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March 24, 2018 | Author: Chucho Mendoza Mejía | Category: Mexico, Cultural Diversity, Languages, People


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Convocan a conformar elInventario del patrimonio cultural inmaterial L a música, la festa popular, el vestido y la lengua forman parte del patrimonio cultural inmaterial de México, en cuya valoración, a nivel internacional, se están dando pasos signifcativos. El pasado 22 de noviem- bre, como eco a la iniciativa de la Organización de las Na- ciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), se lanzó en México la convocatoria nacional para conformar el Inventario del Patrimonio Cultural In- material que requiere urgente salvaguardia. > continúa en la 5 lo popular lo indígena es cultura lo indígena lo popular es cultura lo popular lo indígena es cultura • IX Entrega del Premio Nezahualcóyotl de Literatura 2006 • VII Festival de la Huasteca • II Omawari de las Naciones Hermanas • VI Encuentro Lingüístico y Cultural del Pueblo Maya • Festival maya zoque en Yajalón, Chiapas • II Festival de Poesía: Las Lenguas de América a ñ o 0 » N ú m . 3 » o c t u b r e - d i c i e m b r e 2 0 0 6 Secciones 10 » El corazón en las manos 16 » El Librero 20 » La Tonada 21 » Los Documentos Metodología y Criterios Generales para la Salvaguardia del Patrimo- nio Cultural Inmaterial de México Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial El Camino Real de Tierra Adentro: Una ruta con historia Alfonso Flores D. Pág. 12 Los huaraches de don Miguel Jackie R. Ibarra Pág. 10 CONVOCATORIA Para conformar la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia en México Pág. 24 D i s t r i b u c i ó n g r a t u i t a Órgano Informativo de la Dirección General de Culturas Populares e Indígenas F o t o : A l f o n s o E s t r a d a G a r c í a Griselda Galicia Seis años de trabajo D urante la presente administración, la Dirección General de Culturas Populares e Indígenas del CONACULTA avanzó en la creación de condiciones que posibilitan el diálogo intercultural, así como la expre- sión de la riqueza y diversidad cultural de nuestro país. > continúa en la 4 Homero Bazán ¿ Editorial Directorio Sra. Sari Bermúdez Ochoa Presidenta del CONACULTA Soc. Griselda Galicia García Directora General de Culturas Populares e Indígenas, CONACULTA Lic. Silvia Olvera Sánchez Directora de Desarrollo Regional y Municipal Lic. Daniel González González Director de Desarrollo Intercultural Lic. Teresa Blanco Moreno Directora de Promoción e Investigación Mtro. Marcos Sandoval Cruz Director del Museo Nacional de Culturas Populares Mtra. Ana María Gómez Gabriel Coordinadora del Programa de Arte Popular C.P. Enrique Segovia Reyes Delegado Administrativo El Caracol es una publicación trimestral gratuita de la Dirección General de Culturas Populares e Indígenas del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes; el contenido e imágenes de artículos frmados son responsabilidad de su autor. Dirección editorial: Teresa Blanco Moreno Coordinación de contenidos: Obdulia Ibarra Martínez, Ana Lucía Molina Garza Galindo y María del Carmen Ruiz Hernández • Corrección y producción: Virginia Careaga Covarrubias, Alfonso Rodríguez Díaz, Eustaquio Calva Paredes y Victoria Rodríguez Irizar • Con la colaboración de: Homero Bazán, Marcelo Jiménez Santos, Minaluaztekatl Vázquez, Alfonso Flores Domene, Jackie R. Ibarra, Fernando Híjar • Concepto y diseño editorial: Mónica Méndez Padilla Jiménez • Coordinación de fotografía: Fernando García Álvarez • Foto de portada: La oración de una niña de Alfonso Estrada García, Mención honorífca en el Concurso Nacional de Fotografía “Jóvenes por la diversidad cultural y la igualdad de oportunidades”. © 2006. Dirección General de Culturas Populares e Indígenas Av. Paseo de la Reforma 175, piso 12, Del. Cuauhtémoc, México, D.F. www.culturaspopulareseindigenas.gob.mx El contenido de esta publicación se puede reproducir o copiar siempre y cuando se cite la fuente original correspondiente 2,500 ejemplares De vasto signifcado, el caracol, junto con el huehuetl y el te- ponaxtle llenaron de color y sonido el pueblo mesoamericano, es por tanto símbolo de nuestra cultura desde tiempos ances- trales. En la actualidad el caracol es rasgo de cultura popular en tanto que representa y evoca personajes, lugares, sonido, armonía, ritualidad, modo de vida y creación artística. Para el pueblo maya representó el tiempo cíclico, el mo- vimiento, el elemento vital, el agua, y por lo tanto la vida. El cero, símbolo numérico creado por este pueblo se representa con un pequeño caracol. Para los pueblos del Valle del Anáhuac representó tam- bién al mar, símbolo de maternidad y de vida. Los círculos concéntricos que forma el molusco en su con- cha, muestran el movimiento cíclico, tal como lo es la cultura, elemento vivo en constante transformación. La voluta de la palabra nace de este símbolo de sonido y comunicación que es el Caracol. H oy día celebramos que en la agenda internacional, particularmente en la de la UNESCO, se encuentran dos temas fundamentales para la pre- servación y el desarrollo de las identidades colectivas: el de la diversidad y la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial. Asimismo, nos congratula que la sociedad privilegie transitar en el marco de lo plural, porque ello le permite afrmar el derecho a la diferencia y reconocer los derechos de la otredad, pues ambos puntos son relevantes tanto para el for- talecimiento de las múltiples identidades colectivas como para el logro de una coexistencia pacífca. La diversidad cultural fue considerada en la 30a. sesión de la Conferencia Ge- neral de la UNESCO (1999), como promotora del desarrollo y, por tanto, una de las principales riquezas de la humanidad que debían ser afrmadas. Tal reconoci- miento fue acompañado con la Declaración Universal sobre la Diversidad Cultu- ral en el 2001, cuya importancia está de manifesto en el Artículo 1 que subraya: “La diversidad cultural es para el género humano, tan necesaria como la diversi- dad biológica para los organismos vivos.” Es claro que la afrmación y el reconocimiento de la diversidad cultural es importante en la medida que es: 1. Fuente de identidad. 2. Promotra de la creatividad y el desarrollo. 3. Factor clave para la coexistencia de los diversos grupos que componen una nación, por lo que es garante de la paz y la convivencia pacífca. Paralelamente, con la aprobación de la Convención UNESCO para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural e Inmaterial en el 2003, la cultura viva se ha convertido en otro de los temas cruciales de nuestro tiempo. Su importancia radica en que reivindica los valores y símbolos culturales propios de los pueblos, comunidades y grupos sociales que conforman una nación. El patrimonio cultural inmaterial es resultado de procesos sociales que se ge- neran al interior de contextos específcos. En su producción intervienen clases sociales, fuerzas políticas y organizaciones con distintos intereses. De ahí que su principal cualidad radique en ser una construcción colectiva fruto de la creativi- dad y la imaginación de los pueblos, comunidades y grupos. En esta perspectiva, las expresiones de la diversidad cultural no son naciona- les, en tanto que no abarcan a todos los sectores, etnias, grupos y pobladores de la nación; sus manifestaciones, por el contrario, suelen ser representativas de la historia local de cada sector de la población; justamente por eso la diversidad cultural es fuente de riqueza. Y por ello, también toda identidad colectiva crea un sentimiento de pertenencia común, contribuyendo a la formación de sociedades libres y de carácter democrático. Griselda Galicia García Directora General de la DGCPI µ octubre - diciembre · 2006 Esta convocatoria nace como una pro- puesta de la UNESCO con relación a su programa de Proclamación de Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmate- rial de la Humanidad. México, como Es- tado miembro, integró un órgano nacio- nal para la protección de la herencia oral e intangible, el cual selecciona expresio- nes culturales en peligro de desaparición y las propone como parte del inventario del patrimonio mundial. El inventario de manifestaciones in- cluye: lenguas, literatura, poesía, música, canto indígena, autóctono y popular; ar- tesanías y arte popular; danzas y festas tradicionales; medicina tradicional; jue- gos y juguetes tradicionales; indumenta- ria; gastronomía; teatro y títeres; cultura popular y biodiversidad; memoria histó- rica; vida cotidiana y lugares sagrados, las prácticas comunitarias, los medios y espacios de comunicación alternativos. El CONACULTA es la instancia res- ponsable, desde hace cuatro años, de trabajar por la conservación, protección y salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial. Bajo la coordinación de Gri- selda Galicia García, directora general de Culturas Populares e Indígenas, se formó el Grupo de Trabajo para la Pro- moción y Protección del Patrimonio Cul- tural Inmaterial de México, el cual esta- blece la metodología y los criterios para conformar el Inventario. En este Grupo participan funcionarios y expertos del ámbito artístico, cultural y académico de los sectores público y privado. Sumar esfuerzos para realizar este Inventario constituye un paso indis- pensable en la defnición de políticas públicas para el fortalecimiento y la revi- talización de la diversidad étnica, lingüística y cul- tural de nuestro país, así como para la afrmación y el desarrollo de nuestras riquezas culturales. El Grupo de Trabajo está integrado por el CONACULTA (Secretaría Técnica B, Dirección General de Asuntos Interna- cionales, Dirección General de Culturas Populares e Indígenas, Dirección General de Vinculación Cultural, Coordinación Na- cional de Patrimonio Cultural y Turismo, Instituto Nacional de Bellas Artes, Instituto Nacional de Antropología e Historia), Se- cretaría de Turismo (SECTUR), Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), Instituto Nacional del De- recho de Autor (INDAUTOR) e Instituto Na- cional de Lenguas Indígenas (INALI). En la ceremonia, Griselda Galicia des- tacó la importancia de la diversidad cul- tural de México y la riqueza de su patri- monio cultural inmaterial: “El que ahora estemos trabajando en esta convocatoria es fundamental para posicionar la mirada en los creadores, promotores culturales y en las comunidades, en quienes recaerá la acción de la salvaguardia. Las insti- tuciones de gobierno a ámbitos federal, estatal y municipal, tendremos como fun- ción acompañar estos procesos y, sobre todo, generar las condiciones para que estas expresiones puedan tener futuro y sean consideradas parte de un esquema de desarrollo nacional”. En estas tareas, la coordinación en- tre los tres ámbitos de gobierno y la so- ciedad civil coadyuvará a la integración del Inventario, así como de directorios de expertos e instituciones vinculadas al patrimonio cultural inmaterial a nivel lo- cal. Asimismo, se realizará la revisión de marcos jurídicos y normativos, y la ins- trumentación de programas educativos, de sensibilización y de difusión. La Noticia > de la portada...patrimonio cultural inmaterial... F o t o : L o r e n z o A r m e n d a r i z / C D I - F o t o t e c a N a c h o L ó p e z La festividad dedicada a los muertos está reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la humanidad En la ceremonia de lanzamiento de la convocatoria F o t o : F e r n a n d o G a r c í a Á l v a r e z ¿ La Noticia Se fomentó la preservación de las manifestaciones populares urbanas, rurales e indígenas y se desarrollaron programas de iniciativa social, así como de impulso y fortalecimiento institucional. Lo anterior fue dado a conocer por Griselda Galicia, directora general de Cultu- ras Populares e Indígenas, al rendir este 30 de noviembre su informe de seis años de trabajo. Mencionó los avan- ces en programas nacionales como el de Arte Popular y Artesanía, Desarrollo Integral de la Cultura de los Pueblos Indígenas, Apoyo a la Promo- ción y la Producción Musical y de la Campaña Nacional para la Diversidad Cultural de México, entre muchos otros. Griselda Galicia estuvo acompañada por Ana María Gómez, coordinadora del Pro- grama de Arte Popular; Teresa Blanco, directora de Promo- ción e Investigación; Daniel González, titular de Desarro- llo Intercultural; Silvia Olvera, directora de Desarrollo Re- gional y Municipal, así como Marcos Sandoval, director del Museo Nacional de Culturas Populares. La Directora General de Culturas Populares e Indí- genas mencionó que en el marco de los programas de iniciativa social se fortalecie- ron de forma importante las capacidades autogestivas de los creadores populares e in- dígenas con asesorías, capa- citación y fnanciamiento, en- tre los que fgura el Programa de Arte Popular y Artesanía, en el cual se completó la primera fase del Sistema de Inventarios del Arte Popular y las Artesanías de México en 12 estados de la República y se realizaron 122 diagnósticos socioculturales entre comu- nidades de artesanos de 18 estados. Respecto al Programa de Desarrollo Integral de la Cul- tura de los Pueblos Indíge- nas, mencionó que las líneas de acción fundamentales fue- ron: La mujer indígena en el desarrollo cultural, Lenguas y literatura indígenas, Apoyo a la cultura de los indígenas migrantes, Apoyo a los crea- dores indígenas y a microem- presas culturales indígenas. Sobre el Programa de Apoyo a las Culturas Muni- cipales y Comunitarias (PA- CMyC), señaló que en seis años se actualizó el esquema operativo. Se fnanciaron 9 mil 560 proyectos, con una inversión de 162 millones 169 mil 337 pesos. Acerca del Programa de Apoyo a la Promoción y la Producción Musical, informó que se produjeron 53 fono- gramas y se publicó el Catá- logo histórico de producciones fonográfcas. En los Programas de iniciativa y fortalecimiento institucional, afrmó que se avanzó en promover el res- peto a la diversidad cultural y, con base en ello, atacar la discriminación, marginación y exclusión social. En este marco, el Museo Nacional de Culturas Popu- lares presentó 720 exposi- ciones y llevó 23 colecciones itinerantes a 105 museos del interior del país y 13 del ex- tranjero, con una afuencia de más de 624 mil visitantes. En lo que se refere al Centro de Información y Do- cumentación Alberto Beltrán, explicó que el sistema infor- mático denominado GLIFOS permitirá el acceso a alre- dedor de 152 mil materiales ubicados en sus acervos de biblioteca, hemeroteca, foto- teca, fonoteca y documental. Sobre la Campaña Nacio- nal por la Diversidad Cultural de México, mencionó que actualmente participan en su desarrollo 15 instituciones del gobierno con las que se ha publicado en conjunto el CD interactivo La diversidad natural y cultural de México, así como del Mapa de Arte Popular Mexicano. En esta misma dinámica aseveró que el Programa Edi- torial de la DGCPI publicó 203 títulos fomentando la parti- cipación de diversos autores indígenas en 14 colecciones, de las cuales se imprimieron casi 380 mil ejemplares. “Nuestra misión se fun- damentó en promover el valor que tiene la diversidad de las comunidades, el fortaleci- miento del patrimonio cultu- ral, pero, ante todo, el de la vi- sión de un país que reconoce y respeta plenamente las di- ferencias étnicas y culturales de sus integrantes”, concluyó Griselda Galicia. >de la portada...seis años de trabajo... F o t o : F e r n a n d o G a r c í a Á l v a r e z Soc. Griselda Galicia García, directora general de Culturas Populares e Indígenas durante el informe de resultados 6 octubre - diciembre · 2006 La Noticia P or ser un testimonio excepcio- nal de adaptación armoniosa y sustentable del uso del suelo en un medio natural, y de la aplicación de la fusión de la tradición prehispánica de fermentación del maguey con las técnicas de destilación europea, el Pai- saje Agavero y las Antiguas Instalacio- nes Industriales de Tequila, Jalisco, se convirtieron en el primer bien mexicano en el rubro de Paisaje Cultural inscrito en la Lista de Patrimonio Material de la Humanidad, que fue presentada ante la 30 Reunión del Comité de Patrimo- nio Mundial de la UNESCO, celebrada en Vilnius, Lituania, en julio del 2006. Además de los campos de agave, la inscripción incluye destilerías, fá- bricas (en actividad o abandonadas), tabernas, ciudades y vestigios arqueo- lógicos de la cultura de Teuchitlán (año 200 a 900 a.C.). Durante cuatro años el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el gobierno del estado de Ja- lisco y los municipios de Amatitlán, Arenal y Tequila (en el Valle de Tequi- la), Magdalena y Teuchitlán realizaron investigaciones sobre la importancia del Paisaje Agavero de ese estado, con el fn de proponerlo a la UNESCO para formar parte de la mencionada lista. La UNESCO considera que las for- mas visibles de la cultura —monumen- tos, libros, obras de arte, etc.— son tan preciosas que los pueblos tienen la responsabilidad de asegurar su protec- ción. En este caso, el paisaje agavero representa un patrimonio cultural que como mexicanos heredamos de nues- tros predecesores y tenemos la obliga- ción de conservarlo, a su vez, para las generaciones futuras. En esas zonas se localizan vastas extensiones de sembradíos de agave azul, planta utilizada desde el siglo XVI para producir tequila y desde hace al menos 2 mil años para pro- ducir bebidas fermentadas, así como confeccionar ropa gracias a las fbras derivadas, lo que le confere a la re- gión una identidad única. La inscripción de este sitio al Pa- trimonio Mundial otorga la protección universal del Valle de Tequila, acción sustentada en el Plan de Manejo que se concluyó el año pasado y en el cual se han determinado las accio- nes a desarrollar en materia de con- servación, restauración y utilización adecuada y sustentable de la zona. José de la Rosa Herrera, coor- dinador nacional de Centros-INAH, agradeció la distinción a nombre del gobierno de México y dijo que la inscripción del Paisaje Agavero y las Antiguas Instalaciones Industriales de Tequila impulsarán a nuetro país para mejorar la integridad de este patrimonio tan especialmente repre- sentativo; proceso en el que la parti- cipación comunitaria y de la Cámara Nacional de la Industria del Tequila serán vertientes fundamentales. El paisaje agavero, Espacio cultural patrimonio de la humanidad E n Pánuco, Veracruz, durante el mes de septiembre tuvo lugar el VII Fes- tival de la Huasteca, organizado por la Dirección General de Vinculación Cultural del CONACULTA y el Instituto Ve- racruzano de la Cultura. Las actividades artísticas reunieron a creadores de los seis estados que compo- nen la región (Tamaulipas, San Luis Poto- sí, Puebla, Hidalgo, Querétaro y Veracruz) y contaron con más de 100 mil especta- dores. En el marco del Festival, se realiza- ron actividades académicas en las que se analizó el impacto de la migración y la permanencia de las manifestaciones artísticas entre los huastecos. Aquí, visitantes y artistas disfru- taron por primera vez del Encuentro de Mujeres Cantoras y Huapangueras. También participaron versadores mesti- zos, nahuas, tepehuas, tének, ñahñus, totonacas y pames. En esta ocasión se invitó a creadores de la cultura yoreme, del norte del país, quienes presentaron danzas mayos tradicionales. El eje prin- cipal del Festival fue el encuentro de versadores y trovadores del son y hua- pango huasteco y arribeño, coordinado por Román Güemes, especialista en las expresiones poéticas de la región. Cantoras, trovadores y versadores huastecos VII Festival de la Huasteca Participan con entusiasmo versadores y trovadores F o t o : F e r n a n d o G a r c í a Á l v a r e z y L as artesanías mexicanas y los ali- mentos tradicionales no tienen ya por qué fracasar ante el mundo glo- balizado. Actualmente, existe una forma de propiedad industrial que protege su comercialización, no sólo de los grandes adelantos tecnológicos, sino también de las copias piratas. Se trata de las marcas colectivas, iniciativa impulsada por la Se- cretaría de Economía, a través del Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual. Las marcas colectivas protegen a los productores dentro y fuera de México, ya que los productos registrados cuentan con un respaldo comunitario y guberna- mental. La marca colectiva (MC) es el signo que se coloca sobre las mercancías para indicar que han sido producidas o fabri- cadas por un grupo de personas asocia- das o una agrupación determinada o en una localidad, municipio, región o país. Esa es la diferencia entre una marca co- lectiva y una tradicional. Además, en la colectiva el producto se autorregula des- de su elaboración. Muestra del resultado de esta inicia- tiva es la protección de las guitarras de Paracho y el queso Cotija. Con el apoyo del Gobierno de Michoacán, los produc- tores se agruparon y solicitaron ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Indus- trial (IMPI) una marca colectiva. Cuando se consumen estos productos, se tiene la seguridad de que cuentan con determi- nada calidad, que son originarios de Mi- choacán y que se producen con criterios estandarizados. Actualmente, el gobierno de ese estado trabaja en el registro de las marcas de Diablitos de Ocumicho, ollas Cocuchas, Rebozos de Aranza, Lacas de Pátzcuaro y Bordados de Santa Cruz Tzin- tzuntzan, entre otros. Otro producto benefciado con la mar- ca colectiva es el Rebozo de Santa María del Río, que se fabrica en San Luis Potosí. La venta de estos rebozos estaba afecta- da por copias de procedencia extranjera y nacional de mala calidad. El costo para registrar una marca co- lectiva supera apenas los 2 mil pesos y se otorga por 10 años; con el apoyo de los gobiernos estatales, tarda aproximada- mente tres meses en entregarse. Con las marcas colectivas el país se benefcia al poner en el mercado, espe- cialmente en el exterior, productos carac- terísticos que sin estar protegidos de ori- gen, no podrían enfrentar la competencia desleal de otros con precio y calidad in- ferior. El uso de marcas colectivas no es exclusivo de México. Algunos países de América Central, e incluso naciones eu- ropeas como España, también utilizan este esquema. El mejor ejemplo de éxito de una marca colectiva es el café de Co- lombia de Juan Valdés. La marca colectiva puede considerarse como una propiedad social que ayuda a evitar la competencia desleal. La iden- tidad de los productores se conserva, adicionando su nombre a la marca co- lectiva. Algunos productos de marca colectiva: Michoacán: >Guitarra de Paracho. >Queso Cotija. >Maque. >Cobre martillado de Santa Clara del Cobre. >Pasta de Caña de Maíz de Jatzingueni. Edo. de México: >Tapetes de Temoaya. Chihuahua: >Carne producida por la Unión Ganadera Regional. San Luis Potosí: >Rebozo de Santa María del Río. Distrito Federal: >Los productos de la Asociación Americana de Soya. Morelos: >Productos de Tradición Agrícola. Yucatán: >Licores de henequén Peninsular >Chile habanero. Chiapas: >Queso de bola de Ocosingo. La Noticia Nueva forma de protección a pequeños productores Marcas colectivas M ás de cinco mil espectadores y pueblos de indígenas ya- quis, mayos, seris y tepehuanes, del norte de México, así como hopies y apaches, de los Estados Unidos, se reunieron en el II Omawari de las Naciones Hermanas, efectuado en el marco del 2do. Festival Internacional de Chihuahua, del 27 de septiembre al 8 de octubre pasados en la capital de esa entidad. Matachines efectuaron el ritual de bendición y abrieron el encuentro con una danza creada en 1914 y que se ha preservado ya por tres generaciones. Con tres danzas típicas, los tepehua- nes de Guapalaima mostraron ritmos donde dominó el acor- deón y el liderazgo del hombre sabio de la tribu. Por su parte, los mayos mostraron las danzas que acos- tumbran ejecutar durante las festas patronales y los apaches ofrecieron su danza de guerra. También se interpretaron can- ciones en rarámuri y otros cantos tradicionales de la Sierra Tarahumara. En Chihuahua se realizó el II Omawari de las Naciones Hermanas 8 octubre - diciembre · 2006 La Noticia L a IX emisión del Premio Neza- hualcóyotl de Literatura en Len- guas Indígenas 2006 se distin- guió por la calidad literaria, frescura y actualidad de los textos participantes, por lo que el jurado califcador dictami- nó dos ganadores. Mario Molina Cruz fue galardonado por la novela en zapoteco Xtille zikw belé, Ihén bene nhálhje ke Yu’ Bza’o. Pancho Culebro y los nahuales de Tierra Azul y Juan Hernández Ramírez por el poemario en náhuatl Chikome xóchitl. Siete for. Dichas obras muestran gran diversidad de formas narrativas y de composición, inspirada por la tradición de los pueblos de sus autores. En entrevista, Mario Molina Cruz afrmó que la literatura de los pueblos con raíces mesoamericanas siempre ha tenido un fondo moral y pedagógico, “por ello gira en torno a la oralidad”. La educación se daba a través de los cuentos, los mitos y las leyendas. “La oralidad en su pleno apogeo se daba en las casas y hasta en los velorios”. Agregó: “Nuestra literatura no sólo recrea, sino que transmite una enseñanza que busca frenar los males colectivos y las conduc- tas negativas. Con la expansión del co- lonialismo y más tarde con la política de incorporación del siglo XX, que promovió la escuela rural mexicana, la literatura indígena no ha hecho más que asumir un papel de resistencia cultural”. La novela zapoteca premiada reúne las voces de la Sierra Juárez, donde se manifestan las tradiciones y los diver- sos rostros de la realidad contemporá- nea como la migración, la pérdida de las tradiciones, la corrupción en que se debaten los partidos políticos en su afán de apoderarse de los votos de los pueblos indígenas y el narcotráfco. En franca confrontación de todas estas vi- siones, el texto exalta la organización comunitaria como una respuesta contra todo tipo de actos ilícitos. Mario Molina Cruz habla de su quehacer literario. Él escribe “para li- berar la voz contenida y el sentimien- to de los oprimidos, los invisibles de esta América usurpada. Somos gene- raciones del silencio; por eso, el es- critor indígena levanta palabras casi olvidadas y comienza a tejer nuevos símbolos de resistencia, a través de su lenguaje, porque la imposición de mo- delos y de valores de la globalización se lleva todo lo que carece de raíz”. Por su parte, Juan Hernández Ramí- rez comenta que su libro Chikome xo- chitl, Siete for refeja su sentir por “las fores sagradas, las que adornan, las que perfuman, las que curan o matan o esas que han sido viajeras en el mundo”. Este poemario nació con la idea de escribir sobre los rituales indígenas na- huas en la Huasteca veracruzana; sin embargo, en el proceso de la escritura se orientó hacia el tema de las fores sagradas del México prehispánico y ac- tual, las cuales tienen un gran signifca- do para todos. “El universo está constituido de fores desde que se nace hasta que se muere, desde que éstas brotan hasta que se marchitan, mostrándonos lo efí- mero que es la vida y lo misterioso de la muerte, por ello cierro el libro con la for número siete, la for cempoalxochi- tl, que es la for de la muerte”. Acerca de su obra, expresa: “Mi poesía no tiene medida, porque nues- tras palabras tienen más silencios que medidas, más ritmos que marca la natu- raleza y van al compás del corazón”. Ambos escritores se declararon mo- tivados en su quehacer artístico al reci- bir esta importante presea. El Premio Nezahualcóyotl de Lite- ratura, que se otorga cada dos años, fue creado en 1993 en el marco del Año Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo, declarado por la UNESCO con el propósito de reconocer y estimular la creatividad literaria de los escritores indígenas de México. La Di- rección General de Culturas Populares e Indígenas, del CONACULTA, felicita a los maestros Mario Molina Cruz y Juan Hernández Ramírez. IX Entrega del Premio Nezahualcóyotl de Literatura 2006 F o t o : F e r n a n d o G a r c í a Á l v a r e z Griselda Galicia con Mario Molina Cruz y Juan Hernández Ramírez, los galardonados g La Noticia D el 8 al 12 de octubre del 2006 se efectuó, en la ciudad de Campeche, el “VI Encuentro Lingüístico y Cultural del Pueblo Maya”, que reunió a escritores y hablantes de esta lengua con la fnalidad de impul- sar su uso y preservación entre el pue- blo maya joven. Durante el evento se destacó pú- blicamente la trayectoria de los princi- pales líderes mayas como Cecilio Chi, Jacinto Paat y Antonio Ay. Cabe señalar que recientemente se produjo la radio- novela bilingüe Cecilio Chi, que destacó importantes valores de este héroe maya yucateco. Entre los participantes se contó con Miguel Tun, gran conocedor de la cultura y lengua maya y conductor del programa de radio La ventanilla de Sonajita de la XEME; él señaló en este acto su interés por instituir la presea “Cecilio Chi”, para que se otorgue a personas dedicadas a la investigación de la cultura maya. Miguel Tun, profe- sor de su lengua materna, declaró sen- tirse muy motivado para continuar sus trabajos de investigación, y aprovechó este espacio para desear éxito a los organizadores del Día de la Identidad y de la Cultura Étnica de los Pueblos de América. Los organizadores fueron Gaspar Cauich Ramírez, presidente de la Aca- demia Campechana de la Lengua Maya; Artemio Caamal Hernández, coordina- dor general del encuentro; Bartolomé Alonzo Caamal, presidente de Mayaon; Juan D. Sulub, presidente de la delega- ción Mayaon. El encuentro impulsa el uso y la preservación de la lengua maya F o t o : F e r n a n d o G a r c í a Á l v a r e z En Campeche VI Encuentro Lingüístico y Cultural del Pueblo Maya • El profesor Miguel Tun propone instituir presea Cecilio Chi E l “XVI Festival Maya Zoque” se lle- vó a cabo en Yajalón, Chiapas, del 12 al 16 de octubre del 2006. Desde hace más de 15 años, este festival ha sido el punto de encuentro de las manifestaciones de la cultura viva de los pueblos mayas del sureste de México, los cuales, a través de la mú- sica, danza, arte y flosofía, refexionan y comparten sus mundos. Durante este largo proceso que al inicio se desarrolla- ba sólo con los grupos culturales mayas del estado de Chiapas, se han incorpo- rado las manifestaciones culturales vi- vas con raíces mayas de los estados de Tabasco, Campeche, Veracruz, Quinta- na Roo y Yucatán, lo cual enriquece el diálogo intercultural entre los diferentes grupos etnolingüísticos mayas. En esta emisión del festival, la Direc- ción de Culturas Populares e Indígenas de Quintana Roo coordinó la participa- ción del grupo cultural representativo de la zona maya, integrado por tres músicos maya pax de la comunidad de Noj Kaj y por seis mujeres danzantes de la comu- nidad de X-Hazil Sur. Participaron diversos grupos: el tzo- tzil de Zinacantán y la Marimba Cluj de Santa Ana, el de Danza Zoque de Ocotepec, Carnaval tseltal de San Juan Cancuc, Grupo Son Jacalteco, Grupo de Danza Kawayu, Grupo de Danza kalchi- quel de Amantenango y Música de Cuer- da Tseltal de Oxchuc. La música y danza maya pax es una manifestación cultural viva que tiene su origen en la zona centro del estado de Quintana Roo. Surgió a mediados del siglo XIX en el periodo histórico de la “Guerra de Castas” de 1847 y la resis- tencia protagonizada por los mayas re- beldes de la antigua Nojcaj Santa Cruz Balam Naj en 1850-1901, con el culto a la Cruz parlante. Festival maya zoque en Yajalón, Chiapas Exitosa presentación de música y danza de la zona maya Marcelo Jiménez Santos* El festival promueve el diálogo intercultural entre los grupos mayas F o t o : F e r n a n d o G a r c í a Á l v a r e z * Director de Culturas Populares en Quintana Roo zo octubre - diciembre · 2006 El corazón en las manos E n Sahuayo, Michoacán, se fabrican huaraches, un za- pato cómodo, de piel natural, que por mucho tiempo fue el calzado de trabajo en el campo. Aunque su uso se ha generalizado y se han integrado nuevos materiales y nuevos modelos, éste sigue siendo un producto artesanal, lo que signifca que la principal herramienta para su elaboración son las manos. El señor Miguel Igareda Téllez trabaja en su propio taller desde hace casi una década. Aprendió este ofcio de su abuelo y de sus tíos, con quienes empezó a trabajar desde los 8 años. A ellos les debe la técnica, así como la precisión y dedicación en el tejido, pegado y armado del huarache. Los huaraches de don Miguel Texto y fotos de Jackie R. Ibarra El huarache hecho en Sahuayo es famoso desde siempre por su comodidad y calidad a prueba del uso rudo en labores agrícolas “...Escuchemos las voces que sostienen la dignidad del mundo” II Festival de Poesía: Las Lenguas de América Por Jackie R. Ibarra “ ¿Qué se pierde cuando una lengua desaparece?, ¿quién de- cide qué cultura o qué idioma tiene derecho a sobrevivir?” son las preguntas que Carlos Montemayor hizo al público al iniciar “El II Festival de Poesía: las Lenguas de América” que se llevó a cabo el día 12 de octubre de 2006, en la Sala Miguel Cova- rrubias del Centro Cultural Universitario de la UNAM. Este Festival fue organizado por el Programa Universitario México Nación Multicultural de la UNAM con la fnalidad de con- juntar a poetas mexicanos y de todo el continente americano quienes, al recitar en sus lenguas originarias –zapoteco, huichol, totonaca, purépecha, maya, náhuatl, quechua, guaraní, portu- gués, francés e inglés– enriquecen el acervo de voces, sonidos y convivencias de toda nuestra América, y con ello hacen resurgir la historia de pueblos olvidados. La distinción que por décadas se ha hecho entre idioma, lengua y dialecto ha ocasionado que algunas lenguas hayan sido segrega- das y con ello su cultura. Al respecto, Carlos Montemayor señaló que “cuando una lengua desaparece, desaparece con ella la cultura que en ella se genera y nosotros no somos la autoridad para ha- cerlas desaparecer. No hay idiomas superiores, todos son sistemas lingüísticos defnibles en los mismos términos, con el ordenamiento gramatical necesario para una compleja gama de comunicación abstracta, simbólica, metafórica, imperativa, lúdica, a partir de un sistema fonológico particular.” El escritor agregó que de esta mane- ra las lenguas de América se hermanan, porque la riqueza de Amé- rica está en sus lenguas y no hay idioma superior a otro. En este segundo festival de poesía, que puede ser el puente entre el pasado y presente de nuestro continente, participaron: Odi González, autor quechua de Perú; Ismael García Marcelino, autor en lengua purépecha; Claude Beausoleil, poeta en idioma francés de origen canadiense; Susi Delgado, autora en lengua guaraní ori- ginaria de Paraguay; Angélica Ortiz López, poeta en lengua hui- chola; Floriano Martins, poeta en lengua portuguesa de Brasil; Mi- guelángel Meza, poeta en idioma guaraní originario de Paraguay; Margaret Randall, representante del idioma inglés, proveniente de EUA; Feliciano Sánchez Chan, poeta en maya; Natalia Toledo, poeta en idioma zapoteco; y Elsa Cross, como representante del idioma español proveniente de México. El escritor purépecha Ismael García Marcelino y el poeta maya Feliciano Sánchez Chan Preparando la orma antes de coser y tejer el huarache > F o t o : F e r n a n d o G a r c í a Á l v a r e z zz Don Miguel trabaja por pedido y su venta es por lotes de entre 12 y 15 pares de zapatos a mayoristas de Jalisco, Dis- trito Federal, Sinaloa y Colima; incluso algunos parientes han llevado su calza- do a Estados Unidos. El material del huarache típico es la correa de vaqueta (cuero) y la planta o suela, también de vaqueta o de hule de llanta. Actualmmente se sigue utilizan- do vaqueta, pero la suela es de plástico u otro material derivado del petróleo. A veces, cuando el cuero no es de- jado reposar lo sufciente al curtirlo, —situación que se conoce como dejarlo crudo—, pierde fexibilidad; este cuero “más macizo” se emplea para los hua- raches que, por su resistencia, usan los hombres para el trabajo en el campo. Un par de zapatos, según el mo- delo, es terminado en un promedio de media hora. A la semana, tres personas podrían sacar 250 pares de zapatos en promedio. Sin embargo no hay la po- sibilidad de contratar más empleados por la falta de apoyos económicos y créditos a los pequeños productores, y para una sola persona es un trabajo muy pesado. La vaqueta llega a los talleres ya curtida y en hojas enrolladas; cada ro- llo tiene diez hojas de entre 1.80 a 2.00 metros, de donde se sacan las correas con las que se encarrillan o tejen los huaraches, tarea que necesita que la tira de vaqueta sea rebajada. La vaqueta es generalmente negra, marrón o natural, así que el calzado puede llevar uno o más colores combi- nados. En el huarache típico la suela va sólo cosida, en tanto que en los nuevos modelos va cosida por encima y luego ensamblada al huarache. Don Miguel tiene varios moldes, al- gunos son de lámina y puestos sobre la piel se van cortando con segueta, otros moldes son puestos sobre la piel y aplican presión manualmente en una suajadora con la que se realizan los cortes, uno por uno, buscando la forma de cortar y aprovechar toda la hoja de piel. Terminado el huarache lo horman, lo ensuelan y ponen el tacón, el cual se calienta en un horno y se pega a pre- sión para que quede bien sellado. La piel debe tener fexibilidad, las f- guras grabadas en el diseño deben que- dar limpias, sin manchas ni raspaduras; es entonces que el producto está listo para su venta, porque el huarache hecho en Sahuayo es famoso desde siempre por su comodidad y calidad a prueba del uso rudo en labores agrícolas. Sin huaraches, serían imposibles, entre muchas otras, las imágenes his- tóricas del campesino levantado en armas en la Revolución, el joven sol- dado federal llevado en leva, la mujer indígena en el mercado ofreciendo sus productos o las movilizaciones sociales de los años cuarentas. Hoy día, varios factores han hecho que los artesanos de Sahuayo amplíen sus perspectivas de producción, ante todo por la competencia de productos de menor calidad que viene del extran- jero a precios muy bajos. Concretamente la introducción al país de zapato chino obligó a estos ar- tesanos a buscar diseños nuevos y más modernos, utilizando fguras en lugar de correa, combinando colores y for- mas. Ahora se fabrica todo tipo de cal- zado, sandalias para caballeros, para damas y niños. Pese a lo anterior, en México, los huaraches son sinónimo de lo popu- lar, siendo el poderoso nexo de nuestra identidad ligada al campo, a nuestras luchas por la independencia del país y sus reivindicaciones sociales. Asimis- mo, son motivo de canciones y repre- sentaciones en la gráfca y símbolo de lo mexicano en el imaginario colectivo, que en el refrán reza: “cuates, los hua- raches y ni se hablan”. Don Miguel puliendo la tira antes de tejer El corazón en las manos Don Miguel cortando la piel para el tejido de huarache zz octubre - diciembre · 2006 El Camino Real de Tierra Adentro: Una ruta con historia Texto y fotos de Alfonso Flores Domene* E l “Camino Real de Tierra Aden- tro” fue el tema del 4 o Semina- rio para Museos del Estado de Durango realizado en la ciudad de Na- zas, del 6 al 8 de octubre del 2006. Vínculo entre la Ciudad de México y la Villa de Santa Fe, en la norteña provincia de Nuevo México, el Cami- no Real de Tierra Adentro, permitió la fundación de muchos centros mineros y agrícolas que hoy constituyen impor- tantes ciudades del centro-norte de la República Mexicana y del sur de Esta- dos Unidos. Conocer este camino en su am- plitud y como conjunto, entender sus ritmos históricos y apreciar sus teso- ros, permite entender y valorar mejor una parte signifcativa del proceso de expansión colonial. Al mismo tiempo, hace tomar conciencia de lo que so- mos y tenemos como país, debido a que constituye una interesante venta- na hacia nuestro pasado. El Camino Real de Tierra Adentro es el hilo que une costumbres, maneras de ser y de pensar de quienes lo trazaron y sus descendientes mexicanos. Un poco de historia... En el lapso de 1550 a 1700, durante la expansión española posterior a la guerra de Conquista consumada en 1521, el que también fuera denomi- El Artículo El Camino Real de Tierra Adentro era el vínculo entre la Ciudad de México y la Villa de Santa Fe, en la norteña provincia de Nuevo México. *Jefe de la Unidad Regional de Culturas Populares e Indígenas Durango. z¿ nado “camino de la plata” sirvió de enlace, primero, a las actuales ciudades de Quéretaro, San Miguel (de Allende), Guanajuato, Aguascalientes, Zacatecas y posteriormente fue pro- longado hacia Durango, Pa- rral, Paso del Norte (Ciudad Juárez), las Cruces, Albur- querque y Santa Fe (estas tres últimas en el actual es- tado de Nuevo México). Con sus más de 2 mil kilómetros de extensión, constituyó una de las más importantes rutas de la América colo- nial, al unir el poder central de la Nueva España con la capital provincial de aquel territorio septentrional en la ribera del río Grande (hoy Bravo). Construido sobre an- tiguas sendas mesoame- ricanas que permitían el comercio y las incursiones militares del imperio az- teca hacia los territorios del norte y, hacia el sur, a través de la llamada “ruta de la turquesa”, el Camino Real de Tierra Adentro nos ha legado un valioso patri- monio cultural que incluye misiones, catedrales, edif- caciones civiles, presidios, haciendas mineras y agrí- colas, además de cuantio- sos objetos de uso común y de arte religioso, así como archivos de todo tipo. La paulatina coloniza- ción de aquel territorio en las llanuras semiáridas al pie de la Sierra Madre Oc- cidental no fue incruenta; los ataques de coman- ches, apaches y cheroques a poblados, haciendas y ranchos, provocaron una guerra intermitente que no concluyó sino hasta la pa- cifcación total, a mediados del siglo XIX. El poblamiento del nor- te de México hubiera sido imposible sin la presencia de aquel Camino Real de Tierra Adentro. De hecho, la formación social, el sentido histórico y la compartida identidad cultural hoy pre- sentes en esos territorios son consecuencia de la vi- talidad de aquella ruta tra- zada con las exploraciones de don Juan de Oñate, “El Adelantado”, hacia 1598. Dada la importancia de esta ruta en la historia del norte de nuestro país, diversas instituciones aca- démicas y de preservación del patrimonio cultural, como el Instituto Nacional de Antropología e Historia, por medio de los centros INAH Aguascalientes, Chi- huahua, Durango y Zacate- cas; el Servicio de Parques Nacionales y la Ofcina de Administración de Tierras (ambas agencias del De- partamento del Interior de Estados Unidos de Améri- ca); con la colaboración de Universidades, gobiernos estatales y muncipales, CONACULTA e ICED, así como de organismos de ca- rácter turístico y cultural, se han empeñado en los últimos tiempos en revelar los aspectos más sobresa- lientes de ese “camino de la plata”, porque su rica herencia está presente y late día con día en la mitad del territorio nacional. Durango: La expansión hacia el norte Los primeros exploradores de esta región fueron Cris- tóbal de Oñate, José Angulo y Ginez Vázquez del Mer- cado. En 1554 el capitán Francisco de Ibarra le da el nombre de Guadiana. La ciudad de Durango fue fun- dada el 8 de julio de 1563 por este mismo expedicio- nario, como capital de la provincia de la Nueva Viz- caya. Tuvo un importante papel histórico en la expan- sión hispana hacia el nor- te, desde aquí salieron las columnas que exploraron y colonizaron Chihuahua, Sonora y Nuevo México. En este contexto la evan- gelización tuvo un papel preponderante: los frailes franciscanos se encargaron de catequizar a los indíge- nas de la sierra y los jesui- tas a los del valle. Muchos de estos misioneros fueron muertos durante los alza- mientos de los tepehuanes, que se rebelaron contra la explotación y abusos de los colonizadores. Entre las poblaciones unidas por el Camino Real de Tierra Adentro se en- cuentran Cuencamé, que se constituyó como un centro misionero de gran importancia; Nazas, funda- da como misión jesuita en 1725; San Pedro del Gallo, que antes de convertirse en presidio era un sitio de descanso y aguaje; Mapi- mí, que fue tres veces des- truido debido a los ataques de las tribus cocoyomes y tobosos; Villa Hidalgo, el asentamiento más septen- trional de la región, donde se erigió el primer presidio de Durango; Juana Guerra, hacienda con una capilla donde se aprecia una de las mejores expresiones barro- cas de la entidad; y Nava- coyán, donde se encuentra uno de los vestigios más importantes de esta ruta: el Puente del Diablo, cons- truido en 1782. El Artículo Vista interior de una hacienda en la actualidad zµ octubre - diciembre · 2006 Carrera de arihueta Este juego es practicado por las mujeres rarámuris y consiste en formar dos equi- pos de cinco a nueve participantes, las cuales pactan cuántos kilómetros deben recorrer en dicha carrera, utilizando una vara que en uno de sus extremos tiene un ángulo de aproximadamente 30°, con el cual enganchan un aro llamado arihueta que deben lanzar al aire y lo más lejos posible, triunfando el equipo que llegue primero con el aro y sin ninguna deser- ción por parte de sus integrantes. Chiapas y su caña de maíz Se practica en Chiapas por indígenas ma- yas tzotziles, quienes utilizan el cuadrado de caña de maíz. Lo juegan en un campo de 15 metros por lado, en cuyos extremos se colocan metas o porterías con cinco carrizos en forma de un cuadro amarra- dos a un carrizo más largo que debe estar clavado en el piso. Juegan dos equipos, formados por tres personas cada uno; los integrantes portan vestimenta tradicio- nal. La peculiaridad de este juego es que se debe golpear la pelota con el antebra- zo, con el dorso de la mano o con el puño, buscando hacer anotaciones en la meta ya referida. El partido es sancionado por un juez o mol (“persona mayor”, en lengua maya), el cual va registrando las anotacio- nes con semillas de maíz, mismas que in- troduce en un pequeño morral, ganando el equipo que realice el mayor número de anotaciones. Y para completar, el juego se acompaña, además, con música de violi- nes. ¡lmagínese jugar así! Juegos de San Luis Potosí En la región huasteca de San Luis Potosí los indígenas tének practican, entre otros juegos, el arco y fecha, kuaburro, olotl, argolla y la novedosa silla voladora, activi- dades que han sido retomadas por los pro- fesores de educación física de la Huasteca, obteniendo excelentes resultados desde la perspectiva recreativa. Tabasco con el Coroso y el Coco En el estado de Tabasco, el pueblo chon- tal practica el coche-cache, el juego del coroso y el juego del coco, entre otros. El juego del coroso lo practican tanto niñas como niños utilizando cada uno la palma del árbol de coroso como una cesta con la cual van impulsando o transpor- tando una pelota hecha de manera artesa- nal con mazorcas de maíz. Se juega sobre un campo que puede medir entre 20 y 30 metros de largo, y el objetivo es proyectar la pelota mencionada hacia una cesta, o bien dirigirla a un hoyo situado en uno de los extremos del terreno. Los equipos sue- len estar conformados por cinco integran- tes y gana el que haga el mayor número de tantos. La duración de los encuentros se decide por determinado tiempo o por número de tantos. Por su parte, el juego del coco es practicado por los pequeños chonta- les del estado de Tabasco; consiste en formar equipos de tres integrantes, los cuales usan una pelota con caracterís- ticas similares a la del coroso, pero de menor tamaño. Los lanzamientos son alternados y el objetivo es introducir la pelota en una perforación de 20 centí- metros de diámetro realizada sobre un tronco de cocotero de aproximadamen- te 1.30 metros de largo. Cabe mencionar que en principio dicho tronco se coloca de manera vertical y posteriormente se cambiará su posición para dejarlo ho- rizontal. Cada niño realiza tres tiros y sólo cuentan como aciertos las pelotas que atraviesan la perforación. Juegos de destreza mental En el México antiguo se practicaban también juegos en donde la habilidad mental y la destreza para vencer al con- trincante se hacían presentes con tal pa- sión que, de acuerdo a Saúl García Blan- co, en su libro La Educación Física entre los Mexicas: “...La afción al juego era tal que incluso había personas que hacían del patolli su profesión y, al igual que los tahúres, andaban todo el día de partida en partida, portando de continuo bajo su brazo el petlatl (petate) o esterilla de palma que hoy constituiría el tablero de juego y colgando de su cintura una pequeña bolsa donde llevan los dados y las fchas precisas para el desarrollo del mismo”. Ya revisamos los juegos que conlle- van una actividad física de por medio, *Investigador y promotor de juegos y deportes autóctonos y tradicionales. Presidente de la Federación de Juegos y Deportes Autóctonos y Tradicionales, A. C. El Artículo Los juegos tradicionales mexicanos Por Minaluaztekatl Vázquez* Juegos prehispánicos aún vigentes Segunda parte Códice mendocino que muestra el juego del patolli F o t o : C O D E M E Mujer rarámuri practicando el juego de carrera de arihueta F o t o : C O D E M E z¿ El Artículo ahora nos referiremos a diversos juegos de destreza mental. Hablar de ésta es hablar de habili- dad, estrategia, suerte, azar y hasta “col- millo”; en este campo tenemos infnidad de ejemplos en cuanto a juegos tradicio- nales se refere, pero aquí sólo haremos referencia a dos de ellos, los cuales han traspasado las fronteras del tiempo y del espacio, pues tienen su origen en las culturas precolombinas. Encontramos evidencias de ello en algunos códices, como es el caso del Patolli, sin embargo en el caso de la Pitarra y la Pitarrita po- demos observar que es la tradición oral la que ha cumplido un papel importan- te en la tradición y reproducción de es- tos juegos, tanto, que aún en nuestros días se siguen practicando. Bien, les platicaremos entonces de la Pitarra y la Pitarrita, aunque cabe aclarar que también se han registrado por parte de la Federación Mexicana de Juegos Autóctonos y Tradicionales los siguientes: • Ahuitemalacachtle o juego con pie- dra circular (México, D. F.) • K’uillichi (Michoacán) • Patolli (México, D. F.) • Romayá (Chihuahua) • Pitarra y Pitarrita (Querétaro) Pitarra Este juego, como lo mencionamos an- tes, ha llegado hasta nuestros días por medio de la transmisión oral y la prác- tica de padres a hijos. Se practica entre dos personas sobre un tablero con doce fchas cada uno (12 amarillas o 12 rojas), abriendo la partida el jugador que ten- ga las rojas. Cada competidor colocará sus fchas de una en una en las intersecciones de las líneas con la intención de lograr for- mar tres fchas en línea recta, ya sea ho- rizontal, vertical o diagonal; cuando se consigue esto se obtiene lo que se llama “tercia” y con ella se consigue el derecho de tomar una fcha contraria a elección y conveniencia. Las tiradas se ejecutan de manera alternada. Una vez que los jugadores colocaron todas sus fchas en el tablero para seguir formando tercias, entonces realizan mo- vimientos de fchas directamente a espa- cios libres o de intersección a intersec- ción, pero sin saltar fchas contrarias o propias y siguiendo el trazo de las líneas del tablero. Las fchas pueden moverse en cualquier dirección. Cuando se tiene una tercia ya formada, cualquier fcha de ésta puede moverse a otro espacio y regresar, valiéndose este movimiento como una nueva tercia; esta jugada se conoce como “columpio”, pudiéndose formar uno o más, y en grado sencillo o complejo (con la posibilidad de dos o más tercias en el mínimo de movimiento). El juego se termina cuando uno de los participantes ya no tiene fchas suf- cientes para formar tercia, así como por empate, acuerdo o rendición. Resumiendo: • La apertura del juego es por sorteo (elección de las fchas rojas) • Las tiradas son alternadas • Al formar tercia se toma una fcha contraria a elección • Cuando al mover una pieza, ésta forme más de una tercia sólo podrá obtener una fcha contraria • Gana el jugador con más fchas con- trarias El espacio de juego será un tablero cua- drado de 40 por 40 centímetros con tres cuadros dispuestos de forma concéntri- ca y que unen sus vértices por medio de cuatro líneas diagonales, además tendrá trazadas otras líneas que juntan las partes medias de los lados de los cua- dros. La superfcie de este tablero debe ser lisa y sin declives. Asimismo, se tie- ne que contar con un total de 24 fchas (12 amarillas y 12 rojas). Como juego de mesa, no existe temporada defnida ni un tiempo especial para practicarlo; ante todo es una actividad recreativa. Pitarrita Es una variante de la Pitarra que se ha preservado gracias a la tradición oral. Se juega entre dos personas en un tablero y a cada una se le proporcionan tres f- chas (rojas o amarillas), mismas que se colocan de una en una y alternadamen- te de acuerdo a su color; posteriormen- te se moverán por las líneas del tablero intentando formar una tercia que pase por el centro del tablero (horizontal, vertical o diagonal). A diferencia de lo que sucede en la Pitarra, en la Pitarrita, al formarse la tercia, se deberá reiniciar el juego, ya que aquí no se toman las f- chas contrarias. A continuación, un resumen de sus re- glas básicas: • Se hace un sorteo para iniciar el juego • Se tira alternadamente • Gana el jugador que logre hacer tercia • Sólo si se realizan varios juegos, el sistema de puntuación sería por acumulación de tercias • Se requiere una superfcie plana y sin declives • Se traza un cuadro dividido por dos líneas a la mitad de cada lado “+” y dos líneas más diagonales uniendo sus vértices “X” • Se requieren para su práctica seis fchas (tres amarillas y tres rojas) • No existe una temporada defnida ni un tiempo especial para la prác- tica de este juego recreativo La práctica de los juegos de destre- za mental favorece el aprendizaje de la aritmética y las matemáticas, mientras que a través de los juegos autóctonos y tradicionales se favorece la identidad y el nacionalismo. Recordemos que el valor de una na- ción se encuentra en la riqueza de su diversidad cultural, así nuestro compro- miso es aprender a conocer y respetar los modos de vida y expresiones de cada pue- blo, dándoles su justa dimensión. Torneo nacional del juego de Pitarra F o t o : C O D E M E z6 octubre - diciembre · 2006 El Librero E l viernes 24 de noviembre, al flo de las seis de la tarde, asis- tieron a la Quinta Margarita del Museo Nacional de Culturas Populares trabajadores y ex trabajadores, repor- teros, promotores y amigos a la pre- sentación del libro Culturas Populares, recuento en siete voces. La publicación reúne entrevistas realizadas con ex directores de la Dirección General de Culturas Populares e Indígenas (DGC- PI): Rodolfo Stavenhagen, Leonel Du- rán, Marta Turok, Luis Garza, José Del Val, José Iturriaga y Griselda Galicia. La bienvenida la dio el trío huasteco Aguacero con una atinada décima: “No lo debemos dudar para que así bien se goce y el alma tal vez retoce por los diferentes lares es Culturas Populares un recuento en siete voces.” La directora general, Griselda Galicia, hizo una breve descripción del largo y complejo proceso de llevar al seno de la estructura del Estado el concepto de cultura popular y la idea de que Méxi- co es un país pluricultural. “Sigue honrando con su labor las ideas que le dieron origen y lo ha hecho con pocos recursos, con mucho entusiasmo y con muchas capacidades.” Con estas palabras, se presentó un video que incluyó una muestra de fes- tas, ofcios, tradiciones y pasajes de la vida cotidiana que dan cuenta de la for- taleza de nuestra identidad. Asimismo pasaron los rostros de Alberto Beltrán y Guillermo Bonfl, referencia obligada en el discurso de esta Dirección. El libro fue presentado por María Teresa Pomar, reconocida promotora del arte popular mexicano y por Carlos Villaseñor, quien ha contribuido a po- sicionar el tema de la cultura popular en los marcos legales y normativos en distintos ámbitos institucionales. La maestra Pomar, a sus ochenta y seis años, se mostró emocionada al re- cordar detalles de la trayectoria de la institución, pues tuvo la oportunidad de trabajar con cada uno de sus direc- tores, desde que Rodolfo Stavenhagen iniciara, hasta hoy día, en que Griselda Galicia ha afanzado este sueño. “...en Culturas Populares Recuento en siete voces • Recorrido por la historia de una institución que impulsa y difunde las expresiones culturales de los pueblos de México Leonel Durán, Marta Turok, Griselda Galicia y Luis Garza F o t o : F e r n a n d o G a r c í a Á l v a r e z zy verdad la DGCPI ha tenido una gran suerte, la continuidad de la ideología de sus directores. Creo que ha habido una consecuente y signifcativa con- gruencia al proseguir la acción sexe- nal, creo que eso es muy importante. Es decir, ha habido una ideología, un ideal común, una línea muy pareja con el énfasis que cada uno de los directo- res imprimió durante su gestión”. Por su parte, Carlos Villaseñor, co- mentó que “...el libro es un recuento íntimo de las vetas particulares de la cultura popular que cada uno de ellos fue hallando en el camino y cuya magnitud, si bien privilegió líneas de acción específcas dentro de la Direc- ción, también transformó sus proyec- tos de vida. Los textiles, la botánica, la tercera raíz, los idiomas o la gas- tronomía, dan cuenta de manantiales que se convirtieron en amores irrenun- ciables. Da cuenta del rigor intelectual y el apasionado interés con que las personas que han estado al frente de la Dirección General han buscado sin- gularizar y hacer visible la diversidad cultural de nuestro país.” Leonel Durán, Luis Garza y Martha Turok, los tres ex directores generales presentes en la ceremonia, aplaudie- ron la continuidad de la misión de la DGCPI y hablaron de su experiencia: En primer lugar, el licenciado Luis Garza dijo seguir involucrado en el tema de las culturas populares por- que ama sus raíces y sigue creyendo profundamente en México. “...traté de darle continuidad a todo el proyecto que estaba esbozado originalmente y que espléndida y poéticamente Leo- nel Durán lo plasmaba en su teoría de la Quíntuple Recuperación, a la cual también di continuidad... El de cultu- ras populares, es un proyecto nacional que está vivo, vigente y válido, pero mientras no lo reconozcamos ni le demos su lugar y su espacio, nos va a costar mucho trabajo enfrentar el por- venir”, fnalizó. Luego habló la Antropóloga Martha Turok, quien señaló que “el libro logra captar varios planos: por un lado, la importancia del trabajo en pro de las culturas populares e indígenas, porque hay una misión más allá de las perso- nas y de las instituciones, una reali- dad. El proyecto es muy diferente al de otras instituciones, con las cuales siempre se nos compara o comparaba. Este proyecto tenía que encontrar un camino y cada uno fuimos poniendo de nosotros en los cimientos que nos dejaron los fundadores.” Por su parte, el antropólogo Leonel Durán, quien posicionó a la institución en el marco normativo del Estado, realizó un análisis de cara al futuro: “...hay preocupaciones que deben for- mar parte de un análisis, la crítica es un medio de conocimiento, no es para negar sino para aprender, proponer, diseñar nuevos caminos. Creo que hay un gran pendiente en la Dirección Ge- neral y en aquellas otras instituciones o personas que trabajan en esta materia, porque no todo depende de la Dirección de Culturas Populares, y es un esfuer- zo de autocrítica de dónde estamos en el país…Efectivamente las direccio- nes de culturas populares existen en el país, pero ¿en qué condiciones? No porque sean un obstáculo o porque no las impulsen, sino por cómo son reco- nocidas y asumidas en los estados y en qué medida hay perspectivas o no las hay. En ese sentido, creo como Carlos Villaseñor que es y seguirá siendo una tarea del Estado y de todos los que se quieran sumar y ¡yo creo que se pue- den sumar muchos!, porque existen –a nivel del pueblo, en las organizacio- nes del pueblo, en las organizaciones sociales potenciales que ahora son mayores– porque se manifestan ahora más que en la etapa cuando arranca- ron las Culturas Populares. Finalmente, Griselda Galicia dio por terminado el acto de presentación con las siguientes palabras: “Dicen que un liderazgo se mide por lo que logramos depositar de nuestro corazón en el corazón del otro. Por eso yo creo que quienes hemos trabajado aquí reconocemos que hay mucho del corazón del otro en lo que hemos he- cho. Gracias a Martha, a Leonel y al licenciado Garza, porque su presencia nos indica que éste es un proyecto que tiene todavía mucho futuro, que tiene mucho por hacer para la vida, para la paz y la reconciliación nacional que estamos buscando distintos sectores en este país.” El Librero Carlos Villaseñor la maestra María Teresa Pomar F o t o : F e r n a n d o G a r c í a Á l v a r e z F o t o : F e r n a n d o G a r c í a Á l v a r e z z8 octubre - diciembre · 2006 El Librero L a DGCPI ha caminado con la historia reciente de México, y hoy nos la cuenta en el libro Culturas Populares, Recuento en siete voces. El texto compendia las principales acciones realizadas durante 28 años en voz de quienes la han dirigido. Es- tructurado cronológicamente, integra los testimonios de Rodolfo Stavenha- gen, Leonel Durán Solís, Marta Turok Wallace, Luis Garza Alejandro, José del Val Blanco, José Iturriaga De la Fuen- te y Griselda Galicia García. Al hablar de su trabajo en la dependencia, ellos muestran la trayectoria de una insti- tución que entre sus grandes pilares tiene las ideas de los maestros Alberto Beltrán y Guillermo Bonfl. El conjunto de entrevistas está ilustrado con imágenes de quienes son el rostro de las culturas popula- res e indígenas de México: artesanos, pescadores, músicos, danzantes, mu- jeres con ofrendas, niños que apren- den la magia de los objetos rituales; altares, procesiones, máscaras, pai- sajes y rincones que se dejan habitar por hombres y mujeres que palpitan en las imágenes de reconocidos fo- tógrafos: Christa Cowrie, Pablo Mén- dez, Walter Reuter, Rogelio Cuéllar, Ricardo Martínez, Alberto Beltrán, Guillermo Vargas, Ricardo Torres, Sil- via Morales, Jas Reuter, Luis Arthur Delgado, Gilberto Preciado y J. René Lescay Merencio. Todas las fotogra- fías forman parte del acervo del Cen- tro de Información y Documentación (CID) Alberto Beltrán y constituyen un valioso testimonio de la historia de las culturas populares en México. Las entrevistas a los directores se complementan con una cronología de los principales momentos en la his- toria de la Institución, desde su naci- miento hasta el impulso recibido por parte de la administración del periodo 2001-2006. El libro integra, además, una sec- ción de documentos históricos que permiten a los estudiosos y al público interesado un segui- miento más preciso de la trayectoria insti- tucional: el decreto en el Diario Ofcial de la Federación mediante el cual se crea en 1971 la Dirección General de Arte Popular y en el que se describen sus funciones; el Re- glamento Interior de la Secretaría de Educa- ción Pública en 1978, con la creación de la DGCP; el Acuerdo por el que se crea el Museo Nacional de Culturas Populares el 23 de septiembre de 1982. En Culturas Populares, Recuento en siete voces, quienes han sido responsa- bles de orientar el trabajo de la Direc- ción de Culturas Populares e Indígenas comparten anécdotas y vivencias per- sonales que enriquecen la percepción del lector sobre una institución que se ha ganado a pulso el lugar que tiene hoy en el panorama cultural de México. A lo largo del libro, los siete ex directores comparten sus logros y pendientes, así como su trabajo para hacer de esta institución un espacio privilegiado de diálogo y encuentro con los creadores y promotores de las culturas populares e indígenas de México. Al compartirnos su experien- cia, tejen también la historia de per- sonajes y acontecimientos decisivos para el desarrollo de este importante sector en nuestro país. Desde su creación, la DGCPI apoya el arte popular F o t o : F o t o t e c a C I D A l b e r t o B e l t r á n A propósito del libro Culturas Populares, Recuento en siete voces zg Catálogo histórico de producciones fonográfcas Reconocimiento a la diversidad musical de México Dirección General de Culturas Populares e Indígenas (1982- 2005) E n sus casi tres décadas de exis- tencia la DGCPI ha logrado producir alrededor de 400 fonogramas (entre acetatos, casetes y discos compactos) que refejan las estrategias culturales en torno a la revaloración, promoción y fortaleci- miento de la música mexicana. Conscientes de la trascendencia del acervo fonográfco y del valor de estos documentos sonoros en el recuerdo colectivo de los pueblos, la DGCPI ad- quiere con este catálogo el compro- miso de difundirlos, pero sobre todo, constituye el reconocimiento de la di- versidad sonora de nuestro país. Desde su creación, la DGCPI ha orientado gran parte de su trabajo al fortalecimiento del patrimonio cul- tural intangible o inmaterial, mismo que algunos pueblos indígenas lla- man patrimonio invisible. Éste abarca no sólo las expresiones y tradiciones orales, sino las representaciones artís- ticas como la danza y teatro comuni- tario, los ritos y actividades festivas, los conocimientos y prácticas sobre la naturaleza y medicina tradicional, las cocinas regionales, la música ins- trumental y vocal, y lo que se conoce como la cosmovisión de los pueblos. Algunos autores suman a esto aspec- tos de la vida social y política, los cua- les están presentes en el imaginario colectivo de las sociedades. Este patrimonio es creado y recrea- do por los pueblos en función de su contexto social y de su historia, otor- gándoles un sentido de pertenencia e identidad; esto promueve, aparte de la conservación y preservación de su cultura, la permanente creatividad de las comunidades, grupos y naciones. En este sentido, la diversidad cultural se nutre permanentemente del pa- trimonio cultural intangible; por lo tanto, los procesos de la renovación de este patrimonio son decisivos para salvaguardarla. La coproducción discográfca ha sido fundamental para sumar los materiales que se describen en este catálogo. En todos y cada uno de los títulos enunciados, la DGCPI ha teni- do un peso decisivo en su realización. Sin embargo el papel de otras instan- cias no ha sido menos importante; como en el caso de las empresas dis- cográfcas privadas, cuyos aportes en la producción fonográfca ha tenido una gran relevancia. Este catálogo contribuye al cono- cimiento de una parte importante de nuestro patrimonio musical y con su publicación, no sólo se busca difundir la música producida por la DGCPI, sino abrir caminos que impulsen el diálogo entre las diversas culturas que conforman este país. Fernando Híjar Sánchez Historia, cultura e identidad en el Sotavento Alfredo Delgado Calderón Es una investigación acerca de la ex- traordinaria cultura popular del sur de Veracruz. Habla de la historia, los sím- bolos y elementos que dan identidad al Sotavento veracruzano, su geogra- fía histórica, regionalización arqueoló- gica y etnográfca. Trata también de la población afromestiza, la esclavitud y de la discriminación. 2003, 304 pp. $78.00 El canto de la tribu Jorge H. Velasco García Ganador del premio Lya Kosta Kowsky, estudia la historia del movimiento al- ternativo de música popular en Méxi- co. Aporta elementos para un análisis de la música y la canción, que a partir del movimiento estudiantil de 1968 se constituye en una práctica cultural específca identifcada con los intere- ses de los sectores subalternos de la sociedad mexicana. 2004, 208 pp. $51.00 Estas publicaciones están a la venta en las tiendas Educal libros y arte La novedad El Librero zo octubre - diciembre · 2006 L a Banda Filarmónica Zoochinense presenta su primer material dis- cográfco titulado Inolvidable, que contiene 12 melodías inéditas de gran signifcado para esta comunidad oaxa- queña y abarca una amplia gama de géneros musicales como marcha, son, zapateado, paso doble, bolero, vals, fox trot y danzón. La mayoría de los temas son composiciones y arreglos originales de Armando Contreras (†) , a excepción de dos piezas cuya autoría corresponde a Mario Hernández. Para no olvidar su origen zapoteco, la comunidad de migrantes zoochinenses —establecida y organizada en el Valle de México— decidió formar una banda de viento, agrupación musical característi- ca de los pueblos serranos de Oaxaca con el propósito de mantener las costum- bres, raíces culturales y manifestaciones musicales de su pueblo asentado a 120 kilómetros de la capital oaxaqueña. Así en 1972, bajo la coordinación del maestro Armando Contreras (†) em- prendieron el sueño de expresar y di- fundir su música con la Banda Filarmó- nica Zoochinense. En 2003, el proyecto es retomado por Héctor Salvador Hernández, Mario Her- nández González, Jerónimo Nicolás López y Fortunato Chávez López, quienes bajo el lema “música, raíz y tradición oaxaque- ña” invitan a niños y jóvenes descendien- tes del pueblo de San Jerónimo Zoochina, radicados en el Valle de México, a sumar- se a la Banda Filarmónica Zoochinense. Esta institución musical se ha visto benefciada con el Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC) en 2003 y 2005. A la venta en 100 pesos, con Héctor Salvador Hernán- dez al (55) 56421286 o 04455 18205909. C aída la tarde del pasado viernes 13 de octubre, un centenar de jóvenes acudieron al Museo Nacional de Culturas Populares convo- cados por el Proyecto Maconha de ex- perimentación sonora, que presentó su primer material discográfco titulado Experiencia THC. El Proyecto Maconha inició a fna- les del 2004 como un laboratorio de sonido donde han encontrado cabida infuencias de la música electrónica y alternativa, como el electro, D&B, rap, reggae, dub, break, jungla, mezclado con dos de los instrumentos clásicos del rock: el bajo y la guitarra. En rea- lidad, dicen sus integrantes, en este Maconha caben “todos aquellos ritmos que nos gustan y todos aquellos músi- cos que quieran agregarle algo”. En calidad de taller, el Proyecto ha tenido la oportunidad de trabajar con músicos de distintas bandas de rock na- cional, que le han aportado diversidad de texturas acústicas, intenciones crea- tivas y hasta algún integrante, como en el caso de Mescalito, Doverman, Pan- teón Rococó y Ginko Biloba. Desde su primera aparición en vivo, Proyecto Maconha ha hecho so- nar su estilo en una variedad de lu- gares y foros alternativos de México, donde ha recibido una buena respues- ta del público asistente, en su mayoría jóvenes. En la lista de escenarios en los que se ha presentado con éxito —Rockotitlán sur, Multiforo Alicia, Faro de Oriente, El Ghetto y el Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México— ha quedado in- cluido el MNCP, la casa de la cultura viva. Con Checo en la voz, Shenka en voz y programación, Miguel en la programa- ción, Monel en la guitarra y Chino en el bajo, en cada presentación pueden sumar- se metales y voces, dependiendo de quién llegue y cómo se dé la experiencia. Para saber más de Proyecto Maconha consulta http://myspace.com/proyectomaconha. Con sabor a mi tierra La Tonada Experiencia THC Huasteco por siempre El son de los bailadores es un disco de Ricardo Larrazolo que incluye 12 sones tradicionales de la Huasteca tamaulipeca. Acompañado por Es- tibalis Gómez (quinta) y José Luis Cerros (violín), Larrazolo ejecuta la jarana e interpreta melodías de autores como Elpidio Ramírez, Ni- candro Castillo, José Sierra Flores, Ramón Chávez, Tomás Gómez y Va- lente Larrazolo, en las que se reafr- ma el ser huasteco. La grabación fue realizada con la participación del Instituto Ta- maulipeco para la Cultura y las Ar- tes y fondos del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comu- nitarias (PACMYC) 2005. A la venta en 100 pesos con Valente Larrazolo al (834) 3056249. zz Introducción México es un país pluricultural que encuentra en su diversidad una fuente inagotable de talento, innovación, expresión y creatividad. Vale decir que cuenta con raíces ancestrales y una plura- lidad de identidades que se manifestan en la vida cotidiana de pueblos, comunidades, barrios y colonias. En términos de perspectiva de desa- rrollo sociocultural, sus condiciones mejorarán en la medida que el Estado diseñe e instrumen- te políticas públicas que permitan el reconoci- miento pleno de la pluralidad y la diferencia, al tiempo que garanticen el derecho de los pueblos y los grupos a preservar, desarrollar y salvaguar- dar su patrimonio cultural, de acuerdo con su propia historia y visión del mundo. Una política cultural de Estado con estas dimensiones contribuiría a enriquecer la vida de- mocrática del país, a fn de: a) vigorizar y revitali- zar las identidades culturales, b) lograr acuerdos para mantener la diferencia armónica entre las diversas personas y grupos y c) propiciar la con- secución de metas sociales compartidas. En el marco de la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural, se hace necesario orientar esfuerzos a favor de la construcción del pluralismo cultural . En este marco, destaca no sólo la importancia de la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y el goce de todos los derechos políticos y civiles, sino la trascendencia del goce de los derechos colectivos, los cuales son necesarios para el forecimiento y desarrollo de los pueblos indí- genas, comunidades rurales, grupos urbanos y minorías culturales, de tal manera que to- dos los habitantes puedan enriquecer tanto a México como a la sociedad global y, a la vez, benefciarse del intercambio y la cooperación con los demás. La convicción y el reconocimiento del dere- cho que tiene toda persona o colectividad a ser libre, respetada y desarrollarse en su diversidad cultural, contribuirá a erradicar los prejuicios, la discriminación y la intolerancia —que son pro- pios de los regímenes autoritarios— así como a consolidar una sociedad más justa y equitativa. A partir de estas premisas, cabe destacar la enorme importancia que tiene el diálogo y la cooperación responsable entre Gobierno, organizaciones sociales, ciudadanos, pueblos, comunidades y grupos para poner en marcha programas y estrategias efcaces que permitan: 1. Salvaguardar, estudiar y difundir el pa- trimonio cultural inmaterial (PCI) de los mexicanos con la participación libre, plu- ral y abierta de pueblos y grupos sociales, a fn de propiciar la generación de proyec- tos autogestivos. 2. Reconocer a la diversidad étnica, lingüís- tica y cultural como fuente del pluralismo cultural. 3. Destacar la relevancia de los procesos so- ciales y no únicamente el valor estético y la autenticidad de las expresiones del pa- trimonio inmaterial. 4. Vincular las acciones de salvaguardia, estudio y difusión del patrimonio cultural inmaterial de los diversos sectores de la población con los programas de desarrollo social y productivo del Gobierno de la Re- pública. 5. Convertir a la cultura en el eje transver- sal de las políticas públicas, para lograr transformaciones socioeconómicas que permitan mejorar la calidad de vida de los creadores y portadores de cultura, desde sus propias concepciones. En México, gran parte del patrimonio cultural inmaterial se encuentra únicamente bajo el resguardo de sus creadores. A esta realidad se agrega la amenaza que signifcan los procesos de la globalización y el libre mercado, los cua- les tienden a mercantilizar los símbolos y las tradiciones de las culturas, al grado de conver- tirlas en mercancías desechables y despojarlas arbitrariamente de sus contenidos y procesos sociales. 1. Antecedentes No obstante la preocupación del Estado por preservar las expresiones socioculturales en su rica y renovada diversidad, hasta ahora México carece de leyes sufcientes para proteger el pa- trimonio cultural inmaterial de su población. Ini- ciado el nuevo milenio, las normas sólo hacían referencia a la conservación de bienes patrimo- niales muebles, como los monumentos y sitios arqueológicos. Así lo estipula la Ley Federal de 1972 del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Gracias a las modifcaciones de 2001 a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexi- canos, se reconoce que: “la Nación tiene una composición pluricultural sustentada original- mente en sus pueblos indígenas”, garantizando su derecho a “preservar y enriquecer sus lenguas, conocimientos y todos los elementos que consti- tuyan su cultura e identidad” (Artículo 2). La Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas, promulgada en 2002, representa otro gran avance en materia de pa- trimonio cultural inmaterial. Entre sus normas destacan las siguientes: “Artículo 3°.- Las lenguas indígenas son par- te integrante del patrimonio cultural y lin- güístico nacional. La pluralidad de lenguas indígenas es una de las principales expre- siones de la composición pluricultural de la Nación Mexicana. “Artículo 4°.- Las lenguas indígenas que se reconozcan en los términos de la presente Ley y el español son lenguas nacionales por su origen histórico y tienen la misma validez en su territorio, localización y con- texto en que se hablen.” En cuanto a los avances en los estados de la República, cabe hacer mención que las leyes del Patrimonio Cultural de Coahuila, Baja Ca- lifornia, Guanajuato y Nuevo León establecen medidas concretas de protección y salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial . En el ámbito internacional, cabe señalar que hasta antes de la Convención para la Sal- vaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, la cual fue aprobada por la Conferencia General de la UNESCO el 17 de octubre de 2003, sólo se contaba con la Recomendación sobre la salva- guardia de la cultura tradicional y popular, tam- bién aprobada por la UNESCO en 1989. Precisamente para llenar este vacío, los Estados Miembro de la UNESCO decidieron, en la 31ª sesión de la Conferencia General, ce- lebrada en noviembre de 2001, convocar a una convención que promoviera la salvaguardia del patrimonio inmaterial de la humanidad. Para ello, invitaron al Director General a presentar un informe sobre la situación del patrimonio in- material que debía ser objeto de una actividad normativa, junto con un anteproyecto de Con- vención Internacional. En respuesta a estas solicitudes, la Conven- ción para la Salvaguardia del Patrimonio Cultu- ral Inmaterial fue aprobada por la Conferencia General de la UNESCO en octubre de 2003. En su sentido más amplio, su propósito es comple- mentar la Convención del Patrimonio Mundial de 1972, cuyo fn era proteger únicamente el pa- trimonio material de la humanidad. Por ello, y considerando que México fue el país número 28 en ratifcar la citada Convención, la cual entró en vigor el 20 de abril de 2006, se elabora el presente documento conforme a sus recomendaciones y sugerencias, con el propó- sito de responder satisfactoriamente a cuatro fnalidades de política cultural nacional: a) La salvaguardia del patrimonio cultural in- material. b) El respeto al patrimonio cultural inmaterial de las comunidades, grupos e individuos de que se trate. c) La sensibilización en el plano local, nacio- nal e internacional, a la importancia del patrimonio cultural inmaterial y de su re- conocimiento recíproco. d) La cooperación y asistencia internaciona- les (Artículo 1). 2. Exposición de motivos En la actualidad el mundo enfrenta un proceso de homogeneización cultural que gira en torno a los intereses de los mercados fnancieros y las empresas transnacionales. Cabe señalar que la dinámica de este proceso ha puesto en riesgo los usos, saberes, conocimientos tradicionales, cosmovisiones y, por tal motivo, los estilos de vida de pueblos indígenas, comunidades rura- les, sectores urbanos y minorías culturales. Esto amenaza con la degradación ecológica del me- Metodología y Criterios Generales para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de México Los Documentos zz octubre - diciembre · 2006 dio natural donde forecen y se desarrollan sus culturas. De lo anterior se desprende la necesidad de consolidar una política cultural de Estado que: 1. Reivindique el derecho de los pueblos, las comunidades y los grupos sociales a man- tener sus propias identidades culturales. 2. Garantice el acceso de los mexicanos a sus bienes y servicios culturales y, en conse- cuencia, 3. Salvaguarde, estudie y difunda el patri- monio cultural inmaterial de todos los grupos y sectores de la sociedad mexicana de acuerdo a su propia historia, su propia cosmovisión y sus propios intereses. De acuerdo con el derecho a las diferencias, el patrimonio cultural es una manifestación viva, resultado de procesos sociales y esfuerzos co- lectivos que producen identidades culturales y cohesión social. Las políticas culturales no deben orientar- se a la conservación de los bienes sólo por sus cualidades estéticas, autenticidad o valor en sí mismos, al margen de sus usos sociales. Con base en esto, las instituciones públicas están defniendo estrategias y líneas de acción que favorezcan las condiciones de vida de los crea- dores y portadores de cultura. El patrimonio cultural material carece de sentido si no se consideran los valores y signi- fcados intrínsecos a sus productos. Visto así, toda referencia al patrimonio cultural inmaterial está relacionada a sus usos y procesos sociales, o sea, al contexto donde se genera. Al hablar del derecho a la diferencia, se reconoce la impor- tancia de los derechos colectivos y la necesidad de contar con una ley de cultura que salvaguar- de situaciones particulares y específcas, como el caso de la protección a las lenguas indígenas y al derecho de las personas a usarlas pública- mente. Otro de los ámbitos de indudable importan- cia para la protección del patrimonio cultural inmaterial es el derecho de autoría colectiva, en razón de su vulnerabilidad y desprotección. La sinergia producida por la suma de es- fuerzos entre las instituciones responsables de salvaguardar la cultura inmaterial, junto a los creadores y la sociedad en su conjunto, debe dar como resultado la creación de estrategias y criterios que impidan la destrucción y el deterio- ro de la diversidad de modos de vida por efecto de la globalización, afanzando la democracia cultural. 3. Defnición y características del pa- trimonio cultural inmaterial El patrimonio cultural está constituido por un conjunto de bienes materiales e inmateriales que poseen signifcado y valor especial para un grupo social determinado o para toda una na- ción. Así, los conceptos material e inmaterial están interrelacionados. En este marco, el patrimonio cultural inma- terial puede poseer dimensiones físicas, siendo fundamentalmente la expresión simbólica de la cultura de los pueblos, comunidades y grupos humanos, se le reconoce como la memoria co- lectiva donde nacen, forecen y se revitalizan los conocimientos, las concepciones del mundo y las formas de vida. Este documento se ha elaborado en ape- go a las sugerencias y recomendaciones de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, en la cual se defne: “Se entiende por patrimonio cultural in- material los usos, representaciones, expresio- nes, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las co- munidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana”. Además se especifcan los ámbitos siguientes: a) Tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vehículo del patrimonio cultural inmaterial. b) Artes del espectáculo. c) Usos sociales, rituales y actos festivos. d) Conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo. e) Técnicas artesanales tradicionales. (Artículo 2, párrafo 1). 4. Principios La salvaguardia del patrimonio cultural inmate- rial deberá asegurar nuestra permanencia como nación pluricultural. Para ello, el Estado deberá impulsar leyes y políticas que propicien el desa- rrollo, revitalización y difusión de las identida- des colectivas. La Metodología y los Criterios Generales para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural In- material de México tendrán que enfocarse hacia la atención de pueblos, comunidades y grupos sociales. Tomarán en cuenta los usos sociales de los bienes culturales, el entorno natural y las condiciones de vida de creadores y portadores de cultura. En razón de lo anterior, se deberán seguir los siguientes principios: Equidad. La alta marginación y extrema pobreza prevaleciente en los pueblos indíge- nas y sectores populares del país demanda la construcción de acuerdos con dependencias e instituciones que brinden oportunidades para mejorar su calidad de vida, con criterios de in- dependencia y equidad en todos los aspectos. Participación y diálogo. Será fundamental promover la participación y el diálogo directo con los creadores, pueblos, comunidades y gru- pos, tal como lo establece el inciso b del Artículo 11 de la Convención de la UNESCO, en la iden- tifcación y defnición de los distintos elementos del patrimonio cultural inmaterial presentes en el territorio. Nuevo federalismo. La democracia pluralis- ta amplía las libertades culturales, promueve la armonía social y fortalece el federalismo. Esto último se logra recurriendo a marcos normativos transparentes que permitan una redistribución más efcaz de facultades, atribuciones y recur- sos, y el establecimiento de una comunicación con los estados, municipios y comunidades de forma horizontal, directa y continua. De tal for- ma que la salvaguardia del patrimonio inmaterial se realice con la participación de los creadores, pueblos, comunidades y grupos interesados. Sustentabilidad. Las políticas culturales de- berán relacionarse estrechamente con los pro- gramas y proyectos de desarrollo sustentable. Harán valer el derecho de los pueblos indígenas al uso pleno de su lengua, sus territorios y su cultura, incluyendo el acceso y la apropiación de los recursos naturales como fuente de riqueza y base de un desarrollo económico sustentable. Autogestión. El ejercicio de la autogestión en los proyectos de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial de los pueblos, comunidades y grupos enriquecerá la democracia y el plura- lismo cultural, debido a que permitirá el recono- cimiento de la capacidad y potencial que tienen para bastarse a sí mismos. La autogestión es un recurso clave para que la salvaguardia refeje de manera real y fdedigna los intereses de los ciudadanos. 5. Diagnóstico y recomendaciones La globalización tiende a imponer modos de vida y hábitos de consumo en todos los países, como ya se ha mencionado. Su tendencia a destruir lo colectivo, lucrar con el patrimonio natural y cultural de los pueblos y apropiarse de las esfe- ras públicas, ha puesto actualmente en riesgo la diversidad cultural de México y del planeta. La salvaguardia y protección del patrimonio cultural inmaterial de México enfrenta serias amenazas que podrían llevar a la desaparición de algunas identidades culturales. De ahí la im- portancia de contar, en principio, con un registro e inventario del patrimonio cultural inmaterial existente en el país. Las transformaciones que se están gestan- do en el ámbito jurídico internacional ocasionan que las instituciones de cultura, pueblos indí- genas, comunidades rurales, grupos urbanos y organizaciones no gubernamentales tiendan a mostrarse a favor de una legislación en materia cultural, particularmente en lo referente a la sal- vaguardia del patrimonio cultural inmaterial. Será decisivo contar con un marco jurídico que incorpore los intereses de todos los grupos y sectores de la sociedad, así como con las Con- venciones que se ratifquen en el ámbito inter- nacional. México se halla en condiciones favorables para llevar a cabo, de manera creativa e inno- vadora, la recopilación y recuperación docu- mentada de su patrimonio cultural. Para que la riqueza cultural sea debidamente resguardada y difundida será necesario que la salvaguardia se constituya en una acción paralela a la conforma- Los Documentos z¿ ción de registros e inventarios. La salvaguardia es la que asegura que éstos respondan a los fnes para los que han sido concebidos. Es importan- te que los habitantes de pueblos y comunidades estén informados sobre las formas como dichos inventarios puedan ser utilizados en benefcio del mejoramiento de sus condiciones de vida. Deben quedar claros los riesgos que resulten de una in- correcta utilización de los inventarios sobre bie- nes cuya protección jurídica se da en los términos de propiedad social. A ese respecto, las acciones de salvaguardia deberán considerar cualquier forma de apropiación y aprovechamiento de los bienes culturales por parte de diversos agentes económicos de índole transnacional. Actualmente se abre paso una creciente tendencia hacia la apropiación privada de los bienes culturales; ésta se aprovecha de sus cua- lidades inmateriales mediante las tecnologías virtuales, cuenta con el amparo de la legisla- ción internacional sobre patentes y propiedad de autor. Quienes proceden de esta manera, se adelantan a la protección con la que los grupos culturales podrían prevenir esas acciones. Por ello, los inventarios pueden ser un recurso que, debidamente reconocido en el plano jurídico, contribuiría a una mayor protección de la pro- piedad cultural de los pueblos. 6. Metodología y criterios para la elaboración de los inventarios del Patrimonio Cultural Inmaterial con fnes de salvaguardia y la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia Por todo lo expuesto, y para dar cumplimiento a la meta más apremiante de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmate- rial, a continuación presentamos la metodología y los criterios para la elaboración tanto de los Inventarios del Patrimonio Cultural Inmaterial con Fines de Salvaguardia (Artículo 12, inciso 1 de la Convención), como de la Lista del Patri- monio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia (Artículo 17, párrafo 1 de la Convención). METODOLOGÍA Y CRITERIOS 1. Los elementos contenidos en los inventa- rios y la lista tendrán que ser sujetos de acciones de salvaguardia, promoción, de- sarrollo y difusión. 2. Esta metodología estará orientada a fo- mentar la participación libre, plural y abierta de pueblos, comunidades y grupos sociales específcos. 3. Se apoyarán los proyectos de autogestión que salvaguarden los procesos colectivos en los cuales se crea el patrimonio cultural inmaterial, y no los que buscan sólo la pre- servación de los objetos mismos. 4. Se tomará en cuenta el contexto histórico, los usos sociales de los bienes culturales, la recomposición del entorno natural y el mejoramiento de las condiciones de vida de creadores y portadores de cultura en las condiciones ya señaladas. 5. Los inventarios y la lista deberán sociali- zarse y ser accesibles a toda la población, permitiendo su aprovechamiento patrimo- nial. 6. Los inventarios deberán ser un instrumen- to para que los pueblos, las comunidades y los grupos ejerzan el control social de los bienes culturales identifcados para su sal- vaguardia y no un recurso que sirva para un propósito contrario. 7. Solicitar el apoyo de las estructuras cultu- rales y sociales participativas ya existen- tes, como son los museos comunitarios o “casas del pueblo”, principalmente si en ellas se sienten representadas las comuni- dades. 8. Sensibilizar a la sociedad y sus institucio- nes acerca de la importancia, contenido y utilidad social de esta labor. 9. Involucrar a la comunidad en todo el pro- ceso de registro e inventariación, refejan- do lo que para ella es más signifcativo. 10. Proporcionar asesoría jurídica gratuita en los casos que se requiera. 11. Difundir la metodología y los criterios de salvaguardia del patrimonio cultural inma- terial, a través de los diferentes medios de comunicación. 12. Considerar el patrimonio inmaterial en peligro de desaparición o grave afectación por las amenazas ya citadas. 13. El registro y la inventariación del PCI de- berá ser regionalizado y dirigido a grupos sociales particulares y defnidos, tomando en cuenta la reconstrucción de la memoria histórica local. 14. El registro debe posibilitar la identifcación de aquellos aspectos fundamentales para la preservación de los bienes anotados. 15. Registrar las manifestaciones culturales materiales, dando cuenta de su signifca- ción y estructura simbólica y su relación con otras prácticas sociales. 16. Los inventarios deberán incluir todos aque- llos procesos de innovación cultural. 17. Las acciones de salvaguardia deberán con- siderar situaciones tan diversas como las consecuencias de los procesos migratorios en el patrimonio cultural, o la destrucción ocasionada por los procesos de moderni- zación en los centros históricos, que afec- tan el tejido social y sus formas de socia- bilidad. 18. Deberá considerarse la preservación y salvaguardia de los conocimientos tra- dicionales acerca del aprovechamiento sustentable de los recursos naturales y la biodiversidad existentes en sus territorios (Convención de Diversidad Biológica de 1992). 19. Considerar los espacios sacrales y geográ- fcos con signifcado simbólico, ritual, his- tórico, religioso o que sean representativos de uno o más ecosistemas naturales. 20. Deberán participar líderes naturales y au- toridades tradicionales en las decisiones sobre la salvaguardia y conservación del patrimonio cultural inmaterial. 21. Utilizar los registros e inventarios como un primer indicador del patrimonio inte- lectual que debe ser regularizado en el marco del derecho de autor, incluyendo la propiedad industrial, técnicas de marca, patente, diseños, modelos denominados de origen, conocimientos prácticos y secretos de fabricación de los pueblos, obras literarias, artísticas, de arte popu- lar y artesanal, de comunidades y grupos sociales. 22. Los inventarios son una oportunidad para identifcar problemas, carencias y necesi- dades de crecimiento económico y desa- rrollo social. 23. Finalmente, identifcar los factores que li- miten, alteren o distorsionen las manifes- taciones culturales, e incluso impidan la propia salvaguardia. 7. Grupo de Trabajo para la Promoción y Protección del Patrimonio Oral e Inmaterial de México El presente documento es el resultado de un largo proceso de diálogo y debate interinstitu- cional entre las dependencias de Gobierno y organizaciones de la sociedad civil dedicadas a la salvaguardia del patrimonio inmaterial, inte- grados en el Grupo de Trabajo para la Promoción y Protección del Patrimonio Oral e Inmaterial de México. La responsabilidad de la redacción, revisión y corrección del texto recayó en el siguiente gru- po técnico: CONACULTA • Coordinación de Asuntos Internacionales • Dirección General de Culturas Populares e Indígenas • Coordinación de Patrimonio Cultural, Desarrollo y Turismo • Instituto Nacional de Bellas Artes • Instituto Nacional de Antropología e Historia • Dirección General de Vinculación Cultural Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas Instituto Nacional del Derecho de Autor 8. Consideraciones fnales El presente trabajo defne la metodología y los criterios para la elaboración de los inventarios y las listas del patrimonio cultural inmaterial de México que requiera medidas de salvaguar- dia, ya sea porque es importante para la vida de un grupo específco, ya sea porque se en- cuentre en riesgo de desaparecer. El trabajo, empero, apenas comienza; plantea retos que requieren de todos los esfuerzos y de un pro- ceso de valoración dentro de la sociedad y las instituciones. En razón de lo anterior, se ha creado el grupo técnico de Expertos para la Promoción y Protección del Patrimonio Oral e Inmaterial de México. Cabe destacar que este equipo está conformado por especialistas adscritos a las instituciones culturales que integran el Grupo de Trabajo para la Promoción y Protección del Patrimonio Oral e Inmaterial de México. El grupo técnico dará a conocer en junio del año en curso sus funciones y calendario de actividades. Los Documentos zµ octubre - diciembre · 2006 Refriéndose a los instrumentos internacionales exis- tentes en materia de derechos humanos, en parti- cular a la Declaración Universal de Derechos Hu- manos de 1948, al Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966 y al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966, Considerando la importancia que reviste el patrimonio cultural inmaterial, crisol de la diversidad cultural y garante del desarrollo sostenible, como se des- taca en la Recomendación de la UNESCO sobre la salvaguardia de la cultura tradicional y popular de 1989, así como en la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural de 2001 y en la Declaración de Estambul de 2002, aprobada por la Tercera Mesa Redonda de Ministros de Cultura, Considerando la profunda interdependencia que exis- te entre el patrimonio cultural inmaterial y el patri- monio material cultural y natural, Reconociendo que los procesos de mundialización y de transformación social por un lado crean las condiciones propicias para un diálogo renovado entre las comunidades pero por el otro también traen consigo, al igual que los fenómenos de into- lerancia, graves riesgos de deterioro, desaparición y destrucción del patrimonio cultural inmaterial, debido en particular a la falta de recursos para salvaguardarlo, Consciente de la voluntad universal y la preocupación común de salvaguardar el patrimonio cultural in- material de la humanidad, Reconociendo que las comunidades, en especial las indígenas, los grupos y en algunos casos los in- dividuos desempeñan un importante papel en la producción, la salvaguardia, el mantenimiento y la recreación del patrimonio cultural inmaterial, contribuyendo con ello a enriquecer la diversidad cultural y la creatividad humana, Observando la labor trascendental que realiza la UNESCO en la elaboración de instrumentos nor- mativos para la protección del patrimonio cultural, en particular la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural de 1972, Observando además que todavía no se dispone de un instrumento multilateral de carácter vinculante destinado a salvaguardar el patrimonio cultural inmaterial, Considerando que convendría mejorar y completar ef- cazmente los acuerdos, recomendaciones y reso- luciones internacionales existentes en materia de patrimonio cultural y natural mediante nuevas dispo- siciones relativas al patrimonio cultural inmaterial, Considerando la necesidad de suscitar un mayor nivel de conciencia, especialmente entre los jóvenes, de la importancia del patrimonio cultural inmaterial y de su salvaguardia, Considerando que la comunidad internacional debe- ría contribuir, junto con los Estados Partes en la presente Convención, a salvaguardar ese patrimo- nio, con voluntad de cooperación y ayuda mutua, Recordando los programas de la UNESCO relativos al patrimonio cultural inmaterial, en particular la Proclamación de las obras maestras del patrimo- nio oral e inmaterial de la humanidad, Considerando la inestimable función que cumple el patrimonio cultural inmaterial como factor de acercamiento, intercambio y entendimiento entre los seres humanos, Aprueba en este día diecisiete de octubre de 2003 la presente Convención. I. Disposiciones generales Artículo 1 Finalidades de la Convención La presente Convención tiene las siguientes fnali- dades: a) la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial; b) el respeto del patrimonio cultural inmaterial de las comunidades, grupos e individuos de que se trate; c) la sensibilización en el plano local, nacional e in- ternacional a la importancia del patrimonio cultu- ral inmaterial y de su reconocimiento recíproco; d) la cooperación y asistencia internacionales. Artículo 2 Defniciones A los efectos de la presente Convención, se entiende por “patrimonio cultural inmaterial” los usos, repre- sentaciones, expresiones, conocimientos y técnicas –junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes– que las comunidades, los grupos y en algunos casos los in- dividuos reconozcan como parte integrante de su pa- trimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es re- creado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la natu- raleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promo- ver el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana. A los efectos de la presente Convención, se tendrá en cuenta únicamente el patrimonio cultural inmaterial que sea compatible con los instrumentos internacionales de derechos humanos existentes y con los imperativos de respeto mutuo entre comunidades, grupos e individuos y de desarrollo sostenible. El “patrimonio cultural inmaterial”, según se def- ne en el párrafo 1 supra, se manifesta en particular en los ámbitos siguientes: a) tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vehículo del patrimonio cultural inmaterial; b) artes del espectáculo; c) usos sociales, rituales y actos festivos; d) conocimientos y usos relacionados con la natu- raleza y el universo; e) técnicas artesanales tradicionales. Se entiende por “salvaguardia” las medidas encami- nadas a garantizar la viabilidad del patrimonio cultu- ral inmaterial, comprendidas la identifcación, docu- mentación, investigación, preservación, protección, promoción, valorización, transmisión –básicamente a través de la enseñanza formal y no formal– y revitali- zación de este patrimonio en sus distintos aspectos. La expresión “Estados Partes” designa a los Esta- dos obligados por la presente Convención y entre los cuales ésta esté en vigor. Esta Convención se aplicará mutatis mutandis a los territorios mencionados en el Artículo 33 que pasen a ser Partes en ella, con arreglo a las condicio- nes especifcadas en dicho artículo. En esa medida la expresión “Estados Partes” se referirá igualmente a esos territorios. Artículo 3 Relación con otros instrumentos internacionales Ninguna disposición de la presente Convención po- drá ser interpretada de tal manera que: a) modifque el estatuto o reduzca el nivel de protec- ción de los bienes declarados patrimonio mundial en el marco de la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural de 1972 a los que esté directamente asociado un ele- mento del patrimonio cultural inmaterial; o b) afecte los derechos y obligaciones que tengan los Estados Partes en virtud de otros instru- mentos internacionales relativos a los derechos de propiedad intelectual o a la utilización de los recursos biológicos y ecológicos de los que sean partes. II. Órganos de la Convención Artículo 4 Asamblea General de los Estados Partes Queda establecida una Asamblea General de los Es- tados Partes, denominada en adelante “la Asamblea General”, que será el órgano soberano de la presente Convención. La Asamblea General celebrará una reunión ordi- naria cada dos años. Podrá reunirse con carácter ex- traordinario cuando así lo decida, o cuando reciba una petición en tal sentido del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmate- rial o de por lo menos un tercio de los Estados Partes. La Asamblea General aprobará su propio Reglamento. Artículo 5 Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial Queda establecido en la UNESCO un Comité Intergu- bernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cul- tural Inmaterial, denominado en adelante “el Comité”. Estará integrado por representantes de 18 Estados Par- tes, que los Estados Partes constituidos en Asamblea General elegirán al entrar la presente Convención en vigor según lo dispuesto en el Artículo 34. El número de Estados miembros del Comité pasa- rá a 24 en cuanto el número de Estados Partes en la Convención llegue a 50. Artículo 6 Elección y mandato de los Estados Miembros del Comité La elección de los Estados Miembros del Comité de- berá obedecer a los principios de una distribución geográfca y una rotación equitativas. Los Estados Partes en la Convención, reunidos en Asamblea General, elegirán a los Estados Miembros del Comité por un mandato de cuatro años. Sin embargo, el mandato de la mitad de los Estados Miembros del Comité elegidos en la primera elección será sólo de dos años. Dichos Estados serán designa- dos por sorteo en el curso de la primera elección. Los Documentos Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial La Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, denominada en adelante “la UNESCO”, en su 32ª reunión, celebrada en París del veintinueve de septiembre al diecisiete de octubre de 2003: z¿ Los Documentos Cada dos años, la Asamblea General procederá a renovar la mitad de los Estados miembros del Comité. La Asamblea General elegirá asimismo a cuantos Estados miembros del Comité sean necesarios para cubrir los escaños vacantes. Un Estado miembro del Comité no podrá ser elegido por dos mandatos consecutivos. Los Estados miembros del Comité designarán, para que los representen en él, a personas califcadas en los diversos ámbitos del patrimonio cultural inmaterial. Artículo 7 Funciones del Comité Sin perjuicio de las demás atribuciones que se le asig- nan en la presente Convención, las funciones del Co- mité serán las siguientes: a) promover los objetivos de la Convención y fo- mentar y seguir su aplicación; b) brindar asesoramiento sobre prácticas ejempla- res y formular recomendaciones sobre medidas encaminadas a salvaguardar el patrimonio cul- tural inmaterial; c) preparar y someter a la aprobación de la Asamblea General un proyecto de utilización de los recursos del Fondo, de conformidad con el Artículo 25; d) buscar las formas de incrementar sus recursos y adoptar las medidas necesarias a tal efecto, de conformidad con el Artículo 25; e) preparar y someter a la aprobación de la Asam- blea General directrices operativas para la apli- cación de la Convención; f) de conformidad con el Artículo 29, examinar los informes de los Estados Partes y elaborar un re- sumen de los mismos destinado a la Asamblea General; g) examinar las solicitudes que presenten los Es- tados Partes y decidir, con arreglo a los criterios objetivos de selección establecidos por el propio Comité y aprobados por la Asamblea General, acerca de: i) las inscripciones en las listas y las pro- puestas que se mencionan en los Artícu- los 16, 17 y 18; ii) la prestación de asistencia internacional de conformidad con el Artículo 22. Artículo 8 Métodos de trabajo del Comité El Comité será responsable ante la Asamblea General, a la que dará cuenta de todas sus actividades y deci- siones. El Comité aprobará su Reglamento por una mayoría de dos tercios de sus miembros. El Comité podrá crear, con carácter transitorio, los órganos consultivos ad hoc que estime necesarios para el desempeño de sus funciones. El Comité podrá invitar a sus reuniones a todo or- ganismo público o privado, o a toda persona física de probada competencia en los diversos ámbitos del patrimonio cultural inmaterial, para consultarles sobre cuestiones determinadas. Artículo 9 Acreditación de las organizaciones de carácter consultivo El Comité propondrá a la Asamblea General la acredi- tación de organizaciones no gubernamentales de pro- bada competencia en el terreno del patrimonio cultural inmaterial. Dichas organizaciones ejercerán funciones consultivas ante el Comité. El Comité propondrá asimismo a la Asamblea Ge- neral los criterios y modalidades por los que se regirá esa acreditación. Artículo 10 Secretaría El Comité estará secundado por la Secretaría de la UNESCO. La Secretaría preparará la documentación de la Asamblea General y del Comité, así como el proyecto de orden del día de sus respectivas reuniones, y ve- lará por el cumplimiento de las decisiones de ambos órganos. III. Salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial en el plano nacional Artículo 11 Funciones de los Estados Partes Incumbe a cada Estado Parte: a) adoptar las medidas necesarias para garantizar la salvaguardia del patrimonio cultural inmate- rial presente en su territorio; b) entre las medidas de salvaguardia mencionadas en el párrafo 3 del Artículo 2, identifcar y defnir los distintos elementos del patrimonio cultural inmaterial presentes en su territorio, con partici- pación de las comunidades, los grupos y las or- ganizaciones no gubernamentales pertinentes. Artículo 12 Inventarios Para asegurar la identifcación con fnes de salvaguar- dia, cada Estado Parte confeccionará con arreglo a su propia situación uno o varios inventarios del patrimo- nio cultural inmaterial presente en su territorio. Dichos inventarios se actualizarán regularmente. Al presentar su informe periódico al Comité de con- formidad con el Artículo 29 cada Estado Parte propor- cionará información pertinente en relación con esos inventarios. Artículo 13 Otras medidas de salvaguardia Para asegurar la salvaguardia, el desarrollo y la valori- zación del patrimonio cultural inmaterial presente en su territorio, cada Estado Parte hará todo lo posible por: a) adoptar una política general encaminada a real- zar la función del patrimonio cultural inmaterial en la sociedad y a integrar su salvaguardia en programas de planifcación; b) designar o crear uno o varios organismos compe- tentes para la salvaguardia del patrimonio cultu- ral inmaterial presente en su territorio; c) fomentar estudios científcos, técnicos y artís- ticos, así como metodologías de investigación, para la salvaguardia efcaz del patrimonio cul- tural inmaterial, y en particular del patrimonio cultural inmaterial que se encuentre en peligro; d) adoptar las medidas de orden jurídico, técnico, administrativo y fnanciero adecuadas para: i) favorecer la creación o el fortalecimiento de instituciones de formación en gestión del patrimonio cultural inmaterial, así como la transmisión de este patrimonio en los foros y espacios destinados a su manifestación y expresión; ii) garantizar el acceso al patrimonio cul- tural inmaterial, respetando al mismo tiempo los usos consuetudinarios por los que se rige el acceso a determinados as- pectos de dicho patrimonio; iii) crear instituciones de documentación sobre el patrimonio cultural inmaterial y facilitar el acceso a ellas. Artículo 14 Educación, sensibilización y fortalecimiento de capacidades Cada Estado Parte intentará por todos los medios oportunos: a) asegurar el reconocimiento, el respeto y la va- lorización del patrimonio cultural inmaterial en la sociedad, en particular mediante: i) programas educativos, de sensibilización y de difusión de información dirigidos al público, y en especial a los jóvenes; ii) programas educativos y de formación específcos en las comunidades y grupos interesados; iii) actividades de fortalecimiento de capa- cidades en materia de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, y espe- cialmente de gestión y de investigación científca; y iv) medios no formales de transmisión del saber; b) mantener al público informado de las amena- zas que pesan sobre ese patrimonio y de las actividades realizadas en cumplimiento de la presente Convención; c) promover la educación sobre la protección de espacios naturales y lugares importantes para la memoria colectiva, cuya existencia es indispensable para que el patrimonio cultural inmaterial pueda expresarse. Artículo 15 Participación de las comunidades, grupos e individuos En el marco de sus actividades de salvaguardia del pa- trimonio cultural inmaterial, cada Estado Parte tratará de lograr una participación lo más amplia posible de las comunidades, los grupos y, si procede, los individuos que crean, mantienen y transmiten ese patrimonio y de asociarlos activamente a la gestión del mismo. IV. Salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial en el plano internacional Artículo 16 Lista representativa del patrimonio cultural inma- terial de la humanidad Para dar a conocer mejor el patrimonio cultural inma- terial, lograr que se tome mayor conciencia de su im- portancia y propiciar formas de diálogo que respeten la diversidad cultural, el Comité, a propuesta de los Estados Partes interesados, creará, mantendrá al día y hará pública una Lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. El Comité elaborará y someterá a la aprobación de la Asamblea General los criterios por los que se regirán la creación, actualización y publicación de dicha Lista representativa. Artículo 17 Lista del patrimonio cultural inmaterial que re- quiere medidas urgentes de salvaguardia Con objeto de adoptar las medidas oportunas de sal- vaguardia, el Comité creará, mantendrá al día y hará pública una Lista del patrimonio cultural inmaterial que requiera medidas urgentes de salvaguardia, e ins- cribirá ese patrimonio en la Lista a petición del Estado Parte interesado. El Comité elaborará y someterá a la aprobación de la Asamblea General los criterios por los que se regirán la creación, actualización y publicación de esa Lista. z6 octubre - diciembre · 2006 En casos de extrema urgencia, así considerados a tenor de los criterios objetivos que la Asamblea Gene- ral haya aprobado a propuesta del Comité, este últi- mo, en consulta con el Estado Parte interesado, podrá inscribir un elemento del patrimonio en cuestión en la lista mencionada en el párrafo 1. Artículo 18 Programas, proyectos y actividades de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial Basándose en las propuestas presentadas por los Es- tados Partes, y ateniéndose a los criterios por él def- nidos y aprobados por la Asamblea General, el Comité seleccionará periódicamente y promoverá los progra- mas, proyectos y actividades de ámbito nacional, su- bregional o regional para la salvaguardia del patrimo- nio que a su entender refejen del modo más adecuado los principios y objetivos de la presente Convención, teniendo en cuenta las necesidades particulares de los países en desarrollo. A tal efecto, recibirá, examinará y aprobará las soli- citudes de asistencia internacional formuladas por los Estados Partes para la elaboración de las menciona- das propuestas. El Comité secundará la ejecución de los mencio- nados programas, proyectos y actividades mediante la difusión de prácticas ejemplares con arreglo a las modalidades que haya determinado. V. Cooperación y asistencia internacionales Artículo 19 Cooperación A los efectos de la presente Convención, la coopera- ción internacional comprende en particular el inter- cambio de información y de experiencias, iniciativas comunes, y la creación de un mecanismo para ayudar a los Estados Partes en sus esfuerzos encaminados a salvaguardar el patrimonio cultural inmaterial. Sin perjuicio de lo dispuesto en su legislación na- cional ni de sus derechos y usos consuetudinarios, los Estados Partes reconocen que la salvaguardia del pa- trimonio cultural inmaterial es una cuestión de interés general para la humanidad y se comprometen, con tal objetivo, a cooperar en el plano bilateral, subregional, regional e internacional. Artículo 20 Objetivos de la asistencia internacional Se podrá otorgar asistencia internacional con los ob- jetivos siguientes: a) salvaguardar el patrimonio que fgure en la lista de elementos del patrimonio cultural inmaterial que requieren medidas urgentes de salvaguardia; b) confeccionar inventarios en el sentido de los Ar- tículos 11 y 12; c) prestar apoyo a programas, proyectos y activida- des de ámbito nacional, subregional y regional destinados a salvaguardar el patrimonio cultural inmaterial; d) cualquier otro objetivo que el Comité juzgue oportuno. Artículo 21 Formas de asistencia internacional La asistencia que el Comité otorgue a un Estado Parte se regirá por las directrices operativas previstas en el Artículo 7 y por el acuerdo mencionado en el Artículo 24, y podrá revestir las siguientes formas: a) estudios relativos a los diferentes aspectos de la salvaguardia; b) servicios de expertos y otras personas con ex- periencia práctica en patrimonio cultural inma- terial; c) formación de todo el personal necesario; d) elaboración de medidas normativas o de otra índole; e) creación y utilización de infraestructuras; f) aporte de material y de conocimientos especia- lizados; g) otras formas de ayuda fnanciera y técnica, lo que puede comprender, si procede, la concesión de préstamos a interés reducido y las donaciones. Artículo 22 Requisitos para la prestación de asistencia internacional El Comité defnirá el procedimiento para examinar las solicitudes de asistencia internacional y determina- rá los elementos que deberán constar en ellas, tales como las medidas previstas, las intervenciones nece- sarias y la evaluación del costo. En situaciones de urgencia, el Comité examinará con carácter prioritario la solicitud de asistencia. Para tomar una decisión el Comité efectuará los es- tudios y las consultas que estime necesarios. Artículo 23 Solicitudes de asistencia internacional Cada Estado Parte podrá presentar al Comité una so- licitud de asistencia internacional para la salvaguar- dia del patrimonio cultural inmaterial presente en su territorio. Dicha solicitud podrá también ser presentada con- juntamente por dos o más Estados Partes. En la solicitud deberán constar los elementos de información mencionados en el párrafo 1 del Artículo 22, así como la documentación necesaria. Artículo 24 Papel de los Estados Partes benefciarios De conformidad con las disposiciones de la presente Convención, la asistencia internacional que se con- ceda se regirá por un acuerdo entre el Estado Parte benefciario y el Comité. Por regla general, el Estado Parte benefciario de- berá contribuir, en la medida en que lo permitan sus medios, a sufragar las medidas de salvaguardia para las que se otorga la asistencia internacional. El Estado Parte benefciario presentará al Comité un informe sobre la utilización de la asistencia que se le haya concedido con fnes de salvaguardia del patri- monio cultural inmaterial. VI. Fondo del patrimonio cultural inmaterial Artículo 25 Índole y recursos del Fondo Queda establecido un “Fondo para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial”, denominado en ade- lante “el Fondo”. El Fondo estará constituido como fondo fduciario, de conformidad con las disposiciones del Reglamento Financiero de la UNESCO. Los recursos del Fondo estarán constituidos por: a) las contribuciones de los Estados Partes; b) los recursos que la Conferencia General de la UNESCO destine a tal fn; c) las aportaciones, donaciones o legados que pue- dan hacer: i) otros Estados; ii) organismos y programas del sistema de las Naciones Unidas, en especial el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, u otras organizaciones in- ternacionales; iii) organismos públicos o privados o per- sonas físicas; d) todo interés devengado por los recursos del Fon- do; e) el producto de las colectas y la recaudación de las manifestaciones organizadas en provecho del Fondo; f) todos los demás recursos autorizados por el Re- glamento del Fondo, que el Comité elaborará. La utilización de los recursos por parte del Comité se decidirá a tenor de las orientaciones que formule al respecto la Asamblea General. El Comité podrá aceptar contribuciones o asisten- cia de otra índole que se le ofrezca con fnes generales o específcos, ligados a proyectos concretos, siempre y cuando esos proyectos cuenten con su aprobación. Las contribuciones al Fondo no podrán estar su- peditadas a condiciones políticas, económicas ni de otro tipo que sean incompatibles con los objetivos que persigue la presente Convención. Artículo 26 Contribuciones de los Estados Partes al Fondo Sin perjuicio de cualquier otra contribución comple- mentaria de carácter voluntario, los Estados Partes en la presente Convención se obligan a ingresar en el Fondo, cada dos años por lo menos, una contri- bución cuya cuantía, calculada a partir de un por- centaje uniforme aplicable a todos los Estados, será determinada por la Asamblea General. Para que ésta pueda adoptar tal decisión se requerirá una mayoría de los Estados Partes presentes y votantes que no hayan hecho la declaración mencionada en el pá- rrafo 2 del presente artículo. El importe de esa con- tribución no podrá exceder en ningún caso del 1% de la contribución del Estado Parte al Presupuesto Ordinario de la UNESCO. No obstante, cualquiera de los Estados a que se referen el Artículo 32 o el Artículo 33 de la presente Convención podrá declarar, en el momento de de- positar su instrumento de ratifcación, aceptación, aprobación o adhesión, que no se considera obliga- do por las disposiciones del párrafo 1 del presente artículo. Todo Estado Parte en la presente Convención que haya formulado la declaración mencionada en el pá- rrafo 2 del presente artículo hará lo posible por reti- rarla mediante una notifcación al Director General de la UNESCO. Sin embargo, el hecho de retirar la declaración sólo tendrá efecto sobre la contribución que adeude dicho Estado a partir de la fecha en que dé comienzo la siguiente reunión de la Asamblea Ge- neral. Para que el Comité pueda planifcar con efcacia sus actividades, las contribuciones de los Estados Partes en esta Convención que hayan hecho la de- claración mencionada en el párrafo 2 del presente artículo deberán ser abonadas periódicamente, cada dos años por lo menos, y deberían ser de un importe lo más cercano posible al de las contribuciones que esos Estados hubieran tenido que pagar si hubiesen estado obligados por las disposiciones del párrafo 1 del presente artículo. Ningún Estado Parte en la presente Convención que esté atrasado en el pago de su contribución obli- gatoria o voluntaria para el año en curso y el año civil inmediatamente anterior podrá ser elegido miembro del Comité, si bien esta disposición no será aplicable en la primera elección. El mandato de un Estado Los Documentos zy Los Documentos Parte que se encuentre en tal situación y que ya sea miembro del Comité fnalizará en el momento en que tengan lugar las elecciones previstas en el Artículo 6 de la presente Convención. Artículo 27 Contribuciones voluntarias complementarias al Fondo Los Estados Partes que con carácter voluntario deseen efectuar otras contribuciones además de las previstas en el Artículo 26 informarán de ello lo antes posible al Comité, para que éste pueda plani- fcar sus actividades en consecuencia. Artículo 28 Campañas internacionales de recaudación de fondos En la medida de lo posible, los Estados Partes pres- tarán su concurso a las campañas internacionales de recaudación que se organicen en provecho del Fondo bajo los auspicios de la UNESCO. VII. Informes Artículo 29 Informes de los Estados Partes Los Estados Partes presentarán al Comité, en la forma y con la periodicidad que éste prescriba, informes sobre las disposiciones legislativas, re- glamentarias o de otra índole que hayan adoptado para aplicar la Convención. Artículo 30 Informes del Comité Basándose en sus actividades y en los informes de los Estados Partes mencionados en el Artículo 29, el Comité presentará un informe en cada reunión de la Asamblea General. Dicho informe se pondrá en conocimiento de la Conferencia General de la UNESCO. VIII. Cláusula transitoria Artículo 31: Relación con la Proclamación de las obras maestras del patrimonio oral e inma- terial de la humanidad El Comité incorporará a la Lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad los elementos que, con anterioridad a la entrada en vi- gor de esta Convención, hubieran sido proclamados “obras maestras del patrimonio oral e inmaterial de la humanidad”. La inclusión de dichos elementos en la Lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad se efectuará sin perjuicio de los criterios por los que se regirán las subsiguientes inscripciones, establecidos según lo dispuesto en el párrafo 2 del Artículo 16. Con posterioridad a la entrada en vigor de la presente Convención no se efectuará ninguna otra Proclamación. IX. Disposiciones fnales Artículo 32 Ratifcación, aceptación o aprobación La presente Convención estará sujeta a la ratif- cación, aceptación o aprobación de los Estados Miembros de la UNESCO, de conformidad con sus respectivos procedimientos constitucionales. Los instrumentos de ratifcación, aceptación o aprobación se depositarán ante el Director General de la UNESCO. Artículo 33 Adhesión La presente Convención quedará abierta a la adhe- sión de todos los Estados que no sean miembros de la UNESCO y que la Conferencia General de la Organización haya invitado a adherirse a ella. La presente Convención quedará abierta asimis- mo a la adhesión de los territorios que gocen de plena autonomía interna reconocida como tal por las Naciones Unidas pero que no hayan alcanzado la plena independencia de conformidad con la Re- solución 1514 (XV) de la Asamblea General, y que tengan competencia sobre las materias regidas por esta Convención, incluida la de suscribir tratados en relación con ellas. El instrumento de adhesión se depositará en po- der del Director General de la UNESCO. Artículo 34 Entrada en vigor La presente Convención entrará en vigor tres me- ses después de la fecha de depósito del trigésimo instrumento de ratifcación, aceptación, apro- bación o adhesión, pero sólo con respecto a los Estados que hayan depositado sus respectivos ins- trumentos de ratifcación, aceptación, aprobación o adhesión en esa fecha o anteriormente. Para los demás Estados Partes, entrará en vigor tres me- ses después de efectuado el depósito de su ins- trumento de ratifcación, aceptación, aprobación o adhesión. Artículo 35 Regímenes constitucionales federales o no unitarios A los Estados Partes que tengan un régimen cons- titucional federal o no unitario les serán aplicables las disposiciones siguientes: a) por lo que respecta a las disposiciones de esta Convención cuya aplicación competa al poder legislativo federal o central, las obliga- ciones del gobierno federal o central serán idénticas a las de los Estados Partes que no constituyan Estados federales; b) por lo que respecta a las disposiciones de la presente Convención cuya aplicación compe- ta a cada uno de los Estados, países, provin- cias o cantones constituyentes, que en virtud del régimen constitucional de la federación no estén facultados para tomar medidas legisla- tivas, el gobierno federal comunicará esas disposiciones, con su dictamen favorable, a las autoridades competentes de los Estados, países, provincias o cantones, para que éstas las aprueben. Artículo 36 Denuncia Todos los Estados Partes tendrán la facultad de de- nunciar la presente Convención. La denuncia se notifcará por medio de un ins- trumento escrito, que se depositará en poder del Director General de la UNESCO. La denuncia surtirá efecto doce meses después de la recepción del instrumento de denuncia. No modifcará en nada las obligaciones fnancieras que haya de asumir el Estado denunciante hasta la fecha en que la retirada sea efectiva. Artículo 37 Funciones del depositario El Director General de la UNESCO, en su calidad de depositario de la presente Convención, informará a los Estados Miembros de la Organización y a los Es- tados que no sean miembros a los cuales se refere el Artículo 33, así como a las Naciones Unidas, del depósito de todos los instrumentos de ratifcación, aceptación, aprobación o adhesión mencionados en los Artículos 32 y 33 y de las denuncias previstas en el Artículo 36. Artículo 38 Enmiendas Todo Estado Parte podrá proponer enmiendas a esta Convención mediante comunicación dirigida por escrito al Director General. Éste transmitirá la comunicación a todos los Estados Partes. Si en los seis meses siguientes a la fecha de envío de la co- municación la mitad por lo menos de los Estados Partes responde favorablemente a esa petición, el Director General someterá dicha propuesta al examen y la eventual aprobación de la siguiente reunión de la Asamblea General. Las enmiendas serán aprobadas por una mayo- ría de dos tercios de los Estados Partes presentes y votantes. Una vez aprobadas, las enmiendas a esta Con- vención deberán ser objeto de ratifcación, acep- tación, aprobación o adhesión por los Estados Partes. Las enmiendas a la presente Convención, para los Estados Partes que las hayan ratifcado, aceptado, aprobado o que se hayan adherido a ellas, entrarán en vigor tres meses después de que dos tercios de los Estados Partes hayan depositado los instrumentos mencionados en el párrafo 3 del presente artículo. A partir de ese momento la correspondiente enmienda entrará en vigor para cada Estado Parte o territorio que la ratifque, acepte, apruebe o se adhiera a ella tres meses después de la fecha en que el Estado Par- te haya depositado su instrumento de ratifcación, aceptación, aprobación o adhesión. El procedimiento previsto en los párrafos 3 y 4 no se aplicará a las enmiendas que modifquen el Artículo 5, relativo al número de Estados Miembros del Comité. Dichas enmiendas entrarán en vigor en el momento mismo de su aprobación. Un Estado que pase a ser Parte en esta Conven- ción después de la entrada en vigor de enmiendas con arreglo al párrafo 4 del presente artículo y que no manifeste una intención en sentido contrario será considerado: a) Parte en la presente Convención así enmen- dada; y b) Parte en la presente Convención no enmen- dada con respecto a todo Estado Parte que no esté obligado por las enmiendas en cuestión. Artículo 39 Textos auténticos La presente Convención está redactada en árabe, chino, español, francés, inglés y ruso, siendo los seis textos igualmente auténticos. Artículo 40 Registro De conformidad con lo dispuesto en el Artículo 102 de la Carta de las Naciones Unidas, la presente Convención se registrará en la Secretaría de las Naciones Unidas a petición del Director General de la UNESCO. z8 octubre - diciembre · 2006 C ada vez que nace un medio a través del cual podemos informarnos de la vasta cultura que tiene nuestro país, debemos aplaudir la iniciativa; pero no sólo aplaudirla sino tratar de difundirla a fn de que el propósito con el que fue elaborada logre su cometido. Es el caso de El Caracol, medio a través del cual la DGCPI nos invita a conocer, analizar y refexionar sobre las diversas aportaciones culturales que los múltiples grupos de la sociedad mexicana hacen día a día. Por ejemplo, en la sección El corazón en las manos, el reportaje “Experiencia y habilidad de las mujeres popolocas” permite conocer el proceso de producción de la cerámica que realizan las mujeres nguiwas que han mantenido un proceso ancestral, no sólo para benefcio de su comunidad sino para benefcio de la humanidad. Celebro el esfuerzo que realiza la DGCPI y me uno a su entusiasmo por difundir nuestra cultura. Atentamente G. Ivette González Parada Tus comentarios son importantes para nosotros Envía tus cartas al correo: [email protected] Envía tus colaboraciones sobre cultura popular e indígena al correo: [email protected] ¡Participa con nosotros! Hemeroteca del CID Alberto Beltrán • Más de doce mil artículos sobre cultura popular El CID se encuentra en Hidalgo 289, Col. Del Carmen, Coyoacán Centro, México, D.F. Horario de atención, de martes a viernes de 9:00 a 15:00 hrs. F o t o : F e r n a n d o G a r c í a Á l v a r e z E l Caracol es un órgano informativo cuyo objetivo es difundir las contribuciones que han hecho al patrimonio cultural nacional los pueblos y grupos que lo integran, así como propiciar entre los trabajadores del sistema de culturas populares e indígenas y público en general, la construcción de acciones que contribuyan al reconocimiento y valoración de la diversidad cultural del país. Le invitamos a colaborar. El cartero E ste acervo hemerográfco del Centro de Información y Do- cumentación Alberto Beltrán resguarda más de 1200 títulos de revistas, boletines, anuarios, suplementos culturales y periódicos. En total suman aproximadamente 15 mil ejemplares en existencia. Ofrece información sobre arte popular e indígena, literatura, tradiciones, memoria histórica, danzas y festas populares, cu- yos contenidos se concentran en el estudio de la cultura popular. Aunque la mayoría de las revistas son de temas variados, siempre contemplan algún tema enfocado a nuestras tradiciones más re- presentativas de la cultura popular mexicana. También se cuenta con carpetas informativas o paquetes te- máticos, es decir, selección de artículos de temas en particular: Día de Muertos, gastronomía mexicana, festas decembrinas, Se- mana Santa, música popular, etc. Dentro de la base de datos, el registro de la información se realiza por artículo y no por título de revista, de esta manera, es posible acceder a la información por diferentes rubros: autor, título, tema (general, geográfco y étnico) en fchas catalográfcas “analíticas” de acuerdo con la fnalidad que para su investigación requiera el usuario. Entre sus principales colecciones destacan: Multicolor de 1911, Revista de Revistas: Semanario Nacional 1912, El Universal Ilustrado de 1920 a 1921, el Hombre Ilustrado 1922, Semanario Ar- tístico Popular 1928-1937, El machete ilegal 1929-1934, Lux: revista obrera 1934, Revista Mexicana de Sociología, Acción Indigenista, América Indígena, Hojarasca, Artes de México, Culturas Contem- poráneas, Nuestra Palabra Suplemento el Nacional 1990-1993, Boletín de la DGCP 1979-1984, Boletín del Departamento de Inves- tigación de las Tradiciones Populares 1975-1977, Barro Sur 1997- 2000, Memoranda 1989-1995, México en el Tiempo 1994-2000, El Reproductor Campechano 1944-1951, Circular de Cultura Popular 1982-1983, Tierra Adentro 1990-2004 y Órgano Informativo Inter- no de la DGCPI, El Caracol 2006. AVISO IMPORTANTE A partir del 16 de noviembre del 2006, las ofcinas de la Unidad Estatal de Culturas Populares de Quintana Roo estarán ubicadas en Calle 67, entre 72 y Av. Constituyentes, Núm. 750-B, Col. Centro, Felipe Carrillo Puerto, Q. Roo, C.P. 77200. ¡Participa con nosotros! Piixii iUc~i SicU:uo iUc~i Tii·ii iUc~i Mi:·ió: no:oiíii·~ Fernando Eliott Torres Pérez • “Las notas” Alfonso Estrada García • “El sueño de un ángel” Francisco Manuel Palma Lagunas • “Sin título” Ricardo Arroyo Durán • “Diversos Esferos Conversos” Andrés Gualito Sandoval • “Tan sólo una ilusión” Vladimir Icnihuatl Saavedra Martínez “En señal de matrimonio” Alfonso Estrada García a la serie “Vendedor de nopales”, “Niña con flores”, “La oración de una niña” y “Niño en la puerta” Concurso Nacional de Fotograf ía “Jóvenes por la diversidad cultural y la igualdad de oportunidades” La Galería ¿o octubre - diciembre · 2006 El Gobierno de la República atendien- do a los acuerdos y compromisos que ha suscrito con la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial (adoptada en la 32ª Asamblea General de Estados de la UNESCO el 17 de oc- tubre de 2003 en París) y ratifcada por la H. Cámara de Senadores de México en diciembre de 2005, la cual entró en vigor el 20 de abril de 2006, a través de: El Grupo de Trabajo para la Pro- moción y Protección del Patrimonio Cultural Inmaterial de México*, con el propósito de desarrollar planes de salvaguardia, promoción y difusión del patrimonio inmaterial que está en amenaza de desaparecer, y que es ne- cesario para: a) El forecimiento y la revitalización de la diversidad étnica, lingüísti- ca y cultural de nuestro país. b) La afrmación y el desarrollo de nuestras riquezas culturales. c) La preservación de la identidad y cohesión social de los grupos. Reconociendo el potencial enriquece- dor de la diversidad que se encuentra en todo el territorio nacional. CONVOCA A pueblos, comunidades indígenas, ba- rrios, colonias, organizaciones, grupos, artistas, artesanos y especialistas cultu- rales, asentados en el territorio nacio- nal, que mantienen, transmiten y crean el patrimonio vivo de nuestro país, a registrar el patrimonio cultural inmate- rial que requiera medidas urgentes de salvaguardia (preservación, promoción, protección o revitalización) por encon- trarse en riesgo. DEFINICIONES De acuerdo con la UNESCO, se entien- de por patrimonio cultural inmaterial los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas junto con los instrumentos, objetos, artefactos y es- pacios culturales que les son inherentes y que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reco- nozcan como parte importante de su cultura. Es considerado patrimonio cultural in- material aquel que: • Se transmite de generación en generación • Es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia • Infunde a las comunidades y gru- pos sentimientos de identidad y de continuidad • No atenta contra derechos hu- manos existentes • Promueve respeto mutuo entre co- munidades, grupos e individuos • Tiene un desarrollo sostenible Sus principales manifestaciones son: • Lengua • tradiciones orales y escri- tas • Expresiones musicales • Danzas tradicionales • Ceremonias y festivida- des tradicionales • Ritos y sitios sagra- dos • Espacios y entorno geográfco dotados de valor simbólico • Mitos y concepciones del universo y la natu- raleza • Conocimientos tradicionales sobre ciclos agrícolas • Conocimiento, manejo y apropiación del medio natu- ral • Conocimientos sobre medicina y herbolaria tradicional • Cocinas tradi- cionales, saberes culinarios y prácticas domésticas • Diseño en todas las artes y ofcios artesanales • Destrezas y ha- bilidades de los creadores en todas las artes y ofcios artesanales, incluyendo las técnicas y tecnologías tradicionales • Formas de relación y organización social, que fortalecen y posibilitan la transmisión y permanencia del patri- monio cultural • Códigos de comuni- cación y valores • Sistemas culturales basados en prácticas jurídicas propias (derecho consuetudinario). BASES Primera. La propuesta de salvaguardia deberá considerar como sujeto central de su acción al creador y portador, co- lectivo o individual. Segunda. Los participantes deberán pre- sentar un expediente que contenga: 1. Ubicación exacta del lugar de don- de proviene la propuesta, mediante mapa de localización o descripción del trayecto de acceso a partir de la ciudad más cercana. 2. Descripción del patrimonio cultural inmaterial que se encuentre en pe- ligro, identifcando las causas de ese peligro (marginación, migración, fal- ta de valoración, abandono, mercan- tilización de productos, injerencias externas con fnes de lucro, otras). 3. Razones del por qué dicho patrimo- nio se considera importante para el desarrollo y la revitalización de la vida cotidiana del pueblo, comuni- dad o grupo participante. 4. Descripción de los métodos o activi- dades hasta ahora utilizados por el pueblo, comunidad, grupo o perso- *Integrado por CONACULTA (Secretaría Técnica B, Dirección General de Asuntos Internacionales, Dirección General de Culturas Populares e Indígenas, Dirección General de Vinculación Cultural, Coordinación Nacional de Patrimonio Cultural y Turismo, Instituto Nacional de Bellas Artes, Instituto Nacional de Antropología e Historia), Secretaría de Turismo (SECTUR), Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), Instituto Nacional del Derecho de Autor (INDAUTOR) e Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI). CONVOCATORIA Para conformar la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia en México ¿z na para la preservación y transmi- sión de las manifestaciones cultura- les que están en peligro. En su caso, indicar si no existen. 5. Señalar los daños que ocasionaría la pérdida de esas manifestaciones culturales en la vida cotidiana del pueblo, comunidad o grupo parti- cipante. 6. Propuesta de un Plan de Acción para la salvaguardia del patrimo- nio cultural inmaterial que esté en peligro. La propuesta debe: a) Asegurar la participación de creador(es) y portador(es) de la manifestación cultural; b) Identifcar claramente las eta- pas en las que se desarrolla- rá el plan de salvaguardia, considerando su proyección económica; c) Señalar los compromisos de las partes involucradas (creadores, portadores, co- munidad, municipio, insti- tuciones de gobierno estatal y federal, etc.) 7. Carta del pueblo, comunidad, grupo, persona, organización civil, expre- sando su compromiso de participar tanto en el seguimiento del Plan de Acción como en las medidas de salvaguardia que lleven a cabo las instituciones convocantes. 8. Anexar carta del Cabildo Municipal en la que se reconozca al Patrimonio Cultural Inmaterial propuesto como Patrimonio Cultural Inmaterial del Municipio al que corresponda. 9. En el caso de municipios o locali- dades que se rijan por el sistema de usos y costumbres, gobiernos y autoridades tradicionales, en los cuales el mandato es dado por la asamblea a las autoridades, las propuestas podrán ser presentadas por dichas autoridades. 10. Anexar carta en el que las institu- ciones de gobierno y sus depen- dencias, federales y estatales, ma- nifesten su compromiso, en apoyo a las propuestas que se presenten en el ámbito de su jurisdicción. 11. Señalar nombre del responsable o representante, dirección, correo electrónico, teléfono, fax, o forma de comunicación y localización. Tercera. Todas las propuestas que re- únan los requisitos formarán parte de la Lista del Patrimonio Cultural Inma- terial de México que requiere medidas de salvaguardia. Cuarta. Incentivos. De las propuestas recibidas se selec- cionarán aquellas que requieran aten- ción prioritaria. Los expedientes seleccionados se- rán difundidos a través de los medios nacionales de comunicación. Los expedientes seleccionados po- drán ser enviados a la UNESCO para su inclusión en Lista Representativa del Pa- trimonio Cultural Inmaterial que requie- re medidas urgentes de salvaguardia. En caso de ser aceptadas por el organismo podrían recibir fnanciamiento y asisten- cia internacional. Quinta. La decisión correrá a cargo del Grupo de Trabajo para la Promoción y Protección del Patrimonio Cultural In- material de México. La resolución se hará pública a través de los periódicos de mayor circulación nacional y de las ofcinas receptoras de los expedientes y proyectos. Sexta. Los expedientes seleccionados quedarán sujetos a mecanismos de se- guimiento y evaluación por parte del Grupo de Trabajo para la Promoción y Protección del Patrimonio Cultural In- material de México. Séptima. La Convocatoria entrará en vigor a partir de su publicación. La fecha límite para la presentación de los expedientes será el 1 de octubre de 2007. No se considerarán las pro- puestas enviadas por correo cuyo sello postal sea posterior a la fecha de cierre de la convocatoria. Octava. Los expedientes deberán ser entregados en la Secretaría Técnica B del CONACULTA, sita en Arenal No. 40, Col. Chimalistac, CP. 01050 Dele- gación Álvaro Obregón, México D.F. en forma impresa y versión electróni- ca. Podrán ser acompañados por los anexos que se consideren pertinentes. (CD, cassettes, libros, fotografías, foto- copias, VHS, DVD, etc.) Novena. En caso de requerir aseso- ría u orientación para la presentación e integración del expediente de una candidatura, podrá entrar en contacto con la Dirección General de Culturas Populares e Indígenas Tel. (55) 12 53 97 40 al 42, o bien al 12 53 96 00 ext. 9190. Décima. Los casos no previstos en esta convocatoria serán resueltos por las instancias convocantes. México D.F. a 14 de noviembre de 2006.
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