Articulo Masalla 2013 Fericgla

March 24, 2018 | Author: De La Torre Covarrubias Guadalupe | Category: Psyche (Psychology), Love, Truth, Death, Fear


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62 62Crecimiento interior T a l l e r e s d e I n t e gración Vivencia l d e la P r o p i a M u e r t e U n a p u er t a d e i d a y v u e l t a a l M á s A l l á Desde 1996 se está llevando a cabo en España una iniciativa vanguardista a nivel mundial en la que han participado cerca de 6.000 personas. Hablamos de los Talleres de Integración Vivencial de la Propia Muerte, creados y dirigidos por el Dr. J. Mª Fericgla. No se trata de prácticas religiosas ni de una búsqueda filosófica de la trascendencia, tampoco de una nueva forma de psicoterapia. ¿Qué son entonces y qué relación guardan con las Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM)? El doctor Fericgla nos lo explica en la siguiente entrevista. por Vanesa Olona I N G I M A G E 63 63 L os Talleres de Integración Viven- cial de la Propia Muerte consti- tuyen una experiencia catártica que encamina a cada participan- te a enfrentarse con la sombra que lleva dentro, a abrir las compuertas de la cen- sura de la propia consciencia para echar una ojeada detenida, amorosa y hasta con buen humor a las interioridades de la mente. Estos talleres son un paseo por los propios límites existenciales para descu- brir dónde está uno atrapado en esta vida y tener la opción de disolverlo. El doctor Josep Mª Fericgla afirma, en este senti- do, que “disolver es revolver y la solución pasa por la disolución”. Sabemos que un 3% de la población tie- ne un carácter creativo, inconformista y rebelde. Son personas que siguen su ins- piración y su vocación más allá de acuer- dos sociales y que, por tanto, pueden aca- bar o bien marginadas por la sociedad o bien aportando su granito de arena para transformarla para bien de todos. Uno de estos casos es Josep Mª Fericgla, doctor en Antropología Social y Cultural, escri- tor, profesor universitario, investigador y especialista en estados expandidos de consciencia. Es conocido fuera del marco científico por sus intervenciones en radio y prensa escrita. Actualmente, el Dr. Fericgla es director de la Societat d’Etnopsicologia Aplicada, de la Funda- ción que lleva su nombre y del Centro de Desarrollo Humano de Can Benet Vives (Barcelona), y ha recibido varios premios oficiales por sus investigaciones en el campo de las ciencias sociales, entre ellos el prestigioso premio Jaume Nualart de la Generalitat de Catalunya. Desde el año 1996 en que los creó, dirige talleres prácticos con diversos objetivos, pero que siempre transcurren alrededor de una experiencia de expansión de la consciencia. Se trata de verdaderos ritos de transformación actuales, con tecno- logía y simbología contemporáneas, que cumplen funciones milenarias: propulsar una muerte o disolución del ego que dé paso a la regeneración vital y existencial de las personas. Durante estos 17 años, el taller que más participantes ha recibido es el Taller de Integración Vivencial de la Propia Muerte, con casi 6.000 asistentes de todo el mundo. La mayoría de ellos ha experimentado una profunda trans- formación vital, hasta tal punto que en la vida de muchas personas ha habido un antes y un después de atravesar esta experiencia transpersonal. En la actuali- dad, estos talleres catárticos se realizan en varios países europeos y americanos. DISOLUCIÓN DEL EGO Resumidamente, el Taller de Integración Vi- vencial de la Propia Muerte consiste en un proceso de interesantes ejercicios seguidos de una sesión de respiración holorénica que culmina en una experiencia de disolución del ego. Esta técnica de respiración rápida fue creada por el doctor Fericgla en el año 1995 y, como él mismo afirma, no tiene nada de nuevo: es hija de las respiraciones yóguicas de tradición kapalabhati, de las respiracio- nes sufíes que se usan en los zikr (invocación sufí), de las técnicas extáticas del chamanis- mo amazónico, donde Fericgla pasó varios años como investigador, y de la moderna res- piración holotrópica de Stanislav Grof. La respiración holorénica produce una hipoxia reversible y no peligrosa en personas de cual- quier edad y, con ello, un estado de expansión de consciencia que permite a los participan- tes acercarse a la experiencia de la muerte, a una experiencia transpersonal que enriquece y da profundidad a su existencia diaria. La mayoría de los asistentes se observan a sí mismos como desde fuera y ven revelada su vida como en una película; toman conscien- cia sin culpabilidad de todo lo que han reali- zado de constructivo y de destructivo hasta el momento (el doctor Fericgla insiste en que se usen estos términos y no “positivo” y “nega- tivo” por la carga moral que arrastran), a la vez que se disfruta de un estado de profunda paz, liberación y bienestar. Además, la mayo- ría de las personas se sienten formando parte de algo inmenso, de algo mucho más amplio que su simple individualidad, se sienten tras- cender los propios límites individuales. –¿Por qué Talleres de Integración Viven- cial de la Propia Muerte? Josep Mª Fericgla es el creador de los Talleres de Integración Vivencial de la Propia Muerte, cuya finalidad última es conocerse mejor a uno mismo y enfrentarse a las “sombras” que no nos dejan avanzar. 64 –Sea o no consciente, el ser humano nor- mal vive sumergido en un océano de miedos y de barreras que se va imponiendo a sí mis- mo y que nos impiden gozar y expandirnos. Es algo ya sabido pero pocas veces realmente aceptado. Cuando no nos educamos emocio- nal y espiritualmente, el gigantismo de los miedos se apodera de la vida, de las relacio- nes, del estado de ánimo, de todo, llegando a provocar malestares físicos y psíquicos, y contaminando por completo nuestra visión del mundo. Hace años me pregunté: “¿Vivir atemorizado es realmente vivir? ¿Qué haría ahora mismo si no tuviera miedo?”, una pre- gunta fundamental que todo ser humano de- bería hacerse con cierta frecuencia. Entonces se descubre que en el fuero interno de casi todos se esconde el pánico a la muerte, y que este pánico nos paraliza. Para la mayoría, la palabra muerte es sinónimo de final, fin de la alegría, de las esperanzas, del gozo, del amor, de lo conocido y, tal vez como único consuelo, también supone el fin de los temo- res y de las penas que los atenazan en la vida. Para otros, muerte es sinónimo de regreso al lugar de donde vinimos, un lugar de paz, de inmensidad y unidad, es una gota de agua que regresa al océano como única vía para no secarse. Los Talleres de Integración Vivencial de la Muerte son una puerta de ida y vuelta que permite saborear mo- mentáneamente este estado del ser, ade- más de impulsar una regeneración personal previamente inimaginable. UN MUNDO TANATOFÓBICO –En los últimos tiempos han aparecido diversos libros y películas sobre la muerte y la consciencia más allá de la vida. ¿Qué representa la muerte para los occidenta- les de hoy? –Para la mayoría de los occidentales, la muerte es un misterio terrible. Es el misterio de siempre, pero sin el atractivo que tiene en otras culturas o que ha tenido en otras épo- cas en nuestra sociedad, cuando la vida y la muerte mantenían un diálogo permanente. Dependía del bien o del mal que cada perso- na causara en esta vida, el que tuviera beati- tud o sufrimiento tras la última expiración. La muerte es algo previsto pero imprevisi- ble. Cada uno sabe de su propia e ineludible muerte y esto nos fascina como algo canden- te que a la vez nos hiela las entrañas, por eso la mayoría de los occidentales elude en todo momento pensar en su muerte y organizan desdichadas trampas donde perderse cuando la idea se acerca demasiado. Nuestra civiliza- ción ha creado un mundo tanatofóbico en el que solo con dolor cansino se aceptan los cambios que parecen ineludibles. Se habla y se escribe mucho de cambiar, de evolucio- nar, de adaptarnos, de ser creativos... Pero a ciencia cierta, los humanos muy pocas veces nos planteamos el cambio real a menos que nos veamos forzados por una situación ex- trema. Lo único que nos empuja de verdad Tras las experiencias cercanas a la muerte o experiencias de expansión de consciencia en los talleres del Dr. Fericgla, se observa lo que en psicología se denomina una norma emergente: después del primer taller, los participantes, o bien no explican nada por temor a no saber explicar lo que han vivido y a abaratar una experiencia inmensa y lo que ha supuesto para algunos –un contacto con algo trascendente e irreducible a palabras–, o bien dan largas explicaciones buscando las palabras correctas. Después de repetir la experiencia por segunda o más veces, se produce un proceso psíquico que permite a las personas describir su experiencia con pocas palabras: han encontrado las más adecuadas y reconocen que la experiencia de disolución y recomposición del ego les ha ayudado a eliminar conductas compulsivas, ha mejorado su autocontrol, se sienten más cooperativos, con mayor capacidad para tomar decisiones y con más realismo y menos estrés y ansiedad. Estas consecuencias y cambios son los mismas que se registran en los estudios con personas que han muerto clínicamente y han revivido. CAMBIOS PROFUNDOS Más autocontrol y menos ansiedad Crecimiento interior I N G I M A G E 65 a cambiar es el amor o la muerte. ¿Cómo admitir, pues, este trajín insondable, miste- rioso e imprevisible que es el salto hacia la muerte? Cada persona, en la oscuridad que reina en su interior, la vive como el singular combate del cual pocas veces, muy pocas, se sale vencedor. Paradójicamente, prepararse para tener una buena muerte es el esfuerzo más razonable de todos, ya que es lo único ineludible. No tiene nada de trágico ni de patológico prepararse para morir, al contra- rio. Todos los grandes seres humanos han preparado concienzudamente su marcha de este mundo por el que pasamos un breve ins- tante, y lo han hecho con plena consciencia. Nuestra tarea consiste, en parte, en ayudar a que otros puedan atravesar con plenitud los tránsitos vitales, una tarea hermosa que tratamos de cumplir con humildad y profe- sionalidad. –Usted ha comentado en diversas ocasio- nes que solamente la persona que se pre- para para la muerte puede vivir con ple- nitud y gozo. ¿No es una contradicción? –¿Lo parece? Para poder vivir con plenitud, cada ser humano debe afrontar con los ojos bien abiertos la muerte sin escapatoria que tiene frente a sí. Repito que prepararse para la muerte no tiene nada de tétrico, al contra- rio. Es absurdo e infantil no prepararse para el gran examen que todos sabemos que nos espera de forma ineludible al final del paso por la Tierra. Mírese como se mire, es lo más sensato y maduro, porque tras el último suspiro alguien nos va a juzgar, y es alguien tremendo a quien no se puede seducir ni en- gañar, es alguien que nos juzgará con amor y severidad a la vez, y ese juez implacable que nos espera no son los demás, como en vida, ni es un hombre anciano con cabellera y bar- ba blanca, sino que el juez que nos espera tras la Puerta Dorada somos nosotros mis- mos. Debemos prepararnos para la muerte, como decía Gurdjieff, como un buen bai- larín que ensaya diariamente para el gran estreno de su obra maestra: no deja nada al azar, revisa cada movimiento y cada paso para que la première sea un éxito completo. PREPARARSE PARA MORIR –Esta premisa está presente en muchas tradiciones, pero la verdad es que pocas personas se preparan para morir. Un es- tudio suyo, el libro Envejecer, una antro- pología de la ancianidad, pone de relieve que no llega al 5% el porcentaje de jubila- dos que hacen algo para prepararse para morir bien. –Ciertamente, también se puede ocultar la cabeza para siempre, negando la posibilidad de que exista tal trance hacia lo desconocido, y la mayoría lo hace. Pero al negar la muer- te, en realidad renegamos de la esperanza a la plenitud, renunciamos a “Ser”. De hecho, los humanos sufrimos miedo a muchas co- sas y situaciones. Los occidentales tememos especialmente a la muerte. No obstante, el único miedo verdadero del que derivan to- dos los demás, es el miedo a morir sin haber llegado nunca a ser nosotros mismos, sin haber sido íntegros ni sinceros con nosotros y haber luchado por ello. La mayoría muere con el ronco vibrar de la vejez o de la enfer- medad de fondo, y con la vaga esperanza de una vida futura que dé una segunda oportu- nidad cuando no se ha sabido llevar bien la existencia actual. Este es el verdadero drama cotidiano. –Tras participar en los Talleres de Inte- gración de la Propia Muerte, las personas suelen salir eufóricas, hablando de amor universal y de paz interior. ¿Qué les suce- de a los participantes durante el taller? ¿Pierden el miedo a morir? ¿Es útil para todo el mundo? –Me anima una visión que comparto con mi equipo: el 1% de la humanidad, una vez en la vida. Si el 1% de las personas pasara por una experiencia de muerte consciente a mitad de su vida, cambiaríamos el mundo para bien, acabarían las guerras en una generación. Si cada persona tuviera el valor de enfrentarse a su propia muerte, la humanidad superaría el terror que produce la sola idea de la Dama Negra, y con ello ganaríamos pasar por la vida con una calidad incomparable. Si tan solo el 1% de las personas tuviera esta expe- riencia, sería suficiente para transmitir la co- herencia que genera al otro 99%, y empujar así un mundo más humano. El sabio oriental Patrul Rimpoché cuenta que, aterrorizado por la muerte, se escondió en las montañas y a base de meditar sobre su incierta hora fi- nal, acabó descubriendo el continuum de la consciencia despierta y superó el miedo a la muerte. Comentarios similares los podemos escuchar o leer de personas que han pasado por una experiencia cercana a la muerte, es decir, que han estado clínicamente muertas y han regresado a la vida. Las visiones y los beneficiosos cambios de carácter y de idio- sincrasia que se producen en estas personas, aunque con menor intensidad, se observan también en la mayor parte de los participan- tes en nuestros talleres. Ganan en fuerza vi- tal, en serenidad, en visión global, son capa- ces de relativizar lo que antes les tenía atra- pados, ganan en tolerancia y en solidaridad, y se les despierta o aumenta una dimensión espiritual de la vida. Se pierde el miedo irra- cional a morir y se gana en entusiasmo para vivir y en respeto por el proceso final. De su propia experiencia aprenden a bien acompa- ñar moribundos. –¿Se puede considerar que los talleres ca- tárticos de integración de la muerte son una nueva forma de psicoterapia? –Difícil responder. No y sí a la vez. No son una forma de psicoterapia ya que no se reali- za un pronóstico previo, ni se ofrece un diag- nóstico ni luego hay un seguimiento terapéu- tico. A la vez, sí son terapéuticos en el sentido de que resuelven causalidades que se trans- formarían o ya se han transformado en pa- tologías. Demasiado a menudo –y a veces F U N D A C I Ó N J . M . F E R I C G L A F U N D A C I Ó N J . M . F E R I C G L A Hombres, mujeres, jóvenes y no tan jóvenes. Desde que se iniciaron los talleres, en 1996, más de 6.000 personas han pasado por la experiencia de afrontar con plenitud un tránsito vital que, antes o después, todos tendremos que enfrentar. 66 también demasiado tarde– se descubre que una situación antigua desprovista de toda realidad tapa la vida actual, la única real. Desvelar estos bloqueos internos mejora la salud psíquica y somática. Lo que cada uno escoge para vivir (trabajo, cónyuge, lugar de residencia, amistades, armonía o dolor) se convierte en su propia vida y pocas personas, muy pocas, saben hacerse verdaderamente responsables de sí mismas. La experiencia de la disolución del ego, la experiencia de la pro- pia muerte, impone la responsabilidad que cada persona tiene sobre su existencia. Por todo esto, pues, la mayor batalla que debe ga- nar el ser humano es contra la nostalgia que grita engañosamente “¡Oye, cualquier pasa- do fue mejor!”, y cuando una persona se da cuenta de ello, su vida mejora notoriamente. En este sentido, la experiencia de los talleres es profundamente terapéutica, incluso se han realizado varias tesis de doctorado en Psicología investigando los mecanismos que actúan en los cambios que se observan. Ade- más, hemos observado que tras realizar el tercer taller, algo de la estructura de la perso- nalidad cambia en numerosos participantes, y tras el séptimo taller –numerosas personas llegan a esta cifra de repeticiones– la apertu- ra valiente al mundo que se experimenta en el primero queda instalada de forma perma- nente en el carácter del sujeto. Por otro lado, mantenemos un seguimiento de varios días tras la experiencia, pero no por ello debe con- siderarse una nueva terapia, ni una filosofía, ni una sanación, ni una secta, ni un partido político, ni un arte, ni un deporte. Solo ofrece- mos una experiencia, dentro de un contexto especial y seguro, que activa estructuras inter- nas. Una vez pasada y entendida, cada uno se marcha feliz a su casa. En todo caso, es una terapia antiquísima que está más cerca de los ritos arcaicos de transformación que de los formatos de nuestras psicoterapias al uso. BENEFICIOS TERAPÉUTICOS –¿Cómo funciona un taller? A pesar de ser herméticos, ¿puede comentar algo del programa? –Por un sentido del respeto inmenso a las ex- periencias individuales íntimas, invitamos a que no se cuente nada de lo que sucede en los talleres, y los participantes lo aceptan. Las cosas fuera de contexto pueden ser mal entendidas. De todas formas, un comentario general puede hacerse. Son tres días de re- tiro, generalmente de viernes por la tarde a domingo, durante los que hay un largo ciclo de ejercicios y preparaciones introductorias que ayudan a los participantes a relajarse, a sentirse cómodos en grupo, a aflojar las tensiones musculares y psíquicas... Son ejer- cicios útiles y divertidos. Aunque pueda pa- recer extraño, son experiencias donde abun- dan los momentos de diversión y de gozo. La primera ley espiritual y de salud mental es ser capaz de gozar de la vida, y en los talle- res gozamos. En cierto momento, se llevan a cabo las dos sesiones de respiración holo- rénica. El grupo se divide en dos mitades y cada una de ellas acompaña a la otra cuando están pasando por la experiencia. Primero pasa por la experiencia transpersonal una mitad del grupo, y luego la otra mitad. Este formato, útil en muchos sentidos, lo aprendí del Dr. Salvador Roquet, psiquiatra mexi- cano pionero en el uso de psicotrópicos y de estados expandidos de consciencia con fines terapéuticos. Para muchas personas, es más aleccionador y profundo acompañar a al- guien que está pasando por una experiencia transformadora que la propia experiencia. Acompañar permite aflojar los miedos y los bloqueos más dolorosos de los participantes, sin que ello suponga abrirse a la posibilidad de recibir una herida más en el alma. Así, por medio de ejercicios y de acompañar a otros, cada uno va descubriendo las cortezas que le alejan de la vida real, de su centro de gravedad interno, cada persona puede desve- lar a qué cosas del pasado sigue aferrada y cómo lo adormecen para el presente. Por fin, el grupo de participantes –nunca sobrepasa 60 personas– llega al momento crucial. Des- pués de largos y minuciosos preparativos, la experiencia catártica llama a la puerta. La tarde anterior, el director del taller, sea yo o algún colaborador, suele explicar con detalle los síntomas más comunes que indican la proximidad del óbito en un moribundo. Na- die debe asustarse, los seres humanos lo han afrontado calmadamente a lo largo de toda la Historia y sabemos que en el trance de mo- Josep Mª Fericgla, doctor en Antropología y director de la Societat d’Etnopsicologia Aplicada, creó en 1996 los Talleres de Integración Vivencial de la Propia Muerte, tras investigar y estudiar métodos para expandir la consciencia. Estos son los datos más destacados de esta iniciativa: – Desde entonces han pasado por los talleres casi 6.000 personas en Europa y América. – Un tercio de los participantes repiten el taller. – Se observa un porcentaje igual de participantes hombres y mujeres. – Hay personas de todas las edades, de 16 a 80 años, pero la media general es de 39 años, con lo que se pone de relieve que la mayor parte de los asistentes están en la crisis de reajuste existencial de mitad de la vida. – No se requiere ninguna titulación para inscribirse, pero hay un porcentaje inusual de personas con estudios: el 45% de los participantes tiene título universitario (doctores o licenciados), y el 21% son diplomados. – En cuanto a la motivación que empuja a los participantes a ir al taller: 60% para su desarrollo personal y espiritual; 7% para formación profesional (psicólogos, médicos, enfermeras); 6% para superar miedos y adicciones; 6% para experimentar un estado expandido de consciencia; 4% para encontrar un sentido a su vida; 4% para superar duelos y separaciones, y un 13% que reúne otros diversos motivos. REAJUSTE EXISTENCIAL ¿Por qué asistir a estos talleres? Crecimiento interior F U N D A C I Ó N J . M . F E R I C G L A 67 rir nunca hay dolor. En muchas culturas es el propio moribundo quien decide cuál es el mejor momento para el tránsito. Hubo siglos en los que el “¡Hoy es un buen día para mo- rir!” no era solo una frase con visos cinema- tográficos, sino que era una despedida con absoluta consciencia y dignidad, y era una fórmula muy parecida a la de los ritos iniciá- ticos o de regeneración. En diversas socieda- des tradicionales no hay diferencia entre los ritos iniciáticos y los ritos fúnebres. En el Ta- ller de Integración de la Muerte se invita a los participantes a soltar la propia autoimagen y a aceptar la disolución del ego para revivir con más intensidad, para regenerarse. Varía la forma, pero el ser humano busca siempre lo mismo, se busca a sí mismo y busca cómo regenerarse para seguir viviendo con la fuer- za y el entusiasmo de la juventud. El doctor Fericgla señala que cuando acaba el viaje por los abismos interiores –y cada per- sona sabe exactamente cuándo acaba su pe- riplo–, el individuo se destapa los ojos. Cada uno y cada una a su tiempo, no hay hora para acabar. Cada participante resurge con una mirada especial, tierna, muy abierta, a veces de estupefacción por lo desvelado. Y se oyen comentarios en voz queda del tipo: “¿Cuánto tiempo ha pasado?”, “Abrázame con fuerza, me siento muy feliz”, “Nunca lo hubiera pensa- do, ¡lo he conseguido!”. Son las primeras pa- labras a su acompañante. “De todas maneras, en la mayor parte de los casos, al abrir los ojos solo le sigue un silencio largo, grave, cargado de profundos significados y complicidades de- masiado difícil de poner en palabras”, explica el doctor Fericgla. “Son ojos y corazones que acaban de tener una visión transformadora. Es la mirada extática que tan a menudo re- presentaron los griegos clásicos para indicar la maravillosa experiencia iniciática de los epoptes, hombres y mujeres que participaban y vivían los sagrados misterios de Eleusis, de Delfos o de Samotracia”. –Epopte es un término nuevo, ¿qué signi- fica? –Epopte es un vocablo del griego clásico que significaba “aquel que ha tenido la visión trascendente”. La práctica de buscar la catar- sis sagrada estuvo vigente y fue el núcleo de la cultura griega clásica durante más de 2.000 años. A pesar del secretismo man- tenido durante más de veinte siglos, hoy sabemos que la epopeya o éxtasis sagra- do helénico se conseguía por medio del consumo ritual de sustancias visiona- rias, similares a algunas de las que hoy se han prohibido con el falso pretexto de ser un peligro para la salud públi- ca. En los Talleres de Integración de la Muerte, la experiencia trascendente se alcanza por medio de la respiración holorénica, una fórmula en la que cada persona debe poner algo precioso de su parte, la fuerza de voluntad. De ahí el tí- tulo de mi último libro, Epopeia, avanzar sin olvidar. –¿Qué reacciones suelen tener los participantes durante la experiencia transpersonal? –Hay participantes que lloran o se mue- ven compulsivamente durante su visita a sus límites existenciales. Es la manera más saludable de descargar las tensiones que a menudo arrastramos desde la pri- mera infancia y nos paralizan. Otros se liberan y ríen como nunca antes, gozan de la paz de la experiencia transpersonal o se maravillan de sentir la pertenencia a algo más amplio que el propio ego. Al fin, la mayoría experimenta la fuerza de la unión y de la profunda armonía de la Na- turaleza que hay en nosotros. Más tarde se expone la vivencia que cada uno puede y quiere compartir con los demás epoptes. Se descubre que cada experiencia ha sido distinta y a la vez todas tienen algo pro- fundo en común. Días después todavía durará el recuerdo intenso de lo vivido, y meses más tarde se registran cambios ligeros o importantes en la cotidianeidad de los participantes. Uno, por ejemplo, ha dejado el alienante trabajo que tenía y que no se atrevía a abandonar por miedo; otra se ha separado de su pareja, con la que mantenía una relación conyugal va- cía, y lo ha hecho como un final tranquilo de un proceso hermoso. Otro, en cambio, vivía de forma solitaria y tras el taller se abre al amor y encuentra pareja, o bien ha dejado de fumar o de tomar ansiolíti- cos... Se aprende a vivir y se vive con en- tusiasmo. No hay nadie que viva más in- tensamente que los enfermos que saben con cierta precisión cuánto tiempo de vida les queda. La muerte está ahí, enfrenta cada persona a su propia vida. ¿Qué será lo que, al morir, me justifique el haber vivido? ¿Qué espera la vida de mí? Esta es la gran pregun- ta a la que debe enfrentarse todo adulto, y cuando nos la formulamos seriamente, nos empuja a vivir con total intensidad y gozo. Dejamos de perder el tiempo. Es la pregunta que convierte a los niños en adultos... aunque no se tenga una respuesta. ¡Hágansela a me- nudo y vivirán con más valentía! ■ Accede a toda la información sobre las actividades de J. Mª Fericgla y su equipo en: www.josepmfericgla.org [email protected] Twitter: @JosepMFericgla Facebook: www.facebook.com/pages/Josep-M- Fericgla – ¡Y no te pierdas nuestro próximo monográfico! “Yo regresé de la muerte”. Muy pronto en tu kiosco. Más datos en: 8 414090203869 00068 Dossier EL “OTRO LADO” EN EL CINE º Visiones de Ia "Luz", según HoIIyvood º famosos en eI "Más AIIá" º Los increíbIes casos de PeIer 5eIIers, 5haron 5Ione y CIinI WaIker “YO REGRESÉ DE LA MUERTE” El Proyecto Túnel y otras investigaciones recientes Descenso a los infiernos Las experiencias negativas LO QUE LA CIENCIA NO HA PODIDO EXPLICAR DE LAS ECM Las ECM, conIadas por sus proIagonisIas “Debemos prepararnos para la muerte –explica el doctor Fericgla– como decía Gurdjief, como un buen bailarín que revisa cada paso para que la ‘première’ sea un éxito completo”. I N G I M A G E
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