BAKELITAS Creando Futuro

May 8, 2018 | Author: Antonia Acosta | Category: Plastic, Technology, Nature


Comments



Description

BaquelitasCreando Futuro Bakelites Creating the future Museo Nacional de Artes Decorativas Madrid, del 23 de octubre de 2015 al 17 de enero de 2016 Coordinación Luis F. Martínez Montiel Luis Caballero García Rafael Ortiz Domínguez A Rosalía por su infinita paciencia y a nuestros hijos Rafa, Rosalía, Paula y Miguel. R. O. Catálogo de publicaciones del Ministerio: www.mecd.gob.es Catálogo general de publicaciones oficiales: publicacionesoficiales.boe.es Edición 2015 MINISTERIO DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTE Edita: © SECRETARÍA GENERAL TÉCNICA Subdirección General de Documentación y Publicaciones © De los textos y las fotografías: sus autores NIPO: 030-15-238-0 ISBN: 978-84-8181-626-6 Depósito Legal: M-31959-2015 Imprime: XXXXXXXXX Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47). Hay objetos que, por su cercanía, por su cotidianidad, nos acompañan durante años, sin que apenas les dediquemos alguna leve mirada. Solo cuando nos faltan, o cuando los volvemos a ver ya fuera de su contexto y en otro tiempo que no es el que compartíamos, abren la puerta de su presencia para hacerse de nuevo visibles, evocadores y, por qué no decirlo, nostálgi- EXPOSICIÓN CATÁLOGO camente amados. Muchos de los que recuperamos en esta muestra han habitado, seguro, los estantes de nuestra memoria durante mucho tiempo. Un tiempo en el que la baquelita, el Organiza Coordinación material de los mil usos, quedó olvidado pero latente. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte Luis F. Martínez Montiel Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes Rafael Ortiz Domínguez Luis Caballero Para desentrañar ese universo tan cercano, pero a la vez tan abandonado, se plantea esta Comisariado singular exposición: un acontecimiento que nos permite articular una nueva forma de apre- Luis F. Martínez Montiel Autores de los artículos ciar estos maravillosos diseños hechos en plástico y, a la vez, poner en valor aquellos objetos, Rafael Ortiz Domínguez Luis F. Martínez Montiel aparentemente intrascendentes, que poblaron las casas de nuestros abuelos y a los que nunca Mercedes Fernández Martín Coordinación Concha García-Hoz Rosales prestamos mucha atención. Luis Caballero José Ramón Barros Caneda Fernando Sáez Pradas Baquelitas, una de las primeras exposiciones de su género en nuestro país, si no la prime- Proyecto museográfico Frade Arquitectos Colaboradores en el Inventario ra, puede entenderse como un punto de partida, un experimento iniciático que alegrará a los Alberto Arenillas Macho entendidos y divertirá a los que simplemente se dejen vagar entre sus recuerdos. La muestra, Diseño gráfico Antonio M. González Castro fruto de la paciencia infinita de un coleccionista audaz y sagaz a un tiempo, abrirá nuevos en- Alberto Contreras Antonio Montero González foques que, con total seguridad, conducirán en el futuro a nuevas metas. Podrá ser valorada, Montaje Diseño y maquetación discutida e incluso abiertamente criticada, pero estamos convencidos de que constituirá una Artec Alberto Contreras referencia ineludible para el estudio del diseño de estos mágicos materiales. Museo Nacional de Artes Decorativas Fotografías Por ello, la apuesta del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, al apoyar esta expo- Transporte Claudio del Campo Moyano y Rafael sición en el Museo Nacional de Artes Decorativas, es una invitación a valorar nuestro patri- Traducciones monio más cercano, poniéndolo en el punto de mira, para que su conservación y su disfrute, Seguros Nóvalo eLinguistic Services pasen del gélido mundo de la teoría al más deleitable de la práctica. Martínez y Tríbez Comunicación Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes Museo Nacional de Artes Decorativas Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ÍNDICE Baquelitas. Creando el futuro Luis F. Martínez Montiel 9 ¿Qué es lo que hace a los hogares de hoy día tan diferentes, tan atractivos? Mobiliario de plástico en la vivienda moderna M.ª Mercedes Fernández Martín 30 Juguetes de plástico Concha García-Hoz Rosales 37 El brillo de las cajas José Ramón Barros Caneda 42 Y el mundo se hizo de plástico. Diseño, publicidad y merchandising Fernando Sáez Pradas 48 INTRODUCCIÓN 55 LA TRASMUTACIÓN DE LA MATERIA 59 EL CÓMPLICE DEL OCIO 95 EL CORAZÓN DEL HOGAR 123 LA CAJA DEL MISTERIO 149 INVENTARIO 185 cada de los treinta del siglo pasado. La alquimia ha- Baquelitas. Creando el futuro bía resucitado, si es que alguna vez estuvo muerta. Luis F. Martínez Montiel En la búsqueda de los investigadores, por primera Universidad de Sevilla vez un material se transformaba en cualquier cosa factible de ser imaginada y hacía posible los sue- En Un paraíso al alcance de todos..., el alemán ños de creación y acercamiento de todas las clases John Adolphus Etzler planteaba quizás la prime- sociales a objetos hasta entonces impensables. ra utopía basada en los nuevos descubrimientos. Surgidos, como dice Ezio Manzini (1985: 54), del El plástico, decía en 1833, se puede convertir en “compromiso entre lo posible y lo pensable, es decir el material universal para la creación y con visión entre tecnología e idea”, se convertirá en el material casi premonitoria añadía “este podrá ser moldeado, que cambiaría el mundo conocido, en una forma tan por máquinas, en cualquier forma y si se conside- contundente que en 1979 la producción de plásticos ra necesario vitrificado, para hacerlo virtualmente superó por primera vez a la de acero (Katz, 1996: 63). indestructible” (Etzler, 1842: 61). Sin embargo, y pese a que lo intentó en numerosas ocasiones, sus No obstante, el origen de esta auténtica revolu- planteamientos no fueron escuchados, quedando ción se deberá situar en las décadas centrales del en el olvido hasta, que poco a poco y sin hacer ruido, siglo xix, aunque los plásticos naturales, es decir, los acontecimientos le fueron aquellos materiales presentes dando la razón. Ese extraño en la naturaleza y susceptibles tesoro común, en el que preten- de ser moldeados a través del día convertir la tierra, y contra calor, son conocidos desde ci- el que algunos como Thoreau vilizaciones tan antiguas como llegaron a postularse por sus la egipcia. Materias como el implicaciones medioambienta- ámbar, la cera, el cuerno, el les, era más un deseo que una carey, el betún, la goma laca, realidad, en un momento en el el bois durci o la gutapercha, que tan solo, incipientemente, los como hemos dicho, llama- empezaban a dar fruto lospri- dos plásticos naturales, tuvie- meros intentos por hallar la pie- ron un importante desarrollo en dra filosofal contemporánea. el siglo xix, cuando se convirtie- ron en los claros precedentes Sometido a duras críticas de los plásticos tal y como hoy por sus implicaciones ecológi- se conocen. Las técnicas con cas, el mundo del plástico es, las que estos fueron trabaja- en nuestros días, un complejo dos, el calentamiento y presión campo en el que adentrarse. En N.º Inv. 181, 289 en moldes darían pie, primero nuestro favor juega, desde luego, la belleza y utilidad al trabajo con los plásticos semisintéticos y pos- de las piezas que se contemplan y la certeza de que teriormente con los plásticos propiamente dichos. si antes se dieron las edades de piedra, hierro o co- bre, ahora habitamos la Edad de Plástico desde hace Como ya se dijo, desde mediados del siglo xix el ya más de cien años. Dejando a un lado esas críticas, uso de estos plásticos naturales fue desarrollándose y a sus detractores y defensores situados en los considerablemente. Así, la goma laca, obtenida de la extremos, argumentando verdades difícilmente re- secreción de un tipo específico de escarabajo, que batibles por ambos lados, pretendemos situarnos en vive en ciertos árboles de la India o Burma, era mez- una premisa incuestionable: la trascendencia de su clada con materiales como serrín o polvo de pizarra creación, uso y desarrollo y, sobre todo, nos reforza- para fabricar, mediante calentamiento y moldeo mos en la convicción de que un mundo sin el plástico a presión, objetos tan diversos como espejos con es, en la actualidad, tan utópico como lo fueron, en el reversos de finos detalles decorativos [Inv. 181], momento de su expansión, las nuevas posibilidades gramófonos y sobre todo para fabricar los estuches que abría. La presencia del futuro se hacía palpable de los, por entonces, recién aparecidos daguerrotipos con la revolución tecnológica que se llevó a cabo des- [Inv. 203] (Krainic & Krainic, 1988: 24). Por su lado de su descubrimiento, pero sobre todo desde la dé- la gutapercha, lograda de la resina del Palaquium, 9 tentaría en 1844, haciéndolo mundialmente cono- rentes nombres como xilonite, ivorita o parkesine, rio de Gante, Bélgica, Baekeland sería el prototipo cido (Dubois, 1972: 14). Los productos que se deri- debido este último al nombre de uno de sus descu- de científico inventor dedicado toda su vida a ello. varon de estos procesos fueron muy variados, desde bridores, Alexander Parkes. El compuesto se conse- En ese sentido se debe recordar que, incluso antes joyas hasta dentaduras postizas. Sus nombres, muy guía mediante la mezcla de ácido nítrico, ácido sul- de trabajar con las resinas sintéticas, ya había des- sugerentes, nos llevan a mundos exóticos y carga- fúrico y celulosa, obtenida básicamente del algodón. cubierto un papel sensible a la luz para el revelado dos de reminiscencias. La vulcanita o la caseína, Con esta nueva sustancia las posibilidades aumen- fotográfico, que más tarde acabaría vendiendo a la conocida esta última como galalita en Alemania o eri- taron exponencialmente, produciéndose gran canti- Eastman Kodak Company (Perrée, 1996: 17-18). noid en el Reino Unido, serán normales en toda cla- dad de acabados y de objetos, gracias a su especial En una conferencia titulada “The synthesis, constitu- se de objetos, desde cajas, hasta marcos de fotos, maleabilidad. Juguetes, abanicos, tarjetas posta- tion and uses of Bakelite”, Baekeland explicaba cómo desde medallas conmemorativas hasta cepillos para les, pitilleras, fundas y cajas de todo tipo y termi- su descubrimiento era el resultado de años de expe- el pelo. Es decir, un amplio espectro que iba perfilan- nado están presentes en esta colección. Además, rimentación llevados a cabo por otros investigadores do el desarrollo que posteriormente se daría con la el celuloide se desarrolló enormemente gracias a su y que su éxito había llegado por realizar las mezclas invención del primer plástico totalmente sintético. uso como material fotográfico y cinematográfico. oportunas a más de 100 grados Celsius y por usar una Su gran problema, el de su alta combustibilidad, tam- gran presión para su tratamiento, lo que explica que La vulcanita, también conocida como ebonita, era bién se transformó en una ventaja cuando en época la primera patente de su invención se llamara “Heat un compuesto de caucho al que se le añadía sulfuro. de guerras sirvió para los bombardeos al enemigo and pressure patent” (Baekeland, 1996: 125-127). Por su característico color negro, este primer plásti- (Katz, 1978: 50). Su invención, como ya se ha dicho, N.º Inv. 244 co semisintético se hizo muy popular durante el luto tuvo varias atribuciones. Por un lado, el ya citado seguido a la muerte del Príncipe Albert en Inglate- Alexander Parkes, aunque su parkesina, más tarde árbol original de Malasia, tuvo numerosas aplicacio- rra, aunque también se hicieron otro tipo de objetos llamada xylonite, no era muy estable y tenía serios nes entre las que destacan la creación de tuberías o más ornamentales como escribanías, portalápices problemas de inflamabilidad [Inv. 352]. El nortea- su uso para la creación del primer cable submarino o joyas como las que se encuentran en el repertorio mericano John Wesley Hyatt sería quien definitiva- en 1851 y, por supuesto, otros objetos más orna- que ahora se presenta [Inv. 338]. Favorecido por la mente consiguió hacerlo más estable, añadiéndole mentales que fueron logrados mediante extrusión, cada vez más escasa producción de algunos mate- alcanfor al nitrato de celulosa (Friedel, 1990: 25-31). es decir haciendo salir la pasta por una abertura riales naturales como el marfil o el carey, el proceso De esa base celulósica surgieron después toda una especialmente preparada, aplanándola y luego tra- hacia el descubrimiento de los plásticos sintéticos serie de compuestos que consolidaron su verdadera bajándola. Básicamente este mismo método es el tendría un importante avance con el descubrimien- revolución. Al acetato de celulosa le siguieron diver- usado en la actualidad para realizar las bolsas de to del celuloide, también conocido por otros suge- sas fibras que imitaban a la seda, como la viscosa, plástico, pues permite dejar abierto un lado y sellado el rayón y otras fibras de celulosa patentadas con el otro. Para finalizar se destacará dentro de estos nombres ya casi olvidados, como el celanese de plásticos naturales, el bois durci, quizás el menos Henry Dreyfuss (Mossman, 1997: 40-47). En defini- conocido y más extraño en su composición, pues tiva, el celuloide se había convertido en una alterna- se conseguía mezclando serrín de maderas duras, tiva económica al marfil, al coral, al cuerno y a otros como el ébano, con huevo o albúmina de sangre. tipos de materiales naturales. Una alternativa fácil Inventado y patentado por el francés François Char- de moldear, de gran resistencia y perdurabilidad y les Lepage, se produjo entre 1855 y la década de que además podía ser realizada en múltiples formas 1880, dando lugar fundamentalmente a objetos y teñida en una enorme variedad de colores. A todo ornamentales como las placas conmemorativas de ello se sumaba la posibilidad de utilizar el celuloide Napoleón III, Eugenia de Montijo o el Napoleón de la en combinación con otros materiales para conse- columna en la plaza Vendôme de París, que se en- guir productos de gran belleza, como los que ahora N.º Inv. 203, 338 cuentran en la Colección Rafael Ortiz [Inv. 244, 280, se exponen aquí o los que forman parte de la colec- 287 y 288] (Mossman, 1997: 19-21). ción Padie and Norman Perlov, mostrados en 2014, El fenol-formaldehído, conocido por su nombre en la exposición “Shaping a cellulloid World” de la comercial, baquelita, fue por tanto, el primer plás- Los plásticos semisintéticos, aquellos que elabo- Syracuse University en la Palitz Gallery de Nueva York. tico verdaderamente sintético. La baquelita es el rados con materiales naturales han sido procesados resultado del proceso de reacción entre el fenol, y alterados por la adición de determinados materia- Con los plásticos semisintéticos se habían dado destilado de carbón de hulla, y el formaldehído, les en condiciones muy concretas, se desarrollaron los pasos preliminares a la espera del verdadero un preparado químico obtenido a partir de alcohol igualmente a partir de la segunda mitad del siglo xix. cambio. Cambio revolucionario que no se producirá metílico.Realizado en una caldera cerrada hermé- El proceso más conocido fue el de la vulcanización. hasta la primera década del siglo xx, cuando Leo Bae- ticamente y puesta a alta temperatura, la reacción Desarrollado inicialmente por Charles Goodyear en keland, en 1907, descubra, en su taller de Yonker, se acelera mediante un catalizador y se obtiene una Estados Unidos, sería reinventado, poco después, muy cerca de Nueva York, la mundialmente cono- resina de tono ámbar, a la que se le añaden rellenos por Thomas Hancock en Gran Bretaña, quien lo pa- N.º Inv. 352 cida baquelita: el material de los mil usos. Origina- como mica, serrín, algodón o papel, que cuando se 10 11 Pero si en un principio para su dureza era fundamen- rebajaba el interés del público en él. Sin embargo, tal el material añadido de relleno, poco después se el esfuerzo de algunos de los mejores diseñadores descubrió el sistema para endurecerlo sin este tipo haría que esta idea no tomase cuerpo hasta hace de añadidos. De esta manera el resultado era un poco, cuando la ínfima calidad de algunos de los compuesto más ligero y transparente, más fácil de diseños, ha hecho del plástico un material poco valo- usar para elementos decorativos aunque su fragili- rado en muchos hogares. Con el fin de mantener su dad aumentase considerablemente. El mundo Decó prestigio incluso llegaron a realizarse grandes expo- supo sacar mucho partido a este material consi- siciones en las que el plástico era el material estrella. guiendo grandes imitaciones de jade, ónix, mármol o Britain Can Make It, celebrada en Londres en 1946 ámbar en todo tipo de objetos. Su gran problema en- fue inaugurada por los Reyes, Jorge VI y su esposa tonces fue que, en esa forma, era muy sensible a la Isabel, llevando hasta el Victoria & Albert Museum a luz y solía fácilmente amarillear (Katz, 1984: 10-11). grandes masas de público (Katz, 1984: 12). A mediados de los años veinte, el químico britá- En todo ese proceso evolutivo, como se apun- nico Edmund Rossiter mezcló dióxido de carbono y taba arriba, tuvo especial importancia una nueva amoniaco con formaldehído para conseguir la pri- profesión que, pese a los críticos momentos que se mera resina casi transparente. Este nuevo tipo de vivieron por la depresión de fines de los años veinte, baquelita, de extraño nombre químico: urea tiou- empezaría a definirse con el avance de los materia- rea formaldehído, supuso un nuevo paso y un gran les plásticos: el diseñador industrial. Su papel sería avance en la expansión de los materiales plásticos. fundamental sobre todo en los Estados Unidos,don- El nuevo material, conocido como “cast-phenolic” de se hizo más patente la necesidad de cuidar las seguía los principios básicos del proceso, pero no formas y con ello conseguir una aceptación tanto del N.º Inv. 400 N.º Inv. 310 necesitaba que se añadieran otros componentes, usuario final como de los fabricantes. El desarrollo vierte en un molde y después de un proceso natural porque “el proceso de endurecimiento se realizaba a De esta forma se abrían nuevos mercados y nue- del consumo en masa que propiciaron los objetos de enfriamiento, se endurece (Mossman, 1997: 49). temperaturas más bajas” (70 u 80 grados Celsius). vas marcas comerciales, como Bandalasta o Ebena, de plástico hacía necesaria la figura del diseñador. Esta primera composición de la baquelita que produ- De esta manera, no adquiría el típico color negro o que poco a poco fueron imponiendo sus creaciones. Tanto en el proceso creativo como en el resultado cía los típicos objetos de color negro, marrón, rojo, marrón oscuro, sino que permanecía transparente y Algunos ejemplos de gran belleza se encuentran final, su papel se irá imponiendo y asumiendo mayor verde o azul muy oscuros fue patentada en 1907, ya por tanto, durante su elaboración, se podían añadir en la colección que analizamos. Con este avance, relevancia incluso que la del artista, llegando a influir con el nombre comercial de “Bakelite”. A partir de ese pigmentos para lograr una extensa paleta. Además, resultó especialmente favorecida el área domés- directamente no solo en los procesos de fabricación momento su importancia no dejó de crecer siendo el producto finalizado podía ser pulido, con lo que un tica. Los útiles de cocina, vajillas y pequeños elec- sino también en su estructura y con ello en la forma presentada en numerosas publicaciones, tanto de atractivo brillo contribuía a su belleza. Con ello se iba trodomésticos eran fáciles de encajar ahora en y en el aspecto final del objeto. La fabricación de corte investigador como popular, como el milagroso a producir un nuevo empuje gracias a la creación de unos hogares más modernos, que podían presumir piezas con moldes hizo necesaria la sistematización material que traería una época de prosperidad para objetos de plástico mucho más llamativos como ca- de coordinar todos sus enseres. Servicios de té o del proceso productivo y la búsqueda de la facilidad la humanidad. Este enfoque “milenarista”, recogi- jas, joyería y estructuras de lámparas y otros tantos café, cuberterías, fiambreras o cualquier otro uten- en todas y cada una de las fases a las que esta se en- do por John K. Mumford en su The story of Bakelite que corroborarán definitivamente el lema del mate- silio eran realizados en los más atractivos colores contraba sometida. La división de las tareas quedó sería difundido después por un sinfín de publicacio- rial de los mil usos (Perrée, 1996: 19). La nueva e para poder combinarse con el mobiliario o la moda rápidamente definida. El ingeniero se encargaba de nes, mostrándolo como el material que haría posible inacabable carta de colores, junto con sus posibilida- [Inv. 360]. En un primer momento, los colores elegi- los materiales y de supervisar la producción, mien- todo tipo de utopías (1924: 1-80). La creación de un des como no conductor de la electricidad y su mayor dos fueron los tonos pastel, aunque tonos más vivos tras que el artista se encargaba de la apariencia final. nuevo mundo en el que todos tuvieran acceso a los resistencia al envejecimiento, completarían el éxito. también eran posibles. No será hasta 1932, cuando, objetos necesitados, la estudiada presencia de la be- al producirse un nuevo cambio en la composición, lleza en ellos y su democratización en el uso serán la sustitución de la tiourea formaldehido por la urea vistas como sus principales valedoras ante los posi- formaldehido, cuando estos atractivos y brillantes bles inconvenientes que plantease. Esta primera ba- colores acaben imponiéndose. Saleros, pimenteros, quelita se usó inmediatamente en las radios de los vinagreras, aceiteras, platos, exprimidores, y un años veinte y treinta del siglo pasado y en toda clase sinfín de utensilios empezaron a adoptar un colori- de objetos eléctricos y componentes para coches, do insospechado hasta esos momentos [Inv. 127]. por su capacidad para imitar maderas y, sobre todo, El cambio en la producción y su desarrollo masivo por sus propiedades aislantes. Ceniceros, secado- hizo que a partir de los años centrales de la década res, carcasas de radios, botones y todo tipo de en- del cuarenta comenzara a perderse el sentido de lujo chufes e interruptores eléctricos fueron comunes y novedad que hasta ese momento había acompaña- en sus primeros momentos y están bien represen- do la evolución del plástico. Había empezado a apa- tados en la Colección Rafael Ortiz [Inv. 400 y 491]. N.º Inv. 127, 325 recer como un material barato y falto de clase que N.º Inv. 123 12 13 la posibilidad de mezclar en un mismo objeto mate- des y funcionales resultados en sus creaciones y riales y formas diversas [Inv. 60 y 67]. Las combina- unas cada vez mayores posibilidades de expansión ciones plástico y metal, plástico y madera, plástico y entre un público potencialmente más amplio fue- textil u otro tipo de elementos se irían consolidando ron los principales factores de su desarrollo. Pese a poco a poco. Paradigmático de esa fusión entre fun- todo, las posturas frente a esta nueva realidad no cionalidad en su proceso creativo, utilidad y belleza fueron unánimes y surgieron muchos detractores, plástica, es la serie de radios Ekco, diseñadas por que no lo veían como un material digno, frente a Wells Coates; tanto el modelo AD-65 como el AD-75 otros como Roland Barthes para los que el tema “era muestran en su forma circular la perfecta adecua- un asunto de alquimia, de trasmutación asombrosa ción estética al proceso de modelado industrial de un material, que había aterrizado en los hogares (Katz, 1984: 55) [Inv. 119]. y que era quizás la primera sustancia mágica que había consentido hacerse prosaica” (Barthes, 1989: De esta forma, y a partir de esos momen- 109). Sin embargo, y pese a sus críticos, el triunfo tos, el diseñador empezará a asumir roles que de estos plásticos estaba prácticamente asegurado. hasta entonces habían pasado desapercibidos. La baquelita había llegado en el momento preciso. N.º Inv. 11 Sin embargo, y pese a su trascendental papel, sus La demanda social crecía continuamente al tiempo orden. La baquelita volvía a ser la solución. En los nombres no han llegado al gran público y toda- que los materiales naturales iban disminuyendo medios audiovisuales las radios se aprovecharon vía en nuestros días muchas de las grandes pie- su producción o agotándose. En ese sentido los ca- igualmente del material, sobre todo en los engrana- zas siguen siendo catalogadas como anónimas. sos de la goma laca o del marfil son significativos. jes, en los botones y en las carcasas. Las magníficas N.º Inv. 7 Por ello, cuando de vez en cuando sale a la luz la Además, la aparición de esta “maravillosa” solución radio Patriot, diseñada por Norman Bel Geddes, la Sin embargo, como ya se dijo, incluso en esta, la fun- autoría de algunos de estos objetos, su valora- coincidió con el desarrollo de otras tecnologías y Phonola 547 de Livio Castiglioni, la radio Zenith de ción del nuevo diseñador acabaría marcando el re- ción aumenta exponencialmente. En la Colección necesidades que casi hicieron obligatoria su utiliza- Robert Davol Budlong o el radio speaker checo de sultado. El ingeniero en la concepción de los moldes, Rafael Ortiz se pueden encontrar piezas de algu- ción. En los años veinte la electricidad había empe- Tesla, modelo ARS-217 diseñado por Ambrož Špetík el esqueleto de la pieza, definía su repercusión en el nos de los más grandes diseñadores de ese perio- zado a desarrollarse, pese a haber estado sometida [Inv. 2, 3, 1, 11 y 20], son un claro exponente de ello. exterior y el artista se dedicaba a camuflarla al prin- do. Así se pueden destacar la radio Colonial Model al uso de productos escasos, caros y no muy fiables, Lo mismo ocurrió en la tecnología de la fotografía, cipio y poco después a reforzarla haciendo uso de las 700 New World de Raymond Loewy [Inv. 119], como la porcelana, el latón o la mica. La baquelita que empezaba a necesitar mayor portabilidad y du- características que esa estructura le ofrecía. Así, las la lámpara Polaroid Modelo 114 de Walter Dorwin era la solución. En la industria automovilística, tam- reza. En ambos casos, de nuevo, la baquelita era la formas típicas en zigurats, de las que en la Colección Teague [Inv. 41], la plancha realizada para Gene- bién en pleno auge, disponer de un material barato, solución. Además, no se debe olvidar el aspecto eco- Rafael Ortiz existen notables ejemplos, respondían a ral Electric por Henry Dreyfuss [Inv. 312], el aero- asequible y resistente era una necesidad de primer nómico: su precio hizo que muchos consumidores, la necesidad de facilitar la extracción de los moldes. dinámico micrófono diseñado para Ducati por Gio hasta entonces alejados de este tipo de objetos, em- De esta manera, se puede entender cómo el diseño Ponti [Inv. 21] o la magnífica radio Nurse de Isamu pezaran ahora a poder pagarlos. A todo ello hay que industrial acabó definiendo los parámetros básicos Noguchi, por citar solo algunos ejemplos [Inv. 13]. sumar el interés de muchos diseñadores por trabajar de estilos como el Decó de finales de los años vein- Se daban por tanto todas las condicionantes para con un material novedoso que les permitía salir de te o las líneas aerodinámicas de lo que se conoce que el material y sus creaciones fueran realmente los estrechos marcos que les imponían los materia- en diseño como el “streamline” de los años treinta valorados. Grandes artistas trabajando en ello, gran- les tradicionales. Pero lo que finalmente inclinó la ba- [Inv. 123 y 310]. lanza, como cuenta Rob Perrée, “fue su escaso peso y su dureza, su atractiva apariencia y su resistencia Es por tanto básico entender que en la forma de- al calor, a la humedad y al ácido y que tenía una gran finitiva de los objetos intervenían en la misma medi- capacidad para ser trabajada. Y todo ello era el méri- da el ingeniero diseñador y el artista. Las fórmulas to del químico belga Leo Baekeland” (1996: 21-22). estructurales marcaban en no pocas ocasiones las ornamentales. Así, muchos de sus elementos deco- De esta forma, a fines de los años treinta, los ma- rativos derivan del proceso de creación de los mol- teriales de plástico moldeados eran usados cada vez des. Texturas, grabados, moteados, incrustaciones, más en los hogares, oficinas, bares, tiendas, en el tra- costillas decorativas y contrafuertes de las piezas bajo e incluso en el ocio, donde la irrupción masiva del fueron quedando cada vez más visibles y entrando celuloide fílmico o la toma fotográfica realizada con a formar parte de los recursos ornamentales de los las innumerables cámaras de plástico se fueron im- artistas. A ellos se añadían los propiamente artísti- poniendo. Entre estas últimas merecen una especial cos como el pulido o pintado de partes de la pieza. mención en la Colección la serie de las Coronet Midget Se unían, de esa forma, funcionalidad y estética al Camera [Inv. 31, 32, 33, 34, 35, 36 y 125], la Purma tiempo que se hacía hincapié en que para un ópti- special diseñada por Loewy o la Kodak baby Brown de mo resultado final era básico el conjunto, es decir, N.º Inv. 13 N.º Inv. 32, 33, 34, 35, 36, 125 Dorwin Teague [Inv. 29 y 268]. 14 15 haber consolidado su dominio para convertirse no aquellos, más ligados al ámbito artesanal, en los que solo en el material de los mil usos sino también, la multiplicidad es la norma. Aclaraba cómo, la mayo- y quizás más importante, para ser visto como el ría de las colecciones privadas, identificando colec- material que puede eliminar las diferencias entre cionar con invertir, se dedican a buscar piezas de arte la población. Quimera o realidad, la edad del plás- con un valor “estable” y con ello, Perrée resaltaba la tico, que se expande por todos los ámbitos, parece dualidad de esa colección con la presencia en ella de que llegó para quedarse y en alguna forma hacer la esos dos mundos. Esa ambivalencia, donde perviven vida más fácil y cómoda y, en no pocos casos, más obras de Stanley Brouwn o Gilbert & George junto atractiva y sugerente. a objetos realizados en baquelita, es lo que le llama la atención (Perrée, 1996: 173). Sin embargo, y a te- En la valoración de procesos, materiales y nor de la colección que ahora presentamos, no es un N.º Inv. 37, 38, 265, 29, 30 ormas estéticas se basa la selección de piezas que fenómeno único, pues en la Colección Rafael Ortiz, N.º Inv. 485, 367 ahora se presenta. Estas son el resultado de un aná- se produce el mismo hecho, aunque con nombres di- Las enormes posibilidades llevaron a los plásti- lisis exhaustivo de la colección para adecuarse al ferentes. Obras del Equipo 57, Luis Gordillo, Carmen está muy bien representado en la Colección gracias cos a una sobreproducción y con ello a la expansión espacio expositivo disponible, con el objetivofinal de Laffón, Palazuelo o Rivera se mezclan, sin dificultad, a la perseverancia y fijación. Lo mismo ha ocurrido de su consumo convirtiéndose de esta forma en ofrecer una variada muestra de la riqueza en la crea- con su ya gran colección de baquelita y otros plásticos. con algunos materiales más concretos, donde la factores que finalmente contribuyeron a su paula- ción de objetos plástico. La división en secciones obsesión le ha hecho conseguir las más significati- tina descalificación, que se comentaba más arriba. tipológicas, atendiendo a su funcionalidad,ha sido la “Baquelitas y otros plásticos. Colección Rafael Or- vas muestras. Así en su Colección hay una variedad Se asimilaron conceptos de no auténticos y bara- elegida, aunque bien podrían haberse realizado otras tiz”, comenzada hace casi veinte años, ha ido, de for- muy considerable de piezas de “Ebena”, la marca tos o baja calidad y mal gusto. En contraste con los agrupaciones igualmente clarificadoras. Su presen- ma tímida, avanzando a medida que el conocimiento de la fábrica belga que apenas produjo piezas entre materiales naturales como la arcilla, la madera o la tación en conjuntos homogéneos ya sea por mate- se hacía mayor, porque para Rafael Ortiz coleccionar 1921 y 1931. Por completar su sistema de coleccio- piedra, fueron considerados inferiores. Evidentemen- riales, funciones o tipologías ha respondido siempre es una forma más de aprender. Del conocimiento de nar se debe decir que en muchos momentos ha ido te esta crítica podía ser hecha contra los numerosos al deseo de establecer claros compartimentos que la más mediática baquelita nacieron las primeras dirigiendo y diversificando su colección en función objetos de ínfima calidad que estaban aparecien- pudieran facilitar la visión, comprensión y en algu- piezas de la colección, para después ir adentrándo- de ir formando conjuntos tipológicos notables que do realizados en plástico pero dejaba traslucir bajo na medida establecer pautas para aquellos, seguro se en aquellas otras tipologías de plásticos que se poco a poco se iban completando. Sus materiales esta actitud otra más común y menos reconocida, han presentado aquí. Iniciada cuando todavía las de escritorio, entre los que se encuentran piezas del aparentemente, que era la no aceptación de la moder- compras en subastas on line no eran habituales, la set diseñado por John Dickinson entre 1948 y 1951 nidad, hecho que aún se intuye en numerosos países paciente búsqueda en mercadillos de toda Espa- [Inv. 367 y 485], el conjunto de material bélico, europeos que arguyen que el mal gusto y el uso de ña, y en algunos otros países, fue su recurso más su sección de cámaras fotográficas, de piezas de ca- nuevas costumbres y materiales es típico de la in- habitual. Con el tiempo muchos de los vendedores rácter audiovisual o de artículos para el fumador sor- fluencia americana, peyorativamente hablando, aprendieron a guardar piezas para ofrecérselas a frente a los valores más aristocráticos y exquisitos de posteriori, con lo que se fue estableciendo una red la vieja cultura europea. Sin embargo, este desapego de intereses “baquelíticos”, que de alguna manera del uso de los plásticos no será común en todos los lu- han hecho posible lo amplio de la colección. El tiem- gares, ni siquiera después de la II Guerra Mundial. Si en po y el aprendizaje sobre materiales, objetos y dise- el Reino Unido se podría aceptar esta afirmación, paí- ñadores, le han ido afinando el ojo y centrando cada ses como Alemania y, en mayor grado, Italia hicieron vez más sus intereses, o al menos haciéndolo cons- del diseño de objetos de plástico de gran calidad una de ciente de las diversas ramas en las que su colección sus banderas más reconocibles (Suggitt, 1997: 113). de objetos se estaba diversificando. Poco a poco, y con controlada paciencia, ha ido encontrando piezas Considerados como el Dr. Jekyll y Mr. Hyde, ilu- tan deseadas como las exquisitas lámparas Polaroid sión o fatalismo se balancean continuamente en diseñadas por Otto Wolff o Walter Dorwin Teague, la sus extremos. Las críticas de antaño sobre su fal- sofisticada cámara fotográfica Purma diseñada por sedad y artificialidad fueron sus grandes peligros. Raymond Loewi o las fantásticas “The master inco- Una vez superados los planteamientos de valo- N.º Inv. 55, 56, 57 lor cocktail shaker” [Inv. 55, 56 y 57]. Sin embargo, N.º Inv. 44 ración estética, ahora sus críticas se centran en no han sido las grandes piezas su único objetivo, las implicaciones ecológicas, básicamente en su que muchos, que andan sumidos en la vorágine del pues en más de una ocasión hemos visto cómo se prenden junto a sus colecciones de menaje del hogar, desechabilidad, lo que ha llevado a que actualmente coleccionismo de estos bellos objetos. centraba en las creaciones de un autor hasta con- joyería o juguetes. Lo que empezó siendo una simple la mayoría de los fabricantes de plásticos persigan seguir prácticamente toda la producción conocida. afición está en proceso de convertirse en una de las la reciclabilidad como gran objetivo. De esa forma, En la presentación de la Becht Collection, Especial mención se debe hacer en ese sentido a su colecciones españolas conocidas más significativas y al margen de esos productos de escasa presencia Rob Perrée planteaba claramente la diferencia entre gran selección de piezas de Eduardo Fornells. El crea- de plásticos. Su catalogación se inició ya hace unos funcional y nulo diseño estético, el plástico parece los objetos artísticos valorados por su unicidad y dor de algunas de las cajas más bellas del mercado años y poco a poco avanza incorporando cada vez 16 17 más nombres de autores, dataciones, clasificacio- trasmuta en plástico y que se hace palpable para R.O. Quizás cuando compré las primeras piezas de material haciéndolo evolucionar hasta el momento nes de materias y todo un sinfín de datos que van nunca más pasar desapercibido [Inv. 404]. autor, a partir de lo cual comencé a investigar y am- actual. engrosando y abriendo nuevos campos en la colec- pliar mis conocimientos sobre el tema. ción. En fin, “Baquelitas y otros plásticos. Colección L.M. ¿Cualquiera que te vea junto a tus piezas o que Rafael Ortiz” se ha convertido en todo un universo en Entrevista con Rafael Ortiz L.M. ¿Supongo que al principio fue todo un poco más te escuche cuando cuentas la adquisición de alguna, plástico que ha sido paciente pero insistentemente desordenado en las adquisiciones y que poco a poco entiende la pasión que pones en ellas, pero cómo seleccionado, perseguido, encontrado e incorporado En una de las muchas conversaciones “baquelíticas” fuiste orientándote, programando tus pasos, cuáles aprendiste a valorarlas? para obtener una amplia visión de lo que es la histo- realizadas durante las tardes de inventario y las de eran los objetivos y cuándo te los marcaste? R.O. Mirándolos, tocándolos, soy muy del tacto y de ria más contemporánea de la sociedad. preparativos de la muestra, surgieron una serie de R.O. A partir de considerar que ya empezaba a tomar la vista. A veces me he guardado alguna pieza peque- cuestiones de las que parece oportuno dejar cons- carácter de colección, el objetivo fue intentar com- ña en el bolsillo y la he mantenido un tiempo tocán- *** tancia, pues, en alguna medida, pueden centrar el pletarla a modo de muestrario de los diferentes usos dola y estudiando su forma. Hace unos días, cuando ya preparaba este texto, sentido de la colección y del coleccionar y a la vez y funciones que permitía este material. cayó en mis manos, no sé bien porqué, un artículo advertir, a quien en ello esté, de los riesgos de deam- L.M. ¿Cuáles fueron y son los criterios de adquisi- del Guardian en el que se recogían algunas de las bular por esos mundos del coleccionismo de baqueli- L.M. ¿Entre todas las posibilidades, y al margen de tu ción? rarezas que hacían los escritores antes de sentarse ta y otros plásticos. colección de arte contemporáneo, por qué baquelita R.O. Creo que el conocimiento de la historia del ma- a escribir. Inmediatamente me llamó la atención la y otros plásticos? terial y su evolución, ya te marca mucho. A veces te manía de T. S. Eliot, quien se maquillaba de verde e Luis Martínez. ¿Cómo debemos llamar a la Colección? R.O. Ya tenía algunos objetos de estos materiales y sorprende algún objeto desconocido, otras tienes incluso como apuntaba Virginia Woolf, y se recogía Rafael Ortiz. Baquelitas y otros plásticos. Colección cuando tomas conciencia de que la baquelita es el que buscar con ahínco alguna pieza concreta que también en el artículo, se daba unos toques en los Rafael Ortiz. primer material totalmente sintético creado por el crees necesaria. labios. No fue su extraño aspecto, ni su comporta- hombre, esto te pone a cavilar, ¡cuánta revolución en miento lo que me sorprendió, sino el color con el que L.M. ¿Cómo se origina la colección, existía algún pre- un descubrimiento! Para mi tenía algo de épico y casi L.M. ¿Con el tiempo, los que te seguimos en las el periódico había teñido su rostro, para ilustrar la cedente en tu entorno? de “salto al vacío”. compras, hemos visto cómo te hacías más selecti- noticia. Estaba ahí, era ese verde, ese verde de los R.O. No soy consciente del origen, creo más bien Fascinante ver como ese nuevo material es asumido vo, más preciso, han evolucionado tus criterios de termos ingleses de plástico. Esos plásticos que han que con las primeras piezas adquiridas, principal- por la industria y como esta, a su vez, influye en el búsqueda? llenado el último siglo sin dejar a nadie indiferente mente en los mercadillos (objetos que nadie o casi y que para mí han sido una verdadera obsesión du- nadie valoraba) empecé a enamorarme del material. rante años. Ese verde que ahora tengo incrustado en mi memoria como un recuerdo, ese verde en el L.M. ¿Quizás por tu profesión de galerista de arte que nunca antes me había fijado, ese verde que se contemporáneo estás acostumbrado al coleccionis- mo, pero sorprende más una colección de este tipo, fue premeditada? R.O. Siempre me interesaron los objetos industriales tanto por su función como por su buen diseño, de hecho, tengo piezas que compré no necesariamente de baquelita u otro plástico. Con el tiempo, mi interés por este material se fue consolidando y fue entonces tomando carácter de colección. L.M. ¿Al verte pasear de una a otra pieza, ligándolas unas con otras, relacionándolas, siempre pienso en el origen de ellas, cuál fue la primera pieza que compraste? R.O. Sería imposible responder a esto. Sí recuerdo de forma especial algunas de las primeras piezas com- pradas en una tienda de antigüedades de Valencia (una magnífica hebilla Decó, un secador de pelo, una alcuza [Inv. 186, 453]). L.M. ¿La verdad es que todas agrupadas en los es- tantes del almacén resultan muy impresionantes, cuándo fuiste consciente del cuerpo que iban toman- N.º Inv. 404 do las adquisiciones? N.º Inv. 9 18 19 R.O. Indudablemente. Dentro de la colección han quizás el único momento en el que el coleccionista de las piezas, consideras la exposición el punto final? ido apareciendo lo que podríamos llamar subcolec- no se siente solo. R.O. De alguna manera sí, pero tal vez sea más apro- ciones, como es el caso de los artículos de Ebena o piado decir punto y seguido. Me temo que seguirán las cajas de Fornells. Te vuelves más exigente y las L.M. ¿Por tus comentarios se te puede notar a veces apareciendo piezas “irresistibles” adquisiciones que haces cada vez son más afinadas en alerta, como el cazador ante una pieza especial, tanto por la calidad en sí de las piezas como por el hay alguna en busca y captura? L.M. ¿Hasta ahora tu principal preocupación con estado de conservación de las mismas. R.O. Siempre hay alguna. Hace muy poco, a través de respecto a la colección era ir formándola, pero ahora unos escritos del propio Isamu Noguchi, se ha sabido ésta ya se encuentra en un punto que imagino te pro- L.M. ¿Tenías y tienes líneas prioritarias? que éste había diseñado también un pequeño reloj de ducirá otras inquietudes, entre ellas tienes algo pre- R.O. Una de mis debilidades son los diseñadores cocina. A partir de ese momento la pieza ha tomado visto para su conservación en todos los sentidos? americanos que se corresponden con el periodo Art visibilidad y su precio ha aumentado considerable- R.O. Hasta ahora no me lo he planteado pero quizás Déco y, prácticamente todos, han diseñado algunos mente. Ese podría ser el objeto en busca y captura. sea este un buen momento para empezar, sobre de sus objetos en plástico. Creo que toda colección todo por las piezas de celuloide y otros preplásticos N.º Inv. 135 debe de tener un marcado carácter personal y cada L.M. Con el aumento de la colección cada vez te será que son verdaderamente delicados. coleccionista intenta explicar de la mejor manera po- más difícil recordar todas las piezas que la compo- R.O. Es algo parecido a un cóctel: algo de capri- sible una parte del Arte o de la Industria. nen, pero siempre hay alguna, que por algún motivo, L.M. ¿Entre tus objetivos finales, cuando vas viendo cho, mucho de pasión y unas gotas de paciencia. se convierte en algo especial, ¿cuál es la pieza que la cantidad y calidad de las piezas obtenidas, está L.M. ¿Cómo realizas las adquisiciones, mercadillos más te ha sorprendido? el de exhibir la colección de forma permanente? L.M. ¿La evolución de la colección ha sido evidente, subastas, etc...? R.O. A veces las piezas que más te sorprenden R.O. Esto posiblemente sería un bonito final, el poder han cambiado tus objetivos iniciales? R.O. De todas las maneras posible, por supuesto, pueden ser muy simples y hasta, aparentemente, mostrarla al público creo que sería muy importante R.O. Al comienzo no había una definición clara. mercadillos, tiendas, subastas y en los últimos tiem- insignificantes. Hay en la colección un salero- sobre todo para darlo a conocer a generaciones Con el tiempo, se fue perfilando en función de los pos, a través de internet. pimentero de catalín, muy pequeño, que me parece venideras. conocimientos adquiridos y los objetivos se han ido de un gran refinamiento y diseño exquisito. También adecuando tanto a estos como a las posibilidades L.M. ¿Con la magnitud y el carácter que está adqui- puedo citar aquí una de las primeras piezas de L.M. ¿Los que ya te conocemos sabemos que es par- del mercado. riendo, es obvio que meditarás frecuentemente so- Raymond Loewy, la cámara de fotos Purma Special, te esencial de tu día a día, pero qué significa para ti bre ella, hacia dónde se dirige la colección? sorprendente tanto por su gran diseño como por su coleccionar? L.M. ¿Y ahora qué? R.O. En principio planteé que llegaría hasta los años innovadora tecnología. R.O. Uff... cincuenta. Pero resultó que Philippe Starck diseñó varias piezas de baquelita a finales de los noventa... L.M. ¿Cuál es la pieza que más te gusta? BIBLIOGRAFÍA R.O. Hay tantas... Quizás la Radio RCA Victor. Modelo BAEKELAND, L. (1996): “The synthesis, constitution, and MANZINI, E. (1985): “And of Plastics?”. En Domus 666. Domus. L.M. ¿Cuáles son sus tus objetivos más próximos? 96-X3 de John Vassos por su estructura absoluta- uses of Bakelite”. En Perrée, R. Bakelite. The material of a Milán. R.O. El hecho de mostrar la colección es un gran ob- mente arquitectónica y las cajas de Fornells moldea- thousand uses. Cadre. Amsterdam. jetivo. Que el público pueda disfrutar con ella. Este es das a partir de unas exquisitas tallas..., cada vez que MOSSMAN, S. (1990): “The technology of early plastics”. encuentras una te sorprende [Inv. 9]. BARTHES, R. (1989): Mythologies. Paladin. Londres. En Sparke, P. The plastics age. From modernity to post-modernity. Victoria & Albert Museum. Londres. DUBOIS, J. H. (1972): Plastics History USA. Cahners Books. Boston. – (1997): “Perspectives on the History and technology L.M. ¿El mundo de los plásticos cada vez tiene más of plastics”. En Early plastics. Perspectives 1850-1950. adictos y tendrás difícil competencia para conseguir ETZLER, J. A. (1842): The Paradise within the reach of all Science Museum and Leicester University Press. Londres. algunos hitos, cuál ha sido el más difícil de conseguir? men, without labour, by powers of nature and machinery; an R.O. Ha habido varias. Quizás la Radio Nurse de Address to all Intelligent men. Ed. James H. Young. Londres. MUMFORD, J. K. (1924): The story of bakelite. Robert L. Stillson Company. Nueva York. Isamu Noguchi. Fueron años de búsqueda hasta con- FRIEDEL, R. (1990): “The first plastic”. En Sparke, P. seguirla. También la Radio Silvertone llamada popu- The plastics age. From modernity to post-modernity. Victoria NEWPORT, R. (1997): “Plastics and design”. En Mossman, larmente Turbine o Rocket [Inv. 6]. & Albert Museum. Londres. S. Early plastics. Perspectives 1850-1950. Science Museum and Leicester University Press. Londres. L.M. ¿Cada vez la colección se ve más potente y con- KATZ, S. (1978): Plastics: designs and materials. Studio Vista. Londres. PERRÉE, R. (1996): “From Baekeland to Bakelite”. En Perrée, solidada pero cuándo estará completa la colección, – (1996): Classic plastics. From bakelite to High-Tech. R. Bakelite. The material of a thousand uses. Cadre. seguirás coleccionando plásticos? Thames and Hudson. Londres. Amsterdam. R.O. ¿Está alguna colección completa?... Durante el – (1996): “Bakelite design: an industrial aesthetic”. – (1996): “The Becht Collection”. En Perrée, R. Bakelite. Pop se generaron piezas muy marcadas y hermosas, En Perrée, R. Bakelite. The material of a thousand uses. The material of a thousand uses. Cadre. Amsterdam. ya tengo algunas... Cadre. Amsterdam. SUGGITT, M. (1997): “Living with plastics”. En Early plastics. KRAINIC, C.; KRAINIC, M.; WALVOORD, C. (1988): Union Cases: Perspectives 1850-1950. Science Museum and Leicester L.M. ¿Durante la preparación, ya larga, de la muestra a collector’s guide to the art of America’s first plastics. University Press. Londres. N.º Inv. 454 has estado de nuevo en contacto con todas y cada una Grantsburg. 20 21 known world, in a way that was so conclusive that in in Paris, which can be found in the Rafael Ortiz On the one hand, the previously mentioned Alexan- Bakelites. Creating the future 1979 the production of plastics took over the pro- Collection (Mossman, 1997: 19-21). der Parkes, although his Parkesine, later called Xylo- Luis F. Martínez Montiel duction of steel for the first time (Katz, 1966: 63). nite, was not very stable and had serious problems Universidad de Sevilla Semi-synthetic plastics, those made with natu- of flammability [Inv. 352]. The North American John However, the origin of this authentic revolution ral materials that have been processed and altered Wesley Hyatt would be the man who managed to In The Paradise Within the Reach of All Men, must be situated in the middle decades of the 19th by the addition of certain materials under very spe- make it more stable, by adding camphor to the ce- the German John Adolphus Etzler wrote about century, although natural plastics, in other words, cific conditions, were also developed in the second llulose nitrate (Friedel, 1990: 25-31). From this ce- what was perhaps the first utopia based on new those materials present in nature and capable of half of the 19th century. The best known process llulose base there later came a whole series of com- discoveries. Plastic, he said in 1833, could become being moulded by the use of heat, were known to was vulcanization. Initially developed by Charles pounds which consolidated this very real revolution. a universal material for creation and, with an almost civilizations as old as the Egyptian. Materials such Goodyear in the United States, it would be reinven- Cellulose acetate was followed by different fibres premonitory vision, added “this can be moulded as amber, wax, horn, tortoiseshell, bitumen, shellac, ted a little later by Thomas Hancock in Great Britain, that imitated silk, such as viscose, rayon and other by machines into any form and if it is considered bois durci or gutta-percha, those materials that, as who would patent it in 1844, bringing it to world- cellulose fibres patented with names that are now al- necessary vitrified, to make it virtually indestructible” we have said, were known as natural plastics, had wide attention (Dubois, 1972: 14). The products most forgotten, such as Henry Dreyfuss’s Celanese (Etzler, 1842: 61). However, in spite of trying on an important development role in the 19th century, derived from these processes were very varied, (Mossman, 1997: 40-47). In short, celluloid had be- numerous occasions, his ideas were not listened to, when they became the obvious predecessors of from jewels to dentures. Even their names are in- come the affordable alternative to ivory, coral, horn and were forgotten until, little by little, and without plastics as we know them today. The techniques triguing, carrying us away to exotic worlds charged and other types of natural materials. An alternative making much noise about it, events have shown him that were used to work them, the heating and use of with memory. Vulcanite, or casein, with the lat- material that was easy to mould, was resistant and to be right. This strange communal treasure in which moulds under pressure, gave rise, first to work using ter known as Galalith in Germany or Erinoid in the durable, and which could also be shaped into multi- he wanted to transform the Earth that some people, semi-synthetic plastics, and later using what we pro- United Kingdom, would become common in all kinds ple forms and dyed an enormous variety of colours. like Thoreau, spoke out against because of the perly call plastics. of objects, from boxes to photo frames, from com- To all this was added the possibility of using celluloid environmental implications, was more a desire than memorative medals to hairbrushes. In other words, in combination with other materials to create pro- a reality, at a time when the first attempts to find the As has already been said, from the middle of the a wide spectrum of uses which began to shape the ducts of great beauty, such as those which are ex- contemporary philosopher’s stone were only just 19th century, the use of these natural plastics began later developments that would take place with the hibited here or which form part of the Padie and Nor- beginning to bear fruit. to develop considerably. Thus shellac, obtained from invention of the first completely synthetic plastic. man Perlov collection, which was displayed in 2014, the secretions of a specific type of beetle, which lives in the exhibition “Shaping a Celluloid World” by the Subjected to hard criticism because of its ecolo- in certain trees in India or Burma, was mixed with ma- Vulcanite, also known as Ebonite, was a com- Syracuse University in the Palitz Gallery of New York. gical implications, the world of plastic is, nowadays, terials such as sawdust or slate dust to manufacture, pound of rubber to which sulphur had been added. a complex territory to study. In our favour we have, by means of heating and moulding under pressure, Because of its characteristic black colour, this first With semi-synthetic plastics the first steps had of course, the beauty and utility of the pieces we con- objects as diverse as hand held mirrors with backs semi-synthetic plastic became very popular du- been taken while waiting for the real change to come. template here, as well as the certainty that if we pre- covered in fine decorative details, gramophones and, ring the mourning period that followed the death of This revolutionary change did not take place until the viously experienced the ages of stone, iron or copper, above all, for the manufacture of the cartridges for Prince Albert in England, although other types of first decade of the 20th century when, in 1907, in his we have been living in the Plastic Age for more than a the daguerreotypes that had recently appeared on more ornamental objects were also made, such as workshop in Yonker, very near New York, Leo Baeke- hundred years. Leaving to one side these criticisms, the scene (Krainic & Krainic, 1988: 24). For its part, ink stands, pencil cases or jewels such as those land discovered what is now known throughout the and Etzler’s detractors and defenders situated at the gutta-percha, made from the resin of a tree of the found in the works presented here. Aided by the ever world as Bakelite: the material of a thousand uses. extremes, arguing for truths that are difficult to re- genus Palaquium, originally from Malaysia, found scarcer production of some natural materials, such Originally from Ghent, in Belgium, Baekeland proved fute on both sides, we will start from an undeniable numerous applications. Amongst them stand out as ivory or tortoiseshell, the process towards the to be the prototype of the scientific inventor, dedica- premise: the importance of the creation, use and de- the making of pipes, or its use for the creation of the discovery of synthetic plastics would take an impor- ting his whole life to it. In this sense it should bere- velopment of plastic, and, above all, we underline the first underwater cable in 1851 and, of course, other tant step forward with the discovery of celluloid, also membered that, even before working with synthetic conviction that a world without plastic is, currently, more ornamental objects which were achieved via known by other intriguing names such as Xylonite, resins, he had already discovered light sensitive pa- as utopian as the new possibilities it offered at the extrusion, in other words squeezing the paste out Ivorite or Parkesine, named after one of its discove- per for developing photographs, which he would later time of its first expansion. The presence of the futu- of a specially prepared opening, flattening it and rers, Alexander Parkes. The compound was achieved sell to the Eastman Kodak Company (Perrée, 1996: re was palpable in the technological revolution that then working it. This same basic method is used by mixing nitric acid, sulphuric acid and cellulose, 17-18). In a talk entitled “The synthesis, constitution the discovery of plastic initiated, and even more so nowadays to make plastic bags because it allows obtained principally from cotton. With this new subs- and uses of Bakelite”, Baekeland explained how his since the decade of the thirties in the last century. one side to be left open while the other is sealed. To tance the possibilities increased exponentially, pro- discovery was the result of years of experimentation Alchemy had been resuscitated, if in fact it had ever conclude, amongst these natural plastics bois durci ducing a large number of finishes and objects, thanks carried out by other researchers, and that his suc- died. For the first time researchers had come across stands out as perhaps the least known and stran- to its particular malleability. Toys, fans, postcards, cess had come about by making the opportune mix- a material that could be transformed into anything gest in composition, because it was formed via the cigarette cases, covers and boxes of all kinds and fini- tures at more than 100 degrees Celsius and by sub- that could feasibly be imagined and it made possible mixture of sawdust from hard woods such as ebony, sh are present in this collection. In addition, celluloid mitting it to great pressure treatment. This explained the dream of creating and putting objects that until with egg or blood albumin. Invented and patented was developed further thanks to its use as photogra- why the first patent of his invention was called “Heat then had been unthinkable within reach of all social by the Frenchman François Charles Lepage, it was phic and cinematographic material. Its biggest pro- and pressure patent” (Baekeland, 1996: 125-127). classes. Arising from, as Ezio Manzini said (1985: produced between 1855 and the 1880s, used prin- blem, that of its high level of flammability, was also 54), “the compromise between the possible and the cipally in ornamental objects such as the commemo- turned into an advantage when it was used for enemy Phenol formaldehyde, known by its commercial thinkable, in other words, between technology and rative plaques of Napoleon III, Eugenia de Montijo or bombardment during wartime (Katz, 1978: 50). Its name of Bakelite, was therefore the first truly syn- idea”, it became the material that would change the of the Napoleon of the column in the Place Vendôme invention, as already stated, had various attributions. thetic plastic. Bakelite was the result of the process 22 23 of the reaction between phenol, distilled coal tar and sion of plastic materials. The new material, known as which plastic was given the role of starring material. tive ribs and buttresses of the pieces became more formaldehyde, a chemical preparation obtained from “cast phenolic” followed the basic principles of the Britain Can Make It, celebrated in London in 1946 and more visible and entered into the repertoire of methylated spirits. Mixed in a hermetically sealed process, but did not require other components to be was inaugurated by King George IV and his wife Eliza- ornamental resources used by artists. To these were boiler and heated to high temperatures, the reaction added, because “the hardening process happened at beth, drawing large numbers of people to the Victoria added the usual artistic resources such as polishing is accelerated by means of a catalyst. This results lower temperatures” (70 or 80 degrees Celsius). In & Albert Museum (Katz, 1984: 12). or painting parts of the piece. In this way, form, in the creation of an amber coloured resin to which this way it did not acquire the typical black or dark function and aesthetics came together, underlining fillers such as mica, sawdust, cotton or paper are brown colour, but rather remained transparent and Throughout this evolutionary process, as has at the same time that, for optimum end results, it was added. When placed in a mould and after a natural therefore, during its manufacture, pigments could be already been mentioned above, a new profession fundamental to use combinations; that is, the possi- cooling process, the resin hardens (Mossman, 1997: added to achieve an extensive palette. In addition, became especially important which, in spite of the bility of mixing materials and diverse forms in the 49). This first composition of Bakelite that produced the final product could be polished, and the attrac- critical period experienced during the Depression same object. The combinations of plastic and metal, the typical very dark black, brown, red, green or blue tive shine that could be achieved contributed to its towards the end of the twenties, would begin to defi- plastic and wood, plastic and textiles or other types objects was patented in 1907, already under the beauty. With this a new push was achieved, thanks ne itself alongside the progress in plastic materials: of elements little by little became consolidated. commercial name of “Bakelite”. From this moment to the creation of plastic objects that were much the industrial designer. The role would be fundamen- Paradigmatic of this fusion between functionality on its importance continued to grow, appearing in more attractive, such as boxes, jewellery and lamp tal, especially in the United States, where the need to in its creative process, utility and plastic beauty is numerous publications, both research and popular, structures and many others, definitively corrobo- care for form became more patent in order to gain ac- the Ekco series of radios, designed by Wells Coates; and presented as the miraculous material that would rating the motto of the material of a thousand uses ceptance from both the end user and the manufactu- both the AD-65 and AD-75 models show in their bring about a new period of prosperity for humanity. (Perrée, 1996: 19). The new and endless range of rers. The development of mass consumerism which circular form their perfect aesthetic adaptation to This “millennial” focus, related by John K. Mumford in colours, together with the possibilities offered by its plastic objects enabled made the figure of designer the industrial moulding process (Katz, 1984: 55). his book The Story of Bakelite, would later be spread non-conductivity of electricity and its improved re- necessary. Both in the creative process and in the by a host of publications, showing how the mate- sistance to ageing, would complete its success. end result, the role would become more prevalent In this way, and from this moment, the designer rial would make possible all sorts of utopias (1924: and take on even greater importance than that of the would begin to take on roles that until then had gone 1-80). The creation of a new world in which everyone In this way, new markets and new commer- artist, directly influencing not only the manufactu- unnoticed. However, and in spite of their fundamen- would have access to all objects necessary, the stu- cial brands appeared, such as Bandalasta or Ebe- ring processes, but also the structure, and with it the tal role, their names are not known to the greater died presence of beauty in the same objects, and the na, which little by little spread their creations. form and the final shape of the object. The manufac- public and nowadays there are still many of these democratization of their use, would be used as the Some examples of great beauty can be found in the ture of pieces from moulds made necessary the sys- great pieces that continue to be catalogued as anon- main defences against any possible downsides that collection that we are exploring. This progress was tematizing of the productive process and the search ymous. For this reason, when from time to time the might be suggested. This first Bakelite was immedia- especially advantageous in the domestic arena. for ease in each and every phase to which it was author of one of these objects comes to light, its tely used in the radios of the twenties and thirties of Kitchen utensils, dinner services and small electro- subjected. The division of tasks was rapidly defined. valuation increases exponentially. In the Rafael the previous century and in all kinds of electrical ob- domestic items were now easy to include in more The engineer was responsible for the materials and Ortiz Collection pieces can be found by some of the jects and components for cars, because of its capa- modern homes, which now aimed to have matching for supervising the production, while the artist was greatest designers of this period. Here we can hi- city to imitate wood and, above all, because of its in- furnishings. Tea or coffee services, cutlery, lunch responsible for the final appearance. However, as ghlight Raymond Loewy’s Colonial Model 700 New sulating properties. Ashtrays, dryers, radio casings, boxes or any other utensil were made in the most has already been said, even here, the function of the World radio, Walter Dorwin Teague’s Polaroid Model buttons and all kinds of electrical plugs and switches attractive colours to go with furniture or fashion. new designer would end up influencing the result. 114 lamp, Henry Dreyfuss’s iron made for General were common in the early days, and they are well re- At first the colours chosen were pastel shades, al- The engineer, through the conception of the moulds, Electric, the aerodynamic microphone designed presented in the Rafael Ortiz Collection. Although at though more vibrant shades were also possible. But the skeleton of the piece, defined his influence on for Ducati by Gio Ponti or the magnificent Radio first the added filler material was important for achie- it wasn’t until 1932, when a new change was made the exterior, and the artist was initially dedicated to Nurse by Isamu Noguchi, to cite just a few examples. ving hardness, it wasn’t long before a system was to the composition, with the substitution of thiourea camouflaging it, and then later to reinforcing it by discovered that allowed it to harden without adding formaldehyde for urea formaldehyde, that bright making use of the characteristics the structure offe- Thus all the conditions were in place for the ma- anything. With this method the result was a com- attractive colours began to prevail. Salt and pepper red him. Thus the typical ziggurat shapes, of which terial and their creations to be truly valued. Greatar- pound that was lighter and more transparent, easier pots, vinegar and oil bottles, plates, juicers and a there are notable examples in the Rafael Ortiz Collec- tists working in the material, creations offering fan- to use for decorative elements, although its fragility whole host of utensils began to adopt colours that tion, responded to the need to facilitate extraction tastic and functional results and greater and greater increased considerably. The world of Art Deco worked were unthinkable before this time. The changes in from the moulds. In this way it can be understood possibilities for expansion among a growing public: out how to make good use of this material by achie- manufacture and the development of mass produc- how industrial design ended up defining the basic these were the principal factors in its growth. In spi- ving fine imitations of jade, onyx, marble or amber in tion meant that from the middle of the forties, plastic parameters of styles such as Art Deco towards the te of this, not all the postures facing this new reality all kinds of objects. Its big problem then was that, in began to lose its association with luxury and novelty end of the twenties, or the aerodynamic lines which were unanimously in favour, and many detractors this form, it was very sensitive to light and showed a which until then had accompanied its evolution. It are known in design as “streamline” from the thirties. appeared. Some did not see it as a worthy material, tendency to yellowing (Katz, 1984: 10-11). had started to be seen as a cheap material lacking whereas there were others, like Roland Barthes, for in class, and this lowered public interest in it. Howe- It is therefore fundamental to understand that in whom plastic was “the stuff of alchemy, of the asto- In the middle of the twenties the British chemist ver the efforts of some of the best designers meant the final form of the objects, both the designer engi- nishing transmutation of matter, that had landed in Edmund Rossiter mixed carbon dioxide and ammonia that this notion did not fully take shape until recent- neer and the artist intervened to the same degree. homes and was perhaps the first magical substance with formaldehyde to achieve the first almost trans- ly, when the negligible quality of some designs has The structural formulas frequently influenced the that consents to be prosaic” (Barthes, 1989: 109). parent resin. This new type of Bakelite with a strange turned plastic into a material that is very poorly va- ornamental. Thus many decorative elements deri- However, and in spite of its critics, the triumph of chemical name – urea thiourea formaldehyde – pro- lued in many homes. With the aim of maintaining ved from the process involved in creating moulds. these plastics was practically assured. Bakelite had ved to be a new and big step forward in the expan- its prestige, big exhibitions were even organised in The textures, engravings, spots, inlays and decora- arrived at exactly the right time. Social demand was 24 25 growing continuously, at the same time as the pro- cheapness, or low quality and poor taste. In contrast that might facilitate viewing, comprehension and, in known production. In this respect, special mention duction of natural materials was decreasing or run- to natural materials like clay, wood or stone, they some way, establish guidelines for those many peo- must be made of the large collection of pieces by ning out. In this sense the cases of shellac or ivory came to be considered inferior. Evidently this cri- ple who find themselves immersed in the maelstrom Eduardo Fornells. This creator of some of the most are significant. In addition, the appearance of this ticism could be made of the numerous poor quality of collecting these beautiful objects. beautiful boxes on the market is well represented in “wonderful” solution coincided with the development objects that were appearing in plastic, but beneath the Collection thanks to this perseverance and focus. of other technologies and needs which made their this attitude could be seen another more common In the presentation of the Becht Collection, The same thing has happened with some more use almost obligatory. In the twenties electricity and less recognised one, which was the rejection Rob Perrée clearly established the difference be- specific materials, where obsession has led him had begun to develop, in spite of having had to rely of modernity. This can still be felt in numerous tween artistic objects, valued for their uniqueness, to get hold of the most meaningful samples. Thus on the use of scarce, expensive or not very reliable European countries, where it is argued that poor taste and those more closely connected to the area of the Collection has a wide variety of pieces made by products, such as porcelain, brass or mica. Bakelite and the use of new customs and materials is typical craftsmanship, in which multiplicity is the norm. “Ebena”, the brand of that Belgian factory that only was the solution. For the automobile industry, also of the American influence, pejoratively speaking, on He clarified how the majority of private collections, manufactured pieces between 1921 and 1931. booming, access to a cheap, easily available and re- the more aristocratic and exquisite values of the old identifying collecting with investing, are dedicated In order to complete his collecting system it must sistant material was a need of the first order. Bakeli- European culture. However, this disregard for the to finding pieces of art with a “stable” value. This be said that much of the time he has directed and te was again the solution. In the audiovisual media, use of plastics would not be common everywhere, led Perrée to highlight the duality of the collection diversified his collection by forming obvious typolo- radios also took advantage of the material, above all not even after the Second World War. If in the United because of the presence of these two worlds in it. gical groupings which he has gone on to complete in the inner workings, buttons and casings. The mag- Kingdom this statement might be accepted, coun- This ambivalence, where the works of Stanley Brouwn little by little. His desk materials, amongst which nificent Radio Patriot, designed by Norman Bel Ged- tries such as Germany and, to a greater degree, Italy or Gilbert & George live next door to objects made can be found the pieces of the set designed by John des, the Phonola 547 by Livio Castiglioni, the Radio made the design of high quality plastic objects one of in Bakelite, is exactly what catches the attention Dickinson between 1948 and 1951, the grouping of Zenith by Robert Davol Budlong or the Czech Tesla their most recognisable banners (Suggit, 1997: 113). (Perrée, 1996: 173). However, and coming back to war material, his section covering cameras, of audio- radio speaker, Model ARS-217 designed by Ambrož the collection that we are here presenting, this is visual pieces or articles for the smoker, surprise us Špetík , are clear examples of this. The same thing Like Dr. Jekyll and Mr. Hyde, hopeful anticipation not a unique phenomenon, because in the Rafael in their conjunction with his collections of household happened in photographic technology, which began and fatalism continually swung at the extremes. In Ortiz Collection, the same circumstances arise, albeit goods, jewellery or toys. What began as a simple to require greater portability and strength. In both the past, criticism of its falseness and artificiality with different names. Works by Equipo 57, Luis Gor- hobby is in the process of becoming one of the most cases, again, Bakelite was the solution. In addition, represented it greatest dangers. Once the questions dillo, Carmen Laffón, Palazuelo or Rivera are mixed, important Spanish collections of plastic objects. the economic aspect should not be forgotten: its pri- of aesthetic value had been overcome, now criti- without difficulty, with the already large collection of He began cataloguing a few years ago and bit by bit ce meant that many consumers, until then far from cisms are focused on the ecological implications, Bakelite and other plastics. it is progressing to include more and more names of being able to acquire these kinds of objects, began to basically on its disposability, something that has led authors, dates, classification of materials and a who- be able to afford them. To all this must be added the to the majority of plastics manufacturers currently “Bakelites and other plastics. The Rafael Ortiz le host of data that is fleshing out and opening new interest of many designers in working with a novelty pursuing recyclability as an important objective. So, Collection”, begun almost 20 years ago, has grown, areas in the collection. In short, “Bakelites and other material that allowed them to move away from the and leaving aside those products with hardly any tentatively, as knowledge has increased, because plastics. The Rafael Ortiz Collection” has turned into narrow limits imposed by traditional materials. But functional presence and no aesthetic design, plastic for Rafael Ortiz, collecting is another way of learning. a whole universe of plastic which has been patiently what finally tipped the balance, as Rob Perée exp- seems to have consolidated its territory to become The first pieces of the collection were born from the but insistently selected, followed, found and incor- lains, “was its light weight and durability, its attrac- not only the material of a thousand uses, but also, knowledge of the more high profile Bakelite, later mo- porated to achieve a wide vision of what is the most tive appearance and its resistance to heat, humidity and perhaps more importantly, to be seen as the ma- ving towards other types of plastic than those that contemporary history of society. and acidity, and the fact that it had a great facility to terial that can eliminate differences among people. have been presented here. Started before “on-line” be worked. And all of this was the achievement of the Whether chimera or reality, the age of plastic, which auctions were common, a patient search through flea *** Belgian Leo Baekeland” (1996: 21-22). is expanding in every area, seems to have arrived to markets all over Spain, and in some other countries A few days ago, when I was working on this text, stay and in some ways to make life easier and more too, was his most usual recourse. Over time many somehow an article from The Guardian came into So, towards the end of the thirties, moulded plas- comfortable, and in not a few cases, more attractive sellers learned to save pieces to offer him later, by my hands, which collected some of the strange tic materials were used more and more in homes, and intriguing. which means a network of “Bakelitic” interests for- things that writers do before sitting down to write. offices, bars, shops, at work, and even in leisure ac- med, which helped to widen the collection. Time and My attention was immediately caught by T. S. Eliot’s tivities, with the bursting onto the scene of celluloid The selection of pieces that are presented here learning about materials, objects and designers, has habit of painting himself green, even, as Virginia film or the prevalence of innumerable plastic came- was based on the valuation of processes, materials fine tuned his eye and focused his interests more and Woolf wrote, and which was also mentioned in the ras for taking photographs. Amongst the latter in and aesthetic forms. These are the result of an ex- more, or at least made him conscious of the different article, painting his lips. It wasn’t how strange he the collection, a special mention is warranted for the haustive analysis of the collection to tailor the final branches along which his collection was diversifying. looked, or his behaviour that surprised me, but Coronet Midget Camera series, the Purma special de- selection to the exhibition space available, with the Little by little, and with controlled patience, he found rather the colour the newspaper had painted his face, to signed by Loewy or the Kodak Baby Brown by Dorwin ultimate aim of offering a varied sample of the weal- such desirable pieces as the exquisite Polaroid lamps illustrate the news item. There it was - it was that green, Teague. th of creativity in plastic objects. The decision was designed by Otto Wolff or Walter Dorwin Teague, the the green of English plastic Thermos flasks. Those plas- taken to divide it into typological sections, paying sophisticated Purma camera designed by Raymond tic objects that filled the last century, leaving nobody The huge possibilities led to overproduction in attention to functionality, although in fact other Loewi or the fantastic “The Master Incolor Cocktail indifferent, and which for me have been a real obses- plastics and with this the expansion of their con- groupings could have been equally illuminating. Pre- Shaker”. However, these great pieces have not been sion for years. That green that is now stuck in my mind sumption, factors which finally contributed to their sentation in homogeneous groupings, whether it be his only objective, because on many occasions we as a memory, that green that I had never noticed befo- slow loss of value, as mentioned above. They began by material, function or typology, has always resul- have seen how he has focused on the work of one re, that green that is transformed into plastic and that to be associated with ideas of inauthenticity and ted from the desire to establish clear compartments creator until he has collected practically the entire is so palpable that it can never again pass unnoticed. 26 27 Interview with Rafael Ortiz steps. What were your objectives and when did you L.M. How do you make your acquisitions - flea mar- ching to get hold of it. Also the “Radio Silvertone” begin to establish them? kets, auctions, etc...? popularly known as the “Turbine” or “Rocket”. In one of the many “bakelitic” conversations carried R.O. From the moment I started to see it taking on R.O. In every way possible, flea markets, shops, auc- out during the afternoons spent inventorying and the characteristics of a collection, the objective was tions, and recently via Internet. L.M. We can see that the collection is getting stron- preparing this display, a series of questions aro- to try to complete it as a sampler of the different ger and more consolidated, but when will it be com- se which it seems a good idea to record because, uses and functions that the material permitted. L.M. With the magnitude and character that your co- plete? Will you continue to collect plastics? in some way, they might focus the meaning of the llection is acquiring, it is obvious that you must reflect R.O. Is any collection ever complete...? During the collection and collecting and at the same time warn L.M. Amongst all the possibilities, and leaving your on it frequently. Where is the collection heading? Pop Art period very particular, beautiful pieces were those who are involved in it of the risks of rambling contemporary art collection to one side, why Bakeli- R.O. At the beginning I thought that it would reach created, and I already have a few... through the world of collecting Bakelite and other te and other plastics? the fifties. But since Philippe Starck designed various plastics. R.O. I already had some objects made in these ma- Bakelite pieces towards the end of the nineties... L.M. During the long preparation for this exhibition you terials and when you become aware that Bakelite is have again been in contact with each and every pie- Luis Martínez. What should we call the Collection? the first totally synthetic material created by man, L.M. What are your next objectives? ce. Do you feel that this exhibition offers a full stop? Rafael Ortiz. Bakelites and other plastics. The Rafael this makes you reflect - what a revolution in a single R.O. Showing the collection is a big objective. Allowing R.O. In some ways yes, but it’s not the end. It might Ortiz Collection. discovery! For me there was something epic about the public to enjoy it. That is perhaps the only time be more appropriate to view it as a semi-colon. I am it, almost a “leap into the void”.It’s fascinating to see when the collector doesn’t feel alone. afraid that “irresistible” pieces will continue to appear. L.M. How did the collection start? Was there any pre- how this new material was taken on by industry and cedent that you knew of? how industry, in its turn, influenced the material, ma- L.M. Your comments sometimes show you to be on L.M. Up until now your main concern with respect R.O. I’m not aware of the origin. I think really that king it evolve to the present day. alert, like the hunter before a special piece. Are you to the collection was to form it, but now that it is when I acquired the first pieces, mostly in flea mar- on the trail of something in particular? well formed I imagine other concerns will come up. kets (objects that no one, or almost no one valued), L.M. Anyone who sees you handling your pieces, or R.O. There is always something. A short time ago, Amongst them, do you have anything in mind for its I began to fall in love with the material. hears you talking about how you acquired one, would through something written by Isamu Noguchi himself, conservation in all senses? understand the passion you have for them, but how I found out that he had also designed a small kitchen R.O. Until now I hadn’t really thought about it, but per- L.M. Perhaps because of your profession as the ow- did you learn to value them? clock. From that moment on the piece has acquired haps this is a good moment to start to do so, above ner of contemporary art gallery you are used to co- R.O. Looking at them, touching them... I am a tactile, greater visibility and its price has gone up considera- all the pieces made of celluloid and other pre-plastics llecting, but a collection like this is more surprising. visual person. Sometimes I have kept a small piece bly. That could be an object that I am on the trail of. which are truly delicate. Was it premeditated? in my pocket and I have spent time touching it and R.O. I have always been interested in industrial ob- studying its shape. L.M. As numbers increase it must be more and more L.M. When you see the quantity and quality of the jects both for their function and their design quali- difficult for you to remember all the pieces that make pieces you have acquired, do you have among your ties. In fact I have pieces that I bought that are not L.M. What were and are your criteria for acquisition? up your collection, but there must always be one, objectives the idea of exhibiting the collection per- necessarily made of Bakelite or other plastics. Over R.O. I think that knowledge of the history of the ma- which for some reason, has become special. Which is manently? time my interest in the material consolidated and terial and its evolution tells you a lot. Sometimes an the piece that has most surprised you? R.O. That would possibly be a lovely ending; I think then it began to take on the character of a collection. unknown object surprises you, sometimes you have R.O. Sometimes the pieces that surprise you most being able to show it to the public is very important, to pound away in search of a specific piece that you are very simple and even apparently insignificant. In above all enabling future generations to see it. L.M. When I watch you moving from one piece to ano- think you need. the collection there is a salt and pepper pot made of ther, connecting them with each other, finding rela- Catalin, very small, which I think is really refined with L.M. Those of us who know you see this as an essen- tionships, I always think about their origin. What was L.M. Over time, those of us who have followed your pur- an exquisite design. I could also mention some of the tial part of your everyday life, but what does collec- the first piece that you bought? chases have seen how you have become more selec- first pieces by Raymond Loewy, the Purma Special ting mean to you? R.O. It would be impossible to answer that. I do re- tive, more exact. Have your search criteria evolved? camera, surprising both for its wonderful design and R.O. It is a bit like a cocktail: a bit of what you crave, member some of the first pieces in a special way, R.O. Undoubtedly. Within the collection what we its innovative technology. a lot of passion and a few drops of patience. bought in an antique shop in Valencia (a magnificent might call sub-collections have appeared, such as Art Deco buckle, a hair dryer, a cruet)... is the case with the articles from Ebena or the boxes L.M. What piece do you like best? L.M. The evolution of the collection has been evident. by Fornells. You become more demanding and the R.O. There are so many.... Perhaps the Radio RCA Have your initial objectives changed? L.M. The fact is that all the objects lining the shel- acquisitions you make are more finely tuned, both Victor. Model 96-X3 by John Vassos because of its R.O. At the start I didn’t have a clear definition. ves in the warehouse make for an impressive sight. in terms of the quality of the pieces themselves and completely architectural structure, and Fornells’s Over time, it began to take shape in function of the When did you become aware of the body of work that their state of conservation. boxes moulded from some exquisite carvings..., knowledge acquired, and the objectives have adap- your acquisitions were forming? every time you find one it surprises you. ted themselves both to this and to the possibilities R.O. Perhaps when I bought the first pieces with a L.M. Did you and do you have priorities? offered by the market. known author. That’s when I began to research and R.O. One of my weaknesses is for American designers L.M. The world of plastics has more and more addicts widen my knowledge of the topic. corresponding to the Art Deco period, and almost all of and you must have faced some difficult competition L.M. And now what? them have designed some of their objects in plastic. I to reach some of your milestones. Which one was the R.O. Uff... L.M. I imagine that at the beginning your acquisition think that every collection should have a marked per- most difficult to acquire? process was a bit more disordered and that little by sonal character and each collector tries to explain in R.O. There have been a few. Perhaps the “Radio little you began to orient yourself, programming your the best way possible something about Art or Industry. Nurse” by Isamu Noguchi. It took me years of sear- 28 29 y fácil de modelar, era un potente aislante eléctri- o algunas placas decorativas de colores claros que ¿Qué es lo que hace a los hogares de hoy día co, siendo la primera resina termoestable, propicia imitaban al marfil o al hueso y que destacan sobre tan diferentes, tan atractivos? Mobiliario de para la fabricación de radios, teléfonos, lámparas, las maderas oscuras como el ébano o el palisandro. plástico en la vivienda moderna utensilios de cocina o pequeños electrodomésticos, Entre los diseñadores pioneros en la utilización de vi- M.ª Mercedes Fernández Martín objetos útiles que harán las delicias de sus dueños, drio, acero, aluminio o celuloide en la fabricación de Universidad de Sevilla modernizando y facilitando así el quehacer cotidia- muebles cabe destacar a la artista irlandesa Eileen no. Poco a poco se fue perfeccionando surgiendo Gray, especialista en muebles lacados e interesada Parafraseando el título de la obra de Richard nuevas marcas comerciales como Catalin [Inv. 294] en producir un mobiliario atractivo de tipo standar, Hamilton Just what is it that makes today’s homes en Estados Unidos, Ebena en Bélgica o Bandalasta destinado a un público de menor capacidad adqui- so different, so appealing? (¿Qué es lo que hace a los [Inv. 49 o 146] en el Reino Unido, especializadas no sitiva, fusionando el valor artístico con el funcional. hogares de hoy día tan diferentes, tan atractivos?), sólo en utensilios del hogar, principalmente menaje N.º Inv. 251, 248, 250 fechada en 1956, se puede contestar que fueron de cocina y vajillas, sino también en joyas y otros ob- Aunque en la década de los años treinta se fabri- los nuevos materiales empleados en la fabricación jetos preciosos, debido a su espectacular acabado al caron algunos muebles con baquelita, como la pareja estructura. Este hecho abarató considerablemente del ajuar y mobiliario doméstico, los que realmente imitar otros materiales más ricos o piedras semipre- de veladores [Inv. 284] y la original y compleja mesa la producción con la fabricación de modelos en serie. modernizaron los interiores domésticos de la prime- ciosas como el jade o el ámbar. de fumador presentes en esta muestra [Inv. 241], el ra mitad del siglo xx, años en los que se produjo un mobiliario más frecuente se limitó a muebles para co- Todos estos factores influyeron en el desarro- rápido desarrollo en el empleo de materiales plás- En estos primeros años este cambio en los in- locar aparatos de radio, tocadiscos y, más adelante, llo del sector y en cada uno de los productos que ticos, incorporándolos a nuestra cotidianidad. Así, teriores domésticos se aprecia principalmente en televisores, que ponían las viviendas a la moda y en aparecieron durante esa época, consolidándose el el plástico ha construido nuestro mundo moderno, la cocina, espacio tradicionalmente alejado de cual- la vanguardia. El uso de polímeros en la construcción plástico como material constructivo en la fabrica- por lo que hoy en día es difícil imaginar vivir sin él. quier innovación en el diseño, pero que gracias a de mobiliario no se consolidó definitivamente hasta ción de muebles de calidad, a la vez que impulsó a los electrodomésticos y menaje fabricados con los finalizar la Segunda Guerra Mundial, sin frenar su de- un gran número de diseñadores industriales y ar- nuevos materiales, se va a modernizar por comple- sarrollo en las décadas siguientes. Es en estos años quitectos a crear piezas únicas. Los Estados Unidos to, haciendo la vida más fácil y cómoda. El resto de cuando la sociedad comienza a replantearse las nue- desempeñaron un papel clave en la creación de un la vivienda también se modernizó y el mobiliario no vas necesidades tras un período económicamente nuevo estilo, el llamado “sueño americano” de los fue ajeno a estos cambios pues, en palabras de Mario nefasto, apostando por la promoción de productos in- años 50, marcado por una revolución en el diseño Praz (1988: 49-57), éste es capaz de revelar, tal vez dustriales más eficientes. En países como Inglaterra de muebles y objetos de decoración que permi- más que la pintura, la escultura e incluso la arquitec- se prohibió la madera y el acero tubular en la fabrica- tió a los plásticos tomar el relevo como material tura, el espíritu de una época. ción de muebles y en 1942 el gobierno estableció un comité de Asesoramiento de Creación de Mobiliario El estilo que domina los primeros años del siglo Doméstico, disposiciones que impulsaron la indus- xx es el Art Déco, estilo caracterizado por formas ele- tria de muebles y objetos decorativos de plástico. Un Folleto de jarra para hacer crema gantes, de colores vibrantes y motivos decorativos año antes los autores de Plastic, Yarsley y Couzens Como se recoge en extenso en páginas ante- de líneas sencillas. En el mobiliario se caracterizó por (1941: 57), llegaron a afirmar que la utilización del riores, donde Martínez Montiel analiza la evolución el empleo de materiales ricos, con un acabado muy plástico podría ayudar a los aliados a ganar la guerra que tuvieron los plásticos, este proceso se había cuidado, casi artesanal, pero donde no faltan mate- mediante la sustitución de materiales escasos como iniciado a mediados del siglo xix con la aparición de riales como el acero cromado, el cristal o el hierro en el metal y la madera. Los mismos autores afirmaban pre-plásticos, experimentando un vertiginoso pro- muebles de producción industrial. Pese a las conce- que el plástico propiciaba un mundo más brillante greso durante las décadas siguientes. El primer siones a lo moderno, los muebles de lujo Art Déco y claro, libre de polilla y herrumbre y lleno de color. plástico totalmente sintético no aparece hasta 1907 eran, por lo general, muy conservadores, apostando cuando el químico Leo Hendrik Baekeland sintetizó por los materiales tradicionales, a excepción de los Tras la contienda, y sobre todo en América, la de- un polímero, que bautizó con el nombre de baquelita. tubos metálicos, utilizados por Mies van der Rohe, coración moderna era aceptada como algo novedoso Este novedoso material fue el primero de una serie Marcel Breuer o Le Corbusier, entre otros. Paralelo a y la sociedad exigía mayor libertad. El Museum of Mo- de resinas sintéticas que revolucionaron la tecnolo- éste, surgió un Art Déco más popular que asimiló me- dern Art de Nueva York convocó en 1940 un concur- gía moderna pero también los hogares, iniciando la jor las nuevas técnicas empleadas en la ejecución de so titulado “Organic in Home Furnishings”, que debía llamada “era del plástico”. muebles. Fueron muchos los ebanistas que aposta- contribuir a la creación de un mobiliario de acuerdo ron por este redescubrimiento del mueble suntuoso con la época, en el que los arquitectos Eero Saari- Lentamente se fue introduciendo en la vivienda, y bello, con un rechazo a cualquier referencia a los nen y Charles Eames obtuvieron el primer premio en un primer momento utilizado en pequeños obje- estilos del pasado, decantándose por las nuevas (Sembach, 1989: 167). En un primer momento estos tos de uso cotidiano, debido en parte a que la inge- técnicas. No obstante, fueron muy pocos los que diseñadores de muebles siguieron apostando por el niería eléctrica fue de las primeras en invertir en el emplearon los materiales plásticos, como el celuloi- empleo de la madera para, paulatinamente, empe- empleo de estos nuevos materiales pues, la baque- de o la baquelita, limitándose a algunas piezas com- zar a utilizar el acero para los elementos de apoyo lita, además de tener un acabado agradable, bello plementarias del mueble como pomos, tiradores, y los nuevos materiales plásticos para el resto de la N.º Inv. 241 30 31 constructivo. Muebles de calidad, resistentes y ac- Vitra quien también editó en polipropileno teñido, cesibles, dirigidos principalmente a una clase social cincuenta años después, la silla infantil Elefhant, media, emergente y ávida de reconstruir sus vidas. diseñada por ellos en 1945. Paralelo a la consolidación de su uso surgieron tam- bién nuevas innovaciones técnicas y nuevos produc- Sin lugar a dudas el mobiliario de los años cin- tos plásticos que favorecieron la fabricación de obje- cuenta propició diseños de gran calidad artística que tos con curvas y el diseño aerodinámico (stream-line) no se superaron en las décadas siguientes, donde de los vehículos pasó a los enseres domésticos. los materiales plásticos triunfan definitivamente En esta época también se produjo la producción en pero pierden calidad en el diseño y se vulgarizan. cadena de los muebles. La estrella fue la melamina, Son los años del Pop Art, el resultado de un estilo más conocida por su nombre comercial de Formica, vida, la manifestación plástica de una cultura carac- material utilizado principalmente en el diseño de terizada por la tecnología, la democracia, la moda y muebles de cocina y de baño, que transformaron las el consumo, donde los objetos dejan de ser únicos viviendas, llevándolas a la cúspide de la modernidad. para producirse en serie. Hoy sabemos y aceptamos La clave de su éxito estuvo en sus colores brillantes, que la tecnología avanza extremadamente rápido; en su resistencia al calor, su buena conservación pero, los años 60, la gente estaba empezando a asumirlo. sobre todo, en la facilidad para la limpieza, lo que ha- Esta fue la década que vio el nacimiento de una cultu- cía más llevaderas las tareas domésticas y democra- ra juvenil; la vida era “mundana” y “fresca”, y estar a tizaba a la sociedad. la moda era de extrema importancia. En este período se aprovecharon al máximo las nuevas oportunida- La posguerra trajo consigo un nuevo estilo de des que ofrecían los plásticos moldeados por inyec- vida, una esperanza nueva en el futuro basada en la ción. Ejemplos de este tipo de mobiliario lo tenemos libertad del ser humano y adoptada, cómo no, en el en el taburete Tam Tam creado por el francés Henry mundo del arte. No sólo fueron los Estados Unidos de Massonnet en 1968, comercializado desde un prin- América los que inician esa nueva era para el dise- cipio a un precio irrisorio. Asimismo, Verner Panton ño, sino que se sumaron otros países como Italia y diseñó la silla, conocida por el apellido del autor, que Escandinavia. El nuevo período se caracteriza por la es una pieza de las más influyentes del diseño de luminosidad, los interiores espaciosos y los colores mobiliario en la actualidad. Panton tiene un número vivos, para contrarrestar y olvidar los años de guerra. importante de muebles diseñados en plástico donde Los diseñadores escandinavos mostraban simpatía predominan los colores brillantes y formas geométri- por los componentes naturales, y por eso gran par- cas, innovadoras y futuristas. te de sus diseños mantuvieron el carácter artesanal pero nuevos procesos productivos y materiales como Después de unos años donde este tipo de mobilia- el acero o la materia plástica rompieron con la hege- rio ha estado denostado, aunque no olvidado, vuelve N.º Inv. 69, 368 monía de la madera. Eero Saarinen, arquitecto y dise- de nuevo a través de empresas como la citada Vitra, ñador finlandés, fue uno de los primeros en el uso del Habitat o la italiana Kartell, fundada en 1949 en Milán plástico en el mobiliario. Hacia 1956 editó la colec- por el químico Giulio Castelli, una de las principales BIBLIOGRAFÍA ción Tulip, mesas y sillas, con o sin brazos, compues- promotoras del plástico en el mundo de la decora- tas por un pie de metal forrado y asiento de poliéster. ción y el diseño de interiores. En la actualidad siguen BAKER, F. (2003): Siglo xx Muebles, Lisma, Madrid. produciendo con materiales plásticos la mayoría de FREINKEL, S. (2012): Plástico, un idilio tóxico, Tusquets, Asimismo, Charles y Ray Eames se encuentran los prototipos icónicos de la primera mitad del siglo xx Barcelona. entre las figuras más destacadas del diseño del si- (Storace y Holzwarth, 2012). Asimismo, estas empre- glo xx. Su obra fue muy variada: diseñaron muebles, sas se han rodeado de diseñadores de talla mundial PRAZ, M. (1988): “La personalidad del ambiente. Sensibilidad rodaron películas, se dedicaron a la fotografía, mon- como Philippe Starck, quien ha dado un nuevo impul- artística y gusto ornamental”, ABV Monografías de Arquitectura y Vivienda, n.º 14. taron exposiciones y planificaron y construyeron su so al mobiliario de plástico, diseñando incluso varias propia casa de una manera revolucionaria para su piezas de baquelita [Inv. 69 y 368], conectando así SEMBACH, G., y LEUTHAUSER, P. G. (1989): Diseño del mueble época. Uno de sus productos más emblemáticos e las primeras experiencias en la utilización de mate- en el siglo xx. Taschen, Köln. icónicos es la Eames Plastic Armchair. Diseñada en riales plásticos con la actualidad. En resumen, la ver- 1948, fue presentada en el concurso ‘Low Cost Fur- satilidad que imprime a los muebles el plástico, junto STORACE, E., y HOLZWARTH, H. W. (2012): Kartell, The Culture of Plastics. Taschen, Köln. niture Design’ del Museo de Arte de Nueva York. Fue al diseño, hace de estas piezas verdaderas obras de la primera silla de plástico producida en serie. Desde arte, dignas de las colecciones permanentes de mu- YARSLEY, V. E., y COUZENS, E. G. (1941): Plastic, A Pelican 1989 forma parte de la fabricación de la casa suiza chos museos y de gran interés para los coleccionistas. Book, London. 32 33 In these early years the changes in domestic in- polymers in the construction of furniture was not re of furniture in assembly lines was also introduced. What is it that makes today’s homes so teriors were seen mostly in the kitchen, a space that definitively consolidated until the end of the Second The star was melamine, better known by its commer- different, so appealing? Plastic furniture in had traditionally been distanced from any design World War, which did not slow its development in the cial name of Formica, a material used principally in the modern home innovation, but which, thanks to electrodomestic following decades. It was during these years that the design of kitchen and bathroom cabinets, which M.ª Mercedes Fernández Martín appliances and goods manufactured with the new society began to rethink new needs after a difficult transformed homes, taking them to the peak of mo- Universidad de Sevilla materials, was completely modernised, making life economic period, investing in the promotion of more dernity. The key to its success was found in its bright easier and more comfortable. The rest of the home efficient industrial products. In countries such as colours, heat resistance, and durability but, above Paraphrasing the title of a work by Richard was also modernised and furniture was not spared England, the use of wood and tubular steel was pro- all, in the ease of cleaning, which made domestic Hamilton: Just what is it that makes today’s homes these changes, because, in the words of Mario Praz hibited in the manufacture of furniture and in 1942 tasks lighter and democratised society. so different, so appealing? dated 1956, we can (1988: 49-57), furniture is capable of revealing, per- the government established The Utility Furniture answer that it was the new materials employed in haps more than painting, sculpture or even architec- Advisory Committee, the creation of which encou- The postwar years brought with them a new life the manufacture of domestic utensils and furnitu- ture, the spirit of an epoch. raged the manufacture of furniture and decorati- style, a new hope for a future based on freedom re that really modernised domestic interiors in the ve objects in plastic. A year earlier the authors of for the human being and adopted, of course, by the first half of the 20th century, years which saw a The style that dominated the early years of the Plastic, Yarsley and Couzens (1941: 57), stated that world of art. It wasn’t only the United States of Ame- rapid development in the use of plastic materials 20th century was Art Deco, a style characterised by the use of plastic could help the Allies to win the war rica that initiated this new era in design; countries incorporated into everyday life. Thus, plastic has elegant forms, vibrant colours and decorative motifs by substituting it for scarce materials such as metal such as Italy and Scandinavia also jumped on board. built our modern world, and it is nowadays difficult with simple lines. In furniture this was characterised or wood. The same authors stated that plastic would The new period was characterised by luminosity, to imagine life without it. by the use of rich materials, with a very careful, al- lead to a brighter, lighter world, free of moths and spacious interiors and vibrant colours, to counte- most handcrafted, finish, but not lacking materials rust and full of colour. ract and help forget the years of war. Scandinavian As has been covered in previous pages, in such as chrome steel, glass or iron in furniture of designers showed sympathy for natural compo- Martínez Montiel’s analysis of the evolution of industrial manufacture. In spite of the concessions After the conflict, above all in America, modern nents, and for this reason many of their designs kept plastics, this process was begun towards the to the modern, the luxurious Art Deco furniture was, decoration was accepted as something of a novelty, their traditional character, but new production pro- middle of the 19th century with the appearan- in general, very conservative, opting for traditional and society demanded greater freedom. In 1940 the cesses and materials, such as steel or plastics, broke ce of pre-plastics, experiencing vertiginous pro- materials, with the exception of the metal tubes Museum of Modern Art in New York convened a com- the hegemony of wood. Eero Saarinen, a Finnish ar- gress during the following decades. The first used by Mies van der Rohe, Marcel Breuer or Le Cor- petition titled “Organic In Home Furnishings,” which chitect and designer, was one of the first to use plas- completely synthetic plastic did not appear un- busier, amongst others. In parallel a more popular aimed to contribute to the creation of furniture in tic in furniture. Towards 1956 he created the Tulip til 1907, when the chemist Leo Hendrik Baeke- form of Art Deco arose which better assimilated the accord with the epoch. The architects Eero Saarinen collection, tables and chairs with or without arms, com- land synthesised a polymer which he christened new techniques employed in the manufacture of and Charles Eames won first prize (Sembach, 1989: posed of a foot of covered metal and seat of polyester. with the name Bakelite. This new material was furniture. Many cabinetmakers opted for this redis- 167) At first these furniture designers continued the first of a series of synthetic resins which covery of the sumptuous beautiful piece of furniture, investing in the use of wood, but they slowly began Charles and Ray Eames were also amongst the revolutionised not only modern technology, but with a rejection of any reference to the styles of the to introduce steel for the support elements and the most important design figures of the 20th century. also homes, initiating the so-called “plastic era”. past, throwing themselves into the new techniques. new plastic materials for the rest of the structure. Their work was very varied: they designed furniture, However, very few of them used plastic materials, This considerably reduced the production costs in made films, worked as photographers, mounted ex- It was slowly introduced into the home, at such as celluloid or Bakelite, limiting themselves to the manufacture of mass-produced models. hibitions and planned and built their own house, in a first used in small objects for everyday use. Its the parts that complemented furniture, such as kn- way that was revolutionary at the time. One of their spread was owing in part to the fact that electri- obs, handles, or decorative plaques of light colours All these factors influenced the development most emblematic and iconic products is the Eames cal engineering was the first to invest in the use that imitated ivory or bone and which stood out on of the sector as well as each of the products that Plastic Armchair. Designed in 1948, it was presen- of these new materials because Bakelite, as well dark woods, like ebony or rosewood. Amongst the de- appeared during this epoch, consolidating plastic ted in the ‘Low Cost Furniture Design’ competition of as having a pleasant finish, being beautiful and signers pioneering the use of glass, steel, aluminium as a building material for the production of quality New York’s Museum of Art. It was the first mass-pro- easy to mould, was also a powerful electrical in- or celluloid in the manufacture of furniture, the Irish furniture, at the same time as it encouraged a lar- duced plastic chair. Since 1989 it has formed part of sulator. This made it the first thermostable resin, artist Eileen Gray stands out. She was a specialist in ge number of industrial designers and architects to the production of the Swiss company Vitra, who also, perfect for the manufacture of radios, telephones, lacquer furniture and interested in producing attrac- create unique pieces. The United States played a key fifty years later, made Elefhant, the children’s chair lamps, kitchen utensils and small electrodomes- tive furniture of a standard type, for a public with less role in the creation of a new style in the 50s, called designed by them in 1945, in dyed polypropylene. tic appliances - useful objects that delighted their acquisitive power, offering a fusion of artistic with the “American Dream”, marked by a revolution in owners, modernising and facilitating everyday functional value. the design of furniture and decorative objects that Without doubt the furniture of the fifties provided tasks. Little by little it was perfected and new allowed plastics to take over as a building material. designs of great artistic quality that were not surpas- commercial brands arose, like Catalin in the Uni- Although in the thirties some furniture was ma- Quality furniture, durable and affordable, was direc- sed in the following decades, when plastic materials ted States, Ebena in Belgium or Bandalasta in the nufactured with Bakelite, like the pair of candles- ted principally at the emerging middle classes, keen definitively triumphed, but lost design quality and United Kingdom. These brands did not only spe- ticks and the original and complex smoking table to rebuild their lives. In parallel to the consolidation became more vulgar. These were the years of Pop cialise in homeware, principally kitchen utensils presented in this sample, the most frequently ma- in its use came also new technical innovations and Art, the result of a life style, the manifestation in and dishes, but also in jewels and other precious nufactured items of furniture were limited to those new plastic products that favoured the manufacture plastic of a culture characterised by technology, de- objects, owing to the spectacular finish that could on which radios, record players and, later on, tele- of objects with curves, leading to the aerodynamic mocracy, fashion and consumerism, where objects imitate other richer materials or semi-precious visions were placed, showing homes to be in the design of vehicles passing into the world of domestic are no longer unique but are mass produced. Today stones such as jade or amber. forefront of fashion and at the vanguard. The use of objects (stream-line). In this period, the manufactu- we know and accept that technology advances very 34 35 quickly; in the 60s people were just beginning to en día, son la francesa Société Peliticolin en París y la accept that fact. This was the decade which saw Juguetes de plástico alemana Rheinische Gummi-und Celluloid Fabrik en the birth of a youth culture; life was “worldly” and Concha García-Hoz Rosales Mannheim, conocida por su marca de la tortuga (Die “cool”, and to be in fashion was extremely important. Museo del Traje, CIPE (Madrid) Schildkröte). Ambas empresas fabricaron muñecos In this period the new opportunities offered by plas- de celuloide hasta la década de 1970. tic injection moulding were taken maximum advanta- Hasta el siglo xix, la mayoría de los juguetes estaban ge of. We can see examples of this type of furniture in fabricados con materiales comunes como la arcilla, A comienzos de la década de 1920, los alemanes the Tam Tam stool created by the Frenchman Henry la madera o los textiles. Un tipo aparte son los de idearon un nuevo sistema de fabricación, el modela- Massonnet in 1968, commercialised from the start papel, recortables y teatros, asequibles a todos los do por compresión, con la introducción de aire entre at an incredibly low price. Verner Panton also desig- bolsillos, entretenidos e instructivos. las hojas de celuloide metidas en un molde tridimen- ned the chair, known by its creator’s surname, which sional. Así, una vez que se obtenía el molde maestro is still one of the most influential pieces of furniture La revolución industrial no tuvo consecuencias de acero, podían fabricarse miles de juguetes idénti- design nowadays. Panton has a large number of in- inmediatas en lo que a la fabricación de juguetes cos, que solo necesitaban pequeños retoques fina- novative and futuristic items of furniture designed in plastic to his name, in which bright colours and geo- se refiere. Sólo cuando la hojalata británica se hizo les. Este sistema de modelado revolucionó y dominó metric shapes predominate. accesible, la producción fabril a gran escala hizo po- la industria de los plásticos hasta la aparición de mo- sible la construcción de juguetes relativamente com- delado por inyección, a finales de la década de 1930. After some years in which this type of furniture plicados para una emergente burguesía que estaba has been reviled, though not forgotten, it is now re- en condiciones de adquirirlos. Desde los primeros años del siglo xx fueron apa- turning through the work of companies such as the recieron nuevos plásticos que trataban de sustituir previously mentioned Vitra, Habitat or the Italian Kar- En 1870 se inicia tímidamente la era de los plás- al celuloide. En 1907 el belga Leo Baekland creó la tell, founded in 1949 in Milan by the chemist Giulio ticos, cuando John W. Hyatt patenta el celuloide, baquelita, llamada así en su honor, que fue la primera Castelli, one of the main promoters of plastics in the mezcla de nitrato de celulosa y alcanfor. Este mate- sustancia plástica totalmente sintética. Sus caracte- world of decoration and interior design. Currently the rial, que podía moldearse y tintarse, alcanza gran éxi- rísticas, infinitas tonalidades de colores y transpa- majority of the iconic prototypes of the first half of to en la fabricación de todo tipo de objetos a pesar de rencias, disponibilidad, bajo precio y su ductilidad, the 20th century are still being produced in plastic ser altamente inflamable. Por lo que respecta a la fa- atrajeron, a finales de la década de 1920, el interés materials (Storace and Holzwarth, 2012). In addi- bricación de juguetes, Francia y Alemania se colocan de fabricantes de los objetos más variados, pero las tion, these same companies have surrounded them- a la cabeza con la elaboración de muñecas y cabezas empresas jugueteras la utilizaron muy poco. selves with world class designers such as Philippe de muñecas en las décadas de 1870 y 1880. Las fá- Starck, who has given new momentum to plastic fur- bricas más conocidas, y que aún se mantienen hoy En esa misma época, finales de los años veinte, niture, even designing a few pieces in Bakelite, thus aparecieron las primeras máquinas de moldeado por linking early experiences in the use of plastic ma- inyección en Alemania, donde se utilizaban para tra- terials to current times. In summary, the versatility tar el celuloide. En 1934 se importaron a los Estados offered by plastic, together with the design, makes Unidos y allí se empezaron a usar para trabajar el these pieces of furniture true works of art, worthy of acetato de celulosa, que ya se conocía desde 1911, a place in the permanent collections of many museu- en la industria juguetera. ms and of great interest to collectors. Las ventajas de estos juguetes sobre los de me- tal o madera eran muchas. Sus formas y detalles, que en ocasiones alcanzaban costes muy elevados en los otros materiales, se hacían fácilmente en plásti- co, a la vez que podían incorporar partes transparen- tes, como los parabrisas de los automóviles. No se rompían con facilidad y podían lavarse, lo cual era un dato a tener en cuenta en los juguetes para bebés. Finalmente, pesaban menos, lo que suponía que un niño pequeño podía cogerlos con facilidad, además de que se abarataban los precios por el menor coste en el transporte. Por otro lado, también tenían sus inconvenien- tes: alto poder de absorción del agua, se desteñían N.º Inv. 54, 436, 371 cuando se exponían a la luz solar y, sobre todo, 36 37 se deformaban (tenían “inestabilidad dimensional”) cuando se dejaban cerca de una fuente de calor. El siguiente hito en la historia del juguete de plás- tico fue la introducción del poliestireno, hecho de eti- leno y benceno. Aunque se conocía desde la primera mitad del siglo xix no se comercializó hasta 1937. No tenía ninguno de los defectos del acetato de celulosa, sin embargo su utilización quedó rápidamen- te restringida al ámbito militar hasta después de la II Guerra Mundial (1939 - 1945). Terminada la guerra, el poliestireno consigue im- ponerse al acetato de celulosa, y en 1948 llegó a ser N.º Inv. 178 N.º Inv. 369 el plástico elegido por la mayoría de las empresas En torno al año 1952 y en Onil (Alicante), jugueteras. FAMOSA (Fabricas Agrupadas de Muñecas de Onil, BIBLIOGRAFÍA Sociedad Anónima) formada por veinticuatro indus- BAIRD, Frances (1998): British Hard Plastic Dolls of the 1940s Sin embargo, a finales de la década de 1950 los trias, incluidas las de mayor tamaño (Isidro Rico, & 1950s. Londres, New Cavendish Books. fabricantes “descubren” un nuevo producto, el polie- Santiago Molina, Rico, S. A., Blánquer, etc). puso en tileno, conocido como “plástico suave”, que era muy funcionamiento las máquinas de inyectar plástico BRENNER, Robert (1999): Celluloid. Collectibles from the flexible y tenía una resistencia muy alta a las altas (poliestireno). En 1959 se pasó al polietileno, que Dawn of Plastics. Atglen, Schiffer Publising Ltd. temperaturas, a la vez que permitía un mayor rea- daba la sensación de tacto humano; años más tarde CHAUVEAU, Elisabeth (2011): Poupées et bébés en celluloïd. lismo y era más higiénico, lavable y más agradable acabaría imponiéndose el cloruro de polivinilo (PVC), Cent ans d’Historie de la poupée française (1881 - 1979). al tacto. Por último aparece el cloruro de polivinilo, que se cuece en un horno rotativo y alcanza una sua- Paris, Editions du Dauphin. que se generaliza gracias a la introducción de hornos vidad cercana a la carne humana. rotatorios. CIESLIK, Jürgen & Marianne (2002): “Das grosse Schil- El plástico ha dado un impulso enorme al juguete. dkröt-Buch”. Celluloidpuppen von 1896 bis 1956. Jüslich, Marianne Cieslik Verlag. España Su aplicación ha sido muy amplia, hasta el punto de que ha desplazado a otros materiales. Existen aún CORREDOR-MATHEOS, José (1999): El juguete en España. Ma- En España conocemos la existencia de alguna fábri- juguetes metálicos, pero los antiguos coches, bar- drid: Espasa-Calpe. ca de juguetes de celuloide gracias al catálogo de la cos y aviones, figuritas y otros juguetes pequeños, primera Exposición Nacional de Juguetes, celebrada tan característicos de la primera mitad del siglo xx, GARCÍA-HOZ ROSALES, Concha (2000): “La muñeca españo- la del siglo xx”. El Juguete español del siglo xx. 100 años de en Barcelona en 1914. Esta feria estaba dividida en han sido sustituidos por otros realizados en plástico. entretenimiento y aprendizaje. Madrid: Museo del Ferrocarril, cinco secciones, una de ellas dedicada a los juguetes pp. 19-27 de cristal, barro, porcelana y celuloide. También a tra- En la década de 1960 y a raíz del fuerte impul- – (2009): Mariquita Pérez. Catálogo del Museo del Traje, vés de la prensa tenemos noticias de estas empre- so dado a la industrialización del país, el juguete se CIPE Madrid, Ministerio de Cultura. sas, todas ubicadas en Barcelona, como la de Manuel convierte en uno más de los bienes de la sociedad HANLON, Bill (1993): Plastic Toys. Dimestore Dreams of the Ferrer Marcet o la de F. Botifoll que fabrica artículos de consumo, con una vida media cada vez más cor- ‘40s and ‘50s. Atglen, Schiffer Publising Ltd. de “celuloidina”. ta. Las novedades se suceden y los juguetes enve- jecen a un ritmo vertiginoso, fenómeno cada vez SEMPERE QUILIS, Ramón (1998): Famosa en la historia de la En 1949 Payá Hermanos, S. A., fábrica de jugue- más acusado en los últimos decenios del siglo xx. muñeca. Onil, Edición del autor. tes de hojalata con sede en Ibi (Alicante) adquiere la primera máquina de inyectado de plástico y aleacio- nes ligeras adaptada a la producción de juguetes de España. Rico, S. A., la rival más directa de Payá y tam- bién ubicada en Ibi, compra la suya en Suiza en 1954. Durante largo tiempo se combinaron ambos ma- teriales, utilizándose el plástico únicamente en la fabricación de piezas pequeñas (guardabarros, cristales de los automóviles), debido a que el mate- rial no presentaba demasiadas facilidades técnicas para su moldeo. N.º Inv. 420 38 39 cies, availability, low price and its malleability at- Spain Plastic Toys tracted, towards the end of the 1920s, the interest Concha García-Hoz Rosales of manufacturers of very varied objects, but it was In Spain we know of the existence of some factories Museo del Traje, CIPE (Madrid) used very seldom by the toy manufacturers. making celluloid toys thanks to the catalogue of the first National Exhibition of Toys, celebrated in Barce- Up to the 19th century, the majority of toys were During this same period, the end of the twen- lona in 1914. This fair was divided into five sections, made with common materials, such as clay, wood ties, the first injection moulding machines appea- one of them dedicated to toys made of glass, clay, or textiles. A type apart were those of paper, cut red in Germany, where they were used to work with porcelain and celluloid. Also from the press of the outs and theatres, affordable to all pockets, enter- celluloid. In 1934 they were imported into the Uni- time we have news of these companies, all located in taining and instructive. ted States and there they were used to work with Barcelona, such as Manuel Ferrer Marcet or F. Botifoll cellulose acetate, which had been used since 1911 who made articles in “celuloidina”. The industrial revolution did not have immedia- in the toy industry. te consequences with respect to the manufacture In 1949 Payá Hermanos, S. A., a manufacturer of of toys. It was only when British tin plate became The advantages of these toys over others made tin plate toys with its headquarters in Ibi (Alicante) affordable that large scale industrial production of metal or wood were great. Their forms and de- acquired the first plastic and light alloys injection made possible the manufacture of relatively com- tails, which in other materials could result in very machine adapted to toy production in Spain. Rico, plicated toys for an emerging bourgeois class that high costs, were easily reproduced in plastic, and S.A., Payá’s most direct rival and also located in Ibi, found themselves in a position to acquire them. at the same time transparent parts, such as winds- bought theirs in Switzerland in 1954. For a long time creens in cars, could easily be incorporated. They both materials were combined, using plastic only in In 1870 the era of plastics began tentatively were not easily broken and they could be washed, the manufacture of small pieces (mudguards, win- when John W. Hyatt patented celluloid, a mixtu- which was a detail to be taken into account with re- dows for cars), owing to the fact that moulding the re of cellulose nitrate and camphor. This mate- gard to toys for babies. Finally, they weighed less, material was not technically easy. rial, which could be moulded and dyed, achieved which meant that a small child could pick them up great success in the manufacture of all kinds easily, as well as bringing down prices because of Around 1952 and in Onil (Alicante), FAMOSA of objects, in spite of being highly flammable. lower transport costs. (Fabricas Agrupadas de Muñecas de Onil, Sociedad With regard to the manufacture of toys, Fran- Anónima), comprised of twenty-four industries, ce and Germany took the lead with the making On the other hand, they also had disadvanta- including the largest ones (Isidro Rico, Santiago of dolls and dolls heads in the decades of the ges: high levels of water absorption, they lost co- Molina, Rico, S.A., Blánquer, etc)., started working 1870s and 1880s. The best known factories, and lour when exposed to sunlight and, above all, they with plastic injection machines (polystyrene). which are still in production today, are the French deformed (they suffered “dimensional instability”) In 1959 they moved over to polyethylene, which Société Peliticolin in Paris and the German Rhei- when they were left close to a source of heat. offered the feeling of human skin; years later this nische Gummi-und Celluloid Fabrik in Mannheim, would be replaced by polyvinyl (PVC), which is cured known for is tortoise brand (Die Schildkröte). Both The next milestone in the history of plastic in a rotational oven and acquires a level of softness companies manufactured celluloid dolls until the toys was the introduction of polystyrene, made close to human skin. 1970s. from ethylene and benzene. Although it was known from the first half of the 19th century, it was not Plastic had given an enormous boost to the At the beginning of the 1920s, the Germans commercialised until 1937. It did not have the world of toys. It use has extended widely, even re- created a new manufacturing system, compression defects of cellulose acetate, however its use was placing other materials. Metal toys still exist, but moulding, involving the introduction of air between very quickly restricted to the military arena until the old cars, boats and planes, little figures and leaves of celluloid held within a three dimensional after the Second World War (1939-1945). other small toys, so characteristic of the first half of mould. Thus, once the steel cast was made, the 20th century, have been substituted for others thousands of identical toys which only needed a Once the war was over, polystyrene managed to made of plastic. few small final touches could be manufactured. overtake cellulose acetate, and in 1948 it was the This moulding system revolutionised and plastic of choice for the majority of toy companies. In the 1960s, and as a result of the strong dominated the plastics industry until the push given to the industrialization of the country, appearance of injection moulding towards the end However, towards the end of the 1950s manu- the toy became yet another of the goods traded in of the 1930s. facturers “discovered” a new product, polyethyle- the consumer society, with a shorter and shorter ne, known as “soft plastic”, which was more flexi- useful life. Novelties arrive and toys get old at a In the early years of the 20th century new plas- ble and was very resistant to high temperatures, vertiginous rhythm, a phenomenon which became tics started to appear which aimed to replace ce- at the same time as it allowed greater realism and more and more pronounced in the final decades of lluloid. In 1907 the Belgian Leo Baekland created was more hygienic, washable, and more pleasant the 20th century. Bakelite, named in his honour, which was the first to the touch. Finally, polyvinyl chloride appeared, totally synthetic plastic substance. Its characte- which became generalised thanks to the introduc- ristics, infinite range of colours and transparen- tion of rotation ovens. 40 41 Si concentramos el análisis en tipologías concre- función, esto es, cuando ha generado la atracción El brillo de las cajas tas relacionadas con la producción industrial de bie- según la estética de la moda pertinente o cuando se José Ramón Barros Caneda nes, la situación descrita se hace aún más evidente. ha finalizado el consumo del bien contenido. Sólo la Universidad de Cádiz Reflexionando sobre esta cuestión, me resultó muy “reproductibilidad técnica” (como concepto y proce- significativo el comentario de Rafael Ortiz, propieta- so industrial) permite la existencia continuada del El sorprendido Ángel de la Historia abriría aún más rio de la colección, cuando, jugando con la idea del modelo aunque de forma temporal o efímera vincu- sus ojos al comprender que la Tempestad del Pro- aprecio personal, afirma en estas mismas páginas lada al sentido de venta y satisfacción transitoria. greso ha incorporado un nuevo conjunto de rui- Todos estos parámetros, todas estas reflexiones nas, aunque despojadas de aura. La referencia a sobre el valor y sentido de estos productos fueron Walter Benjamin (Benjamin, 2008: 310)) resul- destacados, alterados, puestos de manifiesto por la ta inevitable cuando nos referimos a los objetos propia contemporaneidad artística, tal vez conscien- que forman parte del espíritu de esta exposición. te de este sentido banal de los objetos: la Boîte en La reproductibilidad técnica, constatada por Benja- Valise como contenedor de Marcel Duchamp y la Caja min como un concepto aplicable, es una capacidad de Brillo como envoltura externa de Warhol son algu- muy desarrollada por el sistema industrial con- nos ejemplos fundamentales. temporáneo que se adhiere de forma muy activa al sentido “artístico y estético” de objetos cotidianos, Pero, si además el Ángel de la Historia, con esta aportando ese sentido de acceso popular y demo- nueva visión adquirida, extendiera aún más sus cratización del gusto. Situación ésta a la que tam- N.º Inv. 302, 303 alas, contemplaría otros tiempos históricos y lo que bién, aunque desde otras perspectivas, contribu- ha quedado de ellos. La caja, como objeto del pasa- yeron, entre otros, Duchamp con sus Ready-Made y que en ocasiones ha guardado piezas en el bolsillo do histórico-artístico, parece guardar una relación posteriormente el Pop “Warholiano”, en los que lo ar- para tener acceso permanente a ellas, para poder de proximidad o de intimidad con el propietario y al N.º Inv. 65, 131, 329 tístico y lo estético se separaban de forma definitiva “degustarlas”: una actitud que resulta inadecuada respecto resulta significativo cómo, por ejemplo, las en sus fondos piezas vinculadas con este proceso de (Argan, 2010: 7-34). En determinados momentos desde perspectivas de conservación preventiva que contenían tabaco en polvo se elaboraban como la contemporaneidad que aquí mostramos. de la contemporaneidad se impulsó de nuevo lo es- para otros objetos coleccionables. Esta situación tan objetos artísticos exquisitos con materiales y dise- tético como categoría para los objetos que forma- “anómala” puede darse, en este caso, por la presen- ños de gran relevancia. Tal es el caso de la colección Y justamente los valores de la contemporanei- ban parte del sistema de consumo. La publicidad y cia de materiales duraderos, no deleznables, ni dete- de Rosalinde & Arthur Gilbert, expuesta reciente- dad son los que permiten establecer, en la colección el marketing lo asumen e incorporan a la producción riorables que aseguran una longevidad excepcional mente bajo el título de “Close up and personal” en Rafael Ortiz, algunos criterios de agrupación de esta de sus bienes, mientras que el Arte, lo artístico, ya a las piezas, dejando a un lado ese valor “delicado” el Fitzwilliam Museum y que recoge piezas de gran tipología específica que facilitan distintas lecturas, no necesitaba o incluso rechazaba esa categoría su- de piezas realizadas históricamente con soportes calidad artística y materiales, vinculando el valor de modos de valoración y de percepción. perada hacía tiempo. y materiales más valiosos o frágiles. La baquelita, las mismas a orfebres y sobre todo a las historias como queda patente en esta exposición, es un ejem- personales relacionadas con esos objetos íntimos o Uno de ellos, y justamente por el contraste con plo de estos nuevos materiales para la confección la idea de anonimato que emana, hasta ahora, de las de objetos de consumo, que han incorporado el aura producciones industriales seriadas, es la autoría, de lo histórico, de lo olvidado, tal vez de lo melancó- la figura del diseñador industrial. Hay dos grandes lico, recuperando así también el aura de lo artístico. bloques de cajas en la colección, que adquieren par- Y probablemente por olvidados, casi desaparecidos te de su relevancia por ser originarias de diseñadores –aunque parece que su uso vuelve como material de o empresas específicas con un gran valor, podemos diseño–, brillan con valor de coleccionista. decir, histórico. Nos referimos sobre todo al conjunto de polveras –tipología asociada a ese valor de obje- Esta actividad de recuperación de objetos desa- to personal que ya hemos mencionado en obras del percibidos se hace aún más interesante si pasamos siglo xviii– de Eduard Fornells Marco, diseñador ando- de los materiales a una tipología concreta. Las cajas, rrano, formado en Barcelona y que trabajó en París justamente por su “habitualidad” dan mayor consis- junto a René Jules Lalique, uno de los más destacados tencia a esta idea que trato de referirles. La caja en del momento, del que la colección posee una esplén- su doble sentido de contenedor específico y conte- dida polvera de diseño muy Decó a base de formas nedor universal es un objeto, como tantos otros, de florales seriadas dispuestas en la tapa [Inv. 131]. presencia constante, aunque tal vez inadvertida, o N.º Inv. 419 fugazmente advertida, en la sociedad de consumo. privados. En cualquier caso, parece evidente la tras- La obra expuesta de Fornells muestra trazas bas- Este rasgo de contenedor inadvertido perfila parte cendencia que este simple objeto ha ido adquiriendo tante eclécticas. La colección cuenta con un buen de su identidad. La caja, en el mundo del consumo, bajo sus diferentes significados, hasta el punto de número de piezas en las que el autor transita desde N.º Inv. 300 deja de tener valor en el momento culmen de su que notables colecciones como la del MET contiene formas tradicionales hasta estilos más coetáneos. 42 43 exquisitos que mencionábamos anteriormente. Son diversos los utensilios que figuran en la colección: pitilleras, fundas para fósforos, cajas de cigarros, humidificadores de tabaco o la curiosa máquina de cigarros “aivauno” [Inv. 378]. Un mundo muy espe- cífico en el que encontramos las piezas de mayor antigüedad de esta tipología, como es el caso de la funda de cerillas con calendario datada en 1881 [Inv. 119] y la caja para fósforos de cera Vesta de fi- nes del siglo xix [Inv. 319]. Junto a ellas, todo un conjunto de objetos de na- N.º Inv. 76 turaleza doméstica: cajas de costura, bomboneras, cajas para café, para medicamentos, fiambreras, es- Las polveras de Fornells, circulares o poligonales, tuches para máquinas de afeitar entre los que desta- poseen tapas con escenas dibujadas la mayoría, con can los maravillosos diseños del modelo Rocker de relieves muy planos tal vez para facilitar su transpor- Wilkinson de la década de los cincuenta en los que te personal. Cuenta también con alguna de tocador, la caja se convierte en funda del objeto [Inv. 430 y de mayor plasticidad en las formas representadas 431], o las espléndidas cajas de manicura modelos N.º Inv. 336, 193 y volumen en la configuración de la caja. Como de- G&E o Cleopatra de General Electric de los años trein- cíamos, la obra de Fornells, tal vez para adaptarse a ta con unas significativas líneas Decó [Inv. 75 y 76]. los diversos gustos de los potenciales consumido- BIBLIOGRAFÍA res, transita desde formas muy Déco (caso de los No quiero cerrar el texto sin hacer referencia a otro modelos 1925 y Anémonas o Betty Joy [Inv. 298, conjunto de objetos que pueden ser leídos o percibi- ARGAN, G. C. (2010): Lo artístico y lo estético. Casimiro. Madrid 299 y 297]) hasta escenas vinculadas con relatos dos desde su soporte material, lo que les presta una BENJAMIN, W. (2008): “La obra de arte en la época de su re- orientalizantes o exóticos (modelo Oasis y mode- visualización muy especial. Me refiero a las cajas rea- productibilidad técnica”. En Walter Benjamin. Obras. Libro I, lo Barcos y Loros [Inv. 302, 303 y 300]), pasando lizadas en celuloide que, bajo los mismos aspectos vol. 2. Abada Editores. Madrid por referencias a relatos populares como el modelo comentados, aportan una imagen ligera, traslúcida, – (2008): “Sobre el concepto de Historia”. En Walter Benja- Pablo y Virginia [Inv. 295] e incluso con formas neos, en ocasiones membranosa, que las hace muy identi- min. Obras. Libro I/vol. 2. Abada Editores. Madrid. reproduciendo estilos históricos como los modelos ficables y estéticamente interesantes. Grupo del que KATINS, A-M. (1987): Ebena: 1921-1931; articles de fantaisie Eva, Muchacha con flores, Muchacha con medallón me gustaría señalar una exquisita polvera de la dé- et articles industriels; Sammlung Kölsch. Kunstmuseum Düs- o Muchacha con gacela [Inv. 296, 304, 305 y 307]. cada de los treinta, ovalada, en color amelocotonado seldorf, Düsseldorf. irisado, con cenefa floral dorada en la tapa y empu- También es un grupo interesante el formado ñadura negra, equiparable, en todo momento, a obje- por las piezas producidas en la fábrica belga Ebena, tos similares de otros tiempos históricos [Inv. 336]. de 1921 a 1931, que generó un interesante y estético universo de formas con el tan característico veteado marmóreo y del que la colección contiene una buena muestra. Entre ellas conviene destacar la muy inte- resante caja de cigarros veteada, datada en 1925, con busto dorado de fumadora con peinado garçon en estilo Decó en la tapa [Inv. 413] (Katins, 1987: 66); la caja con ángulos rebajados decorados con re- lieves florales dorados [Inv. 112] (Katins, 1987: 65) y una muy significativa caja rectangular con tapa fija, veteada en plata [Inv. 139] (Katins, 1987: 58). Pero si importante en cuanto a la valoración y percepción es la cuestión de la autoría y el diseño, no menos lo es un grupo de cajas que se asocian por su relación con el tabaco y que, de alguna manera, son “herederas democratizadas” de aquellos objetos N.º Inv. 296 44 45 almost disappeared - although it seems that their And it is precisely those values of contempo- a smoker with bobbed hair on the lid (Katins, 1987: Shiny Boxes usage may return as a design material - they shine raneity that allow us to establish, within the Rafael 66); the box with rebated angles decorated with José Ramón Barros Caneda with value to the collector. Ortiz Collection, some criteria for the grouping of this golden floral reliefs (Katins, 1987: 65) and a very Universidad de Cádiz specific typology which will enable different rea- important rectangular box with a fixed lid, veined in This activity of recovering unnoticed objects dings, ways of valuing and perceiving. silver (Katins, 1987: 58). The surprised Angel of History would open his becomes even more interesting if we move from eyes still more on hearing that the Storm of Pro- the materials to a specific typology. Boxes, preci- One of them, precisely because of the contrast But if the question of authorship and design is gress has incorporated a new group of ruins, sely because of their “everydayness” offer greater with the idea of anonymity that mass produced important with respect to valuation and perception, albeit stripped of mystique. The reference to Walter form to this idea that I am trying to express to you. objects exude, is authorship, or the figure of the in- it is no less important that a group of boxes are as- Benjamin (Benjamin, 2008: 310) seems inevitable A box, in its double sense of specific container and dustrial designer. There are two large groupings of sociated by their relationship to tobacco with those when we refer to those objects that form part of the universal container, is an object, like so many others, boxes in the collection which acquire part of their exquisite objects we mentioned earlier, and which, spirit of this exhibition. Technical reproducibility, of constant presence, although perhaps unnoticed, importance by originating from specific designers in some way, serve as their “democratised heirs”. established by Benjamin as an applicable concept, or only fleetingly noticed, in the consumer society. or companies with what we might call high historic The smokers’ tools that figure in the collection are di- is a capacity which has been well developed by the This feature of unnoticed container is part of its iden- value. We are referring above all to the collection of verse: cigarette boxes, match book covers, cigar ca- contemporary industrial system which very actively tity. The box, in the consumer world, stops having powder compacts - a typology associated with this ses, tobacco humidifiers and that curious cigarette supports the “artistic and aesthetic” sense of every- value at the crowning moment of its function, that value as a personal object that we have already machine, the “aivauno”. This is a very specific world day objects, offering this feeling of popular access is when it has generated attraction according to the mentioned in works from the 18th century - made in which we find the oldest pieces of this typology, and democratization of taste. This was a situation corresponding aesthetics in fashion, or when it has by Eduard Fornells Marco, an Andorran designer, such as is the case of the match box cover with ca- to which, although from other perspectives, others enabled the consumption of the goods it contains. trained in Barcelona, and who worked in Paris with lendar, dated to 1881 and the box for Vesta wax mat- also contributed, among them Duchamp, with his Only “technical reproducibility” (as a concept and René Jules Lalique, one of the best known of the ches from the end of the 19th century. Ready-Made, and later “Warholian” Pop, in which the industrial process) allows the continued existence time, represented in the collection by a wonderful artistic and the aesthetic were definitively separa- of the model, albeit temporally or ephemerally linked powder compact of very Art Deco design, with mass Next to them there is a whole grouping of objects ted (Argan, 2010: 7-34). In certain contemporary mo- to the meaning of sale and transitory satisfaction. produced floral shapes covering the lid. of domestic nature: sewing boxes, sweet boxes, ments the aesthetic has again been promoted as a ca- All these parameters, all these reflections on the boxes for coffee, for medicines, lunch boxes, cases tegory for the objects that formed part of the consumer value and meaning of these products, were highli- The work by Fornells in the exhibition shows for shaving machines, with the wonderful designs system. Publicity and marketing have taken them on ghted, altered, placed in evidence for artistic con- very eclectic designs. The collection includes a of the Wilkinson Rocker model from the fifties stan- and incorporated them into the creation of their assets; temporaneity, perhaps conscious of the banal me- good number of pieces in which the creator moves ding out, in which the box transformed into the case whereas Art, the artistic, no longer needed this category aning of the objects: the Boîte en Valise, as Marcel from traditional forms towards more contemporary for the object. Not to mention the splendid G&E and even rejected it as superfluous a long time ago. Duchamp’s container, and the Brillo Box, as the ex- styles. Fornells’s powder compacts, circular or poly- or Cleopatra models of manicure boxes from Gene- ternal wrapping of Warhol, are some of the basic gonal, have lids with scenes drawn on the majority, ral Electric from the thirties with significant Art Deco If we concentrate our analysis on specific typo- examples. with very low reliefs, perhaps to facilitate transport lines. logies related to the industrial production of goods, about the person. It also has a few jewellery boxes the situation described is even more evident. But, if the Angel of History, with this newly ac- with greater plasticity in the shapes represented I don’t want to close this text without referring Reflecting on this question I find one of Rafael Or- quired vision, were also to spread his wings further, and volume in the configuration of the box. As we to another group of objects that can be read or per- tiz’s comments very interesting. The owner of the he would see other historical times and what has have said, Fornells’s work, perhaps in order to adapt ceived from the material they are made from, which collection, when playing with the idea of personal remained of them. The box, as an object of the his- to the diverse tastes of the potential consumers, gives them a very special look. I am referring to the appreciation, affirms in these same pages that on toric-artistic past, seems to maintain a relationship moves from very Art Deco forms (as is the case of boxes made of celluloid, a material that gives them occasions he has placed pieces in his pocket so of closeness or intimacy with the owner, and in this the 1925 models and Anemones or Betty Joy) to a light, translucent, on occasions even membranous he can have continuous access to them, to be ena- regard it seems important that, for example, those scenes linked to Oriental or exotic stories (the Oasis look, which makes them easy to identify and aesthe- ble him to “savour” them: an attitude which would that contained snuff were created as exquisite ar- model, and the Boats and Parrots model), passing tically very interesting. From this group I would like seem inappropriate from the perspective of preven- tistic objects with materials and designs of great im- through references to popular tales such as the Pa- to highlight an exquisite powder compact from the tative conservation for other collectable objects. portance. This is the case of the Rosalinde & Arthur blo and Virginia model and even showing Neo forms, thirties, oval in shape, an iridescent peach colour, This “anomalous” situation can arise, in this case, Gilbert Collection, recently exhibited under the title reproducing historical styles such as the models with a golden floral frieze on the lid and a black hand- because of the presence of durable materials, not “Close Up and Personal” in the Fitzwilliam Museum Eve, Girl with Flowers, Girl with Medal or Girl with le, comparable in every respect to similar objects poorly made, nor easily damaged, which ensures an and which includes pieces of great artistic and ma- Gazelle. from other historical times. exceptional longevity for the pieces - leaving aside terial quality, connecting the value of the cases to the “delicate” value of pieces made historically in the metalsmiths, and especially to the personal sto- Another interesting group is formed by the pie- mediums and with materials that are more valuable ries connected to these intimate or private objects. ces produced by the Belgian factory Ebena, from or fragile. Bakelite, as becomes obvious in this exhi- In any case, it seems evident that this simple ob- 1921 to 1931, which generated an interesting and bition, is an example of these new materials for the ject has acquired importance under its different aesthetic universe of forms with their characteristic creation of consumer objects, which have incorpo- meanings, to the point that notable collections such marbled veining and of which the collection contains rated the aura of the historic, the forgotten, perhaps as that of the MET contain in their depths pieces con- a good sample. Among them it would be useful to the melancholic, recovering in this way the aura of nected with this process of contemporaneity that we highlight the very interesting veined cigarette box, the artistic. And probably because of being forgotten, show here. dated to 1925, with an Art Deco style golden bust of 46 47 crementando sus posibilidades económicas. Objetos Las casas comerciales, obviamente interesadas Y el mundo se hizo de plástico. asequibles y funcionales que harían del plástico el en expandir sus productos y hacerse con el mercado, Diseño, publicidad y merchandising material del siglo xx. vieron el filón que debían explotar. El plástico fue el Fernando Sáez Pradas eureka, la manera de abaratar géneros e introducirlos Universidad de Sevilla en todas las casas. Phillips, Coronet Camera Company, Smith Sectric, General Electric, Emerson, etc. En términos generales y por qué no decirlo, (todas presentes en la colección Rafael Ortiz), atendiendo a cierta utopía, hubo un momento en el le tomaron el pulso al material y empezaron a lanzar que quisimos imaginar que el celuloide salvaría al líneas de sus productos realizados en plástico. La elefante. No era la primera vez que se planteaba una radio Patriot (Estados Unidos, 1939) con su potente posibilidad así, pues con el descubrimiento de los hi- color anaranjado diseñada por Norman B. Geddes para N.º Inv. 494 drocarburos hubo un consecuente incremento en el Emerson Radio And Phonograph Corporation [Inv. 2 y número de algunas especies de ballenas, cuya gra- 3] o las máquinas de afeitar eléctricas de Philips de El resultado fue claro: se ofrecieron los mismos sa era utilizada hasta entonces como combustible. los años 50 son sólo algunos ejemplos [Inv. 246]. productos pero más baratos y con una superiori- La cuestión fue, que bajo el estímulo de un premio de dad técnica incuestionable. Las propiedades físicas 10 000 dólares para quien encontrara un sustituto Tras sus productos estrellas la experimentación del plástico eran indiscutibles: resistente a la luz, artificial y de calidad aceptable del marfil –empleado N.º Inv. 3 con el merchandising fue otra vía que exploraron. estable a altas temperaturas, mayor longevidad, etc. en bolas de billar–, John Hyatt encontró el material Una técnica de ventas que permitía desarrollar que sumados al coste irrisorio de la materia prima clave que supondría un hito en el desarrollo de la La transformación de la sociedad civil –el paso de productos para publicitar marcas comerciales de –en relación a otros materiales nobles–, a la faci- historia moderna. Nos referimos al celuloide, el pri- una sociedad rural a la ciudad– en una sociedad más un modo casi psicológico. El plástico favorecía las lidad de reproducción en serie, el acabado final de mero de una larga cadena de plásticos con el que se industrializada tras la mecanización sufrida durante condiciones económicas y de producción en serie las piezas, la reducción en el tiempo de ensamblaje, iniciarían una serie de avances industriales hasta la Revolución Industrial, coincidió con los inicios de de cara al mercado. Solían ser elementos sin im- la posibilidad de su uso en condiciones extremas y entonces impensables. Luego vendría la baquelita, la industria del automóvil que también se vio afec- portancia, decorativos, objetos comunes, del día la facilidad de adaptarlo a condiciones específicas, el nylon, el poliestireno, polyester, metacrilato, etc. tada por la irrupción de los plásticos y numerosas a día, como el calendario de xylonite (Reino Unido, hacían de él un material único. una tanda de materiales que iban perfeccionándo- piezas de coches comenzaron a fabricarse con dicho 1914) de la casa British Xylonite, una de las rarezas se y acercándose a las necesidades imperiosas del material. En dicha transformación tuvieron especial de la colección [Inv. 352]. Como era de esperar los Por todo ello, el plástico se fue convirtiendo en mundo moderno. importancia los avances tecnológicos que se produ- artículos del fumador sucumbieron rápidamente a algo cotidiano y en el material más democrático has- cían en torno al teléfono y a una rudimentaria radio, estas técnicas publicitarias. Los fumadores eran ta entonces conocido: todas las casas se inundaron Aunque “puede discutirse si el celuloide fue «el que en pleno desarrollo, vieron cómo su producción un blanco perfecto dado que tenían asegurado su de él. La química había actuado como agente demo- primer plástico moderno», como dice Dani Ferrer, o fue favorecida por el plástico. Elementos modernos, uso. Tal es el caso del cenicero Bibendum de Miche- cratizador creando nuevas posibilidades que pasa- el primero artificial o el primer termoplástico, como símbolos de la comunicación que sucumbieron al lin (Inglaterra, 1940) realizado en baquelita [Inv. rían a ser vistas como una cualidad más de la clase apuntan otros. También si Hyatt, Parkes, o ambos, atractivo del material, haciéndolos más viables en su 58], el cenicero de Lido de París con publicidad de media (Meikle, 1990: 42). merecen ser considerados sus inventores. Pero lo perfeccionamiento. Moët&Chandon de los años 40 en forma de som- cierto es que fue el primer plástico cuya fabricación brero de copa [Inv. 494] o el cenicero de Sandeman Mientras que en Estados Unidos era visto como fue viable usándose como sustituto del marfil y el realizado también en baquelita [Inv. 344]. El plás- el material del futuro, en Reino Unido, país más con- ámbar en multitud de objetos (Doménech, 2011). tico facilitaba este tipo de artículos como regalo servador y tradicionalista, era percibido como un –o en venta– para sus clientes, sirviendo además material vulgar, emparentado con un mundo falso El plástico era el material que se adaptaba perfec- como pequeña campaña publicitaria. de imitación (Sparke, 1990: 34). Aunque las clases tamente a las demandas del nuevo tiempo acaecido altas seguirían usando elementos nobles, una clase tras la Revolución Industrial. Favorecía los procesos Con el plástico no sólo se podían hacer un sinfín de mecanización y sus características físicas per- de objetos de diversa índole, sino que aprovechando mitían posibilidades infinitas en relación al diseño, su maravillosa capacidad camaleónica para imitar facilitando que fuesen más orgánicos y curvos. a otros materiales más nobles, la baquelita y el ce- Ahora se podían hacer elementos de una sola pieza, luloide entraron a formar parte de las riquezas del una sola carcasa… eliminando con ello gran parte mundo (Emery Slosson, 1922). Ahora, facilitadas por del proceso de ensamblaje y reduciendo los precios la publicidad, importantes casas comerciales podían de producción. La disminución en los costos de fa- hacer llegar cualquier producto, customizado con bricación tuvo un consecuente abaratamiento del una pátina de lujo, para cualquiera que se le antojase precio final de ventas, decisivo para el desarrollo tener un artículo de lujo simulado. La pitillera fe- del comercio y el ingrediente perfecto que supondría menina de los años 20 realizada en celuloide el despegue de una incipiente –a la par que crecien- fingiendo haber sido realizada en nácar, presente en te– sociedad de consumo que, poco a poco, iba in- N.º Inv. 58, 163, 477 la muestra, es un ejemplo de ello [Inv. 481 y 185]. N.º Inv. 481, 185 48 49 media mayoritaria usaría sus sucedáneos en plás- denó una serie de acontecimientos inimaginables, tico. Los nuevos objetos pertenecían a un mundo convirtiendo al plástico en el material del siglo xx que artificial que acabarían relacionándose directamen- intentó hacernos la vida más fácil. te con el universo kitsch posterior de los años 60, encontrando un posible clímax de esta cuestión BIBLIOGRAFÍA en el anuncio publicitario español sobre “la familia Philips” que se hizo para televisión protagonizado DOMÉNECH, F. (2011): “Celuloide. Una historia de película. Heraldo.es, 7 Octubre. por Carmen Sevilla. En España, como retrató Ber- langa en Bienvenido Mr. Marshall, los americanos EMERY SLOSSON, E. (1922): “Chemistry in Everyday Life”. –estadounidenses– eran nuestro pueblo admirado, The Mentor, Abril, X(3), pp. 3-12. y el plástico llegó como agua de mayo, convirtiéndo- se durante varias décadas en icono de modernidad. FRIEDEL, R. (1990): “The First Plastic”. En: P. Sparke (ed.), The Plastics Age. From Modernity to Post-Modernity. Primera ed. Londres: Victoria & Albert Museum, pp. 25-31. Estábamos ante una nueva era, como Martínez Montiel apunta en su texto; al igual que la edad de MEIKLE, J. L. (1990): “Plastics in the American Machine Age, piedra o la edad del hierro, ahora tenía lugar la era del 1920-1950”. En: P. Sparke (ed.), The Plastics Age. From plástico, un material joven que había que explorar y Modernity to Post-Modernity. Londres: Victoria & Albert Museum, pp. 41-53. del que aún no se conocían todas sus posibilidades –tampoco su potencial nocivo para la naturaleza–. SPARKE, P. (1990): “Plastics and Modernity. 1915-1960. Las nuevas posibilidades con el diseño fueron alu- Introduction”. En: P. Sparke (ed.) The Plastics Age. From cinantes, con un salto cualitativo sin parangón que Modernity to Post-Modernity. Londres: Victoria & Albert incluso hacían posible tener una pequeña bomba Museum, pp. 34-38. en casa, una bomba doméstica tras la era nuclear de Hiroshima y Nagasaki. La fuerza americana en la era de la bomba podía condensarse ahora artificial- mente en una radio o una trituradora de cocina de la casa Pimer, como la que se muestra en la exposición, diseñada en baquelita por Gabriel Lluelles y Robert Götzenberger en 1955 [Inv. 292]. La estética publi- citaria parecía frivolizar incluso con formas ancladas en el subconsciente colectivo, relativas a mundos os- curos y dolorosos del pasado inmediato. Solo basta- ba teñirla de rosa para hacer de la bomba un pequeño electrodoméstico. Pero también parecía adelantarse al futuro, a la era espacial y la pugna por la “conquista” de la Luna entre Estados Unidos y Rusia con el dise- ño, semejante a un cohete, del micrófono de baque- lita 718A Crystal Versatex (Estados Unidos, h. 1940) de Industrias Shure Brothers Corporated [Inv. 23]. Para ir concluyendo, querría destacar la actuali- dad y el interés popular que en los últimos años ha ido adquiriendo el tema de los plásticos, alimentados por un sentimiento revival, retro y vintage que pare- cen apelar a cierta melancolía del pasado. Cuando el simio de Stanley Kubrick en su Odisea N.º Inv. 292 se percató de que con el hueso había creado el pri- mer arma-herramienta que facilitaría el avance en la historia de la humanidad, podríamos decir que el plástico fue en el mundo moderno lo que el útil a la prehistoria. Un descubrimiento casual que desenca- 50 51 The transformation of civil society – the move With plastic you could not only make a whole yet know all its possibilities – nor its potential toxic And the world was made of plastic. Design, from a rural society to a city-based one – into a host of objects of diverse type, but you could also effects on nature –. The new design possibilities were publicity and merchandising more industrialised society after the mechanization take advantage of its wonderful chameleon-like ca- incredible, offering a qualitative jump without para- Fernando Sáez Pradas process experienced in the Industrial Revolution, pacity to imitate other finer materials. Bakelite and llel which even made it possible to have a small bomb Universidad de Sevilla coincided with the beginnings of the automobile in- celluloid entered and formed part of the wealth of the at home, a domestic bomb, after the nuclear era of dustry which was also affected by the bursting onto world (Emery Slosson, 1922). Now, in order to get Hiroshima and Nagasaki. American strength in the In general terms and, why not admit it, when thin- the scene of plastics, and numerous car parts began publicity, important commercial companies could age of the bomb could now be artificially condensed king about a particular utopia, there was a moment to be manufactured with said material. In this trans- make any product, customised with a patina of lu- into a radio or a kitchen garbage disposal unit made when we wanted to believe that celluloid would save formation the technological advances that took place xury, for anyone who had a craving for a simulated by Pinmer, such as that on display in the exhibition, the elephant. It was not the first time that a possi- around the developments in the fields of telephone luxury item. The feminine cigarette box of the 20s designed in Bakelite by Gabriel Lluelles and Robert bility like that had arisen, because the discovery of and early radio were especially important. The de- made in celluloid, imitating mother of pearl, present Götzenberger in 1955. The publicity aesthetic see- hydrocarbons resulted in a subsequent increase in velopment of these industries was in full swing and in the exhibition, is an example of this. med to trivialise even forms anchored in the collec- the number of certain species of whale, whose oil they understood how their production was facilitated tive subconscious, connected to the dark painful had been used until then as a fuel. The fact was that by plastic. These were modern elements, symbols of The result was clear: the same products were on worlds of the immediate past. You only needed to dye the encouragement of a prize of 10,000 dollars for communication that succumbed to the attractions offer, but cheaper and with an undoubted technical the bomb pink to turn it into a little electrodomestic whoever found an artificial substitute of acceptable of the material, with the improvements making them superiority. The physical properties of plastic were appliance. But it also seemed to overtake the futu- quality for ivory – used in billiard balls – led to John more viable. undeniable: it was resistant to light, stable at high re, the space age and the rivalry between the United Hyatt finding the key materials that would prove to temperatures, had greater longevity, etc. In addition, States and Russia for the “conquest” of the Moon, be a milestone in the development of modern his- The commercial companies, obviously interested the incredibly low cost of the raw material – compa- with the rocket-like design of the Bakelite 718A tory. We are referring to celluloid, the first in a long in expanding their products and taking over the red to other fine materials – the ease of mass pro- Crystal Versatex microphone (United States, 1940) chain of plastics which led to a series of industrial market, saw the seam they needed to exploit. Plastic duction, the final finish of the pieces, the reduction in by Shure Brothers Industries Corporated. advances unthinkable before then. Later would fo- was the eureka moment, the method for bringing assembly time, the possibility of its use in extreme llow Bakelite, nylon, polystyrene, polyester, metha- down the price of objects and introducing them into conditions and the ease with which it could be adap- To close, I wanted to highlight our present times crylate, etc., a series of materials which underwent every home. Phillips, Coronet Camera Company, Smith ted to specific conditions, made it a unique material. and the popular interest that in recent years the a process of improvement to get closer and closer to Sectric, General Electric, Emerson, etc. (all present in topic of plastic has acquired, fed by revivalist, retro meeting the urgent needs of the modern world. the Rafael Ortiz Collection) took the measure of the For all these reasons, plastic became an every- and vintage sentiments which seem to appeal to a material and began to launch product lines made in day item and the most democratic material known certain wistfulness for the past. Although it could be debated whether celluloid plastic. The Patriot radio (United States, 1939) with its until then: it flooded every home. Chemistry had was “the first modern plastic,” as Dani Ferrer sta- strong orange colour, designed by Norman B. Geddes acted as a democratising agent creating new possi- In his Odyssey, Stanley Kubrick’s man-ape rea- tes, or the first artificial, or the first thermoplastic, for Emerson Radio And Phonograph Corporation, or bilities which would come to be seen as yet another lised that with the bone he had created the first as others say. Also, whether Hyatt, Parkes, or both the Philips shavers of the 50s are just a few examples. quality of the middle classes (Meikle, 1990: 42). weapon-tool that would lead to progress in the his- deserved to be considered its inventors. But what is tory of humanity; we could say that plastic was to the certain is that it was the first plastic whose manufac- After their star products, experimentation with While in the United States it was seen as the ma- modern world what the tool was to prehistory ture was viable for use as a substitute for ivory and merchandising was another avenue to explore. terial of the future, in the United Kingdom, a country - a casual discovery that unleashed a series of uni- amber in a multitude of objects (Doménech, 2011). This was a sales technique that allowed the develo- that was more conservative and traditional, it was maginable events, turning plastic into the material of pment of products to publicise commercial brands perceived as a vulgar material, linked to a false world the 20th century that tried to make our lives easier. Plastic was the material that was perfectly adap- in an almost psychological way. Plastic favoured of imitation (Sparke, 1990: 34). Although the upper ted to the demands of the new era establishing itself the economic conditions and facilitated mass pro- classes continued to use fine elements, the middle after the Industrial Revolution. It facilitated proces- duction for the market. These were usually objects class majority would use their substitutes in plastic. ses of mechanisation and its physical characteris- without importance, decorative, common objects The new objects belonged to an artificial world that tics allowed for an infinite number of possibilities from everyday life, such as the Xylonite calen- would end up being directly connected to the kitsch related to design, enabling more organic and curved dar (United Kingdom, 1914) from the company universe which followed the 60s, finding a possible shapes. Now elements could be made in a single British Xylonite, one of the rarities in the collection. climax to that question about “the Philips family,” piece, a single casing... thus eliminating a large part As was to be expected, articles for the smoker from the Spanish advert made for television and sta- of the assembly process and reducing production rapidly succumbed to these publicity techniques. rring Carmen Sevilla. In Spain, as Berlanga showed in costs. The drop in manufacturing costs brought Smokers were the perfect target, given that their use Bienvenido Mr. Marshall (Welcome Mr. Marshall), the about a consequent lowering of final sales prices, of the object was assured. Such is the case of the Americans – those from the United States – were the decisive for the development of business and the Bibendum ashtray from Michelin (England, 1940) people we admired, and plastic arrived like spring rain, perfect ingredient that would allow for the take off of made in Bakelite, the 40s ashtray in the form of becoming for several decades the icon of modernity. an incipient – and at the same time growing – con- a top hat by Lido of Paris carrying publicity for sumer society that, little by little, saw its economic Moët & Chandon, or the Sandeman ashtray, also We were facing a new era, as Martínez Montiel possibilities rising. These were affordable and func- made in Bakelite. Plastic made it easier to make this writes in his text; as before in the Stone Age or the tional objects which would make plastic the material kind of article as a gift – or for sale – for their clients, Iron Age, now we were in the Plastic Age. This was a of the 20th century. while also serving as a small publicity campaign. young material that needed to be explored: we didn’t 52 53 INTRODUCCIÓN INTRODUCTION “Nuestro entorno actual es el resultado de un compromiso entre lo posible y lo pensable, es decir, entre la tecnología en su más avanzado estado y las ideas” Ezio Manzini Las necesidades y el avance tecnológico que convergieron a mediados del siglo xix hicieron posible el origen de un fenómeno que iba a marcar el futuro para siempre. El desarrollo en los usos y potenciación de plásticos naturales y semiplásticos iba a poner las bases para la aparición del primer plástico sintético: la baquelita. Conocida como el material de los mil usos, hacía realidad los sueños de los alquimistas contemporáneos. El químico e inventor, de origen belga, Leo Baekeland, la patentaría en 1907 iniciando con ello un proceso que dura hasta nuestros días. Por primera vez era posible pensar en la auténtica democratización de los objetos y aunque las clases altas fueron reacias en principio a cambiar sus viejos hábitos, la novedad del descubrimiento, lo atrevido, sugerente e innovador de sus diseños pronto lo convertirá en auténtico reclamo. A ello contribuirá la escasez de materiales naturales como el marfil, el coral o el carey, a quienes llegaron a imitar fácilmente estos nuevos materiales, que finalmente acabarán imponiendo su uso y favoreciendo el desarrollo de su industria en forma exponencial. Esta muestra de la “Colección Rafael Ortiz” es la primera que, con carácter exclusivo, recoge los objetos de baquelita y otros plásticos en un Museo Nacional español. Se hace hincapié, de esta forma, en la trascendencia que estos materiales, y las formas en las que fueron diseñados, han tenido en la evolución del mundo contemporáneo. “Our current environment is the result of a compromise between the possible and the thinkable, in other words, between technology in its most advanced state and ideas” Ezio Manzini The convergence of need and technological advance that took place in the middle of the 19th century made possible the origin of a phenomenon that would mark the future forever. The development in the uses and possibilities of natural plastics and semi-plastics laid the foundations for the appearance of the first synthetic plastic: Bakelite. Known as the material of a thousand uses, it made the dreams of contemporary alchemists a reality. The Chemist and inventor, Leo Baekeland, Belgian in origin, would patent it in 1907, initiating a process which has lasted until our times. For the first time it was possible to think about the real democratisation of objects, and although at first the upper classes were resistant to changing their old habits, the novelty of the discovery and its daring, intriguing and innovative designs would soon turn it into a genuine attraction. To this was added the scarcity of natural materials such as ivory, coral or tortoiseshell, which the new materials could easily imitate and finally replaced, promoting the development of the plastics industry exponentially. N.º Inv. 189 This exhibition of the “Rafael Ortiz Collection” is the first which exclusively shows objects of Bakelite and other plastics in the Spanish National Museum. This underlines the importance that both the materials and the resulting designs had on the evolution of the contemporary world. 54 55 N.º Inv. 280 N.º Inv. 288 N.º Inv. 287 56 57 LA TRASMUTACIÓN DE LA MATERIA THE TRANSMUTATION OF MATTER “Más que una sustancia, el plástico es la propia idea de la infinita transformación; como su nombre cotidiano indica, es la ubicuidad hecha visible” Roland Barthes En la definición de la palabra plástico ya se encuentran el principio de mutabilidad y diversidad que lo caracterizan. La capacidad de ser transformado mediante presión y/o calor hacen de él un material polivalente. Básicamente los tipos de plásticos se encuadran en tres categorías: naturales, semisintéticos y sintéticos. Entre los materiales naturales a los que el plástico suele imitar están el cuerno, el ámbar, el carey, el betún, la madera, la piedra, el marfil o la concha. Algunas piezas de gran interés se encuentran en esta colección. Entre los plásticos naturales se encuadran la gutapercha, la goma laca o el bois durci, mientras que entre los semisintéticos, es decir, aquellos que parten de un material natural al que se le añade otro compuesto, los más conocidos son la vulcanita y el celuloide. Los sintéticos, o plásticos propiamente dichos, son aquellos que se forman con la mezcla de dos componentes químicos. El ejemplo más conocido es la baquelita, aunque otros como la urea formaldehído o la tiourea también fueron muy usados. En la consolidación del plástico fue fundamental el desarrollo de la disciplina del diseño industrial. Nombres como Raymond Loewy, John Vassos, Isamu Noguchi, Gio Ponti, Norman Bel Geddes o Henry Dreyfuss pusieron al plástico en la cima de la producción. Sus grandes y pequeñas obras, mostradas ahora en los grandes museos, adornaron aquellos hogares tan modernos e interesantes de la primera mitad del siglo xx. “More than a substance, plastic is the very idea of its infinite transformation; as its everyday name indicates, it is ubiquity made visible.” Roland Barthes The very definition of the word ‘plastic’ communicates the principle of mutability and diversity which characterizes it. Its capacity to be transformed via pressure and/or heat make it a multipurpose material. The different types of plastic basically fit into three categories: natural, semi-synthetic and synthetic. Among the natural materials that plastic usually imitates are found horn, amber, tortoiseshell, bitumen, wood, stone, ivory and shell. Some examples of great interest can be found in this collection. The category of natural plastics includes gutta-percha, shellac or bois durci, while in the semi-synthetic group, in other words, those that take a natural material and add another compound to it, the best known are vulcanite and celluloid. The synthetics, or those that could properly be called plastics, are those that are formed by the combination of two chemical components. The best known example is Bakelite, although others such as urea formaldehyde or thiourea were also very commonly employed. The development of the discipline of industrial design was fundamental to the consolidation of the use of plastic. Names such as Raymond Loewy, John Vassos, Isamu Noguchi, Gio Ponti, Norman Bel Geddes or Henry Dreyfuss placed plastic at the peak position in manufacturing. Their works, large and small, displayed now in important museums, decorated the most modern and interesting homes in the first half of the 20th century. 59 N.º Inv. 281 y 059 60 61 N.º Inv. 8 N.º Inv. 241 62 63 N.º Inv. 283 N.º Inv. 285 N.º Inv. 79 N.º Inv. 381 66 67 N.º Inv. 390 N.º Inv. 97, 389 N.º Inv. 434 68 69 N.º Inv. 138 N.º Inv. 421 70 71 N.º Inv. 183 N.º Inv. 134 72 73 N.º Inv. 93 N.º Inv. 452 N.º Inv. 133, 486 74 75 N.º Inv. 316 N.º Inv. 44 N.º Inv. 120 N.º Inv. 111 78 79 N.º Inv. 247 N.º Inv. 157 N.º Inv. 158, 260 N.º Inv. 259 80 81 N.º Inv. 238 N.º Inv. 148 82 83 N.º Inv. 261 N.º Inv. 409 84 85 N.º Inv. 482 N.º Inv. 480, 432, 433 86 87 N.º Inv. 424, 425 N.º Inv. 430, 431 N.º Inv. 373 N.º Inv. 246 90 91 N.º Inv. 117 N.º Inv. 243 92 93 EL CÓMPLICE DEL OCIO THE ACCOMPLICE OF LEISURE “El ser capaz de llenar el ocio de una manera inteligente es el último resultado de la civilización” Bertrand Russell El uso del plástico se fue popularizando a un ritmo acelerado hasta el punto que, tras la I Guerra Mundial era ya un fenómeno imparable. Cada vez eran más los objetos que se fabricaban con él y evidentemente el mundo del ocio comenzó a utilizarlo de manera clara. Uno de los primeros pasos se dio con las enormes ventas de gramófonos, a los que pronto se iba a unir el objeto que probablemente ha hecho más por la popularización del material: la radio. En 1922 se creaba la BBC que junto a la llegada a los hogares de la electricidad, iba a potenciar este mercado. En los años siguientes las fábricas cada vez más fueron apostando por la baquelita para sus carcasas. La marca Ekco creó una gran división para trabajar en plástico poniendo al frente a Wells Coates, quien diseñaría quizás la primera radio de venta masiva, la AD-65. Sus modelos aún imitaban a las maderas, pero más por el gusto de la clientela que por las verdaderas posibilidades del material. Estos nuevos gustos se observan más en la colorista radio Patriot diseñada por Bel Geddes o la espectacular New World Globe de Raymond Loewy. Esta aportaba ya nuevos conceptos de diseños que compaginaban bien con el tocadiscos Teardrop de John Vassos. Junto a este avance y ligado al mundo de la radio se observa también el influjo del diseño en los micrófonos, en los que predomina su aerodinamismo. Dentro del mundo del ocio, aunque también ligado al mundo profesional, se desarrollará también en los momentos pre y postbélicos, la cámara fotográfica. Su evolución sería casi diaria, ganando cada vez más portabilidad. El material y los nuevos diseños hicieron que la fotografía se extendiese y que toda familia europea y americana tuviese entre sus deseos la consecución de una. Por señalar algunas, citaremos la Kodak baby Brownie, la más popular en su momento, la Purma special de Raymond Loewy o las mini cámaras fabricadas por la Coronet Camera Company. “To be able to fill leisure intelligently is the last product of civilization” Bertrand Russell The use of plastic was popularized at an accelerated rhythm until reaching the point that, after the First World War, it became an unstoppable phenomenon. More and more objects were manufactured in plastic, and evidently the world of leisure began to use it in an obvious way. One of the first steps took place with the huge sales in gramophones, to which soon was added the object which has done the most to popularise the material: the radio. In 1922 the BBC was created and this, together with the arrival of electricity in homes, further powered the market. In the following years, more and more factories moved over to the use of Bakelite in their casings. The Ekco brand created a huge division to work in plastic, putting Wells Coates in charge; he went on to design perhaps the first mass produced radio, the AD-65. His models still imitated wood, but this was more to satisfy the taste of their clients than because of the real possibilities of the material. These new tastes were better observed in the colourful radio Patriot, designed by Bel Geddes, or the spectacular New World Globe by Raymond Loewy. These already offered new design concepts which combined well with the Teardrop record player by John Vassos. Together with this progress, and connected to the world of radio, the influence on the designs of microphones was also observed, with aerodynamic lines predominating. In the pre and post war period, within the world of leisure, although also connected to the professional world, the photographic camera was developed too. It evolved almost daily, becoming increasingly portable. The material and new designs helped the spread of photography, and soon every European and American family wanted to get hold of one. To indicate a few we can cite the Kodak Baby Brownie, the most popular in its time, the Purma Special by Raymond Loewy or the mini-cameras manufactured by the Coronet Camera Company. 95 N.º Inv. 2 96 97 N.º Inv. 7 N.º Inv. 10 98 99 N.º Inv. 143 N.º Inv. 23 N.º Inv. 22 N.º Inv. 24 100 101 N.º Inv. 21 N.º Inv. 6 102 103 N.º Inv. 3 N.º Inv. 15 N.º Inv. 11 N.º Inv. 1 104 105 N.º Inv. 14 N.º Inv. 12 N.º Inv. 16. 106 107 N.º Inv. 364 N.º Inv. 26 N.º Inv. 27 N.º Inv. 365 108 109 N.º Inv. 17 N.º Inv. 20 N.º Inv. 25 110 111 N.º Inv. 180, 152, 151, 492 112 113 N.º Inv. 13 114 115 N.º Inv. 30, 38 N.º Inv. 407 N.º Inv. 455, 278, 279 N.º Inv. 62 116 117 N.º Inv. 28 N.º Inv. 321 118 119 N.º Inv. 4 N.º Inv. 5 EL CORAZÓN DEL HOGAR THE HEART OF THE HOME “En una casa con baquelita, los platos no pueden romperse, pero el corazón sí” John Boynton Priestley Tras la I Guerra Mundial, nuevos plásticos sintéticos aparecieron en el mercado y con ello nuevas industrias fueron emergiendo. Una de las que más éxito tuvo fue la de los materiales para el hogar, junto con la de los pequeños electrodomésticos. A partir de los años veinte fue posible, por primera vez, coordinar la vajilla con las cortinas o con el sofá. Marcas como Bandalasta o Linga-Longa, que llegaron a ser vendidas en el exclusivo Harrods londinense, se fueron imponiendo con sus impresionantes diseños y colores. Muchos de ellos fueron usados como vajilla para picnics, a los que los ingleses son tan aficionados. Junto a ellos un ejército de pequeños electrodomésticos fueron apareciendo y copando los mercados: con los retrocesos evidentes durante las guerras, estos nuevos instrumentos acabarían imponiéndose años después, dando lugar al conocido “way of life” americano. Ese estado del bienestar generalizado permitió la aparición de un sinfín de objetos, creados para facilitar la vida, tanto en el hogar como en el trabajo. Esta manera de vivir, que se basaba en el consumo, requería la aparición continua de nuevas necesidades que, dadas a conocer masivamente a través de la publicidad, se hacían imprescindibles en los hogares. Fiambreras, exprimidores, botes de todo tipo, utensilios de cocina, termos, cuberterías, vajillas, jarrones y todo un sinfín de adornos compartían el espacio con los nuevos instrumentos. Las aspiradoras, batidoras, planchas, secadores para el cabello o simples linternas eran ya objetos habituales en los nuevos hogares. Muchos de ellos seguían siendo de grandes diseñadores y de no menos prestigiosas marcas. Especial interés tienen las tres lámparas Polaroid diseñadas por Walter Dorwin Teague y Otto Wolff, las dos primeras y por Clarence Kennedy y Charles Beratelli la tercera. “In the Bakelite house of the future, the dishes may not break, but the heart can” John Boynton Priestley After the First World War, new synthetic plastics appeared on the market and with them new industries began to emerge. One of the most successful was that of materials for the home, together with small electrodomestic appliances. From the twenties, for the first time it was possible to match your tableware to your curtains or sofa. Brands such as Bandalasta or Linga-Longa, which were sold in London’s exclusive Harrods, began to prevail because of their impressive designs and colours. Many of them were used as tableware for those picnics that the English are so fond of. Together with them, a whole army of small electrodomestic appliances began to appear and fill the market: with the evident setbacks during the wars these new utensils would end up prevailing years later, giving rise to the well-known American way of life. The generalised state of well-being allowed for the appearance of a whole host of objects, created to make life easier, both at home and in the workplace. This way of life, which was based on consumerism, required a continuous discovery of new needs which, communicated to the masses by means of publicity, made the objects essential to homes. Lunch boxes, juicers, containers of all types, kitchen utensils, Thermos flasks, cutlery, tableware, jugs and a whole host of ornaments shared the space with the new tools. Vacuum cleaners, blenders, irons, hair dryers or sim- ple torches became common objects in the new homes. Many of them were made by great designers and brands of no less prestige. Of particular interest are the three Polaroid lamps; the first two designed by Walter Dorwin Teague and Otto Wolff, and the third by Clarence Kennedy and Charles Beratelli. 123 N.º Inv. 360 124 125 N.º Inv. 101 N.º Inv. 116, 267, 212 N.º Inv. 121, 161 126 127 N.º Inv. 55, 56, 57 N.º Inv. 404 N.º Inv. 47, 382, 318 N.º Inv. 103 N.º Inv. 127 N.º Inv. 123 130 131 N.º Inv. 489, 214 N.º Inv. 472, 102 132 133 N.º Inv. 344 N.º Inv. 58 134 135 N.º Inv. 42 N.º Inv. 41 N.º Inv. 43 136 137 N.º 51, 436 Inv. N.º Inv. 406, 270, 454, 453, 463, 155 N.º Inv. 94 N.º Inv. 85, 488 140 141 N.º Inv. 493 142 143 N.º Inv. 45, 46 N.º Inv. 326 144 145 N.º Inv. 384, 81 , 87, 448, 459, 395, 443, 442, 350, 444 146 147 LA CAJA DEL MISTERIO THE BOX OF MYSTERY “Una vez terminado el juego, el rey y el peón vuelven a la misma caja” Proverbio italiano Baquelitas y otros plásticos. Colección Rafael Ortiz comprende más de seiscientas piezas reunidas durante casi veinte años. Encontramos una gran variedad de tipologías, desde un simple enchufe hasta una caja de bombones, desde un pequeño juguete hasta una magnífica coctelera, desde un casco de la II Guerra Mundial hasta un teléfono de centralita. Muchas de estas piezas son anónimas. Tampoco se conoce cuándo fueron hechas y en muchos casos el tiempo ha hecho difícil conocer para qué fueron realizadas. Otras muchas, como las de esta sala, lo fueron para guardar todo tipo de cosas y así, aprovechando las cualidades del material, preservarlas de golpes, del calor o de la humedad. Aquí se pueden distinguir dos grandes grupos de cajas. Por un lado, el llevado a cabo por el artista andorrano Eduardo Fornells, quien supo convertir en auténticas obras de arte estos pequeños contenedores. Fornells trabajó primero para Lalique, abriendo más tarde su propia fábrica, a la que no le faltaron imitadores. Por otro lado, la producción de la fábrica Ebena, que de 1921 a 1931 estuvo confeccionando en la localidad belga de Wijnegem los más bellos ejemplares de cajas y otros objetos que se puedan imaginar. Con las últimas piezas de la exposición se pretende dejar una puerta abierta a un nuevo resurgir de la baquelita. Las piezas de Philippe Starck, realizadas durante la década de los noventa, nos muestran de nuevo sus posibilidades. Con su caja mínimal y su cenicero Joe cactus, el diseñador dignificó un material que seguro supera los mil usos de su leyenda. “Once the game is over the king and the pawn return to the same box” Italian Proverb ‘Bakelites and other plastics. The Rafael Ortiz Collection’, includes more than six hundred pieces collected over almost twenty years. It gathers a large variety of typologies, from a simple plug to a box of sweets, from a small toy to a magnificent cocktail shaker, from a Second World War helmet to a telephone switchboard. Many of the pieces are anonymous. In many cases it is also not known when they were made, and time has made it difficult to find out why they were made. Many others, like those found in this room, were made to hold all kinds of things and thus, taking advantage of the qualities of the material, protect them from blows, from heat or from damp. Two large groups of boxes can be distinguished. On the one hand, those made by the Andorran artist Eduardo Fornells, who knew how to turn these small containers into real works of art. Fornells worked first for Lalique, later opening his own factory, and didn’t lack imitators. On the other hand, the production of the Ebana factory, which from 1921 to 1931, in the Belgian town of Wijnegem, was creating the most beautiful examples of boxes and other objects that can be imagined. With the last pieces of the exhibition the aim is to open a door to a new resurgence of Bakelite. The pieces by Philippe Starck, made during the nineties, again show us the possibilities. With his minimalist box and his Joe Cactus ashtray, the designer has dignified a material which has certainly fulfilled more than its legendary thousand uses. 149 N.º Inv. 197, 198, 204, 205, 206 N.º Inv. 114 N.º Inv. 70, 72 N.º Inv. 112, 483 152 153 N.º Inv. 139 N.º Inv. 313 N.º Inv. 140 N.º Inv. 422 154 155 N.º Inv. 210 N.º Inv. 301 N.º Inv. 208 156 157 N.º Inv. 300 N.º Inv. 303 N.º Inv. 457 N.º Inv. 307 N.º Inv. 306 158 159 N.º Inv. 110, 296, 298, 299, 307 N.º Inv. 457, 110, 297, 300, 306 160 161 N.º Inv. 423, 413, 112 N.º Inv. 418, 419 162 163 N.º Inv. 207, 190, 199, 347, 191, 200 N.º Inv. 75, 77, 317 164 165 N.º Inv. 63 166 167 N.º Inv. 211 N.º Inv. 53 N.º Inv. 178, 348 168 169 N.º Inv. 71 N.º Inv. 52 170 171 N.º Inv. 213, 327, 315 ,314 N.º Inv. 334, 333 172 173 N.º Inv. 335 N.º Inv. 194 174 175 N.º Inv. 355 N.º Inv. 341 N.º Inv. 354 N.º Inv. 196 176 177 N.º Inv. 394 N.º Inv. 361 N.º Inv. 356, 358 N.º Inv. 76 178 179 N.º Inv. 438 N.º Inv. 232 180 181 N.º Inv. 242 N.º Inv. 113, 437 182 183 INVENTARIO INVENTORY Colección Rafael Ortiz Rafael Ortiz Collection Luis F. Martínez Montiel y Rafael Ortiz Domínguez Colaboradores Collaborators Alberto Arenillas Macho, Antonio M. González Castro y Antonio Montero González Por secciones: Organised in sections 185 1. MEDIOS AUDIOVISUALES Manufactura: Coronet Midget Co. 21.- Micrófono Ducati AG.2501.1 5.- Radio. Colonial Modelo 700. New World 15.- Radio. Philco. Transitone. Modelo 49- 285.- Teléfono. Ericsson (Altavoces, cámaras fotográficas, micrófonos, Baquelita Diseño: Gio Ponti Globe 501. Boomerag Manufactura: Ericsson C.E. radios, teléfonos, tocadiscos, proyectores y Inglaterra. 1934-1943 Manufactura: Societa Radio Brevetti Ducati Diseño: Raymond Loewy Manufactura: Philco, Philadelphia Stg. Batt. Co Baquelita. visores de diapositivas, proyectores de cine, 6,5 x 3 x 3,5 cm Baquelita Manufactura: Colonial Radio Corporation Baquelita y metal Suecia. 1940s viewmasters y otros visores) Italia. 1940 Baquelita Estados Unidos. 1949 13,5 x 23,5 x 15 cm 36.- Cámara fotográfica. Coronet Midget 12,5 x 9 x 15,5 cm Estados Unidos. 1933 17 x 28 x 17 cm 20.- Altavoz. Tesla. Modelo ARS-217 (Black) 40 x 28 x 25 cm 490.- Teléfono de centralita Diseño: Ambrož Špetík Manufactura: Coronet Midget Co. 22.- Micrófono RFT KM/T 7153 16.- Radio. Philips - Schweiz. Modelo 830 A Baquelita Manufactura: Tesla Baquelita Manufactura: RFT - VEB (Radio Fernseh 6.- Radio. Silvertone Modelo 6110. Rocket (Capilla) 1930s Baquelita Inglaterra. 1934-1943 Technik) Diseño: Clarence Karstadt Manufactura: Philips-Schweiz 15 x 23,5 x 20 cm Checoslovaquia. 1950 ca. 6,5 x 3 x 3,5 cm Baquelita Manufactura: Sears Roeckbuck and Co. Baquelita 29 x 38 x 20 cm Alemania (DDR). 1940s Baquelita Suiza / Inglaterra. 1933 440.- Teléfono de cascos para centralita 125.- Cámara fotográfica. Coronet Midget 6,5 x 8 x 11,5 cm Estados Unidos. 1938 49,5 x 41 x 22 cm Baquelita y metal 25.- Altavoz. Philips. Modelo 2007. “Flying (Red and Black) 16,5 x 30 x 16,5 cm 1950s saucer” Manufactura: Coronet Midget Co. 23.- Micrófono. Modelo 718A. Crystal. 17.- Radio. Murphy A100 Dimensiones variables Manufactura: Philips-Ebena Baquelita Versatex 7.- Radio. Ekco Ad 65 Diseño: A. F. Thwaites Ebena Inglaterra. 1934-1943 Manufactura: Shure Brothers Corporated Diseño: Wells Coates Manufactura: Murphy Radio Limited 26.- Tocadiscos. Teardrop Modelo CJM3 Holanda. 1925 ca. 6,5 x 3 x 3,5 cm Baquelita. Manufactura: E.K. Cole Baquelita y metal Diseño: John Vassos 48 x 45,5 x 18 cm Estados Unidos. 1940 ca. Baquelita Reino Unido. 1946 Manufactura: General Electric. 37.- Cámara fotográfica. New York World’s 15 x Ø 6,5 cm Inglaterra. 1935 19 x 23,5 x 11,5 cm Baquelita 364.- Altavoz. Philips. fair 45,5 x 38 x 26,5 cm Estados Unidos. 1939 Manufactura: Philips Diseño: Walter Dorwin Teague 24.- Micrófono. Modelo Cat. N.º BC 1901. 18.- Radio Sonorette. Modelo Serie 1 10 x 30 x 27 cm Baquelita Manufactura: Eastman Kodak & Co. Manufactura: General Electric Co. 8.- Radio. Ekco Ad 75 Manufactura: Sonora Sociedad Anónima, Holanda. 1930s. Baquelita y metal Baquelita Diseño: Wells Coates Radiocine Puteaux 27.- Tocadiscos. RCA Victor. Victrola 35 x 35 x 14 cm Estados Unidos. 1939 Inglaterra. 1940s Manufactura: E.K. Cole Baquelita Manufactura: RCA Victor Company 9 x 12,5 x 6,5 cm 11 x 9 x 14,5 cm Baquelita Francia. 1933 Baquelita 365.- Altavoz. Philips. Inglaterra. 1935 30 x 20 x 14 cm Estados Unidos. 1939 ca. Manufactura: Philips 38.- Cámara fotográfica. Phlips box flash 143.- Micrófono. R-F-T / KM/T/St 7053 45,5 x 38 x 26,5 cm 11 x 22,2 x 31,5 cm Baquelita Manufactura: Philips Gloeilampen Fabrieken Manufactura: VEB Funkwerk 19.- Radio General Electric. Modelo 400 Holanda. 1930s. Baquelita y metal Baquelita 9.- Radio. RCA Victor. Modelo 96-X3 Manufactura: General Electric. Brand. 145.- Proyector de diapositivas. Fafix 48 x 48 x 19 cm Holanda. 1950s Alemania (DDR). 1940s Diseño: John Vassos Musaphonic Manufactura: Fafix 16,5 x 11,5 x 10 cm 8 x 7,7 x 10 cm Manufactura: RCA Victor Company Baquelita Baquelita 29.- Cámara fotográfica. Baby Brownie Baquelita Estados Unidos. 1950s Alemania. 1940-1950 Diseño: Walter Dorwin Teague 39.- Cámara fotográfica Univex. Modelo A 263.- Micrófono Tesla Estados Unidos. 1938 31,8 x 15,5 x 18,5 cm 16,5 x 7,7 x 19,5 cm Manufactura: Eastman Kodak & Co. Manufactura: UNIVEX y Norton Manufactura: Tesla 17,7 x 27,9 x 20,3 cm Baquelita y metal Baquelita Baquelita 66.- Radio. Emerson. Modelo 511. “Radio 407.- Proyector de diapositivas. Modelo 2 Estados Unidos. 1934 Estados Unidos. 1933 Checoslovaquia. 1940s 10.- Radio. Fada Modelo 652. “The temple” Moderne” Manufactura: Pronep 6,8 x 8 x 7,5 cm 5 x 8,7 x 6,2 cm 3,5 x 11,5 x 7 cm Manufactura: Fada radio Diseño: Raymond Loewy Baquelita ´ Catalín Manufactura: Emerson Radio and Bulgaria. 1950s 30.- Cámara fotográfica. Purma special 95.- Cámara fotográfica Brownie Fiesta 397.- Micrófono Estados Unidos. 1942-1946 Phonograph Corp. 15,5 x 9 x 22,5 cm Diseño: Raymond Loewi Manufactura: Eastman Kodak & Co. Baquelita 17,7 x 27,4 x 15,2 cm Plascon. Manufactura: Purma Cameras Ltd. Baquelita España. 1950 - 1960 ca Estados Unidos. 1947 40.- Visor de diapositivas. Modelo Visena 55 Baquelita EE.UU y Francia. 1950s 18 x 8 x 12,5 cm 11.- Radio. Zenith 28 x 19 x 16,5 cm Manufactura: Pentacon Reino Unido. 1937 ca. 11,7 x 9,5 x 11 cm Diseño: Robert Davol Budlong Baquelita 7,2 x 15,2 x 6 cm 1.- Radio. Phonola 547 Manufactura: Radio Zenith Corporation 122.- Radio. Modelo Marconi UM-15 Alemania (DDR). 1940s 265.- Cámara fotográfica. Bilora Boy Diseño: Livio Castiglioni, Pier G. Castiglioni y Baquelita y metal Manufactura: Marconi Española, S.A. 15 x 16 x 19,5 cm 31.- Cámara fotográfica estereoscópica. Manufactura: Bilora Luigi Caccia Dominioni Estados Unidos. 1930s España. 1955s Coronet 3D Baquelita y metal Manufactura: Phonola, S.A. 17,5 x 31 x 17,5 cm 17 x 25 x 14 cm 91.- Visor de diapositivas. Manufactura: Coronet Camera Company. Alemania. 1949 ca. Baquelita Manufactura: Photax Baquelita y metal 10 x 7,5 x 7,5 cm Italia. 1939 12.- Radio. RCA Victor. Modelo 66-X8 151.- Radio HerFor. Modelo MG 34 Baquelita Inglaterra. 1950s. 20 x 25 x 27 cm Manufactura: RCA Vcitor Company Manufactura: HerFor Francia. 1940s 7,5 x 16,7 x 14 cm 266.- Cámara fotográfica. Bilora Boy Catalín Baquelita 5 x 5,7 x 7,8 cm Manufactura: Bilora 2.- Radio. Patriot Estados Unidos. 1946 España. 1952 ca 32.- Cámara fotográfica. Coronet Midget Baquelita y metal Diseño: Norman Bel Geddes 23,4 x 38,5 x 18,5 cm 15,5 x 20,5 x 10 cm 322.- Visor de diapositivas (Brown) Alemania. 1949 ca. Manufactura: Emerson Radio and Manufactura: Imperial Manufactura: Coronet Midget Co. 10 x 7,5 x 7,5 cm Phonograph Corp. 294.- Publicidad radio. RCA Victor. Modelo 152.- Radio Baquelita Baquelita Catalín 66-X8 Baquelita 1945 ca. Inglaterra. 1934 - 1943 268.- Cámara fotográfica. Baby Brownie Estados Unidos. 1939 Papel España. 1950s 5 x 5,8 x 7,8 cm 6,5 x 3 x 3,5 cm Diseño: Walter Dorwin Teague 20 x 27,5 x 13,5 cm Estados Unidos. 1946 16 x 22,2 x 14,2 cm Manufactura: Eastman Kodak & Co. 32,2 x 25,5 cm 478.- Visor de diapositivas 33.- Cámara fotográfica. Coronet Midget Baquelita y metal 3.- Radio. Patriot aristocrat 180.- Radio Manufactura: Paterson (Blue) Estados Unidos. 1934 Diseño: Norman Bel Geddes 13.- Radio Nurse. Baby Monitor Baquelita Baquelita Manufactura: Coronet Midget Co. 7,5 x 9 x 7 cm Manufactura: Emerson Radio and Diseño: Isamu Noguchi España. 1950s 1960s Baquelita Phonograph Corp. Manufactura: Zenith radio 12,7 x 18,5 x 13 cm 3,3 x 12 x 7 cm Inglaterra. 1936-1943 273.- Cámara fotográfica. Starmite Catalín Baquelita 6,5 x 3 x 3,5 cm Manufactura: Eastman Kodak & Co. Estados Unidos. 1939 Estados Unidos. 1937 321.- Radio. RCA Victor. Modelo X-11 Books. 277.- Visor de diapostib¡vas Baquelita y metalå 20 x 27,5 x 16 cm 20,3 x 16,5 x 15,2 cm “Aladino” Manufactura: Arpa 34.- Cámara fotográfica. Coronet Midget Estados Unidos. 1960s Manufactura: RCA Victor Company Baquelita (Red and Orange) 11 x 9 x 6 cm 4.- Radio. Colonial Modelo 700. New World 14.- Radio. Zenith. Modelo H5 11. The Baquelita España. 1950s Manufactura: Coronet Midget Co. Globe racetrack Estados Unidos. 1930 ca. 9,2 x 11,5 x 7,5 cm Baquelita 393.- Cámara fotográfica Sida Optik Diseño: Raymond Loewy Manufactura: Radio Zenith Corporation 12 x 26 x 8,5 cm Inglaterra. 1934 - 1943 Diseño: Karl Gumpel y Fritz kaftanski. Manufactura: Colonial Radio Corporation Baquelita 62.- Proyector de cine 6,5 x 3 x 3,5 cm Manufactura: Sida-Optik Baquelita Estados Unidos. 1951 492.- Radio Barbi Manufactura: BB Baquelita Estados Unidos. 1933 17,5 x 35 x 18,5 cm Baquelita Baquelita, metal y madera 35.- Cámara fotográfica. Coronet Midget Francia. 1930s 40 x 28 x 25 cm España. 1950s España. 1940s (Lime green) 5,6 x 7 x 4 cm 13 x 9,5 x 9,5 cm 21,5 x 9,5 x 25 cm 186 187 456.- Visor de cine. Pathegrams 42.- Lámpara. Modelo 100. “Student study 155.- Secador para el cabello. Larroc exprimidores, fiambreras, fruteros, jarras, 359.- Tenedores 345.- Jarra para fabricar crema. Modelo Manufactura: Pathegrams desk light” Manufactura: Talleres E. M. Corral jarrones, juegos de café, juego de tazas, Acrílico y metal Jubilee Baquelita Diseño: Otto Wolff Baquelita marcos de fotos, moldes, molinillos de 1960s Manufactura: Bell Empire Estados Unidos. 1939 ca. Manufactura: Polaroid Corporation España. 1940s café, palilleros, pesos de cocina, relojes, 16,5 x 1,5 x 0,7 cm Baquelita y cristal 3,5 x 7,5 x 4,8 cm Baquelita y metal 21,5 x 19 x 8,5 cm sacacorchos, saleros, servilleteros, silbatos, Inglaterra. 1935 ca. Estados Unidos. 1930 ca. termos, termómetros, vasos, veladores, 360.- Utensilios de cocina 20 x 19 x 10 cm 487.- Proyector de cine 33 x 27,9 x 14 cm 270.- Secador para el cabello. Modelo Air Exin ventiladores manuales) Catalín y metal Baquelita y metal Diseño: Harry S. Preble Jr. 1930s 376.- Jarra 1940s 43.- Lámpara. Modelo 112. Manufactura: A.C. Gilbert Company 28.- Archivador de discos. Record Rack. Dimensiones variables. Baquelita, cristal y metal 23,5 x 18 x 21 cm Diseño: Clarence Kennedy y Charles Beratelli Baquelita Baquelita Estados Unidos. 1945 - 1950 ca. Manufactura: Polaroid Corporation Estados Unidos. 1944 1945 ca. 489.- Juego de Tenedorcillos 11 x 12,8 x 8,5 cm 276.- Viewmaster Baquelita 15 x 6,5 x 11 cm 30,4 x 25,4 x 12,7 cm Catalín y metal Manufactura: Sawyer Estados Unidos. 1930 ca. 1940s 147.- Pareja de Jarroncillos Baquelita 22 x 19,5 x 21,5 cm 406.- Secador para el cabello 103.- Azucarero y jarra. 14,5 x 10 x 10 cm Baquelita. Estados Unidos. 1950s Manufactura: Electro langer Praha Melamina 1930s 10,5 x 12,5 x 9 cm 44.- Lámpara. Jumo Baquelita Estados Unidos. 1950s 142.- Dispersor de insecticida. “O.B.B.” 19 x 4,5 cm Diseño: André Monique Checoslovaquia. 1930s 14 x 6 x 10 cm Baquelita 455.- Viewmaster. Modelo A Manufactura: Jumo Lamp 22,5 x 9,5 x 7 cm Inglaterra. 1940s 67.- Juego de café Manufactura: Sawyer Baquelita y metal 118.- Bandeja giratoria 12 x 7,2 cm depósito. Metal y catalín Baquelita Francia / Estados Unidos. 1938 453.- Secador para el cabello Baquelita 1930s Estados Unidos. 1945 30 x 16,5 x 16,5 cm Manufactura: Solis Alemania. 1930s 216.- Enchufe Tetera: 15,5 x 11 x 21 cm 10,8 x 9,3 x 7,1 cm Baquelita 30 Ø x 2,8 cm Baquelita / Metal Lechera: 10 x 9 x 12,2 cm 343.- Lámpara con pinza España. 1950s 1930s Azucarero: 8,5 x 10 cm 461.- Viewmaster Baquelita 21,5 x 19 x 10,2 cm 212.- Batidora. Modelo Gloria 7 x Ø 5,5 cm Manufactura: Sawyer Alemania. 1952 ca. Baquelita y metal 371.- Juego de tazas Baquelita 13,5 x 7,5 x 8,5 cm 454.- Secador para el cabello. Modelo “Silent” Alemania. 1950 ca. 342.- Interruptor Baquelita Estados Unidos. 1960s Manufactura: Wahl Clipper Corp. 25,5 x 7,7 x 10 cm Baquelita y cerámica España. 1940s 9,9 x 12 x 7,7 cm 148.- Lámpara. Ekco. Plastalux Baquelita 1930 - 1940 3,5 x Ø 10,5 cm c.u. Manufactura: E.K. Cole Estados Unidos. 1940 262.- Batidora a pilas 4 x Ø 5,7 cm 278.- Viewmaster. Modelo B Baquelita 22,5 x 17 x 9 cm Baquelita 472.- Juego de tazas Manufactura: Sawyer Inglaterra. 1940s Hong Kong. 1960s 400.- Conjunto de interruptores Manufactura: Brookes and Adams. Baquelita 59 x 15,5 x 24 cm 463.- Secador para el cabello 25,5 x 7,5 x 19,5 cm Baquelita y otros plásticos Bandalasta Estados Unidos. 1948 ca. Manufactura: Solis 1920-1950 1930s 11,5 x 10 x 7 cm 398.- Molinillo de café Baquelita 349.- Binoculares de teatro Dimensiones variables Dimensiones variables. Baquelita España. 1950s Baquelita 279.- Proyector de Viewmaster 1950s 21 x 18 x 8,5 cm Estados Unidos. 1930 - 1940 491.- Juego de enchufes y casquillos de 102.- Taza. Bourn-vita Sleeping Beaker Manufactura: Sawyer 18 x 16 x Ø 9,7 cm 4 x 11 x 6,7 cm bombillas Diseño: A. H. Woodfull Baquelita. 292.- Trituradora Baquelita Manufactura: Streetly para Cadbury Bélgica. 1940s 50.- Plancha Diseño: Gabriel Lluelles y Robert 101.- Candeleros 1930-1950 Baquelita y celulosa 12 x 15,5 x 18 cm Diseño: C. kerr, N. H. Lucas, E. Lucas y H.T. Holder Götzenberger Baquelita Dimensiones variables. Inglaterra. 1949 Baquelita y metal Manufactura: Pimer 1940s 10,2 x 12,5 x 8,5 cm 460.- Visor “Lestrade” Inglaterra. 1946 Baquelita 10,3 x 8,2 cm 181.- Espejo de tocador Manufactura: Lestrade 13 x 12,5 x 25 cm España. 1955 Gutapercha 239.- Marco de foto. Baquelita 21 x 13 x 13 cm 166.- Copa 1880s Baquelita 1960s 51.- Plancha de viaje. Baquelita 15,5 x 10,2 cm 1920s 6,9 x 12,2 x 7,5 cm Manufactura: Jata 45.- Ventilador. “Ribbonaire table fan” 1940s 1 x 20 x 13 cm Baquelita y metal Diseño: Fredrik Ljungström 8,5 x Ø 11 cm 154.- Exprimidor 462.- Visor “True vue” España. 1950s Manufactura: Singer sewing machine Baquelita 372.- Marco de foto. Manufactura: True vue Company 7,5 x 6,5 x 11,2 cm Company 375.- Juego de costura rojo 1930s Celuloide Baquelita Baquelita y textil Manufactura: Indanthren 5,5 x 11,5 x 17,5 cm 1920s 1950s 126.- Pinza para planchar pantalones. Estados Unidos. 1931 Baquelita 14 x 8 x 1,5 cm 6,5 x 12,6 x 7,4 cm Modelo 444 25 x 11,7 x 18 cm Alemania. 1930s 146.- Fiambrera. Modelo Coracle 558 Baquelita y metal 4 x Ø 7 cm Manufactura: Brookes & Adams 366.- Molde para chocolate 2. PEQUEÑOS ELECTRODOMÉSTICOS Estados Unidos. 1940s 46.- Ventilador Bandalasta Baquelita y Metal (Afiladores, calefactores, lámparas, 12,7 x 6 x 2,5 cm Manufactura: AEG. 415.- Juego de costura verde Inglaterra. 1936 ca. 1940s molinillos, planchas, secadores para el Baquelita y textil Baquelita 9 x 14,5 x 14,5 cm 1,3 x 12,2 x 3,9 cm cabello, trituradoras, ventiladores) 310.- Plancha. Petitpoint Alemania. 1930 ca. Alemania. 1930s Diseño: Edward P. Schreyer y Clifford B. 25 x 11,7 x 18 cm 3,5 x Ø 7,2 cm 49.- Frutero 85.- Molinillo de café 377.- Afilador Stevens Bandalasta Manufactura: Mokka Manufactura: Handy Hannah product Co Manufactura: Waverly Tool Co. 165.- Ventilador 421.- Expositor de dedales 1940 ca Baquelita y metal Baquelita Baquelita y metal Manufactura: Iberland Manufactura: Dorcas 6 x Ø 14 cm 1940s Estados Unidos. Estados Unidos. 1939-1941 Baquelita y metal 11,5 x 12 x 8,5 cm 22,5 x 9,5 x 5 cm 11 x 14,5 x 11,8 cm 13 x 12,5 x 25 cm España. 1940s Reino Unido. 1920 116.- Jarra para fabricar crema. Modelo 16,5 x 15,8 x 19 cm 11,5 x 12 x 8,5 cm Jubilee 484.- Molinillo de café 104.- Calefactor. 311.- Plancha. Jata Manufactura: Bell Empire Diseño: Gabriel Lluelles Manufactura: Edla Manufactura: Jata 388.- Ventilador. Modelo H 57 160.- Cubiertos. Concorde Baquelita y cristal Manufactura: Pimer Baquelita y metal Baquelita y metal Manufactura: Iberland Diseño: por Raymond Loewy Inglaterra. 1935 ca. Baquelita y acrílico Francia. 1930s España. 1950 Baquelita Manufacturados para Air France 20 x 19 x 10 cm España. 1950s 17 x 14 x 10,5 cm 6,5 x 11,3 x 20,5 cm España. 1950s Baquelita y metal 15 x 10 x 10 cm 16,5 x 15,8 x 19 cm Francia. 1978 ca. 291.- Instrucciones de uso. Jarra Jubilee 41.- Lámpara. Modelo 114. “Executive desk lamp” 312.- Plancha. Modelo F40 Dimensiones variables Manufactura: Bell Empire 488.- Molinillo de café Tramp Diseño: Walter Dorwin Teague Diseño: Henry Dreyfuss 3. ÚTILES DOMÉSTICOS Papel Manufactura: Tramp Manufactura: Polaroid Corporation Manufactura: General Electric (Archivadores de discos, azucareros, 214.- Juego de cuchillos Inglaterra. 1935 ca. Baquelita Baquelita y metal Baquelita y metal bandejas, batidoras, binoculares, Baquelita y metal 9 x 7,5 cm 1930s Estados Unidos. 1939 Estados Unidos. 1948 candeleros, copas, costura, cubertería, 1945 ca. 12 x 8 x 3,9 cm 33 x 22,8 x 25,4 cm 14 x 12 x 23,2 cm dispersores , electricidad, espejos, 16,5 x Ø 10 cm 188 189 98.- Palillero en forma de pingüino 475.- Juego para sal y pimienta 1950s 1940s 132.- Ruleta portátil 281.- Coctelera Baquelita Baquelita Dimensiones variables. Dimensiones variables. Baquelita Baquelita y metal 1950s 1950s 1950s 1930s 10 x 5,5 x 10,2 cm 4,5 x 7,7 x 5 cm 226.- Juego de copas para huevos 434.- Fichas para juego de mesa 9,2 x Ø 10,5 x 3,2 cm 31 x 16 cm Baquelita Catalín 48.- Peso de cocina. 78.- Servilletero. Pez 1940s Estados Unidos. 1950s 389.- Ruleta de juguete 59.- Jarra de Cóctel Baquelita Catalín 5,2 x Ø 4,3 cm 11,3 x 19 x 9 cm Baquelita Diseño: Walter von Nessen Alemania. 1930s Estados Unidos. 1930s 1940s Baquelita y metal 24,7 x 14 cm 6,3 x 6,8 x 0,6 cm 267.- Vasitos para huevos 63.- Lancha motora 7 x Ø 20 cm Estados Unidos. 1930s Baquelita Baquelita 22 x 17 x 12,5 cm 403.- Peso de cocina. 473.- Servilletero Inglaterra. 1920s Francia. 1940s 416.- Sacapuntas en forma de tren Baquelita y metal Manufactura: RAH 4,5 x 4,5 cm c.u. 7,5 x 10,5 x 40 cm Acrílico 382.- Cubitera para hielo. Modelos 929 y 1950s Baquelita 1960s 923 F 12,5 x 26 x 20 cm España. 1950s 396.- Vaso exprimidor 97.- Caja de naipes 2 x 2,2 x 10,7 cm c.u. Manufactura: Thermos Ltd. 10,6 x 14,5 x 10 cm Baquelita y acrílico Manufactura: KEM Plastic playing card ink Baquelita 282.- Reloj. Jaz 1960 ca. Co. 346.- Sonajero en forma de gallo Inglaterra. 1930s Manufactura: Jaz 340.- Silbato 17 x Ø 9,7 cm Baquelita Celuloide Grande: 18 x 22,5 x 20 cm Francia. 1930s Baquelita Estados Unidos. 1940s Yugoslavia. 1900s Pequeño: 16 x 16,5 x 19 cm 16,5 x 14 x 8,5 cm 1950s 284.- Pareja de veladores 7 x 4,3 x 9,2 cm 17 x 7,5 x 3,5 cm 7,5 x 2,5 x 3 cm Hierro fundido y baquelita. 327.- Boquilla 283.- Reloj de mesa Glen 1930s 233.- Caja de naipes 449.- Sonajero Lucite Manufactura: Glen, más tarde Westclox 458.- Tapón. Old Crown 73 x Ø 49 cm Celuloide Baquelita. 1930 ca. Phenolin Baquelita 1920s 1950s 1,7 x 1,7 x 6,5 cm Escocia. 1920s 1950s 326.- Ventilador manual. 2,7 x 14 x 9 cm 4 x 11 x 11 cm 13 x 12 x 6 cm 13,2 x 8 x 2,7 cm Celuloide, metal y baquelita 80.- Caja de tabaco: Modelo “The Baccyflap” 1930s 54.- Plancha de juguete 136.- Yo-yo Manufactura: Wunup 316.- Reloj de mesa Telechron Modernique 47.- Termo. Modelo N.º 65 22,2 x 13 x 2,5 cm Baquelita Carvacraft Baquelita Diseño: Paul T. Frankl Manufactura: Thermos Ltd. 1940s 1940s Inglaterra. 1937 Manufactura: Warren Telechron Co. Baquelita 4. JUEGO Y OCIO 9 x 7,2 x 13 cm 3,5 x 1,7 cm 3 x Ø 9,5 cm Metal plateado y Baquelita Inglaterra. 1950 ca. Estados Unidos. 1927 ca. 25 x Ø 12,5 cm 412.- Juguete. Animalitos 52.- Tren de juguete. Chad Valley 436.- Yo-yo 250.- Caja de tabaco 19,7 x 14,5 x 9,5 cm Celuloide Manufactura: Home Retail Group Baquelita Baquelita 318.- Termo. 1900s Baquelita 1940s Reino Unido. 1930s 381.- Reloj. Smith Sectric Manufactura: Thermos Ltd. Dimensiones variables. Inglaterra. 1925 ca. 5 Ø x 1 cm 11,5 x 10,5 cm Manufactura: Smith Baquelita 8,3 x 58 x 9 cm Baquelita Inglaterra. 1925 ca. 369.- Carabina lanzapelotas 5. BARWARE Y ARTÍCULOS PARA EL 251.- Caja para tabaco Inglaterra. 1940 ca. 24,7 x Ø 12,5 cm Manufactura: Nemrod 71.- Peonza FUMADOR Baquelita 18 x 16,2 x 5,7 cm Baquelita, metal y madera Baquelita (Cocteleras, cubiteras, jarras de coctel, Reino Unido. 1920s 404.- Termo España. 1950s 1940s boquillas, cajas para cigarrillos y 11,5 x 10,5 cm 182.- Sacacorchos Manufactura: Thermos Ltd. 14 x 65 x 5 cm 6 x 5,4 cm humidificadores, ceniceros, encendedores, Baquelita, lucite y metal Baquelita fundas para fósforos, máquinas de liar 258.- Bote para tabaco 1950s 1925 ca. 223.- Carrete de pesca 82.- Peonza cigarrillos, mesas de fumadores, pitilleras) Baquelita 14,5 x 6,5 x 9,5 cm 20,7 x Ø 10 cm Baquelita Manufactura: La Sirene 1920s 1930s Baquelita 55.- Coctelera. “The master incolor cocktail 10 x Ø 15 cm 94.- Salero. Foca 215.- Termómetro 3,5 x Ø 8 cm Francia. 1940s shaker” (Blanca) Catalín y metal Baquelita, cristal y metal 9 x 7,5 cm Diseño: Lawson Clarke y Raphael Clarke 156.- Caja para cigarrillos 1940s 1940s. 53.- Coche. Maqueta Tatraplan T600 Manufactura: De La Rue para Wilson & Gill Baquelita 11,3 x 7,5 cm 9,5 x 8,5 x 5,5 cm Diseño: Josef Chalupa, Vladimír Popelář and 390.- Petanca. “Henselite” Baquelita y metal 1940s Hans Ledwinka. (Coche real) Manufactura: Hekel and son Inglaterra. 1930-1935 6 x 10 x 10 cm 123.- Juego para sal y pimienta 401.- Termómetro clínico Manufactura: Barum? Baquelita 29 x Ø 10 cm Baquelita Baquelita Checoslovaquia. 1946-1947 Australia. 1950 ca. 210.- Caja para cigarrillos 1920s 1950s 9 x 25,5 x 9,5 cm Dimensiones variables. 56.- Coctelera. “The master incolor cocktail Baquelita 7,5 x 5 cm c.u. 12,2 x Ø 1,3 cm shaker” (verde) 1931 ca. 178.- Coche de juguete. 420. Juguete. Pez comiendo otro pez Diseño: Lawson Clarke y Raphael Clarke 6 x 14,5 x 8,5 cm 127.- Juego para sal y pimienta 99.- Vaso plegable Manufactura: Paya Celuloide Manufactura: De La Rue para Wilson & Gill Catalín Baquelita Celuloide y metal 1950s Baquelita y metal 320.- Humidificador de cigarrillos 1940s Suecia. 1930s España. 1950 Dimensiones variables. Inglaterra. 1930-1935 Baquelita 4,5 x 4,5 cm 11 x Ø 6 cm 5 x 18 x 7,5 cm 29 x Ø 10 cm Reino Unido. 1920 - 1925 105.- Juego de Pinball. 9,2 x 15 x 8,9 cm 153.- Salero 386.- Vaso plegable 211.- Coche de juguete. Sport MC 50 Manufactura: Klikatelle 57.- Coctelera. “The master incolor cocktail Baquelita Baquelita Baquelita Baquelita shaker” (crema y marrón) 58.- Cenicero. “Bibendum Michelín” 1940s 1940s Alemania (DDR). 1940 Inglaterra. 1930 - 1940 Diseño: Lawson Clarke y Raphael Clarke Baquelita 11 x Ø 6 cm 11 x Ø 6 cm 7 x 8 x 20,7 cm 2,5 x 10,5 x 16,5 cm Manufactura: De La Rue para Wilson & Gill Inglaterra. 1940s Baquelita y metal 12 x 15 x 13,7 cm 325.- Salero. 179.- Vasos de molde 348.- Coche de juguete 138.- Juguete. Pareja de pingüinos Inglaterra. 1930-1935 Baquelita Baquelita Baquelita Celuloide 29 x Ø 10 cm 96.- Cenicero con forma de trébol Alemania. 1940 ca. 1940s 1940s 1930s Baquelita 6,7 x Ø 3,5 cm 4 x Ø 6 cm c.u. 5,3 x 5,3 x 15,8 cm 10 x 7 x 3,7 cm 60.- Coctelera España. 1945 Lucite y Metal 2 x 8 x 8,5 cm 493.- Juego de saleros 150.- Vasos de viaje 128.- Juego de dado y su caja 73.- Puzzle: Modelo “Pigs in clove” 1940s Baquelita Baquelita Catalín Manufactura: R. Journet and Co. 33 x 23 x 11,5 cm 107.- Cenicero en forma esférica con pie 1930 - 1950 1935 ca. 1950s Baquelita Baquelita Dimensiones variables. Dimensiones variables 2 x 2 x 2 cm Inglaterra. 1950 ca 141.- Coctelera Inglaterra. 1930s 12,7 x 10,2 x 1,8 cm Baquelita y Metal 10,5 x 8,5 x 8,5 cm 221.- Juego de 6 posavasos 230.- Embarcaciones y talleres Inglaterra. 1930s Baquelita Baquelita 22,5 x Ø 12 cm 190 191 108.- Cenicero esférico 494.- Cenicero. Moet Chandon / Lido España. 1945 ca. 315.- Alfileres para el cabello 194.- Peineta Baquelita Baquelita Baquelita y lucite 6,2 x 5,8 x 8,6 cm Baquelita Celuloide España. 1940s Inglaterra. 1930s Francia. 1950s 1930s 1920s 7,3 x 9,7 x 9 cm 8,5 x Ø 8,5 cm 6 x 8 x 9,5 cm (cenicero) 241.- Mesa de fumador 13,5 2 x 1 cm 17 x 12 x 2,2 cm 2 x 1 x 9 cm (boquilla) Baquelita y metal 235.- Amperímetro 109.- Cenicero semiesférico 1940s 362.- Anillo con sello 314.- Peineta. Forma de abanico Manufactura: Skay Baquelita 495.- Cenicero. Expo 1929 74 x 37,5 x 21,5 cm Caseina? Celuloide Baquelita Inglaterra. 1939s Baquelita 1940s Reino Unido. 1930s 1940s 7 x Ø 16,5 cm España. 1929 ca. 74.- Pitillera 2,3 x Ø, 2 cm 16,5 x 12,5 4,5 cm 9 x 13 x 11 cm 5 x Ø 12 cm Celuloide y baquelita 167.- Cenicero 1920s 355.- Bolso 333.- Peineta. Forma de flores 121.- Barómetro. Storm guide Baquelita 496.- Cenicero. González Byass 8 x 7,5 x 1,5 cm Celuloide y Galalita? Celuloide Diseño: Walter Dorwin Teague 1940s Baquelita 1920s 1910s Manufactura: Taylor Instrument Companies 5 x Ø 15 cm España. 1930s 93.- Pitillera femenina 13 x 21 x 2 cm 15 x 10,7 x 3,2 cm Baquelita y metal 5 x Ø 12 cm Celuloide Estados Unidos. 1930s 175.- Cenicero cilíndrico Francia. 1920s 324.- Broche. Forma de flor 334.- Peineta 12,7 x 12,7 x 4,7 cm Baquelita 129.- Encendedor 8 x 9,5 x 1,2 cm Baquelita y Lucite Celuloide 1940s Baquelita 1940s 1930s 161.- Barómetro 5,5 x Ø 5,5 cm Estados Unidos. 1933 184.- Pitillera 1,5 x Ø 7,5 cm 13,2 x 11,5 x 4 cm Manufactura: Taylor Instrument Companies 4 x 2,5 x 0,8 cm Manufactura: Roen. Mas Roy Baquelita y Metal 225.- Cenicero. Astra Baquelita 337.- Broche para el cabello 335.- Peineta EE.UU. 1930s Baquelita 168.- Encendedor 1940s Celuloide y metal Diseño: Auguste Bonaz 13,33 x 20,32 x 4 cm 1950s Baquelita 1,5 x 8,5 x 5,7 cm 1920s Galalita 1,5 x Ø 9,5 cm 1940s 3,2 x 10,5 x 2 cm 1920s 439.- Bomba de aire para bicicleta 10 x 6 x 3,5 cm 185.- Pitillera femenina 14,5 x 11,5 x 2,5 cm Manufactura: Airepress 255.- Cenicero. González Byass Celuloide 486.- Broche. Baquelita Baquelita 169.- Encendedor 1930s Lucite 351.- Pin con barco España. 1950s España. 1940s Baquelita 8 x 8,6 x 1 cm 1940 ca. Baquelita 13 x 6,5 x 6,5 cm 4,5 x Ø 12 cm 1940s 1,7 x 3,5 x 2 cm 1930s 9,5 x Ø 6,8 cm 188.- Pitillera 3,5 x 3,7 x 0,4 cm 380.- Bote para revelado. Modelo Labora 256.- Cenicero Celuloide 330.- Camafeo Baquelita Manufactura: SIPE 477.- Encendedor de sobremesa 1920s Celuloide 195.- Pinza para el cabello España. 1940s Baquelita Manufactura: Dorset Industries 1.5 x 7,2 x 6,6 cm 1940 ca Celuloide 12 x Ø 12 cm España. 1940s Baquelita 5,2 x 4,4 x 2 cm 1920s 5 x Ø 11,5 cm Reino Unido: 1940s 218.- Pitillera 5 x 11 x 0,3 cm 64.- Cinta métrica 11 x Ø 8 cm Baquelita 332.- Camafeo con silueta de mujer y loro Baquelita 317.- Cenicero 1940s Plástico sobre metal 356.- Pulsera. Modelo 1950s Manufactura: Roanoid Plastics Ltd. Para 119.- Funda para fósforos. Calendario 1,5 x 11,5 x 8 cm 1940s Baquelita 16 x 3,5 cm Roxon Gutapercha 4 x 3,1 x 7 cm 1930s Baquelita 1881 219.- Pitillera 2 x Ø 8,5 x 0,8 cm 374.- Cinta métrica Reino Unido. 1935 ca. 7,5 x 1,2 x 4,5 cm Baquelita 338.- Gargantilla Baquelita 8,5 x 9 cm 1940s Vulcanita. 357.- Pulsera de cuentas 1940s 149.- Funda para fósforos 1,5 x 10 x 8,5 cm Reino Unido. 1880s Caseina 1,5 x 4,5 cm 344.- Cenicero. Publicidad de Sandeman Vulcanita 20,5 x 2,7 x 1,2 cm 1940s Baquelita Reino Unido. 1900 ca. 481.- Pitillera femenina 3,8 x Ø 7 cm 164.- Extintor 1940s 1,5 x 4,5 x 5,5 cm Celuloide 354.- Collar Baquelita y Metal 2 x 7 x 14,5 cm 1930s Diseño: Jacob Bengel 358.- Pulsera 1940s 228.- Funda para fósforos 1,5 x 11 x 8 cm Galalita y metal Lucite 23 x 4,5 x 7 cm 368.- Cenicero. Modelo “Joe Cactus” Vulcanita Francia. 1930 ca. 1940s Diseño: Philippe Starck Reino Unido. 1890 ca. 6. JOYERÍA Y COMPLEMENTOS 3 x 48 x 1 cm Ø 7 x 2,5 cm 83.- Instrumento para señales morse Manufactura: Owo 6,8 x 4,2 x 1,4 cm (Abanicos, alfileres para el cabello, bolsos, Manufactura: M.M Fleron & Son Baquelita broches y camafeos, gargantillas y collares, 186.- Hebilla 361.- Pulsera. En forma de correa Baquelita Francia. 1990 237.- Funda para fósforos en forma de ficha hebillas, monederos, peinetas, pins, pinzas Baquelita Baquelita Estados Unidos. 1945 ca. 20 x Ø 10 cm de dominó para el cabello, pulseras) 1930s 1930s 20 x 8 x 5cm Baquelita 4,5 x 8,2 x 4,5 cm 2,5 x Ø 8,5 x 0,6 cm 405.- Cenicero. Jaroslaw´s 1930s 68.- Abanico 124.- Limpiador de bujías Baquelita 5 x 2,5 x 1 cm Celuloide y textil 196.- Hebilla 394.- Pulsera con aros azules Baquelita y metal 1940s 1920 ca. Celuloide Baquelita España. 1940s 2 x Ø 12 cm 319.- Funda para fósforos. Modelo “Feu” 17,5 x 2,7 x 1,5 cm 1930s 1940s 12,5 x 2,5 cm Manufactura: Vesta 5,7 x 13 x 1 cm Dimensiones variables. 445.- Cenicero “Sipe” Vulcanita 137.- Abanico 81.- Linterna Baquelita Alemania. 1890 ca. Baquelita 331.- Hebilla. 7. PEQUEÑOS ÚTILES DE TRABAJO Manufactura: Prodelin España. 1950s 6,8 x 4,2 x 1,4 cm 1940s Celuloide (Amperímetros, barómetros, bombas Baquelita 5 x Ø 11 cm 22,8 x 9 x 2 cm 1930s de bicicleta, botes para revelado, cintas 1940s 391.- Caja de fósforos 4,5 x 8,5 x 1 cm métricas, extintores, instrumentos morse, 14 x Ø 4,3 cm 446.- Cenicero “Tio Pepe” Baquelita 341.- Abanico plegable limpiador de bujías, linternas, manómetros, Baquelita 1930s Celuloide 410.- Hebilla soldadores) 87.- Linterna España. 1950s 1,5 x 3,6 x 4,8 cm 1900 ca. Lucite Manufactura: Tximist 5 x Ø 12 cm 16 x 16 x 1 cm 1930s 89.- Amperímetro Baquelita 159.- Máquina para liar cigarrillos 4,8 x 9 x 0,5 cm Manufactura: Research Corp. España. 1940 ca. 447.- Cenicero. González Byass Baquelita y madera 134.- Paipay. Baquelita 11,7 x Ø 3,5 cm Baquelita España. 1930 ca. Celuloide y textil 289.- Monedero Estados Unidos. 1940 ca. España. 1940s 16 x 16,5 x 12 cm 1940s Gutapercha 2,7 x 8 x 10,5 cm 350.- Linterna 5 x Ø 12 cm 15 x 9 x 2 cm (abierto) 1890s Baquelita 378.- Máquina de cigarrillos “Aivauno” 11,5 x 1,8 x 2 cm (cerrado) 15,5 x 7,3 x 1,5 cm 229.- Amperímetro 1940s Baquelita y metal Manufactura: TONO 14,2 x Ø 5 cm 192 193 384.- Pareja de linternas 183.- Álbum para tarjetas postales Manufactura: John Dickinson and Co. Ltd. 471.- Pluma de palillo 115.- Tinteros 193.- Caja de cosméticos Manufactura: Siemens Ind. S.A Celuloide Carvacraft Celuloide Baquelita Celuloide Baquelita y cristal España. 1940s Inglaterra. 1948-1950 1910s 1940s España. 1940s 1940s. 11 x 17,5 x 2,5 cm 7 x 21 x 13 cm 16 x 1,2 x 1,2 cm 4,5 x 16, 5 x 12,2 cm 4,5 x Ø 11,5 cm 10,2 x 5 x 2,5 cm 269.- Bandeja de escritorio 111.- Maquina sumadora. Victor 117.- Juego de portalápices 158.- Tintero 197.- Caja de cosméticos 395.- Linterna Baquelita Manufactura: Victor. Adding Machine Co. Baquelita Ebonita, catalín y vidrio Celuloide Baquelita 1940s Baquelita 1950s 1930s 1930s 1950s 2 x 24 x 8,5 cm Estados Unidos. 1940-1950 ca. 11 x 7,7 x 4,7 cm 7,5 x 6,5 x 10,2 cm 5,5 x Ø 8,5 cm 8,2 x 1,5 cm 17,8 x 21,7 x 33 cm 130.- Binóculo 363.- Portalápiz 238.- Tintero 199.- Caja de cosméticos 442.- Linterna “Accu Lux” Celuloide 293.- Anuncio de máquina sumadora. Victor Celuloide Baquelita. Celuloide Baquelita 1930 Adding 1920s 1940s 1920s Años 1950s 14,2 x 4 cm Manufactura: Victor Adding 8,2 x 0,8 cm 5,8 x 13 x 14,5 cm 4 x Ø 7,2 cm 5 x 11 x 3 cm Papel 135.- Bloc de nota Estados Unidos. 1945 ca. 88.- Portaminas 259.- Tintero. Fontain well 427 Dip Less 201.- Caja de cosméticos 443.- Linterna Manufactura: Madeiras arco de ferro 33 x 26 cm Celuloide y metal Manufactura: Ester Brook Hazell Pens Ltd. Celuloide Baquelita Celuloide 1940s Baquelita y cristal 1930s Años 1950s Portugal. 1940s 157.- Calculadora. Contex 10,2 x 0,7 cm Inglaterra. 1940s 3,5 x Ø 8,2 cm 5 x 6 x 3 cm 10,5 x 6 x 0,8 cm Manufactura: Carlsen Brothers 7 x 22 x 15 cm Baquelita 264.- Portaminas. Modelo A. W. 204.- Caja de cosméticos 444.- Linterna “Elaul” 92.- Caja para cinta mecanográfica. Kores Dinamarca. 1946 ca. Manufactura: Faber Castell 260.- Tintero Celuloide Baquelita Baquelita 22,5 x 22 x 7 cm Baquelita Ebonita, catalín y vidrio 1930s Años 1950s 1940s 1940s 1930s 5,5 x Ø 8,5 cm 5 x 10 x 3 cm 3 x 6,7 cm 144.- Pluma estilográfica femenina 0,7 x 13, 5 x 3,5 cm 7,5 x 6,5 x 10,2 cm Celuloide 205.- Caja de cosméticos 448.- Linterna “Tudor” 171.- Caja para cinta mecanográfica. 1940s 69.- Porta papeles 290.- Tinteros Celuloide Manufactura: Tudor Heinrich Kutsch 10 x 1,2 cm Diseño: Philippe Starck Gutapercha 1930s Baquelita Baquelita Manufactura: Alessis 1890s 3,5 x Ø 8,5 cm Años 1950s Alemania. 1930s 339.- Pluma estilográfica femenina Baquelita 4 x Ø 5 cm c.u. 3 x 10 x 5 cm 2,5 x Ø 6,6 cm Vulcanita Portugal. 1992 206.- Caja de cosméticos 1900 ca 17,5 x 23,2 x 5,7 cm 323.- Tintero Quink Celuloide 459.- Linterna con dinamo “E.M” 173.- Caja para cinta mecanográfica. 9,2 x 1,2 cm Manufactura: Parker 1930s Baquelita Edelweiss 172.- Portapluma. Baquelita 5,5 x Ø 8,5 cm 1950s Baquelita 464.- Pluma estilográfica Manufactura: Corona Arcia Estados Unidos. 1920 - 1930 5 x 10,5 x 3 cm Alemania. 1930s Manufactura: Montjoy Baquelita 6 x 7,8 x 5,5 cm 252.- Caja de cosméticos 2,3 x Ø 5,8 cm Vulcanita España. 1940s Baquelita 174.- Manómetro de presión de neumáticos 1930s 10,2 x 10,2 x 9,5 cm 353.- Tinteros 1930s Manufactura: Michelin 234.- Caja para cinta mecanográfica. Krone 9,1 x 1,3 x 1,3 cm Baquelita / Cristal 5,5 x 10,2 cm Baquelita y Metal Manufactura: Krone 370.- Portapluma. Bayern Inglaterra. 1920 - 1940 Francia. 1930 Baquelita 465.- Pluma estilográfica Baquelita 7 x 22,2 x 15 cm 77.- Caja 3,5 x 9 x 2 cm Alemania. 1932 ca. Manufactura: Jacker 1940s Baquelita 24 x 6 x 13 cm Celuloide 6 x Ø 14,5 cm 9. CAJAS Y OTROS RECIPIENTES 1920s 450.- Medidor de presión de aire 1920s CONTENEDORES 11,5 x 11,5 cm Manufactura: Michelín 274.- Calendario Vogue 10 x 1,1 x 1,1 cm 272.- Portarrollos (Cajas y frascos de perfumes, cajas de 1950s Manufactura: Vogue Manufactura: Cello cosméticos, cajas de Ebena, cajas de Eduard 70.- Tibor. 2,5 x 7 x 5 cm Inglaterra. 1940s 467.- Pluma estilográfica Baquelita Fornells, cajas General Electric, otras cajas) Manufactura: Ebena Wijnegem 17,5 x 12,5 x 1,5 cm Celuloide España, 1940s Ebena 162.- Soldador 1920s 6,5 x 7 x 2,5 cm 65.- Caja perfume. “Evening in Paris” Bélgica. 1924 ca. Baquelita y Metal 352.- Calendario. Xylonite 10 x 1,4 x 1,4 cm Diseño: Merci Sandrine 16 x Ø 14 cm España. 1950 Manufactura: The Bristish Xylonite C. Ltd. 452.- Postal con golondrinas Manufactura: Bourjois 15,5 x 16,5 x 4,5 cm Xylonite 466.- Plumilla Celuloide Baquelita. Inglaterra. 1939 72.- Caja. Reino Unido. 1914 Manufactura: John Mitchell España. 1913 9,5 x 5,2 x 3,5 cm Manufactura: Ebena Wijnegem 8.- MATERIAL DE ESCRITORIO 8,6 x 5,6 cm Gutapercha 9 x 13,7 cm Ebena (Abrecartas, agenda telefónica, álbumes, 1900s 61.- Frasco de colonia. Modelo Maderas de Bélgica. 1921 - 1931 bandejas de escritorio, binóculos, blocs 227.- Juego de escritorio 0,2 x 3,9 x 0,5 cm 247.- Sacapuntas. Modelo 512 Oriente. 4,5 x Ø 9,2 cm de notas, cajas para cinta mecanográfica, Manufactura: Electricite Industrielle Belge, Manufactura: KIN Diseño: Esteve Monegal calendarios, juegos de escritorio, máquinas S.A. 236.- Pluma de palillo Baquelita y metal Manufactura: Mirurgia 112.- Caja. sumadoras, plumas estilográficas, plumas Baquelita Baquelita 1940s Baquelita Manufactura: Ebena Wijnegem de palillos, portalápices, portaminas, Bélgica. 1940s 1930s 13 x 10,5 x 13 cm España. 1929 Ebena portapapeles, portaplumas, portarrollos, 7,5 x 15 x 25,5 cm 17,5 x Ø 0,9 cm 8,5 x 7,5 x 2 cm Bélgica. 1922 ca. postales, sacapuntas, secantes de 275.- Secante de escritorio 12 x 11 x 11 cm escritorio, tarjeteros, tinteros) 243.- Juego de escritorio 468.- Pluma de palillo Baquelita / Metal 482.- Juego de frascos de perfume Baquelita, metal y textil Celuloide 1940s Baquelita y cristal 114.- Caja. 411.- Abrecartas 1950s 1920s 4 x 15 x 7,5 cm 1930 - 1950 Manufactura: Ebena Wijnegem Carvacraft 2,5 x 20 x 15,5 cm 20,5 x 1,1 x 1,1 cm Dimensiones variables. Ebena 1940s 187.- Tarjetero Bélgica. 1921 - 1931. 20 x 3,6 x 0,6 cm 367.- Juego de escritorio 469.- Pluma de palillo Celuloide 106.- Caja de cosméticos 4,5 x Ø 16,7 cm Diseño: John Dickinson Baquelita 1920s Baquelita 120.- Agenda telefónica. Bates Index Manufactura: John Dickinson and Co. Ltd. 1920s 0,7 x 13,3 x 8,6 cm 1940 139.- Caja. Diseño: Norman Bel Geddes Carvacraft 18,6 x 1,2 x 1,2 cm 5,5 x Ø 10,2 cm Manufactura: Ebena Wijnegem Manufactura: The Bates mfg. Co. Inglaterra. 1948-1950 100.- Tintero Ebena Baquelita 4 x 8 x 10,3 cm 470.- Pluma de palillo Baquelita 163.- Caja de cosméticos Bélgica. 1922 ca. Estados Unidos. 1924 - 1925 Baquelita 1920s Baquelite 6,5 x 22 x 13,5 cm 7 x 11, 5 x 13,5 cm 485.- Juego de escritorio 1930s 5,5 x Ø 12 cm 1950s Diseño: John Dickinson 15,4 x 1,3 x 1,3 cm 6 x Ø 14 cm 194 195 140.- Caja Manufactura: Editions E. Fornells 305.- Caja. Modelo Muchacha con medallón 257.- Caja de grageas. Optalidon 249.- Caja para bombones 435.- Caja de jabón de afeitar Manufactura: Ebena Wijnegem Baquelita Diseño: Eduard Fornells Marco Manufactura: Laboratorios Sandoz Baquelita Baquelita Ebena Francia. 1930 ca. Manufactura: Editions E. Fornells Baquelita Reino Unido. 1940s 1940s Bélgica. 1925 ca. 8 x Ø 13 cm Baquelita España. 1940s 11 x Ø 13 cm 5 x Ø 10 cm 6,5 x Ø 13 cm Francia. 1930s 3,5 x 8,5 x 7,5 cm 295.- Polvera. Modelo Pablo y Virginia 8 x Ø 12,5 cm 253.- Bote para café. 474.- Caja 208.- Humidificador de tabaco. Diseño: Eduard Fornells Marco 190.- Jabonera Baquelita Baquelita Manufactura: Ebena Wijnegem Manufactura: Editions E. Fornells 306.- Polvera. Modelo Narcisos Celuloide Inglaterra. 1920s Manufactura: Pratbo Ebena Baquelita Diseño: Eduard Fornells Marco 1920s 13,5 x 10,5 cm 7 x Ø 10,7 cm Bélgica. 1925 ca. Francia. 1930s. Manufactura: Editions E. Fornells 4 x 9 x 6,5 cm 20 x Ø 16,5 cm 4,5 x 10,2 x 10,2 cm Baquelita 254.- Caja. Modelo Stadium 476.- Caja Francia. 1925 ca. 200.- Jabonera Manufactura: Stadium Baquelita 209.- Caja 296.- Polvera. Modelo Eva 6 x Ø 13,7 cm Celuloide Baquelita 1940s Manufactura: Ebena Wijnegem Diseño: Eduard Fornells Marco 1920s Inglaterra. 1920s 2,6 x 8,5 x 7,8 cm Ebena Manufactura: Editions E. Fornells 307.- Polvera. Modelo Muchacha con gacela 5,5 x 9,5 x 7 cm 5 x 9 x 8,2 cm Bélgica. 1931 ca. Baquelita Diseño: Eduard Fornells Marco 10. OBJETOS MILITARES 6 x 14,5 x 8,5 cm Francia. 1930 Manufactura: Editions E. Fornells 222.- Pareja de jaboneras 271.- Bote medicinal 5 x Ø 17 cm Baquelita Baquelita Manufactura: P.P.P. 438.- Casco. 313.- Caja. Modelo tirador en forma de Francia. 1930s. 1940s Baquelita Manufactura: Plasford elefante 297. - Polvera. Modelo Betty Joy 5 x 15 x 15 cm 0,5 x Ø 8 cm España. 1940s Baquelita Manufactura: Ebena Wijnegem Diseño: Eduard Fornells Marco 8 x Ø 6,2 cm Reino Unido. 1940s Ebena Manufactura: Editions E. Fornells 457. - Polvera. Modelo Oasis (Negra) 191.- Caja 11,8 x 30 x 28,5 cm Bélgica. 1925 ca. Baquelita Diseño: Eduard Fornells Marco Celuloide 286.- Caja hexagonal 9,5 x 14,5 x 9 cm Francia. 1937 ca. Manufactura: Editions E. Fornells 1920s Baquelita 232.- Linterna de señales militar 6,5 x Ø 11,5 cm Baquelita 3,2 x Ø 6 cm 1930s Baquelita, metal y cristal 408.- Caja. Francia. 1930 ca. 7 x 23 x 23 cm Alemania. 1939 ca. Manufactura: Ebena Wijnegem 298. - Polvera. Modelo 1925 5,5 x 15 x 15 cm 192.- Estuche para anillo 28 x 11 x 13 cm Ebena Diseño: Eduard Fornells Marco Celuloide 308.- Caja. Modelo Derby 1863 Bélgica. 1922 ca. Manufactura: Editions E. Fornells 75.- Caja de manicura. Modelo G&E 1910s Baquelita 242.- Micrófono y auriculares 12 x 11 x 11 cm Baquelita Manufactura: General Electric 5 x 4,5 x 4,5 cm 1920s Baquelita y metal Francia. 1925 Baquelita 2,2 x 11,6 x 10,2 cm 1940s 413.- Caja. Modelo tapa con relieve de 3,8 x 10 x 10 cm Estados Unidos. 1933 198.- Caja Dimensiones variables. fumadora 8,5 x 12, 5 x 8 cm Celuloide 309.- Caja. Decoración de dragón Manufactura: Ebena Wijnegem 299.- Polvera. Modelo Anémonas y Narcisos 1930s Manufactura: Cruver. 113.- Periscopio para carro de combate APX Ebena Diseño: Eduard Fornells Marco 76.- Caja de manicura. Modelo Cleopatra 4 x Ø 5,7 cm Celuloide L794D Bélgica. 1925. Manufactura: Editions E. Fornells Manufactura: General Electric Estados Unidos. 1930s Manufactura: Fábrica de armas de Puteaux 6,2 x 13 x 8,5 cm Baquelita Baquelita 202.- Caja 4 x 14,5 x 11,5 cm Baquelita, espejo y cristal Francia. 1930s. Estados Unidos. 1935 Celuloide Francia. 1945 ca. 414.- Caja. 6 x Ø 13,7 cm 9,5 x 15 x 8,5 cm 1930s 336.- Polvera 23 x 11 cm Manufactura: Ebena Wijnegem 3 x Ø 10 cm Celuloide Ebena 300.- Polvera. Modelo Barcos y loros 86.- Caja 1930 - 1940 437.- Teléfono de campaña Bélgica. 1921 - 1931. Diseño: Eduard Fornells Marco Manufactura: Jesa 203.- Estuche de foto 6,5 x Ø 11,5 cm Manufactura: Standart Electric 7 x Ø 10,7 cm Manufactura: Editions E. Fornells Baquelita Gutapercha LorenzBaquelita Baquelita España. 1940s 1880s 347.- Caja Alemania. 1958 ca. 418.- Caja Bombons Margoutin verde Francia. 1930 ca. 3,5 x 9,3 cm 7,5 x 6,5 x 2,2 cm Baquelita 17,5 x 28,5 x 11,5 cm Manufactura: Ebena Wijnegem 5,5 x Ø 16,8 cm 1940s Ebena 131.- Polvera. Modelo “l’aimant Floride” 207.- Caja con decoración de pollito 6,5 x Ø 7,7 cm 11 ÚTILES PARA EL CUIDADO PERSONAL 1930 301.- Polvera. Modelo Asno Diseño: Rene Lalique Baquelita (Máquinas de afeitar, máquinas de afeitar a 8 x Ø 16 cm Diseño: Eduard Fornells Marco Manufactura: Coty 1940s 385.- Caja para pastillas cuerda, máquinas de afeitar eléctrica) Manufactura: Editions E. Fornells Baquelita. 6,5 x Ø 7,5 cm Manufactura: Veramon 419.- Caja de bombones “Margoutin” Baquelita Francia. 1927 ca. 1940s 383.- Máquina de afeitar. Manufactura: Ebena Wijnegem Francia. 1940 ca. 1,2 x Ø 7,3 cm 213.- Caja 7 x 4 x 4,2 cm Manufactura: Gillete Ebena 10 x Ø 11,5 cm Baquelita Baquelita 1930 133.- Caja 1930s 387.- Caja de bombones 1940s 8 x Ø 16 cm 302.- Tapadera. Caja Oasis Lucite 4,5 x Ø 10 cm Baquelita 2 x 9,5 x 4,5 cm Diseño: Eduard Fornells Marco Portugal? 1930s 1920s 422.- Caja. Modelo tirador en forma de Buda Manufactura: Editions E. Fornells Paris 9,2 x 8 x 1,5 cm 220.- Conjunto de cajas 9 x Ø 10,6 cm 402.- Maquinilla de afeitar. Manufactura: Ebena Wijnegem Baquelita Baquelita Baquelita Ebena Francia. 1930s 170.- Caja para bicarbonato. Torres Muñoz 1920 - 1950 392.- Caja para anillo Inglaterra. 1930s Bélgica. 1923 ca. 2 x 15 x 15 cm Baquelita Dimensiones variables. Baquelita 2 x 5,7 x 3 cm 12 x Ø 16,2 cm España. 1950s 1950s 303.- Polvera. Modelo Oasis (Copia?) 6,2 x 6,5 x 6,6 cm 231.- Estuche para gafas 3 x 7 x 5,5 cm 409.- Maquinilla de afeitar. Nymph. Ladies 423.- Caja Diseño: Eduard Fornells Marco Celuloide blade Manufactura: Ebena Wijnegem Manufactura: Editions E. Fornells 176.- Bote para medicinas 1940s 399.- Conjunto de cajas Baquelita Ebena Baquelita Manufactura: DIF 1,8 x 14,5 x 5,5 cm Baquelita Inglaterra. 1930s 1928 Francia. 1930s. Baquelita 1930 - 1950 2 x 5,5 x 3 cm 4 x 17,5 x 15,5 cm 5,5 x 15,4 x 15,4 cm España. 1940s 240.- Caja para bombones Dimensiones variables. 4 x Ø 3 cm Baquelita 430.- Maquinilla de afeitar. Modelo Rocker 483.- Caja. Modelo tirador en forma monos 304.- Caja. Modelo Muchacha con flores 1920s 417.- Caja Manufactura: Wilkinson Co. Ltd. Manufactura: Ebena Wijnegem Diseño: Eduard Fornells Marco 177.- Tubo de grageas. Optalidon 5 x Ø 11,4 cm Catalín y lucite Baquelita y metal Ebena Manufactura: Editions E. Fornells Manufactura: Laboratorios Sandoz Inglaterra. 1950s Reino Unido. 1950s Bélgica. 1928 ca. Baquelita Baquelita 248.- Caja. Modelo Barrel 12,5 x Ø 9,5 cm 9 x 3,7 x 4,7 cm 10,5 x 14,5 x 8,5 cm Francia. 1930s España. 1950 - 1960 Manufactura: Velos 5,5 x Ø 11 cm 3,5 x 8,5 x 7,5 cm Airtite 431.- Maquinilla de afeitar. Modelo Rocker 110.- Polvera. Modelo rosas Inglaterra. 1930s Manufactura: Wilkinson Co. Ltd. Diseño: Eduard Fornells Marco 13 x Ø 9,5 cm Baquelita y metal 196 197 Reino Unido. 1950s Baquelita y metal 329.- Remate en forma de calavera 9 x 3,7 x 4,7 cm Holanda. 1940s Baquelita 13 x 4,5 x 3,2 cm 1920s 432.- Maquinilla de afeitar. Wardonia 1,8 x 2 x 2,8 cm Manufactura: Thomas Ward & Sons, Ltd 427.- Maquina de afeita eléctrica. Remington Baquelita y metal Threesome 224.- Placa. Corazón de Jesús Inglaterra. 1940s Manufactura: Remington Rand Baquelita 9 x 4,5 x 2,5 cm Baquelita y metal España. 1940s Estados Unidos. 1946 ca. 9,7 x 1,7 x 6,7 cm 433.- Maquinilla de afeitar. Schick injector 15 x 4,7 x 4 cm razor 244.- Placa conmemorativa. J.P. Beranger Manufactura: Schick 428.- Máquina de afeitar eléctrica. Manufactura: Societe du Bois Durci Catalin y metal Remington. Roll a matic Bois Durci Estados Unidos. 1941 ca. Manufactura: Remington Francia. 1850s 9,3 x 3,7 x 1,5 cm Baquelita y metal Ø 11,5 x 1,5 cm Estados Unidos. 1940s 451.- Maquinilla de afeitar “Valet” 7,5 x 8,7 x 3,2 cm 280.- Placa conmemorativa. Eugenia de Montijo Baquelita Manufactura: Societe du Bois Durci 1950s 429.- Maquina de afeitar eléctrica. Modelo Bois Durci 3,5 x 9 x 5,6 cm Norelco Francia. 1859 Manufactura: Philips Ø 12 x 1,5 cm 479.- Máquina de afeitar en seco no Baquelita y metal eléctrica. Viceroy Estados Unidos. 1950s 287.- Placa conmemorativa. Napoleón III Manufactura: Rolls Razor Company 7,5 x 7,5 x 4 cm Manufactura: Societe du Bois Durci Baquelita Bois Durci Inglaterra. 1935 ca. 261.- Juego de afeitado de viaje Francia. 1850s 3 x 12,5 x 5 cm Manufactura: Wardonia Ø 11,5 x 1,5 cm Baquelita 480.- Maquinilla de afeitar Inglaterra. 1940s 288.- Placa conmemorativa. Napoleón en Manufactura: Merkur 9,5 x 13 x 5 cm plaza Vendome Baquelita Manufactura: Societe du Bois Durci 1940s 328.- Juego de manicura verde Bois Durci 3,5 x 9 x 5 cm Celuloide, metal y baquelita Francia. 1850s 1940 ca. 10,9 x 10,9 x 1,2 cm 84.- Máquina de afeitar a cuerda. Sputnik 7 x 2,7 x 0,7 cm Manufactura: Sputnik Baquelita 379.- Cazo de agua eléctrico Rusia. 1957 ca. Manufactura: Carpi 10 x 7,5 x 3,5 cm Baquelita y Metal España. 1950 373.- Máquina de afeitar a cuerda. Modelo 4 x 8,5 x 9,5 cm Riviera Manufactura por Thorens 12. PUBLICIDAD Baquelita Suiza. 1954 - 1960 79.- Recuerdo de la Feria Universal de Nueva 12 x 8,5 x 5,5 cm York 1939 Manufactura: New York World’s fair 245.- Máquina de afeitar eléctrica. Baquelita Philipshave Estados Unidos. 1939 Manufactura: Philips 9,8 x 5,5 x 3 cm Baquelita y Metal Inglaterra. 1951 ca. 189.- Alfiler. Feria mundial New York 10 x 7,5 x 3,5 cm Manufactura: Bakelite Ltd. Baquelita 246.- Máquina de afeitar eléctrica. Schick Estados Unidos. 1939 Colonel 6 x 3 x 1,2 cm Diseño: Raymond Loewy Manufactura: Schick 217.- Recuerdo de Marmolejos en forma de Baquelita paraguas Estados Unidos. 1940s Baquelita 11,5 x 5 x 3,5 cm España. 1950s 9,5 x 1,2 x 1,5 cm AGRADECIMIENTOS 424.- Máquina de afeitar eléctrica. Philipshave 441.- Publicidad en forma de esquiador Manufactura: Philips Manufactura: Estación de esquí de Megeve José María Baez, Luis Cruz, Dorothea von Elbe, Luis Mayo. Baquelita y metal Baquelita Holanda. 1930s Francia. 1950s 12,5 x 3,5 cm 15 x 13 x 9,6 cm Y a todas aquellas personas que han hecho posible la realización de este proyecto. 425.- Máquina de afeitar eléctrica. Sun Beam 13.- OBJETOS ORNAMENTALES Baquelita y metal Estados Unidos. 1940s 90.- Remate en forma de cabeza de perro 12,5 x 4,5 cm Carvacraft 1940s 426.- Máquina de afeitar eléctrica. Belz 4 x 2,5 x 4 cm Manufactura: Belz / Beline 198
Copyright © 2024 DOKUMEN.SITE Inc.