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March 24, 2018 | Author: Diani Banani | Category: Knowledge, Nature, Science, Civilization, Society


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Memoria & Sociedad - Vol. 9 No. 18.Enero - Junio de 2005 Ingrid Johanna Bolívar Ramírez* Los viajeros del siglo XIX y el “proceso de la civilización”: Imágenes de indios, negros y gauchos. Abstract This document discusses the problem of the images and views about indians, blacks and gauchos that were constructed by different travelers in the nineteenth century. Departing from the travelersʼ tales, the document presents four different fields: civilization and barbarism, explosion and emotional networks, displeasure and civilized manners, tension with the illustrated reason. In each one of these fields the travelersʼ assessments are re-read under Norbert Eliasʼ analysis about “the civilization process”. In this way, the document underlines that the travelersʼ assessments are the manifestations of the civilization process to wich they themselves were subject. For instance, it shows that the activities of the Indians and blacks were unpleasant to the travelers for the affectionate demonstrations that the travelers tended to consider as contradictory or, at the very least, reason for distrust. Those forms of behavior were modified by European society to represent characteristics of what European society called “civilization”. Resumen Este artículo problematiza las imágenes y visiones que distintos viajeros del siglo XIX construyeron sobre el indio, el negro y el gaucho. A partir de la revisión de los relatos, el documento configura cuatro campos de discusión: civilización-barbarie, explosiones y redes emotivas, desagrado y modales civilizados y tensión con la razón ilustrada. En cada uno de estos campos las apreciaciones de los viajeros son releídas desde los planteamientos de Norbert Elias sobre “el proceso de civilización”. Por esta vía, el documento recalca que las apreciaciones de los viajeros son las expresiones de un proceso de civilización del que ellos mismos fueron objeto. Así por ejemplo, se muestra que las prácticas de los indios y negros que producen desagrado a los viajeros, tanto como las manifestaciones afectivas que ellos tienden a considerar como contradictorias o por lo menos “dignas de desconfianza” son formas de comportamiento recientemente modificadas en la sociedad europea y características de lo que tal sociedad llamó “civilización”. Key Words Travellers in América, Civilization, Self-consciousness, Behavior Modification, Visions of Blacks and Indians, Emotional Make-up, Norbert Elias. Palabras Clave Viajeros en América, civilización, autoconciencia, transformación del comportamiento, configuración emotiva, visiones de los indios y negros, Norbert Elias. * Profesora. Departamento de Geografia. Universidad de California. E-mail: [email protected] 19 o más recientemente. aunque no explicable. En cada uno de estos campos. RECONOCER LA SOCIEDAD EN SUS PREGUNTAS El objetivo de este documento es problematizar las imágenes y visiones que distintos viajeros europeos del siglo XIX construyen sobre el indio. que la que conoce es la sociedad y que “el proceder de las personas individuales en el pensar. el estudio de las representaciones que la sociedad construye de sí y de aquello que considera y a lo que apela como “el otro”. sobre las formas particulares de pensar y sentir de los sujetos que la constituyen. en los límites nacionales. más “apretada” su red de relaciones y de dependencias funcionales. por ejemplo la “inferioridad” intelectual y moral de indígenas y negros. en una cuestión que se puede analizar como fenómeno particular y diferenciable de la vida en sociedad. las apreciaciones de los viajeros son releídas desde los planteamientos de Norbert Elias sobre “el proceso de la civilización”. Es descubrir los ejes que le dan sentido. Además. Así. Más que insistir en las dinámicas de etnocentrismo y discriminación. Ellas pueden mostrarle a los individuos y a las sociedades que tipos particulares de representación social que se consideran naturales. del indio y del gaucho desborde la consideración meramente biográfica o de culpabilidad. se sostiene aquí. han sido creados históricamente. analizar la imagen que del otro tiene la sociedad es también devolver la mirada sobre ella misma. no intencional. la disciplina histórica puede revelar cómo gran parte de las lecturas de la sociedad y del “otro” son el resultado no buscado.2 Esta insistencia y el hacer sujeto del conocimiento a la sociedad y no al individuo. sino configuraciones históricamente condicionadas de la estructura y la red emotiva de las sociedades. desagrado y modales civilizados y tensión con la razón ilustrada. así como el sentimiento de desagrado y de pudor frente a algunos de los comportamientos que “los otros” tienen frente a las comidas o las “necesidades naturales”. A diferencia de lo planteado por la teoría clásica del conocimiento y de la ciencia que “investiga cómo procede un sujeto. Pero así como para la sociedad no era (y no es del todo hoy) un “problema del pensamiento” el tipo de lectura que se hace de los indios. se concibe. no premeditado. esta pregunta debe ampararse en un cuestionamiento mucho más general que le da sentido.Vol. Aquí es donde cobran relevancia los saberes específicos de la historia y de las demás ciencias sociales. racial y cultura. el negro y el gaucho. En ese sentido.3 Por ejemplo. negros y gauchos. aunque algunos pocos se remontan al siglo XVIII. tiene que partir de una reflexión acerca de quién conoce y qué se puede conocer.Junio de 2005 los viajeros del siglo XIX. a partir de sus intencionalidades. 9 No. o sea una persona individual. y se convierta en un problema historiable. 20 . que la autoconciencia de superioridad. permite que la pregunta por “la génesis” de la imagen racista del negro. la idea según la cual se tiene la misión de “civilizar” los distintos pueblos y grupos. se empieza a reconocer como “valor”. La fuente de estudio son los relatos de viajes que distintos viajeros hicieron por Colombia y Argentina en el siglo XIX. a las primeras décadas del siglo XX. no son producto de una esencial naturaleza humana. (y) el conocer se apoya en lo logrado por las generaciones anteriores”. A partir de la revisión de los relatos. como algo “deseable” y que se debe “proteger o potenciar”. como un orden tejido a partir de la interacción entre los hombres y mujeres. que la explican y configuran. y se ve a sí misma. a partir de la interacción entre distintos actores. el presente documento recalca que las apreciaciones de los viajeros son la expresión del “proceso de la civilización” del que ellos mismos fueron sujetos. así mismo. cuando la representación de la nación no había enfrentado los retos propios de la política democrática. Enero . Ahora bien. el análisis de las visiones que hacen inteligible al otro pasa por la revisión de los múltiples sentidos con los que una sociedad particular se explica. como “riqueza”. dimensión histórica y potencia interpretativa. explosión y red emotiva. del todo.1 El documento parte de preguntarse por la manera cómo se fueron configurando las imágenes racistas del negro. Ello implica reconocer el orden social como un orden construido y no dado.Memoria & Sociedad . retomando unos planteamientos de Norbert Elías. en el conocer. de procesos concretos en los que esa sociedad fue ganando complejidad o en los que por lo menos se hizo más densa. Y es que un interrogante parecido resultaba imposible a finales del siglo pasado y aún a mediados de este. del indio y del gaucho y por la forma como en esa representación colaboraron los viajeros. intereses o motivaciones. pues. El cuestionamiento al que se alude aquí es la contraposición clásica durante los dos siglos anteriores. el documento construye cuatro campos de discusión: civilización-barbarie. 18. en el pensar. Esto es. en el trabajo científico”. Norbert Elias ha mostrado en El proceso de la civilización. Ingrid Bolívar 1. Se sostiene aquí que la pregunta por las “imágenes” del otro sólo es posible en un momento particular de la sociedad en el que la diversidad étnica. DESCRIPCIÓN DE LAS FUENTES A continuación se presenta un rápido y en ocasiones esquemático recorrido por las distintas fuentes consultadas en el estudio. sino que se da cuenta de él. Bogotá 2003 entre “civilización y barbarie”. no se hace aquí una exposición teórica inicial de lo que significa el proceso de la civilización. 18. LA IMAGEN DEL INDIO. se destacan importantes contraposiciones y ambigüedades en la lectura que 21 . negros y gauchos en la tensión histórica y conceptual entre “civilización y barbarie”. 1823. con contenidos y volúmenes de información diferenciables. Y es que interrogarse por la forma como se han construido las imágenes racistas de distintos grupos sociales implica dar cuenta de la manera como otros grupos conforman. Aguada de tinta sobre papel.Junio de 2005 Porte de La Guayra (Puerta de La Guaira). a medida que el trabajo crítico sobre las fuentes así lo exige. En esa medida.Memoria & Sociedad . parte de la constante alusión de los viajeros a lo “civilizado” en contraposición con “lo bárbaro” y “lo primitivo”. Así.Vol. No. como se verá más adelante. de sus principales características y elementos interpretativos. la descripción y el comentario general sobre las fuentes está organizado en 9 grandes bloques. 3. François Désiré Roulin: De la Guaira a Bogotá. El recorrido sigue la propuesta temática del cuestionario con el que la información fue capturada y clasificada. tejen y expresan su autoconciencia de superioridad y cómo la “actualizan” en distintos escenarios. 2. Enero . son expresión privilegiada las propias visiones de los viajeros. Este artículo hace un recorrido general por el tipo de información disponible en las distintas fuentes y luego se concentra en algunos de los problemas que de ellas emergen y que permiten comprender la forma como se fue configurando una imagen racista de los indios. De lo que se trata es de mostrar como tales lecturas se hacen comprensibles y revelan su carácter histórico al ser contrapuestas y leídas desde el análisis global que ese autor hace de El proceso de la civilización y del que. los negros y los gauchos. no es que el trabajo de Elias se tome como marco teórico para criticar las lecturas que los viajeros hacen del mundo de los indios y negros. Cabe aclarar que el interés por “situar” la lectura que los viajeros hacen de los indígenas. 9 No. Así pues. DEL NEGRO Y DEL GAUCHO EN EL EJE CIVILIZACIÓN Y BARBARIE En una visión general del tipo de información aportada por las distintas fuentes. hace necesario preguntarse qué se entiende por civilización. la cultura de la inteligencia. algunos insisten en su dulzura. Y muy especialmente el proceso de civilización se caracteriza por “el cambio estructural de los seres humanos en dirección de una mayor consolidación y diferenciación de sus controles emotivos y con ello. Es precisamente la alusión constante que los viajeros hacen de “la civilización” lo que exige problematizar desde aquella la información recogida en los distintos relatos.. también de sus experiencias. son sumamente aficionados al juego: muchas postas tienen pulperias anexas. Reiteran además que los “[Gauchos del norte] son en general.. algunos viajeros destacan que “el progreso moral.. 9 No.»9 los viajeros del siglo XIX.Memoria & Sociedad . Ya sea que se pregunte por las perspectivas.Junio de 2005 los viajeros hacen de las poblaciones indígenas y negras. donde se vende al menudeo todo lo que necesiten los ranchos.. las costumbres domésticas conservan un corto depósito de moral”10 . Interesa reproducir aquí algunos de esos distintos fragmentos para mostrar que son los relatos mismos los que introducen como preocupación y como problema el proceso de la civilización. alegres y tienen el orgullo y el espíritu de independencia de los pueblos a medio civilizar”8 . Como se verá más adelante. (Siglo XVII y XVIII) había dado a la sociedad cortesana la impresión de ser una sociedad de un tipo superior en comparación con otras más simples. la transformación de las actitudes antes las necesidades naturales y su recubrimiento con sentimientos de pudor y vergüenza. hasta entonces. Además dicen que les “parece inexplicable que las tropas regulares no hubiesen conseguido subyugar antes a estas gavillas de bárbaros. Y es que la alusión constante de los viajeros a la civilización. de la consideración que unos deben a los otros. que hablando su lengua propia.. “a diferencia del momento inicial en la acuñación del concepto. mientras pronunciado por boca de este el mismo apelativo circunscribe a los indios bravos. Por ahora. que «como indio generalmente se califica. Los numerales siguientes retoman y analizan algunos de los problemas puntuales que emergen de los textos de los viajeros y que implican o comprometen algunas dinámicas particulares del “proceso de la civilización” estudiado por Norbert Elias.11 El proceso de la civilización implica entonces. la idea de la altura de las costumbres. y con qué representaciones de lo civilizado contraponen los viajeros sus hallazgos en América. y sus comportamientos”. y en aras de “dejar hablar a los viajeros” y de poner al lector “en contacto directo” con las fuentes se reproducen algunos de los fragmentos que sitúan la imagen del negro. Aunque a otros les parece que «Estos salvajes [gauchos]. en cierto sentido es el último de ellos el que los viajeros expresan en sus relatos y desde el cual se autorepresentan como herederos de la civilización frente a pueblos “incivilizados”. Ingrid Bolívar Incluso. es preciso señalar que en el proceso de la civilización se pueden distinguir y diferenciar varios momentos y que. de manera despreciativa. la barbarie es normal.es aquí no sólo descuidada sino imposible. raza inclinada a la civilización.”. esto es. pocos en número y cuyas armas se limitan a la lanza. Ahora bien. del tacto social. 18. al campesino pobre. el indio y el gaucho en la tensión histórica y conceptual entre civilización y barbarie.. Enero . y teniendo en cuenta que las secciones siguientes examinan distintas dinámicas del proceso de la civilización según los problemas puntuales que emergen de las fuentes. pues apenas si se les puede calificar de otro modo. Por ahora. a sus rutas posibles y sus obstáculos. aquellos todavía no tocados por la civilización. dotada de talento y de los más bellos instintos de progresos”7 .Así pues la civilización es del todo irrealizable. los sentidos. de ahora en adelante 22 . Según Norbert Elias “El concepto de civilisation incorpora una gran parte de lo que. honradez y confiabilidad. Al respecto.12 Pero. sobre todo en el siglo XIX. mientras otros reclaman con vehemencia la necesidad de que tales pueblos sean “civilizados”. y gracias a ella. siguen viviendo en las planicies calurosas cubiertas de selva lo mismo que en algunos rincones montañosos»5 .6 Al tiempo reiteran la necesidad de pensar en “la raza negra. algunos viajeros señalan que los “(.. los énfasis y/o las mediaciones con que los viajeros problematizan el proceso de la civilización y lo que de él se compromete o se realiza en el Nuevo Mundo en general y en Colombia y Argentina en particular. abandonados de la civilización”4 . más incivilizadas o de vida más bárbara. francos. Inicialmente (siglos XIV y siguientes) el término civilisation expresaba la autoconciencia de la clase superior europea frente a otras clases consideradas como más simples o más primitivas y...)desgraciados indios gimen en la misería. generosos.(como el) eslabón que liga al hombre civilizado con el palurdo. el cuchillo y una especie de honda. “al mismo tiempo caracterizaba el tipo específico de comportamiento por medio del cual la clase alta creía distinguirse de todas las personas más primitivas y más sencillas”.Vol. la extensión de los buenos modales a distintos espacios de relación social.. sólo cabe aclarar el sentido más general con el que se alude a la civilización. la idea de los modales.. y de muchas otras actitudes relacionadas con éstas”. Vol. cuya mente ha sido completamente dominada por la opresión y crueldad de los primeros españoles de la conquista. Y que ello es así. deseosas siempre de atender a sus huéspedes. Enero . cediendo al asombro que les causaba la vista de gentes bárbaras y particularmente de los caballos». en los círculos cortesanos. se muestran alevosos en el caso contrario. A diferencia de otros grupos sociales. a un comportamiento civilizado. como abanderados de la civilización .) ya para evitar las tentativas de los indios que inofensivos y aún cordiales cuando reconocen superioridad en los demás. no mi amo . luego se extiende desde ellas hacia los sectores burgueses y campesinos de las diversas sociedades europeas. insisten en que son dulces. desde donde piensan y conciben la civilización la mayoría de los viajeros leídos.Junio de 2005 (siglo XVIII).17 23 .13 Es precisamente desde esta perspectiva de la civilización. se “desata” en las Cortes. cariñosos y agradecidos. lo cual presiona para que se configure entre ellos una red de relaciones cada vez más densa y más interconectada. En las siguientes secciones se exploran algunas dimensiones de esa oposición y la forma particular en que ellas pueden ser comprendidas. Elias muestra cómo el proceso de la civilización primero se realiza en las Cortes. sino porque entre ellos se tejen interdependencias más rápidamente. aunque el autor sólo lo enuncia. EXPLOSIONES Y RED EMOTIVA Una aparente paradoja alimenta gran parte de las distintas referencias que los viajeros hacen de los pueblos indios. en lo esencial. no obstante ser valerosos. Cabe aclarar que. defectos que los predispusieron a recibir el yugo de los españoles sin hacer resistencia. entre otras características igualmente esencializadas. borrachos. Por un lado. como realidad histórica construida y configurada por hombres. ya no interesa. La conciencia de la propia superioridad. Su gran vicio es la embriaguez. Si usted le hace alguna pregunta a los indios le contestan: sí mi amo.. a través de los siglos. Para orientar la lectura de los distintos textos se han destacado en cursivas las palabras y las ideas centrales en cada uno de ellos.» El mismo viajero señala « Los indios de esta parte parecen una raza miserable. no como momento particular de los cambios del comportamiento y de la acción de la Corte en el conjunto del entramado social. negros y gauchos. en una especia de clase alta para una parte considerable del mundo extraeuropeo”. se tornan alborotadores y pendencieros. el proceso es “transmitido”.en el tono más sumiso. lo que permite a los viajeros y a otros grupos sociales representarse como esencialmente superiores y verse como los transmisores de un saber que les fue dado por naturaleza. los pueblos creen que el proceso de la civilización dentro de las propias sociedades se ha terminado ya.15 «Se caracterizan las gentes de estas tribus por su continente serio y taciturno. se consideran a si mismos. rara vez sonriente. identificando de esta manera el sentido de la supuesta contradicción. por otro recalcan su ferocidad. los viajeros han dejado de ver la civilización como proceso en marcha. negros y gauchos. como transmisores a otros de una civilización existente o acabada. como la manifestación de una esencia que no se reconoce como modelada históricamente y que debe ser “transmitida”. la cuestión de cómo se ha llegado.Memoria & Sociedad . y el hecho de que se haya llegado a él. 4. Calasanz afirma «(. Al igual que otras generaciones. cuando menos. no por una esencia que suponga a los miembros de la Corte más refinados que el resto de habitantes de esta sociedad. A continuación se citan por extenso algunos viajeros que dan cuenta de esa “paradoja”. En esta referencia general al proceso de civilización cobra sentido la constante alusión que los viajeros hacen a la oposición “civilizado y bárbaro” para referirse a los pueblos indígenas. llevados por su odio al blanco». El resultado de la civilización se les antoja simplemente como una expresión de sus mejores y más elevadas dotes. Es la incapacidad para reconocer la civilización como algo construido. 9 No. la caracterizan en nuevos términos y permiten problematizar el carácter de los grupos estudiados. En su conciencia no se encuentra ahora más que un vago eco de todo el proceso anterior a la civilización. toman aguardiente cuando pueden conseguirlo y. a los distintos pueblos. y con ello. casi “inoculada” sin más. el proceso de la civilización se “inicia”. bravura y sangre fría.»16 En una dirección similar se orienta el siguiente comentario de Ancízar: «la candidez de estos indios y lo impresionable de su ánimo.. pero siempre afable y comedido. Más tarde. para percibirla como un ordenamiento dado. sino como “una forma de ser” casi natural que se extiende a los diversos grupos sociales. la reforman. a pesar de las notables diferencias regionales. 18. aquellas naciones que se han convertido en conquistadores-colonizadores. apacibles. los Cortesanos viven juntos o muy cerca. la conciencia de esta “civilización” sirve como justificación de la dominación que ahora van a ejercer. “irradiado” desde estas sociedades hacia otras partes de Mundo14 . como algo a lo que en ciertas sociedades se ha llegado a partir de distintas transformaciones. . era la belleza. DʼOrbigny insiste en que: “en contradicción con lo que afirma el autor español [Azara]... Según DʼOrbigny: «El insensible gaucho. que casi desconoce el amor.. algo indolente y muy desconfiado». y se destaca. Estudiando las costumbres guerreras y las pautas de relacionamiento social en la edad media europea. 18. no he observado nada parecido[.. al interés. Añade además que los distintos afectos que configuran tal red emotiva no se encuentran suficientemente diferenciados unos de otros y que por eso.»20 En un sentido similar se expresa Rothlisberger. pasivos y hasta amorosos..22 Pero más reveladora aún de la paradoja que se viene trabajando. medio desnudos. violenta como los ímpetus de la voluptuosidad. es la insistencia de un viajero: «Dos causas hay para que los indios tengan en tanto descuido los caños por donde transitan constantemente: la primera es la inestabilidad propia de su carácter pues que hoy viven aquí.21 Mientras que otro viajero.. esa inocencia a veces se convierte en insensibilidad. era para él.. Aunque poco tiempo después afirma que el «.».. Son humildes y pacientes.verdadero tipo del gaucho. la sangre fría con que esos pueblos se rela- los viajeros del siglo XIX. humildes.18 Una valoración similar se desprende de las siguientes palabras de Amicis: «Toda nuestra simpatía instintiva de hombres sin civilizar. Son dóciles.».25 y es que «su vehemencia y petulancia (la de los negros) contrastan con la indolencia y con el buen carácter de los hombres que llaman blancos».32 Algo de esa “contradicción” es lo que aparece aquí en las referencias que los distintos viajeros hacen de los pueblos estudiados. es realmente salvaje. En esto tengo experiencia. sencillos y serviciales.) los mestizos son los más atrasados en la universidad. a la vez. la fuerza ingenua y libre.26 En un sentido similar se expresan otros viajeros para quienes «es mal gaucho el que se abandona a sus feroces arrebatos»27 . que aman con pasión el juego. de blancos.29 El mismo viajero caracteriza “la paradoja” de los pueblos estudiados insistiendo en que «su carácter presenta.Memoria & Sociedad .». Elias insiste en que una de sus características es lo imprevisible de sus descargas emotivas.Vol. Pérezosos por esencia y cuyo carácter presenta una mezcla de humanidad y virtudes hospitalarias con costumbres feroces y una insensibilidad poco común. Ingrid Bolívar 24 . aparece como una gran contradicción que los guerreros medievales fueran al mismo tiempo feroces y sanguinarios en las luchas y misericordiosos y amantes de los buenos sentimientos en las iglesias y otros espacios sociales. aunque muy reservados y muy serios. mañana allí. en este estado. quien los trata de holgazanes y guerreros feroces.30 Además insiste en que sus «relaciones con ellos han sido siempre muy agradables.». nombre que se le da en el país a esos ociosos vagabundos. Una reformulación de la aparente contradicción en el carácter de los pueblos indígenas.31 A partir de la lectura más o menos detallada de estas distintas referencias al carácter contradictorio y paradójico de los indios. Todo el populacho está formado por esos productos de cruzamiento en diversos grados. Era la juventud indómita. capaces de herir y de matar hasta a su benefactor».. Por su parte. en su conducta. 9 No.. Hay que tener mucho cuidado de embriagarlos. áspero e intenso. quien afirma que los «Ojos vivos [.23 A esta inestabilidad del carácter se le suma su carácter voluble. Son volubles. de salvajes. de negros importados de África en el siglo XVIII y.] expresan su carácter astuto. honrados y trabajadores”. después. desgreñados. «En Córdoba(.»19 Pero. Posteriormente. el asombroso contraste de una avidez que semeja avaricia y de una prodigalidad que podía tomarse como desinterés. Enero . porque entonces son terribles y no respetan ningún vínculo de agradecimiento. sospecha apenas la existencia de los afectos familiares y trata a los animales tan duramente como a sus semejantes y a sí mismo. refieriéndose también a los indios. la avidez.24 Gracias a ese mismo carácter: «un agitador político en su empeño de amotinar al pueblo para la revolución. en ellos (los negros) siempre encuentra los más sumisos oyentes y más adictos seguidores. el mismo u otro viajero denuncia la alevosía. tanto para con sus hermanos de raza como para con la gente civilizada(..] mis lenguas parecen dulces y buenos. sin tener una residencia fija por largo tiempo. enronquecidos por la producción continua de un grito gutural.)». la inocencia selvática y feliz que huía a la fuerza del número. el aguardiente y las mujeres. conoce raramente la amistad. pero son de una indolencia que hace desesperar. negros y gauchos emerge un problema de análisis particular. una sensualidad desenfrenada y una impasibilidad estoica.Junio de 2005 «El aspecto de estos hombres.. que se viene señalando es expresada en los siguientes términos por distintos viajeros. a veces inteligentes. Serían. y la segunda el egoísmo y la desconfianza. no para defender principios políticos pues a la lucha se esquivan siempre que sea posible». pero no tienen perseverancia y son incapaces de aplicación. a los ojos de un observador contemporáneo.». de indios calchaquis. al poderío. Los he hallado dulces.»28. a la astucia. vivos. insiste en que son “limpios de corazón. En ocasiones los ven dulces. negros y gauchos.. cubiertos de polvo y sudor. Lisboa afirma que: «el carácter de esta gente es original así como lo son su apariencia y sus costumbres. todos sus esfuerzos se limitan a alcanzar al adversario en el rostro y dejarle una hermosa cicatriz. sí se pueden identificar tendencias de largo plazo. tal diferencia entre modelados de autoconciencia y aparatos de autocoacción psíquica no constituye una esencia propia de cada uno de los grupos. Tal transformación se produce paralelamente a los cambios de las relaciones sociales y de lo que ellas reclaman de los distintos hombres.El con la fisonomía feroz y paseando su mirada iracunda como la del toro salvaje por el concurso. como a veces pasa con la gente de la Pampa . llamada Ña Eusebia. del pudor y de las diferenciaciones recientes entre cuerpo. los viajeros registran la tensión. De ahí que Elias pueda mostrar qué tipos de vinculación social son los que exigen. prorrumpe en voz ronca: -!no quiso ser mía. configuraciones sociales. Al respecto.34 Esta referencia al papel de los institutos que controlan la violencia en la génesis de las pautas de autocontrol y regulación de los afectos por parte de los distintos pobladores. 18.. de un eje que las explica y enmarca a las dos. la diferencia entre distintos “modelados de autoconciencia” y distintas “estructuras del aparato de autocoacción psíquica”. a lo largo del tiempo. En palabras de Elias: “la estabilidad peculiar del aparato de autocoacción psíquica. Ella dobla la cabeza. de ordinario. se encuentra en íntima relación con la constitución de institutos de monopolio de la violencia física y con la estabilidad creciente de los órganos sociales centrales.» Otro viajero comenta que: «Repentinamente un negro rompe el círculo que rodea a los danzantes y ágil como el tigre. sus duelos tienen lugar. en presencia de testigos y están sometidos a ciertas leyes. hasta las cosas más sencillas . el avance de la vergüenza. según la descripción. una red de relaciones humanas. a veces hasta se las juegan. y en las que si bien no hay destinos o rutas necesarias. alcanza un salto a la mulata y le clava un cuchillo en el corazón. sentimiento… Diferenciaciones que no son expresión de la “naturaleza humana”. al tiempo que posibilitan.Memoria & Sociedad . son mas bien sus esclavas que sus compañeras». que aparece como un rasgo decisivo en el hábito de todo hombre civilizado. Desde nuestra perspectiva. De ahí. sienten por ellas poco apego y las ceden de buena gana. En cuento a sus mujeres legítimas. funciona de modo automático” y en el que cada vez se presentan menos descargas emocionales repentinas. vacila sobre las rodillas y cae muerta. negros y gauchos según los viajeros. Un viajero afirma que «. hecha antes. señalar que la “contradicción” y los numerosos “contrastes” en el comportamiento de indios.. cabe volver a citar a Elias: “Mucho de lo que 25 .. 9 No.37 En la regulación de la agresividad se tiene entonces un momento particular de la paradoja. del “proceso de la civilización” se transforma en una dirección identificable.Junio de 2005 cionan entre sí o con los visitantes. de la contradicción en el carácter de indios.. Y es que. «todo le parecía falso. Solamente con la constitución de tales institutos monopólicos estables se crea ese aparato formativo que sirve para inculcar al individuo desde pequeño la costumbre perma- nente de dominarse. sino la forma histórica particular en que se expresa una composición. el encuentro de dos modelados de autoconciencia y regulación del comportamiento distintos.35 Frente a las transformaciones de la agresividad como característica del proceso de la civilización cabe citar los siguientes fragmentos. lo interesante de esta aparente contradicción es que a través de ella. sólo gracias a dicho instituto se constituye en el individuo un aparato de autocontrol más estable. por alusión al ganado que se marca con hierro candente. que en gran medida. La discusión que está detrás de estas consideraciones es que la estructura de los afectos. de los comportamientos y de las acciones de los hombres no permanece inmutable en el tiempo. propias de la sociedad guerrera.. Enero . que los viajeros no pudieran reconocer en sus relaciones con los grupos sociales citados. pautas de regulación distintas y transformadas ya en su estructura psíquica. sobre todo. que no sea de nadie¡». esto no quiere decir que no formen parte de un continuo. Llama la atención el comentario de un viajero según el cual a una vieja mujer. aunque no necesaria. y lejos de la ley. es lo que llaman marcar al enemigo. sino que. quien criada en medio de peligros. expresan.33 Interesa entonces.los celos les ponen a menudo el cuchillo en la mano y es así que se baten por una amante.36 El mismo viajero insiste en que: «Todas las peleas de los gauchos se ventilan con el cuchillo en la mano. permite descubrir las tensiones en las formas de regulación tanto de los viajeros como de los grupos sociales nativos. por lo común. [Elías] Aunque se habla de que tales estructuras son distintas. negros y gauchos descritos por los viajeros. Cada uno de tales modelados aparece como natural y automático para quien lo detenta. alma. conserva solamente su existencia por medio de su astucia natural». Así les es permitido llevar su poncho en la mano izquierda y hacer una especie de escudo: se baten muy difícilmente a muerte: solo pueden tocarse encima de la cintura y. y recordando las afinidades entre este caso y el de los guerreros europeos. «la vieja de Bolívar».Vol. sino construcciones históricas. razón. Enero . las irrupciones inmensas de alegría y placer. Unicamente nosotros. Bogotá 2003 a nosotros [y podemos decir aquí a los VIAJEROS] nos parece una contradicción.Vol. Y es que lo que a los viajeros les parece contradictorio y “bárbaro” en el carácter y comportamiento de los pueblos visitados. no es más que la expresión de un modelado particular de autoconciencia y regulación de los impulsos.Memoria & Sociedad . 9 No. que tenemos un sentido mayor de la contención. François Désiré Roulin: De la Guaira a Bogotá. porque en ellos el momento de autodominio. más inmediato y más abierto que en las épocas posteriores. Ingrid Bolívar La montagne du Sargent. negros y gauchos. de autocontención. Acuarela sobre papel. consideramos que pueda haber una contradicción entre la fuerza desnuda de esta piedad y la intensidad de la agresividad o de la crueldad”. Los impulsos. en realidad. la explosión repentina y la fuerza irrefrenable de su odio y su agresividad así como el salto repentino de un estado de ánimo a otro. son. entre las que se destaca el monopolio de la violencia. síntomas de una y la misma configuración de la vida emocional. 26 . entre la ville de Honda et Guaduás (La montaña del Sargento entre ciudad de Honda y Guaduas). Modelado que los viajeros han dejado de leer como proceso inacabado y en permanente transformación.Junio de 2005 los viajeros del siglo XIX. funciona ya de manera “automática” y gracias a distintas transformaciones del entramado social. 1823. de la moderación y del cálculo.38 Es precisamente en esta tensión en la que deben situarse los relatos de viajeros y en dónde se hacen comprensibles las lecturas racistas que muchos de ellos promueven de los indios. y que hemos interiorizado los tabúes sociales como si fueran autocoacciones. las emociones se manifestaban de un modo más libre. 18. .. pues comenta explícitamente las diferentes relaciones que se tejen alrededor de la comida en el Nuevo Mundo y en su región de procedencia. come con los dedos. Los animales son despedazados en tierra. Como la caña nunca faltaba en los toldos.)». además eran de una suciedad repugnante. o de alguna otra espantosa enfermedad de la piel. [. bebiendo la sangre como si fuera leche. de manera que la carne siempre está cubierta de sangre. mezcladas al sol de la promiscuidad».Memoria & Sociedad . introduciendo allí las escudillas o metiendo los dedos. llama la atención la siguiente referencia que un viajero hace de una cena.(. junto a un fogón bramador y rodeados por una tribu de hombres. 9 No... A continuación se citan por extenso algunos fragmentos en que los viajeros se refieren a comportamientos y pautas de relación que consideran incivilizados. los malos alimentos. un ave estofada muy parecida al malagatuani de los malayos. y buen pan. cuando se emborrachaban.39 Haciendo referencia explícita a la comida. en los festejos. mujeres y niños de caras broncíneas que nos miraban y hacían estallar sus chanzas... mal lavada y encerrada. y la manteca. y desde esos mismos textos..cada uno saca un cuchillo de su bolsillo. y cuando la comida termina. una cuchara única circula a la redonda... la referencia a la civilización como transformación del comportamiento y asunción de los modales cortesanos. Retomando lo dicho en la sección anterior. sobre el cuero.». pedazos de madera o cabezas de vacas.) Era escena de agradable hospitalidad sin tutores.44 y que los afroamericanos «prosperan con sus costumbres libres.40 Sin ocultar su desagrado por esas pautas de relación con la comida. era de verse la increíble cantidad de carne de yegua que cada indio devoraba. y solo la chamuscaban al fuego.Junio de 2005 5. y más a menudo con un cuerno destinado a este uso». están atacados de elefancia. pero raramente antes de asarla.46 Otro viajero señala que: «casi todos los habitantes del pueblo.. y quizá también la propensión de las razas a degenerar. “degeneradas” o “sucias”. se sirve como puede y se limpia con el mantel [. todos manchados de sangre. lleva las manos al plato. otro viajero señala «.43 Aludiendo a problemas más generales los viajeros señalan que «las costumbres de estos hombres (los indios) son definitivamente repugnantes. La idea es ampliar después. Dicen que: «toda la gente en el camino. negros y gauchos no puede evitarse el recordar las descripciones que Norbert Elias recupera en su libro ya citado de El proceso de la civilización. un viajero afirma: «su bocado favorito (de los gauchos e indios de pampas) era la parte gorda del cuello de un potrillo. cuya consecución afana tanto y ennoblece a los hijos del Caucaso»... después de un malón afortunado o del saqueo de alguna estancia.] a falta de mesa los comensales se sientan alrededor sobre bancos.42 En un sentido similar se expresa otro viajero para quien: «cuando aquella gente se ponía a comer. ni me aturrullé cambiando bocados amorosos o vasos de vino por cumplimiento”. otros se la comían cruda. y por si esto fuera poco. era fácil reconocer su estado de semibarbarie (. Cabrito o cordero asado. «. lepra. lo que tales denuncias expresan es la tensión entre modelados de autoconciencia y de regulación del comportamiento bastante diferenciados. por eso se acostumbra lavarla antes de cocer..la limpieza es desconocida en la cocina y en la manera de preparar los alimentos. a través de los jirones de los harapos que cubrían sus cuerpos se advertían además las manchas de la lepra». hombres de color. como la grasa. las picaduras de los insectos. se saca agua del barril con un jarro de lata.. sin duda. el autor muestra los importantes cambios de la sociedad que están atados al uso de 27 . Enero . EL DESAGRADO Y LOS MODALES CIVILIZADOS Los distintos relatos de viajes describen algunas pautas de comportamiento en la mesa o en los bailes que se consideraban esencialmente “perniciosas”. los animales tienen un sentido mucho más alto de la decencia que ellos! Tienen fama también de rufianes pero en este sentido yo no tengo ninguna queja».] Las horribles enfermedades que los dibullanos padecen tienen. No se cuida mucho más la leche. cada uno corta a voluntad. 18. sucia de barro y estiércol. sentados todos en torno a un gran cubo que contenía un sucio caldo.. sus hábitos indolentes y su indiferencia por los goces morales e intelectuales. que se comían cruda» […] «en las tolderías. pone los huesos a un lado para tirarlos después. estaba en su mayor parte desfigurada por bocios enormes. por eso el queso es detestable. ocurría pensar si en la cadena que une al hombre con el orangután. aunque no por ello esenciales o ahistóricos. No nos hartamos hasta la sofocación con la pulida bondad de nuestros huéspedes. Muchos de entre ellos apenas la cocían.45 La referencia a las costumbres repugnantes se repite al interrogar a los viajeros sobre la salud de los pueblos visitados. abundancia de huevos recién puestos. había algún eslabón que los hiciera del mismo linaje». por causa de la absorción de los miasmas palúdicos. “Tuvimos excelente comida. las costumbres inmundas.41 Más adelante señala. En él. hombre y mujeres.Vol.47 Después de leer estas referencias que los viajeros hacen de las comidas y de otras pautas de relación de los grupos indios.. Para empezar. “. por las que sus sociedades de origen también pasaron.Vol. el “malestar de la barbarie” o. y comprar riendas de plata. negras y gauchas. y en medio del más horrible desamparo. la chiripá. sino que esperan a que les sea servida una ración personal. recomiendan no seguir reproduciendo pautas de relación que Rothlisberger llama “semibárbaras” y por las que en pleno siglo XV y XVI transitaba la Europa Cortesana. Claro está que los viajeros por sí solos tampoco podían darse cuenta de que lo que encuentran en las comunidades visitadas. Y es que para muchos de los viajeros del siglo XIX: «Las razas americanas viven en la ociosidad. LA TENSIÓN CON LA RAZON ILUSTRADA Uno de los ejes problemáticos que emergen del análisis de las distintas fuentes. es un momento histórico particular en el que se expresan ciertas relaciones de la sociedad. Tal es. y que solo la errada fe de otros hombres del día conserva. Es la tensión que está en la base de la lectura racista que tales viajeros construyen sobre los pueblos visitados. las espuelas. y se muestran incapaces. En los relatos de viaje son constantes las alusiones a la Ilustración en tanto “bautismo de la civilización” y en tanto oportunidad para superar el dogmatismo. es decir cómo se “civilizó». después de renovar el poncho.. sin reservas. ciertas interdependencias. por lo demás. Ingrid Bolívar 6. 9 No. el no “meter en el plato común algo que se haya sacado previamente de la boca”.51 Además. los viajeros del siglo XIX. 18. En su libro. sentirá que le pesan los patacones que lleva en el cinto y en la primera pulpería experimentará la tentación de jugar tal exceso de riqueza». con los pesos que gana como peón y zanjeador. Cabe retomar aquí unas palabras de Elias que aunque hacen referencia explícita a las transformaciones de las actitudes frente a las necesidades naturales. o para otros su resignación y paciencia. se encuentran en la base misma de su proceso de socialización. por cálculo puramente personal. la revisión detallada de las fuentes permitió también descubrir que desde el estudio de la razón ilustrada se hacen comprensibles unas de las críticas o de los comentarios más constantes que los viajeros hacen de los pueblos visitados: su actitud ante el trabajo.48 La imposibilidad de los viajeros para hacerse esta pregunta. y que permite comprender mejor el tipo de lecturas y de sentidos con que los viajeros construyen la imagen de las poblaciones indígenas. el primer día próspero lo compensa ampliamente de todos sus sufrimientos.. negros y gauchos y frente a algunas de sus costumbres. [el gaucho] «si por una vuelta de la fortuna viene a estar en posesión de una suma de dinero algo crecida. lo mismo que el indio con el cual tiene. que incluso siendo niños tuvieron que reprimirlas y transformarlas para poder ser aceptados en su sociedad.52 También sobre el gaucho otro viajero dice: 28 . En los días de abundancia . para dedicarse a un trabajo duro y seguido».Junio de 2005 los cubiertos. el malestar que produce aquella otra constitución emotiva.50 En relación con el gaucho se dice que: «es hombre de pocas necesidades y se contenta con los escasos recursos que posee. “el no estornudar ni escupir sobre los demás comensales”… Tales manuales llaman la atención. por decirlo de un modo algo más neutral. Dice Elias: «el malestar mayor o menor que producen en nosotros las personas que mencionan o que hablan abiertamente de sus funciones corporales o que ocultan o reprimen menos que nosotros tales funciones es una de las sensaciones dominantes que se expresan en los juicios de “bárbaro” o “incivilizado”. En palabras de un viajero: «Guarden a aquel las selvas del Magdalena. porque no hay ninguna que no sepa soportar con valor. permiten problematizar el desagrado que algunos viajeros manifiestan frente a la forma de comer de los pueblos indigenas. en lugares donde no está Dios!». con su porción de asado y un lugar por la noche junto al fogón de su rancho». la superstición y demás prácticas que mantienen a los pueblos sumidos en la ignorancia. es el referido a la razón ilustrada.. no desespera nunca del porvenir. Enero . Elias cita distintos “manuales de comportamiento” que recalcan y recomiendan el no “chuparse los dedos”. la cuestión que se plantea es averiguar cómo y por qué pasó la sociedad occidental de una pauta a la otra.». es lo que les permite considerarlas esenciales. al placer que se presenta ante él.. tantos puntos de semejanza.el gaucho nunca prevé el mañana. protéjanos contra éstos la razón ilustrada que ha hecho tabla rasa de todos los fetiches consagrados por la ignorancia de otras edades. su Péreza. su conformismo. aquella otra pauta de pudor que aún hoy se encuentra en muchas sociedades a las que llamamos “incivilizadas”... no se inquieta por las privaciones.49 Ahora bien. se entrega.Memoria & Sociedad . a la aparición del plato personal y en general a la transformación más radical según la cual los distintos comensales ya no se sirven de la fuente o del plato en común. por lo tanto. aún por medio de la compulsión. lo saborea hasta la saciedad y nunca piensa en regular sus goces para prolongarlos. y para reconocer que esas pautas que ahora tanto les desagradan. de pensamiento o siquiera de sospecha. los indios y negros aceptan el mundo como un orden dado. y pasan su vida. resignadas. lo “natural” es la existencia de una naturaleza que circunda la vida social. picaduras de escorpión. para no romper el “equilibrio”.59 A partir de aquí se hace necesario entonces insistir en que las poblaciones visitadas no piensan la naturaleza como el viajero. pues ocasiona numerosas víctimas. en últimas que no han realizado el ideal ilustrado de “intervenir y transformar el mundo de acuerdo a los designios de la razón”. modular.53 A los mestizos y negros se refieren como a: «las bravas gentes que viven sin ninguna preocupación por el porvenir. si es posible. De ellas se desprende la idea de que el mundo natural es “incontrovertible”. cuando las relaciones de la sociedad se han hecho tan densas e interdependientes que se exige acomodar lo natural a las condiciones de desarrollo de la vida social. la naturaleza no es lo “natural” en el sentido de inerte. Por el contrario. la manifestación de un orden que no se quiere comprender. el desierto que es su teatro. Enero .Memoria & Sociedad . no tienen cómo leer estas vinculaciones hombre – naturaleza como expresión de un momento histórico particular. como materia inerte. [que] superaba. Al respecto cabe citar a los viajeros: «¿ y qué curaba usted con las pastillas? (. el hambre y la sed. Es en ese sentido que la última cita se hace profundamente reveladora. negros y gauchos. si se insiste contesta: ¨Quién sabe?». Como en los casos anteriores. siempre está prevenido. Según ha mostrado Elias comentado los estadios del pensamiento en Comte. Tuvieron que pasar por distintas transformaciones para ver a la naturaleza como “materia disponible” y no como “emanación de un orden divino”. Es precisamente el aceptar el mundo natural como “dado” y el negar cualquier esfuerzo de transformación sobre él. En los relatos de viaje se reprocha de manera insistente que las poblaciones visitadas son conformes. ociosas. que no se le puede intervenir. ni pie que ha sido devorado por el oestru humanus (niguas)». queda recogida en esta última consideración.»54 Mientras que de los indígenas señalan «su indiferencia por la vida y desprecio de la muerte. por inventarlo. lo 29 . negras y gauchas no constituye objeto de interrogación. En ese sentido.)Lo que se dejaba curar.Vol. “A los indios no les gustan las preguntas”. que no se le puede interrogar y que simplemente hay que estar atento a sus distintas manifestaciones.55 Otro viajero recalca que: «al indio no le gustan las preguntas. en las poblaciones visitadas. y muchos entre ellos no tienen ya ni uñas. se arrojan al agua creyendo allar un remedio seguro y hallan es la muerte en la mayor parte de los casos».Junio de 2005 «Existencia errante.. y la fidelidad con que sirven al que los trata con cariño». porque cuando los síntomas de la enfermedad se presentan. a causa de la estupidez de aquellos. todo lo que pueda tener un indio». lo esencial.. sino que sólo interesa acatar. sino más bien lo significativo. Desde esta tensión se torna comprensible el que para los viajeros fueran inferiores aquellos grupos humanos que dejan que la naturaleza sea. por revelarlo como una construcción humana. Más bien. la naturaleza solo se piensa como naturaleza. enfermedades de los ojos. Esto queda más claro con la lectura de algunas de las distintas referencias a la salud y la enfermedad en las poblaciones visitadas. los gauchos». aunque en la intimidad o embriagado contesta evasivamente o se calla.56 Desde nuestra perspectiva gran parte de la imagen racista que los viajeros construyen de los indígenas. no les gusta ser interrogados porque su relación con el mundo tampoco pasa por “sospechar” de él. la resignación con que soportan las fatigas.. en disputas con motivo de los conductos de irrigación. ni dedos. el frío. que se les aparece como medio ambiente que dominar. y tampoco lo es la idea de que ella se puede conocer y cambiar. Así pues lo que expresan los reclamos de los viajeros es la tensión entre lo que se conoce como el «espíritu prometeico”. Pero. a los de sus enemigos mortales y parientes. En este punto también se hace importante destacar el que gran parte de los viajeros leídos sean hombres dedicados a las llamadas ciencias de la naturaleza. demasiado Pérezosa por otra parte.. de disponible para la dominación. el calor. los viajeros no pueden. 9 No. hombres encargados de descifrar una legalidad que para las poblaciones indígenas. como la expresión de una esencia que se manifiesta pero que no se puede ni transformar ni acomodar a la propia voluntad. lo que hoy se conoce como naturaleza no es natural. como “algo” sobre lo cual se puede intervenir y que se puede cambiar. [que] con él no se debe ser curioso y sí muy circunspecto. Para ellos los normal. según el cual los hombres pueden intervenir y dar forma al mundo según lo que quieren y necesitan y la lectura “significativa” del mundo según el cual aquél es “algo” independientemente de la voluntad y de la acción de los hombres. las sociedades de que proceden los viajeros enfrentaron problemas parecidos. de nuevo y como también sucede con las dinámicas comentadas antes.58 Insisten además en que «los aruacos andan siempre con los pies desnudos. y que no pretenden ni controlarla ni someterla a las exigencias de la razón. 18. heridas arañazos.57 «El sarampión es un verdadero azote para los indígenas. Junio de 2005 los viajeros del siglo XIX. en lo esencial. Ahora si. la historia es invocada. De ahí que resulte tan importante recordar que la que conoce es la sociedad y que a sus miembros el orden social a veces les aparece como un orden natural. como el de la “civilización”. 18. El resultado de la civilización se les antoja simplemente como una expresión de sus mejores y más elevadas dotes. Por el contrario.Vol. En su conciencia no se encuentra ahora más que un vago eco de todo el proceso anterior a la civilización. se consideran a si mismos. el negro y el gaucho se hacen comprensibles a partir del estudio de procesos históricos particulares. 9 No. la conciencia de esta “civilización” sirve como justificación de la dominación que ahora van a ejercer cuando menos aquellas naciones que se han convertido en conquistadores-colonizadores. y con ello. la cita de Elias que enmarca y hace comprensible la alusión a “lo civilizado” desde la cual los viajeros enfrentan las poblaciones visitadas y que hace que ellas se les aparezcan como atrasadas: “A diferencia del momento inicial en la acuñación del concepto. algunos espacios del mundo social enfrentan al individuo de modo análogo a cómo lo enfrenta la realidad del mundo natural. no es la manifestación de ninguna esencia. sino la forma en que la sociedad explica. Una historia que le pueda mostrar a los hombres y mujeres de esta época que eso que les parece tan natural. los “negros Pérezosos” y los “gauchos rufianes”.Memoria & Sociedad . CONSIDERACIÓN FINAL La apuesta de este artículo ha sido mostrar que las visiones racistas del indio. en realidad.60 La historia y las otras ciencias sociales tienen que desnudar a la sociedad que encuentra tranquilizantes estas explicaciones y que deja que los diversos grupos sociales sean representados de manera discriminatoria. Enero . pero que tampoco caiga en “la legitimación de lo existente”. Una historia que recuerde que “en las primeras fases de socialización el niño es totalmente incapaz de distinguir entre la objetividad de los fenómenos naturales y la de las formaciones sociales” y que así mismo. en este caso. que no está lista para conocer o que simplemente espera para ser abordado. para verlo como la simple manifestación de una potestad racional de la que disfrutan unos y carecen otros. discriminación… Aquí. 7. los viajeros. pero que dan cuenta de la forma como el proceso mismo de la civilización aparece para algunos de sus protagonistas. de ahora en adelante. Y cabe volver a reproducirlo porque es esta la tensión más radical que los viajeros invitan a problematizar. a un comportamiento civilizado. que ellos simplemente transmiten a las sociedades incivilizadas o bárbaras. los pueblos creen que el proceso de la civilización dentro de las propias sociedades se ha terminado ya. De ahí también que se quiera terminar citando unas palabras de Elias que se reprodujeron antes. como algo dado. la cuestión de cómo se ha llegado. Una historia que no haga cacería de brujas. Ingrid Bolívar que alimenta las imágenes racistas que los viajeros construyen de las poblaciones visitadas. se representan y se imaginan a los otros. tales lecturas revelan una forma particular en que las sociedades se piensan. la expresión histórica de condiciones de desigualdad. Cuando se afirma que el proceso se hace comprensible no se quiere decir “justificable”. que “los indios son desconfiados”. dado. y el hecho de que se haya llegado a él. Como en el estudio de las dinámicas de civilización anteriores. Se trata de señalar que tales lecturas racistas y discriminatorias de las poblaciones nativas del Nuevo Mundo y de otros grupos sociales no son un problema que se agote en la voluntad o en la intencionalidad de los distintos viajeros y de sus sociedades. Cómo la sociedad puede dejar de considerar como un fenómeno natural lo que es. como se decía al principio del trabajo. nuevamente los viajeros dejan de pensar en la relación con la naturaleza como un proceso que transforma y que implica la transformación de toda la sociedad. como abanderados de la civilización. ya no interesa.”61 30 . tramita y disuelve aquello que la enfrenta. como transmisores a otros de una civilización existente o acabada. en una especie de clase alta para una parte considerable del mundo extraeuropeo. a través de los siglos. La conciencia de la propia superioridad. recibido y no construido. terminado. Ed. Ver especialmente los capítulos dedicados a “las transformaciones de la agresividad” y a los “cambios en las actitudes frente a las necesidades naturales”. 40. d´Orbigny. 1852-1936. El proceso de civilización. BuenosAires. Imprenta del Ferrocarril. 18. p.71. 1993. Un Viaje al Plata.61. Cunninghame. Banco de la República. Vol. 54. Ciro Bayo. Caracas. Tercer Mundo Editores. p. 104 49. 32. 26. d´Orbigny. 240. Emecé Editores SA. Bogotá. 39. Viaje a la Sierra Nevada de Santa Marta.30. 42 y 43. p. p. p. 36. d´Orbigny. 9. 65. La cultura Argentina. 1998). Paris.116. Viaje a la América Meridional. Sarmiento. 2ª edición. Apuntes de Viaje: Del Plata a los Andes. Ed. Colombia. Futuro. p. 1992. Calasanz Vela.154.pág. 35. Bogotá. 34. 59. Manuel Ancízar. De Medellín a Bogotá. 48. 37. Prieto y Compañía. Ed. 29.99-102. Rue de Grenelle. p. 1899. que todas las sociedades experimentan “procesos de civilización”.10. 216. Mollien. especialmente capítulo 1. 45. 19. La metodología del seminario permitía que todos los participantes conocieran y pudieran usar la información trabajada por los otros. p. 543. Colombia. 1914. 31 . 51. El proceso de la civilización. p. 41. Santiago Rusinol. De Calasanz Vela. p. 1. Ernst Röthlisberger. Hettner. p.Siglo del Hombre. 1988 p. Madrid.230.86. Bogotá. 93. 53. Pero. 1993.Memoria & Sociedad . p. 56. 42. 1990.78. El proceso de la civilización. 60. Bogotá. 2. p. Charles Saffray. Bogotá. Ed. Paris. pp.61. si entendemos tal proceso como la transformación del comportamiento en una dirección discernible en el largo plazo y orientada hacia un mayor control. Impresiones sobre la Argentina. 1920. Ed. Vaccaro. Dos viajes por la Orinoquía Colombiana. p. Facundo: Civilización y barbarie. pp. Viaje a Nueva Granada. Bogotá. pp. 1ª edición. 7. Dos viajes por la Orinoquía Colombiana. I y II. p. p.1988. Manuel Pombo. Eliseo Réclus. 1992. 38.107. Lección 5. 44. Investigaciones sociogenéticas y psicogenéticas. 11. Röthlisberger. 57. 287. 1948. 1920. V. 47. 280. 187. Fray Jose de Calasanz Vela. Cartas escritas desde Colombia. Jules Huret. John Potter Hamilton. Facundo: Civilización y barbarie. p. Fondo de Cultura Cafetero. Réclus. El Rio de la Plata. p. El Río de la Plata. Viaje a la América Meridional. 52. 1ª edición. pp. Elias. d´Orbigny. 185. 23. Viajes por los Andes Colombianos (1882-1884).34.Vol. Viaje de Buenos Aires a Potosí y Arica. Buenos Aires. pp. pp. Vol. d´Orbigny. 1975. 43. p. 20. Domingo Sarmiento. 1970.65. Bogotá. Narraciones del viaje por la cordillera de los Andes. 1861. Edmundo De Amicis. Ministerio de Educación Nacional. Xavier Marmier. Santiago Estrada. Viaje a la Sierra Nevada de Santa Marta. 14. Viaje a la Amèrica Meridional. p. 1945. Vol. Santiago. Herrera. Ed. Ver del mismo autor Compromiso y Distanciamiento. Bogotá. 24. 5. Norbert Elias. Colcultura. 1. De Calasanz Vela. 50.Junio de 2005 Citas 1. Ed. Madrid. 30. Buenos Aires y Montevideo en 1850.95-96. El Rio de la Plata. Viaje a la América Medidional. Irigoyen Cía. Vols. Colcultura . p. 615. 511. 36. I. 47. 13. 1996. Colcultura. 238. Rafael Caro Raggio. [Cursivas de la autora]. 2ª edición. Introducción a la sociología. 40. Indios pampas. Bogotá. Viajes por el interior de las provincias de Colombia. Réclus. 1994. Facundo: Civilización y barbarie. Este documento se produjo en el marco del Seminario de Viajeros que estuvo a cargo de la profesora Ana María Bidegaín. Buenos Aires y Montevideo en 1850. Barcelona. 59. Banco de la República. 453-454. p. El Dorado. Para evitar mal entendidos es preciso recalcar que los contenidos y pautas de relación de “la civilización” europea es la que se extiende por el mundo. Bogotá. Elias. Miguel Cané. 1992.Vol. Viaje a la Sierra Nevada de Santa Marta. p. FCE. Gaspar Théodore Mollien. Viajes por los Andes Colombianos (1882-1884). Bogotá.23. Marmier. “Ética y política: regulación y drama” en Revista Controversia. 4. Morizot. Una discusión al respecto puede leerse en Ingrid Bolívar. México. Editorial Gedisa.60. Robert Bontine Cunninghame Graham. d´Orbigny. 3. Por la América desconocida. en 1999. Barcelona. Joseph Andrews. 1992. 80. 25. Elias. 15. Bogotá. Norbert Elias. Cuarta edición. p. Ancízar. 1ª edición en 1824. 12. p. pp. Viaje a la América Meridional. 32 y 33. Rafael López Baralt. 1826. 1825. 1. Fondo Cultural Cafetero. pp. p. Sarmiento. Viaje a la América Meridional. De Maracaibo a Bogotá. 86. 21. Nueva Granada y Ecuador. John Hankshaw. Wertheimer. Bogotá. La peregrinación de Alpha.44. 1911. ediciones Península. pp. Alianza. Vol. Dos viajes por la Orinoquía Colombiana. Notas de viaje sobre Venezuela y Colombia. CINEP. pp. 17.615. El Dorado. 616. 6. Vol 1. Del Plata a la cordillera de los Andes. Editorial Gedisa. pp. Ed. Enero . 1993. p. 1. Peregrinación de Alpha. 1. 124. p. d´Orbigny. Por la América desconocida. 1944.254. Elias. p. Alcides Dessalines d´Orbigny. Viaje por la República de Colombia en 1823. 1976. 33. El proceso de la civilización. Norbert. p. 55. 9 No. 482. 173:(diciembre. Banco de la República. Elias.188. p. 24. El proceso de la civilización. Dos viajes por la Orinoquía Colombiana. p.127. El proceso de la civilización. 576. Vol. p. edición de 1920.Ed. Teodoro Adorno. 16. 18. Banco Popular.52. Elias. p.155. Ed. 27. 1872. 8. Viaje a la Amèrica Meridional. 1984. Viaje a la América Meridional. p. p. Colcultura. p. Miguel Maria Lisboa. 93.113. Argentina. Vol. 22. Relación de un viaje a Venezuela. 31. Lea y Cia. 10. 46. gaucho. p. Viaje por la República de Colombia en 1823. La peregrinación de Alpha. Ed. Sociología Fundamental. Roberto Proctor. Sociología Fundamental. p. Barcelona. Alfred Hettner. Bayo. pág. Madrid. 1ª edición.29. p. Cunninghame. 28. del mar Pacífico al mar Atlántico. 58. Ancízar. Buenos Aires. Londres. El Dorado. Buenos Aires y Montevideo en 1850.Junio de 2005 los viajeros del siglo XIX.Vol.) Mollien. Bogotá. Jose de. Fr. 1994. Edmundo. Santiago. Banco Popular. pp. 1993. Futuro. Enero . Viaje a Nueva Granada. 9 No.107. Lea y Cia. El Rio de la Plata. Viaje por la República de Colombia en 1823. 1998). Roberto. Ingrid Bolívar 60. _______. Madrid. De Calasanz Vela. Vol. Ediciones Península. Viaje a la Amèrica Meridional. Fray. Bolívar. Lisboa. Introducción a la sociología. Buenos Aires. Alianza. 1. Viajes por los Andes Colombianos (1882-1884). Narraciones del viaje por la cordillera de los Andes. La construcción social de la realidad. Barcelona. 24. 4ª edición. Manuel. 1988. 1976. 1ª edición. Viajes por el interior de las provincias de Colombia. Hankshaw. Fondo de Cultura Cafetero. Robert Bontine 1852-1936. El proceso de la civilización. Calasanz Vela. 1990. Banco de la República. 1992. Banco de la República. Colcultura. Paris. Vol. Bogotá. Gaspar Théodore. Herrera. Investigaciones sociogenéticas y psicogenéticas. De Amicis. 1. Vol. John. Por la América desconocida. Impresiones sobre la Argentina. Buenos Aires. Pombo. pp. Alcides Dessalines. 1. John. México. Ed. Colombia. 1993. 95-96. Buenos Aires. 1. Elias. Huret. Nueva Granada y Ecuador. Compromiso y Distanciamiento. Revista Controversia. 1998. pp. Paris. Ed. Ed. _______. Emecé Editores SA. FCE. De Maracaibo a Bogotá. 1944. 1920. Vol. Londres. CINEP. 1920. Facundo: Civilización y barbarie. Indios pampas. Del Plata a la cordillera de los Andes. Bogotá. Editorial Gedisa. Bogotá. 1975. Alfred. Jose. Vols. Röthlisberger. Bogotá. 1ª edición. La peregrinación de Alpha. Imprenta del Ferrocarril. Cunninghame Graham. Vol. Bogotá. Editorial Gedisa. dʼOrbigny. Marmier. 1861. Buenos Aires. 61. 81-82. 1899. 1948. Editorial Fondo Cultural Cafetero. Tercer Mundo Editores. Bogotá. Ed. López Baralt. Dos viajes por la Orinoquía Colombiana. Wertheimer.Bogotá. Vol. 173: (diciembre. 1970. Vol. Morizot. Cartas escritas desde Colombia. Caracas. 1988. Bogotá. Elias. Colcultura. Apuntes de Viaje: Del Plata a los Andes. Ancízar. 1993. Ed. Xavier. Charles. Bogotá. Amorrortu Editores. Ed. Norbert. Vaccaro. Dos viajes por la Orinoquía Colombiana. (s.99102. 1ª edición. El proceso de la civilización. “Ética y política: regulación y drama”. 2ª edición. Teodoro. Estrada. gauchos. Fecha de recepción: Fecha de aprobación: 14 de abril de 2004 13 de mayo de 2004 32 . I y II. Sarmiento.Memoria & Sociedad . 1984. Ed. De Medellín a Bogotá. 2ª edición. Sociología Fundamental. Barcelona. pp. Manuel. Proctor. 1945. Peter Berger y Thomas Luckmann.f. Bogotá. Ingrid. Barcelona. 1ª edición en castellano en 1968. Ed. 18. Madrid. Rafael. 1996. Ed. Bibliografía Adorno. Ciro. Ernst. 1914. Banco de la República. 1. Santiago. Saffray. Domingo Faustino. Ministerio de Educación Nacional. 1992. Jules. Ed. 24. Hettner. Miguel María. Rue de Grenelle. Potter Hamilton. del mar Pacífico al mar Atlántico. Relación de un viaje a Venezuela. 1840-1895. Bayo. 1ª edición en 1824. Irigoyen Cía. Rafael Caro Raggio. 1988. Fondo Cultural Cafetero.
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