Colombia y las aves en Estaba la pájara pinta sentada en el verde limón, de Alba Lucía Ángel

April 3, 2018 | Author: Anamaría Granada | Category: Birds, Image, To Kill A Mockingbird, Novels, Irony


Comments



Description

Un pez en el aire, un pájaro en el agua: las aves como interludio a la realidad en Estaba la pájarapinta sentada en el verde limón. Estaba la pájara pinta sentada en el verde limón (1975) de Alba Lucía Ángel, es una novela que se caracteriza tanto por su experimentación formal, como por la exitosa condensación que hace sobre los efectos de la Violencia y la política en Colombia. Al explorar la forma del flujo de conciencia, o del recuerdo y la memoria, Ángel resalta la importancia que tienen las impresiones emocionales, sensoriales y simbólicas en los lugares que le incumben. Así, a medida que avanza la novela vemos que objetos tales como las flores, el uniforme de colegio, las canciones populares y religiosas, ir a misa, etc… se van convirtiendo en referentes comunes a los personajes y que suelen haber tenido una impresión en la memoria o la conciencia de quien narre. En el relato de Ana, aparece una suerte de leit motif: “Un pez en el aire, un pájaro en el agua”, que visibiliza la presencia innegable de muchas otras aves en la novela. El lugar de las aves en la novela inicia en el título y a partir de ahí, aparecen en diferentes momentos, contextos, presentaciones y significados. La novela comienza con un “Vendrán, seguramente de Tailandia” (p.11), que se refiere a unas palomas que “vienen de Tailandia o de quién sabe dónde, pero que existen, son” (p.13), y de ahí, aparecen de manera constante, como garzas, como gaviotas, como alcatraces, entre otros. Lo que me propongo hacer en este trabajo no es develar el significado de esto, sino resaltar que la pertinencia de la figura de las aves en la novela, es precisamente que no se puede atrapar su significado, porque bien puede referirse a una paloma como tal, o a los pájaros conservadores1, a la paz como paloma, pero “que existen, son”, y como tal, le dan vuelo a la profundidad simbólica de la novela. Cuando comencé a notar la repetitiva incidencia de la figura de las aves y a buscar su significado, me vino a la mente la idea que se presenta en la novela de Harper Lee, Matar un ruiseñor (1960), donde el ruiseñor se convierte en la imagen por excelencia de la inocencia, y así, matar a un ruiseñor, que no hace más que cantar lo que hay en su corazón, es un pecado. Este significado del ave coincide con el pasaje donde se refieren a la ronda infantil de la pájara pinta: ¿Te gustaría ser pájaro? A mí, pues claro: ¿y tú…? ¿A mí, ¡pues claro…!, y sin hacerle caso a Rudolfina que las amonestaba ¡se romperán la crisma, niñas!, ¡que se bajen de ese árbol…!, seguían cantando a voz en cuello: estaba la pájara piiiinta sentada en el verde limón, con el pico recoge la cooola, con la pata retoma la flor, hasta que Rudolfina fue a buscar la escalera que don Jesús usaba para encalar los muros: ¡cero en conducta!, gritaba sulfurada: ¡cero en conducta esta semana!, mientras buscaba entre las ramas a las pájaras pintas, que ya se habían volado. (p.166) Pero el significado de ave como inocencia o inocente se queda corto, ya que en esta escena, las pájaras se vuelan, se liberan y se alejan de la madre Rudolfina que las amonesta y, como figura, representa un dispositivo de control y represión de la niñez y la feminidad. En otra ocasión, cuando Ana recuerda a Roberto, el loro, se presenta una escena en la que Sabina responde al llamado de “¡Sabina! ¡los sobrados!” (p.99) y ella corre a alimentar las gallinas, 1 me referiré a esto más adelante de nuevo. se evidencia que los pájaros pueden entenderse como símbolos de personas o de sujetos dentro de una sociedad: en el caso del mito de Delfos. resolví que andaría con esa miel aunque me enmelotara. el sentido de las aves se va esclareciendo: las aves suelen aparecer en oposición a algo o en contraste con algo: en oposición al silencio. como un ejército. así que los pájaros cantan “las princesitas habitarán en la ciudad errante” y a esto le sigue. donde el bathos funcionaría de manera inversa: la canción infantil se desplaza hacia una metáfora de la pérdida de la inocencia o de la liberación ante la represión. así como el pueblo colombiano o como el hombre fatigado por la miseria y el dolor. que podría indicar un pueblo como el de la novela. tan no sé. Lorenzo escribe un poema fechado abril cuatro: (…)tú/y yo/caminando/como por un colchón de plumas/mientras que pasa una gaviota/qué bueno/bañarse/diré yo/mientras las olas /van y vienen. Este pájaro la interrumpe. Cuando miré la cama y las rosas y aquellos pajaritos. Luego. Ana habla de Valeria y de sus reuniones para leer manifiestos: “Cuando la vi tan decidida y yo tan tiquismiquis.” Aquí. la engaña. se muere. con un capitán y seguidores “El alcatraz-cabeza (…) ordena el rumbo (…) los demás lo imitan. en la página 136. Es una disonancia que produce risa en el lector. En la página 123 se hace un recuento del mito de Delfos y la isla rodeada de pájaros: se pierden las tres princesas del rey y nadie se atreve a revelar su paradero. todo muy femenino y virginal. De aquí. En la página 154. toda una escena sobre el movimiento en masa de aves. y si no se la aprieta lo suficiente. en oposición a la juventud. En estos casos. se contrasta cómicamente con el germen de racionalidad y valor que representa Valeria. ya sea la paz o sea la guerra. tan niñita educada.pero cae en la cuenta de que no fue más que el canto de Roberto. pues Lorenzo está en la cárcel y dice que lo que más le molestan son los barrotes que contrastan con la imagen de la gaviota que pasa -creo que es importante que sea solo . más bien es un paso de lo urgente y lo alarmante a lo común. entre rosas. y pareciera no tener un mayor significado que ese./¿te gustaría?. Se quedan suspendidos en espera de algo…”. la imagen de los pajaritos en la cama. las aves son testigos y también son memoria. Aquí pareciera operar de manera similar a lo que sería bathos. tan salida de un cuadro de Renoir. y luego las manos de mamá Inés. las pájaras pintas ya se habían volado de nuevo. se comienza a develar también la ironía y la comicidad con la que Ángel presenta a estas aves en contraste con la escena en la que están. siempre a la espera de algo. Este intercambio indica. aquí son como ejércitos y necesitan un jefe al mando y están a la espera. me veo ante la imposibilidad de poder asir un único propósito de la figura. Y este sentido pareciera corresponder más directamente con lo que sucede en la novela. Esto resuena con la paradoja que es la imagen del ave como la paz o como la inocencia y que si se la tiene entre las manos y se aprieta mucho. Así que. pero no es un paso de lo sublime a lo común. se escapa. en contraste con la rigidez de la adultez o en contraste con el desorden. voy a exponer otros casos en los que las aves aparecen de manera espontánea y que pasaría desapercibida si no fuera por el hecho de que sea tan obvia su inserción. Y así fue. en la página 124. pero debo referirme de nuevo a la escena de la pájara pinta. Entonces. aquí. te aseguro. de nuevo. en el caso del vuelo de las aves. En la página 228. con estos ejemplos. Ahora. que la inocencia no es el único sentido que enmarcan las aves. El lugar o los motivos detrás de este poema son irónicos. una cierta sensación de complicidad con los personajes que también ven cómo chocan las imágenes con lo que están viviendo. el narrador se refiere a las fatigadas manos de mamá Inés “cual aves que ya volaron demasiado”. aves fatigadas. le dijo la Pecosa en un susurro.y que corresponde a su sueño. son muchas más palomas que cuando la visita de la Virgen de Fátima. y otro tirado boca arriba. entramos en la conciencia de Ana mayor. son los mismos canarios que cantan ante lo absurdo que es que asesinen estudiantes en una marcha pacífica. a correr del balcón a la puerta. pero se para en seco. En la página 273. acomoda la regadera en el estante. La tan pregonada libertad (…) La libertad de que hablan en los libros. da unos pasos al frente como el que va a salir corriendo. ¡Dios bendito…!. cuando pasaron revoloteando las palomas y el gentío de la plaza se quedó como si hubiera visto un globo o una cometa. Pero la novela tiene dos momentos específicos donde los personajes se refieren a las aves presentes en momentos determinados. cuando Liborio se lleva las dos manos al pecho.” (p. los pájaros. que se dice que el teniente Muñoz Sastoque representa en la novela a Gustavo Rojas Pinilla . sean lo único que tiene sentido en esta escena tan atroz y tan llena de horror. cierra la jaula de los canarios.282) 2 encontré en varios comentarios sobre la novela. De la que hablaba el alcalde aquella vez. Ana hace un recuento de quiénes están presentes en la plaza de Bolívar en 19532: “y fue entonces cuando se sintió el aleteo por encima de los árboLes y todo el mundo dijo ¡ahhh…!. cuyo símbolo era el cóndor y que respondían a la extrema derecha. y el muchacho la oye (…) ella está por decir. montones. en el ajetreo matutino con Sabina: “No sé si comenzar de nuevo con el disco pero es lo que antes comentábamos. y ve al otro estudiante con el cráneo como rajado por un hacha. de la puerta al balcón. mientras que los canarios trinan…” Podemos ver que la imagen de los canarios establece un inicio y un final a una imagen cargada de ironía. sinvergüenza. luego siguen escenas de estudiantes dentro de la masacre. con la cara desfigurada del impacto. El segundo momento donde algo así ocurre es cuando el teniente general Gabriel Muñoz Sastoque asume la presidencia. las rodillas en tierra y la cabeza metida en una alcantarilla que no tiene la tapa. se refieran puntualmente al grupo conservador de asesinos a sueldo. pero vuelven a aparecer en la página 248: “¡Liborio…!. como sucedió en junio de 1954.una. y otro con una piedra destrozada. en vuelo apretujado hacia quién sabe dónde. grita. ¡Diosbendito…!. y haciendo un gesto de que sí. cuando las vio cruzar tan raudas y veloces. que hace fresco.235). cambia el agua…” (p. Estos canarios que representan la burguesía. El primer momento en el que esto sucede es cuando se están narrando los hechos del 8 y del 9 de junio: “doña Bonifacia (…) comienza a tiritar como una mirla en tierra fría. miles. y luego el tiroteo que no cesa y la aturde. y estas parecieran cobrar todos los sentidos que hemos discutido anteriormente. y ella pensó que eso era cierto. o la narración de los artículos en El Tiempo. donde la imagen de las aves retumba a través de toda la narración. despepitada. También está la ironía de que dentro de esta novela. las piernas se le doblan. mientras oía al señor alcalde que comenzaba su discurso” Luego. la clase alta bogotana. qué estás haciendo en esa gresca. y comienza a vociferar. Es irónico que estas figuran tan salidas de un cuadro de Renoir. a que sí. que son atendidos diligentemente por doña Bonifacia y que hacen parte de su casa alejada de la bestialidad del resto del país. de manera sucesiva. Y encontramos que las palomas hipnotizan hombres. entonces. 2006. es una novela que ofrece muchos espacios para discutir. Philadelphia: Lippincott. Print. “Modern Fiction". como los arrendajos y Ana misma. interrumpe su discurso. The Broadview Anthology of British Literature: The Twentieth Century and Beyond. . Pero también se puede ver como una metáfora para la libertad que se escapa “hacia quién sabe dónde” y que coincide con lo que sucede en Colombia ante el Frente Nacional. Harper. su mamá le dice que silbar le pone la boca bonita. 227. responde a la manera en la que Alba Lucía Ángel los pone en situaciones que fuerzan una pausa o un cierto detenimiento de la mente tanto del lector. pero que el sentido de esto se les escapa. quiso saber la monja la primera vez que ella empezó como un turpial debajo del pupitre. que aquel símbolo de libertad que tanto pregona el alcalde y que es utilizado para un efecto dramático. Print. Virginia. a un solo sentido. como los arrendajos. pero ya la segunda no le hizo tanta gracia y la metió en el coso porque silbar no es cosa de niñas”. entre otras. que se ven obligados ante el abismo caótico que es la violencia. distrae a su pueblo. se burlaba Sabina despectiva. pero los arrendajos son pájaros que imitan animales (…) ¿dónde hay una avecilla…?. 1960. literaria. (p. Lee. Sobre esto. Siento que el tema de los pájaros. que les suceden cosas y no saben por qué. así como Ana imita a los pájaros y en la novela el sentido de los pájaros es elusivo y engañoso. Albalucía. y desde los cinco comenzó a ejercitar el arte del silbido. que las aves son una gran columna en la novela y creo yo que es porque no responden a un solo uso. como de quien narra en ese momento. la siguiente escena: “(…) ella silbaba porque se te pondrá la boca muy bonita. Bogotá: Ediciones B Colombia. To Kill a Mockingbird. Pareciera que Alba Lucía Ángel se vale de la imagen de este animal al que se le pueden añadir millares de significados. en el silbido de Ana porque por un lado. Joseph Black. que juega con la monja y que se burla de lo que la monja representa. que parecieran estar desprovistas de sentido. sensorial y emocional impenetrable. Woolf. o hablar de ellos. Estaba la pájara pinta sentada en el verde limón. para representar que hay algo que se le escapa a la mente del colombiano. El colombiano. Print. Hemos visto. y creo que es por eso que se convierte en un asunto un tanto angustioso: el verse rodeado de aves de “quién sabe dónde”. los arrendajos imitan animales. También vemos en este pasaje la inconsistencia del sentido de los pájaros. pero que en cambio contienen en la imposibilidad de ser aprisionadas o de asirlas. le enseño su mamá. Ed. o los personajes de la novela manifiestan que hay algo que no comprenden. Estaba La Pájara Pinta Sentada En El Verde Limón.283) En esta escena. una profundidad semántica. 2015. lo cual se diría que es muy femenino. Anamaría Granada Martínez REFERENCIAS Angel. pero la monja le dice que silbar no es cosa de niñas.
Copyright © 2024 DOKUMEN.SITE Inc.