Aaron Copland (1900–1990) Extracto del libro Cómo escuchar música (1939) Todos nosotros escuchamos música conforme a nuestras distintas capacidades. Pero para poder analizar el proceso de escucha de una forma más nítida, podemos dividirlo en las distintas partes que lo componen, por así decirlo. En cierto sentido, todos escuchamos música en tres niveles diferentes. A falta de una terminología más precisa, estos niveles podrían denominarse de esta forma: (a) el nivel sensual (b) el nivel expresivo (c) el nivel estrictamente musical. La única ventaja que nos proporciona esta división mecánica del proceso de escucha en estos niveles hipotéticos es una visión más clara de nuestra forma de escuchar. El modo más simple de escuchar música es escucharla por el puro placer del sonido de la música en sí mismo. Este es el nivel sensual. Se trata del nivel en el que escuchamos música sin pensar en ella, sin considerarla de ninguna forma. Uno enciende la radio mientras está ocupado en alguna otra tarea y distraídamente se deja llevar por el sonido. Una especie de estado mental sin pensamientos, pero atractivo, es generado por el mero atractivo sonoro que ejerce la música. Pongamos que el lector está sentado en una habitación leyendo este libro. Imagine que alguien toca una nota en el piano. Inmediatamente, esta simple nota basta para modificar la atmósfera de la habitación, lo que demuestra que el elemento sonoro de la música es un agente poderoso y misterioso, que no debería ser despreciado ni subestimado a la ligera. Lo sorprendente es que muchas de las personas que se consideran aficionados musicales cualificados abusan de este nivel de escucha. Van a los conciertos para abstraerse, y utilizan la música a modo de consuelo o de vía de escape. Se adentran en un mundo ideal en el que no es necesario preocuparse por la y este uso particular del sonido es parte integrante de su estilo y debe tenerse en cuenta durante la escucha. el tema sobre el que versa. tanto más expresiva les parecerá. una tormenta. a veces mayor. pues. que un acercamiento más consciente es plausible incluso en este nivel básico de escucha. Sí. otras menor. definirlo con firmeza. Es posible. Si así fuera. Esta percepción popular del significado de la música . El caso es que el elemento sonoro varía de un compositor a otro. el mensaje de la pieza. La atracción que ejerce sobre cualquier ser humano normal ya resulta evidente por sí misma. No debería creerse que el valor de la música es proporcional a su atractivo sensual. tampoco piensan en la música. de tal manera que todo el mundo quede satisfecho con la explicación. pero toda música encierra un cierto significado más allá de las notas y dicho significado constituye. ¿Acaso el mismo Stravinsky no declaró que su música era un “objeto”. Los compositores tienen su propia forma de eludir cualquier discusión acerca del aspecto expresivo de la música. Ahí radica la dificultad. un funeral o cualquier otro concepto familiar. No obstante. muy importante incluso. “¿Y podría explicar en pocas palabras cuál es este significado?” Mi respuesta sería que no. no obstante. en definitiva.realidad cotidiana. pero no es ni mucho menos el único. Ravel sería un creador superior a Beethoven. Con él nos adentramos inmediatamente en terrenos más polémicos. retirarse a un lugar para soñar. una “cosa” con vida propia y sin ningún otro significado que su propia existencia puramente musical? Esta actitud intransigente por parte de Stravinsky puede deberse al hecho de que mucha gente haya tratado de encontrar distintos significados a muchas de sus piezas. o que la música que suena más hermosa es la que está hecha por el mayor compositor. El lector puede ver. pero sin llegar a escucharla del todo. el atractivo sonoro de la música es una fuerza poderosa y primitiva. sensibilizarse con los diversos tipos de material sonoro empleados por distintos compositores. Es bien sabido lo difícil que resulta decir con precisión qué es lo que significa una pieza musical. El segundo nivel en el que existe la música es aquel que he denominado el expresivo. más les gustará. Pretenden que la música tenga siempre un significado. soñar con la música y soñar debido a ella. Ésta les permite huir. Cuanto más les recuerde la música a un tren. y cuánto más concreto sea éste. eso no debería llevarnos al otro extremo de negarle a la música su derecho a ser “expresiva”. Por supuesto. El nivel sensual es importante en la música. Todo este problema puede formularse de forma sencilla planteando la siguiente pregunta: “¿tiene la música un significado?” Mi respuesta a esto sería que sí. ya que no todos los compositores emplean dicho material de la misma forma. No hay necesidad de divagar más acerca del plano sensual. Mi propia opinión es que toda música posee un poder expresivo. pero no debemos permitir que éste usurpe una parte desproporcionada de nuestro interés. Las almas simples nunca estarán satisfechas con la respuesta a la segunda pregunta. Escuche cada tema. Ahora examine el tema triste un poco más de cerca. Sin embargo. más difícil resultará encontrar una palabra que lo defina de forma totalmente satisfactoria. Una tímida señora me confesó una vez que sospechaba que su apreciación de la música sufría alguna grave carencia debido a su incapacidad para relacionarla con cosas concretas. uno después de otro. con una infinidad de matices y diferencias sutiles. Escuche. Pero eso es darle la vuelta al asunto. serenidad o exuberancia. En ese caso. incluso aunque fuera posible. Sí. Será capaz. Esa es la razón por la que siempre encuentran más fácil de “entender” a Tchaikovsky que a Beethoven.(instigada e inducida por el tipo más común de crítico musical) debe disuadirse allá donde se encuentre. diría yo. Incluso puede llegar a expresar significados para los que no existe una palabra adecuada en ninguna lengua. en lo que respecta al compositor ruso. de dibujar en su mente un marco emocional en torno al tema. Trate de concretar con exactitud la naturaleza de su tristeza. En primer lugar. furia o deleite. y muchos más. Pronto se dará cuenta de que cada tema refleja un mundo distinto de sentimientos. la pregunta sigue en el aire. Porque la música que una y otra vez repite lo mismo necesariamente acaba por convertirse pronto en música aburrida. Mucho más fácil. ellos no ven la necesidad de hallarla. los músicos prefieren decir a menudo que se trata de un significado puramente musical. ¿Hasta qué punto un aficionado musical inteligente podría pretender fijar un significado concreto a una obra en particular? No más allá de un concepto general. pues. Pero a pesar de lo que sostengan los músicos profesionales. los cuarenta y ocho temas de fuga compuestos por Bach en El clave bien temperado. cada vez que se vuelve a una de sus piezas casi siempre le dice a uno lo mismo. También se percatará pronto de que cuanto más hermoso le parezca un tema. Y cualquier músico asegurará. en distintos momentos. En ocasiones van más lejos y aseguran que toda música tan sólo tiene un significado puramente musical. que ése es el motivo por el cual Beethoven es el compositor más grande. en otras palabras. Expresa cada uno de estos estados anímicos. por supuesto. si tiene ocasión. Sigue sin haber garantías de que otros vayan a quedar satisfechos con el resultado. es más fácil fijar un significado mediante una sola palabra a una pieza de Tchaikovsky que a una de Beethoven. remordimiento o triunfo. Lo que en realidad quieren decir es que no puede hallarse una palabra apropiada que exprese el significado de la música y que. ¿Es una tristeza pesimista o resignada? ¿Es una tristeza fatídica o risueña? Supongamos que tiene suerte y consigue describir en pocas palabras y de forma satisfactoria el significado exacto del tema escogido. los melómanos principiantes tratan aún de encontrar palabras específicas con las que concretar sus reacciones frente a la música. mientras que en el caso de Beethoven a menudo es bastante difícil señalar con exactitud qué es lo que está tratando de expresar. Pero . Además. sabrá con certeza si se trata de un tema alegre o uno triste. La música expresa. pero aquella cuyo significado varía ligeramente con cada escucha tiene una mayor oportunidad de mantenerse viva. Los músicos profesionales. Salta a la vista que está compuesto por elementos distintos. quizás. Ahí es donde empiezan los problemas. Pero la armonía y el color tonal generalmente se obviarán. dirán que no significa nada más allá de las propias notas. no espere que tenga exactamente el mismo significado para usted cada vez que vuelva a ella. La fuerza y el vigor extraordinarios del tema tienen como resultado que el oyente reciba la impresión de que acaba de hacerse una declaración enérgica. . No se trata de un poder que provenga simplemente de que la música suene a un volumen elevado. Tome por ejemplo el primer tema principal de la Novena Sinfonía. el objetivo de este libro es hacer que tomen conciencia de la música en este nivel. en lo que a las notas se refiere. Cometen a menudo el error de abstraerse en sus arpegios ystaccati hasta tal punto que dejan de lado los aspectos más profundos de la música que están tocando. etc. la música también existe en términos de las notas en sí mismas y de su manipulación. no se trata tanto de superar malos hábitos en el nivel estrictamente musical como de ampliar la conciencia de lo que está ocurriendo. En gran parte. mientras que los aficionados tratarán de aferrarse con ansia a cualquier explicación que les haga creer que se acercan al significado de la música. cualquiera que lo oiga percibirá inmediatamente un sentimiento de fuerza. se trata de una idea que por lo que parece jamás se le ha pasado por la cabeza. tienden a ser demasiado conscientes de las simples notas en sí mismas. y no tiene un significado único. en su exasperación. No obstante. un sentimiento de poder. por otro lado. Es un poder inherente al propio tema. por supuesto. Sin embargo. Y si se trata de una gran obra de arte. El tercer nivel en que existe la música es el nivel estrictamente musical. de forma similar. el lector pueda comprender mejor lo que quiero decir cuando digo que la música sí tiene un significado expresivo. Cuando una persona de a pie escucha las “notas en sí mismas” con cierto grado de concentración. El ritmo posiblemente sea lo siguiente que llame su atención. por lo general. Puede que oiga una bonita melodía o puede que no y.tampoco es necesario que las haya. si es que acaso se piensa conscientemente en ellos. Pero desde el punto de vista del profano. Los temas o las piezas no tienen por qué expresar una sola emoción. Y en cuanto a que la música tenga algún tipo de forma definida. Además del sonido placentero de la música y del sentimiento expresivo que ésta desprende. de una pieza musical completa. pero que no es posible expresar en pocas palabras este significado. ahí se quedará el asunto. Lo importante es que cada uno siente por sí mismo la capacidad expresiva específica de un tema o. Los músicos. probablemente haga alguna mención a la melodía. no se debería tratar de reducirla a algo así como “el fatídico martillo de la vida”. en especial si parece emocionante. Ahora. La mayoría de los oyentes no son suficientemente conscientes de la existencia de este tercer nivel. lo que resulta análogo a la naturaleza expresiva de la música. el compositor debe también estar dentro y fuera de ella. Lo mismo se aplica cuando escuchamos música. casi como el compositor en el momento en que la compone. manipula su material. uno presta atención a los actores y las actrices. Una actitud subjetiva y objetiva es implícita tanto a la hora de crear como de escuchar música. las armonías y los colores tonales de una forma más consciente. el oyente ideal está a la vez tanto dentro como fuera de la música. Es este sentimiento general. Debe oír las melodías. Simultáneamente y sin pensar escuchamos en los tres niveles. escuchando de las tres maneras al mismo tiempo. deseando que vaya en una dirección y viéndola ir en otra. La trama y su desarrollo son el equivalente de nuestro nivel estrictamente musical. Su conciencia los abarca todos ellos al mismo tiempo. sonidos y movimientos. el lector debería esforzarse por escuchar de una forma más activa. dejándose llevar por ella y a la vez ejerciendo una crítica implacable. El nivel expresivo en el teatro se derivaría de los sentimientos que nos embargan debido a lo que ocurre en el escenario. un cierto ente emocional que existe sobre el escenario. Uno experimenta lástima. en cualquiera de los dos ámbitos. lo que se pone en uso es material musical real. Pero por encima de todo debe. saber algo sobre los principios de la forma musical. En realidad. entusiasmo o alegría. nos convertiremos en oyentes más inteligentes. Según nuestro grado de conciencia del modo en que el artista. Tanto si uno escucha a Mozart como a Duke Ellington. ya que lo hacemos de forma instintiva. vestuarios y escenarios. Todos estos elementos dan la impresión de que el teatro es un lugar agradable. nunca escuchamos en uno u otro de estos niveles. Me permito repetir que he dividido mecánicamente los tres niveles distintos en los que escuchamos simplemente en aras de una mayor claridad. para poder seguir la línea de pensamiento de un compositor. Lo que hacemos es correlacionarlos. Tal vez una analogía con lo que nos ocurre cuando vamos al teatro sirva para aclarar esta correlación instintiva. El oyente inteligente debe prepararse para ampliar su conciencia con respecto a dicho material y a lo que ocurre con él. Después de todo. No supone ningún esfuerzo mental. es posible profundizar en la comprensión de la música tan sólo siendo un oyente más . los ritmos. que surge independientemente de las palabras específicas que se pronuncien. porque para poder componer su música. juzgándola y disfrutándola. Es bastante evidente que el aficionado al teatro nunca es consciente de ninguno de estos elementos por separado. Por lo tanto. El dramaturgo crea y desarrolla un personaje exactamente del mismo modo en que un compositor crea y desarrolla un tema. Escuchar todos estos elementos es escuchar en el nivel puramente musical. Constituyen el nivel sensual en nuestras reacciones con respecto al teatro. En cierto sentido.Es muy importante para todos nosotros ser más receptivos a la música en su nivel puramente musical. En el teatro. revisado y editado por Belisario) escuchar música. (traducción del segundo capítulo del libro Cómo traducido por KRTU. no alguien que simplemente escucha.consciente y atento. sino alguien que escucha con atención. .