CONVERSANDO DESDE EL SILENCIO(1) Fray José Fernández Moratiel, OP. Fuente: dominicos.org 1. NECESIDAD DEL SILENCIO «Prestad oído y venid a mí; escuchad y vivirá vuestra alma» (Is 55,3) Presentar el silencio no es fácil. Hablar es un sin sentido porque el silencio es una práctica. Hay que ir por este camino de las no palabras sin adelantos, sin previsiones. Se puede decir, incluso, con ingenuidad, con pereza. Lo primero que hay que tener es una clara aceptación de la realidad del momento. Aceptar todo es lo importante para que aparezca la posibilidad del encuentro. Esto dará pie a que fluya lo que tiene que fluir. El silencio es una gran rebelión contra nuestro propio desorden. Es una rebelión contra el mundo interior. Se habla de rebeldía porque sospechamos que puede ser posible. Es una esperanza. Buscamos nuestra propia transformación atendiendo a nuestra propia profundidad íntima porque si Dios está dentro el reencontrarlo es nuestra tarea, nuestro derecho, nuestro deber. 1 Nuestro cuerpo también tiene que permanecer quieto.. Por lo tanto. El silencio no es prisión. Y es tan simple que aparece para vivirlo. Todo con tal de no abrazar al silencio. Tremenda resistencia. En el silencio se pueden romper los muros que nos separan de la vida. no es cuestión de leer ni de buscar soporte alguno que nos ayude a encontrarlo. Sólo el sospechar que se puede uno detener.. Parar la actividad física y mental suele traer y crear un vacío insostenible. escuchando música. Hay que enmudecer no solamente con la palabra. Cuando el silencio se hace presente se tiene la tentación de llenarlo cogiendo un libro. Es posible que descubra cómo me dejo absorber por la superficie dejando la fuente interior desatendida. 2 . Pero el silencio sólo es eso. Nuestro propio desorden ofrecerá resistencia al silencio.. Tengo que contactar con mi verdad interior porque todavía no sé lo que soy. Una inmovilidad hasta celular. Estamos llenos de gestos. Pero puede ser costoso estar en rebeldía porque lo cotidiano es el constante movimiento y estar inmóvil nos resulta insoportable. La mejor manera de pacificarse es dejar agotar nuestra agitación. El reposo es absoluto..En mi propia aventura puedo advertir cómo las cosas del exterior me hipnotizan. sobresalta. En el silencio se puede disfrutar de uno mismo y gustarse. Es respirar libremente. Es cuestión de saberlo de antemano y de no asustarse ante esta realidad porque desde ella misma encontraremos el camino. así es como puede ocurrir lo impensable. de ruidos. Ese sendero de nuestra agitación puede ser un camino precioso para el silencio. desasosiego. puros y sin contaminación.. Sólo así podremos ver cómo el silencio es nuestra verdad y nuestra salud. agresiones. Mi propia verdad habrá que recuperarla dentro. En su capítulo 2 se puede leer: «Entonces el Señor Dios modeló al hombre de 3 . desamparo. sin detenerme. No hay nada que asuste.. Porque en realidad tengo que llegar a Dios y a mis propios y auténticos compromisos con la vida.. 2.7) En el Génesis hay un pasaje que nos puede situar ante la práctica del silencio. Es bueno sentirlo porque este dolor puede ser el índice de nuestra falsedad. El gesto hacia el silencio tiene que brotar cada día desde el corazón.. pero no pasa nada. Nuestras complejidades. errores. a veces.Incorporar nuestro cuerpo al silencio es necesario porque nos llevará al reposo interior y a la paz.. Sin tensión. Estará esperándome en mi corazón. luchas. EL SILENCIO COMO PRÁCTICA «El Señor Dios formó al hombre de arcilla y sopló en su nariz aliento de vida» (Gén 2. Muchas veces nuestro dolor físico se opondrá al silencio. Todo ello se consigue si labro mi propio corazón sin mirar atrás. mentira. nos ocurre es que vemos desfilar sin parar las inquietudes de nuestras angustias. Todo es un sendero que se irá abriendo para llegar a nuestro corazón. sin esperar ni tender a nada. porque más allá estamos nosotros a salvo. sin obligación. sin pararme. Cuando uno se sumerge en el silencio lo primero que. y ningún obstáculo me puede detener. Es necesario no dar marcha atrás en el silencio porque hay que llegar hasta el final. En esa tierra neutra se está bien. es decir. En el silencio es lo único que hay que hacer. en la meditación es necesario atender al cuerpo buscando una postura justa. evadiéndonos. discurriendo.arcilla del suelo. es decir. al soplo. practicar. nos tenemos que volver de nuevo hacia el centro de nuestra atención. Todo se refleja en él.2) 4 . Respirar. para llenarla de Dios. ni dirigir nuestro aliento. Se dice: «No tengo tiempo ni para respirar». de respirar para disfrutar de este don. En la meditación hay que estar atentos porque tenemos dos grandes riesgos: fugarnos hacia arriba pensando. Aquí se ve cómo el hombre está hecho de arcilla. nuestra respiración. practicar. Nuestra arcilla está hecha para llenarla de vida. hay que señalar que no es necesario manipular. durmiéndonos... y el hombre se convirtió en ser vivo». Todo lo que se vive en el cuerpo se vive en la conciencia. imaginando. Simplemente observar y. sólo. Sólo esto ya es bastante. Por último. Buscando el propio equilibrio. Es cuestión. o fugarnos hacia abajo relajándonos. No favorece al Silencio el moverse continuamente.. divagando.. Nuestro cuerpo es nuestro hogar. Estar atentos a este espíritu. Este soplo es su espíritu. y cómo recibe un soplo. EL SILENCIO TE LLEVA A TU ORIGEN «En la casa de mi Padre hay sitio para todos» (Jn 14. No existe separación entre lo uno y lo otro. 3. Y luego es necesario atender a la respiración. La atención en la respiración es la atención al gesto de Dios que nos da su vida. Cuando nos demos cuenta de que algo de esto nos está sucediendo.. La movilidad del cuerpo habla de nuestra poca salud. Uno es según respira. Cuando se respira con atención nos damos cuenta de cómo estamos realmente. Así pues. sopló su nariz aliento de vida. tiene un cuerpo. Una casa no se improvisa. El vacío puede asustar. Espera siempre en mi corazón. Los espacios habitables son los espacios vacíos. La casa es un lugar donde uno es esperado. más detalles puede recibir.. Se ve cómo Dios mismo tiene casa. Se dice tanto. 5 . A veces no lo sabemos y no queremos introducirnos dentro de la casa porque incorporarse a espacios vacíos da estremecimiento. Es más. Los significados de la palabra «casa» pueden ser variados. Es un ser con una casa.. En la casa valen los metros «habitables».. A través de toda la Biblia se puede encontrar repetidamente esta palabra. Nosotros mismos somos una casa. Es un espacio en donde Dios se da a conocer. por eso el movimiento exterior ejerce tanto y tan poderoso atractivo. Por eso una sala es hermosa cuando está libre de cosas.En el capítulo 14 de san Juan se puede leer «En la casa de mi Padre hay muchos aposentos. La casa donde se vive es algo más que un espacio. no se debe nunca terminar la decoración porque debe tener siempre un espacio libre para poner algo nuevo. pero en la revelación se observa cómo es objeto de inmenso cariño. Ahí se da el encuentro y es posible la reunión y la acogida. Quizás no entre en mi casa porque no sé si me esperan. Cada uno somos casa «No soy digno de que entres en mi casa». más decoración. Dios está en mi casa. El hombre es una casa habitada por Dios. Se es feliz cuando uno sabe que le esperan en casa.». Tiene todo un sentido de vida. Cuanto más vacía. Por eso nos lanzamos frenéticamente a la acción.. La casa se va decorando poco a poco. «Si existes. Pero sólo cuando se deja todo y se entra en casa es cuando se sabe que alguien está en ella esperándote. No es para mí solo sino para compartir. Y. Es decir. Mi corazón es para Dios y para los otros. la manta que protege del frío de la noche. Suelta la rama y lánzate sin miedo». Recordemos la persiana echada en la hora de calor. tus sensaciones. Hallar la casa es hallar el gozo.. Volver a casa. La casa la hacen los que viven en ella. 6 .angustiar. el contento. le esperan las manos de su Dios. pregunta a Dios si existe. Es para los demás. Le contesta Dios: «Muchos me han dicho lo mismo.. No es un gesto de egoísmo. También hay que recordar que cuando se construye una casa siempre tiene que ser pensando en los demás.. a los abrazos de los que nos aman y queremos. Y es que nos olvidamos de que volver a casa es volver al calor. Vivir sin casa es vivir de espaldas a Dios. la tranquilidad. abajo. Recordemos aquel relato en el que una persona cae al precipicio y en su desesperación se agarra a una rama que sobresale. tus deseos. es la presencia del que no se va. El vacío es la presencia del Invisible. a nuestro corazón es volver a los brazos del que nos ama.. no intentes entrar en tu casa sin soltar antes tus objetivos. en esa situación. el pan en la mesa. sácame de aquí». Se siente uno protegido al amparo de todo peligro. Para entrar en el corazón es imprescindible soltar nuestras ramas.. Ese es el secreto: suelta la rama. El silencio también es para los demás. Nosotros vivimos como náufragos antes de volver a nuestra casa. Sólo se suelta uno cuando sabe que allí. tus pensamientos. antes que crear el vacío.. Mi casa la hace Dios y los que habitan conmigo. . Por eso duele tanto vivir fuera de casa. pez para buscarte... su manantial. Es aquel episodio en que María derrama el caro perfume de nardo en los pies del Maestro. El silencio nos hablará de todo esto.. ¿dónde estás? Te busco por todos los sitios. Vacíos para vivir. Si eres árbol me haré pájaro para llegar hasta ti y si estás en el mar.. Incorporarse a su principio. Por otra parte hay que recordad otra lectura del evangelio de Juan. si eres monte me haré liebre para correr en tu busca. Somos igual que el agua. Este es también mi misterio. no nades. Eso mismo nos dice Dios en el silencio: «Siente la paz en tu casa. Soy eterno.». El silencio te lleva a casa. El encanto del silencio es que nos hace vacíos. no vueles. La llave de mi casa. pero luego se deshace para buscar su origen. Es más fácil y se puede cumplir porque es la esperanza hecha amiga y compañera. Siempre nos gusta oír expresiones así: «Quiero que te sientas como si estuvieras en tu casa». En la casa se encuentra la clave. ni en el cielo que haya que alcanzarla. Y dice luego que toda la casa 7 . En el Deuteronomio se dice que la ley que Dios pone no está en el mar que haya que bucear para buscarla. Es como si lo mejor de Dios estuviera tan cerca de nosotros que ni siquiera nos damos cuenta. Dime. Todo busca el retorno a su origen. No es que tenga casa. Soy casa.¿Qué misterio es este de la casa? Cuando uno agoniza fuera siempre suplica: «¡Que me lleven a casa!». Siéntete bien en tu casa. Recordad aquello del enamorado que gritaba: «Amada. En tu corazón». Es algo así como: «Está en tu boca». No es bueno estar aquí como huésped. Y la amada contesta: «no corras. Nosotros vamos a la casa. su fuente. nos hace habitables. de mi corazón es el silencio. Es que soy casa. Ella sube a las nubes. Estar sin casa es estar como nómada.. Las puertas están abiertas para ti».. Echar a andar a la casa es buscar el camino de regreso.. Así de fácil es todo. Estoy contigo. para compartir. En la cumbre de la sierra luce como nieve. a la vez reniega del gesto.. En nuestro interior puede haber muchos judas impidiendo nuestro derroche nuestro gesto de amor. EL SILENCIO. La artesana está llena de detalle. En cada obra Dios pone sus manos. Mi vida. a tolerancia. y también de energía. de adorno. La cultura actual no da culto más 8 . Las huellas de la mano del artesano son su propia firma. amor.se llenó de perfume. Hay diferencia en cada persona. por tanto tener casa. No basta. de fuerza. tendrá así sentido y mi casa quedará perfumada. de ternura. Soy original. 4. Hay inspiración en cada obra. Es necesario derramar en ella el perfume de nardo para que toda la casa tenga olor de vida.2) Leyendo el capítulo 18 de Jeremías podremos encontrar un mandato de Dios: «Levántate y baja a la casa del alfarero y allí te hablaré». LABOR ARTESANAL «Levántate y baja a casa del alfarero. mi silencio.. a acogida sin juicio. atención. Pero Judas.. Es así como ha de ser nuestro gesto. es todo. Cuando se lee este párrafo se puede sacar alguna reflexión sobre el arte del alfarero y sus cualidades. El artesano trabaja con esmero. que son iguales a las de Dios. Dios me pone las manos. No bastan unas gotas. sin reproche. Impregnar las casas con la presencia del Otro. Mi perfume tiene que impregnar toda la casa y tiene que darse por entero para que sea eficaz. La obra industrializada es funcional. Y las manos tienen un lenguaje de amor. La huella no se puede falsificar como la firma. Poner las manos es poner afecto. El artesano da culto a la presencia.. Allí te comunicaré mis palabras» (Jer 18. Hay atención y silencio. Tiene que tener olor a bondad. Su característica es que hace su trabajo con las manos. Yo llevo la huella de Dios. ¡Quién sabe si Dios nos ha dado un centro a nosotros! Importa descubrir mi centro de gravedad. es el amor. E1 artesano vive en la atención. Hay gentes que se confían a todo con tal de no estar en el vacío. el centro de la vida de una persona puede ser el trabajo. 9 . Se dice que el sol es el centro. El silencio es una tarea artesanal. La vida es un misterio que alberga el silencio y la libertad. Y desde allí la vasija se mantiene en armonía. El silencio nos puede llevar a encontrar nuestro eje. Ser libre es un derecho y un deber. pero todo gira y se mueve gracias a él. Baila y danza con su propio equilibrio. San Agustín dice que su centro. Cada uno aprende a estar en donde está. A veces. Todo tiene su eje. Descansar en mi eje implica pagar el precio de la soledad. Se sacrifica la libertad para acoplarse al ritmo de la sociedad.que a lo rentable. El centro no se ve. Ser hombre es vivir en rebeldía. su peso. Pero es preferible. El amor puede ser un buen centro de gravedad. ¿Dónde busco yo mi centro? Si no hay sosiego en mi vida. El secreto del arte del alfarero es que da un centro de gravedad a todo lo que hace y desde su centro nos regala su esbeltez y hermosura. El disidente resulta castigado. No es fácil vivir al margen de la manada. Cuando hay dependencia no existe libertad y este valor sólo florece en el centro del ser. es necesario buscarlo en otro lado. Hay una dependencia del trabajo exagerada en el momento actual. Su ser es su creatividad. a lo rápido y productivo. Nos sometemos a todo y se pierde el centro. Es una especie de entrega y ofrenda a la Presencia. No hay que ceder en absoluto. equilibrio. Todo en el cosmos es armonía. Pide de nosotros la entera atención. Un eje desplazado llevaría a la obra a la caída. El broche de oro de la creación. Se ajusta uno a la colectividad. El cosmos vive en equilibrio. Ser libre es no entrar en la corriente. Haced las cosas por nada.. Es la alegría de renacer.. de lo oculto. no sé vivir. soplo. Cuando se va al interior de nuestro corazón también se corre ese riesgo. Así no se está en el centro de la vida.. Quizás habrá que vivirla hasta agotarla para poder entrar en el silencio. También de conquista. reconocimiento. El silencio no existe si existe el movimiento de nuestra periferia. logros. cambiar el exterior. conseguir. La vida es lo que se es. es algo eterno. Estamos tan contaminados que cuando salimos al exterior.. No se puede olvidar que todo lo que se logra se pierde. Dios da lo que es: luz. No fatiga lo que se hace por que sí. Lo que se es. la de mi silencio. adueñarnos de lo misterioso. En el silencio. Nos acoge cuando nuestro ego entra en paz y en sosiego. Se llama nada a lo Innombrable. de tener. domesticar. Y es que el ser humano no sabe dar pasos si no es en busca de alguna cosa. Mi verdadera historia será la de mi corazón. Fatiga todo lo que se hace por algo. Nadie da lo que no es. Siempre que se nombra lo inefable se deteriora y se empequeñece. 10 . Cuando el movimiento de mi vida no sabe entrar en descanso. Yo no soy libre si el ego está presente. Por eso en la vida se da lo que se es. Hay que retroceder en la forma de vivir porque la vida nunca es lo que se logra. Buscar. No es lo que se tiene. vida. Esa tendencia a adquirir no sirve para el silencio. posesiones y dominios. ganar conocimientos. manipularlo.. los hombres buscamos sacar provecho. Mi ego no es mi centro de gravedad. Las tres cuartas partes de la vida se pasan luchando por conseguir algo.. Es el centro de todos los deseos.El silencio llega cuando mis energías entran en descanso. La adquisición conduce a la violencia. Nos olvidamos de que para ser hombre no hay que llegar a ningún sitio. permitíos no buscar nada. Es una enfermedad eso de adquirir. El silencio hay que hacerlo con gratuidad. Primero se desahoga el pulmón. Está claro que los ruidos impiden la conversación. Es un don. Vuestro Padre conoce vuestras necesidades» (Mt 6. Una forma de hablar de la oración puede ser mencionarla como lugar de encuentro. como una relación. Nada para recibir. porque la última espiración que hagamos será la inundación de otra vida.78) La oración no se puede definir. No podemos ir al silencio desde nuestros conceptos. El soplo no se agotará nunca. 5. En la oración el actor principal es Dios. Para que se despierte la inspiración hay que espirar y soltar todo hasta quedarnos vacíos. No desde lo que sentimos. El silencio es un camino para nuestra relación con Dios.. Sólo nos damos las manos o nos abrazamos cuando en ellas no tenemos nada. decimos. El soplo que Dios nos da no tiene fin. No nos podemos entender en el ruido.. El silencio es un encuentro. La oración hay que hacerla desde el vacío. De hacerlo se le pueden poner límites. ser práctica. Lo que vale de ella es que puede acoger.. Sólo al saciarnos del aire podemos luego recibir el soplo con más fuerza. El vacío es nuestra plenitud. Un encuentro sólo espera el vacío.Pero no sólo el alfarero le da a su obra un centro de gravedad. Silencio. A una montaña no se le ven todas las laderas. Por eso la respiración nos ayuda a encontrar el secreto. Así pasa con la oración. nuestra salud. sabemos. sino que tiene otro secreto para que su vasija sea perfecta. Dios me hace vacío para poder recibir su soplo. La hace vacía.. Para que este encuentro se dé. Se nos regala el soplo gratuitamente.. Por eso 11 . No existe descripción válida. Ir al silencio es vaciarse para poder recibir. y todo encuentro se produce y se celebra siempre desde el vacío. El silencio es acogedor y por eso debe estar libre de todo pensamiento y pretensión. lugar de oración «Orando no seáis habladores. La vida está al margen de nuestra voluntad. es necesario el silencio. Desde nuestro silencio.. útil. que luego hay represalias». no me interesa en absoluto. de la denuncia. un disgusto nos pone serios y guardamos silencio. Mantengo la distancia y no deseo el diálogo. Silencio de debilidad: «¡Qué voy a decir!». Hay mucho más en el silencio. deja sin palabras. Silencio de la envidia: Cuando nos toca la envidia nos deja sin palabras y no sabemos reconocer nada del otro. Nos advierte. Es necesario descubrir las muchas dimensiones del silencio. Hay incomunicación. Uno no hace nada y el silencio va equilibrando. Guardo silencio porque me alejo de todo. Pero hay que reconocer que no todo silencio es positivo y que muchas veces nosotros practicamos silencios que no hacen más que interferir el encuentro. Todo va encajando. «En boca cerrada no entran moscas». Hay silencio pero no encuentro. Decido callarme. Nos alejamos también del conflicto. No se puede hablar. No hay alabanzas. Silencio del miedo: El miedo endurece cuando se presenta en la vida. Todo lo contrario que el auténtico silencio. «No seáis habladores». Es un silencio negativo porque es el silencio de la impotencia. Silencio de culpabilidad: No hablo porque «van a pensar que ». No me importa. Silencio de la indiferencia: Pasamos de todo. Tiene el poder de generarnos.. Es un silencio del bostezo. No hay cercanía. No hay 12 . Estoy enfadado y con mi silencio te estoy reprochando... Nos restaura. Cuando habla no lo hace sin ton ni son. Cuando la angustia aparece en la persona y se presenta en la vida. La garganta queda atenazada. Estoy irritado y me callo. Lo primero es silenciar todo. No hay apoyo. Toda Palabra va dirigida a alguien. estrecho.. No hablo porque «me van a echar a mí la culpa».el silencio tendría que estar como un derecho fundamental del hombre. El corazón también. ahogo. «mejor no hablar. de la apatía. Por eso Jesús hace oración de silencio. Silencio del mal humor: A veces. No se alaba ni se habla bien de nadie. Es un silencio pero desde el miedo. Recordemos algunos silencios negativos que forman parte de nuestra vida cotidiana: Silencio de angustia: La palabra angustia viene de angosto. Es un dicho muy general que explica bien al orgulloso. se refleja en el cuerpo. Ofrecer a cada uno 13 . Es un silencio enfermizo muy peligroso. A veces nos acosan en cada silencio y tenemos que descubrirlos como secuelas que viven y vienen con nosotros.comentarios positivos que refuercen. No hablamos con el mismo nivel. Jamás a un árbol le gustaría ser una flor. se calcifica. Todos estos silencios nos van enfermando y conduciendo a la incomunicación. Si nos creyéramos únicos no nos compararíamos con nadie. Es silencio peligroso hasta para la salud y muy negativo. de respeto. «Se le han subido los humos a la cabeza». Hablar tiene que ser para que el otro se dé cuenta. Estos silencios son ruidos tremendos que no nos permiten el encuentro con Dios en la oración. Acogemos a la persona con nuestro interés. Está bien que los reconozcamos. Es un quiste difícil de extirpar. El orgullo. Proporcionamos a una persona que nos visita este silencio para interesarnos por sus noticias. Aristóteles localizaba el orgullo en la cabeza. cuando se tiene. Oímos en silencio lo que nos propone. Cuando no se habla con alguien hay un trasfondo de muerte. No habría envidia. Silencio del rencor: El mal humor puede ir cristalizando en la persona que lo padece y es entonces cuando hace su aparición este silencio del rencor. Los silencios positivos son también muy variados y sólo vamos a recordar unos pocos: Silencio de humildad: Es el silencio del respeto. A cada uno Dios le pide lo suyo. siempre separa. Es necesario ir detectando cuál de ellos nos afecta en nuestra historia. San Juan dice que el que no ama a su hermano es un homicida. de consideración. porque sólo viéndolos podemos superarlos. Es necesario mucho tiempo para que se diluya. Silencio del odio: Este es mortal. Al tulipán no le pide que sea margarita. a veces. Es justo hacerlo así. Silencio de orgullo: Este silencio. Es necesario conocer muy bien nuestros silencios negativos para trascenderlos y superarlos e ir poco a poco serenándolos. Es un acto de amor. Estoy negando a la persona. Se incrusta. Silencio de asombro: Son maravillosos los asombros. Todo lo colma. ¡Qué gusto es estar en casa sin hablar! (Decía Mafalda en una de sus viñetas: «¿Cuándo vamos a ir a casa a callar un rato?»). Es importante que se dé este silencio pero para ello es necesario el «no saber». Y es que. La vida es maravillosa en sí.el gesto de nuestro silencio para que la escucha se dé desde la intimidad. basta con estar. Hay que asombrarse continuamente ante ella sin preguntar más. Los niños se entregan a ella y tienen una gran capacidad de asombro. Silencio de la alegría: Cuando uno alcanza la cumbre de la alegría se le colma el corazón y sobra la palabra. Silencio del amor: Es el silencio de la comunión. Cuando te quedas extasiado. Silencio de admiración: Es otro silencio que tiene gran calidad. Con un vaciamiento de todo conocimiento. Algo de esa persona atrae nuestra mirada y despierta este silencio que tanto beneficio acarrea.. ¿Por qué? No hace falta la pregunta. Se inicia con el no saber.. Se rompe al indagar. El milagro de una pupila hace innecesario hablar. La presencia todo lo llena. «Si no os hacéis como niños. Este silencio es necesario para recuperar este sentido. Cuando miramos a una persona con amor ya no es necesario pronunciar palabra. cuando existe el amor. Sin referencias. Como un niño pequeño ante lo nuevo y lo desconocido. no entraréis en el reino del Asombro». A la persona amada se la siente y no más.. Me quedo sin palabras. Es el silencio de la felicidad. no eres capaz de pronunciar palabra. boquiabierto. 14 . Este silencio se rompe cuando preguntamos.
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