Bartolomé Esteban Murillo

May 11, 2018 | Author: Alejandro Doménech | Category: Paintings, Arts (General)


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Bartolomé Esteban MurilloFuente: Wikipedia Autorretrato, hacia 1670, óleo sobre lienzo, 122 x 107 cm, Londres, National Gallery. Inscripción: BartusMurillo seipsum depin/gens pro filiorum votis acpreci/bus explendis. En este cuadro, pintado por deseo de sus hijos, Murillo se autorretrató dentro de un marco ovalado con molduras, apoyando en él una mano para reforzar el efecto naturalista del trampantojo y acompañado por los instrumentos propios del arte de pintor: lápiz, papel y compás para el dibujo, paleta y pinceles para el color, en una demostración de orgullo por la posición social alcanzada con su oficio solo comparable en la pintura española al autorretrato de Velázquez en Las meninas.1 Bartolomé Esteban Murillo (Sevilla, bautizado el 1 de enero de 1618–3 de abril de 1682) fue un pintor barroco español. Formado en el naturalismo tardío, evolucionó hacia fórmulas propias del barroco pleno con una sensibilidad que a veces anticipa el Rococó en algunas de sus más peculiares e imitadas creaciones iconográficas como la Inmaculada Concepción o el Buen Pastor en figura infantil. Personalidad central de la escuela sevillana, con un elevado número de discípulos y seguidores que llevaron su influencia hasta bien entrado el siglo XVIII, fue también el pintor español mejor conocido y más apreciado fuera de España, el único del que Sandrart incluyó una breve y fabulada biografía en su Academia picturae eruditae de 1683 con el Autorretrato del pintor grabado por Richard Collin.2 Condicionado por la clientela, el grueso de su producción está formado por obras de carácter religioso con destino a iglesias y conventos sevillanos, pero a diferencia de otros grandes maestros españoles de su tiempo, cultivó también la pintura de género de forma continuada e independiente a lo largo de buena parte de su carrera.3 Índice [ocultar] • 1 Vida y obra • 1.1 Formación y primeros años • 1.2 Sevilla en el siglo XVII • 1.3 Primeros encargos • 1.4 De 1649 a 1655: el impacto de la peste • 1.5 La llegada de Herrera el Mozo a Sevilla y la recepción del pleno barroco • 1.6 Años de plenitud • 1.7 Los grandes encargos • 1.7.1 La serie de pinturas para Santa María la Blanca • 1.7.2 Pinturas para la iglesia de los capuchinos de Sevilla • 1.7.3 La serie de las obras de misericordia para el Hospital de la Caridad • 1.8 Otras iconografías religiosas • 1.8.1 La Inmaculada Concepción • 1.8.2 Jesús niño y san Juanito • 1.9 Los géneros profanos • 1.9.1 La pintura de género • 1.9.2 Retratos • 1.10 Últimos trabajos y muerte • 2 Discípulos y seguidores • 3 Recepción y valoración crítica • 4 Véase también • 5 Referencias • 5.1 Notas • 5.2 Bibliografía • 6 Enlaces externos Vida y obra[editar] Murillo y la iglesia de la Magdalena Murillo debió de nacer en los últimos días de 1617 pues fue bautizado en la parroquia de Santa María Magdalena de Sevilla el 1 de enero de 1618. Era el menor de catorce Partida de bautismo del pintor de 1 Pila donde fue hermanos, hijos del barbero Gaspar Esteban y de enero de 1618. bautizado. de María Pérez Murillo, que procedía de una familia de plateros y contaba entre sus parientes cercanos con algún pintor. Conforme al uso anárquico de la época, aunque alguna vez firmó Esteban adoptó comúnmente el segundo apellido de la madre. Su padre era un acomodado barbero, cirujano y sangrador al que en ocasiones se daba tratamiento de bachiller,4 y del que en un documento de 1607 se decía que era «rico y ahorrador», arrendatario de algunos bienes inmuebles junto a la iglesia de San Pablo cuyos derechos heredó Bartolomé y le proporcionaron rentas toda su vida. Con nueve años y en el plazo de seis meses quedó huérfano de padre y madre y fue puesto bajo la tutela de una de sus hermanas mayores, Ana, casada también con un barbero cirujano, Juan Agustín de Lagares. El joven Bartolomé debió de mantener buenas relaciones con la pareja pues no mudó de domicilio hasta su matrimonio, en 1645, y en 1656 su cuñado, ya viudo, le nombró albacea testamentario.5 Formación y primeros años[editar] La Virgen con fray Lauterio, san Francisco de Asís y santo Tomás de Aquino, hacia 1638-1640, óleo sobre lienzo, 216 x 170 cm, Cambridge, Fitzwilliam Museum. Una cartela en el ángulo inferior derecho explica el contenido de este inusual asunto, en el que la Virgen aconseja al franciscano fray Lauterio, estudiante de teología, la consulta de la Summa Theologiae del aquinatense para resolver sus dudas de fe. Apenas se tienen noticias documentales de los primeros años de vida de Murillo y de su formación como pintor. Consta que en 1633, cuando contaba quince años, solicitó licencia para pasar a América con algunos familiares, motivo por el que hizo testamento en favor de una sobrina.6 Según la costumbre de la época, por esos años o algo antes debió de iniciar su formación artística. Aun cuando no existe constancia documental, es muy posible, como afirmó Antonio Palomino, que se formase en el taller de Juan del Castillo, casado con una de las hijas de Antonio Pérez, tío y padrino de bautismo de Murillo y pintor de imaginería él mismo.7 Pintor discreto caracterizado por la sequedad del dibujo y la amable expresividad de sus rostros, la influencia de Castillo se advierte con claridad en las que probablemente sean las más tempranas de las obras conservadas de Murillo, cuyas fechas de ejecución podrían corresponder a 1638-1640: La Virgen entregando el rosario a Santo Domingo (Sevilla, Palacio arzobispal y antigua colección del conde de Toreno) y La Virgen con fray Lauterio, san Francisco de Asís y santo Tomás de Aquino (Cambridge, Fitzwilliam Museum), de dibujo seco y alegre colorido.89 quienes hasta ese momento nada sabían de su existencia y progresos en el arte. vio repetidas veces las eminentes pinturas de Palacio». si no ha pasado por las aduanas de Italia: sin advertir. pasó a Madrid. y habiendo por este medio adquirido un pedazo de caudal. Por lo demás. su paisano (.. como son las citadas pinturas del claustro chico del convento de San Francisco. Sevilla en el siglo XVII[editar] Ostentando el monopolio del comercio con las Indias y contando con Audiencia. diversos tribunales de justicia. la infundada suposición de un viaje a Italia. arzobispado. que había llegado a conocerlo aunque no lo tratase. entre ellos el de la Inquisición. estampas. donde con la protección de Velázquez. que Italia se ha transferido a España en las estatuas. A partir de 1627 comenzaron a advertirse algunos síntomas de crisis a causa de la disminución del . al exponer sus primeras obras públicas. como otros pintores sevillanos.. pudo aprenderlo sin salir de Sevilla en artistas de la generación anterior como Zurbarán y Francisco de Herrera el Viejo. pintase en sus comienzos cuadros de devoción para el lucrativo comercio americano. la más poblada de las españolas y una de las mayores del continente europeo. y que de esta suerte había adquirido la habilidad» con la que. y que el estudio del natural (con estos antecedentes) en todas partes abunda». y libros. según decía. pintadas para el convento de los franciscanos. según pensaba el cordobés.13 En cualquier caso. con «exacta diligencia».14 Aunque los 130 000 habitantes con los que contaba a finales del siglo XVI habían disminuido algo a consecuencia de la peste de 1599 y la expulsión de los moriscos. el estilo que se manifiesta en sus primeras obras importantes. se ganó el respeto y la admiración de sus paisanos. tras investigar la cuestión. El propio Palomino desmintió ya este viaje.Según Palomino. hizo una partida de pinturas para cargazón de Indias. pinturas eminentes. Sevillaera a comienzos del siglo XVII el «paradigma de ciudad». al dejar el taller de Juan del Castillo lo bastante capacitado para «mantenerse pintando de feria (lo cual entonces prevalecía mucho).). decía haber oído a otros pintores que en sus primeros años «se había estado encerrado todo aquel tiempo en su casa estudiando por el natural.10 Aunque no es improbable que. cuando nació Murillo seguía siendo una ciudad cosmopolita. nacía de «que los extranjeros no quieren conceder en esta arte el laurel de la Fama a ningún español. Casa de Contratación. consulados y aduanas.11 nada indica que viajase a Madrid en estas fechas como tampoco es probable que realizase el viaje a Italia que le atribuyó Sandrart. Casa de Moneda.12 El propio Palomino. quien en 1650 y 1651 había actuado como padrino de bautismo de dos de los hijos de Murillo. como a los cientos de pobres «vergonzantes» contabilizados en cada parroquia o en instituciones específicamente dedicadas a su atención. Pero el mayor problema llegó con la peste de 1649. contabilizándose unos 60 000 muertos. sobre todo en las parroquias populares de la zona norte. el estallido de la Guerra de los Treinta Años y la separación de Portugal. óleo sobre lienzo. el nivel de vida general disminuyó. Murillo retrató a Belle. La población se redujo a la mitad. y ya no se recuperó: amplias zonas urbanas. 125 x 102 cm. en la que el pintor podría haber perdido algún hijo. pero en líneas generales la caridad funcionó como paliativo de la injusticia y la miseria. Entre estas destacó la Hermandad de la Caridad. que afectaba por igual a los pordioseros que se agolpaban a las puertas del palacio episcopal para recibir la hogaza de pan que repartía diariamente el arzobispo. la recepción del hábito de la Venerable Orden Tercera de San Francisco en 1662 y su presencia frecuente en los . Aunque la crisis afectó de manera desigual a los diversos segmentos de la población. 1670.15 Josua van Belle. revitalizada después de 1663 por Miguel Mañara. National Gallery of Ireland. comerciante holandés llegado a Sevilla en 1663. ante una cortina de vivo color púrpura que no se aprecia en esta reproducción. protagonizaron en 1652 un motín de corto alcance causado por el hambre. que lentamente se desplazaba hacia Cádiz.comercio con Indias. de efectos devastadores. con la elegante actitud propia del retrato nórdico que pudo conocer en las colecciones de pintura de los comerciantes de esa procedencia establecidos en la ciudad. Las clases populares. Dublín. que era hombre devoto como demuestra su ingreso en la Cofradía del Rosario en 1644. El pintor. quedaron semidesiertas y con sus casas convertidas en solares. las más afectadas por ella. la Iglesia también notó sus consecuencias: después de 1649 apenas se establecerán nuevos conventos: tan sólo dos o tres hasta el siglo XIX. al menos por temporadas.19 Ellos fueron también los encargados de extender la fama de Murillo más allá de la península. tampoco les faltó el trabajo a los oficiales de la Casa de la Moneda. ingresó también en esta institución en 1665.16 Sus cerca de setenta conventos eran. pues templos y cenobios no dejaron de enriquecerse artísticamente por sus propios medios o por donaciones de particulares acomodados. singularmente Nicolás de Omazur cuya amistad con el pintor le llevó a encargar. sin duda. Menos afectada por la crisis. un grabado del Autorretrato ahora conservado en la National Gallery de Londres. lo que explicaría la influencia. eran profesionales exclusivos de Sevilla. de Bartholomeus van der Helst en los retratos del sevillano. frente a los nueve conventos de varones y uno de mujeres que se habían fundado desde el año del nacimiento de Murillo hasta esa fecha. que se encargaban de afinar los lingotes y los llevaban a labrar a la Casa de la Moneda. Hombres cultos a la vez que adinerados. cuando arribaba la flota a puerto. Algunos se habían integrado plenamente en la ciudad tras hacer fortuna: Justino de Neve. pero la ausencia de nuevas fundaciones conventuales no puso fin a la demanda de obras de arte. Se estima que en 1665 la cifra de extranjeros residentes en Sevilla rondaba los siete mil. procedía de una de aquellas familias de antiguos comerciantes flamencos establecidos en la ciudad ya en el siglo XVI.18 Otros se incorporaron en fechas más avanzadas: el holandés Josua van Belle y el flamenco Nicolás de Omazur. entre otros. .repartos de pan organizados por las parroquias a las que sucesivamente estuvo adscrito. más que suficientes para una urbe que había visto disminuir tan drásticamente su población. hubieron de viajar a Sevilla con retratos y cuadros de aquella procedencia. protector de la iglesia de Santa María la Blanca y del Hospital de Venerables. libreros y artistas. para los que encargó a Murillo algunas de sus obras maestras. que hacían de Sevilla una ciudad cosmopolita. llegaron a la ciudad después de 1660. aunque no generase un tejido industrial. como el propio Mañara. Los compradores de plata. siguió aportando trabajo a tejedores. a su muerte. El comercio con Indias.17 Y nunca faltaron los comerciantes llegados del extranjero. a los que retrató Murillo. aunque lógicamente no todos ellos dedicados al comercio. y que llegó a ser Corregidor de Naturales de Ubaque (Colombia).23 la serie narra con propósito didáctico algunas historias pocas veces representadas de santos de la orden franciscana. y el amor al prójimo. trasladado a las Indias en 1678.acompañado de un texto laudatorio en latín posiblemente redactado por él mismo. 173 x 183 cm. Gabriel (1655-1700). Dispersos los cuadros tras la Guerra de la Independencia. en la . ejemplificada en el San Francisco Solano y el toro (Patrimonio Nacional. Con un fuerte acento naturalista.12 San Diego de Alcalá dando de comer a los pobres. reflejado específicamente en el San Diego de Alcalá dando de comer a los pobres (Real Academia de San Fernando). El mismo año de su matrimonio recibió el primer encargo importante de su carrera: los once lienzos para el claustro chico del convento de San Francisco de Sevilla. hacia 1646.22 parece haber seguido el oficio paterno para el que.20 Primeros encargos[editar] En 1645 Murillo contrajo matrimonio con Beatriz Cabrera. de creer a Palomino. Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. era sujeto de buenas prendas y «mayores esperanzas». la alegría franciscana. en los que trabajó de 1645 a 1648. Real Alcázar de Sevilla). Madrid. de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y La cocina de los Ángeles (Museo del Louvre). que además de comerciante era conocido como poeta. apenas cumplidos los veinte años. óleo sobre lienzo. En la elección de sus asuntos se puso el acento en la exaltación de la vida contemplativa y de la oración. de una familia de plateros. en especial seguidores de la Observancia española a la que estaba adscrito el convento. con quien tuvo al menos nueve hijos.21 Sólo uno. fallecida el 31 de diciembre de 1663. de los que únicamente cinco —la menor de quince días — sobrevivieron a la madre. representadas en el San Francisco confortado por un ángel. donde además en las figuras de las santas se manifiesta ya el sentido de la belleza con que Murillo acostumbrará a retratar a los personajes femeninos. recogió en este último lienzo un completo repertorio de tipos populares retratados con apacible dignidad.tradición del tenebrismo zurbaranesco. A ellas se debe en buena parte el dinamismo de las figuras angélicas. fechado en 1646). hacía años que habían abandonado el tenebrismo. en el conjunto de la serie cabe advertir también cierta torpeza en la forma de resolver los problemas de perspectiva además de la utilización de estampas flamencas como fuente de inspiración. aunque fuese modestamente pagado: así la difusa iluminación celestial que envuelve al cortejo de santas que acompañan a la Virgen en el lienzo apaisado que representa La muerte de Santa Clara (Dresde. destaca un grupo de niños mendigos en el que cabe apreciar ya el interés que el pintor nunca abandonará por los temas infantiles. Pero junto a ese gusto por la iluminación intensa y contrastada. demuestran que Murillo podía estar al tanto de las últimas novedades en pintura. puede explicarse dentro de la tradición monástica iniciada por Pacheco. el naturalismo de algunas de sus piezas y el interés por el claroscuro muestran una afinidad con la obra de Zurbarán que podría considerarse ya un tanto arcaica.24 Si la serie. donde se representa al lego fray Francisco de Alcalá en levitación y a los ángeles afanados en sus tareas en la cocina. distanciándolo de Zurbarán. como Rinaldo y Armida.2627 . en su conjunto. aún se va a ver acentuada en alguna obra posterior.25 La tendencia al intenso claroscuro. En el centro. aunque todavía dentro de su producción temprana. tomadas principalmente de la serie de los Angelorum Icones de Crispin van de Passe. permitirían explicar la buena acogida que tuvo el encargo. sin embargo. fechada en 1650. en algunos lienzos de la misma serie franciscana se aprecian novedades que. o el dinamismo de las figuras que pueblan la Cocina de los Ángeles. pues Velázquez y Alonso Cano. grabado de Pieter de Jode II sobre una composición de Anton van Dyck solo dos años anterior al encargo de la serie. cuidadosamente ordenados en una sencilla composición en planos paralelos y recortados sobre un fondo negro. en torno al caldero. Otras fuentes empleadas. Gemäldegalerie. como puede ser la Última Cena de la iglesia de Santa María la Blanca. de la misma generación que el maestro extremeño. No obstante. y junto a estos aciertos. la Adoración de los pastores y la Sagrada Familia del pajarito. o la Huida a Egipto de Detroit. ambas del Museo del Prado.28 También pertenece a este momento. pertenecen a este momento. el primer testimonio conocido de la atención y dedicación del pintor a los motivos populares con protagonistas infantiles. 144 x 188 cm. Madrid. el Niño espulgándose o Joven mendigo del Museo del Louvre. En los años inmediatos al terrible impacto de la peste de 1649 no se conocen nuevos encargos de aquella envergadura pero sí un elevado número de imágenes de devoción.De 1649 a 1655: el impacto de la peste[editar] Sagrada Familia del pajarito. Las varias versiones de la Virgen con el Niño o de la llamada Virgen del Rosario (entre ellas las del Museo de Castres. Alte Pinakothek). Museo de Bellas Artes). en el que la figura de San José cobra especial protagonismo. Murillo crea un ambiente intimista de apacible cotidianidad que será el característico de su pintura.29 De otro orden son la reaparecida Vieja hilandera de Stourhead House. con los recursos propios del naturalismo y una personal y humanísima visión. pinturas de género concebidas . abordando el hecho religioso. colección Arango. en las que el interés por la iluminación claroscurista se distancia de lo zurbaranesco por la búsqueda de una mayor movilidad e intensidad emotiva. en el que se ha visto una nota de melancólico pesimismo al mostrar al pequeño esportillero desparasitándose en soledad. conocida con anterioridad solo por una copia mediocre guardada en el Museo del Prado. y la Vieja con gallina y cesta de huevos(Múnich. al interpretar los temas sagrados con delicada e íntima humanidad. entre ellas algunas de las obras más populares del pintor. en el terreno ya de la pintura profana. que pudo pertenecer a Nicolás de Omazur. Museo del Prado. óleo sobre lienzo. en el que también abordó por primera vez el tema de la Inmaculada en la llamada Concepción Grande o Concepción de los franciscanos (Sevilla. pesimismo que abandonará por completo en sus obras posteriores. la juvenil Magdalena penitente de la National Gallery of Ireland y Madrid. Con un tratamiento de la luz y un estudio de los objetos inanimados todavía zurbaranescos. Palacio Pitti y Museo del Prado). de mayor vitalidad y alegría. hacia 1649-1650. con la que inició la renovación de su iconografía en Sevilla según el modelo de Ribera. se encuentra actualmente en la Fundación Focus-Abengoa de Sevilla. correspondían a la pintura profana de cualquier género y de los restantes 1 618 no se determinaba el motivo pero seguramente muchos de ellos serían también de asunto religioso. con un total de 5 179 pinturas reseñadas. y que se fundasen o renovasen cofradías como la de los Agonizantes.casi como retratos de observación directa e inmediata aunque en ellas se acuse también la influencia de la pintura flamenca a través de estampas de Cornelis Bloemaert.30 Con su arzobispo y sus más de sesenta conventos. Como en otros lugares de España. conocido por varias copias. Así ocurrió en 1615. se manifestó en ocasiones con vehemencia. y quizá no la mayor. es decir. hubiesen participado con su propia fiesta de habérseles permitido. de la amplia demanda de obras religiosas.32 En ese ambiente de intensa religiosidad. cuyo objetivo era procurar a los hermanos sufragios y digna sepultura. la religiosidad popular. y también «Moros y Moras». el porcentaje de pinturas profanas era mayor en las colecciones de la nobleza y el clero. lo que permitiría explicar la producción murillesca de estos años. cuyo original. En su desagravio se celebraron procesiones y fiestas tumultuosas ese año y los siguientes a las que no faltaron negros y mulatos. arroja la cifra de 1 741 cuadros de asunto religioso en poder de particulares. 1 820. Un estudio estadístico hecho sobre 224 inventarios sevillanos entre los años 1600 y 1670. cuando según Diego Ortiz de Zúñiga y otros cronistas de la época. con la repetición de motivos y la existencia de copias salidas del taller. alentada por las instituciones eclesiásticas. en respuesta al sermón de un padre dominico en el que había manifestado una «opinión poco piadosa» en relación con el misterio. Numerosos particulares tomaron a su cargo la fundación o dotación de iglesias. pocos más. Sevilla era en el siglo XVII un importante foco de cultura religiosa. destinada a clientes privados y no a templos o conventos. por modesto que fuera. aumentando la pintura de motivo religioso conforme se descendía en la escala . algo más de un tercio del total. En ella. la clientela eclesiástica constituía solo una parte. como ocurre con la Santa Catalina de Alejandría de medio cuerpo. pero además pinturas o sencillas láminas de asunto religioso no podían faltar en ningún hogar. conventos y capillas.31 La peste de 1649 hizo además que se redoblasen algunas devociones con títulos tan significativos como las del Cristo de la Buena Muerte o del Buen Fin. la ciudad entera se echó a la calle para proclamar la concepción de María sin pecado original. según se decía. cuadro de grandes dimensiones que Murillo pintó para la capilla bautismal de la catedral sólo un año después. En 1655 llegó a Sevilla Francisco de Herrera el Mozo. El santo. en opinión de A. tradicional en la pintura sevillana. con su equilibrada composición y figuras monumentales. extiende los brazos hacia la figura del Niño Jesús. la «definitiva inflexión» de Murillo hacia el estilo barroco pleno. hasta ser casi el único género presente en los inventarios de los agricultores y trabajadores en general. con la novedad de sus grandes figuras situadas a contraluz en el primer plano y el revoloteo de ángeles infantiles tratados con pincelada fluida y casi transparente en las lejanías. al situar el rompimiento de gloria desplazado a la izquierda. Catedral de Sevilla. E. 1656. Pérez Sánchez. a la derecha. se rompe decididamente aquí. Su influencia se podrá advertir de inmediato en el San Antonio de Padua. A poco de llegar pintó el Triunfo del Sacramento de la Catedral de Sevilla. procedente de Madrid tras una probable estancia de algunos años en Italia. que aparece aislado sobre un fondo vivamente iluminado. pero abierto a una galería con la que se crea un segundo foco de fuerte iluminación con la que . El santo se sitúa en un espacio interior en penumbra.33 La llegada de Herrera el Mozo a Sevilla y la recepción del pleno barroco[editar] San Antonio de Padua. potenciando la diagonal. óleo sobre lienzo.social. La distancia que los separa subraya la intensidad de los sentimientos del santo y su anhelo expectante. El cuadro marca. La neta separación de los espacios celeste y terreno. de la que algún boceto se conserva en el Museo del Prado. Por su tamaño. probablemente adquiridos durante los años de estancia de la corte en Sevilla. National Gallery of Ireland). serie inspirada en grabados de Jacques Callot pero que .3435 La propia evolución de su pintura hizo posible esa rápida asimilación de las novedades herrerianas. Todavía se aprecia en ellos el gusto por la iluminación claroscurista y las figuras monumentales. y la serie del Hijo Pródigo (Dublín. si bien con un tratamiento de los accesorios más naturalista en Murillo que en su modelo. Del mismo año 1655. de los que únicamente se sabe que en 1781 colgaban en el refectorio del convento de religiosas agustinas de San Leandro de Sevilla. el sutil empleo de las luces. cabe suponerlos cuadros de altar. unificando los espacios mediante una luz difusa y vibrante en la que algunos ángeles del primer plano quedan también a contraluz. aparecen bañadas por una luz plateada que provoca en las túnicas blancas destellos brillantes logrados por una técnica de pincelada pastosa y fluida. Los cuadros se citan por primera vez en el inventario del Palacio de la Granja de 1746 como pertenecientes a Isabel de Farnesio. cuadros costeados por el acaudalado canónigo Juan Federigui. es la misma para ambos. aunque se desconoce la iglesia para la que fueron pintados y si la procedencia. de más tres metros de alto y similares dimensiones. ambos en el Museo del Prado. especialmente en las zonas más intensamente iluminadas.36 De fecha próxima pueden ser la Lactación de San Bernardo y la Imposición de la casulla a San Ildefonso. como parece. son la pareja de santos sevillanos formada por San Isidoro y San Leandro. avanza el tratamiento lírico de la materia que será característico de su obra posterior. Pero al mismo tiempo.consigue una admirable profundidad espacial y evita el violento contraste entre un cielo iluminado y una tierra en sombras. de datación controvertida y origen desconocido. Cambridge y Chicago. terminados en el mes de agosto cuando se colocaron en la sacristía de la catedral. vendidos por el convento en 1812 y actualmente dispersos entre los museos de Berlín. Tratándose de figuras monumentales. con una composición sobria y detalles decorativos en los que se han advertido recuerdos de Juan de Roelas principalmente para el lienzo de San Bernardo. mayores que el natural por ir colocadas en lo alto de las paredes. podrían pertenecer también a este momento por su rico sentido del color y la disposición de algunas figuras a contraluz: los tres monumentales lienzos dedicados a la vida de Juan el Bautista. cuyos encargos no han podido ser documentados.37 Dos importantes conjuntos. el perrillo que asoma bajo el mantel o los generosos escotes de las damas engalanadas con ropas de vistosos colores y comedido erotismo. para lo que la academia facilitaría su práctica con modelo vivo. quien «en todo quería ser solo». pero cabe suponer que. Esta aproximación histórica es especialmente reseñable en el lienzo llamado El hijo pródigo hace vida disoluta. la habría abandonado y establecido academia particular en su propia casa. hace más agradable el banquete. pues las sesiones tenían lugar por la noche. estimulado por Herrera.el pintor supo adaptar a su propio estilo pictórico y al ambiente sevillano del momento en las vestimentas y fisonomías de sus protagonistas. De regreso a Sevilla se ocupó en la fundación de una academia de dibujo. quisiese conocer las últimas novedades que en materia de pintura se practicaban en la corte. situado a contraluz. pues al frente de ella aparece en la documentación Sebastián de Llanos y Valdés. junto con Herrera el Mozo. que pondera siempre el carácter apacible de Murillo y su modestia.38 Años de plenitud[editar] En 1658 pasó algunos meses en Madrid.40 . para no vérselas con el carácter altivo de Juan de Valdés Leal. Murillo fue su primer copresidente. que marchó ese mismo año a Madrid para asentarse definitivamente en la corte. que aportaban también el gasto en leña y velas. como la figura del músico que. en el que se ha visto una escena costumbrista contemporánea con todos los elementos propios de un bodegón y otros detalles naturalistas hábilmente resueltos.39 En noviembre de 1663 aún participó en la sesión que acordó la redacción de las constituciones de la academia. elegido presidente a continuación. cuya primera sesión tuvo lugar el 2 de enero de 1660 en la casa lonja. Su objetivo era permitir tanto a los maestros de pintura y escultura como a los jóvenes aprendices perfeccionarse en el dibujo anatómico del desnudo. Se desconocen los motivos de este viaje y lo que hiciera durante su estancia en la ciudad. Según Palomino. sufragado por los maestros. pero para entonces había dejado ya su presidencia. enfadado. y países. De ese año 1660 es también una de las obras más significativas y admiradas de su producción: el Nacimiento de la Virgen del Museo del Louvre. Los mejores ejemplares en este orden corresponden a los cuatro lienzos conservados de la serie de historias de Jacob que pintó para el marqués de Villamanrique. que tuvo nuestro Murillo en los países». y las figuras a Murillo. un grupo de matronas y ángeles en composición decreciente deudora de Rubens se arremolinan alegres en torno a la recién nacida. quien a propósito de ellos decía: «no es de omitir la célebre habilidad. que le había menester para los países. pero que al disputar los pintores sobre quién había de hacer el primero su parte. de quien se sabe que poseía un cuadro de Rembrandt que expuso públicamente en 1665 con ocasión de la inauguración de la iglesia de Santa María la Blanca. expuestos en la fachada de su palacio en las fiestas de consagración de la iglesia de Santa María la Blanca en 1665 y pintados probablemente hacia 1660. en las que aparecen santa Ana a la izquierda. En el centro.41 Influencias holandesas y flamencas se señalan también en sus paisajes. como el Paisaje con cascada del Museo del Prado. elogiados ya por Palomino. cosa tan maravillosa como suya. pintado para sobrepuerta de la Capilla de la Concepción Grande de la catedral sevillana. Nacimiento de la Virgen. las cuales trajo a Madrid dicho señor Marqués». confundiendo el sujeto. le dijo «que si pensaba. en una cama bajo dosel. Esta cuidadosamente estudiada jerarquización de las luces recuerda a críticos como Diego Angulo la pintura holandesa y en concreto la pintura de Rembrandt. más retrasadas y con focos de luz autónomos. pues habla de historias de la vida de David.42 Palomino. cuenta que el marqués de Villamanrique encargó los paisajes a Ignacio de Iriarte. De este modo crea efectos atmosféricos en las escenas laterales. se trata de fondos paisajísticos en composiciones narrativas. especialista en el género. como la de Melchor de Guzmán. y dos doncellas a la derecha secando los pañales al fuego de una chimenea.43 . bajo un pequeño rompimiento de gloria. que Murillo pudo conocer a través de estampas o incluso por la presencia de alguna de sus obras en colecciones sevillanas. contrastando su tenue iluminación con la de la silla situada en primer término a contraluz. marqués de Villamanrique. de la que emana un foco de luz que ilumina intensamente el primer plano y se degrada hacia el fondo. París. se engañaba: y así él solo hizo las tales pinturas con historias. Museo del Louvre. 1660. Murillo. Descontado algún paisaje puro de atribución dudosa. muestra la habilidad de Murillo en la creación de paisajes. una decretal de la Congregación romana del Santo Oficio. Murillo representará en el Jacob pone las varas al rebaño de Labán incluso el apareamiento de las ovejas al que hace alusión el texto bíblico (Génesis. 31). propiedad del Meadows Museum de Dallas.44 y quizá también de los paisajes italianos de Gaspard Dughet.34 Con absoluto naturalismo. conservada en el Cleveland Museum of Art. El lienzo. en manos de los dominicos. hacia 1660-1665. para volver a salir a la luz en el XX. y las dos restantes en Estados Unidos: Jacob busca los ídolos domésticos en la tienda de Raquel. y Jacob pone las varas al rebaño de Labán. Los amplios paisajes. parece remitir a Orrente reinterpretado a la rica manera del sevillano. especialmente en estos dos últimos. estrictamente contemporáneo. que originalmente debía de estar formada por cinco cuadros de los que solo se conocen cuatro. sugieren el conocimiento de paisajistas flamencos como Joos de Momper o Jan Wildens. lo que por cuestiones de decoro se ocultó bajo repintes probablemente ya en el siglo XIX. las que representan a Jacob bendecido por Isaac y La escala de Jacob. en 1644. 30. se encontraba en el siglo XVIII en Madrid en poder del marqués de Santiago y a comienzos del siglo XIX ya se había dispersado. en tanto la atención prestada al ganado. prohibió atribuir el término inmaculada a la concepción de María en lugar de predicarlo directamente de la . Dallas. En la actualidad se localizan dos de sus historias en el Museo del Ermitage. Meadows Museum. Jacob pone las varas al ganado de Labán. perteneciente a una serie de historias de la vida de Jacob. 213 x 358 cm. ordenados en torno a un motivo central y abiertos a un fondo luminoso lejano sobre el que se recortan los perfiles difusos de las montañas. abundante en ambos cuadros. La serie.42 Los grandes encargos[editar] La serie de pinturas para Santa María la Blanca[editar] Poco antes de morir el papa Urbano VIII. óleo sobre lienzo. Tras las numerosas gestiones de los emisarios españoles. actualmente en el Museo del Prado. y patriarchal de Sevilla: en obseqvio del nvevo breve . narran la fundación de la Basílica de Santa María la Mayor de Roma. cuyos trabajos fueron costeados en parte por el canónigo Justino de Neve. el párroco de la iglesia de Santa María la Blanca. Domingo Velázquez Soriano. y afirmaba que ya pocos católicos la rechazaban. maria la Blanca. La decretal no se hizo pública y solo comenzó a ser conocida cuando el Santo Oficio censuró algunos libros por aquel motivo. acordó proceder a una remodelación del templo. que si bien no era todavía la definición dogmática que algunos esperaban. admitía su fiesta. y su esposa ante el papa Liberio. el 8 de diciembre de 1661 el papa Alejandro VII promulgó la Constitución Apostólica Sollicitudo omnium ecclesiarum. o Santa María de las Nieves. probable autor del encargo a Murillo de cuatro cuadros para decorar sus muros. del modo como sus partidarios habían pasado de concepción de la Virgen Inmaculada a Inmaculada Concepción de la Virgen. La constitución fue acogida en España con entusiasmo y por todas partes se celebraron grandes fiestas. constitución apostólica. pero al ser elevado al solio pontificio Alejandro VII en 1655 Felipe IV redobló los esfuerzos para obtener la anulación de la decretal y una aprobación de la fiesta de la Inmaculada Concepción como se había venido celebrando en España. que transformaron el viejo edificio medieval en un espectacular templo barroco. En conmemoración de la sueño delJuan El patricio patricio. los dos medios puntos de más de 5 metros de ancho que decoraban la nave central.45 Pinturas para la iglesia de Santa María la Blanca Pintados entre 1662 y 1665. el cabildo respondió colgando un cuadro de la Inmaculada Concepción de Murillo con la inscripción «Concebida sin pecado» y la propia ciudad se dirigió a las Cortes de Castilla en 1649 reclamando la intervención del rey. Las obras. Al llegar la noticia a Sevilla. se iniciaron en 1662 y estaban concluidas en 1665.Virgen. de las que han quedado numerosos testimonios artísticos. antigua sinagoga. Capilla de la Santa Iglesia Metropolitana. Nada cambió durante el pontificado de Inocencio X. inaugurándose con solemnes fiestas descritas minuciosamente por Fernando de la Torre Farfán en Fiestas que celebró la iglesia parroquial de S. advocación del templo sevillano. proclamaba la antigüedad de la pía creencia. donde en un tablado provisional se dispuso un retablo con al menos otras tres pinturas de Murillo propiedad de Neve: una Inmaculada grande en el nicho central y a sus lados el Buen Pastor y San Juan Bautista Niño. La penumbra que invade la escena. en tanto los dos restantes. Incluso un perrillo blanco duerme arremolinado sobre sí mismo. según la costumbre de la época. Murillo los imagina vencidos por el sueño. En lugar de mostrarles dormidos en el lecho. Los cuatro salieron de España durante la Guerra de la Independencia y solo los dos primeros. él recostado sobre la mesa cubierta por un tapete rojo. aparece matizada por las luces que destacan sutilmente cada detalle de la composición y crean. destinados al Museo Napoleón. que ha tenido el mismo sueño.46 La historia continúa con la presentación del Patricio Juan y su esposa ante el papa Liberio. con el tratamiento fluido y borroso de los contornos. disponiendo a la izquierda al patricio y a su esposa ante el papa. sobre la que reposa cerrado el grueso libro en que ha estado leyendo. tras sucesivas ventas. Nuestra Senóra. pertenecen al Museo del Louvre. y a una colección particular inglesa el Triunfo de la Eucaristía. en sueños. representaban historias de la fundación de la Basílica de Santa María la Mayor de Roma los dos más grandes. Especialmente las dos primeras son obras magistrales. y la Inmaculada Concepción y el Triunfo de la Eucaristía en los dos menores. en forma de medio punto. rota por el halo que envuelve a María con el Niño. el espacio donde se sitúan las figuras plácidamente. Farfán describe la iglesia. y ella sobre un cojín. editada al año siguiente en Sevilla. Smo. fueron devueltos en 1816.concedido por N. y a la derecha representa dibujada en la lejanía la procesión que se dirige al monte para verificar el contenido de los sueños. Murillo divide la escena. La composición decreciente amplifica la sensación de relajamiento. en el Primero Instante physico de su ser. Los cuadros de Murillo. se les aparece la Virgen en el mes de agosto para pedirles la dedicación de un templo en el lugar que verán trazado con nieve en el monte Esquilino. situados en la nave central e iluminados por las claraboyas de la cúpula. el que representa a la Inmaculada. incorporándose más tarde al Museo del Prado. con la cabeza caída sobre las labores interrumpidas. dispuestos en las cabeceras de las naves laterales. Padre Alexandro VII en favor del pvrissimo mysterio de la Concepción sin culpa Original de María Santiisima. En el Sueño del patricio Juan y su esposa Murillo representa el momento en que. y los decorados efímeros instalados en la plaza situada ante el templo. de cuyos muros colgaban ya las pinturas de Murillo. en la que el . La luz incide principalmente sobre la mujer y el religioso que la acompaña. retratado posiblemente con los rasgos de Alejandro VII. según cuenta Antonio Palomino. conservado en el Museo Wallraf-Richartz de Colonia. Museo de Bellas Artes. destinados a su retablo mayor. creando un contraluz con el que destaca sobre la desnuda arquitectura la figura del papa. algunas de las «obras capitales de su mejor . donde las figuras de los espectadores del primer plano aparecen como bultos sumidos en la sombra. destacando de este modo la luminosidad de la procesión misma. La escena principal se dispone en un amplio escenario de arquitectura clásica iluminado desde la izquierda. Sevilla. salvo el Jubileo de la Porciúncula que ocupaba el centro del retablo mayor. Tras la desamortización de Mendizábalde 1836 los cuadros pasaron al Museo de Bellas Artes de Sevilla. Pintado para una de las capillas laterales de la iglesia de los capuchinos. según Pérez Sánchez. hacia 1668. entre 1665 y 1669 pintó en dos etapas 16 lienzos para la iglesia del convento de capuchinos de Sevilla. pintada con pincelada ligera y casi abocetada. los retablos de las capillas laterales y el coro para el que pintó una Inmaculada. El mismo gusto por los contraluces se encuentra en la procesión. óleo sobre lienzo. Tras algunas pinturas hechas hacia 1664 para el convento de San Agustín. Murillo llamaba a este cuadro su Lienzo.47 Pinturas para la iglesia de los capuchinos de Sevilla[editar] Santo Tomás de Villanueva. de las que cabe destacar la que representa a San Agustín contemplando a la Virgen y a Cristo crucificado (Museo del Prado). El repertorio de santos que forma este conjunto incluye.papa Liberio reaparece bajo el palio. 2383 x 188 cm. «que parece verdad». quien destacaba la figura del mendigo de espaldas. momento». y con la maqueta de una iglesia gótica. se puede advertir en ella con toda claridad. Tomás de Villanueva. la novedad que suponen estas pinturas en cuanto a la factura pictórica de su pincelada ligera y la utilización de la luz para crear con ella el espacio. pintada para altar de una capilla lateral. San Félix Cantalicio— pero especialmente en el San Francisco abrazando a Cristo en la Cruz que figura entre los cuadros más populares del pintor. contrariamente a su habitual iconografía. el cuadro al que el pintor llamaba «su Lienzo». a quien. despojadas de todo dramatismo. valiéndose de los contraluces.49 Santo Tomás de Villanueva. intensifican el carácter íntimo de sus visiones místicas.48 En los cuadros dedicados a santos franciscanos —San Antonio de Padua. Muy representativa de la evolución del pintor es la Adoración de los pastores. frente al claroscuro y el modelado prieto de sus primeras obras. probablemente copiada de un grabado. por ser convento de capuchinos. que ocupaban los lados del primer cuerpo del retablo. la suavidad de luces y colores. había sido recientemente canonizado por Alejandro VII y como arzobispo de Valencia había destacado por su espíritu limosnero. pues la tradición afirmaba que en aquel lugar había construido un convento antes de la conquista musulmana de la península ibérica. acompañadas por algunos cacharros de cerámicade bella factura en alusión a su profesión de alfareras y a su martirio. que ahora traspasaba alegóricamente a san Buenaventura. tienen ese carácter tan propio del pintor de vivos retratos y de profunda humanidad en sus expresiones serenas y melancólicas. pero su presencia en el retablo se debe a que la iglesia se había construido en el lugar que ocupaba el antiguo anfiteatro donde habían recibido el martirio. lo que resalta Murillo disponiéndole . aunque agustino y no franciscano. como la conservada en el Museo del Prado de hacia 1650 y estricta observancia naturalista. Murillo representó barbado. Comparada con otras versiones anteriores del mismo tema. sostienen una reproducción de la Giralda en recuerdo del terremoto de 1504. También san Leandro aludía a la historia del templo.34 Las figuras emparejadas de San Leandro y San Buenaventura y de Santas Justa y Rufina. ejemplifica bien el grado de magisterio alcanzado por el pintor en esta serie. originalmente situado en la primera capilla de la derecha. para significar su antigüedad. en el que según la tradición impidieron su caída abrazándose a ella. armonizando sin violencia el pardo del hábito franciscano con los fondos verdosos o con el cuerpo desnudo de Cristo. Las santas sevillanas. construía la Hermandad de la Caridad. en la que se fijaba como objetivo propio de la hermandad enterrar a los muertos.enWashington. inició su andadura poco antes de 1578. National El regreso La curacióndeldel hijo pródigo. impulsada por Miguel de Mañara. En 1672 Abraham y los tres ángeles.50 La serie de las obras de misericordia para el Hospital de la Caridad [editar] Pinturas para la iglesia del Hospital de la Caridad Murillo pintó entre 1666 y 1670 «seis jeroglíficos que explican seis de las obras de Misericordia» para la nueva iglesia que. fundada según la leyenda a mediados del siglo XV por Pedro Martínez. National Gallery. cuya conclusión se iba .rodeado de mendigos a los que socorre junto a una mesa con un libro abierto. la anciana que mira con semblante huraño y el muchacho tiñoso que aguarda suplicante. Igual de estudiadas parecen las contrastadas psicologías de los mendigos socorridos. los únicos que junto con dos de los jeroglíficos de las obras de misericordia se conservan en su lugar. La escena discurre en un interior de sobria arquitectura clásica y notable profundidad señalada por la alternancia de espacios iluminados y en sombras. a la que el pintor había ingresado en 1665. entregó otros dos Gallery of Art. probática. paralítico la piscina National Gallery. al niño que en el ángulo inferior izquierdo del lienzo y destacado a contraluz. iniciando la construcción de una nueva. Londres. prebendado de la catedral. para dar sepultura a los ajusticiados. muestra a su madre con radiante alegría las monedas que ha recibido. con gesto de asombro o de incredulidad. Ottawa. Durante años llevó una vida lánguida. para significar de este modo que la ciencia teológica sin la caridad no es nada. La Hermandad de la Caridad. cuya lectura ha abandonado. con un estudiado escorzo de su espalda desnuda. desde el anciano encorvado que acerca la mano a los ojos. cuando los hermanos alquilaron a la Corona la capilla de San Jorge situada en las Reales Atarazanas y se fecha su primera Regla. cuadros de altar. Una monumental columna en el plano medio a contraluz permite crear un halo luminoso en torno a la cabeza del santo. al punto que en 1640 la capilla se encontraba en ruinas y los hermanos decidieron su demolición. cuya estatura acrecienta el mendigo tullido arrodillado ante él. ilustración de las obras de misericordia. conservándose en su lugar únicamente los dos mayores. de formato apaisado. y Moisés haciendo brotar el . dar de comer al hambriento. según las descripciones de Antonio Ponz y Juan Agustín Ceán Bermúdez. hermano mayor Don Miguel de Mañara como acavada la obra de nra. heredero de una acaudalada familia de comerciantes de origen corso. Multiplicación de los panes y los peces. La peste de 1649 permitió su revitalización. a las que se añadió la conversión de un almacén de las Atarazanas en hospicio y la reforma de la propia hermandad. lo que impulsó la conclusión de las obras de la iglesia. El regreso del hijo pródigo (Washington. National Gallery). y su elección como hermano mayor en diciembre de 1663. y el responsable de elegir a sus artífices: Murillo y Valdés Leal. formando otra de las series capitales de la etapa madura del pintor. Sus asuntos. recogida en el Libro de Cabildos. que se situaban en el crucero. y recoger a los enfermos abandonados para trasladarlos. Instituto para la Capilla mayor. que ahora tendría también como objetivos acoger a los vagabundos y darles de comer en su hospicio. da información de lo que hasta ese momento se llevaba hecho y aclara su significado: Así mismo propuso Nro. hasta los hospitales donde los atendieran. con la incorporación de nuevos hermanos. Cuatro de ellos fueron robados por el mariscal Soult durante la guerra de Independencia y se encuentran actualmente dispersos en diferentes museos. ajustado a un discurso narrativo coherente.51 Fue Mañara con toda probabilidad el autor del programa decorativo. haviéndose dejado la de enterrar los muertos que es la principal de nro. San Pedro liberado por el ángel (San Petersburgo. National Gallery of Art). pero fue el ingreso de Miguel Mañara. a hombros de los hermanos si era necesario. vestir al desnudo. iglesia y puéstose en ella con la grandeza y hermosura que se ve seis jeroglíficos que explican seis de las obras de Misericordia. dar posada al peregrino. Museo del Ermitage). pueden identificarse con los seis cuadros de Murillo que. relacionado cada uno de ellos con una obra de misericordia. son: La curación del paralítico (Londres. encargados de las labores pictóricas. visitar a los enfermos. convertido en dispensario de incurables. National Gallery). Abraham y los tres ángeles (Ottawa. Bernardo Simón de Pineda para la arquitectura de los retablos y Pedro Roldán a cargo de la escultura. El acta de la reunión de la hermandad del 13 de julio de 1670. in situ.52 Los «jeroglíficos» allí mencionados. colgaban de los muros de la nave de la iglesia por debajo de la cornisa. redimir a los cautivos.a demorar más de 25 años. in situ.) y en fin verán en estos excelentes cuadros practicadas las reglas de la composición. iglesia del Hospital de la Caridad. sin embargo. donde por medio de la luz y el gradual desdibujamiento de las formas se alcanzan notables efectos de perspectiva aérea. como también la filosofía con que demostraba las virtudes y las pasiones del corazón humano. también recurrió a la inspiración ajena.agua de la roca de Horeb. podrán observar en la espalda del paralítico de la piscina como entendía la anatomía del cuerpo humano: en los tres ángeles que se aparecen a Abrahán. la amplitud del espacio arquitectónico representado en los pórticos de la piscina probática.54 En los dos lienzos mayores. dar de beber al sediento. y de Herrera el Viejo para la Multiplicación de los panes y los peces.. los más complejos por composición y número de personajes. . Moysés. A propósito de ellos comentaba Ceán Bermúdez: Los que no conceden a Murillo más que la hermosura del color. Sevilla. de la perspectiva y de la óptica. que con la diversidad de sus reacciones profundizan los contenidos narrativos. el padre de familia y de otros personages. que era bien conocido en Sevilla y actualmente se localiza en el Museo del Prado. habiéndose señalado deudas para el Moisés de un lienzo de igual asunto del genovés Gioacchino Assereto..53 Diego Angulo destacó. 1672.55 San Juan de Dios (detalle). las proporciones del hombre: en las cabezas de Cristo. reinterpretados ambos con su particular sensibilidad. la nobleza de los caracteres: la expresión del ánimo en las figuras del hijo Pródigo (. junto con la capacidad del pintor para no repetirse y su dominio de la gesticulación en los personajes secundarios. implicándose personal y directamente en el ejercicio de la caridad. pero como todos los motivos de esa serie habían sido tomados de la Biblia. tal como había hecho el granadino Juan de Dios. incluso incidiendo en la interpretación realista y desagradable de las llagas. los dos nuevos cuadros de Murillo. Esos cuatro lienzos. cuyos asuntos completaban el mensaje de la anterior conforme a las inquietudes y meditaciones de Mañara. que por representar la obra caritativa más importante en el origen de la institución. Y es de este modo como Murillo mostraba a sus mendigos enfermos. Tantas críticas como elogios iba a recibir poco después en la misma Francia por la capacidad de los españoles para conjugar lo sublime y lo vulgar. recordando al que entraba la caducidad de los bienes terrenos y la proximidad del juicio divino. cargando sobre sus hombros si era necesario a los mendigos enfermos en cualquier lado que los encontrasen. situados a los pies de la nave. Aparte de esta serie. situados en los altares de la nave.57 . Ambos servían como ejemplo hasta un grado heroico de las nuevas prácticas caritativas que Mañara había encomendado a la hermandad.56 de lo que era ejemplo la santa reina húngara. próximos a la entrada del templo. venían a proponer a los hermanos modelos de caridad con los que pudieran identificarse más fácilmente. expresadas en su Discurso de la verdad. la hermandad pagó en 1672 otras cuatro pinturas entregadas por Murillo y Valdes Leal en ese año. por la mayor cercanía de sus protagonistas: San Juan de Dios y Santa Isabel de Hungría curando a los tiñosos.El ciclo de las obras de misericordia encargado a Murillo se completaba con el grupo escultórico del Entierro de Cristo ejecutado por Pedro Roldán. lo que no dejó de suscitar algunas críticas cuando el cuadro de Santa Isabel de Hungría llegó a París. llevado por las tropas francesas. en el que la balanza podía inclinarse del lado de la salvación mediante el ejercicio de las obras de misericordia mostradas en la serie anterior. eran por una parte los célebres «jeroglíficos de las postrimerías» de Valdés Leal. rematados en medio punto. ocupaba el retablo mayor. o limpiando sus heridas sin volver el rostro «por muy llagado y asqueroso que esté». enterrar a los muertos. como él esperaba que hicieran los hermanos. conservados ambos en su lugar. 206 x 144 cm. probablemente. La más primitiva de las conocidas es. la llamada Concepción Grande (Sevilla. Inmaculada Concepción de El Escorial. Por su técnica puede llevarse a una fecha cercana a 1650. una iconografía de la que no fue inventor pero que renovó en Sevilla. Murillo la dotó de vigoroso dinamismo y sentido ascensional mediante el movimiento de la capa. Ya en esta primera aproximación al tema Murillo rompió decididamente con el estatismo que caracterizaba a las Inmaculadas sevillanas. a gran altura. Museo de Bellas Artes). atentas siempre a los modelos establecidos por Pacheco y Zurbarán. Madrid. que pudo conocer por algún grabado. cuando se reconstruyó el crucero de la iglesia tras sufrir un hundimiento. Museo del Prado. donde la devoción se hallaba profundamente arraigada. conforme a la visión de la portuguesa Beatriz de Silva recordada por Pacheco en sus instrucciones iconográficas. lo que permite explicar la corpulencia de su figura.Otras iconografías religiosas[editar] La Inmaculada Concepción[editar] Se conocen cerca de veinte cuadros con el tema de la Inmaculada pintados por Murillo. una cifra solo superada por José Antolínez y que ha hecho que se le tenga por el pintor de las Inmaculadas. pero Murillo prescindió por entero de los restantes atributos marianos que con carácter didáctico abundaban en . Influido posiblemente por la Inmaculada de Ribera para las agustinas descalzas de Salamanca. óleo sobre lienzo. hacia 1660-1665. pintada para la iglesia de los franciscanos donde se situaba sobre el arco de la capilla mayor. La Virgen viste túnica blanca y manto azul. la sola imagen de María bastaba a Murillo para explicar su concepción inmaculada.4558 La segunda aproximación de Murillo al tema inmaculista está relacionada también con los franciscanos. e interrumpe la escritura para mirar al espectador. en sus muy numerosas versiones posteriores. de la tradicional iconografía de la mujer apocalíptica. y es en rigor un retrato. cuadro dentro del cuadro enmarcado por columnas y festones con guirnaldas. el de fray Juan de Quirós. que en 1651 publicó en dos tomos Glorias de María. fue encargado en 1652 a Murillo por la Hermandad de la Vera Cruz que tenía su sede en el convento de San Francisco.las representaciones anteriores y. permite apreciar sutilmente que el retratado se encuentra ante un cuadro y no en presencia real de la Inmaculada. sin repetirse nunca. sentado frente a una mesa en la que reposan los dos gruesos volúmenes que escribió en honor de María. dejó sólo la luna bajo sus pies y el «vestido de sol». superpuesto al borde dorado que enmarca la imagen. con las manos cruzadas sobre el pecho y la vista elevada. acompañada por ángeles portadores de los símbolos de las letanías. El respaldo del sillón frailuno. los grandes defensores del misterio. entendido como el fondo atmosférico de color ambarino sobre el que se recorta la silueta de la Virgen. El fraile aparece retratado ante una imagen de la Inmaculada. El modelo de la Virgen. El cuadro. de grandes dimensiones y actualmente en el Palacio arzobispal de Sevilla. Sobre una peana de nubes sostenida por cuatro angelotes niños y reducido el paisaje a una breve franja brumosa.59 . es ya el que el pintor va a recrear. los amó hasta el fin». con la alegoría de la Eucaristía. texto formado con las primeras palabras del Génesis y un versículo del Libro de la Sabiduría (VIII. Y aunque es probable que a Murillo se le diesen tanto los asuntos como los textos inscritos. que podría haber sido encargada en 1678 por Justino de Neve para uno de los altares del Hospital de los Venerables de Sevilla. hacia 1678. Torre Farfán identificó entre ellos al párroco. habiendo amado a los suyos. XIII». quien se sirvió aquí de una modelo adolescente. La Inmaculada. cuya definición dogmática reclamaban sus defensores. Inmaculada Concepción de los Venerables o Inmaculada Soult. Joan Cap. a la que ya se ha hecho mención. e «IN FINEM DILEXIT EOS. el Triunfo de la Eucaristía. palabras tomadas del relato de la Última Cena en el Evangelio de Juan: «sabiendo Jesús que le había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre. y la armonía de los colores azul y blanco del vestido con el gris plateado de las nubes por debajo del resplandor levemente dorado que envuelve la figura de la Virgen. quien pudo sugerirle al pintor el complejo contenido teológico de este lienzo y de su pareja. En la Inmaculada pintada para la iglesia de Santa María la Blanca. también llamada Inmaculada Soult (Museo del Prado). años a los que pertenece la llamada Inmaculada de El Escorial (Museo del Prado). con la capa apenas despegada del cuerpo en dirección diagonal. Domingo Velázquez. Madrid. se asociaba de este modo con la Eucaristía. había preservado a María del pecado antes de todos los tiempos. óleo sobre lienzo. elemento central de la doctrina católica: la misma manifestación de amor a los hombres que había movido a Jesús al final de sus días en la tierra a encarnarse en el pan. texto que acompaña a la imagen de la Inmaculada. cabe recordar que los pintores sevillanos al ingresar en la academia de dibujo debían prestar juramento de fidelidad al Santo Sacramento y a la doctrina de la Inmaculada.45 La Inmaculada de Santa María la Blanca responde por lo demás a un prototipo creado por el pintor hacia 1660 o poco más tarde. la Virgen aparece aquí de dimensiones más reducidas al aumentar considerablemente el número de angelitos que revolotean alegres a su . El perfil ondulante de la figura. 3). son rasgos que se encuentran en todas sus versiones posteriores hasta la que probablemente sea la última: la Inmaculada Concepción de los Venerables. también incluyó retratos de devotos del misterio. 274 x 190 cm. Ambos aparecen enlazados y se explican por los textos inscritos en las filacterias dibujadas en ellos: «IN PRINCIPIO DILEXIT EAM» (En el principio [Dios] la amó). Museo del Prado. de mayor juventud que en sus restantes versiones. una de las más bellas y conocidas del pintor. A pesar de su considerable tamaño. anticipando el gusto delicado del rococó. cuando la estimación del pintor se encontraba en horas bajas. cuando se tenía. la cifra más alta que se había pagado hasta ese momento por un cuadro. en las composiciones de Francisco de . conocido a través de grabados. independientemente de su carácter devoto. siendo canjeada junto con la Dama de Elche y otras obras de arte por una copia del retrato de Mariana de Austria de Velázquez. Museo del Prado. Sacada de España por el mariscal Soult. más propios de la religiosidad medieval pero que podían encontrarse. En este caso se trata generalmente de obras de reducido tamaño. destinadas probablemente a oratorios privados. La Virgen con el Niño en figura aislada y de cuerpo entero es otro de los temas tratados con frecuencia por Murillo. que en aquel momento se consideraba la versión original del retrato. 123 x 101 cm. todavía. con un acusado sentido naturalista de la belleza femenina y de la gracia infantil.alrededor. Su posterior ingreso en el Museo del Prado se produjo como consecuencia de un acuerdo firmado entre el gobierno español y el francés de Philippe Pétain en 1940. A la influencia de Rafael. hacia 1660. con técnica aún claroscurista e. según Ceán Bermúdez. Madrid. entonces propiedad del Museo del Prado. por «superior a todas las de su mano». se debe sin duda la elegancia de los esbeltos modelos juveniles de sus Vírgenes así como la delicada expresión de los sentimientos maternales que hacen innecesario el acompañamiento de otros símbolos. óleo sobre lienzo. La mayor parte de las conservadas fueron pintadas entre 1650 y 1660.60 Jesús niño y san Juanito[editar] El Buen Pastor. fue adquirida por el Museo del Louvre en 1852 por 586 000 francos de oro. o San Juanito. Chatsworth House). la del Museo del Prado. trabajada con notable soltura de pincel y colores suaves. mirando al espectador con cierto aire melancólico y sentado en un bucólico paisaje de ruinas clásicas. en la que a la tierna expresión de la Virgen y la juguetona actitud del Niño se une la elección de una rica gama de tonalidades pastel rosas y azules. dirigido ahora al cielo. gana en expresividad. en Londres. se conocen tres versiones: la que probablemente sea la más antigua de ellas. como son la Virgen del Rosario con el Niño del Museo del Prado o la Virgen con el Niño del Palacio Pitti. Del viejo tema del Buen Pastor. Colección Lane. y una de las más divulgadas del pintor. fechable hacia 1675. lo que hace de ella una eficaz imagen devocional. con Jesús en pie conduciendo el rebaño. Una versión posterior. en el que el pequeño Bautista aparece con el rostro risueño mientras abraza al cordero con infantil frescura.61 Con idéntico aliento naturalista trató otros motivos del ciclo de la infancia de Cristo. pertenece ya a los años postreros del pintor. Los niños de la concha del Museo del Prado. de entre las que cabría recordar la versión conservada en el Museo del Prado.Zurbarán dedicadas al mismo asunto. La última versión de este tema (Fráncfort. Städelsches Kunstinstitut). anticipo del gusto rococó. Paralelamente se advierte la influencia de la pintura flamenca. llamó la atención de Gainsborough que pudo poseer una copia e inspirarse en él para su Niño con perrode la colección Alfred Beit. deja más espacio al paisaje pastoril y el rostro del Niño. pintada hacia 1660. el San Juanito y el cordero de Londres. donde el Niño Jesús y san Juanito aparecen juntos en actitud de jugar es. con un sentido de la belleza más acentuadamente dulce y delicado. interpretado por Murillo en versión infantil. en la que el Niño con gesto místico y el cordero que lo acompaña se dibujan con pincelada fluida sobre un paisaje plateado de perfiles deshechos. así en algunas de las versiones de las que existe un mayor número de copias antiguas. Su pareja en el pasado. El interés del pintor por los temas de la infancia y la propia evolución de la sentimentalidad barroca se pondrán de manifiesto también en las figuras aisladas del Niño Jesús dormido sobre la cruz o bendiciendo y del Bautista niño. en el rico tratamiento de los ropajes. Derbyshire. presenta al Niño reposando una mano en la oveja extraviada. erguido. National Gallery. obra tardía. como la Huida a Egipto (Detroit Institute of Arts) o la Sagrada Familia (Prado. bien representada en Sevilla. como . enormemente popular. llegado a Roma en 1656. aunque no exclusivamente. como contrapunto laico quizá de las escenas dedicadas a la infancia de Jesús. 140 x 108 cm. En la amplia producción de Murillo se recogen también alrededor de 25 cuadros de género. clientes también de pinturas religiosas como pudiera ser Nicolás de Omazur. con motivos principalmente. y de los bamboccianti holandeses. y con destino al mercado nórdico. Alte Pinakothek. infantiles. integradas en fondos paisajísticos reducidos —pero en todo caso mayores que en la pintura de Keil. Las primeras noticias que se tienen de casi todos ellos proceden de fuera de España. . hacia 1665-1675. que en la escala de sus figuras. importante coleccionista de las obras del pintor.64 Algunos de ellos. Las influencias que pudiera haber recibido del pintor danés Eberhard Keil.las anteriores. Múnich. aparecieron mencionados ya a nombre de Murillo en un inventario efectuado en Amberes en 1698 y a comienzos del siglo XVIII fueron adquiridos por Maximiliano de Baviera para la colección real bávara. óleo sobre lienzo. no bastan por otra parte para explicar el enfoque murillesco del género.6263 Los géneros profanos[editar] La pintura de género[editar] Niños jugando a los dados. lo que induce a pensar que fueron pintados por encargo de algunos de los comerciantes flamencos asentados en Sevilla. una imagen devocional dirigida a una piedad sencilla pero servida con una depurada técnica pictórica. como los Niños jugando a los dados de la Alte Pinakothekde Múnich. pobremente vestidos e incluso harapientos. que por su técnica y el tratamiento de la luz puede fecharse hacia 1650 o algo antes. La soledad y el aire de conmiseración con que retrató al Niño espulgándose del Museo del Louvre. con fechas que van de 1665 a 1675. retratando al niño entretenido con un mendrugo de pan y distraído con el perrillo que juega entre sus piernas mientras la abuela se encarga de su higiene. «niño con piojos saludable y hermoso». trasladando quizá a la pintura el viejo refrán. puramente anecdóticos y reflejados con espontánea alegría. como ya se ha constatado. La comparación.6566 Aunque sus protagonistas son habitualmente niños mendigos o de familias humildes.67 Esa alegría infantil es la protagonista absoluta de otro lienzo de pequeño formato tratado con pincelada vivaz y abocetada conservado en la National Gallery de Londres. el llamado Niño riendo asomado a la ventana. el que representa a una Abuela despiojando a su nieto. nacida del espíritu naturalista de su tiempo y de la atracción que en el pintor ejerce la psicología infantil. desaparecerá en las obras posteriores. sin otra anécdota que la simple sonrisa abierta del muchacho asomado a la ventana desde la que ve algo que a él le hace reír pero que a los espectadores del cuadro se les oculta.quien llena el espacio con sus figuras— y en la elección de sus asuntos. crea una pintura de género sin precedentes. sus figuras transmiten siempre optimismo pues el pintor busca el momento feliz del juego o de la merienda a la que se entregan divertidos.67 . conservado en la Pinacoteca de Múnich. ilustra el cambio de actitud: las notas de tristeza y soledad han desaparecido por completo y lo que atrae al pintor es el espíritu infantil siempre dispuesto al juego. en su pintura religiosa. puesta de manifiesto también. propuesta ya por Diego Angulo. entre el Niño espulgándose del Louvre y otro cuadro de asunto semejante pero de fecha posterior. París. Dulwich Picture Gallery.  Tres muchachos (Dos golfillos y un negrito). Museo del Louvre.  Niño riendo asomado a la ventana. Londres. hacia 1670. hacia 1675. National Gallery.  Niño espulgándose. hacia 1650. Londres. . con sus reacciones espontáneas. le invita a participar en el juego. son los dos conservados en la Dulwich Picture Gallery: Invitación al juego de pelota a pala. aunque pudieran estar inspirados también en refranes o relatos de corte picaresco.69 La llamada Muchacha con flores de la Dulwich Picture Gallery. dedicado a La Música. llega hasta donde se encuentran otros dos muchachos dispuestos a merendar y con gesto amable les pide un pedazo de la tarta que van a comer. de aspecto pícaro. su esclavo. Baco y el Amor.Cuadros como Dos niños comiendo de una tartera y Niños jugando a los dados —juego desaprobado por los moralistas—. pero quizá con mayor contenido argumental. pues Omazur era también propietario de un cuadro. atraído por los desheredados y la gente sencilla. que no han podido ser identificados.70 Podría tratarse de los dos cuadros representando dichas estaciones del año que Nicolás de Omazur adquirió en la testamentaría de Justino de Neve. National Gallery of Art) retrató probablemente una escena de burdel. De tono similar. y no serían además las únicas alegorías pintadas por Murillo.71 . nacido en 1657. y que son capaces de sobrevivir con sus limitados recursos gracias a la vitalidad que les otorga su propia juventud. responde en cambio mejor al género alegórico y puede interpretarse como una representación de la Primavera.68 Con el mismo tono amable y anecdótico. que refleja las dudas del niño enviado a hacer algún recado cuando otro. cuya pareja podría ser la personificación del Verano en forma de joven cubierto con turbante y espigas. conservados ambos en la pinacoteca de Múnich. en el que Murillo podría haber retratado a Juan. recientemente ingresada en la National Gallery of Scotland. como se viene señalando desde el siglo XIX. y el llamado Tres muchachos o Dos golfillos y un negrito. en Dos mujeres en la ventana (Washington. no parecen responder a otra intención que la de retratar con tono amable a grupos de niños que manifiestan su alegría en el juego o comiendo golosos. tenida alguna vez por pintura de género y confundida con una vendedora de flores. a lo que uno de ellos reacciona divertido en tanto el que tiene la tarta intenta ocultarla entre sus manos con gesto temeroso. cuya leve anécdota permite al pintor confrontar diversas reacciones psicológicas ante un hecho inesperado: un niño negro con un cántaro al hombro. actualmente en paradero desconocido. tanto por el formato como por su contenido alegórico. canónigo de la catedral. uno más juvenil. de rica tradición nórdica. Museo del Prado. Retratos de cuerpo entero como el de Don Andrés de Andrade del Metropolitan de Nueva York o el Caballero con golilla del Museo del Prado. una de las últimas obras del pintor. a lo que no sería ajeno el gusto de los clientes. fechada con precisión en 1680 cuando el modelo. y . acusan la doble influencia de Velázquez y Anton van Dyck que volverá a exhibir con notable maestría. contaba 25 años. 1672. los retratos pintados por Murillo se encuentran repartidos a lo largo de toda su carrera y presentan una notable variedad formal. 83 x 73 cm. Es este el formato elegido también para sus dos autorretratos. Los retratos de Nicolás de Omazur (Museo del Prado). sentado en su escritorio. con el acento puesto en la dignidad del personaje retratado.Retratos[editar] Nicolás de Omazur. colección duques de Alba). como el de su esposa Isabel de Malcampo —conocido solo por una copia—. El del canónigo Justino de Neve (Londres. óleo sobre lienzo. responde perfectamente a modelos propios del retrato español. que se finge pintado sobre una piedra de mármol al modo de un relieve clásico. pincelada fluida y sobriedad de color. con un perrillo faldero a sus pies y ante un elegante fondo arquitectónico abierto a un jardín. en el retrato de Don Juan Antonio de Miranda y Ramírez de Vergara (Madrid. responden por el contrario al gusto más específicamente flamenco y holandés. de medio cuerpo e inscritos en un marco ilusionista. National Gallery). Madrid. símbolos propios de la pintura de vanitas. al retratarlos llevando en las manos ella unas flores y él una calavera. Aunque su número es relativamente reducido. Los recursos de la iglesia se dedicaron a la caridad. óleo sobre lienzo. Barber Institute. 179 x 235 cm. con toques orientalizantes también en el mantel. que le encargaron tanto obras de devoción para sus oratorios privados como escenas de género. luego marqués de Legarda. inscrito en un marco oval a la manera de un trampantojo y acompañado por las herramientas propias de su oficio. Murillo no recibió nuevos encargos de esa envergadura. Muy singular y ajeno a todos estos modelos es el Retrato de Don Antonio Hurtado de Salcedo. hacia 1670-1675. colección particular). con la escopeta apoyada en tierra y en compañía de un sirviente y tres perros. de frente y erguido. Nada en él recuerda a los retratos pintados por Velázquez de miembros de la familia real en traje de caza. parece más cercano a ciertas obras de Carreño con posible influencia vandyckiana. como el canónigo Justino de Neve y los comerciantes extranjeros establecidos en Sevilla. y al contrario.7273 Últimos trabajos y muerte[editar] Las bodas de Caná. pintado para sus hijos.el de la National Gallery de Londres. The Barber Institute. Un nuevo ciclo de malas cosechas llevó a la hambruna de 1678 y dos años después un terremoto causó serios daños. Nicolás de Omazur. llegado a Sevilla hacia 1669. Birmingham. retrato de gran formato por ir destinado a ocupar un lugar de privilegio en la casa de su cliente. además de un variado repertorio de objetos de bodegón. establecido en Cádiz hacia 1662. aplazando el embellecimiento de los templos. llegó a reunir hasta 31 obras de Murillo. espléndidamente pagada. Bielato falleció en 1681 dejando al convento de . también llamado El cazador (hacia 1664. Con todo a Murillo no le faltó el trabajo gracias a la protección dispensada por sus viejos amigos. Tras la serie del Hospital de la Caridad. El banquete de bodas permite a Murillo representar una escena de vivo colorido y diversidad de vestuario. Otro de esos comerciantes aficionado al pintor fue el genovés Giovanni Bielato. alguna tan significativa como Las bodas de Caná de Birmingham. al que retrata en plena montería. con el gran cántaro de cerámica como eje de la composición. había participado aún en uno de los repartos de pan organizados por la Hermandad de la Caridad. hacia 1670). Solo unos días antes. cuatro lienzos pequeños que le había encargado Nicolás de Omazur y el gran lienzo de los Desposorios místicos de santa Catalina para el altar mayor de los capuchinos de Cádiz. en el que nombraba albaceas a su hijo Gaspar Esteban Murillo. muriendo a causa de ella poco tiempo después. La caída. con un nuevo y admirable repertorio de mendigos. el cuadro grande de los Desposorios de Santa Catalina. se relaciona precisamente con este encargo. entre otras obras.75 76 En él declaraba que dejaba sin acabar. le produjo una hernia que «por su mucha honestidad» no se dejó reconocer. en el propio convento gaditano. el 28 de marzo. siendo completado por su discípulo Francisco Meneses Osorio.77 . va fechado en Sevilla el mismo día de su muerte.71 La leyenda de su muerte. clérigo. pues habría muerto como consecuencia de una caída del andamio cuando pintaba. a quien corresponden íntegros los restantes lienzos del retablo conservados todos ellos en el Museo de Cádiz. Además legó a los capuchinos de Cádiz cierta cantidad de dinero que emplearon en la pintura del retablo de su iglesia. sostenía Palomino. a Justino de Neve y a Pedro Núñez de Villavicencio. dispersos en la actualidad en diversos museos. Entre ellos figuraba una nueva versión en formato apaisado del tema de Santo Tomás de Villanueva dando limosna (Londres.capuchinos de su ciudad natal los siete cuadros de Murillo de diferentes épocas que poseía. encargado a Murillo. The Wallace Collection. sobreviniéndole la muerte el 3 de abril de este año. del que pudo completar sólo el dibujo sobre el lienzo e iniciar la aplicación del color en las tres figuras principales. tal como la refiere Antonio Palomino.74 Lo cierto es que el pintor comenzó a trabajar en esta obra sin salir de Sevilla a finales de 1681 o comienzos de 1682. y su testamento. de quien se conocen algunos dibujos muy próximos a los de Murillo. sus cuadros con asuntos infantiles (Niños jugando a los dados. lo que le permitió entrar en contacto con la pintura de Mattia Preti. pues se apartó de él tanto en la composición. de una influencia superficial. cuya ejecución hubo de completar Francisco Meneses Osorio. en sus obras más personales se advierte junto con la influencia murillesca la más retardataria de Zurbarán. llenando con su influjo buena parte de la pintura sevillana de la centuria siguiente. De los discípulos directos el mejor conocido y más cercano es Francisco Meneses Osorio.Discípulos y seguidores[editar] Los desposorios místicos de santa Catalina. amigo más que discípulo y caballero de la Orden de Malta. centrada en la imitación de modelos y composiciones. Cádiz. Pintor independiente desde 1663. sin alcanzar ninguno de sus seguidores el dominio del dibujo ligero y suelto ni la luminosidad y transparencia del color propia del maestro. que completó el trabajo iniciado por Murillo en el retablo de los capuchinos de Cádiz. En las últimas décadas del siglo XVII la pintura amable y sosegada de Murillo. Museo del Prado) apenas recuerdan los del maestro si no es por el tema. La muerte sorprendió a Murillo cuando trabajaba en las pinturas para el retablo mayor de la iglesia de los capuchinos de Cádiz al que pertenecen los Desposorios místicos de santa Catalina. No obstante. Sus obras al óleo sin embargo nunca pasan de discretas y acusan diversidad de influencias. 449 x 325 cm. con sus modelos de Vírgenes y santos impregnados de una sentimentalidad dulce y delicada. se impuso en Sevilla a la más decididamente barroca y de tintes dramáticos de Valdés Leal. Otro tanto ocurre con Cornelio Schut. Personalidad singular es la de Pedro Núñez de Villavicencio. Museo de Cádiz. Se trata. quien llegó a Sevilla probablemente ya formado como pintor. óleo sobre lienzo. siempre más . sin embargo. quien solo . probablemente por trazar un paralelismo con Velázquez y Juan de Pareja. en este caso de carácter religioso. llevadas por un tal lord Godolphin que en 1693 habría comprado por un elevado precio el cuadro titulado Niños de Morella. se estima un cuadro de Murillo.abigarrada en el discípulo. documentado en 1698 en la misma ciudad donde ambos cuadros fueron adquiridos para Maximiliano II. que compró cuantas obras pudo y entre ellas gran parte de las que actualmente se conservan de su mano en el Museo del Prado. incluida en la edición latina de 1683 de la Academia nobilissimae artis pictoriae del pintor y tratadista Joachim von Sandrart. probablemente el que actualmente se conoce como Tres muchachos.82 Pero el impulso decisivo para la mayor extensión de su fama vino dado por la primera biografía dedicada al pintor. en la que empleó pinceladas cargadas de pasta. ni de Van-Dick. estuvieron Juan Simón Gutiérrez y Esteban Márquez de Velasco. para granjear el aura popular!». y Niños jugando a los dados. y a Inglaterra. sirvieron a la corte durante su estancia en Sevilla de 1729 a 1733. subastado con la colección del ministro plenipotenciario inglés en Roma.7879 Vinculados a la pintura de Murillo. sobre quien se tejió una leyenda que lo hacía el «esclavo pintor» de Murillo. y Sebastián Gómez. murillesco en el gusto por lo delicado y lo tierno. en Amberes posiblemente desde 1658. Por esas fechas no quedaba ya en Sevilla ninguna de sus pinturas de género y Palomino escribía. un momento de gloria para la pintura de Murillo dada la afición que le demostró la reina Isabel de Farnesio. fuera de España. principalmente escenas de género como Niños comiendo uvas y melón. con cierto distanciamiento pues lo que se valoraba era la dulzura del color antes que el dibujo. como en la técnica.81 Recepción y valoración crítica[editar] Cuadros de Murillo se documentan desde fechas tempranas en colecciones flamencas y alemanas. junto con Domingo Martínez. que «así hoy día. más que uno de Ticiano. el pintor de las Divinas Pastoras.80 Ambos. la influencia de Murillo se adentra en la primera mitad del siglo XVIII. sin que quepa precisar el grado de relación personal. donadas por el comerciante Giovanni Bielato. También antes de terminar el siglo llegaron algunas de sus obras a Italia. Con Alonso Miguel de Tovar y Bernardo Lorente Germán. de quienes han llegado algunas obras de cierta calidad muy influidas por el maestro. ¡Tanto puede la lisonja del colorido. nada en la biografía de Sandrart era cierto. ninguna de sus pinturas había entrado en las colecciones reales cuando en 1700 se hizo su inventario.mencionaba a Velázquez. pero incluyéndolo entre los italianos. Aunque Mengs. una de ellas. firmada por el conde de Floridablanca.84 Será precisamente la biografía que le dedique Palomino. valoraba ante todo a Velázquez y juzgaba la pintura de Murillo de dos estilos diferentes. lo que pudo influir en la adquisición de diecisiete obras del pintor por Isabel de Farnesio durante la estancia de la corte en Sevilla entre 1729 y 1733. una Magdalena penitente actualmente en el museo de la Real Academia de Bellas Artes . y que Carlos II lo había llamado a la corte. al punto que en 1779 se dictó una orden. pero los efectos de esta disposición debieron de ser muy limitados. lo que el pintor habría descartado por su avanzada edad. e imaginar su entierro acompañado de solemnísimas exequias. causando general asombro. y aunque con algunas imprecisiones. ilustrada además con su autorretrato. excepto el dato del nacimiento en Sevilla y el año de su muerte. En realidad. publicada en 1724.85 La orden añadía que quienes deseasen vender obras del pintor podían en todo caso dirigirse al rey para ofrecerlas en venta y que fuesen así incorporadas a las colecciones reales. su prestigio continuó aumentando a lo largo del siglo XVIII y con él la exportación de sus obras. para extraherlos fuera del Reyno».] que algunos extranjeros compran en Sevilla todas las pinturas que pueden adquirir de Bartolomé Murillo. llevando el féretro «dos marqueses y cuatro caballeros de diversas órdenes. pues sólo tres de sus obras se incorporaron en este periodo a la Corona. la mejor base para el conocimiento y valoración ulterior del artista. pero demostraba la elevada estima en que lo tenía al situarlo al nivel de los pintores italianos. con acompañamiento de gentío innumerable». y de otros célebres pintores. En ella daba cuenta de la elevada cotización que alcanzaban sus obras en el extranjero. siendo por tanto Murillo el único de los españoles con biografía propia. como «nuevo Pablo Veronés».83 En contraste. el primero de mayor fuerza por atenerse al natural y el segundo de mayor «dulzura». cuyos retratos habían asombrado a los romanos. por la que se prohibía expresamente vender a compradores extranjeros sus cuadros. pues «había llegado a noticia del Rey [. y dedicaba una biografía a José de Ribera... y a pesar de que Antonio Palomino afirmaba que una Inmaculada de Murillo se había expuesto en Madrid en 1670. Primer Pintor del rey Carlos III y teórico de la pintura. que copió su Santa .3 cm. Gemäldegalerie Alte Meister. con una carga erótica poco usual en la pintura española. tras la salida de muchas de sus obras con destino al Musée Napoléon. fue adquirido a nombre de Murillo por el landgrave de Hesseantes de 1765.de San Fernando. Confiscado por las tropas francesas. y las copias de obras de Murillo hechas por Gainsborough. muchas de las cuales nunca volvieron a España. lo que no impidió que continuasen las dudas acerca de su autoría reivindicada tras la aparición en colección particular de una segunda versión del mismo asunto de autografía indiscutida.87 La recepción de Murillo en Francia fue más tardía al ser silenciado por André Félibien. El mariscal Jean de Dieu Soult se incautó en Sevilla de numerosas obras del pintor. decomisada en la aduana de Ágreda cuando se pretendía exportar ilegalmente. Buena muestra del interés suscitado por la pintura de Murillo en Inglaterra durante el siglo XVIII es el autorretrato del pintor William Hogarth con su dogo. En 1930 se descubrió la firma del pintor tras una limpieza. 196. el precio más alto pagado hasta entonces por una pintura. se expuso en el Louvre de 1807 a 1815. Al subastarse su colección en París en 1852 se pagaron 586 000 francos por la conocida como Inmaculada de Soult. Otros lotes importantes de pinturas de Murillo salieron a subasta en París y Londres con las colecciones del banquero Alejandro María Aguado y Luis Felipe I. El cuadro. óleo sobre lienzo. ya en el siglo XIX.5 x 245. inspirado en el autorretrato del sevillano. Devuelto a sus propietarios fue considerado obra italiana y atribuido por el museo a Simone Cantarini. Kassel.86 José y la mujer de Putifar. Sin embargo ya en el siglo XVIII llegaron algunas de sus obras al país. quien llegó a poseer un San Juan Bautista en el desierto considerado actualmente como trabajo de taller. tras su exposición en la Galería Española del Louvre entre 1838 y 1848. catorce de ellas para su propia colección. Entre quienes en Francia apreciaron y elogiaron la obra de Murillo se cuenta el pintor romántico Eugène Delacroix. y será allí donde la popularidad del pintor alcance el punto culminante. hacia 1645. entre ellas dos pinturas de género propiedad de la condesa de Verrue y cuatro obras religiosas adquiridas para el Louvre por Luis XVI junto con el Joven mendigo. Con Théophile Gautier Murillo iba a consagrarse como el «pintor del cielo». August L. quienes trazarán una biografía del pintor basada en la documentación y despojada de mitos. ya en el siglo XX. 2. lo tendrá como uno de los más grandes artistas de todos los tiempos. Mayer o Diego Angulo Íñiguez.88 Mucha responsabilidad en ese declive en la valoración crítica tuvieron las múltiples copias de muy mala calidad que se hicieron de sus obras en todo tipo de soportes. considerando el Autorretrato de Londres superior a los retratos velazqueños. aunque no faltasen tampoco los críticos que como Louis Viardot acusaron al pintor de caer en exceso en la vulgaridad con sus nada idealizados tipos populares. p. modelo de belleza femenina. en tanto Velázquez lo era de la tierra. Catalina. Tras él. tarea a la que se entregarán. el catálogo depurado de su obra completa. p. a la vez que este último presentaba en 1980. 220. olvidando juzgarle. entre otros. Museo Goya). en exceso dulce y falto de tensión dramática además de propagandista de la religión católica. en vísperas del tercer centenario de su muerte. tras visitar la Galería Española del Louvre. Carl Justi. del mismo modo que el realista Henri Fantin Latour iba a dejar su personal versión del Niño mendigo (Castres.86 Véase también[editar]  Anexo:Galería de cántaros y lozas en Murillo  Categoría:Cuadros de Bartolomé Esteban Murillo  Museo Casa de Murillo Referencias[editar] Notas[editar] 1. cuando por toda Europa su fama comenzaba a declinar entre los críticos. . pero también por su «curioso idealismo». Volver arriba↑ Murillo (1617-1682). el gran biógrafo de Velázquez. en «su medio y en su tiempo». Volver arriba↑ Murillo (1617-1682). acusado de ser un pintor empalagoso. texto de Ellis Waterhouse. admirable por el realismo de sus lienzos en el que «la belleza sigue siendo un pedazo de la naturaleza». según Enrique Lafuente Ferrari. desde estampas devotas y calendarios a cajas de bombones. Jacob Burckhardt. 101. y Wilhelm von Bode sostuvieron el prestigio del pintor en Alemania ya en la segunda mitad del siglo XIX. 7. pp. pp. 55 y 106. Antonio Domínguez Española (1988).Volver arriba↑ Murillo. 349-350. Véase también.Volver arriba↑ Navarrete-Pérez Sánchez (dir). España. 19. 411. Suzanne. «Aproximación al estudio del mercado de cuadros en la 18. Iconografía. 31. momentos de su carrera posterior. p. 1986.Volver arriba↑ Murillo (1617-1682). pp 58-60. pp. 222. 34. 23 y 34-35. 69. Ortiz. 137-160. Los Siglos de Concepción en el arte español». judíos. tras el 23. Volver arriba↑ Hereza (2107). «La Sevilla de Murillo». La licencia para 22. 355. . Antonio Domínguez Ortiz. p. 365-366. véase Kinkead (2006). Pintura barroca en España. 12. Cabrera».Volver arriba↑ Murillo (1617-1682). cap. «La Sevilla de Murillo». El museo pictórico.Volver arriba↑ Pérez Sánchez.Volver arriba↑ Palomino. 45 y 52. pp.Volver arriba↑ Murillo (1617-1682). tomo Ortiz.Volver arriba↑ Tratos comerciales de diversa naturaleza convento Casa Grande de San Francisco». de nueve. ni penitenciados por el Santo Oficio de la Claustro Chico del convento de San Francisco de Sevilla». pp. Volver arriba↑ Hereza (2107). 35. p. pp. p. Volver arriba↑ Pérez Sánchez. declarándose mujer legítima de Bartolomé Murillo y haciéndose llamar «Dª Beatriz de Sotomayor y 37. pp. 17. testamento. 16-19. p. pp. «La Sevilla de Murillo». Francisca Murillo. 47.Volver arriba↑ Murillo (1617-1682). p. 58. Inquisición. 21. p. pp. El museo pictórico. de ocho.Volver arriba↑ Navarrete-Pérez Sánchez (dir). Concepción durante el reinado de Felipe III".Volver arriba↑ Acerca de la sustracción y dispersión de la correspondiente examen de limpieza de sangre. Volver arriba↑ Navarrete Prieto. pp. 224.Volver arriba↑ Murillo (1617-1682). Gaspar Esteban. Pintura barroca en España. Volver arriba↑ Murillo (1617-1682). pp. p. El joven Murillo. pp.Volver arriba↑ Bennasar y Vincent.Volver arriba↑ Murillo (1617-1682). p. "La Inmaculada Ortiz. 9. En su 36. 410. 29-30. Cuadernos de Arte e Oro.Volver arriba↑ Kinkead (2006). nº 210. de 15 días».Volver arriba↑ Martín Morales. pp. 13. En Biblioteca Luis viajar a América otorgada por la Casa de Contratación a su Ángel Arango. 26. 361-362. 142-144. p. de dos. «La Sevilla de Murillo». Revista de la Fundación Universitaria 15. 30. 22-26.Volver arriba↑ Murillo (1617-1682).Volver arriba↑ Murillo (1617-1682). pp. 410-411.. 25. Consultado el 2 de diciembre de 2013. 6.↑ Saltar a:a b Palomino. en la misma obra colectiva. pp 136-138.Volver arriba↑ Murillo (1617-1682). El joven Murillo. 17. 116. Ortiz. Gabriel Murillo. Archivo Hispalense. ni que no son de los prohibidos a pasar a 24.Volver arriba↑ Murillo (1617-1682). 350-351. III. hermana María Murillo y su esposo. Volver arriba↑ Navarrete Prieto. 352. de catorce años. Volver arriba↑ Valdivieso (2010). ni que son de los nuevos convertidos a la en Navarrete-Pérez Sánchez (dir). 50. y a 4.Volver arriba↑ Stratton. Antonio Domínguez 33. véase Ignacio Cano Rivero. 45. Murillo. (2009).Volver arriba↑ Murillo (1617-1682). 211-219. 260-267.3. santa fe católica. 57 y 112. 16. dejaba por herederos a sus hijos José Esteban p. «La Inmaculada 14. Francisco Manuel. 43-45 y 51. p. También declaraba no saber escribir. p. Pintura barroca en España. etc.Volver arriba↑ Murillo (1617-1682). «Conjuntos declaraba «cristianos viejos limpios de toda mala raza de desaparecidos y dispersos de Murillo: la serie para el moros. tomo I. los serie. pp. 8.Volver arriba↑ Palomino. 194.Volver arriba↑ Murillo (1617-1682). 20. 29.Volver arriba↑ Pérez Sánchez. 202- 27. el estudio 10. Antonio Domínguez 32. Pintura barroca en España. pp. 2. pp. pp. «El Claustro Chico del 11. iconográfico de Odile Delenda. pp. Antonio Domínguez Sevilla barroca (1600-1670)». «María Morillo (sic) que así quiero que se llame de edad 5. 356.↑ Saltar a:a b c Pérez Sánchez. El museo pictórico. «La Sevilla de Murillo». 205. con el Nuevo Mundo se documentan en distintos 28. Gabriel (Pintor). 69-93. las Indias». 349. 78.Volver arriba↑ Murillo (1617-1682).Volver arriba↑ Murillo (1617-1682). «pintura Iconografía. 72. Pintura barroca en España. pp.↑ Saltar a:a b Brown (1990). pp.Volver arriba↑ Pérez Sánchez.38. 164-172.Volver arriba↑ Valdivieso. p.Volver arriba↑ Pérez Sánchez. 74.Volver arriba↑ Brown. explicaba que. 42. pp. 104. Suzanne. 224 y 252. Brown. Kimbell Art Museum. rechazó escandalizado tales 50.Volver arriba↑ Murillo (1617-1682).Volver arriba↑ Ceán Bermúdez. 70. p. 375 y ss. a través de un agujero en los pantalones sugiere ciertas 48. pp. la almoneda. p.Volver arriba↑ Murillo (1617-1682). 65. principalmente. Cuadernos de Arte e de figuras de Fort Worth. Diccionario histórico de los pero sin que en ningún caso cupiese entender por ello más ilustres profesores de las Bellas Artes en España. algunas otras escenas de género.Volver arriba↑ Valdivieso (2010). 417-418. el llamado Grupo Concepción en el arte español».Volver arriba↑ Valdivieso.Volver arriba↑ Pérez Sánchez. 158 y 176. p. 356. Murillo. p.Volver arriba↑ Murillo (1617-1682). 63 y 188-190. 68. y admitía únicamente que las protagonistas de Dos mujeres 52. Concepción durante el reinado de Felipe IV". 75... pp. 362-363.. 41.Volver arriba↑ Valdivieso. 73-74. p. 228-235. según afirmaba. 118. «que esta escena contiene una incitación al contacto Madrid. 52-53. 49. «La Inmaculada espulgando a un niño o. 70. p. 66 y 192. En Brown (1990). prácticas sexuales prohibidas que obviamente excitaban a alguno de los clientes del artista». .Volver arriba↑ Brown (1982-1983). Imágenes e ideas. 23-24. 76. Pintura barroca en España. p. 77. en efecto. 353-359. pp. 179-185. 35-43. "La Inmaculada una prostituta y a una alcahueta. 56. 278. p. pp.Volver arriba↑ Palomino. Imprenta de la viuda de Ibarra. 444. sugerencias.Volver arriba↑ Murillo (1617-1682). el erotismo de la composición de Murillo 46.Volver arriba↑ Kinkead (2006). 203-204. Pintura barroca en España. 201. pp.Volver arriba↑ Murillo (1617-1682). 201-202. 39. afirmando equivocadamente que la 51. 103. 359.Volver arriba↑ Murillo (1617-1682). pp 97-101. El museo pictórico. pp. 64. Murillo.↑ Saltar a:a b Murillo (1617-1682). sexual o carnal». Murillo.↑ Saltar a:a b c Stratton. 181.Volver arriba↑ Murillo (1617-1682).Volver arriba↑ Cit. 197. El museo pictórico. 73. 74.Volver arriba↑ Valdivieso (2010). 417. p.Volver arriba↑ Pérez Sánchez. 73.Volver arriba↑ Murillo (1617-1682).Volver arriba↑ Palomino. 170. IV. 2. 54. hecho por los albaceas testamentarios y los resultados de 62. tomo I. 66. p. 174. 122-126. «a primera vista. 279. 205.Volver arriba↑ Brown. pp. Murillo. tomo II. 63-65. pero la visión del trasero del muchacho 47. p. pp.Volver arriba↑ Murillo (1617-1682). 67-69. 61-63 y 180. p. pp. a la ventana pudieran ser. sugirió 43. 358.Volver arriba↑ Murillo (1617-1682). p. parece moderado. pp. por su parte.Volver arriba↑ Valdivieso. pp. 360-361. 40. pp. cap. Imágenes e ideas.. pp. pp. 69. 71. 1800. 55. pederastia era perseguida en Sevilla por la Inquisición.↑ Saltar a:a b Murillo (1617-1682). 166 y 248. Revista de la Fundación Universitaria libidinosa» que. 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