Benítez Rubio, Fco. Javier - Shinto

March 17, 2018 | Author: Fco Javier Benítez Rubio | Category: Shinto, Shogun, Japan, Samurai, Shintoism


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SHINTOLA SABIDURÍA AUTÓCTONA DE JAPÓN FCO. JAVIER BENÍTEZ RUBIO Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio Capitulo 1 1 Hajimari En el comienzo En el comienzo, los cielos y la tierra eran uno. El cielo era una masa de coléricas nubes negras y el mar era nada más que un hervidero, un turbio pantano. La vida tal y como la conocemos no existía. Un día, de entre las nubes, surgió un remolino, que fue creciendo; los truenos retumbaban y una terrible lluvia comenzó a caer. Llovió noche y día durante semanas y meses, como si fuera a estar así siempre. Al fin la lluvia cesó, y los cielos y la tierra estaban separados. De entre las aguas y el lodo los dioses comenzaron a aparecer, como jóvenes briznas de hierba brotaron de la tierra. Así es como el mundo comenzó. El Shinto no tuvo en su origen ni libros sagrados donde se revela la Verdad, ni estructura sacerdotal jerárquica ni dogmas que lo controlen ideológicamente. No es producto de la revelación de ideas ni el engendro de algún hecho histórico trascendente. No se conecta ni a un fundador, ni a grandes maestros desarrolladores. En su origen carece de escrituras, dogmas y credos. Nada de esto encontramos en el Shinto. El culto, los rituales, los festivales y los santuarios son los lugares, tanto físicos como abstractos, donde se manifiesta la religión. Sin embargo, como ocurre con el hinduismo, millones de personas, en el pasado y en el presente lo consideran una manera de vivir y sentir singular y única, que se manifiesta en una cultura tradicional perfectamente definible y de gran riqueza, y en muchos y variadas formas de culto, populares, familiares y nacionales. Ha sobrevivido desde tiempos remotos hasta la actualidad, pero con el transcurso de los siglos ha experimentado innumerables adaptaciones y transformaciones. En este trabajo intentaré acercarme a esta sabiduría poco conocida, quizás arañar suavemente la superficie de esta antiquísima forma de entender la realidad divina y humana. www.losmomentosencontrados.blogspot.com 2 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio Capitulo 2 Sozo El nacimiento de una nación Los últimos de los dioses en salir del caos fueron Izanagi y la diosa Izanami. Desde el puente de los arcoíris de Takamagahara, más allá de donde los otros dioses vivían, ellos agitaron el mar con una lanza. Cuando ellos retiraron la lanza, las gotas de lodo que iban cayendo de ella crearon el más hermoso grupo de islas. Izanagi e Izanami fueron a vivir a esa tierra y se casaron. Allí, Izanami dio a luz numerosos dioses, incluyendo a los vientos, al mar, las montañas y la tierra. EL CONTEXTO GEOHISTÓRICO DEL SHINTO. Geografía Japón consta de cuatro grandes islas: Hokkaidō, la más septentrional, Honshū, la isla principal, Shikoku, y Kyūshū, la más meridional, además de numerosas pequeñas islas cercanas. Limita al norte con el mar de Ojotsk, al este con el océano Pacífico, al sur con el océano Pacífico y el mar de la China Oriental, y al oeste con el estrecho de Corea y el mar del Japón (mar Oriental). Las islas de Japón son las cimas de una enorme cadena de montañas que en su origen formó parte del continente asiático, del cual se separó durante el cenozoico. Japón tiene un paisaje de montañas altas y valles profundos, con muchas llanuras pequeñas y frondosos bosques. Debido a la secuencia alternante de montaña y valle y a que la mayoría del suelo es rocoso, la superficie cultivable es muy pequeña, aunque muy fértil. Aunque Japón tiene abundantes cursos de agua —prácticamente cada valle tiene una corriente de agua— no hay grandes ríos navegables. Las montañas de Japón son el rasgo más notable de su topografía. Las cordilleras montañosas se extienden por las islas de norte a sur. Las principales cadenas radian otras más pequeñas que se extienden lateralmente o corren paralelas a la cordillera principal y a menudo descienden a la costa, donde forman bahías y puertos. En definitiva, las condiciones geoclimáticas del archipiélago nipón hicieron de aquellas tierras un lugar apto y fértil para la vida, hasta el punto que no se conocen en la historia del Japón ni grandes hambrunas ni grandes impactos demográficos. www.losmomentosencontrados.blogspot.com 3 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio Historia Se tienen pocos datos sobre la prehistoria en Japón. Se cree que un pequeño grupo de población aborigen, los ainu2, de raza caucasoide, que hoy vive en la isla de Hokkaido, procedieran de la zona oriental de Siberia y que durante el paleolítico, alrededor del año 3000 a.C., llegaran a la citada isla. Tiempo después, en el neolítico, se produjo la llegada de nuevos humanes procedentes del continente asiático de raza mongoloide y elementos protomalayos de Indonesia, también hay evidencias lingüísticas que sugieren que llegaron algunos colonizadores de las islas polinesias. Las culturas paleolíticas del Japón prehistórico dieron paso hacia el 1000 a.C. a la cultura neolítica denominada Jomon (1000-300 a.C.), caracterizada por sus cerámicas muy decoradas, modeladas a mano y cocidas a bajas temperaturas, cuyos restos se han encontrado por todo Japón, y chozas relativamente sofisticadas. Su economía estaba basada aparentemente en la caza, en la pesca y en la recolección, quizás con técnicas muy primitivas. La sociedad del periodo Jomon parece que era bastante igualitaria, con pocas divisiones sociales. La unidad social y económica, autárquica, es la uji, al frente de la cual se encontraba el ujinokami, el miembro más anciano de la comunidad. Finalizado el periodo Jomon, una nueva cultura, denominada Yayoi, que comenzó en Kyūshū, y que salió de los bosques y las montañas, se fue extendiendo lentamente hacia el este e imponiéndose de forma gradual durante un largo periodo de tiempo (300 a.C.-300 d.C.). La cultura Yayoi era más avanzada, introdujo el cultivo encharcado del arroz, el tejido, utilitarias cerámicas cocidas a altas temperaturas y herramientas de hierro. La mayoría de las innovaciones Yayoi, especialmente el hierro y el bronce, fueron introducidas probablemente desde China a través de Corea. Unas costumbres de enterramiento más diversas y sofisticadas indican que la sociedad Yayoi era más compleja y estratificada que la Jomon. El advenimiento de la cultura Yayoi no implicó cambios raciales, por lo que, probablemente, fue más un proceso de difusión cultural que una conquista étnica. Las crónicas oficiales chinas de la dinastía Han contienen la primera mención registrada de Japón. Recogen que en el año 57 d.C. ―el estado de Nu en Wo‖ envió emisarios a la corte imperial y recibió un sello de oro (después encontrado en Japón en 1748). Nu era en apariencia uno de los numerosos estados que ocupaban el archipiélago japonés (denominado Wo en las crónicas chinas). Las crónicas también muestran una sociedad bastante desarrollada con una organización jerárquica, www.losmomentosencontrados.blogspot.com 4 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio marcada por un comercio de intercambio y unos escribas profesionales que escribían en chino. El uji siguió evolucionando y creciendo con la sedentarización, hasta convertirse en el myoden: den significa arrozal y myo era la porción de tierra rodeada y limitada por una empalizada y que pertenecía a una familia. En este período aparece la creencia en los kami y el culto a los antepasados. También la progresiva escisión en líneas tribales y clanes, pero con el paso del tiempo, el clan Yamato llegó a dominar desde su posición central en la llanura de Kanto en Honshū. Los caciques tribales afianzaron su poder convirtiendo una forma temprana de Shinto en religión oficial. El siguiente periodo recibe el nombre de Kofun, o Yamato, y llega hasta el 710 d.c. Kofun significa túmulo, la forma que tenían los emperadores de ese período de enterrarse. Todavía hoy se puede contemplar en la actual Osaka la Tumba de Nintoku, un gigantesco túmulo de 80 acres de terreno arbolado y casi 500 m de largo en forma de ojo de cerradura. Las crónicas de este periodo cuentan que el emperador Jimmu, con su poder establecido en Kyūshū, dirigió a sus ejércitos hacia el norte y extendió sus dominios hasta la zona de Yamato, en el centro de Honshū, adoptó ese nombre a su casa imperial y después a todo el antiguo Japón. También ocurre un acontecimiento muy significativo: la llegada del budismo, hecho que se suele datar en el año 552, fecha en la que el rey de Paekche, Corea, envió predicadores budistas a Japón, junto a imágenes religiosas, textos budistas, calendarios y métodos para mantener la vigilia. La cultura importada pronto arraigó con fuerza en el archipiélago y a principios del siglo VII, el budismo se había convertido en la religión oficial de Japón. Aparecen los primeros Santuarios del shinto. El siguiente periodo, el de Nara que ocupó todo el siglo VIII, trasladó su capital a Heijo-kyo (actual Nara). Bajo el emperador Shomu (reinó desde el 715 hasta el 756) y su consorte Fujiwara, Japón experimentó un gran florecimiento cultural. El Gran Buda de Nara (finalizado en el 752), construido en el que es todavía el mayor templo de madera del mundo, el Templo Todaiji, simbolizó la devoción al budismo del Japón. Se establecieron conexiones extensivas con la dinastía Tang de China y Japón se convirtió en el extremo oriental de la Ruta de la Seda. Fue prolífico en hitos de tradiciones nativas: la realización de dos historias nacionales, Kojiki y Nihon shoki, la compilación de la primera gran antología poética, el Man‘yoshu (‗Antología de Innumerables Hojas‘) y la proliferación del arte budista. www.losmomentosencontrados.blogspot.com 5 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio El siguiente periodo, Heinan, por la ciudad donde se establece la capital, transcurre hasta el s. XII y se caracterizó por el abandono progresivo de los emperadores de las tareas políticas: el emperador reinaba pero no gobernaba. Es la familia Fujiwara la que se hace con dicho control. Más tarde son otras dos familias, Taira y Minamoto, las que luchan por el control del país. En esta época surgen los primeros grupos de samuráis. A finales del s. XII el clan Minamoto se hace con el control y establece la capital en Kamamura (estamos en el periodo del mismo nombre), dando comienzo a la época feudal japonesa y al nacimiento de la figura del Sogún o Shogun, el clan imperial seguía en un segundo plano. Aparecen nuevas formas de budismo, las escuelas de la Tierra Pura y Zen, que se extendieron y alcanzaron mayor popularidad que las sectas más antiguas. En esta época está ya establecida un sistema de castas autóctono japonés, en la que la casta militar ocupa el papel principal, como dijimos antes, el Emperador sigue relegado en su palacio. El Shogun está en lo más alto de la pirámide, por debajo de él se encuentran los daimyos o señores feudales, en sus manos el myoden se convierte en shoen o propiedad señorial. A las órdenes de estos señores se encontraban los bushi, los ejércitos privados de samuráis, cuya ética de vida y combate, el bushido, provocan todavía hoy gran admiración. Debajo de esta casta militar se encuentra la casta de la gente común o Heimin: Hyausho o campesinos, Shokunin o artesanos y Akindo o comerciantes. Por debajo de estas encontramos a dos castas de parias e intocables: Eta, eran las personas de oficios denigrantes; y los Hinin, los mendigos y las prostitutas entre otros.3 El clan Hojo sucedió al de Minamoto, y a estos (estamos en el s. XIV y en el periodo Muromachi, que transcurrió hasta el s. XVI) el clan Ashikaga. Esta época también vio el desarrollo del budismo como fuerza política; durante algunos siglos, los monasterios budistas habían sido tan ricos y poderosos que fueron grandes fuerzas en el país, cambiando la tendencia de los enfrentamientos medievales con sus ejércitos fuertes y sus monasterios fortificados. El s. XVII trae consigo el periodo de Edo y a la dinastía Tokugawa, hegemónica durante más de tres siglos. Se reestructura el sistema feudal y se instala la capital en Edo y la familia imperial queda bajo el control del Sogún. Otro resultado de la dominación Tokugawa fue el aislamiento impuesto a Japón respecto a Occidente, se prohíbe el comercio exterior, se prohíbe y persigue al cristianismo y se impide a los españoles pisar tierra nipona. El bushido, el código de los guerreros feudales, se www.losmomentosencontrados.blogspot.com 6 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio convirtió en el estandarte de la conducta para los grandes señores y la clase acomodada de los samuráis que actuaron como sus partidarios y administradores. El confucianismo pasó a ser la nueva ideología del gobierno, lo que provocó una fuerte reacción tradicionalista y una defensa del nacionalismo proimperial. Pero esto no podía mantenerse eternamente: a principios del siglo XIX, las visitas de los europeos, en su mayoría comerciantes y exploradores, se hicieron cada vez más frecuentes, aunque la prohibición era todavía oficial. Finalmente, en 1854, el Comodoro Perry firma el Tratado de Kanagawa, por el que se permite el uso de varios puertos a los Estados Unidos. No obstante, inmediatamente después se desarrolló un sentimiento contra los extranjeros y los ataques a los comerciantes foráneos empezaron a ser comunes en la década de 1860. Los dirigentes de este movimiento xenófobo y antioccidental se encontraron con el apoyo de la Casa Imperial. A corto plazo este apoyo resultó vital en su futuro. El emperador Matsushito, apoyado por otras familias nobles, sometió al clan Tokugawa, imponiendo la llamada Restauración Meiji. Japón, siglos después, volvía a estar dirigida realmente por un emperador. Se producen grandes cambios sociopolíticos: reestructuración del país, desaparecen los feudos y se crean prefecturas administrativas, se promulga la Constitución y se crea la Dieta Imperial. Aunque socialmente se mantenía cierto grado de xenofobia, en la práctica política el emperador decidió modernizar su gobierno: oficiales franceses se encargaron de la remodelación del Ejército, los marinos británicos reorganizaron la Armada y los ingenieros holandeses supervisaron las nuevas construcciones en las islas; se enviaron especialistas para analizar los gobiernos extranjeros, se desarrolló un sistema educativo basado en el de Estados Unidos, pero se fomenta una ideología nacionalista y la exaltación del emperador a partir del desarrollo del sintoísmo, a partir de ahora convertida en religión oficial; y en 1877, un decreto abolió la clase de los samuráis. A comienzos del s.XX Japón aparece en el panorama internacional como una potencia con ansias expansionistas (Guerra Ruso-japonesa de 1904 y anexión de Corea 1910). En 1912 comienza la dinastía Taisho, que continúa con una política de expansión por las islas del Pacífico y China. Y en 1926, Hiro Ito, establece la dinastía Showa que usa el Kokka Shinto o Shinto estatal como forma de afianzar su poder. El poder de la clase militar que había ido creciendo lentamente pero sin pausas, se hizo más fuerte en este periodo, estableciendo un gobierno casi completamente militar, www.losmomentosencontrados.blogspot.com 7 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio con la cooperación de los zaibatsu (trusts industriales familiares), lo que supuso el desarrollo de una política exterior agresiva. Tras la derrota en el conflicto bélico mundial Japón es despojado de su Imperio, y pasa a estar controlado por los Estados Unidos (General Mc Arthur y la SCAP). El Shinto de Estado es desmantelado por completo. En 1951 tiene lugar, en San Francisco, la firma del Tratado del Paz por el que Japón recuperaría de nuevo su soberanía. A pesar de que los primeros años de posguerra fueron duros y difíciles, el crecimiento económico de Japón resulto ser meteórico, hasta el punto de que en las décadas de los 60 ya estaba por encima de las economías europeas y en los 70 ya solo era superada por los Estados Unidos. El emperador Hiro-Hito falleció en enero de 1989 y le sucedió su hijo Aki-Hito inaugurando el periodo denominado Heisei (‗de la paz conseguida‘). Monte Fuji www.losmomentosencontrados.blogspot.com 8 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio Capitulo 3 Koi El amor y la muerte de Izanami El último dios que nació fue el dios de fuego, tras el cual Izanami murió. Su muerte causó a su hijo Mikoto, el dios de la noche, un terrible dolor y una profunda pena. Pero su padre, Izanagi, molesto por la debilidad de su hijo, lo expulsó de la tierra de los dioses. Después de mucho vagar, Mikoto se encontró a sí mismo en una aldea aterrorizada por el Dragón de las Ocho Cabezas, también era el lugar donde vivía una hermosa doncella, Kushinadahime. Así fue como Mikoto descubrió su primer amor. PARA EMPEZAR UN NOMBRE CHINO Para cuando el budismo entra en Japón Siddharta Gautama ya hace siglos que disfrutaba de su extinción total, del paranirvana. Con esto quiero decir que cuando el budismo hace acto de presencia en las islas no es una sabiduría novicia y en crecimiento. La tradición budista es una robusta tradición en clara expansión misionera. Antes de la entrada del budismo en el Japón existía una estructura dispersa y sin nombre de mitos, Shinwa, leyendas, Densetsu y cuentos, Ninsetsu. Lo que luego sería etiquetado como Shinto. Shin-To procede de una palabra china. Esto es así porque cuando el sintoísmo comenzó a desarrollarse el chino era la única lengua que tenía escritura en Japón. Shin-To proviene del chino Shen, que significa espíritu; y Tao o Dao que significa camino. Significa por tanto, el camino de los espíritus o de las divinidades o de los dioses, en contraposición al nuevo camino llegado del continente: el Butsudo o camino del Buda4. En el s. VI con la entrada en escena del budismo y del confucianismo, lo primero que hace el Shinto es nombrarse, catalogarse como algo diferente a lo que llega. Antes de esta entrada, la sabiduría natural de los kami no necesitó ni siquiera de un nombre para habitar plácidamente entre los nipones. Y lo hace con lo que hay, con el lenguaje chino, de ahí que sea Shin-To. Más tarde con el desarrollo escrito del japonés se llamará Kami-no-michi. Con la llegada de las religiones continentales y su rápida extensión, surge la necesidad de sistematizar, nombrar, etiquetar, hacer explícito, en definitiva, lo que hasta entonces no lo había sido. El Shinto tuvo que evolucionar entonces para interactuar con las otras religiones recién llegadas. Efectivamente, el budismo y el www.losmomentosencontrados.blogspot.com 9 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio confucianismo ya llevaban siglos de evolución que los dotaron de gran complejidad, sofisticación y empaque. Es una ardua y compleja tarea la de estructurar lo desestructurado, lo que nunca antes había sido conceptualizado. El Budismo contaba con doctrinas altamente estructuradas y un sistema monacal recio y de probada funcionalidad. Contaba además con un corpus dogmático escrito y una tendencia estética clara. Por el contrario, y a su lado, el Shinto parecía solamente un puñado de creencias espirituales, con mucho arraigo, pero completamente desorganizadas. Esa fue, digamos que la segunda tarea del sintoísmo, hacer frente al organizado corpus ideológico budista. Y pasar de ser una religión familiar, privada y naturalista a ser territorial y luego imperial. Por tanto, y sea como fuere, el budismo jugó un papel relevante e imprescindible en el desarrollo del sintoísmo. Primero como acicate en su nacimiento y luego como espejo donde mirarse para madurar, aunque más tarde se separasen sus caminos. Profundizaré en este tema algún capítulo más adelante. A lo largo de la historia el Shinto de desarrollo bajo cuatro formas fundamentales: Jinja, Koshitsu, Shuha y Minzoku. Jinja: Shinto de los santuarios. Es un Shinto popular practicado por la población común e inseparable del santuario. Koshitsu: Shinto Imperial. Shinto nacionalista de exaltación del emperador. Ritualismo encaminado a la unidad del estado y la felicidad de la ciudadanía. Es el de más complejidad ritual. De ellos se encargan clérigos masculinos (Shoten) y femeninos (Nai-Shoten). Shuha: Shinto sectario. Shinto desarrollado a partir del s. XIX siguiendo las tradiciones pero alejados del control político estatal. Minzoku: Shinto folclórico y populista. Como cualquier otra religión, el shinto fue evolucionando con el paso del tiempo. Desde la optimista forma anímica de los kami hasta el Shinto Imperial ultranacionalista transcurrieron un buen puñado de siglos. Entre medias, desde el s. VIII se produce una conciliación entre el Shinto y el Budismo que dura varios siglos. Sólo algunos lugares, como el Santuario de Ise, logran mantenerse sin sincretismo. A partir del s. XIII y en adelante se vuelven a separar, aunque popularmente siguió vigente el sincretismo. En el s. XVII, el Shinto desarrollado por los Yoshida renovó la tradición nacional. Con la llegada de los Meiji, en el s. XIX, se establece el llamado www.losmomentosencontrados.blogspot.com 10 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio Shinto Renacido o Fukko Shinto: se elimina todo vestigio del budismo y los sacerdotes son nombrados funcionarios estatales. La religión sintoísta fomenta el patriotismo, y ya en el s. XX el militarismo expansionista del Imperio. Tras la derrota en la 2ª GM, y el fuerte impacto negativo sufrido, volvió a resurgir pero sin atributos políticos. Podíamos terminar reflexionado, y claro está valorando positivamente la capacidad de asimilación de lo extraño y lo ajeno que tiene el pueblo japonés desde tiempos inmemoriales. La sabiduría nipona fue una auténtica esponja que fue absorbiendo y convirtiendo en propio todo lo que le fue llegando de afuera, especialmente desde China. Esta falta de creatividad es compensada, y con creces, por la adaptabilidad radical. Santuario de Ise www.losmomentosencontrados.blogspot.com 11 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio Capitulo 4 Orochi El dragón de Ocho cabezas El dragón era una criatura terrible con unos ojos tan rojos como linternas chinas. Tenía ocho gigantescas cabezas y una larga cola suficiente para abarcar ocho montañas y sus respectivos valles. El monstruoso dragón ya había destruido la aldea y devorado a las siete hermanas de Kushinadahime, y Mikoto temió por el pronto regreso del dragón para reclamar a la bella doncella. Usando todo su astucia y su fuerza Mikoto derrotó al monstruo en una larga y brutal batalla. DE UNA MIRÍADA DE KAMIS… El sintoísmo, esto es, la religión indígena o autóctona o primitiva de Japón era, antes de la llegada del budismo, una mezcla de animismo, seguramente chamanista, y de culto a los antepasados. No tenía ni estructura teológica ni moral adyacente, tampoco jerarquía eclesiástica. Sí tenía un politeísmo muy desarrollado y una mitología muy compleja. El Shinto era la sabiduría de los kami, de los espíritus de la naturaleza concebidos como seres vivos y sagrados: Kami de la naturaleza: piedras sagradas, lagos, ríos, árboles, montañas, cuevas, animales salvajes, etc. Kami astrales como las estrellas y la Luna. Kami de fenómenos meteorológicos como el rayo, el fuego, las nubes, la lluvia, el viento o las tempestades, etc. Kami de las cosas cotidianas como Inari o kami del arroz, de los alimentos, del camino, etc. Kami diabólicos u Oni. Kami de los clanes o Ujigami: deidad tutelar de los clanes. Es el ancestral espíritu colectivo que protege a los clanes Deidades vivientes o Ikigami: Individuos excepcionales por su poder o sus capacidades. Amatsukami o Divinidades celestiales que residen en el Takarmagahara o Altiplanicie celestial a cuya cabeza se encuentra Amaterasu Omikami. www.losmomentosencontrados.blogspot.com 12 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio Los kami revelan sus oráculos a través de las Miko o médiums chamánicos. Era la designación divina, a través de sueños y posesiones, la que elegía a las chamanes. Los kami son entidades sobrenaturales y misteriosas, reveladas en la naturaleza y que provocan un sentimiento de solemnidad, veneración y serenidad. Invaden todos los aspectos de la existencia. Están, además, dotados de tama, fuerza, que bien puede ser armoniosa, serena y protectora, como ruda y violenta. Es tarea del hombre controlar esa fuerza y captar la voluntad del kami en su beneficio propio. El modo de captar esa atención será a través de los ritos y las celebraciones. La percepción de los kami es posible de forma intuitiva y emocional. La manifestación de los kami era espontanea durante los sueños o bajo la apariencia de seres misteriosos. Los antiguos japoneses dedicados a la agricultura, a la caza y a la pesca, también a la artesanía y a la jardinería, sentían fervorosamente que los kami obraban a través suyo. Esta concepción simpática y positiva de la vida es de rasgos similares a la que había en la India védica5 y que luego cambió en la época de las Upanishad. En el shinto parece que asistimos a un giro similar: del jovial animismo chamánico de los kami pasamos, con la estructuración de los conceptos, a una religión de marcado corte nacional. Un último e importante apunte que aporta Yusa6: ―El shintoísmo afirmaba el mundo, pero también imponía tabúes que se observaban con rigor. La muerte, la sangre y la enfermedad eran los principales „agentes contaminantes a evitar ‖. … AL KOJIKI Kojiki se traduce generalmente como ‗Historia de los Hechos Antiguos‘ o ‗Registro de los Asuntos Antiguos‘. Desde la Antigüedad circulaban por todo Japón, en boca de las katabari o narradoras de historias, unas tradiciones orales de origen heteróclito. Esta mezcolanza de mitos locales de diversas épocas y regiones transmitidas oralmente durante siglos fue recopilada por Hieda no Hare a comienzos de s. VIII. La escritura final, en el 712 d. C., parece que corrió a cargo de O no Yasumaro. Está escrito en el dialecto común a la zona Yamato de aquel tiempo, el Jodai Nihongo, que mezcla el japonés arcaico con el chino. Siglos más tarde, durante la época Edo (s. XVIII), un intelectual de la corte Imperial, Mootori Norinaga, lo estudió en profundidad, publicando el ‗Kojiki den‟ o ‗Comentarios al Kojiki‘, que es la primera 13 www.losmomentosencontrados.blogspot.com Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio obra que trata de interpretar la vetusta mitología nipona. El primer occidental que tradujo el Kojiki fue el japonólogo británico Basil H. Chamberlain a comienzos del siglo XX7. Posterior al Kojiki, podemos leer el Nihon Soki o Crónica del Japón. Todos los expertos coinciden en apuntar que la Casa Imperial reinante del s. VII necesitaba un pasado sagrado sobre el que fundar su presente y abriera el camino de expansión hacia el futuro. Pero al hacerlo, hicieron algo más grande e importante, sacaron de las profundidades de su memoria, poniendo negro sobre blanco, las concepciones más importantes de su existencia. El libro se estructura en forma de Anales, como si fueran crónicas que narrasen los acontecimientos año tras año. Se divide en tres partes: Kamitsumaki: Narra la época de los dioses. En esta parte se encuentra el grueso de la mitología japonesa. Es la parte más importante, también las más difundida, conocida y estudiada. Nakatsumaki: La narración comienza con el primer Emperador de Japón, Jimmu y su conquista del archipiélago, hasta el decimoquinto, Ojin. También son narraciones de gran contenido mitológico. Shimotsumaki: Aquí encontramos las narraciones relacionadas con los otros Emperadores, del decimosexto, Nintoku, hasta el trigésimo tercero la Emperatriz Suiko. El Kojiki es el libro donde se narra, en forma de leyenda mitológica, el nacimiento del Japón. Básicamente el Kojiki nos cuenta como de un caos primigenio, de un océano oscuro de lodo, van surgiendo los dioses. Luego narra las peripecias de estos dioses, los conflictos surgidos entre ellos y su interacción con el mundo que crearon. A continuación, y aquí encontramos una de las claves más importantes, se produce la extensión del estatus divino de las deidades celestiales al linaje de los Emperadores, otorgando de esta manera a todo el pueblo japonés en general y a su casta imperial en particular, la posesión de una situación o un carisma privilegiado. Así lo resume Michiko Yusa en su ‗Religiones de Japón‘8: En el principio era el caos. Del caos surgió una deidad kami a la que siguieron varias generaciones de divinidades individuales y una pareja compuesta por un dios y una diosa. Aunque sus nombres varían en ambas fuentes, Izanagi, «el hombre que invita», e Izanami, «la mujer que invita», forman la «séptima generación» de los kami y son los creadores de las islas japonesas. La historia cuenta que se asomaron al mar desde el puente flotante del cielo e hicieron que la sal marina se solidificara para crear vina pequeña isla a la que descendieron. Las islas www.losmomentosencontrados.blogspot.com 14 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio japonesas nacieron de ese acto procreador, incluidos sus ríos, sus montañas, sus árboles, sus campos, sus cereales, sus animales y sus minerales. Al dar a luz al dios del fuego, Izanami se abrasó, murió y descendió al reino de los muertos. Su amante esposo, Izanagi, melancólico por la muerte de su esposa, la fue a buscar a los infiernos. Ella le hizo prometer que no la miraría hasta que no hubieran escapado del reino subterráneo; sólo con esa condición regresaría con él al mundo de los vivos. Pero la curiosidad fue más fuerte que Izanagi. Al volver la vista hacia su esposa contempló su cadáver descompuesto. Avergonzada por su fealdad, Izanami se enfureció y empezó a perseguirle. Izanagi logró escapar a duras penas y selló con una gran piedra la puerta de los avernos. La mancilla sufrida por el contacto con los muertos obligó a Izanagi practicar un ritual de purificación en el río. Cuando se enjuagó su ojo izquierdo nació la diosa del sol, Amaterasu; de su nariz nació el dios del viento, Susanoo; y cuando se enjuagó su ojo derecho, nació el dios de la luna, Tsukiyomi. Estos son los tres «hijos augustos». Izanagi concedió a Amaterasu poder sobre el cielo, a Susanoo poder sobre el mar y a Tsukiyomi poder sobre la noche. Susanoo era un muchacho violento; sentía honda nostalgia de su madre, Izanami, a la que nunca había visto. Tanto insistió en su deseo de conocerla que al final Izanagi accedió. Antes de adentrarse en el reino de los muertos Susanoo decidió visitar a su hermana, Amaterasu, para despedirse de ella. Desconfiando de los motivos por los que Susanoo quería ir a visitarla al cielo, Amaterasu decidió poner a prueba su sinceridad. Hermano y hermana se enzarzaron en «masticar y escupir joyas» que tomaban de los bienes del otro (las joyas se asociaban con los fetos). De cada joya que masticaban y escupían nacía un niño. Amaterasu hizo nacer a tres niñas de las joyas del hermano y Susanoo a cinco niños de las joyas de la hermana. Amaterasu dijo que las muchachas nacidas de la espada de Susanoo le pertenecían a él y que los muchachos nacidos de sus pendientes, sus adornos para el pelo y su collar le pertenecían a ella. Susanoo respondió que el hecho de que sus joyas hubieran dado nacimiento a tres «delicadas niñas» era una prueba de su sinceridad. Amaterasu aceptó el razonamiento y le permitió quedarse por un tiempo en las llanuras celestes. Al obtener la confianza de su hermana, Susanoo se puso eufórico y dio rienda suelta a su carácter violento. Destruyó los diques de los campos de arroz de Amaterasu, secando los arrozales y las plantas. A continuación defecó en el suelo de la cámara sagrada. Por último arrojó un potro desollado y ensangrentado en la sala de los telares. Una hilandera, aterrada por el macabro espectáculo, cayó sobre la aguja del telar y resultó herida de muerte. Susanoo se había entrometido en el sacrosanto deber de Amaterasu de vestir una nueva túnica para consagrar la primera cosecha de arroz en el altar sagrado (principal papel simbólico del emperador hasta el día de hoy). Horrorizada por la muerte de la hilandera, Amaterasu se escondió en la gruta celeste. La tierra quedó sumida en una noche eterna. Los dioses se alarmaron y decidieron reunirse para decidir qué debían hacer. Un sabio kami estimó que lo mejor sería atraer a Amaterasu fuera de la caverna organizando una fiesta. Los dioses arrancaron y trasplantaron un joven sakaki (el árbol sagrado donde mora el espíritu divino) frente a la cueva y colgaron joyas sagradas de sus ramas. Trenzaron una gruesa cuerda de paja y fabricaron y pulieron un espejo para sacar a Amaterasu de la caverna. Hicieron cantar a un gallo para que rompiera el alba. La diosa Uzume comenzó a bailar sobre un cubo de madera colocado boca abajo para que retumbara al golpearlo con los pies. A medida que bailaba, Uzume fue cayendo en estado de trance, se destapó los senos y se remangó la falda hasta mostrar sus partes íntimas. (Su danza es una expresión simbólica de la fertilidad de la madre tierra.) El resto de divinidades estalló en una risa atronadora seguida de vítores y aplausos. En el interior de la cueva Amaterasu se preguntaba por qué las deidades estaban tan alegres. Su curiosidad hizo que se acercara a la puerta de la gruta y se asomara lo justo para mirar afuera. Una deidad le colocó el espejo frente a la cara, reflejando el hermoso semblante de Amaterasu. Incapaz de darse cuenta de que contemplaba su propia imagen, Amaterasu quedó desconcertada. Entonces un musculoso dios abrió de golpe la puerta de piedra y sacó a la diosa de la cueva. Otro dios tendió la cuerda en la entrada para que Amaterasu no pudiera volver a esconderse dentro. El mundo brilló de nuevo. La reina Amaterasu tomó como consejero político a uno de los dioses más ancianos, Takamimusubi. Juntos gobernaron el cielo. Susanoo fue expulsado de las llanuras celestiales y desterrado a la tierra de Izumo. Allí se www.losmomentosencontrados.blogspot.com 15 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio convirtió en el héroe local tras matar a una serpiente de ocho cabezas y rescatar a una doncella ofrecida en sacrificio al monstruo; posteriormente se desposó con la joven. Susanoo descubrió una espada escondida bajo la cola de la serpiente que envió a Amaterasu en señal de paz. Los descendientes de Susanoo gobernaron durante largo tiempo en la región de Izumo. (…) los descendientes de Susanoo y de Okuninushi prosperaron en la región de Izumo pero acabaron donando sus tierras a la corte de Amaterasu. La diosa envió a su nieto, Ninigi, para que gobernara el país, entregándole el divino espejo que le había hecho abandonar la gruta celeste, la divina joya colgada do las ramas del árbol sakaki frente a la cueva, y la divina espada descubierta por Susanoo en Izumo. Estos «tres emblemas» (el espejo, la joya y la espada) se convirtieron en símbolos de todos los emperadores posteriores. Jinmu, nieto de Ninigi, fue el primer emperador (ten'no) del país. La fundación de Japón por parte de Jinmu se fecha tradicionalmente en el año 660 a.C. El linaje imperial no se ha interrumpido hasta el presente emperador, Akihito (r. 1989-), que es el 125°. Para E. O. James9 este florido relato presenta la combinación de los diversos hilos de la tradición sintoísta. Los aspectos naturalistas y más básicos, también más antiguos, como son los mitos de generación y fertilidad encarnado en el matrimonio divino. El lado mágico, pero más oculto y sombrío de la religión queda unido a Susanoo y su ‗dominio de lo invisible‘; mientras que a Amaterasu-Omitkami, y sus descendientes, queda encomendado el ‗reino de lo visible‘. De aquí que se separe un culto oficial de claros aspectos políticos y sociales por un lado, de otro culto más místico de la sabiduría sintoísta. Estas son las líneas generales de interpretación del texto, pero es posible profundizar algo más, parando poco a poco en cada uno de los episodios en los que podemos dividir la gran primera parte del Kojiki. El primer episodio nos sitúa en el Takamagahara donde surgen las primeras cinco ‗Divinidades Celestiales Especiales‘. Este nacimiento es espontáneo, esto es, surgen de la nada. No son corporales y no tiene nombre específico; más bien son descripciones abstractas de lo que son. A continuación surgen las ‗Siete Generaciones de la Era de los de los Dioses‘, esto es, dos divinidades más individuales e invisibles y cinco parejas de hermanos. Ninguno, a excepción de esa última pareja, tiene nombre. La última pareja son Izanagi e Izanami. Este episodio no es infrecuente ni extraño. Evidentemente tiene los matices propios de la idiosincrasia nipona pero encontramos similitudes con otras culturas de comparten temporalidad. La mitología genealógica aparece en la Grecia arcaica y en Mesopotamia. También conocemos otras moradas de los dioses: el Olimpo heleno o el ‗Alto‘ del Enuma Elish. También tenemos referencias de esos dioses primigenios o creadores del cosmos que luego irán diferenciándose paulatinamente a través de sus hijos. Por ejemplo en la Teogonía, Hesíodo explica que tras los primero dioses Gea, Uranos y Cronos aparece 16 www.losmomentosencontrados.blogspot.com Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio Zeus. Algo similar narra el Enuma Elish: tras Apsu y Tiamat surgen otros dioses entre los que destaca Marduk. Los seres humanos no son extraños los unos a los otros aunque crezcan en diversos entornos geoclimáticos y socioculturales. Si añadir que en esos ejemplos que he citado el inicio genera violencia entre los primeros dioses y su descendencia. En Japón todavía no ha habido enfrentamientos. El segundo episodio nos traslada al apareamiento divino de ambos dioses. De su unión surgen el ‗Gran País de las Ocho Islas‘ e innumerables kamis. Esta pareja, ya con nombre y personalidad propios, son las primeras deidades procreadoras. De entre los nuevos dioses destaca Ohogetsu-hime, la ‗Gran Princesa de la Alimentación‘. La creación de dioses por parte de la pareja sagrada es frenética. Todo acto divino es creador, todos y cada uno de ellos. Tres ejemplos. Primero, cuando Izanami da a luz a Kagutsuchi, el dios del fuego, se quema y finalmente fallece; pues incluso en su agonía crea dioses. Segundo, del llanto por la muerte de su esposa surgen dioses. Tercero, de la sangre de la espada con la Izanagi mata su hijo vuelven a surgir dioses. ¡Impresionante! Los japoneses primitivos tenían muchas cosas que explicarse desde luego. Y es que la mitología es una forma de sabiduría que trata de dar explicaciones o arrojar sentido a los temas centrales de la vida de los hombres. Se ocupa del antes, del durante y del después: de dónde partimos o cómo hemos llegado hasta aquí, hasta dónde llegaremos o qué será de nosotros cuando ya no estemos aquí; y sobre todo el cómo viviremos entre el uno y el otro. El tercer episodio, el `Viaje hacia la Muerte‘, nos lleva hasta el Yomi no Kumi, ‗El País de las Tinieblas‘. Nos relata las peripecias que surgen cuando el apenado marido busca a su mujer muerta en ese inhóspito lugar. El ultramundo japonés no se sitúa en el subsuelo, sino dentro de la montaña en el país de Izumo, a medio camino del Cielo y la Tierra de los vivos. La separación física entre los vivos y los muertos hace destacar tres cuestiones de gran importancia y que están relacionadas con la dicotomía repulsión – veneración al muerto: primero es la higiene, segundo, la pleitesía a los difuntos y tercero, el temor al regreso de los fallecidos. El contenido de este episodio es muy rico y se puede sacar algún sentido más: - La muerte no significa la desaparición total de las personas, suponen una transformación. www.losmomentosencontrados.blogspot.com 17 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio - Izanagi entiende que tiene que haber una clara separación entre ambos mundos, por eso coloca una pesada roca que tapone la entrada al Yomi. - Izanami, ahora la ‗Gran Diosa de las Tinieblas‘ es la que quita la misma vida que un día concedió; pero no es una diosa infernal y vengadora, que juzga y luego castiga-tortura a las almas. La muerte y la vida pertenecen al mismo ciclo, no son extrañas la una a la otra, están ensartadas y encadenadas. El episodio de la purificación higiénica y espiritual de Izanagi tras salir del Yomi y enfrentarse con los muertos nos deja la creación de 26 dioses más, doce de sus ropajes y enseres, y catorce de su cuerpo. El más importante nacimiento es el de Amaterasu Ohomikami, que surge de la limpieza de su ojo izquierdo. La meticulosidad de la higiene personal queda patente en este episodio. También que el agua ocupa un lugar fundamental en la vida del Japón. Sólo el exhaustivo rito de la higiene, mediante el agua, puede eliminar la mácula impura del contacto con lo réprobo. El episodio de los ‗Tres Dioses Augustos‘ nos cuenta como los tres últimos dioses que surgen de Izanagi reinarán en el mundo. Son Amaterasu, el sol, Tsukuyomi, la luna y Susa No Wo, la vida. En todas las mitologías existen diosas importantes pero ninguna de ellas tiene los atributos solares de Amaterasu, en este sentido el Kojiki proyecta una situación completamente original. Lo importante reside en las relaciones de Amaterasu y Susa No Wo. Desde el comienzo parece ser que la diosa era la hija predilecta, la que recibe todos los parabienes y regalos. Susa No Wo es el clásico hijo rebelde y conflictivo que termina siendo expulsado por su padre. Pero antes de partir decide ir a ver su hermana mayor. Del encuentro entre ambos y del intercambio de regalos surgen, una vez más, una retahíla de dioses. Llegamos a la conclusión que Susa No Wo es también un dios creador, como su gran hermana. El episodio del destierro voluntario de Amaterasu en una cueva es consecuencia de las tropelías que comete el díscolo hermano menor de la diosa. No hay mejor manera de explicar que los hombres no pueden evitar ser dañinos los unos con los otros, inclusive con las cosas que tiene que ver con su sustento vital (la ruptura de los diques para el cultivo del arroz) o con la honra a los dioses (el caballo despellejado). Con el retiro de Amaterasu ocurre la muerte para todas las criaturas por falta de la luz. Supone también la supresión de los ciclos vitales (día-noche y las 18 www.losmomentosencontrados.blogspot.com Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio estaciones): la uniformidad es letal para la vida. Queda patente la centralidad vital de la diosa Amaterasu. Sin la diosa Japón deja de existir, la vida se extingue por completo. El episodio posterior es también muy rico en significados. Los dioses se conjuran para hacer salir a Amaterasu de su escondrijo, para ello se reparten las tareas para preparar el ardid. Si quedó claro que a Susa No Wo pertenecía la tradición de Izumo, y a Amaterasu correspondió la tradición victoriosa de Yamato, de algún modo había que trazar la jerarquía entre las familias que circundaban a la Casa Imperial. Este reparto marca la pauta en la importancia de los linajes aristocráticos. Luego entre risas, bailes, cánticos y ofrendas, llaman la atención de la diosa. Esta celebración gozosa de renacimiento es el inverso al mito de muerte que supuso la reclusión de la diosa: el ciclo se cumple necesariamente muerte-vidamuerte-vida. Amaterasu se entroniza como el ápex del panteón nipón, ya claramente expuesto en la sumisión de todos los demás que van a implorarle su resurgimiento. Con Amaterasu (Yamato) como la gran triunfadora llega el momento del castigo a Susa No Wo: su purificación higiénica forzosa y la expulsión del Takamagahara. Antes de llegar a Izumo, Susa No Wo asesina a la diosa de la Alimentación. Estos dos episodios lejos de ser sentido como negativos, nos muestran lo contrario. El hombre puede participar de cierto aspecto divino, por la purificación profunda de su cuerpo y de su espíritu. Pero sobre todo, nos muestra como el hombre acaba con el secreto divino de la provisión de los alimentos. A partir de ahora será él mismo el que horade y trabaje la tierra para buscar su sustento: es la agricultura y la sedentarización. El episodio del enfrentamiento de Susa No Wo con el dragón-serpiente, Yamatu no Orochi, con la posterior victoria del dios gracias a su ingenio e inteligencia, es seguido por el episodio del casamiento con la doncella Kushinada y la toma de posesión del Reino de Izumo que luego quedará en manos de su descendencia. La paz es posible en el ‗País Central de la Planicie de los Juncos‘ porque Susa No Wo es capaz de enfrentarse a las adversidades monstruosas de la vida con su razón intelectual y no con la violencia. El episodio final de esta maravillosa primera parte nos deja una serie de relatos que narran cómo los descendientes de Susa No Wo y Amaterasu dominan el Japón, www.losmomentosencontrados.blogspot.com 19 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio hasta llegar al Emperador Jinmu Tenno, el último Emperador Divino. Termina la ‗Era de los Dioses‘ comienza la era de los hombres que girará en torno a la Casa Imperial reinante, a la que se debe obediencia, honores y respeto. Procesión www.losmomentosencontrados.blogspot.com 20 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio Capitulo 5 Nageki La pena en el Mundo de la Oscuridad Después de que Mikoto fuera arrojado fuera de la tierra de los dioses, su hermana Hikaru, la diosa del sol, se apiadó de él y lo invitó a vivir con ella en Takamagahara. Mikoto estaba feliz por ello, pero sus fechorías pronto causaron en Hikaru una profunda pena. Hikaru cayó en una gran desesperación y huyó ocultándose en la Caverna de las Rocas Celestiales, sumiendo al mundo en la total oscuridad. Por aquello, Mikoto fue expulsado del Takamagahara. RYOBU-SHINTO o SHIMBUTSU-KONKO o SHINBUTSU SHUGO 10 El budismo nunca impuso ni su credo ni sus enseñanzas a los pueblos a los que se dirigía. Pero sí es cierto que al poco tiempo de llegar al Japón ya gozaba de una tremenda influencia y carisma. Podemos rastrear dos razones para ello. La primera razón fue que la casta aristocrática del momento se vio envuelta por el encanto y la fuerza del legado de Gautama. Incluso hubo un momento en que Shotoku Taishi (Período Asuka) instauró un régimen de neta inspiración budista11. Siglos después con la imposición de la casta militar en todo el archipiélago, Shogun a la cabeza, el budismo será fundamental en la concepción de la vida y la muerte del samurái a través del Bushido. La segunda es que el budismo no reconoce los sistemas de castas, nivela a todos los individuos en su camino a la iluminación; con lo que era una sabiduría muy sugerente para las clases no dirigentes del archipiélago. El budismo, que encajó a la perfección en los Heimin y en los Eta, envolvió al Shinto, obligándolo a revisar a fondo su sistema de creencias. Mientras que el sintoísmo no se recompone como identidad propia, se crea un singular sincretismo en el que los templos eran compartidos y un mismo monje oficiaba budismo y sintoísmo. Efectivamente, en el día a día de la población nipona durante siglos hasta la actualidad, el kami y el buddha se dan la mano; es más, seguramente les sea difícil señalar donde acaba la creencia en unos y comienza la creencia en el otro. Mejor prueba que ésta no hay para entender como las sabidurías auténticas son las que buscan las analogías, las asonancias y los puntos de encuentro. Yusa apunta claramente en esta dirección cuando nos cuenta esta anécdota12: ―El shintoísmo y el budismo han interactuado de múltiples formas, pero a nivel popular se han adaptado a una beneficiosa “división del trabajo”. Luis de Almeida, jesuita portugués que visitó el santuario Kasuga de Nara en www.losmomentosencontrados.blogspot.com 21 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio mayo de 1565, observó que „los japoneses ruegan a los kami por la longevidad, la salud, la fama y todos los bienes de este mundo, pero se dirigen a los hotoke (Buddha) para su salvación personal‟. Resulta sintomático que esta división se conserve en el presente‖. En el s. X durante el período Heinan comienza el solapamiento de ambas sabidurías. Las sectas budistas más importantes del momento, la Tendai y la Shingon13 no tuvieron problemas para incorporar a los kami en su marco institucional. La forma de lograr esa reconciliación es llamado Honji Suijaku, o ‗teoría de la esencia-manifestación‘: los kami eran manifestaciones de los budas. Así la identidad de los kami fue asimilándose a la de un Buddha o bodhisattva concreto, incluso llegando a lo más alto de panteón sintoísta, Amaterasu era identificada como la manifestación del Buddha solar, Mahavairocana14. Esta convivencia tácita y de facto en la cotidianidad nipona parece tener una fecha de caducidad en un -digamos coloquialmente- nivel intelectual superior, esto ocurre partir del s. XIV, en el período Muromachi. Un erudito llamado Kitabatake comenzó a sostener que Japón era Shinkoku, el país de los dioses, e intentó dar una explicación sistemática al simbolismo shintoísta animando el posterior desarrollo de la teología shinto. Los puntos de partida de Kitabatake fueron, por un lado, unos hechos acaecidos un siglo antes, a finales del s. XIII: el impulso de la fe sintoísta tras la victoria incruenta sobre los invasores mongoles. Sobre ese tema tendré que hacer hincapié más adelante. Por otro lado, lo que hizo este erudito fue volver a beber de sus fuentes primigenias, y como no podía ser de otro modo, miró al centro neurálgico del shinto ancestral, la pureza de Ise. Allí encontró lo que buscaba, en las obras de un sacerdote sintoísta llamado Watarai Yukitada. La teología sintoísta había comenzado a andar, pero para poder desarrollarse por completo tenía que desembarazarse del budismo. En esa cuestión puso todo su empeño Yoshida Kanemoto que a finales del s. XV declaró la supremacía del Shinto sobre el Budismo, utilizando a la inversa la ya conocida teoría de la esencia-manifestación. Fundó una escuela sacerdotal conocida como Yoshidashinto donde defendía que el shinto era la fe más profunda y original. Paralelo a este proceso conceptual y teológico comenzó un movimiento populista en los Santuarios locales, el genze riyaku o ‗beneficio mundano del aquí y ahora‘15. Eran promesas de longevidad, de salud, de victorias militares y beneficios, de buenas cosechas y capturas abundantes, a todos aquellos que rindieran culto a los kami. www.losmomentosencontrados.blogspot.com 22 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio Referir brevemente que, durante el período Edo, el sintoísmo tuvo también una conciliación con el neoconfucianismo. Destaca la figura de Yamasaki Ansai un erudito neoconfunciano que vio reflejado en el shinto las posturas básicas que ya defendía: la lealtad, la sinceridad y la honradez. Creó su propia secta, la Suika Shinto, y fue reverenciado como un kami viviente. Pórtico (Torii) de Miyajima www.losmomentosencontrados.blogspot.com 23 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio Capitulo 6 Matsuri El Festival Mikoto rezó y rezó a su padre Izanagi para que Hikaru saliera de la caverna. Mientras tanto, otros dioses se reunieron alrededor de la caverna para cantar y danzar en un gozoso y dichoso festival. Hikari, pensó que era extraño que la gente participara en fiestas en un mundo oscuro y frio, así que abrió la puerta de piedra de la caverna y contempló todo lo que estaba ocurriendo. Sólo entonces, Tajikaro, el dios de la fuerza, empujo la roca y sacó a Hikaru de la caverna. La fiesta había sido nada más que una treta. LOS SANTUARIOS Desde el comienzo el Shinto es una sabiduría que se asocia a los santuarios, a los rituales y a los festivales. El santuario se construye a menudo en las faldas de las montañas, y siempre en bosques. La Montaña, como sede de lo inmutable, es el lugar privilegiado para la experiencia mística, el lugar idóneo donde instalar los Santuarios para venerar a los kami. El Shinto está plagado de montañas sagradas: Fuji, Yoshino, Kumano o Koya son los más importantes. Los Santuarios fueron evolucionando desde los pequeños altares familiares o kamidana y estatuas en la orilla de los caminos; a pequeños santuarios cerrados con cuerda y paja como techado y una verja de madera en emplazamientos naturales de gran belleza; hasta los Santuarios y grandes complejos. Destacan por su importancia y antigüedad el Gran Santuario Imperial de Ise, dedicado a la diosa Amaterasu y el Gran Santuario Meiji en Tokio. En ellos hay un objeto que representa el cuerpo del Kami. Cada santuario se dedica a un Kami. El Torii es el gran Pórtico de entrada de los dioses. El Torii más conocido y característico de Japón se encuentra en el mar, en la costa de la isla de Miyajima, y es el Pórtico de entrada al Santuario de Itsukushima. El Gran Santuario de Ise resulta ser santo entre los santos y muchos japoneses sienten la obligación moral de viajar en peregrinación hasta él, en la llamada Ise mairi, al menos una vez en la vida. Fundado alrededor del 300 d. C. este magnífico complejo construido en fina madera de ciprés japonés, está compuesto por el Geku o Santuario Exterior, edificado en honor a la diosa de las cosechas Toyouke; y por el Naiku o Santuario Interior dedicado a Amaterasu. Las princesas imperiales ocupaban 24 www.losmomentosencontrados.blogspot.com Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio el cargo de Saigu, o celebrantes de los rituales en honor de la gran diosa solar16. Y es que el buen gobierno del país dependía de que los kami recibieran el culto apropiado. El Shinto ordena la vida comunitaria de los hombres mediante rituales. Era, y sigue siendo, una sabiduría llena de festividades. Ceremonias de imploración a los kami solicitando la fertilidad, la abundancia y la protección: Niinamesi, el rito más importante del Jinja, es la ofrenda de las cosechas a Amatersu. Ceremonias de acción de gracias y banquetes en honor de los kami. Ceremonias conmemorativas de las etapas de la vida que son importantes: el Genshisai es el primer rito del año. Finalmente, rituales de curación y de adivinación: Mamori son encantos curativos y protectores. En todos ellos encontramos varios puntos en común. Vemos Kagura o danzas rituales, Miyuki o procesiones y Matsuri que son rezos y ofrendas, de sake, pescado o ramas de pino, que se hacen a los kami para honrarlos. Un rito particularmente especial e importante es el Kegare o rito de purificación. La higiene corporal tiene una gran importancia; las inmundicias, la sangre y los corazones impuros desagradan a los Kami. Así el Misogi o lavado ritual del cuerpo antes de la entrada al santuario era una práctica habitual y fundamental para los japoneses. Creo importante reiterar la idea de la pureza. En el Kojiki ya vimos la importancia suprema que tenía, para los dioses, el ser puros, física y espiritualmente; evitando primero todo aquello que los convierte en impuros, y segundo, limpiando exhaustivamente las impurezas: Izanagi tras su paso por le ultramundo se purifica por completo y el ‗castigo‘ impuesto a Susa no Wo es la limpieza completa de su cuerpo. Raveri lo explica de este modo: 17 ―Los conceptos de pureza y de impureza son extraordinariamente importantes. El sintoísmo no elaboró el concepto de pecado como violación de un mandamiento divino de carácter moral. Tsumi es un estado de impureza ritual que aleja al hombre de los otros hombres y de dios. El acto de purificación que devuelve la armonía no consiste en una confesión de los pecados ni prevé una conversión interior. Es un lavacro. Pero la preocupación por la pureza nunca ha estado separada de la búsqueda de la pureza interior. El sentido religioso de la purificación tiene su fundamento en el mito de Izanami e Izanagi de la aparición de la muerte en el mundo y de la regeneración de la vida; el concepto de puro se mezcla así con el sentido de la renovación del tiempo, la valoración del instante presente en toda su intacta perfección. […] En la práctica sintoísta, el acto de purificarse se convierte en una concentración silenciosa de la mente, en la búsqueda de una dimensión de claridad interior, de nitidez, de sinceridad www.losmomentosencontrados.blogspot.com 25 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio entendida como una perfecta correspondencia, más allá del bien y del mal, entre el propio pensamiento y las posibilidades de acción.‖ Capitulo 7 Reimei El nuevo Amanecer Tan pronto como Hikaru salió de la caverna, su luz se desparramó brillante en el Takamagahara y por toda la tierra. Las flores comenzaron a abrirse, los pájaros empezaron a cantar y la paz regresó. Con la bendición de Hikaru, Mikoto y Kushinadahime se casaron y vivieron felices después de todo. Aquello fue el comienzo de un nuevo amanecer en Yamato. LA NACIÓN Y EL IMPERIO Hemos ido viendo como a lo largo y ancho de la evolución del shinto todos los cauces parecían ir confluyendo a la misma gran desembocadura: el nacionalismo. El Ujigami y el Kojiki, luego se añaden los dos conceptos motrices que veremos ahora, Shikkoku y Fukko, hasta llegar a la Reforma Meiji. Como vimos anteriormente, el Kojiki, que data del s. VII-VIII, muestra el inextricable enlace entre la divinidad Amaterasu con el clan Yamato. De esta manera queda claro que el Mikado, esto es, el Emperador del Japón tiene un vínculo con los Kami. Es más, el Emperador, como descendiente de la diosa del sol es una auténtica divinidad viviente, así que se le debe absoluta lealtad. De este modo el Shinto se une a la nación y al Estado japonés hasta sus últimas consecuencias. El Santuario sintoísta es donde se irá acrisolando todo este sentimiento patriótico. Hay un episodio en la historia del Japón, que aun teniendo tintes novelescos, tiene un gran peso a la hora de explicar la fuerte raigambre del shinto en la nación nipona: el Kamikaze, el viento divino. A finales del s. XIII Khubilai Khan gobernaba sobre toda China, el pueblo japonés no era desconocedor del gran Imperio que tenían como vecino, tampoco desconocían las intenciones expansionistas de los mogoles. En sendas ocasiones los tifones derrotaron a los ejércitos chinos, haciéndolos desistir de la invasión del archipiélago. Aquello amplificó en el pueblo japonés el sentimiento y la idea de que era el pueblo elegido de los kami, que era una nación gobernada por los dioses, Shikkoku, y que de algún modo eso les convertía en un pueblo inexpugnable e invencible. En el cambio de siglo, del XVIII al XIX, hemos de destacar la figura de Hirata Atsutane, defensor a ultranza de las tesis nativistas y de Fukko o ‗retorno a lo 26 www.losmomentosencontrados.blogspot.com Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio antiguo‘. Estudió en profundidad el Kojiki y llegó a la conclusión de que el país fue creado por los dioses ―como señal especial del favor de las divinidades celestiales‖18. Por lo tanto si la herencia del Japón era superior a las otras herencias y tradiciones extranjeras, la manera de honrar a los kami ancestrales era reencontrase con sus raíces. Este proceso de nacionalización llega su expresión máxima a finales del s. XIX con la reforma Meiji. Este es el momento en el que Japón se convierte en un Estadonación moderno19, desbancando al que fuera núcleo central de la vida política japonesa. El Shogunato; y descubre que un mundo enorme, complejo y muy desarrollado técnicamente existe al otro lado de sus costas. Desde un principio el gobierno Meiji jugó, por decirlo coloquialmente, con una doble baraja. La modernización industrial del país adquirió una velocidad meritoria, pero a la vez auspiciaba claramente medidas nacionalistas y conservadoras. El sintoísmo nacional, centrado en los templos diseminados por todo el país, da un paso adelante y se convertirá en una religión estatal civil. El shinto deja de ser una sabiduría y se convierte en un culto patriótico e imperial. Los sacerdotes se convirtieron en funcionarios que dependían directamente del Ministerio del Interior. El Estado se convirtió en la fuente de financiación de este culto, llevándolo incluso al sistema educativo, transformándolo en auténtica ideología nacional: Edicto Imperial de Educación. En 1868 se decreta el Shinbutsu bunri-rei o la separación total del sintoísmo y del budismo, lo que generó una oleada de violencia antibudista. El gobierno Meiji estaba empecinado en eliminar todo rastro del Shogunato y no sólo adoptó las citadas medidas en los niveles teológicos, también en los más populares. Introdujo el calendario gregoriano, eliminó inveteradas festividades estacionales, prohibió taxativamente las prácticas chamánicas de los médiums, liquidó viejos tabúes, como el de permitir el acceso de la mujer a las montañas sagradas o permitir la entrada a budistas y extranjeros al Santuario de Ise. En este proceso de obediencia ciega al Emperador se encuentra la raíz del expansionismo bélico japonés que terminará con la derrota en la Segunda Guerra Mundial. En 1940 la Jingi´in o Consejo de los Santuarios otorga al Shinto Estatal el status de credo nacional. Sólo un año después Japón se lanza a la guerra enarbolando la hinomaru, bandera del sol, en honor a Amaterasu y al Santuario de Ise. El militarismo ultranacionalista se había apoderado de los símbolos augustos. Tras la derrota, y la capitulación ante MacArthur en el Missouri, el Shinto Estatal fue www.losmomentosencontrados.blogspot.com 27 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio abolido, y el propio Emperador Hirohito repudió la divinidad el Mikado en la ‗Declaración de Humanidad‘ de 1946. Tras siglos de vigencia, una forma de vida llega su fin. Pero como nos dice el Kojiki tras la muerte llegará una nueva generación, el ciclo vital nos lleva de la mano por toda la eternidad. Amaterasu no abandona al pueblo que durante siglos la ha venerado con fuerza, dedicación y fidelidad. El Shinto no ha desaparecido de las almas niponas, tampoco de sus templos, sus festividades y rituales. Los kami no se han separado del espíritu educado y recto, pero también cómico, de los japoneses. El archipiélago no dejará de ser nunca la tierra donde habitan los kami. ―En la fe sintoísta hay un sentido de aceptación total de la vida de este mundo que santifica todos sus aspectos; existe una profunda adhesión espiritual a la naturaleza, un gusto por la acción, la creación, la producción, y también por el goce de los placeres corporales, basándose en la serena certeza de que espíritu y materia se hallan fundidos y en la esperanza de que se puede alcanzar la salvación aquí y ahora, en este mundo. De ahí que la práctica religiosa cotidiana se traduzca a menudo en la búsqueda de una felicidad más inmediata, más práctica y personal, que valora ante todo los beneficios que se pueden obtener en la tierra: la salud, el bienestar económico, el éxito en el trabajo y la armonía en las relaciones sociales. La mayor parte de los movimientos sintoístas modernos tampoco distinguen nunca entre la salvación del cuerpo y la del espíritu, y tienen todos un carácter taumatúrgico y de fuerte compromiso social‖.20 www.losmomentosencontrados.blogspot.com 28 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio A MODO DE APÉNDICE FINAL La historia de Japón es inextricable de la religión. El concepto de un Japón hipertecnológico es muy reciente. Pero ha sido tanto lo que han exprimido la religiosidad que en la actualidad y para la mayoría de los nipones la religiosidad tiene más que ver con manifestaciones tradicionales y culturales que con profundos y trabajosos actos de fe. Siguen peregrinando a las montañas sagradas, abarrotan los Santuarios en las fechas señaladas, siguen asistiendo a los Festivales, no faltan a las Purificaciones, pero generalmente lo hacen con la parsimonia del que está haciendo algo cotidiano y natural, y no con la fuerza y el tremor del que se entrega a la divinidad. Tras la 2ªGM la productividad y la competitividad se han convertido en la cotidianidad del japonés, también se ha producido una masificación de las ciudades y una modificación de las grandes familias a la ya típica familia nuclear. Podemos decir que el budismo es el ―gran vencedor‖ (sin que sea esta una expresión peyorativa) de la religiosidad en Japón: la mayoría de las sectas y escuelas siguen vigentes y el 90 % de los ritos funerales se celebran según el rito budista21. Por el contrario, la religión autóctona y primigenia, el shintoísmo sigue repugnando intelectualmente a muchos japoneses. No le perdonan su asociación con el Shinto Estatal. El shintoísmo que en la actualidad está vigente tiene mucho de folclore popular. Para concluir ya, y como postdata final, hacer una mención a la obra cinematográfica de un japonés: Hayao Miyazaki. Si todo esto que he venido exponiendo sobre los kami y su ‗camino‘ pudiera ser difícil de comprender o asimilar, por la lejanía de los conceptos y las abstracciones, gracias a la obra de este insigne Maestro, se torna cercana y amena. En dos de sus obras especialmente: ‗La Princesa Mononoke‘ y ‗El viaje de Chihiro‘. En ambas, el brillante cineasta japonés nos enseña de manera asequible, qué son los kami y qué impacto tuvieron y, seguramente, tienen sobre la vida de los japoneses.22 www.losmomentosencontrados.blogspot.com 29 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio ANOTACIONES: 1. Una de las razones por la que me he decidió a realizar este trabajo es el cariño y el apego que le tengo a uno de los primeros discos de vinilo que me compré (años más tarde me compré el CD digitalmente remasterizado): „Kojiki‟ de Kitaro. Lo he oído miles de veces. Mientras redacto el trabajo lo tengo puesto en mi equipo de música. Es un espectáculo musical de primera magnitud altamente recomendable a todos los melómanos, que mezcla a la perfección la grandiosidad con la sensibilidad. La mezcla de elementos tradicionales japoneses, especialmente las percusiones, encajan a la perfección con los modernos sintetizadores y arreglos orquestales, donde destaca el violín, que Kitaro maneja a la perfección. Kitaro (Masanori Takahashi), japonés de nacimiento, elabora en este disco la banda sonora de aquel momento tan importante: la creación del Japón. En el libreto que trae el CD el maestro desgrana su obra: 7 temas que son 7 capítulos dedicados a las partes más importantes del Kojiki. Aunque sea algo poco ortodoxo, me he tomado la libertad de utilizar lo escrito por Kitaro como entradillas para cada una de las partes del trabajo. La traducción del inglés al español es mía. http://www.kitaromusic.com/main.html 2. Sobre los ainu se puede leer un magnífico estudio en „¿Quiénes eran los antiguos ainos?‟ William Watson que aparece en „Historia de la civilizaciones 2 Civilizaciones extinguidas‟ Dirigida por Edward Bacon Alianza Editorial/Labor 1988 Madrid Págs. 126-159. 3. „La sabiduría oriental: taoísmo, budismo, confucianismo‟ Víctor García Ediciones Pedagógicas 2002 Madrid Págs. 71 a 73 4. 5. 6. 7. 8. „Breve Historia de las Religiones‟ Fco Diez de Velasco Alianza Editorial 2006 Madrid Pág. 133 „Sabidurías Orientales de la Antigüedad‟ Mª. Teresa Román. Alianza Ensayo 2004 Madrid Pág. 261 „Religiones del Japón‟ Michiko Yusa Akal Religiones del Mundo 2005 Madrid Pág. 20 http://www.sacred-texts.com/shi/kojiki.htm „Religiones del Japón‟ Michiko Yusa Akal Religiones del Mundo 2005 Madrid Pág. 22 a 25. Aunque James realiza también un resumen “muy resumido” del texto he preferido copiar en mi trabajo el de Yusa ya que es el de tamaño intermedio entre el anterior y el que realiza Cora Requena en el trabajo que añado detallado en la Bibliografía, magnífico por cierto. 9. „Historia de las religiones‟ E. O. James Alianza Editorial 1998 Madrid Págs. 118 – 120. Las profundidades en las interpretaciones del Kojiki corresponden a la Profesora Cora Requena, yo me he limitado a leerla detenidamente, resumiéndola, para incluirla en mi particular „camino‟. Evidentemente tengo que asumir las equivocaciones, si es que las hubiera. 10. E.O. James lo llama el „shinto doble‟ o Ryobu Shinto y Víctor García lo denomina Shimbutsu Konko y Michiko Yusa lo llama solapamiento entre shintoísmo y budismo o shinbutsu shugo. 11. „La sabiduría oriental: taoísmo, budismo, confucianismo‟ Víctor García Ediciones Pedagógicas 2002 Madrid Pág. 75 12. „Religiones del Japón‟ Michiko Yusa Akal Religiones del Mundo 2005 Madrid Pág. 17 13. „Religiones del Japón‟ Michiko Yusa Akal Religiones del Mundo 2005 Madrid Págs. 60-61 Al final del trabajo presento el anexo 1 con un cuadro sinóptico de las principales sectas y escuelas del budismo japonés. 14. „Historia de las religiones‟ E. O. James Alianza Editorial 1998 Madrid Pág. 121; también en „Religiones del Japón‟ Michiko Yusa Akal Religiones del Mundo 2005 Madrid Pág. 61 15. „Religiones del Japón‟ Michiko Yusa Akal Religiones del Mundo 2005 Madrid Pág. 64 16. „Religiones del Japón‟ Michiko Yusa Akal Religiones del Mundo 2005 Madrid Pág. 26 La Profesora de Lengua Japonesa explica que si la política y la guerra eran competencias del hombre, la religión era competencia de la mujer. Lo pragmático es cuestión varonil y lo espiritual y el contacto con lo divino, con la www.losmomentosencontrados.blogspot.com 30 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio sabiduría eterna de los kami correspondía a las mujeres. El Emperador estaba al frente del poder político, Matsurigoto y su hija era la Saigu de Ise. Pero de algún modo el poder político masculino tenía que observar determinados rituales religiosos, matsuru, de control femenino. Es evidente que en las primeras formas de Shinto la mujer tiene un papel importantísimo. 17. ‘Sintoísmo‟ Massimo Raveri Crítica Serie Mayor 2000 Barcelona Pág. 332 18. „Religiones del Japón‟ Michiko Yusa Akal Religiones del Mundo 2005 Madrid Págs. 89-90 19. „Breve Historia de las Religiones‟ Fco Diez de Velasco Alianza Editorial 2006 Madrid Pág. 136-137 20. ‘Sintoísmo‟ Massimo Raveri Crítica Serie Mayor 2000 Barcelona Pág. 332 21. „Religiones del Japón‟ Michiko Yusa Akal Religiones del Mundo 2005 Madrid Págs. 111-112 22. En el Occidente postmoderno en el que vivimos sufrimos la invasión conceptual de Walt Disney sobre el cine de animación. Se nos ha inculcado desde pequeños que dibujos animados es lo mismo que infantilismo; que cualquier expresión artística que venga en formato animación es sólo y exclusivamente para los más pequeños de la casa. En Japón no han sufrido esta trasvaloración inmunda. El manga y el anime han sido, desde la 2ªGM una de las principales formas artísticas niponas. Cierto es que la vertiente apocalíptica de este movimiento es la más conocida en Occidente („Akira‟, „Ghost in the shell‟ o „Dragon Ball‟) pero no es la única ni la más fructífera. El estudio de animación Ghibli con Hayao Miyazaki a la cabeza, muestra en su cinematografía que no hace falta ser extremadamente violento para llegar al alma del ser humano. http://www.studioghibli.net/ BIBLIOGRAFÍA:  Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005. © 1993-2004 Microsoft Corporation. [La he utilizado como fuente básica para el capítulos sobre el contexto geohistórico del Shinto]      „La sabiduría oriental: taoísmo, budismo, confucianismo‟ Víctor García Ediciones Pedagógicas 2002 Madrid „Historia de las religiones‟ E. O. James Alianza Editorial [Traducción: Mª Luisa Balseiro] „Breve Historia de las Religiones‟ Fco Diez de Velasco Alianza Editorial 2006 Madrid „Religiones de Japón‟ Michiko Yusa Akal Religiones del Mundo 2005 Madrid [Traducción: Fco. López Martín] „Tercera Parte. Las vías de liberación y de Inmortalidad: India y Extremo Oriente. Capítulo XXI Sintoísmo‟ Massimo Raveri en „Historia de las Religiones‟ G. Filoramo, M. Massenzio, M. Raveri y P. Scarpi Crítica Serie Mayor 2000 Barcelona Págs. 330 a 342 [Traducción: María Pons]  „La creación del mundo japonés: representaciones mitológicas y literarias en Kojiki‟ Cora Requena Hidalgo Espéculo Revista de estudios literarios 2007 UCM www.ucm.es/info/especulo/numero37/mjapones.html  „Grandes Civilizaciones Japón‟ Rosella Menegazzo Mondadori Electa 2007 Milán [Traducción: Cristina Bartolomé Martínez] www.losmomentosencontrados.blogspot.com 31 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio INTERNET: En español: http://www.bujinkandojo.com.ar http://www.bujinkandojo.com.ar/shintoismo.html http://www.es.emb-japan.go.jp/japon_religion.htm http://www.weblioteca.com.ar http://www.weblioteca.com.ar/textos/oriental/shinto.htm http://www.portalplanetasedna.com.ar http://www.artehistoria.jcyl.es/civilizaciones/contextos/8669.htm http://www.terra.es/personal3/japonologia/ZJ-CUL-mito.htm En Ingles: http://eos.kokugakuin.ac.jp/modules/xwords/ http://www.wfu.edu/organizations/ssjr http://www.jinja.or.jp/english http://www.sacredsites.com/asia/japan/introdution_sacred_japan.html BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA: „En el Japón Espectral‟ Lafcadio Hearn Alianza Editorial 2008 Madrid „Kwaidan: cuentos fantásticos del Japón‟ Lafcadio Hearn Alianza Editorial 2007 Madrid „Leyendas y cuentos del Japón‟ Irene Seco Sierra Akal 2006 Madrid „Kojiki: Crónicas de Antiguos Hechos en Japón‟ VV.AA. Trotta 2008 Madrid „Antiguos mitos japoneses‟ Nelly Naumann Herder 1998 Barcelona „Mitología japonesa‟ Masaharu Anesaki Ediocomunicaciones 1996 Barcelona ‘La estructura fundamental del pensamiento japonés’ Hitoshi Oshima Universidad Autónoma 2005 Madrid www.losmomentosencontrados.blogspot.com 32 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio ANEXO I ETAPA DE CONSOLIDACIÓN Periodo Nara (714-784 d. C.) Las 6 escuelas budistas en Nara EL BUDISMO EN JAPÓN ETAPA DE IMPLANTACIÓN Periodo Asuka (500-645 d. C.) 538 Llegada desde Paekche (Corea) Príncipe Shotoku (574-622) Patrocina el Budismo Jojitsu Sanron Hosso Kusha Kegon Ritsu Satyasiddhi Madhyamika Yogachara Abhidharmakosha Huayan Vinaya Theravada Mahayana Mahayana Theravada Mahayana Theravada Templo Yakushiji y Kofukuji Templo Todaiji Templo Toshodaiji ETAPA DE DESARROLLO PROPIO: EL BUDISMO SECTARIO PERIODO NOMBRE DE LA SECTA MAESTRO FUNDADOR LÍNEAS PRINCIPALES Sutra del Loto. Shikan: Cesación – Contemplación La Salvación es posible para todos los seres vivos Monasterio en el Mt. Hiei Sutra de Mahavairochana o Dainichi-kyo Importancia de la felicidad terrena. Los deseos humanos contemplados bajo la luz de la iluminación son positivos Monasterio en el Mt. Koya Sutra de la Tierra Pura o Daimuryoku-kyo Nenbutsu: Invocación continua del nombre del Buddha Amida Las obras realizadas en este mundo determinan nuestro destino Templo Byodin Sutra de la visualización de la Tierra Pura o Kanmuryoku-kyu Recitación continua del Nenbutsu Sutra de la Tierra Pura o Daimuryoku-kyo Basta con una sola recitación sincera del Nenbutsu para salvarse Esfuerzo personal del individuo para alcanzar el satori o despertar espiritual mediante el zazen o meditación sedente Aceleración del satori mediante el koan o desafío del Maestro a su pupilo Esfuerzo personal del individuo para alcanzar el satori o despertar espiritual mediante el zazen o meditación sedente Dedicación durante toda la vida Sutra del Loto Recitación del Namu Myoho-regekyo Perseverancia y autosacrificio Nenbutsu danzante Templo Shojokoji Combinación del nenbutsu y el zazen Monasterio Manpukuji HEIAN TENDAI Saicho (767-822) Dengyo daishi Kukai (774-835) Kobo Daishi HEIAN SHINGON HEIAN BUDDHA AMIDA Genshin (924-1017) KAMAMURA TIERRA PURA (JODO-SHU) Honen (1133-1212) Shinran (1173-1262) KAMAMURA VERDADERA TIERRA PURA (JODO SHIN-SHU) KAMAMURA ZEN RINZAI Eisai (1141-1215) KAMAMURA ZEN SOTO Dogen (1200-1253) KAMAMURA LOTO (HOKKE) Nichiren (1222-1282) Ippen (1239-1289) Ryuki (1592-1673) KAMAMURA TEMPESTIVA (JI-SHU) TOKUGAWA ZEN OBAKU www.losmomentosencontrados.blogspot.com 33 Shinto. La sabiduría autóctona de Japón Fco. Javier Benítez Rubio TOKUGAWA TENRI KUROZUM KONKO DAIJIN N. Miki (1798-1887) K. Munetada (1780-1850) K. Bunjiro (1814-1890) 1924 K. Kakutaro 1930 M. Tsunesaburo 1938 N. Myoko 1925 M. Tokuharu Chamanismo y curanderismo Eclecticismo que amalgama al budismo con el shinto, la cosmología yin-yang y otros elementos populares SHOWA REIYUKAI SOKA GAKKAI RISSHO KOSEIKAI HITONOMICHI KYODAN Centrados en la paz, el consuelo emocional y espiritual y el desarrollo del individuo. Inspiradas por las enseñanzas de Nichiren y la Sutra del Loto SHOWA Ascetismo de montaña HEISEI SUKO MAHIKARI AGONSHU AUM SHINRIKYO 1978 1981 1984 Eclecticismo total, lleno de elementos exóticos y místicos Fuente: „Religiones de Japón‟ Michiko Yusa Akal Religiones del Mundo 2005 Madrid [Traducción: Fco. López Martín] www.losmomentosencontrados.blogspot.com 34
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