Anónimo - Doctrina San Luis María Grignon de Monfort

March 25, 2018 | Author: Jerónimo | Category: Mary, Mother Of Jesus, Holy Spirit, Trinity, Christ (Title), Salvation


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DOCTRINA DE SAN LUIS MARIA GRIGNION DE MONTFORT VALOR TEOLOGICO INTRODUCCIÓN En su libro Don y Misterio, escrito en el 50º aniversariode su sacerdocio: 1996, Juan Pablo II afirma que san Luis María Grignion de Montfort, autor del Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen, “es un teólogo de clase”. Esta afirmación puede sorprender por lo nueva y porque en cierta manera cambia la opinión común que no ha visto a Montfort como teólogo de profesión, aunque se le reconozca su intuición teológica, sobre todo en el campo espiritual. Para hacerlo el Papa se basa sin duda en una noción de teología que no puede ser reducida al profesionalismo específico ni ser monopolio de docentes universitarios, como sucedió durante el segundo milenio, de la Edad Media hasta nuestros días. Para él no cuenta la calificación profesional, sino el carisma o vocación eclesial , que consiste en una experiencia viva y personal del misterio de Dios Trinidad y en la capacidad de comunicar tal experiencia de manera profunda, sentida, auténtica y estimulante. Teólogo es el que sabe referirse a Dios y hablar de El porque ha hecho su experiencia. Teólogo de clase es el que posee estas cualidades en grado insigne. Juan Pablo II le da esta título a Montfort en el contexto de la memoria de su propia experiencia cristiana con relación a María, experiencia que conoció una doble modalidad: la “forma tradicional” y la forma teológicamente madura. Para el Papa, la “forma tradicional” de devoción mariana es la que le fue transmitida por su familia, su parroquia, la Iglesia del Carmen de Wadovice y la parroquia salesiana de Debniki, un barrio de Cracovia. Esta “forma tradicional” se expresa por actos de devoción: orar a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, llevar el escapulario, rezar el rosario... Más allá de estas expresiones se arraiga una convicción de orden espiritual: “María nos conduce a Cristo”. Este estado de cosas da lugar a una crisis o desorientación, pues “cuestiona en cierta medida su culto a María, considerando que, desarrollado en forma 1 excesiva, terminaría por comprometer la supremacía del culto debido a Cristo” El peligro de temer aquí es el marianismo, es decir una devoción mariana exagerada e invasora, que oscurezca o deje en posición secundaria el culto de Jesucristo. En tal caso, Karol dice que debe dar la primacía a Cristo, ubicado en la cima de la jerarquía de los valores. En este momento preciso interviene el Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen de San Luis María de Montfort, que provoca un giro en Karol Wojtila. Este comprende que no se trata de escoger entre Cristo y María, pues no solamente María conduce a Cristo, sino que Cristo mismo nos presenta a su Madre para que la acojamos en nuestra vida con plena confianza y apertura. En otras palabras, la inserción de María en el misterio de Cristo, partiendo de El, es condición esencial para comprender la función maternal y mediadora de María . El Papa expresa aquí su juicio sobre Montfort como teólogo. Como hombre contemporáneo, parte de la distinción entre estilo y contenido, entre expresión y substancia. Aunque tributario de la cultura de su tiempo, transitoria como todas y cuyo lenguaje no corresponde a la sensibilidad actual, Montfort presenta contenidos teológicos relativos a María permanentes e inobjetables, en cuanto fundados en los principales misterios de la fe: la Trinidad y la Encarnación: “El tratado de San Luis María Gringion de Montfort puede desconcertar por su estilo enfático y algo barroco, pero la substancia de las verdades teológicas que contiene es incontestable. Este autor es un teólogo de clase. Su pensamiento mariano se arraiga en el Misterio trinitario y en la verdad de la Encarnación del Verbo de Dios . Se trata de una calificación altamente positiva para Montfort. Refiriéndose a su experiencia, Juan Pablo II atribuye además a Montfort tres efectos producidos sobre su propia teología y vida espiritual. Ante todo, percibió la suma importancia del misterio de la encarnación y de la respuesta decisiva de María sobre la historia de la humanidad: “Entonces comprendí por qué la Iglesia recita el Angelus tres veces al día. Percibí la importancia crucial de las palabras de esta plegaria... Tales palabras son realmente esenciales! Ellas expresan el corazón del acontecimiento más considerable que se haya producido en la historia de la humanidad” . Enseguida percibe la exigencia de la entrega total y confiada a María condensada en el lema Todo tuyo que escogerá para su escudo episcopal: “Esto explica el origen del Todo tuyo”. La expresión viene de San Luis María Grignion de Montfort. Es la síntesis de la fórmula más completa de la consagración a la Madre de Dios” . Finalmente, el contacto con Montfort 2 abre, por así decirlo, los ojos teológicos de Karol, que, en una perspectiva nueva puede hacer una lectura más profunda y positiva de las formas de devoción popular: “Gracias, pues, a San Luis María, comencé a descubrir todos los tesoros de la devoción mariana desde un punto de vista relativamente nuevo: por ejemplo, como niño, escuchaba Las horas de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María cantadas en la iglesia parroquial; pero sólo bastante más tarde me di cuenta de las riquezas teológicas y bíblicas que contenían. Igual sucedió con los cantos populares” . Montfort aparecía por tanto al joven Wojtila como un “teólogo de clase” que lo guía a un camino de madurez a lo largo del cual progresa de manera notable desde el punto de vista de la espiritualidad y de la teología. Karol no se detiene en las expresiones ligadas a la cultura francesa de los siglos XVII y XVIII, sino que discierne e interioriza los valores constantes percibidos por Montfort. De esta manera llega a situar la devoción mariana en el cuadro global de la historia de la salvación, que tiene su origen en el misterio insondable de la Trinidad y en la cual se reconocen a la vida de Cristo la prioridad y la primacía. Sólo a partir de Cristo, comenzando con el extraordinario acontecimiento de la historia de la salvación que es su encarnación, se comprende la importancia de María y de su respuesta al anuncio del ángel. No se trata con todo, de adquisiciones puramente especulativas. Luis María hace comprender a Karol que hay que llegar a la total entrega de sí mismo a la Madre de Jesús, entrega expresada en el lema Todo tuyo. Esto no explica el contexto de la consagración montfortiana, dirigida en primero y último lugar a Jesucristo como renovación perfecta de las promesas del bautismo, pero Juan Pablo II lo sobreentiende por la prioridad de la vida en Cristo de la cual ha hablado. El joven Karol ve abrirse ante él un horizonte nuevo que le permite percibir y evaluar de manera teológica los elementos positivos contenidos en la piedad popular. En resumen, Montfort transmite a Wojtila el sentido teológico de la globalidad, la exigencia de una respuesta plena a María y la clave hermenéutica para leer la piedad popular. MONTFORT TEÓLOGO DE PERSPECTIVA SISTEMÁTICA Para tratar este tema, podemos tomar varios caminos útiles y posibles, que parten de las tareas de la teología, o mejor de la vocación eclesial del teólogo, y que se aplican a Montfort . Hoy se comprende cada vez mejor que todo el pueblo de Dios es fundamentalmente teólogo, en el sentido de 3 clasificar los acontecimientos que constituyen la verdad para hacerlos inteligibles a la razón. llegar a una experiencia viva del Dios vivo revelado en Cristo.Estructura histórico-salvífica del “Amor de la Sabiduría eterna” En su libro va Montfort de la eternidad a la eternidad. inculturar la fe de manera que entre en el tejido vital de los contemporáneos: conservando el sentido de la situación histórica. y hacerse maestro: Hb. Montfort es contrario a la llamada “ontoteología” encerrada en los laberintos lingüísticos de la metafísica clásica y carente de impacto en la historia. 4. con precisión de lenguaje. englobando todo el desarrollo de la historia de la salvación desde el prólogo: creación. con sentido de globalidad y jerarquía de los valores. Recurre a la Biblia no para confirmar una doctrina establecida. armonizar y clasificar los diversos elementos en el conjunto del dato revelado. 11-14. Pero el santo no se detiene en los hechos. particularmente las de la Sabiduría en la historia de la salvación. atento a las precisiones escolásticas referentes al ser de Dios y a la constitución de las realidades creadas. por su vida y escritos. Contempla la Sabiduría en su origen. A . tanto más se debe ser fiel a la revelación divina que se actualiza en la historia de la salvación subrayando su dinámica profunda. 13-15 y 1Pe. Queremos demostrar cómo Montfort. cumplió estas tareas de teólogo . El reserva la primacía y la prioridad a los acontecimientos de la revelación y recurre de buen grado al relato de la obras de Dios Trinidad. en su naturaleza y en sus obras en el curso de la historia: cf ASE. como carácter fundamental histórico-salvífico. Cuanto más teólogo se es. cap.2. II-V.que ningún cristiano se puede quedar en los primeros elementos que le fueron presentados en el bautismo. Esta perspectiva está presente en los principales escritos de Montfort. hasta la escatología: realidad última. es decir de la salvación y de la perfección espiritual de la persona cristiana: con sentido de la finalidad suprema de la vida. 2. FIDELIDAD A LA REVELACIÓN Y PRESENTACIÓN HISTÓRICOSALVÍFICA En sus obras. sino que debe “crecer” continuamente en el conocimiento de los misterios de la salvación: Ef. 5. y ordenarla en función del fin último. se esfuerza por penetrar en las leyes histórico-salvíficas que manifiestan la acción de Dios en la historia. Es preciso resaltar que el horizonte global de la reflexión teológica monfortiana es la historia de la salvación como se narra en la Biblia. sino para 4 . es decir capaz de comunicar a los demás una doctrina más profunda y madura. Montfort hace un “resumen” de la vida de Jesús. y lo libera con el poder de su brazo: ASE 49-50. Utilizando el género narrativo. movida por el amor del hombre. la gran empresa de la encarnación: ASE 4246. busca sus delicias entre los hombres y las naciones. 5 .mostrar el origen y fundamento de la misma doctrina. En los libros sapienciales descubre Montfort una “carta de amor” de la Sabiduría dirigida al corazón del hombre para ganar su afecto: ASE 65 El misterio de la encarnación es el arco maestro del Amor a la Sabiduría eterna. 2. y de su revelación. II-VIII. Es lo que hace en los 13 primeros capítulos de ASE. cuando la Sabiduría escucha los gritos del pueblo: ASE 41. ya que para llegar a la comunión de amor con la Sabiduría es necesario comprenderla mediante una visión conjunta de la historia de la salvación. O mejor. 26. IX-XIV. centrados en el AT: cap. y en el NT a partir de la encarnación: cap. 24-25. 6-8. El resumen de la historia de la salvación antes de la encarnación presentado por Montfort desde el punto de vista de la Sabiduría es particularmente interesante. Esto vale en particular para el hombre. imagen viva de su belleza y de sus perfecciones”: ASE 35. lo que se convierte en el primer lugar de su “juego inefable”: ASE 33. La Sabiduría. “su admirable obra maestra. Esta visión positiva es desgraciadamente manchada por el pecado. una síntesis de todas las perfecciones de Dios y de las creaturas”: ASE 9. cf Ex. Dt. Montfort se sitúa en el corazón de la teología sapiencial del Antiguo Testamento al describir la Sabiduría actuando en la creación. en la cual fluye “el torrente impetuoso de la bondad infinita de Dios”: ASE 106. Montfort se detiene un tanto presentando su “desgracia suprema”: ASE 39-40. desde la anunciación hasta la ascensión: ASE 109-116. Cristo mismo “es un compendio de las obras de Dios. Montfort contempla para amar. luego de un doloroso alegato. Como se complace describiendo “la excelencia original” del hombre: ASE 35-38. Acto seguido San Luis María pasa a la interpretación teológica de los acontecimientos evangélicos en los cuales Jesús se presenta como amigo. Al Exodo se le atribuye su justo lugar. Después de una larga espera de cuatro mil años. la Sabiduría se hace “una morada digna de sí misma” en María. Ve entonces a la Sabiduría reunir a la Trinidad para decidir. y se hace presente en la historia de Israel como liberadora y santificadora. La primera de estas obras es la encarnación: VD 16-18. es decir “las cosas supuestas como son”: VD 15. como se titula el capítulo XIV. Montfort se inscribe así en la cristología contemporánea. Desafortunadamente San Luis María no ha dejado de ser “marianizado” unilateralmente. sino que parte de la historia concreta y del orden presente revelado en la Biblia. B . Sigue otro “resumen”. o mejor. Montfort señala la “dulzura” de que se reviste Jesús para atraer la amistad de los corazones humanos: ASE 117-132. hasta eclipsar el amplio marco cristológico en que se mueve. que Montfort considera “el primer misterio de Jesucristo” y “un compendio de todos los misterios”: VD 248. El título de Sabiduría permite además unir la teología de la creación a la de la Redención. que se propone aplicar a Jesús el título de Sabiduría junto con los de Mesías. Hijo de Dios y Señor. para un mejor conocimiento de su misterio. Montfort no se detiene en una hipotética acción de Dios. ligándolas estrechamente en la historia de la salvación y en última instancia en el amor de Dios por el mundo: ASE 154-166. Manteau-Bonamy puede afirmar que Montfort responde a la cultura de hoy. Basándose en El Amor de la Sabiduría eterna. relativo esta vez a las “grandes e importantes verdades” enseñadas por la Sabiduría en la tierra y constituidas por 62 citas evangélicas sin glosas: ASE 133-153. en “el triunfo de la Sabiduría eterna en la cruz y por la cruz”. en cuanto teólogo de la Sabiduría en la que se encuentra la sabiduría plena.maestro de sabiduría y Dios crucificado. Coherentemente con la figura veterotestamentaria de la Sabiduría amiga de los hombres. H. Montfort se detiene un poco en “el misterio más grande de la Sabiduría eterna.Las fases de la historia de la salvación en el “Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen” Aunque construida según un plan lógico sobre la necesidad y naturaleza de la devoción a la Virgen. Recorre las diversas fases en las cuales se manifiesta la acción divina y subraya la presencia y cooperación de María. definida como “reino de la búsqueda”. elemento elegido por la Trinidad para “comenzar y llevar a cabo las más grandes obras”: VD 14. ya 6 . Esta exégesis sapiencial de Montfort constituye uno de los raros ejemplos de la tradición cristiana que funda la doctrina teológico-espiritual en el libro de la Sabiduría. la Cruz”: ASE 167. En efecto. Las tres personas divinas participan en esta obra.M. Tras un tercer “resumen” sobre los dolores soportados por la Sabiduría por amor: ASE 154-166. esta obra también concede particular atención en su primera parte a los diversos tiempos del desarrollo de la obra salvífica de las personas de la Trinidad. para realizar con Ella un solo sacrificio. Montfort piensa que la segunda venida de Jesús será “gloriosa y 7 . es decir relativo a Cristo y al Espíritu Santo. y la mantendrán hasta el fin de los siglos en la segunda venida de Jesucristo”: VD 22. La concepción de Montfort respecto de los últimos tiempos es grandiosa. no dice nada de la resurrección. sobre todo en el aspecto paradójico de kenosis o anonadamiento. en la santa Iglesia. en su vida oculta de treinta años. según el principio de analogía o armonía del plan divino que exige continuidad entre las diversas fases de la historia de la salvación. hasta su muerte. pues con certeza vendrá una segunda vez a la tierra: VD 158. en que el Espíritu Santo y María están íntimamente asociados. interviene también en el misterio de la Iglesia. luego vendrá de nuevo en persona para el juicio final.”: VD 18. Otras obras de Dios en “el resto de la vida de Jesucristo”: VD 19. amado y obedecido. se hace hombre para nuestra salvación y es el Espíritu Santo quien le forma en María: VD 16.. es decir en las fases subsiguientes en que se desarrolla la historia de la salvación. San Luis María atribuye importancia suma a la encarnación. la prosiguen todos los días. “obra maestra” del Espíritu Santo en unión con María: VD 20. inaugurados por mediación de María. en su presentación en el templo.. cuando surgirán grandes santos y grandes apóstoles que evangelizarán y convertirán a los pueblos: VD 47-59. De ahí se sigue que María.que Jesús es don del Padre. de manera invisible. Como se ve. pues Montfort.. Esta asociación producirá maravillas de gracia en los últimos tiempos. Tendrán un doble carácter: cristológico y neumatológico.. la enunciación de las fases de la historia de la salvación no es completa. Esta venida se realiza en dos tiempos sucesivos: primero se realizará el reinado de Jesucristo en cuanto El será más conocido. como se puede ver en la santificación de Juan Bautista y en la bodas de Caná. aunque menciona la presencia de María en el Calvario y su comunión en el sacrificio de su Hijo: VD 18. “para reinar por doquier y para juzgar a vivos y muertos”: SM 58. presente en el misterio de Cristo. Supone sin embargo que María está presente en todos los misterios de Cristo. que incluye la dependencia de la Virgen “en su concepción. en su nacimiento. Las grandes obras de Dios en tiempo de la Iglesia son la generación de los fieles y la formación de los santos: VD 23-36.. Los últimos tiempos estarán marcados ante todo por la segunda o última venida de Jesús. son los milagros en el orden de la gracia y de la naturaleza. Montfort enuncia este principio claramente: “La forma en que procedieron las tres divinas personas de la Santísima Trinidad en la encarnación y primera venida de Jesucristo. aunque no siempre de manera explícita. o mejor en su fidelidad y coherencia. Fundado en la inmutabilidad de Dios. serán transformados en grandes santos y apóstoles de los últimos tiempos. En el pensamiento de Montfort las perspectivas cristológica y neumatológica coinciden con la representación del tiempo de la Iglesia como reinado de Cristo y al mismo tiempo reinado del Espíritu. niño. Los últimos tiempos de la Iglesia conocerán también la venida del Espíritu Santo. es Dios. pues coexistirá con el reinado de Satanás y los hijos de Belial combatirán hasta el fin la raza de María: VD 51-54. es decir de la humillación creciente.Una teología que tiene en cuenta las leyes histórico-salvíficas Lo expuesto hasta ahora pone en evidencia la atención de Montfort a las diversas fases de la salvación y a las diferentes formas de actuar de Dios en ella. este diluvio del Espíritu. crucificado. pobre.fulgurante”: VD 158. 180. Montfort está convencido de que si se comprenden las maneras como obra Dios. Además de la fidelidad de Dios. luego como justicia por la cual la cólera divina “reducirá a cenizas toda la tierra”: VD 16-17. VD 25. es de creer que no cambiará jamás de proceder. y no cambia ni en sus sentimientos ni en su manera de obrar”: VD 15. No se tratará de una realeza absoluta e incontestada.. éstas serán siempre válidas.203. es decir a las constantes que rigen la comunicación de sí mismo a la humanidad. que Montfort imagina como un diluvio de fuego. la humillación-exaltación: ASE 172. escogida por Dios para realizar su plan de salvación: “Habiendo querido Dios comenzar y culminar sus mayores obras por medio de la Santísima Virgen desde que la formó. por la acción del Espíritu Santo en colaboración con María. se apoyan en otras leyes histórico-salvíficas del Antiguo y Nuevo Testamentos: como la promesa y su cumplimiento: ASE 104. cuando un nuevo Pentecostés transformará a la Iglesia en comunidad de los verdaderos discípulos que. Montfort se muestra particularmente sensible a esta última constante del plan de salvación. C . Aún siendo único. implica dos fases sucesivas y análogas: el “diluvio de fuego” se manifestará primero como amor irresistible para reformar la Iglesia y convertir a los pueblos. Pues precisamente esto fue lo que sucedió a María.. como la segunda venida de Jesús. 143. las palabras de Montfort. Hace notar que la Sabiduría elige por amor el camino de la kenosis. que la llevará progresivamente a hacerse hombre. 8 . del bautismo a la Trinidad. aporta interesantes puntualizaciones. tiene en cuenta toda la revelación y la armonía del plan divino. del estado oculto a la revelación: VD 49. SENTIDO DE LA GLOBALIDAD Y DE LA JERARQUÍA DE LOS VALORES En Montfort se ve de inmediato con claridad un elevado sentido teológico en cuanto.eucaristía: ASE 70-71. Más que innovaciones en el dominio de la teología trinitaria. A . en la “jerarquía de las verdades de fe”. humilló y ocultó hasta el fondo de la nada por su profunda humildad”: VD 25.UNA TEOLOGÍA ANCLADA EN LA OBRA SALVÍFICA DE LA TRINIDAD San Luis María no olvida la doctrina católica según la cual. el misterio de la Trinidad es “la enseñanza más fundamental y esencial”: CEC 234. Luego de reconocer la prioridad de la economía de la salvación. La ley de la ‘humillación-exaltación’ vale también para María. que fue “Madre oculta y escondida” y que prefirió permanecer oculta: VD 2-3. dejando de lado visiones parciales. 49. Ella participa también en su manifestación gloriosa pasando de la humillación a la gloria. San Luis María continúa su reflexión teológica según la analogía de la fe. a la kenosis debe suceder la exaltación: la segunda vez Jesús vendrá “en su gloria”: VD 158 y “se hará preceder por la Cruz. descubre las leyes histórico-salvíficas y reconoce en el amor la característica de la acción divina. En esta línea observa: “Por medio de María vino Dios al mundo la primera vez. ensalzada y honrada por el Altísimo la que durante su vida se empobreció. Montfort concluye refiriéndose explícitamente a la ley evangélica de anonadamiento-exaltación: “Así será enriquecida. Sin embargo. En primer lugar contempla a la Trinidad comprometida en la historia de la salvación. La teología de Montfort va de la creación a la escatología. percibiendo el nexo de los misterios y respetando la jerarquía de las verdades. Además. el 9 . de la alianza al fin último. acentúa y desarrolla de manera original la trascendencia y la condescendencia del Padre: “Dios Solo”. que descansará sobre la nube más brillante”: ASE 172. en humildad y anonadamiento”: SM 58. Habiendo compartido la kenosis de Cristo. como de su fuente esencial”: SM 9. El reino de Jesucristo terminó por un diluvio de sangre. te afanarás por agradarle incesantemente y dialogarás con El confidencialmente como un hijo con su cariñoso padre”: VD 215. Montfort se propone hacer notar que el Padre es el valor absoluto. y también todo el plan de la salvación. cuya venida debe “restablecer todas las cosas”: SA 5. Pero tu reino. Por la fórmula “Dios Solo”.11. principio.mi vida. El itinerario de la consagración a Jesús por manos de María lleva al descubrimiento existencial de “Dios caridad”: “Lo mirarás como a tu Padre bondadoso. mi riqueza”: CT 52. No se trata del reino de una sola persona con exclusión de las otras. Así Montfort puede cantar: “Dios solo es mi ternura. consistencia y fin de todas las cosas. “El reino especial de Dios Padre duró hasta el diluvio y terminó por un diluvio de agua. la obra especial del Espíritu Santo en la historia de la Iglesia. Lo mismo se puede decir del reino del Padre. y basta”: CT 28. Montfort se refiere en primer lugar a la elección de María de parte de la divinas personas en vista de la obra de las encarnación y de la redención... se acerca a nosotros “el Altísimo. Se trata de una ley irrevocable de la historia de la salvación: VD 22.aspecto sapiencial y estaurológico. Para Montfort el centro de la historia de la salvación entera es la encarnación. Esto significa que el reino del Espíritu y el de Jesucristo se complementan y ayudan recíprocamente. Por el envío de su Hijo. continúa actualmente y terminará por un diluvio de fuego. De la armonía del plan salvífico saca la conclusión siguiente: todo lo que suceda en el curso de esta historia condicionará positivamente todo el tiempo de la salvación..23. sin perder su majestad: VD 157. de donde se podría concluir que vivimos actualmente en la época única del Espíritu Santo. del misterio de Cristo. o relativo a la cruz. para concluir que María deberá continuar esta cooperación por todos los siglos: VD 15.. Espíritu del Padre y del Hijo. un padre cariñoso que “no falla”: C 2. Montfort en realidad orienta todo el Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen al reino de Jesucristo. de amor y de justicia”: SA 16. el Incomprensible. desciende. se deja contener. expresada en sus obras 150 veces. Montfort especifica las propiedades de cada persona divina y descubre que la motivación última es su misma naturaleza: el amor. el Inaccesible”.13. El Padre es el amor mismo: CT 21. “Dios solo.. Además de la fidelidad y coherencia de su acción en la historia de la salvación. Del Padre desciende todo don perfecto.. “compendio de todos los misterios”: VD 248. cuya venida gloriosa preparará: VD 1. a quien 10 . hacía comprender al pueblo que era amado por el amor infinito de la Trinidad que con él comparte la vida de manera dinámica y espera su respuesta” . amaba ciertamente predicar el sentido pleno del Dios trinitario del amor y proclamar que la Trinidad debe ser gustada por todos los fieles. 213-225. gloria al Hijo adorable!/ Gloria igualmente al Espíritu Santo.6. Pasa continuamente por encima de la teología intelectual y de toda relación con Dios ligada a un moralismo superficial. Logister: “Montfort mostró en el curso de los años lo que esto significa concretamente.1. para producir a Jesucristo: VD 36.3: “La Sabiduría es para el hombre y el hombre es para la Sabiduría”: ASE 64. En vez de considerar la predicación de la Trinidad como un obstáculo infranqueable. Su condescendencia es tan grande que llega hasta concluir una alianza de amor con él. al Amante y al Amado: es “el Amor substancial del Padre y del Hijo”: VD 36. El Hijo es la Sabiduría eterna que es “toda amor. Es cierto que en buena parte. Hay que ofrecerle el “don irrevocable de su corazón”: ASE 132. sólo sabe expresar sus experiencias en imágenes. 1. cánticos y sermones. 11 . cuando comprende a Dios siempre mejor a partir de lo que personalmente le impresiona. Esta fe la expresa Montfort en la doxología o alabanza: “Gloria al Padre eterno. nace por nosotros: CT 58. Con la ayuda de espectáculos. CT 85. “la contribución de Montfort a la doctrina de la Trinidad está en su determinación de compartir esta verdad central de la fe con los campesinos sencillos del noroeste de Francia en los primeros años del siglo XVIII. El Espíritu es todo “fuego” y Dios que inflama”: CT 98.6. por nosotros muere: ASE 171. y formar a los santos. El Espíritu es amor infinito que une al Padre y al Hijo.podemos invocar “con el dulce nombre de Padre”: SAR 39. El cubre a María con su sombra. La experiencia mística del Padre es el punto de llegada del camino de consagración: VD 151./ que por su amor los une/ con vínculo inefable”: CT 85. Como lo anota W. especialmente de los últimos tiempos: VD 55-58. cf CT 141. convirtiéndola en su “fiel e indisoluble Esposa”: VD 36. o más bien el amor mismo del Padre y del Espíritu Santo”: ASE 118. Además de estos acentos teológicos. un “matrimonio espiritual”: ASE 54. Todo esto se explica por el hecho de que Montfort pertenece al género de autores cristianos en quienes “la densidad de la experiencia espiritual” precede a “la tematización teológica”. consagrarse a El y vivir fielmente las promesas bautismales: VD 120-133. resucita por nosotros: CT 84. Para Montfort la Sabiduría se caracteriza por la pro-existencia: se encarna por amor: ASE 13. 21. “palabra”: ASE 95. 10. “amor” que se acerca al hombre en una lógica de anonadamiento: ASE 70-71. no para sorprender o distinguirse. . sino porque experimentaba a Dios de manera personal” . el único Pastor que debe apacentarnos. 13. nos es preciso estar atentos a lo que concretamente hace o deja de hacer. 6. Según ASE. Jn. sin embargo era suficientemente personal para marcar con propiedad el ambiente de las reglas y costumbres.”: VD 61.. Jn. 4. pues hace 12 . Montfort se distingue de la teología corriente de su tiempo por el uso del título de “Sabiduría” que con gusto atribuye a Cristo. la fuerza y la ternura. Para él Dios era una grandeza viva. Ef.6 de todas las cosas.8. 1. el principio y el fin: Ap. 21. Pero para descubrir en él la interioridad. sus oídos y su boca. y va hasta identificarse con la “Cruz”: ASE 180. sus ojos. 11.. el empleo de la palabra “Dios”. 9. 15: Mt. una síntesis admirable de cristología y de soteriología o teología de la salvación. el único Modelo a quien debemos asemejarnos: cf Mt. que va a lo esencial y es de una actualidad no superada” . a la Sabiduría encarnada por amor y a su misterio pascual: crucificado y resucitado. Si con dificultad sólo podía expresarse como hombre de su tiempo. 14. 23. es el único Maestro que debe enseñarnos. 29. Montfort posee el carisma de aclarar toda la revelación cristiana desde un punto de vista fundamental y unitario. la única verdad que debemos creer. La “primera verdad” que debe regir el culto de María representa “una página típica de cristocentrismo.. Estos aspectos reconocen en Cristo al único Mediador de la salvación. el único Señor de quien debemos depender. una realidad transparente a través de lo que hacían sus manos. la única Cabeza a la cual debemos estar unidos.. sus pies.UNA TEOLOGÍA EXPLÍCITAMENTE CRISTOCÉNTRICA Como los grandes teólogos.. Montfort afirma de manera magistral la unicidad y universalidad salvífica de la mediación de Cristo: “Jesucristo el alfa y el omega: Ap. el único Médico que debe curarnos. B . Para Montfort Jesús es el Cristo de la Biblia y de la Iglesia de la tradición católica. 12. constituido según él por la consagración a Cristo Sabiduría por manos de María.. el único Camino que debe conducirnos.8. la única Vida que nos debe vivificar: cf Mt. este título pone en evidencia cuatro aspectos de su misterio: Cristo como “plenitud”: ASE 9.. 11. al Maestro de vida. y el único Todo que en todo debe bastarnos.. 15. Montfort da pruebas de un admirable equilibrio teológico en su interpretación del misterio de Cristo.palabras y conceptos de su propio tiempo y tradición. Montfort recurre libremente a diversas expresiones para proponer o explicar la espiritualidad cristiana: esclavitud: ASE 219. que parte de la esclavitud de la cual hablan “varios de sus libros”: ASE 219. Como él. consagración: VD 120-125. don: ASE 222. En una perspectiva vital. porque hay que tener en cuenta la evolución de Montfort: aspecto diacrónico o de tiempo. A la Santísima Virgen. más que al medio y fin próximo: María. 265. 135. Montfort funda su espiritualidad en las promesas del bautismo. “nos consagramos al mismo tiempo a la Santísima Virgen y a Jesucristo. Bajo el aspecto evolutivo. confianza: VD 170. y. de las cuales es una renovación perfecta. 212. 166.resaltar la Cruz al menos tanto como la Encarnación: ASE 180. Esta parte la intitula: “La perfecta consagración a Jesucristo”: VD 120. el misterio más grande de la Sabiduría eterna”: ASE 167. 173-174.225. 126. Montfort deduce que la denominación más exacta de la llamada “espiritualidad mariana” es “espiritualidad cristológica”. A Nuestro Señor. abandono: VD 259. VD 120. anuncia a Cristo crucificado. 179. como a nuestra meta final. ya que El es nuestro Dios y Redentor”: VD 125. 133.. 2. se complace en la contemplación de la Sabiduría crucificada. a nivel popular. Siguiendo la estela de Pablo: 1 Co. a quien debemos todo lo que somos. como al medio perfecto escogido por Jesucristo para unirse a nosotros. Es el primer título auténtico del manuscrito y está escrito en letras mayores. sino que la considera como parte del conjunto. En VD 120-131. la Cruz es el “mayor secreto del rey. y unirnos a nosotros con El. En ASE. alcanza la cumbre de su orientación cristológica. pero glorificada luego y triunfante en el cielo.. De la importancia de Cristo en la historia de la salvación. En realidad. Estas expresiones sin embargo. 216. la denomina así en relación al fin último: Jesucristo. acogida: VD 144. servicio: ASE 211. no excluye la resurrección. no son homólogas. y el contexto de gestación en el cual se desarrolla su discurso: aspecto axiológico o de causalidad. Para Montfort. coherente con sus convicciones. él vincula la referencia al hecho de “llevar su cruz” destinada a cristianos comprometidos a vivir el contrato de alianza con Dios: CA 3. VD 121. humillada por la muerte de cruz. se ve claramente el camino recorrido por Montfort. llega a presentar la espiritualidad cristiana “como renovación perfecta de los votos y promesas del santo bautismo”: 13 . y en su madurez en un contexto de enorme compromiso teológico.2. deduce Bérulle actitudes espirituales exigentes: “Adhesión. 4. 168. y la vida cotidiana se presenta como el llevar la propia cruz . 78. Se trata de una fórmula de mutua inclusión. 212. Montfort recurre seis veces a la fórmula “a nosotros en Jesucristo y a Jesucristo en nosotros”: ASE 214. 259. 213. 37. conducta inspirada en Jesús”. 61. 36. 157. 212. creciente y perseverante con Cristo y se expresa en las fórmulas. y primer término orientado completamente al fin último que sigue siendo Jesucristo: VD 125 . Montfort insiste sobre todo en nuestra unión a Jesucristo: VD 43. dependencia.VD 120. VD 20. 118.. cf VD 20. muy apreciadas por Montfort. 212. 159. 152. Montfort reconoce la primacía axiológica a estas actitudes vitales y las desarrolla sobre todo en ASE. lo mismo que los títulos marianos: quedan la entrega total a Jesucristo y la referencia a la acción media-dora de María. unirnos y consagrarnos a Jesucristo”: VD 120. en que la consagración a Cristo por medio de María es simplificada al máximo como don de sí mismo: “Me entrego totalmente a JESUCRISTO por MARIA. En lo referente a sí mismo. 117. 37. 68. VD 17. Montfort traduce estas actitudes espirituales en términos más comprensibles: “Toda nuestra perfección consiste en asemejarnos.En el contexto de las misiones populares Montfort presenta su propia fórmula espiritual como Contrato de alianza con Dios. que se expresa en la entrega total hasta la esclavitud de amor. 20. para llevar mi cruz en su seguimiento todos los días de mi vida”: CA 1. AC 27. 21. fundada en nuestra inserción en el cuerpo de Cristo y en el crecimiento de Cristo. nuestra Cabeza. como esclavitud y aún consagración. En ella desaparecen los términos difíciles que necesitan explicación. 164. Esta doctrina del Cuerpo Místico de Cristo viene con frecuencia en los escritos de Montfort: ASE 176. presentando a María como modalidad perfecta: VD 123. Del principio de nuestra incorporación a Jesucristo. SM 12. SM 56. libro completamente orientado a la comunión permanente con Jesucristo. 140. en nosotros. 143. 32.. hasta alcanzar su perfección y la plenitud de su edad”: ASE 214. 61. 61. El cristocentrismo de Montfort llega a su punto culminante cuando afirma que toda la colaboración de María con el Espíritu Santo tiende a la comunión más íntima. y en nuestra dependencia de El. insistiendo en VD en el dinamismo “hacia 14 . de inmanencia recíproca entre Cristo y el creyente: “Corresponde a María engendrarnos en Jesucristo y a Jesucristo en nosotros. obligación permanente de vaciarse de sí mismo para convertirse en “pura capacidad” de Jesús. mientras atribuye la prioridad metodológica a las actitudes vitales hacia María. 120 . Montfort insiste en el hecho de que sin el Espíritu no se puede hacer nada por la propia salvación: CT 141. como lo hace Montfort mismo en ASE. 6. para considerar al Espíritu Santo en el misterio de Cristo. influenciada por la teología del Oriente cristiano. 10-11. La llama “toda relativa a Dios”: VD 225. VIII. hay que reconocer la preeminencia y prioridad a la vida en Jesucristo. Seguiremos esta presentación histórico-salvífica escogida por Montfort. se refiere igualmente a María. el “Espíritu del Padre y del Hijo”: SA 16. incluido lo relativo a la Virgen María. Para Montfort el Espíritu Santo es mirado en la perspectiva de la historia de la salvación. el “vínculo inefable” que les une por su amor: CT 85. Mühlen en el catolicismo. la cree toda relativa al Espíritu. Para él el Espíritu Santo es realmente una persona viva. el “vacío neumatológico” de que habla Mühlen. Para Montfort el Espíritu Santo no es el “Dios desconocido”. Su espiritualidad es un antídoto de vida neumatológica. En el solo Tratado de la Verdadera Devoción lo nombra 74 veces. al menos en Montfort. El Espíritu Santo ocupa un lugar de primer plano en Montfort a quien hizo auténtico profeta.UNA TEOLOGÍA DESARROLLADA EN EL MOVIMIENTO NEUMATOLÓGICO Si examinamos los escritos de Montfort con relación al “vacío neumatológico” de la piedad mariana denunciado por H. a la luz del Vaticano II que ubicó la exposición de María en el contexto cristológico e históricosalvífico: LG. según la tradición cristiana. Quiso llamar a su Compañía de María “Comunidad del Espíritu Santo”. Invocación del Espíritu Santo. Al referirse constantemente al Espíritu Santo. que es un pequeño tratado del Espíritu Santo en el cual presenta sus títulos y carismas y su acción en las personas y en el mundo. sobre todo en la 15 . cf 148. Como misionero sintetizó su pensamiento de manera poética en el Cántico 141. según la herencia de la escuela de Bérulle. Lo menciona en el orden clásico: en tercera posición. pues lo ve en el tejido del plan de salvación en su papel de revelación y de amor. el “Amor substancial del Padre y del Hijo”: VD 36. Cap. Hoy. Montfort no habla del Espíritu de manera tangencial. fórmula que se repite cuatro veces en su testamento. C . animado de carismas irresistibles y singulares.Cristo” más que en la vida “en Cristo”. 1 llegamos a la conclusión de que la abundancia y la profundidad de los textos monfortianos que se refieren a las relaciones de María con el Espíritu Santo permiten excluir. El Espíritu Santo en el misterio de la encarnación Para comprender la importancia y actualidad del pensamiento de Montfort. con M. Amato. La mirada de Montfort se fija en la obra maestra de Dios trinitario. Sólo en un segundo momento se advierte. y de la cruz. al cubrirla con su sombra. atrae a María. Bordoni y A. que une al Padre y al Hijo y toma posesión de María para el Padre y el Hijo. Montfort demuestra un gran equilibrio cristológico al insistir en el misterio de la encarnación y de la infancia de Jesús: CT 57-66. ASE 208. por su llamamiento a participar en la formación del Santo con el cual todos los santos forman un solo cuerpo. que presenta como el misterio clave que pone de relieve una ley irrevocable: la unión del Espíritu Santo y María en la historia de la salvación. La obra es un gran salmo de meditación sobre la Sabiduría que es Jesucristo. 40. La expresión que podría resumir la comprensión profunda que tenía Montfort de la relación del Espíritu Santo con María es “fiel e indisoluble Esposa”: VD 36. El Espíritu. su obra maestra cristológica. sino armonía. algunos teólogos. Con genial creatividad el santo medita el misterio paradójico del Crucificado.encarnación. “El Amor de la Sabiduría eterna”. la Sabiduría de Dios encarnada. por sinergia o 16 . Como consecuencia. Al vivir en el Espíritu Santo la vida trinitaria. entre los cuales no hay oposición. la encarnación. expresa en síntesis orgánica y desarrollada la intuición central de la espiritualidad monfortiana orientada totalmente a la contemplación del acontecimiento de la cruz. luego en el misterio de la Iglesia. Kasper. El Espíritu se comunica a María precisamente como Amor infinito. por cuanto es la morada permanente y particularmente amada de las divinas personas. es decir “el santuario de la Santísima Trinidad”: VD 5. y en el misterio de la pasión: CT 67-74. que es don de Jesús a la humanidad. María. que se deja atraer de manera activa y plenamente responsable. como W. el vínculo íntimo que existe entre encarnación y el misterio pascual. relativizando por consiguiente el acontecimiento de la encarnación. desposada por el Espíritu Santo para producir a Jesucristo: VD 36. 58. Pasando del tratado del Verbo Encarnado al de cristología. Ella es el “paraíso de la Trinidad”: CT 90. y en particular la Iglesia de los últimos tiempos. que es unión esponsalicia con Jesús en la cruz” 1. hemos de recordar el impase de la teología contemporánea reciente. se centran en el misterio pascual. a la vida íntima de la misma Trinidad. María se convierte entonces en “espejo de la Divinidad”: CT 90. participa de manera única en la formación de los santos. 213. 152. obra maestra de la historia de la salvación. 5. la encuentra en un alma. 37. Hijo y Espíritu Santo. 67. 49. y así. que le es propia. indisoluble: VD 220. Donde está María. obra del Espíritu Santo: VD 55-58. 217. Montfort con frecuencia atribuye a María el titulo de Esposa del Espíritu Santo: VD 4. una afinidad y aún un atractivo irresistible.acción conjunta. 35. reconoce entre las divinas personas una habitación. unida a El en todas las obras de gracia por un vínculo inefable y eterno. fiel: VD 5. también el Espíritu Santo ejerce la fecundidad. Hoy la teología según la concepción pericorética de la Trinidad. de la obra conjunta del Espíritu Santo y de María en la encarnación. 68. Montfort habla a menudo de nacimiento y crecimiento de Cristo en el alma o de la “producción de los hijos de Dios” y “miembros del cuerpo de 17 . 35. Por eso el Espíritu renueva por el “diluvio de fuego”: SA 16. que consiste en llevar a todas las cosas al cumplimiento del reino de Dios. 15. 21. 34. 89. 269. vuela y entra en esa alma en plenitud. su Esposo. EL ESPÍRITU SANTO EN EL MISTERIO DE LA IGLESIA En la prolongación funcional: VD 22. y se le comunica tanto más abundantemente cuanto más sitio hace el alma a su Esposa”: VD 36. es tarea del Espíritu producir y formar con María a Jesucristo en los cristianos. 25. Para expresar la unión operante y moral. una interacción y una “compenetración sin mezcla” recíprocas: Damasceno. 68. la relación singular y privilegiada entre María y el Espíritu. Siendo la santificación de los más grandes santos. Esposa amada: VD 20. María.. entre María y el Espíritu Santo existe una unión moral. viene el Espíritu Santo: “Cuando el Espíritu Santo. la faz de la tierra junto con su Esposa. De ello se deduce que el Espíritu ejerce una misteriosa influencia. en la constitución de las otras dos personas divinas. SA 15. Deberíamos tener en cuenta otro dato de la teología contemporánea: la acción del Espíritu Santo en María no es creadora: porque sólo el Padre engendra a Jesús. SM 13. 36. fecunda: VD 20. 217. “la compañera indisoluble del Espíritu Santo para todas sus obras de gracia”: VD 37. es parte integrante de esta función del Espíritu Santo. SA 15. respetando el orden trinitario: Padre. en particular de los últimos tiempos. SA 20. 164. 268. 36. 269. sino es una actividad no categorial trascendente y misteriosa que no conviene precisar más. 20. SM 15. 211. 34. como siempre. SM 13. Tu fe me procure fieles. Echa. Para Montfort el Espíritu Santo es el arquitecto de la Iglesia: “Saben que son templos vivos del Espíritu Santo. las raíces de todas tus virtudes en mis elegidos. de tu caridad ardiente. Tenga yo el placer de ver en ellos las raíces de tu fe invencible. para que crezcan de virtud en virtud y de gracia en gracia. SA 15. 67. Para Montfort. sin apoyarse en sí mismo. pura y fecunda. de tu mortificación universal. tu fecundidad elegidos y templos”: VD 34. y le dice: En el pueblo glorioso echa raíces. tu pureza me dé vírgenes. Tú eres. 157. se apoya en su debilidad personal. Como otras tantas piedras vivas. para ser labrados. una coincidencia espiritual entre el Espíritu Santo y María: “He dicho que el espíritu de María es el espíritu de Dios. la comunión de María con el Espíritu Santo se articula en tres planos: funcional. porque Ella no se condujo jamás por su propio espíritu. Dispónganse. Montfort asimiló igualmente la doctrina de los Padres de la Iglesia sobre María “tipo de la Iglesia”. confía plenamente en María para ser plasmado en Ella por el Espíritu Santo”: SM 18. de tu oración sublime. que. CT 57. Montfort percibe una identificación mística. el cual se posesionó de tal forma de Ella que llegó a ser su propio espíritu”: VD 258.Cristo”: VD 20. 18 . Descubre un principio de continuidad-homogeneidad entre el nacimiento de Cristo y el nacimiento de los elegidos de todos los tiempos. mi Esposa fiel. Reprodúcete para ello en mis elegidos. que aún ahora deseo hallarte en la tierra sin que dejes de estar en el cielo. y otro enteramente dócil. pues. de la cual está ausente el Espíritu: VD 86. como los escultores. Sin olvidar nunca la diferencia esencial entre el Espíritu Santo y María: VD 18. San Luis María trata de los dos primeros cuando habla de la sinergia del Espíritu y de María en la concepción de Jesús y del papel de Esposa que ejerce María gracias a su consentimiento de fe. Aunque a veces adhiere a la teoría de los tres grados. Montfort no descuida nunca la obra del Espíritu Santo en el camino de la santificación del cristiano: “Alma querida. cercenados. 35. personal y tipológico. CV 5. desapegado y disponible. tienen que ser colocados por ese Dios de amor en el templo de la Jerusalén celestial. como lo muestra el texto siguiente: “Dios Espíritu Santo quiere formarse elegidos en Ella y por Ella. hay una gran diferencia entre un cristiano formado en Jesucristo por los medios ordinarios y que . Me complací tanto en ti mientras vivías sobre la tierra practicando las más sublimes virtudes. de tu esperanza firme y de todas tus virtudes. de tu humildad profunda. querida Esposa mía. sino siempre por el Espíritu de Dios. un vacío total: VD 227. pero la revelará en la segunda: VD 49. sino hacerla totalmente dócil y disponible a la acción de la gracia. que orar a El para conocerla a Ella: SM 2. 221. Ciertamente Montfort no dice todo lo referente a las funciones del Espíritu Santo. que El realiza por un fuego de amor: SA 16. que liberará del espíritu propio y del mundo para hacer disponibles a la novedad cristiana. llama a María el molde de Dios: VD 119. SM 16. AC 28. que es necesario fundir y destruir en ti el viejo Adán para transformarte en el nuevo en María”: VD 221. 70: cf VD 229. 17. pues. Esta imagen no es ambigua. El realiza esta obra por María. 135-137. Montfort pide una pobreza radical. Tenemos. el Espíritu Santo. Nunca habla de la resurrección de los cuerpos como obra del Espíritu Santo y. y. El nos revela el “secreto de María”: SM 20. en uno de los retablos más hermosos de su reino celestial! Déjenlo actuar”. en este sentido. que no se echa en el molde sino lo que está fundido y líquido. grande y poderoso. pues no quiere limitar el dinamismo de la persona. Nos inflama en su caridad: CT 141. SM 16: “Pero acuérdate. El Espíritu Santo es el artífice del progreso espiritual de los cristianos “para hacerlos crecer de virtud en virtud y de gracia en gracia”: VD 34. a los proyectos personales y aun a los dones espirituales: VD 121. hasta la plena madurez espiritual”: SM 67.. la quiere ver reproducida en sus elegidos: VD 24. 34. Tal vez ese diestro y amoroso arquitecto desea convertirlos en una de las piedras principales de su edificio eterno. a fin de que con Ella formes perfectamente en mí a Jesucristo. 259. exige renuncia radical y perseverante: renuncia al egoísmo. parece descuidar la doctrina paulina de los carismas. 19 . a nivel eclesial. 259. hermano mío. 222. 256. La ocultó en la primera venida de Jesucristo.cincelados por el martillo de la cruz. Entrar en Ella es gracia del Espíritu Santo: VD 263. es dejarse “plasmar por el Espíritu Santo”: SM 18. y por eso Montfort le suplica: “Concédeme amar y venerar mucho a María. hasta la madurez cristiana. 11-12. El compara esta operación con un molde: VD 220. Tampoco presenta al Espíritu como fuente de unidad en la Iglesia. Sin embargo todo eso está incluido en la comparación del arquitecto que estructura el edificio. es decir. El hombre debe despojarse de su egoísmo y de su sabiduría para acoger el don trascendente y transformador que viene de “Dios Solo”. El Espíritu Santo llama al alma a la perfección: VD 257. La santificación de quienes se confían a María para dejarse formar por el Espíritu Santo: cf SM 18. En síntesis. 219. 18.. que ocultó a María en el Evangelio: VD 4. 78. 14. pediría un desarrollo más amplio. 6. 229.. Montfort quiere que las personas se abran a El. 66. 9-10. en textos convergentes. 67. / los favorecidos de Jesucristo / han bebido los más altos misterios. El es también el divino escultor que “labra y pule todas las piedras de la Jerusalén celeste”: ASE 176. remitiendo a estudios más amplios .. 7-8. de “desorden universal”: VD 127. especialmente a los “apóstoles . Como Espíritu de santidad nos purifica: CT 141. El pensamiento de Montfort sobre los “últimos tiempos”: VD 35. Como Espíritu de verdad nos ilumina: CT 141. SA 22. y nos santifica: CT 4. 152. ASE 99. Como Maestro de toda ciencia: ASE 12. sobre todo el don de la sabiduría: VD 217. 93-95. pero también llamará a los hombres. 4-6. la situación de la Iglesia y de la sociedad de su tiempo no es consoladora. VD 119. Montfort las califica. gracias y dones. y la devoción a María: SM 1. 111. Aun si los historiadores hacen notar que las condiciones de fines del siglo XVII se habían beneficiado del gran compromiso pastoral del clero francés. e “imperio de los enemigos de Dios”: SA 4. y por la acción multiforme de María: SA 13.SA 17. nos da el conocimiento de nosotros mismos: VD 79. A los ojos de Montfort misionero y místico. Aquí nos limitamos a dar unas breves indicaciones. 27. 140. y sobre los “apóstoles de los últimos tiempos”: VD 50. “En esta fuente de luces. 54. El Espíritu Santo es la fuente de la Sabiduría encarnada: ASE 118. / los mayores dones del espíritu Santo”: CT 40. 228. La ola progresiva del pecado va hasta tomar dimensiones cósmicas y no ahorra ni siquiera a la Iglesia: cf SA 5. 241. Tales expresiones revelan una concepción compleja del porvenir de la Iglesia. es fuente de los dones del Espíritu Santo: ASE 99. El participará en la obra del Espíritu por el “diluvio de fuego y de amor”: SA 15-16. el Espíritu Santo dispensa virtudes. pues el Corazón de Cristo es “la fuente admirable de todos los dones del Espíritu Santo”: CT 40. “reinado de un mundo corrompido”: SM 59. Como Espíritu de fortaleza nos fortifica: CT 141. que. Quién podrá obrar la transformación del mundo? Para Montfort no hay ninguna duda: Dios solo puede realizar tal empresa. SM 35. 24-25. 15. VD 49-56. Consciente del hecho de que el mundo es incapaz de recibirlo : CT 29. 15. VD 25. 70. 217. 29-30. a su vez. En estrecha unión con Cristo y con María. 58. 213. 50. esta concepción hace de Montfort un profeta que remueve con audacia el velo del futuro y mira con clarividencia hasta el fin de los tiempos de los cuales ofrece una concepción original y orgánica.de los últimos 20 . . Al Espíritu corresponde crear “sacerdotes todos de fuego. y el camino de la Sabiduría al hombre: ASE 105-106. María es por constitución “toda relativa a Dios”: VD 225.. La personalidad de la Virgen alcanza su punto culminante al llegar a ser Madre de Dios. contrayendo vínculos eternos con Jesús que sigue siendo en el cielo “el fruto y la relación de María”: ASE 204. y colaborando maternalmente con el Padre a engendrar a Jesús y a los cristianos. Montfort expresa estas relaciones a nivel de comunión de amor y de colaboración llamando a María “Esposa” fecunda y fiel del Espíritu santo: VD 20-21. VD 57. el plan trinitario: VD 14-27. como en un nuevo pentecostés. Hoy diríamos que Montfort tiene de María una visión funcional e histórico-salvífica: María no es constituida para sí misma. Su tarea conllevará un doble aspecto: “destruir el pecado y establecer el reinado de Jesucristo”: SM 59. siente uno el impacto del hecho siguiente: jamás en ellas habla de María por sí misma y de manera individual. a colaborar con El. Ella está en relación esencial con Jesús su Hijo. Hay que 21 . cf VD 33. y se pone completamente a su servicio: ASE 107. Hemos de guardarnos de toda materialización. y enviarlos a la misión: SA 9. María no es solamente el trono de la Sabiduría. SM 78. y su colaboradora en la concepción virginal de Jesús.UNA MARIOLOGÍA DE RELACIONES Para Montfort. de amor y de justicia”: SA 16-17. La obra del Espíritu es preponderante y eficaz. expresión de la cólera divina “que reducirá toda la tierra a cenizas”: SA 16-17. Al leer las obras de Montfort. sino la persona que la acoge en la fe: ASE 105. 269. como si María fuera un molde que modela automáticamente a imagen de Cristo.tiempos”: VD 58. reunirlos: SA 20-21.. D . Montfort explica que se trata de una “comparación hermosa y verdadera”: VD 221. por ministerio de los cuales la faz de la tierra sea renovada y la Iglesia reformada”: SA 17. El Espíritu hace a María nueva creación: cf VD 261. neutralizando el contraprograma del diablo. santificarlos: SA 15. como está igualmente en relación con el Espíritu Santo. de justicia”. El interviene en los últimos tiempos por el “diluvio de fuego. Montfort traduce esta idea en una expresión característica: María es el Molde de Dios: VD 219-221. pasan por una mujer: María. SM 1618. 35-36. Todo terminará por un “diluvio de fuego. como en la regeneración y formación de los fieles. sino para los demás. sino siempre en relación con el plan de Dios. Siendo la “excelente obra maestra del Altísimo”: VD 5. Por otra. que en ciertos medios se tergiversa el tema de María. De esta manera alcanza también su objetivo misionero: interpelar a los cristianos a fin de que reconozcan la función maternal de María y respondan a ella con perfecta docilidad. María colabora fielmente con el Espíritu Santo a fin de que los hombres sean engendrados a la vida divina. es decir como elemento funcional en el plan de la salvación. muy pronto se trans-formará en Jesucristo. ambiente misterioso y camino fácil para llegar a El”: VD 265. ya que la docilidad a Ella representa la mejor manera de vivir las promesas del bautismo y de llegar a la transformación en Jesucristo: “Recuerda que María es el grandioso y único molde de Dios apto para hacer imágenes vivas de Dios con pocos gastos y en poco tiempo. En otras palabras. Quien halla este molde y se pierde en él. nuestros hermanos evangélicos subrayan que María no tiene más valor que el de “servidora del Señor”. y que sólo en Ella se transforma el hombre perfectamente en Dios por la gracia de Jesucristo. según la doctrina de los antiguos Padres: “Dios se hace hombre para que el hombre llegue a ser Dios” Si María es el “molde de Dios”. a partir de Kant. donde afirma: “No tomes a María por el fin último de tus servicios. 22 . la antropología moderna rechaza toda instrumentalización del hombre. que lo es únicamente Jesucristo. pero por manos de María. equilibrada. María cumple todo el proceso activo de engendrar y formar sin poner obstáculos a la acción de Dios y a sus propósitos salvíficos.comprenderla en el sentido que él quiere darle: “que sólo en Ella se formó Dios como hombre perfecto. se deduce una conclusión de orden espiritual que Montfort no deja escapar: “No se echa en el molde sino lo que está fundido y líquido”: VD 221. María es esencialmente madre. Ella se compromete también en la finalidad inherente a la encarnación. en cuanto lo permite la naturaleza humana”: SM 16. Encontramos un signo que deja transparentar toda la madurez mariológica de Montfort al final del Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen. Es una afirmación teológica y antropológica-mente exacta. y su maternidad está ordenada esencialmente a la salvación del hombre: Ella engendra al Hijo de Dios a la naturaleza humana y engendra a los hombres a la vida de hijos de Dios. es decir la madre que engendra de manera perfecta a los hombres a la vida de la gracia. Con esta explicación Montfort precisa una realidad que lleva en su corazón. reconocido en su dignidad de “fin”. por la impronta dejada en Ella por el Hijo de Dios. a quien este molde representa perfectamente”: VD 260. San Luis María se complace en resaltar la manera perfecta en que María cumple su misión maternal: “al natural”. sino como fin próximo . en efecto. sin faltarle rasgo alguno de la divinidad. Sabemos. completa. Por una parte. Quiere convencer a sus lectores de llegar a la consagración de sí mismos a Cristo. 248. lleno de bellezas y tesoros inefables”: VD 6. hecho a imagen de Dios. Sin suscitar ningún prejuicio a su dignidad personal. María merece la confianza del Padre. Para Montfort. En nuestra época Teilhard de Chardin escribió el libro El ambiente divino para mostrar a los laicos que el mundo del trabajo no se debe sustraer a la adoración de Dios: también él es lugar de encuentro con Dios. SM 19. Montfort se adelanta a conciliar estas exigencias diversas. 13.La teología de la mujer en particular no admite que se trate a la mujer. aun en manos de Dios. pues sólo existe con relación a El”: VD 225. Según él. 262. María está totalmente al servicio del Señor. cf VD 18. es decir que posee una dignidad personal que la hace capaz de una acción o causalidad propia. Montfort añade que María es “el ambiente misterioso” donde encontramos a Jesús. ASE 208. y al mismo tiempo la “realizadora de los portentos divinos”: VD 28. María es ambiente divino. y por tanto a María. En este sentido Montfort se complace en repetir como un refrán que María es un “medio” o “camino” que conduce a Cristo a nosotros y nos lleva a Cristo: VD 1. En sintonía con la perspectiva protestante. A la luz de la filosofía de la persona. 217. De acuerdo con la antropología moderna. se comprende a María gracias a la misma categoría descubierta por la reflexión cristiana para definir a la persona en el ambiente trinitario: la “relación”. María es “el sublime y divino mundo de Dios. Y yo me atrevo a llamarla la relación de Dios. 49. del Verbo y del Espíritu Santo que le conceden el don inefable de la gracia: VD 34-35. y aun remontándonos hasta la teología trinitaria. 23 . pues la mujer es ante todo una persona libre y responsable. Con mayor razón. como un simple “medio” e “instrumento”. 22. 157. podemos evaluar la importancia de la intuición de Montfort. protagonista por tanto en la obra de la salvación. La razón por la cual se encuentra al Señor en María nos la ofrece otra expresión típica de Montfort: “María es toda relativa a Dios. Para disipar cualquier equívoco. reconoce en primer lugar que María es un “fin”. pues el señor está en Ella y con Ella: nos lo revela Ella al facilitarnos el contacto inmediato con El: cf LG 60. sólo se realiza plenamente como persona en relación de acogida y entrega a los otros. que le confía “hasta su propio Hijo”: VD 23. según la cual la persona divina se constituye por su referencia a las otras dos personas. Montfort subraya el hecho bíblico del carácter funcional de María en el orden de la realización del plan divino de misericordia. De igual manera el hombre. comenzando por el concepto clave de la amplificación. aparece claramente que los libros del siglo XVII son la base espiritual y mariana de Montfort. Ella envía más allá de si misma. Ante todo. Nicquet. Grenier. El mismo resume esta experiencia cuando presenta su vida como un ejercicio contínuo de acogida de María y de disponibilidad total a su misión maternal: “Mil y mil veces . En la elaboración mariana de Montfort. exclama Montfort.como San Juan ante la cruz . Boissieu. las influencias ejercidas en Montfort por las tres culturas popular. “la más perfecta y santa de las puras creaturas”: VD 157. continúa y se transforma en entrega de amor a la Trinidad. en los cuales enfoca no una devoción cualquiera. Se puede detectar un signo de tal dilatación en el hecho de que Montfort consagra al culto mariano dos libros bien estructurados y articulados: el Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen y El Secreto de María. No hay que descuidar sin embargo. Boudon.. el encuentro con María se convierte en encuentro con Dios. fuente y culminación del itinerario del hombre hacia su plenitud. sino su forma mejor y más santificadora. que pide Montfort a los cristianos. lleno de estupor: “Oh altura incomprensible! Oh anchura inefable! Oh grandeza sin medida! Oh abismo impenetrable! “: VD 7. expresión que no se encuentra antes de él y que escribe en caracteres tres veces mayores al comienzo del Tratado. son citados varios hechos culturales de la época barroca. 161. Ante los dones y las virtudes de María. La búsqueda de la optimación no podría ser más explícita en los dos tratados de Montfort.. es fundamental su experiencia espiritual. Crasset. Al considerar luego que “María es digna Madre de Dios”. SM 28-42 En cuanto a la grandeza de María. Según la tradición. “sublime y divino mundo de Dios. De esta excelencia fluye la expresión De María nunca se dirá lo suficiente. Esto explica cómo. 117. Camus. Barry. Por su constitución misma. “Enmudezca aquí toda lengua”: VD 12. que preconiza una verdadera forma de espiritualidad cristocéntrico-mariana cuya intensidad y extensión son difíciles de superar: VD 158-168. La acogida de María y la entrega total a Ella. 179-181. Los Rios: VD 26. Bernardin de París.. la actitud de Montfort se hace apofática: renuncia a las imágenes y elige el silencio. lleno de bellezas y tesoros inefables”: VD 6. pero conoce también a Spinelli. barroca y crítica. Y cuántas veces me he consagrado a Ella!”: SM 66. 159. sino que jamás 24 . El cita las obras de Poiré. Montfort no escatima elogios para reconocerla: “excelente obra maestra del Altísimo”: VD 5.A causa de su relación particular a la Trinidad. Montfort no quiere decir con ello que hay que hablar siempre de María. a quienes resume en su Cuaderno de notas.he aceptado a María por tu don más precioso. en el Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen. d’Argentan. finalmente. alejando de ella definitivamente a los 25 . estrella. vaso. de la naturaleza y de la gloria”: VD 12. No obstante todo lo que hemos afirmado hasta ahora. VD 10. María es “el milagro de los milagros de la gracia. Aun siendo “Virgen singular y milagrosa”: VD 35. mostrando en María no una madre posesiva o acaparadora. Montfort prefiere los símbolos del alimento y del camino.”: VD 35. se pueden contar por lo menos 80 símbolos con los cuales presenta a María de manera concreta. Y no duda en apartarse de sus “mil falsas razones”: VD 64.. es seno. hay que notar que Montfort se deja interpelar también por la cultura crítica y pre-iluminista. y le están reservadas la formación y educación de los grandes santos. es vía o camino. y de sus actitudes que “hacen un daño incalculable a la devoción a la Santísima Virgen. porque es madre que acoge en la intimidad. porque es camino hacia la madurez.. María es templo. trono. porque conduce hacia Dios.. Colmada de la gracia del Espíritu Santo. Montfort no duda en acentuar la obra de María tanto en el orden místico como en el salvífico. es aurora. 29-33. María es una pura creatura salida de las manos del Altísimo”: VD 14. de tal manera que llegó a un grado inmenso e incomprensible de gracia”: VD 44. María es ejemplo y formadora de vida mística: es un “vaso espiritual. 260. tierra. conoce los críticos de la devoción a María y escucha el eco de Widenfeld: VD 64 y 93-94. molde. vemos nuestra propia naturaleza”: VD 85. y “servidora del Señor”: VD 72. es “de todas las creaturas la más conforme a Jesucristo”: VD 120. Montfort utiliza con frecuencia el simbolismo para expresar la realidad de María.dejamos de honrar a la Madre de Dios con tributos de “alabanza. Su clasificación según la fórmula propuesta por Durand-Bernard hace evidente la presencia de las dominantes de verticalidad. En efecto. A pesar de la inferioridad de la mujer en el siglo XVII. No hay en Ella nada excesivamente sublime o deslumbrante. pues es anunciadora de vida renovada. alimento. canal y puerta. sino que acoge a los fieles para incitarlos a progresar espiritualmente. “siguió creciendo de día en día y de momento en momento en esta doble plenitud. La cooperación salvadora de María comienza en su consentimiento a la encarnación y al sacrificio de Cristo: VD 16-18. respeto. En el Tratado. amor y servicio”. luna. y continúa en la concepción espiritual de los hijos de Dios y en la distribución universal de las gracias”: VD 25. árbol. Dócil al Espíritu Santo hasta el punto de hacer un sola cosa con El: VD 258. y morada espiritual de las almas más espirituales”. “Modelo perfecto” de virtud: VD 46. VD 178. arca. paraíso terrestre. Al verla. camino y ciclo. Como muchos de sus contemporáneos. que habla a la imaginación y es rica en significado.. Montfort no le presenta un cristianismo de segunda categoría. de los abusos en la devoción a María. que “lo que dicen es verdad en cierto sentido”: VD 94. de la exigencia de precisión en el lenguaje que concierne a los títulos atribuidos a María. Montfort adopta sobre todo las claves de la cultura popular al presentar la devoción a María como “un secreto”. una “piedra filosofal”. en particular de los devotos presuntuosos que Montfort estigmatiza con palabras de fuego: VD 97-110. por ejemplo referentes al poder de María sobre Dios mismo: VD 27.. ni la afirmación de la distancia entre Dios y María. 248. elaboró Montfort una presentación de María y del culto mariano rica en valores. Dando confianza al pueblo. que. Presenta un libro ágil en el cual une principios teológicos y prácticas de devoción. llenas de citas bíblicas sobre Cristo principio y fin de toda devoción: VD 61-67. Mediante la triple presión cultural.pueblos so pretexto de desterrar abusos”: VD 93.. Sin los estímulos del ambiente pre-iluminista. como también surgen numerosas precisiones conformes al rigor teológico. 20. La cultura barroca y la cultura crítica. presentación que se impondrá a la espiritualidad pastoral a partir del redescubrimiento del Tratado en 1842. 82. De la exigencia crítica surge la denuncia de los falsos devotos de María. a la diferencia entre la mediación de Cristo y la de María: VD 84-85. actitudes profundas y expresiones exteriores. a los cuales dedica Montfort su Tratado: VD 26. es menos que un átomo. que se inserta en la primera modificándola. Recurre a lo “maravilloso” y acepta sin mucha exigencia crítica relatos e historias edificantes. casi como una receta sencilla y eficaz: SM 1. Valora las procesiones y peregrinaciones. 152-168. Recurre a imágenes y comparaciones propias de la sabiduría popular: VD 78. “comparada a su Majestad infinita. pues sólo El es “El que es”: VD 14. 264. no tendríamos las magníficas páginas del Tratado. de la primacía de Cristo. sino una espiritualidad cristiana orgánica y completa que incluye la entrega de toda la vida a Cristo por María. compone cánticos y funda asociaciones y cofradías: expresiones que responden a la sicología de las masas. Admite sin embargo. Montfort es sensible sobre todo a nivel del marco salvífico. o mejor no es nada. 26 . que corresponden al gusto popular: SAR 33. El destinatario influye en la elección de Montfort. 147. como también del lenguaje místico y contemplativo de Bérulle y de la enumeración de prácticas adoptada por Barry. a la necesidad hipotética de María: VD 39. 181. están ambas amalgamadas por la cultura popular de los “pobres” y de los “sencillos”. Por la confrontación con la corriente crítica. VD 11. quien se aparta del gran volumen de Poiré: VD 28. . Se ha podido resaltar en sus escritos. pero que “se hizo fecundo por María.CLARIDAD DE LA ESTRUCTURA Y PRECISIÓN DEL LENGUAJE El teólogo debe exponer de manera clara y en un lenguaje preciso las verdades de la salvación. rectificando oportunamente las afirmaciones precedentes a fin de eliminar todo equívoco. sus motivos: VD 135-182. Establece la naturaleza de la perfecta consagración a Jesucristo por manos de María: VD 120-134. sin por ello eliminar el sentido del misterio. que ha llamado la atención de tantos sabios. 41. No porque 27 . su figura bíblica: VD 183-212. 5. reduce al acto su propia fecundidad. su Esposa”: VD 20. de quien ha tenido a bien servirse. Un ejemplo de esta manera de proceder es el pasaje bien conocido de VD 20-21 sobre la fecundidad del Espíritu Santo. posee la fecundidad o capacidad de producir tanto como el Padre y el Hijo. Montfort toma este pensamiento de d’Argentan y de Bérulle . Inmediatamente siente la necesidad de precisar su afirmación: “No quiero decir con esto que la Santísima Virgen dé al Espíritu Santo la fecundidad. es importante notar el cuidado típicamente teológico con que Montfort evita toda expresión imprecisa o errónea. con el fin de fijar bien su enseñanza en el espíritu de sus oyentes. Establece divisiones y subdivisiones. sobre todo en ASE. como si no la tuviese. Ahora bien Montfort hace gala en todas sus obras de una gran claridad de lenguaje. SM 24-27. Montfort afirma que el Espíritu Santo es “estéril en Dios. pero retoma la doctrina de Santo Tomás de Aquino: S. Aun respecto de la sumisión de Jesús a María. y sus prácticas exteriores e interiores: VD 226-265..Th I. siendo Dios. con vivo sentido del misterio y adopción plena del lenguaje clásico. una estructura bipartita: necesidad y naturaleza. sus efectos: VD 213225. Además del lenguaje claro y comprensible. tema que colma de admiración: VD 139. y como naturaleza: esencialmente fecundo. aunque de manera absoluta no necesita de Ella. SM y VD. las características de la verdadera devoción: VD 105-114. cf SA 15. produciendo en Ella y por Ella a Jesucristo y a sus miembros: VD 21. aunque no la reduce al acto al no producir otra persona divina. Montfort tiene cuidado de precisar que “María es Señora de la Sabiduría. es decir no produce otra persona divina “. Quiero decir solamente que el Espíritu Santo. Distingue por ejemplo las diversas nociones de sabiduría: ASE 13. ya que. las diferentes categorías de falsos devotos: VD 92-104. por intermedio de la Santísima Virgen. teniendo en cuenta lo dicho del Espíritu Santo como persona: estéril in actu. 156-157. 86. a los espíritus fuertes e hipercríticos de su tiempo. la esclavitud de la Santísima Virgen. que a todo le encuentran dificultades. 164. Laurentin hay que reconocer sobre todo en el cristocentrismo uno de los méritos más originales de San Luis María de Montfort. le está sometido.. que es el camino y medio para llegar a la meta”: VD 245. y no de María. como muchos lo han hecho hasta ahora: el esclavo de María. 28 . conforme al uso de la época.”: VD 244. y para tener una visión global que no se detiene en el medio. Blasfemo sería pensarlo o decirlo”. “nuestra Mediadora de intercesión”: VD 86 Con R. Montfort aporta una contribución muy clarificadora. que es Jesucristo. Montfort distingue cuidadosamente a Jesús: “nuestro Mediador de redención”: VD 84. Montfort la explicita reconociéndole la primacía axiológica. de María. Igualmente. sino que hace una distinción esencial de la función proclamando con términos inequívocos la unicidad de la mediación de Cristo: VD 61-67. al dirigir explícitamente esta consagración a Cristo y a Dios Solo. que es verdadero Dios. que María como Madre de Jesús “tiene autoridad sobre El y El.. Juzga legítimo hablar de “esclavitud de Jesús” y “esclavitud de María”: VD 244. heredero de la corriente de los esclavos de María iniciada en España a finales del siglo XVI: 1595. Aunque en sus predecesores la referencia a Cristo con frecuencia está ausente o implícita. no se preocupa. propia de él. corriente en su época. Montfort juzga verdaderas las dos expresiones “esclavitud de Jesús” y “esclavitud de María”. sino que da la prioridad al fin: tomar “el nombre de esta devoción preferiblemente de su fin último. pero prefiere decididamente la denominación cristológica a la mariana: “Observa que digo ordinariamente: el esclavo de Jesús en María. Y agrega. Respecto del lenguaje. y por eso utiliza con sencillez y sin ningún escrúpulo una u otra. obró una revolución en el vocabulario de sus predecesores. y difundida por todas partes en menos de medio siglo. 8386. Pero creo que es preferible decir: el esclavo de Jesús en María. en cierto modo. El supera el lenguaje mariocéntrico. en la cual no se explicita la función del Espíritu: VD 86. Un dato histórico importante es que Grignion de Montfort. No equipara Jesús a María.sea superior o igual a la Sabiduría divina. por una “conversión teocéntrica”. como lo aconsejó el Señor Tronson. la esclavitud de Jesús en María”: En verdad se puede decir. sobre la mediación de Jesús y de María. porque así lo quiere”: ASE 205. Aceptando la teoría de los tres grados. Sin embargo prefiere deliberadamente el lenguaje cristológico por dos razones: “para no dar ocasión de crítica sin necesidad”: VD 245. refiriéndose a la economía de la encarnación. al mismo tiempo. como al medio perfecto escogido por Jesucristo para unirse a nosotros. como lo hace Bérulle. Gran conocedor de la cultura popular. Robert Mandrou. El carácter cristocéntrico de la espiritualidad monfortiana emana de su fundamento que es el bautismo. como a nuestro fin último. Montfort aplica a María la consagración como entrega total y perpetua. ya que consagra “a Nuestro Señor. como a nuestra meta final. al cual debemos todo lo que somos. observa: “Grignion de Montfort. Precisando claramente que este tipo de consagración hace reconocer nuestra dependencia respecto de Cristo como creaturas y como rescatados. sin implicar por tanto el amor sumo propio de la adoración. INCULTURACIÓN A LA MEDIDA DEL PUEBLO Montfort es reconocido por diferentes autores como un mediador típico de cultura popular . como a nuestro Redentor y a nuestro Dios”: VD 125. se preocupa de injertar en ella la más alta mística y el cristocentrismo más riguroso . en vez de talar la vegetación abundante de la cultura devocional. al hablar de Montfort con relación a la evangelización del pueblo. En vez de yuxtaponer las dos consagraciones.”: VD 125. A la Santísima Virgen. es ciertamente uno de los escasos clérigos de la Iglesia de Francia que comprendió la necesidad de renovar la enseñanza eclesial a favor de los pobres. Aunque utilizó las obras de sus predecesores. pues implica “una perfecta renovación de los votos y promesas del santo bautismo”: VD 120. es decir de la gran mayoría de la población francesa” . pero en el plan de la dulía o veneración. y de su fin último que es Jesucristo.La meta cristológica de la devoción mariana toma nuevo impulso en la parte central y más original del Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen: VD 120-131. en Montfort la entrega a María tiene por objeto alcanzar la donación perfecta a Cristo: “Nos consagramos . a la Santísima Virgen y a Jesucristo. Montfort alcanza un objetivo ignorado hasta entonces o apenas abordado por ellos: la identificación entre la consagración a Cristo como renovación perfecta de las promesas bautismales y la entrega de sí mismo a María . 126. y unirnos a nosotros con El. que. Unirnos a Nuestro Señor. y constituye por tanto un acto de adoración. 29 .. a principios del siglo XVII. CT 17. Así. la Eucaristía. los valores. Montfort propone la devoción mariana como secreto. Para satisfacer la experiencia popular que requiere de una palabra acorde a un programa. 248. las exigencias profundas. Al cambiar sus vestidos con los de un andrajoso. ésta había ya realizado una profunda transformación en la Iglesia de Francia. conservar o repetir? El análisis de su personalidad evangélica y misionera pone de relieve su originalidad. Montfort acepta con distinciones: SAR 33. La época de las iniciativas del clero francés de 1650 a 1690. la consagración mariana como camino maravilloso de santidad: SM 70. es su participación en la vida del pueblo. 113. sin ninguna entrada fija: C 10. y emplea relatos e historias maravillosas: 30 . y que se aprende progresivamente por la experiencia. El primer elemento de novedad que distingue a Montfort de los misioneros que lo precedieron y de los sacerdotes hechos a la mentalidad clerical y burguesa. medio y camino fácil. los gustos y las expresiones. renunciará a los beneficios eclesiásticos y a las misiones “fundadas”. medio particularmente eficaz desdeñado por los espíritus fuertes: SAR 4. El compartir la vida con las clases más pobres del pueblo llevó a Montfort a adoptar la cultura popular hasta asimilar y apropiarse sus palabras claves. Contra la mentalidad sabia y crítica. 264. VD 111. Presenta además el Ave María como piedra de toque para distinguir a los elegidos: SAR 50-51. Montfort presenta como “secreto” la persona de María y las maravillas que Dios ha obrado en Ella: SM 20. A pesar del peligro de prestarse a las recetas. las misiones populares y las obras de espiritualidad. corto. la cruz: ASE 167-168. Por eso utiliza con agrado la palabra “secreto” para indicar algo misterioso. Montfort recurre al lenguaje de lo maravilloso para traducir los misterios de Cristo y las obras maravillosas de Dios. el rosario. 23-24. VD 177. cambia su condición sociológica. perfecto y seguro: VD 152-168. ASE 71. ya había pasado: qué le quedaba pues por hacer a San Luis María. Comprendió que no podía imitar a Jesucristo y evangelizar a los pobres sin hacerse pobre él mismo. 220. incomprensible sin la gracia del Espíritu Santo. se contenta “con la comida de los pobres. 119. VD 64. 82. 177. de una cierta receta eficaz. como la institución de los seminarios. la cruz y la limosna como piedra filosofal que transforma la tierra en cielo: AC 26. de una fórmula sencilla. es decir de los pobres. tanto en sus opciones como en los métodos empleados y en el contenido de su predicación. la enseñanza escolar. el lenguaje. y se encuentra a gusto entre ellos.Cuando Montfort aparece en la escena de la pastoral postridentina. componiendo Cánticos populares: compuso alrededor de 24. por ser los más disponibles a la sabiduría de Dios. Montfort tiene un gran aprecio por las gentes sencillas y los pobres. Responde también a la exigencia de las gentes que gustaban apoyarse en los comportamientos establecidos. C 34. La aceptación de la cultura popular no dispensó a Montfort de un doble esfuerzo: combatir las expresiones no asimilables por el cristianismo. la institución popular por excelencia que reúne en las tardes grupos familiares para escuchar. es una descripción realista de su situación dolorosa. centrada generalmente en la frase: 31 . en las prácticas y reglamentos. El exige la toma de conciencia y la renovación personal de las promesas del bautismo. Cristo mismo se hace pobre y se oculta misteriosamente en los pobres y en los que sufren: CT 17. el paso de un cristianismo por poder a una elección consciente de Cristo por María: VD 126. y presentar un programa serio y comprometido de vida espiritual. sino que les promete su intervención de justicia y de bondad. la actitud más o menos mágica que se limita a la recepción de los sacramentos. VD 54. con cierta frecuencia. comunicar. Como experto en sicología de las masas. El misionero teólogo combatió el riesgo principal de la religión popular: la separación entre culto y vida. es decir los pecados y las incoherencias del pueblo.SAR. a los pobres y a los humildes. Dios no los censura. la consagración total de sí mismo para el tiempo y la eternidad. porque sabe que las narraciones son medios necesarios para comunicar en verdad con las gentes del campo alérgicas a los discursos abstractos. La santidad consiste en ser espiritualmente pequeño: AC 31.000 versos. cantar. Esta opción por el pueblo sencillo y pobre responde a una visión teológica asimilada en la Sagrada Escritura. la incoherencia entre la fe cristiana y la conducta de todos los días. A este fin apuntan su predicación. Montfort añade una serie de prácticas sin las cuales el pueblo no hubiera podido retener nada de lo que había prometido. 14-15. El Cántico 18: Los gritos de los pobres. La actitud de Montfort para con la gente sencilla consiste ante todo en escucharla y combatir los prejuicios de que es víctima. según la cual el Reino de Dios se ofrece solamente a los pequeños. luego de los compromisos esenciales de fe y de entrega a Cristo por María. En el Contrato de alianza. valora la velada. y proponiendo el rezo del rosario en común ante una estatua o imagen de la Virgen. como en el Magnificat: CT 18. 7. fundando asociaciones o cofradías a las cuales daba reglamentos. Como hijo de un abogado. que fuera a la vez comunión en sus misterios y consagración de toda la vida” . está seguro de obtener la confianza de la gente y de atraerla a la entrega amorosa a María y a Jesús por manos de María. no a un cristianismo de formato reducido. la meditación. convencido de que los verdaderos cristianos son los santos. la confesión al menos cada mes. VD 169. En el Contrato de alianza. la configuración con Cristo y el recurso a María para lograr la fidelidad a las promesas del bautismo. Grignion de Montfort creía en la gente y le ofrecía una espiritualidad orgánica. San Luis María insiste en el poder y la bondad reales de María glorificada: VD 28. que considera como una meditación profunda adaptada al pueblo y que responde a ciertas exigencias de su tiempo: SAR 75. más aún mistagógica o guía espiritual. como también las diferentes iniciativas de su misión: la procesión que organizaba el día de la renovación de las promesas del bautismo. que pide la renuncia de sí mismo. Insiste especialmente en el rosario. Montfort exige del cristiano un abandono activo y permanente a Jesucristo. Jesús mío”. sin contar la hora mensual de adoración. sino a una unión mística. para “declarar sencillamente la verdad” pues se dirige “particularmente a los pobres y sencillos”: VD 26. cuando es posible. tales prácticas son la Misa. resalta mejor que cualquier otra cosa el esfuerzo de San Luis María para integrar piedad popular y compromiso cristiano. 32 . 215. Montfort deja de un lado en él las citas eruditas. y me adhiero a ti. a sus pompas y a sus obras. 4-5. había percibido la importancia de los pactos y de los contratos en una época en la cual reinaba el espíritu jurídico.“renuncio al demonio. el Tratado de la Verdadera Devoción aparece como un libro de espiritualidad mariana popular. En esta perspectiva. Pedía a los cristianos que ratificaran un Contrato de alianza con Dios por el cual se comprometían. 52. El cántico Reglamento de un hombre convertido en la misión traza un programa de cristianismo ferviente que exige un corazón indiviso y prácticas fervorosas: CT 139. Madre y Reina de los hombres. 41. En resumen. que lleva a la experiencia mística de la presencia de María en el alma y de la paternidad del Dios de Amor: SM 21. Para decirlo en forma más clara: exigía de todos los bautizados la santidad de Cristo. el retiro anual. la conversión. Por eso. sabiendo que sólo por tal representación de María. a “una relación personal con Cristo. el rosario y el examen de conciencia. aun antes de trazar la imagen evangélica de María. .. Aspira a “gustar” y “hacer gustar a los otros”: ASE 10.24. mediación única y centralidad salvífica de Cristo: VD 60-67. 187... 39-40. El misionero critica sin lástima a los expertos en la fe. críticas o jansenistas.. Se distancia de los teólogos académicos que se acercan a la verdad haciendo abstracción de la perspectiva espiritual o devota: “hablo de los cristianos católicos. 223-225. una opción fundamental por Cristo. 121. 28-32. CT 2. ya que busca esencialmente la salvación y la perfección 33 . a María y a los santos: CT 14. o son ya súplicas a menudo llenas de tristeza: CT 47. Luis Grignion deja la Sorbona y opta decisivamente por la “ciencia de los santos”. PERSPECTIVA ESPIRITUAL PARA UNA EXPERIENCIA CRISTIANA PROFUNDA La teología de Montfort no es comprensible fuera de la santidad y misión de la Iglesia. seca. no te conocen a ti. 53-57. como en otro tiempo la de los Padres. 63. relación de María con la Trinidad: VD 14-36. El equilibrio entre teología y devoción. la Sabiduría de Dios. entre espiritualidad y práctica.Montfort optó por la tradición y por el pueblo.. al Espíritu Santo y a María: SM 66-69. Desde su estadía en los seminarios de París. 193. y por tanto por la “sabiduría de la cruz”. estéril e indiferente”: VD 64. condenación de los falsos devotos: VD 92-104. en lo concerniente a sus valores cristianos: grandeza de Dios y humildad de María: VD 14. que él experimenta. ni a tu santa Madre. a Jesús. 2-5. presenta un carácter sapiencial.42-46. hace del Tratado un punto de referencia del culto mariano y de la dimensión mariana de la espiritualidad en la Iglesia. 65 93. 14. Se diría que no interrumpe el diálogo con Dios cuando tiene que hablar de sí mismo. 111. que haciendo profesión de enseñar a los otros las verdades. 22. 103. pero estuvo atento a las nuevas tendencias. Por eso San Luis María dirige oraciones a Cristo Sabiduría: ASE 1-2. entre lenguaje popular y experiencia personal. La consagración cristocéntrico-mariana propuesta en el Tratado es un camino eficaz para vivir un cristianismo maduro y responsable y para poner por obra. 78. 31-39. su teología. y aun de los doctores entre los católicos. sino sólo de manera especulativa. 23. 24. 90. 126. al aceptar una devoción afectuosa y manifestada exteriormente. que no la viven: VD 26. 81-84. y añade la súplica que San Agustín dirige a Jesús: VD 67. Tras las oraciones que revelan una dimensión espiritual en Montfort. 124. en la estela de la servidora del Señor. Los Cánticos terminan con frecuencia en plegarias dirigidas a las divinas personas. 61. que equivale a la “unión divina”: VD 164. VD 266-273. 37. XVII. y no solamente un conjunto de prácticas piadosas”. ya que propone “un sistema de espiritualidad. que reviste diferentes modalidades: adquisición de la Sabiduría: ASE 203. se vive todos los días el misterio pascual en su doble ritmo de renuncia y entrega pedido por la perfecta consagración a Cristo. VD 20.cristiana. ASE 140. formación del devoto de María y discípulo de Jesucristo: VD 111. La vida espiritual no se encierra en la vida devota. sino que se hace testimonio y evangelización en el mundo. realizada por nuestra inmanencia en Cristo y la de Cristo en nosotros: ASE 214. Esta experiencia cristiana se realiza concretamente en la comunidad eclesial por los sacramentos. CONCLUSIÓN La presente exposición ha puesto de relieve los aspectos más evidentes de la doctrina de San Luis María de Montfort. 220-222. En sus escritos. mostrando el fundamento sólido del título de “teólogo de clase” que le atribuyó Juan Pablo II. en efecto. sobre todo el de la Eucaristía: RM 56. según A. y la fase mística de comunión con Dios-Trinidad. Este partió de 34 . que implica la renuncia a Satanás y la donación de sí mismo como renovación de las promesas bautismales: VD 120-130. Lo que Montfort propone a la Compañía de María y a los apóstoles de los últimos tiempos vale para todos los que se consagran a Cristo por manos de María. a más de VD y SM. El ha unido “en un todo homogéneo ciertos puntos de vista de los cuales clarificó algunas partes y desarrolló hasta el final las consecuencias prácticas” . una forma especial de vida interior. el título de “cabeza de escuela de espiritualidad”. se cumplen la fase ascética de despojo del hombre viejo. Los misioneros deben dejarse guiar por el Espíritu Santo sin impedimento de orden afectivo o económico: SA 7-9. Lhoumeau. Hay que reconocer a Montfort. Montfort emplea un estilo parenético orientado siempre a un fin espiritual. Montfort atribuye un papel decisivo a la devoción a María: ASE Cap. 212. “transformación de sí mismo en Jesucristo”: VD 119. Con María. crecimiento del árbol de vida: SM 70-78. y por la fidelidad a la obra del Espíritu Santo: VD 258. En otras palabras. SM 56. En el itinerario de formación para alcanzar la perfección cristiana. . ni se detuvo en la devoción a María.. quien desempeñó para él la función de un excelente teólogo espiritual. Lhoumeau. se le cita y recuerda únicamente a propósito de su doctrina mariana.y. y de ello tenemos numerosas trazas. El lector queda impresionado por el tono de los escritos de Montfort. Para él no se trata de razonamientos ni de especulación. sino de un hecho concreto incontestable. sirviendo de terapia contra la independencia respecto de Dios propia de nuestra época. registradas todas. La vie spirituelle. Por otra parte. de la redención y de la Trinidad.su experiencia personal que lo condujo a reconocer en el autor del Tratado de la Verdadera Devoción al verdadero mistagogo o guía espiritual que conduce de manera segura a una mayor comprensión del misterio cristiano. No hay que olvidar tampoco que Grignion de Montfort.. Al respecto Montfort espera que se le haga justicia. Es la vida cristiana misma valorizada por la comunión con Aquella que es el modelo de consagración a Cristo el Señor.. Aunque esté ligada a las culturas de su tiempo. Se afirma que la espiritualidad mariana de Montfort responde a las necesidades de nuestro tiempo confirmando las verdades fundamentales del cristianismo. Mirando toda la producción teológico-espiritual de Montfort y no sólo el Tratado. mutilando las partes más vitales de su pensamiento espiritual y tildándolo de excesivamente unilateral. en su predicación y en su acción pastoral. La repetida lectura del Tratado no se limitó a resaltar aspectos periféricos del cristianismo. puestas en evidencia y evaluadas seriamente. pero siente a la vez repugnancia por las devociones afectadas y excesivas....se nos adelanta”: A. uno de los méritos de San Luis María es haber sacado la devoción mariana del dominio de las prácticas piadosas facultativas. sino que condujo al joven seminarista a los altísimos misterios de la encarnación. Es reconocida la actualidad de Montfort: “es de su siglo. sabía presentar bien el misterio cristiano en todo su contenido. es urgente salir de la reducción injusta de su mensaje a la enseñanza mariana.14. Como ya se ha resaltado. De hecho con demasiada frecuencia. el misionero popular. basándola en el sacramento del bautismo y dándole así una orientación cristológica y eclesial. la espiritualidad monfortiana presenta una riqueza inagotable y un atractivo para el mundo contemporáneo. despertando el 35 . Así se comprende el juicio maduro en el espíritu de Juan Pablo II respecto de Montfort. Las interpretaciones son variadas. y lo llevó hasta consagrar toda su vida a Cristo por manos de María.. el atributo de “teólogo de clase” adquiere una consistencia aún más amplia. persuasivo y directo al corazón. con María. Al final del II Milenio. el Hijo y el Espíritu Santo. Amén”: SA 30.sentido del bautismo y de la entrega de sí mismo a Cristo e incitando a descubrir el misterio de la encarnación. Entonces cesarán el éxodo espiritual y los viajes apostólicos para dar lugar a la última palabra de la teología. lo lanza por los senderos del tiempo y lo proyecta hacia los últimos tiempos y a las últimas realidades. sino esencialmente dinámica. crece la actualidad de Montfort a la vez como “teólogo de la Sabiduría eterna” y como profeta de los últimos tiempos. A su contacto brota espontáneamente la doxología o alabanza al plan trinitario de la salvación que se desarrolla en la historia por el encuentro con las divinas personas: el Padre. el silencio que desborda en alabanza: “Que no haya sino un solo rebaño y un solo pastor y que todos te den gloria en tu templo. La doctrina de san Luis María no es estática. la Iglesia y el mundo. suscitando en ellos el sentido de la misión y de la disponibilidad al plan de salvación a ejemplo y bajo la guía de María. 36 . Montfort se ha mostrado tal por su vida y por sus escritos. San Luis María no solamente muestra a Cristo como Maestro de Sabiduría que ilumina y da sentido al camino del hombre. pues adiestra al lector. Si “teólogo de clase” indica una experiencia profunda del misterio y una excelente manera de comunicarla. sino que coloca a los cristianos en el tiempo del Espíritu Santo.
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