de un nuevo equilibrio constituye un elemento esencial en la noción de crisis y dará lugar a las diversas resoluciones posibles: desorganización psíquica. mutación.patógenos duraderos en la organización psíquica (8). En psiquiatría. En cambio. el concepto de crisis nos remite a la segunda tópica freudiana. para algunos autores. Crisis es combate. derivada también del griego. decisión. crisis es una pérdida repentina de los aportes básicos del sujeto. la realidad. una reorganización mediante la cual se desarrollan nuevos recursos para superar el estancamiento. y b) el trabajo del yo para encontrar una salida. b) situación de un proceso en el que se duda de su continuidad. APARATO PSIQUICO Y ACONTECIMIENTO TRAUMÁTICO . y los conflictos entre instancias. d) crítica: análisis y juicio de una situación. implica acercarnos desde la primera tópica freudiana. donde predominaría un análisis dinámico y económico. Teorizar desde el psicoanálisis sobre el trauma en la situación clínica. Para otros autores. sobreadaptación y transformación (5). La definición etimológica de la palabra CRISIS. incluye más de una significación. vemos que todos los autores parecen acordar en que la situación de crisis implica un desborde del yo (7) que lo impulsa a una cierta transformación interna. juicio y esfuerzo. Esta definición se acerca al concepto de trauma que hemos mencionado. Desde una perspectiva psicoanalítica. es la tendencia a la supresión total de la tensión interna. y al mismo tiempo. Llamamos proceso primario a la tarea de fijar estas excitaciones a representaciones de deseo y de asociarlas entre sí. En el marco de este funcionamiento. en un trabajo de elaboración que alcanza distintos niveles de complejidad. dando lugar a fenómenos de desorganización psíquica. Esto se logra gracias a las descargas graduales en el proceso de simbolización. Esta descarga "más allá" del proceso primario. La energía ligada caracteriza un grado mayor de estructuración del aparato. configura un cuerpo extraño que no se . y da lugar a un modo específico de descarga por acción y reacción. P er o es t o ú l ti m o e s . Este funcionamiento está regulado por lo que Freud llamó el principio de constancia. aunque no implica la pérdida de la conexión con la realidad. son contrainvestidas (10 ) por el yo. según el cual el aparato psíquico busca mantener como constante un bajo nivel de energía contenida en su interior. evitando un aumento que tendría como consecuencias la acumulación de excitaciones y el desbordamiento de ese límite que separa el exterior del interior del psiquismo ( 9). Este proceso es lo que llamamos trabajo de elaboración psíquica de las excitaciones. entonces. el aparato psíquico liga la energía que ingresa a representaciones psíquicas para impedir su libre circulación y buscar así una descarga adecuada. cuyo trabajo de elaboración queda reducido a su mínima expresión. El acontecimiento traumático. se produce una efracción extendida en su límite y un desborde del yo. seleccionando la cantidad de energía que ingresa al aparato.En condiciones normales. Las excitaciones que irrumpen masivamente se manifiestan como angustia automática. que van desde el afecto hasta las representaciones y grupos de representaciones. que toman al yo por sorpresa y. propia de lo que Freud aceptó llamar principio de Nirvana. p r e c i s a m e n t e . Ambos procesos contribuyen a encauzar y transformar la energía que ingresa. Y llamamos proceso secundario a la tarea de armonizar la descarga con la realidad. fuera del aparato. l o q u e o c u r r e e n l a s c r i s i s desencadenadas por situaciones traumáticas: el aparato psíquico es invadido por magnitudes de energía para las que no está preparado. las representaciones penosas que retornan de lo reprimido. produce una amenaza de éxtasis libidinal. en el que la capacidad de simbolización está íntimamente ligada a este proceso de desgaste o inhibición de las excitaciones. a través de los mecanismos de condensación y desplazamiento. ya sea por: a) el incremento pulsional que moviliza una crisis evolutiva. ya sea por: a) la intensa significación conflictiva de un acontecimiento. El segundo estaría relacionado con una razón cualitativa. así. el sistema narcisista se debilita en sus posibilidades de generar las contrainvestiduras que participan en el proceso de ligadura. aparato psíquico y acontecimiento. es decir. así se trate de crisis evolutivas o accidentales. acompaña. podría ser tolerada por el yo. o sea. como la adolescencia. Esto se produce por tres motivos. el psiquismo busca su rápida descarga a través de la actuación.integra al yo y amenaza sus límites. cada una de las cuales. que varían correlativamente. Así. El primero estaría relacionado con el factor cuantitativo. en la configuración de una situación (6). entonces. en el sentido matemático del término. por ejemplo. . En consecuencia. entonces las excitaciones sin ligar se inscriben como representaciones traumáticas que desencadenan angustia automática y atacan al yo desde las representaciones internas. Entendemos. ya que aporta un exceso de excitaciones. El yo debe. aislada. que las situaciones traumáticas son el resultado de una función. b) la acumulación de representaciones penosas. superior a su capacidad para simbolizarlos ( 14). Ahora bien. abocar todas sus fuerzas a la tarea de preservar su integridad y descargar el exceso de excitaciones con el menor perjuicio posible para sí. función de una relación entre dos términos. Para sintetizar. b) la resignificación de una representación que trae aparejada un aumento excesivo de la cara afectiva a ella ligada. esta vez del lado de la instancia simbolizadora: a) cuando por diversas razones. Y habría una tercera razón. la intensa excitación que lo. ¿qué es lo que hace traumático a un acontecimiento? Lo que lo hace traumático es la magnitud de energía. EL YO EN LA SITUACION DE CRISIS El análisis de la situación de crisis nos confronta con algo que está más allá de la serie placer-displacer de la teoría económica: el dolor psíquico que ocasiona el traumatismo. El yo procura recuperar la homeostasis y el sentimiento de unidad e identidad. no puede mantener constante el trabajo de elaboración psíquica habitual. debilitado por procesos patógenos. y recurre en consecuencia a su repertorio de defensas más drásticas y más arcaicas: la escisión y la proyección.una situación conflictiva deviene traumática si las representaciones se inscriben como traumáticas por su intensa significación afectiva. pero también puede ocurrir cuando el yo. Mientras que para las representaciones penosas al aparato le basta con acudir a la represión. sino más precisamente a las investiduras narcisistas. La angustia que la crisis desencadena involucra no sólo a las investiduras de objeto. o por acumulación de la tensión libidinal. conflicto : defensa -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------representaciones : represión penosas -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------representaciones : escisión traumáticas proyección . Y esta brecha abierta en el yo es vivida como una experiencia interna y continua que ataca la integridad narcisista. frente a las representaciones traumáticas recurre a mecanismos más primitivos. La instancia yoica es. veremos ahora cuál es el papel del yo en su resolución. posibilitando la descarga masiva del afecto a través de los actos sintomáticos. de efracción de una envoltura que delimita un organismo: nos referimos al yo. dolor psíquico en el sentido de herida. es decir su función como sistema de investiduras de nivel constante. así. Si lo q ue hasta aquí hemos desarrollado per mite comp r end er el desencadenamiento de una situación de crisis. el lugar donde impacta el trauma y también donde se genera la reacción ( 11 ). son recursos momentáneos del yo. Pero en las crisis. buscando su estabilidad en el tiempo. b) la posibilidad de interpretar y dar sentido al pasado así como investir un tiempo futuro de un yo por-venir (18). En la situación de crisis. a la vez que lo inesperado destruye momentáneamente la capacidad de anticipación. obstaculiza esta tarea fundamental del yo en dos aspectos íntimamente relacionados: a) se produce una fractura en la continuidad del saber que el yo tiene sobre sí mismo. Así. Le queda al yo. y preservar el sentimiento de identidad. va anticipando e integrando. Para resumir. sino funciónales: en otras palabras. Ahora bien. que será señal y motor para este trabajo de coherentización.Los actos sintomáticos incluyen descargas a través de la acción (crisis de excitación psicomotriz). de ser necesario. la angustia traumática. La tarea básica habitual del yo es la construcción de un proyecto identificatorio ( 1 ) con el cual sostener su cohesividad actual y su continuidad futura. toda vez que las representaciones identificatorias vacilen surgirá la angustia. Este fundamental trabajo de autoconstrucción del yo tiene dos premisas: a) la permanencia de referentes identificatorios básicos que sostienen la identidad del yo. . esta fractura que se produce en el equilibrio narcisista. mayor es la fragilidad del equilibrio narcisista y más arcaicos los mecanismos defensivos que el yo debe implementar para recuperar el equilibrio de las investiduras objetales y narcisistas. sumada a los efectos de las defensas arcaicas. cuanto mayor es la irrupción inesperada y traumática de la excitación en el aparato psíquico. activamente. produce un conflicto identificatorio que el yo deberá resolver. Este proyecto identificatorio descansa en la investidura de referentes identificatorios que el yo. al demandar al yo medidas drásticas para preservar sus límites de la amenaza de desorganización. o descargas a través del cuerpo (somatizaciones) (17 ). a pesar de las vicisitudes en los Intercambios con los objetos. y en la percepción de sí mismo como una historización con cierta coherencia. estas defensas extremas no son necesariamente estructurales. que frente a una situación inesperada intenta mantener su integridad y continuar en su función reguladora de los intercambios con los objetos. a condición de que no sea excesiva (2). un recurso aún más extremo: la desinvestidura del objeto o de la realidad como defensa masiva frente al dolor mental. La resolución de las situaciones de crisis dependerá. . entonces. circularidad encerrante del presente e imposibilidad de abandonar una situación que ya es experimentada como conflicto interno (16). pero no todo duelo lleva a una situación de crisis. Esta reestructuración presupone siempre un doloroso proceso de duelo. que restablece los datos y le permite interpretar lo vivenciado.b) esto es vivido como experiencia de paralización del tiempo. Toda crisis implica un trabajo de duelo. La resolución de las crisis. donde la historia se discontinúa Y el yo ya no espera ningún por-venir: Esta pérdida de la cohesividad yoica es vivida como ausencia de futuro. L a salid a p r ogr esiva de un a c r is is. que ineludiblemente pasará por una reelaboración de las representaciones de sí mismo. Las salidas regresivas de las crisis dan lugar a procesos de desorganización yoica. Se pierden las identificaciones que sostenían el equilibrio anterior y se construyen nuevos referentes identificatorios que permiten recuperar el trabajo coherentizador entre presente y pasado que sostiene el futuro. durante el cual algo del yo se pierde y algo se crea. de la posibilidad del yo de realizar un profundo trabajo de transformación. a partir del trabajo dialéctico del presente. c ons is te en un a reestructuración del yo que implica un trabajo de historización. El trabajo de duelo implica reelaborar aspectos narcisistas ligados a la representación del objeto perdido. en c ambio. o sobreadaptación y formación de falso self. la reestructuración del yo se apoya en identificaciones que no se integran con las ya existentes (15). y preserva las investiduras del sistema narcisista. Esta recuperación de la temporalidad implica el acceso del yo a una historización simbolizante (13). En el segundo caso. en la que la desestructuración da paso a nuevas reestructuraciones. En el primer caso. de dotar de sentido al conflicto elaborado y a restablecer la continuidad entre pasado y futuro ( 12 ). puede tener un sentido progresivo o un sentido regresivo. mientras que en las crisis las magnitudes de excitación en juego conmueven en su totalidad a la instancia yoica. el conflicto instalado dentro de la instancia yoica destruye su precaria integración y la ligazón de su investidura narcisista. Frente a los momentos de i n c er ti d u m b r e a sí c om o t a mbi én f r en t e a a s p ec t o s c o nf u s i on al e s. sueño. El incremento de la duda y las vacilaciones trae aparejado sentimientos de impotencia que despiertan necesidades de dependencia. desconfianza e inseguridad. con incremento de la duda y las inhibiciones. Esta situación despierta ambigüedad. La pérdida de iniciativa y sensación de fracaso se suman a los de encierro y sentimiento de soledad. en los que se hace necesario hacer un cambio que es vivido como imposible. Suele aparecer también incertidumbre frente a la acción. confusión y temor frente a lo nuevo.en función de "escucha" opera como continente y regulador de la ansiedad y posibilita en un primer momento la descarga catártica. con sentimientos de confusión. a la organización del discurso y a la recuperación del proceso secundario. El sujeto que atraviesa una situación de crisis se torna más receptivo a la ayuda terapéutica. El sujeto experimenta un gran aumento de ansiedad.MANIFESTACIONES CLÍNICAS Y ABORDAJE TERAPEUTICO Los procesos psicodinámicos desencadenados por las situaciones de crisis determinan diversas manifestaciones clínicas que el paciente sufre y por las cuales consulta. tolerando la posible depositación de aspectos confusionales y/o persecutorios. Esta posibilidad de sostener la situación y contenerla se basa en la comprensión de las crisis como una experiencia universal ligada a posibilidades de aprendizaje y construcción de nuevas síntesis. por lo cual el sujeto en situación de crisis suele ser más receptivo a la ayuda. son reflejo del sufrimiento del sujeto y de la posibilidad de iniciar un trabajo de elaboración. como alguien capaz de sostener la situación de crisis. La inhibición de diferentes actividades y la aparición de síntomas de depresión observados clínicamente. que tienden a introducir nexos causales de pensamiento. malestar consigo mismo y con los demás. La alteración de la temporalidad hace que el sujeto experimente las crisis como campos cerrados. cuidado personal). con el consiguiente alivio de la angustia El terapeuta puede desempeñar en una primera etapa un rol acompañantereceptivo. La presencia de "otro" . junto con algunas alteraciones en ciertas funciones ligadas a la autoconservación (alimentación. El terapeuta utiliza un amplio espectro de intervenciones verbales. las intervenciones . construcción de modelos lógicos alternativos restricción yoica inhibición recuperación de la acción. aprendizaje confusión de identidad.tenderán a desarrollar y favorecer funciones relacionadas con las capacidades yoicas de discriminación y organización. En el siguiente cuadro comparativo podemos observar algunas de las manifestaciones clínicas del sujeto en crisis y los objetivos a desarrollar durante el abordaje terapéutico. alternada con momentos de contacto estancamiento. . capacidad de proyectos dificultad de aceptación de la pérdida integración. discriminación. elaboración de lo vivido extrañamiento de sí mismo y de sus tareas asimilación del cambio. autonomía culpa a partir de la pérdida del objeto discriminación sujeto-objeto difusión de la perspectiva temporal recuperacion de la temporalidad aislamiento-desinterés incremento de las distancias posibilidad de estar a solas. paralización. incapacidad de producir cambios recuperación de la productividad. retracción malestar consigo mismo y con los otros recuperación de la autoestima confusión-duda vacilación discriminación. A. T. (9) Freud. T. et al. (6) Fiorini. Buenos Aires. Buenos Aires. Mesa redonda. Obras. H. 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