Cinco poemasArseni Tarkovski No creo en presentimientos, ni temo A los agüeros. Acepto el veneno, La calumnia. No existe la muerte, La vida es eterna. No hay que temer A la muerte ni a los diecisiete, Ni a los setenta. Sólo hay vida y luz, (1965) Soñé esto alguna vez. . todo reencarnará. ni muerte hay en este mundo. Todos estamos a la orilla del mar Y soy de los que eligen la red Cuando la eternidad pasa de largo. lejos del mundo. lejos de nosotros. Sé que lo volveré a soñar de nuevo. lo sueño ahora.Ni oscuridad. Allá. Todo se repetirá. Y usted soñará todo lo que yo soñé. Y la madre llorando toma al niño en el regazo.La ola una y otra vez golpea la orilla Y en ella hay estrellas. entre espejos. La vida es el mayor de los milagros. Solo. soy y seré. Solo. en él yo vivo. sueño y muerte… en la ola eterna. Realidad. pájaros. como un huérfano. (1974) . personas. cercado por reflejos De mares y ciudades. No necesito fechas: fui. vivo en la embriaguez. recuerdos. Todo se quedó así para siempre. Los inquilinos se fueron contentos.La casa de enfrente Demolieron la casa de enfrente. Un polvo seco comenzó a brillar Lento mientras caía la noche. ollas. Y sintió que el tiempo lo atrapaba. flores. Llevando consigo sofás. Espejos torcidos y gatos. En la casa quedaron sueños. El viejo miró la casa desde el camión. Entonces surgió el descontento. . unos a otros. Demolieron todo. Pero los fantasmas del pasado De ahí no se alejaron ni un paso Y le cantaron de nuevo al cerezo. dinero. Trasladaban ataúdes en toallas. Se prestaban.Esperanzas perdidas y deseos. se llevaron los troncos. Iban al trabajo y al cine. Bebieron vino blanco en las bodas. Mientras la áspera encía de la máquina . Dormían en colchones de bruma Y arrullaban a sus primogénitos. . Palpitaciones y ruidos De pasos. Ni caución. Una vela. Bullicio en la ciudad. (1958) Como hace cuarenta años. Que no exige ni juramento. La grúa giraba y giraba. una casa y un jardín. como sobre una “T”. Y en una pata.Lamía sus arcillas roñosas. la mirada miope. Llueve y una oscura Y empapada vid silvestre Se enrolla a la pared. huérfana. Colmado de tristeza. Como hace cuarenta años. .Amanece. Al final De la amarga vida. (1969) En el último mes del otoño. Lo cubría por completo El blanco cristal Lechoso de la niebla.Yo entré A un bosque sin nombre y sin hojas. Por las ramas claras Lágrimas limpias caían Como de árboles que lloran en la víspera . atravesó Desde los días futuros mi pasado. . Y ahí sucedió un milagro: Al atardecer El azul brilló en las nubes Y un rayo vivo. Y lloraron los árboles la víspera Del trabajo noble y la abundancia.De este invierno vacío de color. como en junio. pero la piel sigue siendo viva y picante. por dentro están comidas por parásitos y gusanos. cuidado. (1978) El bosque de Ignátievo Las brasas de últimas hojas en total inmolación suben al cielo y en este camino el bosque entero se está sulfurando. Puedes oír el respirar de vieja vida: resbaladizas setas crecen en mojada hierba. que pique en los ojos. como una rosa. Todo nuestro pasado parece a la amenaza: mira. no ataques el silencio mojado del bosque. . arbustos reflejados en estuario tenebroso. no toques. No seas caprichosa. Los pájaros guiaban la ronda. de lágrimas llenas. vuelvo en seguida. se ve el camino. Como las manos que por el teclado Urdían los acordes más sublimes. que queme más fuerte. igual que tu y yo en el último año. no amenaces. ¡te voy a matar! El cielo se encoge.De la ventisca alegre que aletea en el azul. pero el arce lo mantiene. En tus ojos. No hay ni la oscuridad. levantando polvaredas sobre la estepa. ni la muerte en este mundo. Yo soy de los que van sacando redes repletas. Existe sólo la luz y la realidad. como el hilo de Ariadna. No huyo del veneno. Puedo invocar un siglo cualquiera. Todos son inmortales. tocando las herraduras con su bigote y profetizaba. Até mi destino a la silla de montar. ni de la calumnia. ni a los setenta. vida 1 No creo en el presentir. el saltamontes retozaba. me amenazaba con la muerte. voy a entrar en él para construir una casa. me levanto cual niño en los estribos. En este mundo no hay muerte. No temas a la muerte ni a los diecisiete. Medí el tiempo con una cadena del agrimensor y lo atravesé como si fuesen los Urales. Es por eso que sus hijos y mujeres están conmigo en la misma mesa y la mesa es del bisabuelo y del nieto. . llenas de inmortalidad. y. todo es inmortal. Me basta con mi inmortalidad. como monje. Estamos todos en la costa del mar. Fuimos al sur. 2 Morad en su casa para que no se derrumbe. ni temo a las señales. y si levanto ahora mi mano los cinco rayos con ustedes quedarán. las hierbas malas humeaban. también hoy. para que mi sangre fluya de siglo en siglo. El futuro se realiza hoy. mas su aguja voladiza me lleva por el mundo. Por un rincón fiel del calor bien conservado pagaría con mi vida obstinada. 3 Elegí el siglo a mi altura. en tiempos venideros.Vida. Cada día del pasado fue entibado a fuerza de mis clavículas y hombros. horno surn en medio del mundo.. en un futuro devenir y como un pobre zar maldigo el pasado.En medio del mundo Soy hombre. Y al llegar la noche me fue regalada la piedad: se abrio la puerta del altar y brillo en la oscuridad la desnudéz en lento reclinar. entre ellas. cronista mesozoico. De la muerte sé mucho más que los difuntos. me hallo involucrado. como el puente que junta dos espacios infinitos. que une dos costas lejanas. como Rusia. soy Jeremías de los tiempos a venir. de lo vivo. Por la escalera como un mareo acosante corrias y me llevabas. ¡Dios mío! Una mariposa cualquiera. a tus dominios insondables por la otra parte del espejo. como el mar. Están entre mis manos reloj y calendario. cual una niña. miríadas de estrellas están enfrente. Eras mas valiente y liviana que el ala de un ave. dormias tú y se extendian las lilas para tocar tus párpados con el azul del universo. entre húmedas lilas.. Y yo. Soy Néstor. "Primeros encuentros" (Narrado en el film "El Espejo") "De nuestros encuentros cada instante era una fiesta con el Dios distante: solos en todo el mundo. Y al despertar:"Bendita seas"-dijey supe que era audaz mi bendición. miríadas de infusorios están detrás de mí.. postrado a todo lo largo... cual una tira dorada de seda. de mí se ríe.. lo más vivo soy. . hasta las cosas mas sencillas cuando detenida entre nosotros estaba el agua dura y laminada.. Es un pecado tener el alma sin cuerpo.ningún designio.mi Beldad. con los ojos y los oídosde tamaño tan escueto. ni proyecto. y se abrió el cielo ante nosotros. y la palabra "Tú" mostró -oh. humeaban los cerros.el parloteo de bosques y prados.hacia la carroza de pájaro. quién volvería hacia atrás. A nuestros pies la menta se acostaba.. como una celda incomunicada.es lo mismo que un cuerpo sin camisa. y las aves seguian nuestra larga ruta. y los peces iban contracorriente.y oye desde las rejasde su prisión viviente.y tu mano cálida. Algo nos llevó Más Allá. dormias en un trono elevado. Todo cambió en el mundo.con la piel —pura cicatriz— que viste el esqueleto. una esfera de cristal tenias en tu mano.la ciudad. Despierta.hacia el manantial del cielo...como si no tuviera ni obra.. . Y pulsaban los rios en el cristal.hacia el eje helado.Puros enigmas sin ninguna clave.transformarte el lexico humano...Artesu nueva esencia:"Zar". y cual espejismo se distanciaba -construida por milagro..después de haber bailadodonde nadie bailaría jamás." El hombre tiene un solo cuerpo. la trompeta de los siete mares. como un loco que lleva una navaja. ni una sola línea. cuando el Destino nos siguió celoso.. y Mia eras.A través de la retina vuela..Pues.Mia.. el alma ya está harta de esa envoltura apretada.. brillaba el mar. pero respondiendo a cada paso. sin reflejo.que corre al ras del sueloy como un recuerdo. recorriendo siempreel camino entre la timidez y la espera.echa rodar por el mundo tu aro de cobre con una vara. no te apiadesde Eurídice desdichada.vestida de otra manera.la tierra suena en los oídostan alegre y austera. apenas audible. niño.Y sueño con un alma diferente.como una llamada seca.Corre. nos dejael ramo de lilas en la mesa.que arde. .mientras.