Rev. gastroenterol. Perú v.25 n.2 Lima abr./jun.2005 ARTÍCULOS ORIGINALES Prevalencia de enteroparasitosis en una comunidad altoandina de la Provincia de Víctor Fajardo, Ayacucho, Perú Milagros Cabrera S1; Manuela Verástegui2; Rufino Cabrera3 1 Centro de Salud de Huancapi. Víctor Fajardo, Ayacucho. Perú. Facultad de Ciencias y Filosofía. Universidad Peruana Cayetano Heredia. Lima. Perú 3 Facultad de Ciencias. Universidad Nacional San Luis Gonzaga. Ica. Perú. 2 RESUMEN Los objetivos del estudio fueron conocer la prevalencia y distribución de las enteroparasitosis y determinar la prevalencia de coproantígenos de Taenia solium en la comunidad andina de Huancapi, Provincia de Víctor Fajardo, Ayacucho, Perú. Estudio observacional, descriptivo-transversal realizado entre julio y setiembre del año 2000, por los métodos de Ritchie y Ziehl-Neelsen modificado para Cryptosporidium sp, se examinaron muestras de heces de 312 personas de la población general. Adicionalmente, se investigó la presencia de coproantígenos de T. solium por el método de ELISA. El 77,88% (243) fue positivo a uno o más enteroparásitos. La prevalencia para cada especie de protozoario fue: 66,99% para Entamoeba coli; 12,50% para Iodamoeba butschlii; 10,90% para Chilomastix mesnili y 10,57% para Giardia lamblia; para los helmintos fue: 4,49% para Ascaris lumbricoides; 3,52% para Hymenolepis nana y 1,28% para Trichuris trichiura. Se detectaron coproantígenos de T. solium en 3,52% de las muestras. Prevalecen los protozoarios comensales que indicarían deficiencias en los servicios sanitarios básicos, especialmente del agua de consumo doméstico. Huancapi es una nueva zona endémica para la infección por T. solium. PALABRAS CLAVE: Parasitosis intestinales, Prevalencia, Comunidad Andina, Perú. INTRODUCCION La parasitosis intestinal es uno de los problemas de salud pública más prevalentes en países en vías de desarrollo (1) como el nuestro, sobre todo afecta a la población de estratos socioeconómicos bajos, con deficiencias de saneamiento básico como en la disponibilidad de agua y desagüe. En el Perú, prevalece en zonas rurales y urbano-marginales por las condiciones ecológicas favorables para la transmisión (2). En la región Quechua se han realizado muy pocos estudios transversales detallados sobre enteroparasitosis en la población general, a pesar de que en esta zona prevalecen los geohelmintos, así como las teniosis (3) y la fasciolosis (2). La teniosis por Taenia solium tiene una grave repercusión en la salud pública debido a que las personas que se infectan con el parásito adulto pueden ingerir los huevos y desarrollar la cisticercosis, especialmente la forma cerebral que deja graves secuelas o lo puede llevar a la muerte (4). Los estudios sobre prevalencia de enteroparasitosis en la provincia de Víctor Fajardo (Ayacucho) son pocos, en otras provincias cercanas se han realizado algunas encuestas parasitológicas. En Huamanga la prevalencia de Giardia lamblia varía entre 27,00% y 37,18% en preescolares y escolares, respectivamente (5-6). En el Distrito de San Juan Bautista en estas mismas poblaciones las prevalencias fueron 28,4% para Trichuris trichiura, 13,7% para Ascaris lumbricoides y 11,4% para Hymenolepis nana (=Vampirolepis nana) (7). En 500 personas de población general examinadas en el Distrito de Quinua, los enteroparásitos más frecuentes fueron A. lumbricoides 49,7%, G. lamblia 24,8% e H. nana 11,7%. En otro distrito, Cora-Cora que pertenece a la Provincia de Parinacochas, el 96,05% de niños entre 2 y 10 años están parasitados por alguna especie, la tasa de prevalencia para G. lamblia y Entamoeba histolytica es 30,22% y 20,89%, respectivamente, seguido por H. nana (=V. nana) y A. lumbricoides. (8). En Cajamarca, en población general en 354 personas, los enteroparásitos más frecuentes fueron E. coli 30,72%, G. intestinalis (= G. lamblia) 12,95% y otros enteroparásitos (9). Los estudios se han orientado principalmente a los preescolares y escolares, sin embargo, muy poco se ha evaluado a la población general en áreas de la región andina. El objetivo del estudio es conocer la prevalencia y la distribución de las enteroparasitosis en población general en la comunidad altoandina de Huancapi, Provincia de Víctor Fajardo, Departamento de Ayacucho, y determinar la prevalencia de coproantígenos de T. solium mediante la detección de coproantígenos por ELISA. MATERIAL Y MÉTODOS Población De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) la población estimada para el Distrito de Huancapi para el año 2000 fue 3050 habitantes (10). Huancapi es la capital de la provincia de Víctor Fajardo, ubicada a 3081 msnm situada en la parte central del Departamento de Ayacucho a unos 124 km de la ciudad de Huamanga. La agricultura y la ganadería son las actividades económicas más importantes de esta población. Tamaño muestral La muestra estuvo constituida por 312 personas (10,2 % del total), fue calculado en base a una prevalencia hipotética de enteroparásitos de 40%, con un nivel de confianza al 95% y un margen de error de ± 0,03. Los sujetos que ingresaron al estudio fueron seleccionados mediante un muestreo aleatorio simple, a través de un marco muestral que fue elaborado durante las charlas de educación sanitaria sobre enteroparasitosis y zoonosis parasitarias dirigidas a los alumnos de un centro de educación inicial, una escuela de educación primaria, un colegio secundario, las charlas también se dictaron a los profesores y empleados públicos. Se realizó una selección aleatoria entre los participantes para ingresar al estudio. El estudio se realizó en población general residente entre julio a setiembre de 2000, principalmente, en zona urbana. Criterios de inclusión Los sujetos que ingresaron al estudio fueron: 1. Personas de ambos sexos 2. Edad entre un año y 85 años al momento del examen parasitológico. Se excluyeron a las personas que habían recibido tratamiento antiparasitario o habían ingerido infusiones de plantas contra parásitos en los últimos 15 días al momento del examen parasitológico. Variables evaluadas Se registraron datos de la edad como una variable ordinal, en cambio el lugar de residencia, ocupación, tipo de vivienda, disposición de saneamiento básico, práctica de crianza y manejo de porcinos y consumo de carne de porcino fueron registrados en una ficha como una variable nominal. Diagnóstico parasitológico A las personas seleccionadas se les pidió su consentimiento oral para que ingresen voluntariamente al estudio previa información sobre los objetivos de la investigación, en el caso de los menores de edad se les pidió su asentimiento oral y el consentimiento oral a la madre o familiar que los acompañaba. Las muestras de heces fueron llevadas en envases cerrados por los participantes al centro de salud para el examen parasitológico. En el caso de los menores la entrevista se aplicó a un familiar acompañante. Los participantes infectados con T. solium recibieron tratamiento con niclosamida (Dosis única de 2 g), los que estuvieron infectados con H. nana recibieron praziquantel, los infectados con nemátodes intestinales recibieron pirantel. Se recolectaron una muestra de aproximadamente 5 g de heces por persona que se fijaron y conservaron en formalina al 2% o tween al 0,3 %, luego, se trasladaron a un laboratorio de un hospital de la ciudad de Lima, donde se procesaron por el método de concentración de Ritchie. La investigación de coccidias se realizó por la coloración de Ziehl-Neelsen modificada para Cryptosporidium sp. Adicionalmente, se investigaron la presencia de coproantígenos de T. solium por el método de ELISA de acuerdo a la técnica descrita por Allan y cols. (11). Se consideró como positivo a enteroparásitos a aquel participante que en cuya muestra de heces se haya detectado algún elemento parasitario por cualquiera de los métodos descritos. RESULTADOS Al examinar 312 muestras de heces de la población general de la comunidad altoandina de Huancapi, el 77,88% (243) fueron positivos a uno o más enteroparásitos. Las características de los participantes examinados con respecto al nivel de instrucción fueron: 53,5% tenía primaria, 20,2% secundaria, 13,8% superior, 8,9% inicial y 3,8% no tenían instrucción. Con respecto a la ocupación, 50,6% eran estudiantes, 30,1% amas de casa y 9,29% empleados. El material predominante de construcción de la vivienda de los entrevistados fue adobe 92,9%, y ladrillo y cemento en 7,0%. La disposición de excretas se realiza a través del desagüe en 59,6%, letrina 12,8% y a campo abierto 27,6%. La tabla 1 muestra la prevalencia de protozoarios y helmintos, el protozoario más frecuente es E. coli es (66,99%), seguido por I. butschlii con 12,50%, Ch. mesnili 10,9% y G. lamblia 10,57%. En el caso de los helmintos el parásito más frecuente fue A. lumbricoides 4,49%, seguido por H. nana (=V. nana) 3,52%, T. trichiura 1,28%, Taenia sp. 0,96% y menos frecuente otros helmintos. En la figura 1 se muestra los resultados de la distribución de enteroparásitos de acuerdo al grupo de edad, el grupo más afectado (31,7%) está comprendido entre 20 y 49 años, seguido por el grupo entre 10 y 14 años (17,3%) y por los niños entre 5 y 9 años (12,18%). En la tabla 2 se presenta algunas prácticas de riesgo para adquirir la teniosis por T. solium, el 63,46% de los encuestados consumió carne de porcinos en los últimos tres meses, mientras que el 32,70% de la población evaluada cría estos animales, de ellos el 31,37% lo crían en el peridomicilio, el 26,47% los mantienen libres sin ningún cuidado y el 22,54% los crían en las chacras. En la tabla 3 se muestra los resultados de la búsqueda de coproantígenos de T. solium por el método de ELISA de acuerdo al grupo de edad en la población de Huancapi, el 3,52% de los examinados de esta población presentaron coproantígenos, el grupo entre 20 y 49 años son los más afectados. De los 11 casos, 3 de ellos habían sido detectados por el método parasitológico. DISCUSIÓN La prevalencia de enteroparasitosis en la comunidad andina de Huancapi es elevada, algo que podría explicarse por el tipo de material predominante de la vivienda, baja cobertura de servicios de agua y desagüe, bajo nivel de instrucción de la mayoría de los encuestados, deficiencias de higiene personal y la falta de educación sanitaria sobre el tema. Nuestros resultados son similares a los hallazgos en 1082 muestras de personas de población general en Huac-Huas, Lucanas (12), pero inferiores a los de Cora-Cora, Parinacochas, en niños entre 2 y 10 años (8). A pesar de que la mayoría de los participantes que examinamos tienen servicio de desagüe en sus domicilios la tasa de prevalencia es elevada. En la comunidad andina de Simpata, Distrito de San José de Ticllas, Huamanga, que no cuenta con letrinas la prevalencia es 89% frente a 53% de San Juan de Viñaca que sí cuenta con este servicio (13). Entre los protozoarios, el comensal, E. coli fue el más frecuente que podría indicar una fuente de contaminación común probablemente a través del agua de consumo, además, es un indicador de pobreza, los otros más frecuentes fueron I. butschlii y G. lamblia (=G. intestinalis), la prevalencia es similar para la última especie en la población general de Cajamarca (9), pero difiere de Araujo et al. (14), en Cerro de Pasco, donde es hiperendémica, explicable porque estas personas se bañarían menos frecuentemente debido al frío que los que evaluamos, que reflejaría deficiencias en higiene personal. La prevalencia es mas elevada en el distrito de Quinua (Huamanga) (15), disimilitud que podría explicarse por la época de nuestro estudio, ya que nosotros realizamos el examen en épocas de las heladas, aunque no se conocen estudios nacionales sobre la viabilidad de los quistes de G. lamblia (=G. intestinalis) frente a temperaturas bajas, pero las tasas de prevalencia no son muy elavadas en zonas similares en población general (16-17). Sin embargo, prevalece en preescolares y escolares en Huamanga (5, 9), Lucanas (8) y en otras áreas con características geográficas similares. Llama la atención que no se haya detectado Blastocystis hominis, esto se explicaría por la destrucción de este parásito por los conservantes que usamos. Asimismo, no logramos detectar coccidias que probablemente refleja la baja prevalencia y también al número de muestras analizadas y a los métodos parasitológicos usados. Los helmintos más frecuentes fueron A. lumbricoides y T. trichiura, pero con tasas de prevalencias bajas que difieren de los valores de Huac-Huas (16), Lucanas (12) y Quinua (15), en todos los casos los estudios se realizaron en meses lluviosos que podría favorecer la transmisión de estos geohelmintos, en cambio, en épocas de las heladas en Puno la prevalencia es baja (17). Se han reportado prevalencias elevadas para A. lumbricoides en escolares de Cerro de Pasco (18). Esta especie prevalece además de la región Yunga y Selva Baja, en la región Quechua del Perú, en cambio T. trichiura prevalece en zonas tropicales (3). Las tasas bajas de estos nemátodes en la población evaluada se debería al número de muestras examinadas por participante, a la sensibilidad del método de diagnóstico usado y la época del estudio. A. lumbricoides y T. trichiura requieren condiciones de temperatura, humedad relativa, pluviosidad, suelo y vegetación favorables para que los huevos se vuelvan infectantes. Asimismo, la prevalencia de A. lumbricoides varía entre 7.7 y 44,5% con un promedio de 25,2% en Ayacucho en siete estudios (3), esta variación se debería a los factores antes indicados. La tasa de prevalencia de los geohelmintos hallados en Huancapi S. stercoralis y A. duodenale se ve reflejada por el área de estudio y también por las razones antes expuestas para otras especies de helmintos. La prevalencia para H. nana (=V. nana) es similar a un estudio previo (14), pero es más bajo que otro (12), algo que se debería a diferencias ecológicas o al período de estudio y época de poca lluvia. En población general en zonas ecogeográficas similares a Huancapi como Huancasancos (16), Quinua (15) y Huac-Huas (12) la prevalencia es más elevada, esta diferencia se debería como se ha explicado anteriormente al número de muestras de heces examinadas, método de diagnóstico y época de estudio. Ayacucho es el departamento que ocupa el primer lugar en la prevalencia (24,7%) con una variación entre 13,95 y 40,00 % en 3508 personas en siete estudios (3), la región Quechua es una de las más afectadas. Al analizar la distribución de enteroparásitos de acuerdo al grupo etáreo, los grupos más parasitados son los que tienen entre 20 y 49 años, y aquellos que tienen entre 10 y 14 años. Este resultado demuestra que la población económicamente activa (PEA) es la más afectada. Asimismo, como se ha visto los menores de 15 años también presentan prevalencias altas. De los 11 casos de teniosis por T. solium detectados mediante la búsqueda de coproantígenos por el método de ELISA, sólo tres de ellos fueron detectados por examen parasitológico como Taenia sp. y el grupo etáreo más afectado fueron entre 20 y 49 años. Estos valores fueron más elevados que la que ha sido reportada en 150 personas para el Distrito Quinua (19). Los resultados de Huancapi se asemejan a los reportados por métodos parasitológicos en Huancasancos (16), estos distritos al parecer son endémicas y las prácticas de riesgo de la población para adquirir la teniosis por T. solium, son similares, especialmente la defecación a campo abierto y la crianza de cerdos sin manejo adecuado y normas de sanidad animal que incrementan el riesgo. Entre los años 1977 y 1980, las tasas de infección porcina anual era entre 4,38 y 7,81% en el Camal de San Juan Bautista de Ayacucho (20). Las personas infectadas con T. solium pueden adquirir la cisticercosis, especialmente la localización cerebral, ocasionando una carga importante por la discapacidad y la mortalidad. Por ello, es importante orientar estudios a conocer la magnitud de la cisticercosis en esta población y a identificar los factores de riesgo con miras a implementar programas de prevención. En el Perú, por ejemplo la comunidad de Huarquilla, Cusco, es endémica y la infección porcina es elevada (21). En el Departamento de Ayacucho durante el año 2000 se han reportado 201 casos del complejo teniosis - cisticercosis y la tendencia está en incremento, en el año 1999 en la ciudad de Huamanga se han reportado 99 infectados. Finalmente, a pesar de la seroprevalencia baja de T. solium es importante que el personal de salud de Huancapi tome en cuenta la posible detección de pacientes con cisticercosis. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. APT W. Helmintiasis intestinales humanas en América Latina. Prevalencia actual y sus factores contribuyentes. Parasitol al día 1987; 11:155-166. [ Links ] 2. ELLIOT A, CÁCERES I. Introducción a la parasitología médica del Perú. 3era ed. Lima: Martegraf; 1994. [ Links ] 3. PERÚ. MINISTERIO DE SALUD. Helmintos intestinales en el Perú: Análisis de la prevalencia (1981-2001). Lima: Oficina General de Epidemiología; 2003. [ Links ] 4. NÁQUIRA C. 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[email protected] Revista Cubana de Medicina General Integral versión On-line ISSN 1561-3038 Rev Cubana Med Gen Integr v.23 n.2 Ciudad de La Habana abr.-jun. 2007 Intervención educativa y parasitismo intestinal en niños de la enseñanza primaria María del Carmen Pérez Cueto,1 María de Lourdes Sánchez Álvarez,2Gladys Antonia Cueto Montoya,3 Ana Margarita Mayor Puerta,4 Norma Fernández Cárdenas5 y Milagros Alegret Rodríguez6 Resumen Se realizó un estudio de intervención en la Escuela Primaria “1ro. de Mayo” perteneciente a la comunidad de Los Sirios, en Santa Clara, para determinar la influencia de la labor educativa en las prácticas higiénicas y la prevalencia de parasitismo en los escolares. Se visitaron las viviendas y se aplicaron encuestas a los padres de los niños para conocer las prácticas higiénicas de la población y las condiciones higiénico-epidemiológicas de la comunidad. A partir de eso se diseñó la labor educativa dirigida a los padres, y se transitó de la investigación a la acción con participación comunitaria. Se estudiaron 133 escolares a quienes se recogió muestra de heces fecales y región anal por el método de Graham. La prevalencia de parasitismo fue de 69,9 % y fue el Enterobius vermicularis el más frecuente. Los síntomas que predominaron fueron, el prurito anal y la irritabilidad, para lo que se aplicó tratamiento. Pasados 6 meses de la intervención se repitieron los exámenes coproparasitológicos a los niños y la encuesta a los padres y se encontró una disminución significativa del parasitismo, así como modificaciones positivas en las prácticas higiénicas de la población. Palabras clave: Prevalencia de parasitismo, prácticas higiénicas, labor educativa. Entre las enfermedades infecciosas, específicamente las provocadas por parásitos, constituyen importantes problemas de salud para el hombre. Muchos parásitos son agentes patógenos frecuentes en todo el mundo, y se encuentran entre las principales causas de morbilidad y mortalidad en regiones de África, Asia, América Central y América del Sur.1 Las infecciones parasitarias intestinales pueden afectar a todas las personas por igual, sin embargo, en la población existen diversos grupos que por sus características poseen un nivel de susceptibilidad más elevado de padecerlas, tal es el caso de los niños, y en particular los mayores de 5 años de edad, porque permanecen gran parte del día en las escuelas y desarrollan actividades en colectivo, lo que puede favorecer las condiciones para la transmisión de algunas enfermedades parasitarias, especialmente aquellas en que su principal mecanismo de transmisión es la vía fecal oral. En ellos estas infecciones son más intensas, con efectos deletéreos, tanto sobre el crecimiento y desarrollo, como sobre el aprendizaje.2,3 En investigaciones efectuadas en Cuba sobre parasitismo intestinal en la población infantil de áreas de salud, escuelas y hospitales pediátricos, se ha encontrado que la infección parasitaria es elevada en niños de edad mayor de 5 años, es decir, en escolares.2-5 Estudios realizados en la provincia de Villa Clara, en esta área de salud, en niños de edad escolar de esta misma comunidad, en la década de los 90, arrojaron una prevalencia elevada.6 Estos estudios han sido descriptivos, se ha prescrito tratamiento, pero no se ha realizado labor educativa para evitarlas. Por lo antes expuesto, y teniendo en cuenta que la misión del médico de la APS es la promoción y la prevención, se decidió realizar este trabajo, pasando de la investigación a la acción, al involucrar a la comunidad para determinar la influencia de una labor educativa en las prácticas higiénicas, y por consiguiente, en la prevalencia de parasitismo intestinal en niños de una escuela primaria. Nos trazamos como objetivo determinar la influencia de esa labor educativa en las prácticas higiénicas y en la prevalencia de parasitismo intestinal en niños de una escuela primaria; y más específicamente, comprobar la prevalencia de agentes parasitarios antes y después de la intervención, identificar los síntomas asociados con mayor frecuencia en los niños parasitados antes y después de la intervención, así como comparar las prácticas higiénicas de la población antes y después de la labor educativa. Métodos Se realizó un estudio de intervención en los meses de enero a julio de 2006 en niños de la Escuela Primaria “1ro. de Mayo”, de la comunidad suburbana de Los Sirios, perteneciente al área de salud del Policlínico “XX Aniversario”, del municipio Santa Clara, en la provincia de Villa Clara. El diseño de la investigación llevó a la comparación del grupo contra sí mismo antes y después de la intervención. El universo estuvo constituido por los 135 niños matriculados en dicha institución, y abarcó desde prescolar hasta 6to. grado. La muestra fue de 133 niños, ya que se excluyeron 2 de ellos, por la no realización del examen parasitológico. En una primera etapa se visitaron las viviendas, luego de explicar a los padres o personas responsables de la crianza en qué consistía el estudio, se recogió su consentimiento informado (anexo 1), y después se les aplicó la encuesta (anexo 2). Las variables a considerar en los niños fueron: nombre, edad, sexo, síntomas y signos clínicos. Para describir la cultura sanitaria de la familia se tomaron en cuenta la calidad del agua de consumo, el lavado de las manos antes de ingerir alimentos y después de defecar, la presencia de vectores, el lavado de verduras, si acostumbran a andar descalzos, jugar con tierra o comerse las uñas. La toma de la muestra fue por defecación espontánea, se orientó que no se contaminara con tierra ni orina, ni que se tomara laxante ni antiparasitario previamente. Se entregó un frasco limpio que contenía solución de formol al 7 % para conservar los elementos parasitarios. Las muestras fecales fueron trasladadas para ser procesadas al Departamento de Parasitología, del Laboratorio de Microbiología del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología (CPHE). Según Manual de Laboratorio a estas se les realizó:7 1. Examen directo con solución de lugol y eosina al 1 %. 2. Examen concentrado por el método de Willis para enriquecimiento de los huevos de helmintos. A cada niño se le tomó muestra por la mañana, sin previo aseo, para el diagnóstico de Enterobius vermicularis(oxiuro) por el método de Graham.7 Se realizó la valoración clínica de los niños parasitados, fueron analizados los resultados de laboratorio y se aplicó tratamiento adecuado, para lo cual sirvió de apoyo la bibliografía consultada.8,9 A partir de la aplicación de encuesta a los padres se identificaron las necesidades de aprendizaje y modificaciones de actitudes, para lo cual se diseñó la labor educativa (anexo 3), y a la que asistieron los padres o tutores de los niños, que ascendían a 129 y representaron 96,9 %. Se formaron 2 grupos de 64 y 65 personas, y se estructuró en 4 actividades de 1 h cada una, con una frecuencia semanal para cada grupo durante el mes de enero. Transcurridos 6 meses de la intervención educativa y terapéutica, se indicó la segunda toma de muestra y aplicación por segunda vez de la encuesta . Atendiendo al carácter cualitativo de la mayoría de las variables, se conformaron tablas de frecuencias. Las pruebas estadísticas aplicadas fueron: prueba de Bondad de Ajuste con la distribución de Chi cuadrado, prueba no paramétrica de los signos, prueba de los signos con distribución binomial y prueba de Mc Nemar. Se utilizaron los niveles significativos del 0,05, 0,01 y 0,001 de probabilidad de cometer el error de tipo 1 (alpha), los que interpretamos como significativo, altamente significativo y muy altamente significativo respectivamente. Resultados En la tabla 1 se refleja que de un total de 133 escolares, el 69,9 % resultó parasitado y el 30,1 % no lo fue. Al aplicar la prueba de bondad de ajuste con la distribución de Chi cuadrado, se evidencia que existe una diferencia muy altamente significativa (p<0,001), por lo que se puede considerar que en los escolares estudiados hay un alto predominio de parasitados. TABLA 1. Prevalencia de parasitismo intestinal en niños de la Escuela 1ro. de Mayo Estudiantes Parasitados No parasitados Total No. 93 40 133 % 69,9 30,1 100 Fuente: Registro de laboratorio. X2 c=21,120 (p<0,001) En la tabla 2 se identifican los agentes parasitarios presentes en los escolares. Se aprecia con mayor frecuencia el Enterobius vermicularis u oxiuro con 77,4 %, la Giardia lamblia y Entamoeba histolytica para 17,2 y 14 % respectivamente. El Ascaris lumbricoides arrojó un 8,6 %, y el Trichuris trichiura, 6,5 %. Después de aplicada la intervención, todos los agentes parasitarios disminuyeron, al aplicarse la prueba no paramétrica de los signos, se encontró que con relación al Enterobius vermicularis la diferencia entre antes y después fue muy altamente significativa (p<0,001). En la Giardia lamblia, Entamoeba histolytica y Ascaris lumbricoides la diferencia fue altamente significativa (p<0,01), y por último, para el Trichuris trichiura, resultó significativa (p<0,05). TABLA 2. Agentes parasitarios diagnosticados en los escolares antes y después de la intervención Antes Después Agentes Significación parasitarios No. % No. % Enterobius vermicularis 72 77,4 5 5,4 (p <0,001) Giardia lamblia 16 17,2 3 3,2 (p<0,01) Entamoeba histolytica 13 14,0 1 1,1 (p<0,01) Áscaris lumbricoides 8 8,6 0 0,0 (p<0,01) Trichuris trichiura 6 6,5 0 0,0 (p<0,05) Fuente: Registro de laboratorio. Obsérvense en la tabla 3 los síntomas más frecuentes en los niños parasitados antes y después de la intervención: el prurito anal en 80,6 %, la irritabilidad en el 71 %, dolor abdominal y pérdida del apetito en el 64,5 y 57 % respectivamente, así como también el insomnio, que se produjo en 48,4 %. Después de la intervención disminuyó la frecuencia en cada uno de ellos, y para demostrarlo se aplicó la prueba de los signos con distribución binomial, cuyo resultado arrojó una diferencia muy altamente significativa (p<0,001) entre el antes y después. TABLA 3. Síntomas más frecuentes en los niños parasitados antes y después de la intervención Síntomas Antes Después No. % No. % Significación Prurito anal 75 80,6 5 5,4 (p<0,001) Irritabilidad 66 71,0 4 4,3 (p<0,001) Dolor abdominal 60 64,5 2 2,2 (p<0,001) Pérdida de apetito 53 57,0 1 1,1 (p<0,001) Insomnio 45 48,4 2 2,2 (p<0,001) Diarreas 33 35,5 1 1,1 (p<0,001) Pérdida de peso 30 32,3 0 0,0 (p<0,001) Rash cutáneo 10 10,8 0 0,0 (p<0,001) Fuente: La investigación. En la tabla 4 se analizan las prácticas higiénicas de la población antes y después de la intervención educativa. El lavado de manos antes de ingerir alimentos, después de defecar, andar descalzo, jugar con tierra y comerse las uñas se modificaron positivamente, por lo que al aplicar la prueba de Mc Nemar en cada una de las variables se obtuvieron valores muy altamente significativos (p=0,000) entre el antes y después. Se obtuvieron valores no significativos en cuanto a la presencia de vectores (p=0,841) debido a que se mantuvieron presentes en la mayoría de las viviendas, y el lavado de verduras (p=0,156) porque de 1,5 % que lo hacía a veces, pasó asiempre para un 100 % los que ahora lo hacen. TABLA 4. Prácticas higiénicas de la población antes y después de la intervención Prácticas higiénicas Sí Antes Después Estadígrafo X2 p No. % No. % 32 24,1 99 74,4 A 72 54,1 33 Lavado veces de manos Nunca 29 21,8 1 antes de ingerir alimentos 24,8 74,89 0,000 0,8 Lavado Sí 56 42,1 104 78,2 38,04 0,000 de manos 71 53,4 29 21,8 después A veces de defecar Nunca 6 4,5 0 0,0 Presencia Sí 104 78,1 100 75,1 de 24 18,0 27 20,3 vectores A veces Nunca 5 3,7 6 4,5 Lavado Sí 131 98,4 133 100 de 2 1,5 0 0,0 verduras A veces Nunca 0 0,0 53 39,9 14 10,5 60 45,1 23 17,3 Nunca 20 15,0 96 72,2 Andar Sí descalzo A veces Jugar con Sí tierra A veces Comerse las uñas 0 0,0 0,35 0,841 60 45,1 10 7,5 35 26,3 26 19,6 Nunca 38 28,6 97 72,9 Sí 68 51,1 12 9,0 A veces 32 24,1 28 21,1 Nunca 33 24,8 93 69,9 2,02 0,156 88,99 0,000 62,83 0,000 68,04 0,000 Fuente: La investigación. En la tabla 5 se analiza la calidad del agua de consumo. Obsérvese que el agua se consumía sin hervir en el 95,5 %, y hervida o clorada en el 3,8 y 0,7 % respectivamente. Después de la labor educativa, disminuyeron los que consumían el agua sin hervir hasta llegar al 42,9 %, mientras que la hervían o cloraban el 41,4 y el 15,7 % respectivamente. Se aplicó la prueba de Mc Nemar y se concluyó que existe una diferencia muy altamente significativa (p < 0,001) en cuanto a la calidad del agua de consumo después de la intervención. TABLA 5. Características del agua de consumo en las viviendas de los escolares antes y después de la intervención Características Antes Después del agua de No. % No. % consumo Hervida Sin hervir Clorada 5 3,8 55 41,4 127 95,5 57 42,9 1 0,7 21 15,7 Fuente: La investigación. X2 c=67,11 (p<0,001) Discusión A pesar de que las condiciones de vida de los pobladores de la comunidad donde está enclavada la escuela han mejorado con el decursar el tiempo, aún persisten condiciones ecológicas, epidemiológicas y de hábitos que favorecen la presencia de parasitosis intestinales. Además, los niños en edad escolar tienen un radio de acción más amplio y disminuye el control materno. Resultados similares a los nuestros obtuvieron otros autores. Por ejemplo, en 284 niños de instituciones en Filipinas se hicieron exámenes de heces fecales, y el 62 % resultó infectado, también fue estudiado un grupo de niños en la localidad de Tiguadare, Venezuela, y el 60 % de ellos igualmente tenía infección parasitaria.10,11 Diferimos, no obstante, de otros estudios donde la prevalencia ha sido mayor. En niños de una escuela del Estado de Bolívar, en Venezuela, se encontró que el 97,4 % estaba parasitado.12 Es válido resaltar que en la década de los 90, Mayor Puerta y Sánchez Álvarez,6 en investigación al respecto en niños escolares de esta misma comunidad, encontraron un 89,8 % de positividad a patógenos entéricos. El Enterobius vermicularis produce la enfermedad denominada enterobiosis u oxiuriosis, con una amplia extensión mundial, debido a que este parásito no requiere de condiciones ambientales propicias, pues la transmisión es directa de persona a persona, sin la necesidad de la intervención del suelo. Esta parasitosis ocurre en individuos de todas las edades, pero es más elevada en edad escolar. El huevo es infectante desde el mismo momento en que el parásito adulto hembra los pone en las márgenes del ano, y puede haber autorreinfección por las manos o indirectamente por artículos contaminados como muebles, pupitres, baños, o por inhalación de polvo en viviendas e instituciones. Se calcula que a escala mundial existen 400 millones de personas infectadas con este parásito. Es el helminto más frecuente en Estados Unidos, donde alrededor del 11,4 % de escolares está infectado. En la mayoría de los países latinoamericanos las tasas de prevalencia son variables, aunque generalmente elevadas. En Guatemala oscila entre el 50 y el 70 %.1,9,13,14 En este estudio la Giardia lamblia fue el parásito que se identificó en segundo lugar de prevalencia. No fue elevada porque su frecuencia es mayor en niños menores de 5 años que asisten a guarderías infantiles.8,9 En el estudio realizado la prevalencia de infección amebiana no fue elevada, tal vez relacionado con que en los laboratorios se ha enfatizado en mejorar el diagnóstico en las heces fecales, vinculados a la red nacional de control de la calidad para evitar el sobre diagnóstico de amebiosis que existía en años anteriores. Los resultados obtenidos coinciden con los de otros autores. Estudios realizados en niños escolares en Turquía y en Sao Paulo, Brasil encontraron como protozoario más frecuente la Giardia lamblia y como helminto el Enterobius vermicularis.15,16 Diferimos de estudios realizados en otros países, en Cuba y en esta misma comunidad, en los que se encontró predominio de otros helmintos.5,6,17 La baja prevalencia del Enterobious vermicularis pudiera estar dada por la no aplicación de técnicas específicas para su determinación. El Enterobius vermicularis, en su ciclo normal de migración hasta la región perianal, provoca el prurito anal, que es la manifestación más característica, acompañado de irritabilidad y pérdida del apetito. Debido al prurito, los niños se despiertan de noche, y ello produce insomnio, sueño intranquilo y se tornan ansiosos.8,13,14 El estudio de Requena13 en Venezuela coincide con esta investigación, porque encontró que el prurito anal fue la manifestación clínica más frecuente (68 %), seguido de la anorexia (40 %) e irritabilidad (34 %). Kucik18 expone que el Enterobious vermicularis causa irritabilidad y trastornos del sueño; mientras que laGiardia lamblia se asocia más con náuseas, vómitos, mala absorción, diarrea, dolores abdominales, disminución del apetito y pérdida de peso; y la Entamoeba histolytica se relaciona con ulceraciones, diarrea con sangre, fiebre y pérdida de peso. En este estudio después del prurito anal y la irritabilidad, los síntomas más frecuentes fueron el dolor abdominal y la pérdida del apetito, tal vez relacionado con que la Giardia lamblia fue el parásito que se identificó en segundo orden. En la presente investigación existía antes de la intervención un alto por ciento de niños parasitados, así como malos hábitos higiénicos. Después de aplicar tratamiento y labor educativa, se modificaron positivamente, y el parasitismo disminuyó, lo que nos deja ver que los hábitos inadecuados estaban influyendo en la prevalencia de parasitismo hallada al inicio. La enterobiosis aparece en condiciones higiénicas desfavorables, donde el deficiente lavado de manos y limpieza de las uñas, son factores que favorecen la presencia de esta parasitosis, aunque también puede haber transmisión a través del polvo y objetos contaminados, por eso se disemina fácilmente en grupos. Otros parásitos pueden penetrar a través de la piel cuando el niño anda descalzo en la tierra o juega con ella. Las verduras no lavadas pueden ser también vehículos potenciales de huevecillos de parásitos patógenos, como los de Ascaris lumbricoides y el Trichuris trichiura, así como de los quistes de laGiardia lamblia y la Entamoeba histolytica.1,19 Okvay15 encontró en niños escolares en Turquía, un predominio de Enterobius vermicularis, pues ellos usaban las manos para lavarse el área anal después de la defecación. Este investigador señala que una intervención educativa sobre higiene personal a estudiantes y padres es requerida. Fadia y otros12 en escolares del Estado de Bolívar, observaron en muestras de heces fecales y de depósito subungueal elevada prevalencia de enteroparásitos; destaca la importancia de las manos y los depósitos subungueales en la cadena epidemiológica de transmisión. La disminución de las cifras de parasitismo después de la intervención educativa y terapéutica, así como poseer valores muy altamente significativos entre los “antes y después” en las prácticas higiénicas analizadas, indican que las inadecuadas prácticas higiénicas influyeron en la presencia del parasitismo. Al tratarse de una comparación del mismo sujeto antes y después, se puede afirmar que la labor educativa unida al tratamiento ayudó al éxito del trabajo grupal. En una comunidad de la zona metropolitana de San Salvador se encontró que la falta de costumbre de aplicar tratamiento químico o térmico al agua, previo consumo, estaba significativamente relacionado con el parasitismo hallado en los niños, lo cual se dio a conocer en estudio al efecto.20 Castillo y otros2 demostraron en un estudio en Guantánamo que los niños parasitados consumían agua de mala calidad, y plantearon que la calidad higiénica del agua de consumo era determinante en la transmisión de enfermedades parasitarias. Mayor Puerta6 en esta misma comunidad no encontró relación estadística entre el hábito de hervir el agua y la positividad a enteroparásitos. En esta investigación el alto por ciento de niños que consumían agua sin hervir antes de la intervención, constituía uno de los factores que podía estar incidiendo en el parasitismo intestinal. Al aplicar la labor educativa se trabajó en los talleres las alternativas para disponer de agua potable, y así se logró que las personas encargadas de la crianza de los niños se sensibilizaran con este aspecto (aumentó el número de los que ahora consumen el agua hervida o tratada) ya sea por método de calor o químico. Conclusiones La prevalencia del parasitismo intestinal en los niños de la escuela estudiada fue elevada antes de la intervención a expensas del Enterobious vermicularis, y a continuación se diagnosticaron en orden de frecuencia la Giardia lamblia y la Entamoeba histolytica. Se evidenció una disminución ostensible en la prevalencia del parasitismo después de la labor educativa y terapéutica realizada, pues esta intervención se basó en el ensayo de una propuesta educativa que fue la base del éxito de los resultados obtenidos. Los síntomas más frecuentes en los niños parasitados fueron el prurito anal, la irritabilidad, el dolor abdominal y la pérdida del apetito, que disminuyeron después de la intervención. La intervención educativa aplicada fue efectiva, pues las prácticas higiénicas como el lavado de las manos antes de ingerir alimentos o después de defecar, el hecho de andar descalzo, jugar con tierra, comerse las uñas y no hervir el agua de consumo, se modificaron de forma significativa. Anexo 1 Consentimiento informado. Por este medio el que suscribe: ______________________________________ Responsable de la crianza de: _______________________________________ Reconozco que deseo participar en la investigación propuesta por el autor, una vez que se me han explicado sus objetivos, y los beneficios que reportará tanto personalmente como para la comunidad. Se me ha dado a conocer, además, que el carácter de la información será del todo confidencial, y se utilizará solo con fines científicos. Una vez aceptada mi participación en el estudio, me comprometo a cooperar a que la investigación se desarrolle adecuadamente, y para constancia de lo anterior plasmo mi firma. Participante.______________________________________ Anexo 2 1. Datos generales. Nombre:_______________________ No. de muestra:_____ Edad: ____ Sexo: ______ Dirección:______________________ Consultorio: _____________ 2. Datos clínicos. - Diarreas frecuentes:___ - Pérdida de peso:___ - Pérdida de apetito:___ - Dolor abdominal:___ - Prurito anal:___ - Vómitos:___ - Irritabilidad:___ - Prolapso rectal:___ - Insomnio:___ - Rash cutáneo:___ - Asintomático:___ 3. Características del agua ingerida. Hervida:____ No hervida:_____ Clorada:____ 4. Hábitos higiénicos sanitarios. a) Lavado de las manos antes de ingerir alimentos: Sí:___ A veces:____ Nunca:____ b) Lavado de las manos después de defecar: Sí:____ A veces:____ Nunca:____ c) Presencia de vectores: Sí: ____ A veces:_____ Nunca:_____ d) Lavado de verduras: Sí:____ A veces:_____ Nunca:_____ e) Andar descalzo: Sí:____ A veces:____ Nunca:____ f) Jugar con tierra: Sí:____ A veces:_____ Nunca:_____ g) Comerse las uñas: Sí:____ A veces:____ Nunca:_____ Anexo 3 Diseño de la labor educativa No. de encuentros Temas 1ro. Tema 1: Introducción del programa educativo Tema 2: Parasitismo intestinal. Concepto y tipos de parásitos Modalidad Duración Frecuencias Taller Expositivo 30 min Dos veces a la semana (grupos 1y 30 min 2) 2do. Tema 3: Vías de transmisión Tema 4. Parasitismo intestinal. Factores de riesgo. Expositivo Taller 30 min 30min Dos veces a la semana (grupos 1 y 2) 3ro. Tema 5: Expositivo Parasitismo intestinal. Expositivo Manifestaciones 30 min Dos veces a la semana (grupos 1 y 4to. Total clínicas fundamentales Tema 6: Complicaciones del parasitismo intestinal 30min Tema 7: Expositivo Prevención de las Taller enfermedades parasitarias Tema 8: Conducta a seguir ante una enfermedad parasitaria 30 min Dos veces a la semana. (grupos 1y 30min 2) 8 Expositivos: 4h/grupo 5 Talleres: 3 2) 8 Referencias bibliográficas 1. Llop Hernández A, Valdés-Dapena Vivanco MM, Suazo Silva JL. Microbiología y parasitología Médica. T3. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 2001. 2. Castillo Núñez B, Iribar Moreno M, Segura Prevost R, Salvador Álvarez MJ. 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Profesora Instructora. 6Licenciada en Química. Máster en Bioquímica. © 2014 1999, Editorial Ciencias Médicas Calle 23 # 654 entre D y E, Vedado Ciudad de La Habana, CP 10400 Cuba