Cara y Cruz de La Literatura Infantil



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Cara y cruz de la literatura infantilpor María Adelia Díaz Rönner    Nota introductoria: Propuestas, por Susana Itzcovich Prólogo: Distintas intensidades de la relectura, por Gustavo Bombini De qué se trata esta literatura y por qué conviene saberlo, por María Adelia Díaz Rönner Nota de Imaginaria: Recibimos con entusiasmo la reedición de un libro fundamental para el estudio crítico de la Literatura Infantil en la Argentina: Cara y cruz de la literatura infantil, de la investigadora María Adelia Díaz Rönner. Por gentileza de Lugar Editorial y de la profesora Susana Itzcovich, directora de la colección Relecturas, reproducimos el capitulo "De qué se trata esta literatura y por qué conviene saberlo" de la primera parte del libro. Y a modo de complemento, también nos pareció importante ofrecer a los lectores la nota introductoria al libro, de Susana Itzcovich, y el prólogo a esta reedición, preparado por Gustavo Bombini. En la sección "Libros recibidos" informamos sobre los otros tres títulos que acompañan a Cara y cruz de la literatura infantil en la colección "Relecturas". Propuestas por Susana Itzcovich Iniciar esta colección de reflexiones, debates y perfiles acerca de la Literatura infantil, implica abrir un campo muchas veces subestimado por los investigadores y críticos de la Literatura. La Literatura para niños es literatura. "Trata de muchas cosas que nunca están superpuestas: de las palabras y multiformas que cada escrito les otorga. Porque la literatura trata del lenguaje y de sus resplandores en pugna, si se me permite describir casi poéticamente el oficio de escribir" —dice María Adelia Díaz Rönner, en las primeras páginas de este libro con que abrimos la colección. La propuesta de publicar ensayos, recopilaciones de ponencias, investigaciones acerca de la Literatura para niños, es un modo de revalorizar estos textos, tratarlos con el mismo cuidado y profundidad con el que se analizan los libros para adultos y colocar en el mercado un espacio de análisis y reflexión acerca de los productos destinados a los niños, entendiendo que la infancia no es un mero invento del mercado, ni un estado transitorio, sino una etapa de la vida que merece verdaderos y auténticos libros de literatura. Distintas intensidades de la relectura por Gustavo Bombini Releer a doce años Cara y cruz de la literatura infantil supone un complejo ejercicio de distintas intensidades. leí por primera vez y totalmente entusiasmado Cara y cruz y lo reseñé para el diario La Capital de Mar del Plata. otros debates. La primera. necesita esta nueva publicación tal como fue escrita entonces. cuando. La seriedad con el que fue abordado. esta operación de relectura que es escribir un prólogo a una reedición. más obvia. El prólogo como cristlización de la relectura parece interpelar al propio sujeto que ahora lee. publicado por Libros del Quirquincho en 1988.La reedición de Cara y cruz de la literatura infantil. la originalidad de los proyectos editoriales. la puesta en escena máximamente explicitada del debate posible en aquellas condiciones: la apertura democrática. la potencia de un nuevo lenguaje. permiten el acceso al estudio de la literatura para niños y el conocimiento de algunos temas candentes en el tratamiento de esa literatura. los colegas docentes a cargo de la cátedra de Literatura infantil. las reflexiones críticas. evidenciar el sentido polémico de estas nuevas condiciones de lectura y escritura. el de una nueva escritura para la literatura para niños a partir de los '80. parecían potenciar el valor estratégico de un libro de minúscula apariencia y a la vez poderoso por su eficaz incidencia en el campo. nuevas perspectivas para viejos debates. donde explicita y sintetiza las propuestas que María Adelia Díaz Rönner escribió a fines de la década del '80 y significa ahora su personal relectura del libro. También supone otra intensidad. Yo no soy el mismo —y creo que éste es el punto más atractivo de cualquier operación de relectura— que leyó ese texto que venía a plantear el cara o cruz. en tanto nuevas condiciones de recepción y circulación: una nueva editorial. la innovación de las prácticas educativas. valorizando los aspectos que la autora detectó y enfatizó entonces. El doctor en Letras Gustavo Bombini accedió a escribir el prólogo del libro. . para este nuevo lector. "Distintas intensidades de la relectura". en 1988. Poner en el tapete las modulaciones propias de un debate vital. Los críticos e investigadores. los alumnos de los Profesorados y los docentes en general. respetuosa de los niños y de las palabras que se dicen para los niños. serán los destinatarios de esta colección. los textos analizados. agregando sólo algunas acotaciones acerca de otras ediciones de libros citados o comentados. es decir. hace al proceso de relectura de cualquier texto. otras condiciones en el campo de la literatura para niños y de su enseñanza. Este que soy el que ahora lee es otro que el que era yo. una nueva colección. metáforas y polémicas. No somos los mismos después de haber leído alguno de los textos de María Adelia. Releer es también reconocer el efecto intenso que supone la renovada imagen de autor. conferencias y otro tipo de intervenciones orales la productividad incesante del pensamiento crítico. conocer el estado de las cosas y comprometían a su vez al lector a posicionarse al respecto. de alto impacto para la significación. legible y audible de artículos. clara y enfática. de la pedagogía. conversaciones y recomendaciones. cualquier repetición funcional a las circunstancias de enunciación. vamos construyendo una relalción posible con el arte. seguramente nuestros conceptos y concepciones sobre la infancia. revulsivo de María Adelia Díaz Rönner. Apuesto. a su vez. Estra preocupación por el objeto coloca a Cara y cruz en un lugar genérico original: se trata de un libro de crítica literaria en tanto construye categorías de análisis para el objeto literatura y realiza una rica práctica de lectura (y de hecho incluye en la segunda parte "Textografías". a poner otra vez en el ruedo este libro fundamental de . como tomando por las solapas al lector. Cada nuevo texto de ella ratifica su ademán de estilo. en las relaciones con los otros. Es en esos soportes donde leo y releo una sintaxis sinuosa y cautivante. De esta manera. de la ética desciben un estado de las prácticas de la lectura escolar frente al que Díaz Rönner. Los últimos doce años ratificaron en lo tangible.Cara y cruz propuso en este sentido categorías crítico-descriptivas que permitían construir un diagnóstico. con nuestros colegas y con nuestros alumnos vamos construyendo redes de intercambio que muestran su productividad. Sus textos inciden directamente y de esta manera eficaz sobre nuestros pensamientos. En este sentido Cara y cruz se contituye como el mejor ejemplo de un libro de pedagogía literaria. así en el sentido amistoso del intercambio intelectutral que preconizaba Gilles Deleuze. para reclamarle perentoriamente su más fina atención a la lectura de ideas. una pirueta semántica inesperada que metaforiza la práctica crítica y desafía —gracias a todas estas operaciones— cualquier modo de adormecimiento de las escrituras académicas. esta Cara y cruz y cualquier otro. Cara y cruz nos muestra un modo de leer específico de quien aborda a la literatura infantil en su particular modo de posicionarse en el interior de la escuela. las llamadas "intrusiones" de la psicología evolutiva. De la misma manera en el ambiente de la escuela. junto con Susana Itzcovich y con los editores. ponencias. nietzscheanamente. cualquier previsibilidad profesionalista. con la literatura y con el conocimiento. cualquier pedagogismo burocratizante. la escuela y fundamentalmente sobre la literatura y la cultura para los niños se van a ver fuertemente modificados. sobre nuestras prácticas y sobre nuestros deseos. audaz. En torno a lecturas y escrituras. reclama la autonomización de la práctica literaria frrente a estas imposiciones de la cultura escolar que acabarían por desdibujar el objeto en cuestión. una rica recopilación de sus reseñas bibliográficas). una creación léxica sorprendente y constante. Cobran relieve cuestiones tales como el hecho de que en la tapa aparezcan personajes reconocibles fácilmente por los chicos —del tipo de los de Walt Disney o Heidi— o que figuren nombres de autores fácilmente identificables por los grandes. revistas. Cara y cruz de la literatura infantil por María Adelia Díaz Rönner De qué se trata esta literatura y por qué importa saberlo Cuando se habla de los libros para chicos pareciera que necesariamente se interpusiesen. Pero. como lo hacen únicamente los buenos libros. la desprotección del libro infantil es casi absoluta. imponiéndose a la consideración. el tamaño. múltiples aspectos ajenos a su especificidad. padres y bibliotecarios. radio y TV—. su resistencia a acoger a la cultura infantil. A esto debemos sumar —ya que estamos en esta enumeración de factores negativos o contraliterarios o antilibros— lo que llamaríamos eufemísticamente la "inhospitalidad" de los medios de comunicación —diarios. También aportan su cuota de descontrol sobre esta situación las actitudes de los mediatizadores más próximos: libreros y docentes. Tan desprolijo manejo de los materiales literarios infantiles —por desconocimiento. entonces. incluidos los libros. Aunque suene extravagante. que se les ofrecen a los chicos. si se me permite describir casi poéticamente el oficio de escribir. asimismo.los '90 que todavía tiene que seguir hablándonos. insertándola en un espacio dedicado con exclusividad a ella (2). Porque la literatura trata del lenguaje de sus resplandores en pugna. cabe la pregunta ¿de qué trata la literatura para chicos? Pues ¡vamos al grano ya! Trata de muchas cosas que nunca están superpuestas: de las palabras y las multiformas que cada escrito les otorga. ha ingresado al circuito industrial en el rubro de la literatura infantil y juvenil: el caso más saliente y suficientemente actual para ser conocido por todos es el que ha producido la serie "Elige tu propia aventura" (1). la consistencia o el color. por mercar— conspira contra la claridad de las ideas. en pocas ocasiones se ubica al lenguaje como el protagonista específico de una obra literaria infantil. que ya los han leído de chicos. Un criterio equivocado lleva a sobrestimar la importancia del formato. entendidas como factores de valoración y de experimentación. si no se trata de todo lo que he señalado anteriormente. El bestsellerismo. ¿Por qué expreso esta hipótesis . por pereza. Salvando las lógicas excepciones. Al hacer estas consideraciones. en suma— de todo hecho literario: el trabajo con la lengua que cada escrito formaliza. Al mirar la literatura infantil desde la psicología evolutiva. según mi conviccción. A esta altura de la exposición. en el campo literario destinado a los chicos seguramente se han visto enfrentados con los diversos ramales que se abren para describir o interpretar esta literatura. de ningún modo. en general. en un ademán interpretativo de carácter peligrosamente abstracto. la pedagogía. puede excluirse de nuestras consideraciones los cambios que sufre el presunto receptor/lector/consumidor. se plurirramifica el tratamiento de un producto literario para los chicos abordándolo desde disciplinas que distraen del objetivo —y la especificidad. interrogando a cada uno de los elementos que la organizan. que actúa de manera no pasiva. no quiero ni debo esquivar. La superposición disciplinaria y traviesa ¿Por qué he destacado la perturbación que otras disciplinas provocan en el tratamiento de lo literario infantil? Lo he hecho porque estimo que el abordaje de los libros para chicos está entorpecido —me arriesgaría a decir frustrado de antemano— por una lectura arquetípica por la que se les prohibe a los chicos insertarse en el mundo social y cultural. quiero enfatizar que. la estética y la moral. que es el que determina la modernidad o no de ciertas ideas o conceptos o tendencias culturales que se manejan. a) Primera intrusión: la psicología y la psicología evolutiva. desconectamos al sujeto infantil de la realidad o entorno en el que está inserto. a favor o en contra de lo que se le ofrece. tironea más fuertemente quizá que la logiquísima esquematización según los ritmos psicoevolutivos. . Quienes hayan querido internarse.de lectura? Porque. a partir del acento puesto sobre el lenguaje que la institucionaliza. escudándose mayormente en la ambigüedad que el estadio de la propia infancia conlleva (3). la literatura para chicos debe ser abordada desde la literatura. en rigor. el concepto de "época". abreviamos toda la escritura que la legitima y construye porque. Tampoco. Usualmente dichos ramales serán la psicología y la psicología evolutiva. Tal arquetipismo se delinea en base a artificiosas concepciones que los grandes alzan como hegenónicas. por primera vez. Una realidad que. es obvio. en tanto producto de una tarea escrituraria que contiene sus propias regulaciones internas. más reflexivamente acaso. para ofrecer/recomendar un libro y para reconocer las potencialidades que dicho producto presenta y cómo activarlo en las manos de los chicos. a qué edad debo contarlo o leerlo. Muy simplemente. ¡qué suerte que no evitó que se borrase de la arena! (4) Ya he olvidado las veces que he leído o escuchado aquel cuento de Devetach. también. por ejemplo. nubes. es útil para determinar un "desde" que edad se sugiere tal o cual texto. sino ponerlos en juego al servicio de la literatura y no al revés. Pero lo realmente fascinante y diferenciador con respecto a otras historias similares u homologables. Me atrevería a decir —en verdad siempre lo lanzo en mis clases— que el placer que provoca lo bien hecho literariamente no tiene edad: aquello que es bueno de verdad resiste al tiempo. único.Si leo. y menos en uno que esté destinado a los chicos. Nuestro conocimiento sobre psicología evolutiva ayudará siempre a encajar en las necesidades e intereses probables de los chicos en lo que hace a temática. personajes y desempeño lingüístico. Por lo cual retomo la postura de no medir un texto literario tomando como único dato para evaluar sus bondades o sus conveniencias la consideración de si responde o no a los intereses infantiles comprendidos psicológicamente. un texto de Laura Devetach —y los convido a acompañarme en esta experiencia— llamado Monigote en la arena. Que un monigote trazado en la arena esté deseoso de vivir y compartir su tiempo de vida/juego con otros elementos —viento. En ese momento. en primer lugar. espléndido. y luego. minusvalorar o ignorar la importancia de los factores extraliterarios a nuestro alcance. yo soy una lectora y mi actividad como tal se pone en marcha a leer ese texto. debo poner en marcha gradualmente mis funciones. asimismo. Lo más trivial que puede expresarse al cabo de la lectura es un ¡qué buen ejemplo de vida!. en consecuencia. al leerlo me dejo arrollar y desenrollar por las múltiples imágenes que el texto me aviva y por el placer o displacer que me causa. es el modo en que Devetach desenvuelve la vida del Monigote hasta hacerla sentir dentro de nosotros como algo vibrante. aves— no configura una historia inusual en un texto literario. Nos permitirá ser más hábiles. y regreso a ese candoroso pedigüeñismo de querer oírlo nuevamente. no pienso. Entiéndase que la perspectiva psicoevolutiva para seleccionar lecturas o armar repertorios tiene su importancia. y siempre me produce un goce formidable. en tanto marco general y. Toda esta sencilla historia de una historia plena de palabras y algo más vale para ratificar y poner en escena el placer. Compradora/lectora/selectora. . sus respectivas modalidades. y respetar. La cuestión no es soslayar. porque se ha desplazado el eje por excelencia de lo literario. está a un tris de llevar al fracaso la elección y el disfrute de cualquier producto literario infantil: las utilidades que se pueden obtener del libro para educar mejor. Pocos se habrán sustraído a esas generosas deformaciones pedagogizadoras en la escuela. Y así el exquisito armazón de una obra literaria se hace cenizas y el lector languidece a su lado. a mostrar algunas nociones más habituales. en este momento. en que nos coloca la imposición didáctica. la pluralidad de significados que todo libro posee. . modifiquemos la pregunta inicial "¿para qué edad es?" por una más ajustada a la totalidad que impone su lectura. Tendería. El didactismo y su discurso específico han causado profundas distorsiones en la lectura del corpus literario infantil.Por último. no hablamos con certeza de lo mismo. es comprometer la polisemia o pluralidad de significaciones que el mismo texto literario provee al problable lector y oyente del mismo. surgido del texto desplegado y puntual que se considera. en una suerte de patología de la educación. ¿Por qué. en favor de una adecuada interrogación acerca de un libro. la literatura—. En ocasiones. Reitero que la literatura es el texto verbal establecido en un estatuto autónomo. El empecinamiento por educar de cualquier manera y a cualquier costo se encadena a una servidumbre que hace imposible el placer por lo que se oye o por lo que se lee. Hablar de una literatura didáctica es un sinsentido. para instalarlo en los objetivos enseñantes elegidos por el operador/enunciador/docente. Me pronuncio contraria a esta malinterpretación de lo pedagógico según la cual toda manifestación expresiva y comunicacional ejercida por el individuo debe necesariamente cumplir un servicio. Si no se entiende que todo acto/gesto/señal/artificio inventado por un individuo maniobra sobre alguna zona interior de alguien/otro. pido que. un erróneo manejo de la pedagogía se torna en un "pedagogismo" infecundo. entonces. en la universidad o a través de los medios masivos de información y entretenimiento. con un sin par tufillo autoritario. Ese vicio reduccionista reprime. transformándolo de uno u otro modo. Por lo expuesto es fácil deducir que la vecindad entre esta falsa pedagogía y el didactismo literario existe (5). b) Segunda intrusión: la pedagogía y sus excesos La pedagogía —¿o tal vez deberíamos decir sus usuarios?— aporta una cuestión que. por lo que amojonarlo tras una lección o una línea didáctica. se ha inisistido sobre su predominio en los libros infantiles? Pues —y aquí retornamos a nuestro centro clave. aunque no parezca. que parten de la incómoda posición. en grado de irrecuperable. enteramente inexacta e injusta. la escritura. a mi criterio. en verdad. por ello. hablar del "mensaje" —¡ah. basada en la fuerza de la libertad. piensa que el verbo ha sido dado al hombre para instrumento y ejercicio del espíritu: la palabra debe ser. y conduce al receptor/multiplicador a manipular una única línea de sentido. En consecuencia. a la vida. lisa y llanamente estamos poniendo dique al río íntegro que todo libro hace circular generosamente. El hacer y el ser que forjaba nos parecen . acto moral" (7). también. Reitero que. podríamos opinar sencillamente que el mercado infantil es muy tentador para los predicadores y embusteros. recrudece una lectura de tipo estático. Si obturamos este juego literario. palabra tan estimada por los docentes! — de un texto literario implica asfixiar la multivariedad que el mismo ofrece. Quien recorra contemporáneamente los contenidos de cada una de las revistas publicadas observará el rigor de su conducta para con sus coetáneos y la firme convicción de desempeñar un papel como educador o vehiculizador de ideas sobre un sector social. donde no se produce la experimentación viva entre la lengua del autor y la competencia lingüística del lector u oyente.Este criterio nos aproxima a lo disperso. si no se tratara de Martí. si no se acepta la variedad impuesta desde el texto literario. ¿Pedantería? ¿Omnipotencia? ¿El nefasto autoritarismo de un adulto sobre los chicos. en él. y es. encajonando el producto en forma unidireccional y otorgándole. lo inventado y lo transgresor que todo hecho literario acarrea (6). en tanto él mismo puso el cuerpo para llevar adelante su programa ético. ¿es un predicador para salvarnos de los errores de la vida o. una monovalencia absoluta y comprendida como excluyente. Una buena explicación de la actitud pontificante de Martí la arroja Fryda Schultz de Mantovani al justificarlo como "hijo de su siglo. vigoroso defensor y protagonista de la liberación de su país y. Esta última. El ejercicio de vida martiano no es cuento. es un legítimo preocupado social? Confieso que. acaso. c) Otras intrusiones no menos importantes: ¿atendemos a la ética y a la moral? Andando al escenario que me propone la literatura infantil. que cree en la ciencia y en el progreso. otra vez? Martí. Suspendo aquí estos planteos pues los mismos serán reformulados cuando realicemos algunas lecturas. sin torceduras. de las libertades individuales y sociales de expresión. Dicen así: "No decirles a los niños más que la verdad para que no les salga la vida equivocada". en el conocimiento del entorno real y en la necesidad de enfrentar honradamente. no puedo dejar de lado unas palabras del cubano José Martí (1853/1895) para que las consideremos. el de los chicos. con impecable responsabilidad y coherencia. Los cuatro números de La Edad de Oro —revista mensual que duró desde julio hasta octubre de 1889 y era editada en Nueva York— explicitan con claridad la propuesta ética de José Martí. con determinadas formas de discurso. su propio programa axiológico. en carácter de lectores modernos. que los chicos para quienes aquella revista martiana fue inventada ya no son sus lectores. lo literario se subordina a la ejemplificación de pautas consagradas que tienden peligrosamente a homogeneizar las conductas sociales desde la infancia. ustedes y yo. Por ejemplo. pero. Entoces ¿la ética que muestra y desarrolla Martí está ya muerta? No. Nuevamente. ya que desbarata el placer por el texto literario —en su grado de gratuidad y transgresión permamentes— para los incipientes lectores. expuestos en ella. Nosotros. no contradice los entrecruzamientos que se produzcan entre el creador y sus consumidores. Cuesta mucho descartar el criterio de las lecturas "edificantes" que. De ninguna manera este tramo del escrito pretende ser una ponderación exagerada o tendenciosa de la obra de Martí dedicada a los chicos. en efecto. Sencillamente me parece que es uno de los ejemplos más transparentes de un trabajo sustentado en una ética convicente y humanizante. podemos observar. sencillamente. . enfatizo.verosímiles todavía en los tiempos actuales. porque no se sienten protagonizados en esos sentimientos ni en esos modelos. sugieren que se las acate sin ninguna crítica. padres o docentes. al elaborar su producto. tergiversan a menudo la dirección plural de los textos para consumarlos en una zona unitaria de moralización. no es eso. O. está languideciente su particular modo de hablarles a los chicos de determinada manera. el conjunto de valores que mejor lo expresan ante los demás. El discurso didáctico que apunta hacia la moral o la moraleja engendra verdaderos desconsuelos. en cambio. Esta legitimación. Cada una de las elecciones éticas que elabore un creador será válida en tanto y en cuanto esté legitimada por sus consumidores probables. Los educadores. lo que Martí propone es la bella aventura de hablarles a los chicos desde códigos éticos convalidados por modelos que resultan heroicos por su misma práctica. Los libros —y todos los textos literarios— así lo exigen. en nuestra actualizada lectura un envejecimiento de su propuesta literaria. Los diferentes tiempos permiten estrenar otras escalas de valores y cada creador establece. Sí. d) El último codo de las intrusiones: la moralización de las moralidades Un rumbo oblicuo toma nuestra peculiar literatura infantil cuando se la mira desde sus utilidades o servicios morales o moralizadores. predotándolos de definidas actitudes para una definida sociedad del siglo XIX. en definitiva. está encadenado con la concepción de literatura para chicos a la que se nos ha acostumbrado. y que son altamente necesarios para hacer estallar mejor las múltiples significaciones de las que hablamos anteriormente. O sea. la interpretación sexista de la infancia en cuando marca desde el Prólogo a La Edad de Oro qué conviene a las niñas y qué a los niños. se entiende. desde otro punto de vista. procerísticos o no. tanto de aceptarlos como de rechazarlos. La detección de lo moralizante para los chicos se manifiesta en el empleo de cierta lengua y ciertos símbolos artificiosos. que no hay una única dirección didáctico-moral sino que cada institución emite su propio aparato. nos remite al campo del poder. se hacen cargo de ello. retornaremos a estos concetpos que dan vuelta en torno de las instituciones de diversa índole y del poder que las mismas ejercen. al fin. Créase o no. Claro que los grandes. pero con mayor violencia y con un enorme ejercicio del poder. a tal grado que muchos —escritores y educadores— creyeron que era un ingrediente indispensable en la literatura infantil. sin conflicto. que la literatura infantil de tono moralizador dasarrolla y progresa. el de los adultos. La historia.Desde hace mucho. Dada la secularización de este criterio. que repiten los modismos o actitudes que los grandes quieren mantener —utilizando a los chicos especularmente. ese lenguaje artificioso fabrica una zona de la no culpa. se ha ido olvidando que son las instituciones —llámense escuela. que quieren así proyectarse ahistóricamente. en una clara maniobra para seguir vinculados con el tiempo por venir y ejercer poder sobre él. asaltan a lectores y oyentes más vulnerables. Y esta circunstancia. con menos posibilidades de entrar o salir de la propuesta ofrecida. que no podemos dejar de considerar. . Graciosamente. podríamos decir que los chicos no pueden usar mucho las puertas del mundo pero que son fuertemente ventilados por las corrientes de aire que los grandes producen con sus portazos. universidades— las que generan sus propios discursos morales. Momento final de esta parte. poco tiene que ver esto con una metaforización de las relaciones entre chicos y grandes. La literatura para los chicos se convierte así en un definido País de los Arquetipos (9). Como toda la literatura. De esta manera la literatura infantil consagrada forja sus propias trampas. como aportarían Dorfman y Mattelart (8)—. en cambio. su propia rutina. De una u otra forma. más todavía cuando no han sido apuntaladas por muestras literarias que despejen ambigüedades. ¿Cómo detectar el peso moralizador en un texto literario para chicos? En la literatura de los grandes siempre sospechamos que hay moralizadores detrás del escrito. donde se levantan los deberes y los principios éticos provenientes del sector hegemónico. Los textos de la literatura infantil. Por eso mismo es que los grandes presumen de grandes. casi una disculpa Entiendo que es engorroso deshilvanar los hilvanes que ajustan las consideraciones expuestas. sus propios clichés. sociedades literarias. Edulcorado. iglesia. de la inocencia. el didactismo —moral y religioso— recorre los libros destinados a los chicos. culmina con una "abuenización". escritores y lectores. enunciar los aspectos que impiden una adecuada aproximación al universo literario infantil más genuino. Notas 1. 4. para ganar en vivacidad. Por eso he creído que el primer paso consistía en abordar los múltiples discursos disciplinarios que se entremezclan en nuestro específico espacio literario. tal como la incluye en su libro La Literatura Infantil y Juvenil en Europa. inexorable. He omitido a propósito. 3. He tomado prestada la noción de "ambigüedad" de la francesa Denise Escarpit. Panorama histórico. el libro me obliga a exponer un compacto marco de trabajo. Quien así lo hace no es justo con la tensión propia del texto y con la lógica que dentro suyo se corporiza. no dejo de notar tan manifiesta ausencia en el privilegiado espacio de la cultura de los grandes. donde figuren las problemáticas más recurrentes para el tratamiento sistemático de la literatura infantil. al modificar forzadamente los finales. lo que argumento o lanzo como hipótesis. Hay una tendencia predominante a alterar los finales tristes bajo pretexto de aliviar la tensión dramática del receptor del relato (intrusión psicológica). sostenes bibliográficos elaborando de este modo un ejercicio activo de lectura como si todo fuera un flexible rincón de reflexiones y opiniones nacidas de una auténtica práctica singular. y asistida por una crítica que marca y delimita su quehacer. y que generalmente se utilizan pero que muchas veces es necesrio sacudir o contrastar para luego reinsertarlos en el mundo de hoy: el de la cultura y el de los chicos. 1986 – Breviarios. México. 2. con lectura de textos. para que así podamos reformular algunos conceptos que todos conocemos. una distracción —en su acepción de desviar— peligrosa de la realidad tal como se plantea en la ficción. o advertimos. simplemente. Fondo de Cultura Económica. . a fin de privilegiar la materia esencial que nos ha reunido: la literatura y sus escritos. Tampoco he querido que en este libro dejaran de moverse las tensiones y distensiones que se negocian en una clase viva. Sin embargo. de suyo acotada y controlada con regularidad. Acá me interesa. Considero que se produce. Las maniobras editoriales de esta serie de origen norteamericano y sus defectos serán tratadas más adelante.Nada más ajeno a mi intención que eludir demostrar. Pese a la existencia de algunos artículos tendientes a comentar libros o lecturas infantiles en algunos diarios y revistas del país. no se debe olvidar que la segunda se subordina a la problemática atendida por la primera. Lugar Editorial. Para leer al Pato Donald. cuento tradicional del siglo XVII. 7. . que manifiesta crudamente la formación del no lector y la retórica del discurso del poder en el territorio de lo literario. Dirigió la colección "Apuntes" de la editorial Libros del Quirquincho y ha redactado el capítulo "Literatura infantil: de menor a mayor" en la Historia crítica de la literatura argentina (Emecé Editores). claramente definidos. en su artículo "Sexo y creación: Sartre y Genet" —incluido en Crítica y significación. si tomamos en cuenta las posteriores resurrecciones de que fue objeto. es uno de los casos más claros al respecto. Ariel y Mattelart. a veces de los diferentes discursos sociales que se formalizan en una escritura literaria. María Adelia Díaz Rönner es Profesora en Letras de la Universidad Nacional de La Plata. Recibió el Premio "Alfonsina 1982".Caperucita Roja. Siglo XXI. Un libro. 1970— donó estas reflexiones para que yo me apoyara largamente. Buenos Aires. 1972/1983. Buenos Aires. Es docente e investigadora académica en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Mar del Plata y especialista en Literatura Infantil. 5. Colección Relecturas. otorgado por la Municipalidad de General Pueyrredón. por su destacada actividad sociocultural. sin rodeos. Dorfman. es una zona de resonancia estrictamente ecoidal. del libro Cara y cruz de la literatura infantil. Buenos Aires. 8. Ha disertado sobre la temática en numerosos congresos nacionales e internacionales. 2001. con autorización de los editores. deben siempre preservar su autonomía disciplinaria y. 9. dirigida por Noé Jitrik. Es lógico que debamos entender por ello que los dos discursos o formas de leer e interpretar que poseen la pedagogía y la didáctica. de la sociedad en la que se vive y de la suerte de diáspora pasional que el autor y lector inauguran a partir del mismo. Nicolás Rosa. Un modelo palpable de resolución reduccionista lo contituye el "análisis y comentario de textos" escolar. Armando. Fue miembro fundador de ALIJA (Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de la Argentina). Galerna. El subrayado es mío. Textos extraídos. Todo texto literario produce y germina un espacio multiplicante de la realidad. más todavía. 6.
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