Allouch Una Mujer Sin Más Allá

March 19, 2018 | Author: Silvio Mattoni | Category: Jacques Lacan, Quotation Mark, Friedrich Nietzsche, Truth, God


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Jean AllouchUna mujer sin más allá La injerencia divina III Algo pasa, no caben dudas, independientemente de lo que pensamos y nada es tan importante como emparejar esas dos clases de acontecimientos. Que uno falla y que no habrá hecho más que ensuciar el papel. Pierre Bergounioux1 1 Correspondencia privada, carta del 29 de noviembre de 2013. un fantasma. una carta muy conmovedora a la que adjunta el único poema que escribió alguna vez. un más allá ejemplar. . franqueando un paso (un abismo). sabe qué hacer con su hilo. Empezando por Dios. 2 A tal punto que tuve que escribir “Otrosexo” (El amor Lacan. en esp. el que juega esta partida desde hace más de un siglo en Occidente. p. corporifica (el Otro forma sexo2). y sin más allá”. Así lo ama. ese verdugo es también un mendigo al que acoge volviéndose su prisionera. única. coquetas. perras. que se ha ido lejos a buscarla. maniquíes en vidrieras. EPEL. Resulta sorprendente que el psicoanálisis tome tan poco en cuenta esa injerencia divina. Lo comprueba el hecho de que su inimaginable aparición permite percibir retrospectivamente que se dedicó mucho para proveer a ese objeto de un más allá (a lo cual él mismo contribuyera. lo apacigua. Actualmente se cuentan 56000 dioses en este mundo. No obstante. zorras. domeñar el goce excesivo que padece su amante. Ella es la chica del campo. ella lo sabe. Buenos Aires. París. un impedimento.: El cuenco de plata. creyendo que hallaba tranquilidad). es una mujer sin más allá (diremos por qué le resulta conveniente el perfecto nombre de “objeto”). Nietzsche traza su retrato: libre. es “una mujer en sí misma. como también lo es Ariadna en su acoplamiento con Dionisos. cuya cercanía lo despierta. su fantasma. 2009. 2011]. Dios. ¿Con qué amor la habrá amado el joven filósofo Ferdinand Alquié? Jacques Lacan se dedica a reducir su obsesión por ella: le hace llegar a su amigo. Única. recibe ese don en su carne. Salieron a la luz rozando una actualidad cuando ellas no tenían lugar para ser dos singulares historias de amor donde se distingue un rasgo – un primer rasgo – que les es común: el objeto. coloniza el lugar del Otro produciendo un efecto deletéreo. 314 y 337) [ed. De los cuerpos. la amada. lo sepan o no.Introducción Ellas eran chicas de ciudad. mujer sin más allá. es un dios declarado muerto. de sus maneras de gozar. Es un acontecimiento en la historia de las figuras del amor en Occidente. es decir. ¿En dónde? En el “lugar del Otro” ligado a lo femenino (el así llamado “otro sexo”) y que Lacan. ¿De qué se encargan? Configuran la erótica de aquellos que los han elegido. prostitutas. que forme con ellas dos un trisquel. la existencia de Dios. La efectiva muerte de Dios. La injerencia divina en la erótica será pues considerada no en donde actúa contrariamente. París.: El cuenco de plata. permite tal localización. lo suficiente sin embargo como para obtener su liberación del asilo y. como encinta. se deslizan una sobre otra. sin lograrlo del todo. en esp. Buenos Aires. 3 Jacques Lacan. no solamente puesto en dificultades sino bloqueado en su movimiento. Alquié y Nietzsche ofrecen esos dos casos.: El cuenco de plata.¿Qué significa un impedimento? La etimología. un rebaño al cual. impedicare. No obstante.). Schreber teólogo (París. en esp. que suman tres con Schreber. 20. El título del primer volumen precisaba cuál era su orientación: los Prisioneros del gran Otro (París. La angustia. p. sino más extrañamente en donde se pudo apartarla. Dos líneas que se cruzan no localizan un punto. pertenece cualquiera. Ediciones de la EHESS. Epel. cierto desprendimiento del goce divino. Epel. 2004. vale decir. y sólo la intervención de una tercera. aunque frágilmente. segundo tomo de la trilogía La injerencia divina que se cierra con el presente volumen. 5 Véase Jean-Claude Passeron y Jacques Revel (dirs.5 Mientras que Schreber encontraba un ángulo para volver moralmente compatibles la erótica humana y el dominio de Dios sobre el goce. puede ocurrir que una experiencia erótica supere ese impedimento. su segunda muerte. más radicalmente. el término definitivamente puesto a su existencia fantasmal.4 Pensamos aquí por caso. 2014]). Buenos Aires. 2013]). Penser par cas [Pensar por caso]. Porque sí. 4 Véase Jean Allouch. Y sin duda que ya es una manera de eximirse de ella. estaba embarazada de él. y confirmando por lo tanto. según Lacan. Daniel Paul Schreber lo intentaba practicando el autocoito. preso en una trampa. según señalaba Lacan. 2013 [ed. . los otros dos casos cuya lección intentaremos extraer ahora sólo pudieron ocurrir una vez que Dios se reconoció como muerto. 2012 [ed. lo aclara: el sujeto que “avanza hacia del goce”3 es detenido en el camino. 2005. es condición de posibilidad para que el objeto mujer pueda verse desembarazado de su más allá. París. Seuil. . col. Como oyente de mi seminario cuando presentaba. ampliamente auxiliado por la obra de Barbara Stiegler. “Épiméthée”. rara y molesta de Lacan (13 de marzo de 1973) según la cual el goce de la mujer sigue siendo el lugar en donde Dios todavía no hizo su salida. 2011.Así intentaremos esclarecer la afirmación tan inesperada.6 el modo de acoplamiento al que se entregaban Dionisos y Ariadna y que los liberaba a ambos. Por lo cual le agradezco. Chantal Maillet se adelantó en primer lugar para preguntar: “¿No le habrá soplado eso en el oído Lou a Nietzsche?” De donde surgió una decisión. París. PUF. 6 Barbara Stiegler. que Chantal Maillet tuvo a bien escribir. Nietzsche y la crítica de la carne. cuyos efectos se leerán aquí mismo. Nietzsche et la critique de la chair. en el capítulo IV. Primera parte Ferdinand Alquié. Jacques Lacan . Amélie Grimal. “tratar de descubrir”. parecen en verdad proveer a la mujer de un más allá. despojado de todas sus relaciones externas y de alguna . Y por lo tanto esa idea es lo que resulta conveniente formular ahora. un término que no deja de recordar la concepción lacaniana del análisis como ciencia conjetural (“saber conjetural” sin dudas sería más adecuado para el último Lacan). en el análisis. especialmente las elípticas y no tomadas en cuenta que vinculan la mujer con Dios. durante la sesión del 9 de enero de 1973 del seminario Aún. y no menores. De modo que se va a tratar de una inquisición. Nietzsche escribió: “Con la noticia de que el ‘viejo dios ha muerto’ nos sentimos tocados por los rayos de una nueva aurora”. el de “una mujer en sí misma y sin más allá”. esa mujer. Otros enunciados en cambio. según el caso. Del latín inquerere. en el análisis. pero que bien podría modificar en el movimiento mismo de la explicitación. El más allá como tal y una mujer no han sido articulados. dos figuras que parecen en principio extrañas. Aclara que “percibió el objeto tal como era. Tenemos una determinada idea de lo que habrá que sacar a la luz y que lanzamos de alguna manera hacia adelante. que en cuanto sujeto está “en alguna parte ausente de sí misma”. cuanto menos se propone introducir aquí en el campo freudiano una problemática hasta ahora nunca tenida en cuenta. juntos o separados. Podemos llamarlo conjetura. Aquello hacia lo cual nos dirigimos no es necesariamente lo que vamos a encontrar. o a Dios con la mujer. descabelladas. cuando no inconvenientes. De entrada está funcionando lo que Freud llamaba una “representación de meta”. “Inquirir algo” es procurar saber. ¿Qué conjetura? La que anuncia el título Una mujer sin más allá. Indagar depende de una temporalidad específica: la anticipación.Capítulo I ¿Qué hay en la almendra? En el parágrafo 343 de La gaya ciencia. sobre una mujer con más allá. o ambas cosas. Incluso sería posible que ciertas afirmaciones de Lacan lleguen a desmentir un tanto esta observación. por lo menos explícitamente. Sin ir tan lejos como él en el anuncio. Fue una obsesión. ya que impuso el procedimiento de la indagación. joven amante desesperado que escribía en sus Cuadernos el encuentro que lo volvió “chiflado” (Jean Genet). El título está tomado de una expresión de Ferdinand Alquié. Nunca se trató explícitamente sobre ella. una idea que la indagación se supone que encontrará. como cuando Lacan la denomina “no toda” aclarando. y tampoco. Frecuentaba entonces a Jacques Lacan. 8 Oscar Wilde. L’Unebévue. Como contrapunto. 2006. Flammarion. en Pierre-Antoine Fabre. psychanalyse. en su realidad”.manera captado en sí. L’Impensable qui fait penser. cuánto te amé! Aún te amo. La Trinidad o el Cristo son 7 Ferdinand Alquié. Lacan habría reaccionado con el envío de una carta y un poema cuyos arcanos ya han sido investigados. O bien: una mujer “cuya realidad de carne limita mi horizonte y que me impide creer en Dios”. nº 17. a menudo.9 luego por Annie Tardits10. hasta su relación con una mujer sin más allá. Annie Tardits y François Trémolières (dirs.7 Una experiencia semejante se presenta a la inversa de lo que sucede con el Iokanaan de Wilde que por su parte se encuentra impedido [empêché] (en pecado [en péché]) siquiera de ver a una mujer que lo ama. p. ¿En qué medida la carta y el soneto de Lacan habrán respondido al surgimiento en alguien cercano de esa “mujer en sí misma [subrayado mío] y sin más allá”? Entendemos “responder” en el doble sentido de “responderle” y “responder por ello”. primero por Annick Allaigre-Duny. Sólo te amo a ti… Tengo sed de tu belleza. a mí… nunca me viste. París. 159-182. Salomé. Viste a tu Dios.: Galaxia Gutenberg. p. ¡Oh. Iokanaan. 2008]. Si me hubieras visto. donde se trataría de una mujer de alguna manera “provista” de un más allá. 9 Annick Allaigre-Duny. Y ni el vino ni los frutos pueden aplacar mi deseo. 2003. pero a mí. Enterado de la desesperación de su amigo. notas. vienen a la mente las mandorlas. como veremos. y te amé. Seuil. presentados por Paule Plouvier. “La melancolía del hiatus. Cahiers de jeunesse. Pour Jacques Le Brun. Barcelona. “A propósito del soneto de Lacan”. me habrás amado. primavera de 2001. théologie. L’Âge d’homme.). cronología y bibliografía actualizada (2006) de Pascal Aquien. padecía la acción divina que le hacía inaccesibles las mujeres. prefacio.8 Alquié también. en esp. Tengo hambre de tu cuerpo. Wilde escribió esta obra en francés a fines de 1891 y le envió su texto para corregirlo a Pierre Louÿs y a Marcel Schwob. un Cristo en majestad. un soneto inaugural de Lacan”. Iokanaan. representaciones numerosas en la pintura de inspiración cristiana11 de un sexo femenino ampliamente abierto donde se ubica la Trinidad o bien. . 2009. en ellos dos. aun cuando se acostara con ellas. es decir. 163 [ed. Iokanaan. filosofía y psiquiatría se daban la mano. Histoire. Yo te v. París. 144 y 147. 141. p. 10 Annie Tardits. José Corti. rey azul. miniatura.12 11 Para una exploración contemporánea de la mandorla por un pintor. In der Mandel – was steht in der Mandel? / Das Nichts. Ahí está. Y tu ojo . ahí está. Misal de Cambrai.: Obras completas. / . 1999]. Madrid. no llegarás al gris. La Nada está en la almendra. La rosa de nadie. Biblioteca municipal. no llegarás al gris. Mandorla En la almendra – ¿qué hay en la almendra? La Nada. Bucle de judío. Apoya al Rey. ahí está. Trotta. Almendra vacía. París. en esp. En la Nada – ¿quién está? El Rey. 16] Trono de gracia. trad. ms. / Es steht das Nichts in der Mandel. es decir. Así está allí. 12 Paul Celan. se podrá remitir a las obras muy numerosas que le dedicara Pierre Mabille (le agradezco a Éric Houser a quien le debo esta referencia). está. Bucle de hombre. 1963 [ed. Tu ojo frente a la Nada está. [figura de p.¿dónde está tu ojo? Tu ojo está frente a la almendra. en el más allá de esa mujer en cuanto ser sexuado. el Rey. 234. por Martine Broda. Ahí está el Rey. hacia 1120. Ahí está.situados precisamente adentro. No obstante. escribe también Lacan en uno de sus últimos seminarios – y nos vemos incitados a preguntar si Ariadna no podrá ser uno de los nombres de una mujer sin más allá. . unas jóvenes valencianas desplegaban una bandera donde podía leerse: “¡Saquen sus rosarios de nuestros ovarios!”. podemos remitirnos también a la tormenta que durante un tiempo se abatió sobre James Joyce y Nora Barnacle. Se lo agradezco infinitamente. Recientemente editadas en Francia. Su figura es la que aparece más allá de la muerte de Dios – Dios: o sea una realización particularmente pregnante del más allá. /Da steht der König. / Dein Aug. 2012 [ed. ¿De qué se trata? En primer lugar. entonces. / Judenlocke. algunas cartas de Joyce a su mujer13 revelan a un James encarnizado (la palabra no es demasiado fuerte) en desalojar ese más allá de y en Nora. / So steht es und steht. 13 James Joyce. A comienzos de febrero de 2014. Entre ellas. en el Paseo del Prado de Madrid. París. “el Otro del Otro”. wirst nicht grau. 1980]. Ariadna. al menos por el momento. siguen desconcertados por aquello que sobreviene en Nietzsche más allá de su proclamación de la muerte de Dios. / Menschenlocke. / Leere Mandel.. que se dedican a salvar a Dios de su muerte anunciada bajo la forma. Para estudiar qué sería dicha mujer provista de un más allá. Muy oportunamente. Algunos autores católicos contemporáneos (Bernard Sichère. / Und dein Aug – wohin steht dein Auge? / Dein Aug steht der Mandel entgegen. y cómo un hombre puede relacionarse con ella amorosa y eróticamente. prólogo y notas de André Topia. / Im Nichts – wer steht da? Der König. / Da steht es und steht. Da steht es und steht. de un asesinato ejecutado por un Loco nietzscheano. una constatación. der König.Dicho hábitat del sexo de la mujer por la instancia divina no ha perdido su actualidad. El par constituido por Dionisos y Ariadna ocupa el lugar y expulsa así el que componían Dionisos y Apolo. wirst nicht grau. una marcha reunía a agrupaciones de mujeres provenientes de toda España. trad. königsblau. en esp. Payot et Rivages. entre otras. Cartas a Nora. hará falta más para que sea puesta sobre la mesa esa mujer sin más allá: dos suplementos que la cargan con otras significaciones (Sinn) y que van a volver aún más impreciso su concepto. / Es steht zum König. México. Simone Wiener me dio a conocer este poema. dem Nichts stehts entgegen.: La nave los locos. Jean-Luc Marion). Y por lo tanto ahora mismo es cuando se puede dar intempestivamente un paso y conjeturar que esa mujer que existiría o. que esa mujer que ya no tendría nada que ver con un Dios finalmente muerto. por ser negra la sombra. se construye por sí mismo el impasse. Schreber teólogo. fuera de alcance. De modo que mi lectura de Memorias de un neurópata14 desembocó en la inédita pregunta siguiente: ¿qué sería una erótica efectivamente desprovista de la existencia (en adelante fantasmal) de Dios? Y dado que el abrazo sexual de Schreber se basa en una escritura que linda con la de la relación sexual en Lacan – la formal que Lacan considera con el único fin de excluirla – esta pregunta podía especificarse así: ¿qué sería una erótica si la relación sexual hubiera efectivamente dejado de escribirse y si Dios. el Loco nietzscheano proclama la muerte de Dios bajo el pleno sol de mediodía. Hay una manera de enfocar lo supuestamente “femenino”. Además. La injerencia divina II. . con la imagen de un continente negro. mujer sin más allá – ciertamente no es obvia. que por otra parte se deplora. 2014. Lo que sin embargo invita. si no apremia a estudiarla es la frase de Lacan que funcionó como obertura de Schreber teólogo y que sigue siendo perturbadora. sería una mujer sin más allá. además. no menos que Schreber: 14 Jean Allouch.Richard Strauss no se contentó con producir su Ariadna en Naxos en 1912. estrenó La mujer sin sombra. si lo consideramos no tanto en su contenido como en su modalidad enunciativa. que ek-sistiría fuera de la relación sexual. Otra figura también incita a llevar adelante la mencionada inquisición. hubiera dejado de existir? No fue posible llegar mucho más lejos con Schreber. Especialmente Ariadna. de manera concomitante. bien pudiera ser que la idea freudiana de una feminidad como “continente negro” no designe otra cosa con el término de “negro” sino el más allá que es la sombra. o más precisamente su fantasma. convirtiéndolo en un enigma que. Buenos Aires. llega a ataviar de entrada a la mujer con una sombra. para decirlo mejor con Lacan. un más allá situado. volviéndolo misterioso. La sombra también es una efectuación del más allá. si acaso Ariadna es en verdad esa mujer. consultándolo sobre cuál sería entonces el estatuto de lo femenino. El cuenco de plata. Daniel Paul Schreber habría convertido el abrazo sexual en aquello que se revela capaz de mantener a Dios a cierta distancia de su segunda muerte. siete años después. o sea en el momento en que precisamente no hay sombra: un loco sin sombra. Por su parte. A falta de un Mediterráneo que una Europa con África. Tal vinculación – muerte de Dios. decía Lacan el 20 de febrero de 1973. un mes más tarde (13 de marzo de 1973): 15 Jacques Lacan. prólogo de David Halperin. En Jacques Lacan. Huit essais de théorie queer. cuyo Dios estaba muerto pero no tanto. texto establecido por Jacques-Alain Miller. ¿Se tratará de un porvenir? ¿Se tratará de anunciar. es en ese aspecto –en todo aquello que observamos en nuestra experiencia analítica– algo que representa un defenderse de darle cabida a esta verdad: que no hay Otro. 2013. En verdad se trata del presente. 1975 [ed. París. El estatuto de lo femenino en Lacan también está tironeado entre “toda” y “no toda”. en la época en que Dios haya muerto. Sin dudas… En la medida en que. no hay Otro del Otro). observación según la cual su gran Otro es una figura de Dios. traducción de Guy Le Gaufey. VII. 25 de enero de 1967 (subrayado mío). lo que es incluso su definición). no menos resueltamente que Lee Edelman. 16 Lee Edelman.: Paidós. Epel.17 Luego. tal como actúa. Ninguna mujer. . de profetizar para dentro de poco el advenimiento de una nueva mujer capaz. Tal vez ya se advierte que la indagación que así se presenta bien podría depender de lo fantástico. tironeado como ya lo estaba Schreber. 17 Transcripción Patrick Valas. de volver completamente deseante a su o a sus compañero(s) obsequiándoles su castración (genitivo objetivo y subjetivo)? (Definición: llamaremos “castración” a la operación mediante la cual un sujeto se ve definitivamente despojado de todo más allá. no huele bien. La lógica del fantasma. al goce del que se trata”. Vale decir. desde el momento en que ese presente parece dinámico.15 Basta con no descartar con el dorso de una mano la observación que se le hiciera tanto a Lacan como en general luego de su deceso. y procedente de perspectivas diversas.16 toda perspectiva de futuro.La sexualidad. Aún. París.) Varias construcciones del porvenir en el siglo XX (nazismo. maoísmo) produjeron tantos millones de muertos que ya sólo podría tratarse de descartar en adelante. cuando incluso se haya olvidado que había muerto (o sea: en el momento de su segunda muerte. L’Impossible Homosexuel. Buenos Aires. tal como es vivida. para que se plantee la cuestión de saber qué sería una erótica en el momento en que ya no sea necesario “defenderse de dar cabida a la verdad de que no hay Otro” (es decir. por fin. en esp. Seuil. cap. “se atiene a ser no toda. estalinismo. vista desde cierto ángulo. y en quien la relación sexual no dejaba de escribirse aunque ya no se escribiera más. 78. o sea el Otro del Otro. Sus connotaciones van desde el “vuelvo a plantearlo una vez más”. en este caso por ejemplo. El “todavía” [“encoré”] del enunciado “Dios todavía no hizo su salida” remite al título del seminario en curso. designaría un lugar que ocuparía Dios. como vemos. que significa el gran Otro barrado. la mujer goza en el mismo sitio donde Dios existe. ¿Cuál “contradicción”? Ese (subrayado mío) S(Ⱥ). Vale decir. de descartar toda posibilidad de que exista… todavía. pero también dada por un presente portador de una posible salida por el momento sólo entrevista. 18 Transcripción P.18 La afirmación es considerable. . De modo que Lacan también puede hacer 2003].Si de ese S(Ⱥ) yo no designa nada más que el goce de la mujer es seguramente porque es allí donde vislumbro que Dios aún no hizo su salida. señalaría que el Otro no está barrado. según Lacan? ¿A través de Dios? No se dice aquí (aunque se dirá en otra parte. p. La frase está vertida de manera similar en la versión Seuil. Poder reconocer que no se trata de una contradicción. mientras que entretanto el Otro se ha reconocido como inexistente. pero S(Ⱥ). En el mismo sitio del Otro del Otro es donde Lacan ubicaba el Nombre-delPadre en el momento en que lo presentaba por primera vez en su seminario. se lee. no se podía suponer que Lacan un buen día iba a hacer una declaración de semejante aspecto contradictorio. 139): “Ellas se atienen. 68: “Las mujeres se atienen. Ahora lo que está allí es el goce de la mujer. ¿Goza de Dios. quizás incluso más allá del momento en que habría podido o debido cesar. ninguna se atiene a ser no toda”. si no considerada: presa en y por el “toda”. valientemente. No obstante. en la época del así llamado “grafo del deseo”. desde una perspectiva que habrá que explicitar). hasta el “todavía” más o menos desesperado que lamenta que eso perdure. es procurar leer a Lacan tal como lo exige la lógica no clásica que opera en sus textos y otras declaraciones. La transcripción VRMNAGRLSOFAFBYPMB escribe (p. aun cuando la pregunta sea verdaderamente suscitada – tanto más en la medida en que por la misma época Lacan menciona a Santa Teresa. Valas. incluso con felicidad. ninguna se atiene a ser no toda”. escribía precisamente la barra puesta sobre el Otro. El “goce de la mujer” se inscribe así en esa temporalidad dada de un presente que prolonga determinada situación (que conocemos desde el momento en que se dice). p. pero no a tal punto. Lacan afirma varias veces que “Dios es la mujer vuelta toda”20 o bien. Se trata de la sesión del 11 de marzo de 1975 del seminairo R. 5. Con veintiún años de edad. Aún.22 ¿Quién entonces o qué es lo que vuelve toda a la mujer? El hombre en este punto tiene su parte de responsabilidad: Cuanto más el hombre le consiente a la mujer que lo confunda con Dios. La recapitulación de la declaración la vuelve felizmente más clara.. invierno de 1975-1976. cit. p. op. Alquié. p. . p. menos es – las dos ortografías – y ya que después de todo no hay amor sin odio. Cahiers de jeunesse. El Sinthome. sesión del 18 de noviembre de 1975.. nº 5. y al mismo tiempo menos es. I. 20 Ornicar?. […] menos odia. Entender lo singular que implica su universalidad da lugar a la pregunta siguiente: ¿qué debe ser un 19 Ornicar?. ¿qué pasaría con ese goce si abandonara esa ocupación en el mismo lugar del S(Ⱥ)? Por esos años. 22 F. es decir. aquello de lo que ella goza. agregaría yo] nada que lleve la castración para el otro”. menos ama. según declara. Lacan retoma en efecto las últimas palabras de la sesión anterior de su seminario (13 de marzo de 1973).19 Si S(Ⱥ) designa el lugar corporal (no podría ser de otro modo) del goce de la mujer en tanto que ocupado por Dios.21 Mucho antes de Lacan. op.. p. nº 5. anota que un abad le dijo que luego de haber hecho el amor por primera vez a los treinta y seis años comprendió (según las declaraciones mismas del abad) “que aquello que buscaba en Dios era la mujer”. aunque señala que no estaba muy contento por no haber concluido “así”. es decir. recíprocamente.23 Las itálicas de la versión Seuil se supone que equivalen a comillas. 25. S. menos odia. 21 Ornicar?. 87. La transcripción Afi escribe “para el Otro”. texto establecido por Jacques-Alain Miller. nº 6. lo que no tiene ningún sentido. “no todavía”.publicar en Ornicar? en 1975 este enunciado: “no hay [mujer. 23 J. Lacan. menos ama. sino con una frase visiblemente diferente: Cuanto más el hombre puede consentirle la mujer la confusión con Dios. es decir que en esa cuestión. cit. 84. versión Seuil. op. cit. aquello de lo que ella goza. Alquié ya lo había advertido. que “la mujer de la que se trata es otro nombre de Dios”. Simultáneamente. Nietzsche et la critique de la chair. en esp. para mostrarse timorato (del latín cristiano: “que teme a Dios”). Buenos Aires. p. Ariane.24 Dios es la mujer. Se deduce pues que la indagación que hay que realizar no puede abocarse a la adquisición de un saber. También un hombre. Lacan. p. de otro orden.hombre para ya no ofrecerle a una mujer esa concesión que consiste en dejarla que lo confunda con Dios? Responsabilidad del hombre. Nietzsche. 2005. por supuesto. que no podría ser más que una conquista en su mismo movimiento. Las otras dos versiones consultadas (versiones calle CB y Afi) escriben “étant” [“que es” en lugar de était (“era”]. Dicho espasmo traumatizó a María que. pero cuyo análisis revela que es sencillamente La mujer. la que se inicia y se basa constantemente en lo que Nietzsche llama “el espasmo expiatorio”. está tremendamente mezclado en la erótica embrollada hombre/mujer. únicamente de una determinada y loca sabiduría. la volvió culpable – lo que va incluido – de haber abandonado a su hijo en el momento en que más la necesitaba. como con Schreber.-A. texto establecido por J. puede prestarse a ser confundido con Dios y así hacer que una mujer acceda al goce de la mujer que es un goce de Dios (genitivo subjetivo: Dios es entonces el objeto del que ella goza). Pero también otra responsabilidad. la inexistencia del Otro está lejos de ser considerada como un dato adquirido por Lacan. el Christ. PUF. Seuil. Por lo menos es lo que muestra una obra teatral del poeta y dramaturgo Colm . Develado. que la diviniza (mientras que en la cita que acaba de comentarse lo era el hombre) y que evoca la ananké tan estimada por Freud: Atravesada sobre la A. 2006]. Es aquel que se llama generalmente Dios.: Paidós. entonces. París. 257). 1883. No hay razón alguna en este caso para ajustarse a una sana prudencia. 2005. Miller. Fragmentos póstumos. ese saber sería una adquisición del análisis. 25 F. como vimos hace un momento. trad. que empuja a cada mujer hacia el “toda”. París. No.25 24 J. p. Constatamos que Dios en Lacan. Dyonisos. 375 (citado por Barbara Stiegler. no era cristiana. Pues la necesidad total de la especie humana es [no “era”] que haya Otro del Otro. El sinthome. esa barra expresa que no hay Otro [Autre] que respondería como partenaire. y vinculada con ello. el temor de Dios no es el comienzo de la sabiduría. 127-128 [ed. 26 En el original. mantenida y sostenida por algunos discípulos de su hijo cuyo fanatismo la exaspera. si lo que denota el nombre de “mujer” era llevado a modificarse al abandonar a Dios. eso no valía la pena. y de tal manera que con su objeto. Lo que daría lugar a una notable declaración de amor.” Le agradezco a Marcela Ramírez. Tóibin. sino que concierne a todos y cada uno. – Y bien. entonces esta ya estrafalaria heterosexualidad lacaniana también resultaría alterada. montada en la primavera de 2014 en Broadway: The testament of Mary (que debería traducirse como “El Evangelio según María”). Por lo tanto. el paso más allá26 concerniría a lo heterosexual en el sentido de Lacan. es decir. – ¿A todos? – Sí. por cuyo intermedio tuve conocimiento de esa obra. una mujer. sino… “eso te ama”. no “Te amo”. . “esto” [ceci]. La definición lacaniana de la heterosexualidad que acaba de mencionarse no se refiere a una categoría definida de personas que se orientarían hacia una sexualidad específica. que hace un juego de palabras intraducible entre pas au-delà (“paso más allá”) y la negación pas d’au-delà (“no más allá” o “nada de más allá”) [T. cualquiera sea la manera en que cada cual se acople y con quién.Dentro de la configuración donde se trataría de insertarlo. “Eso” [Ce] (que ama a las mujeres) es un pronombre demostrativo neutro. Ella vive entonces en Éfeso. pas (d’)au-delà. no alguien sino algo: “lo que ama a las mujeres”. eso heterosexual instauraría una relación erótica que no iría más allá de ella. Lacan reconoce como heterosexual eso que ama a las mujeres. proviene del bajo latín ecce hoc que reemplazó a hoc. El Diccionario histórico de la lengua francesa de Alain Rey llega hasta mencionar al respecto el Es freudiano. a todo el mundo.]. “¿Por qué – les pregunta – un sacrificio tan espantoso? – Para salvar al mundo y darnos la vida eterna. que le dirigió a su amante de la época y que poco después envió en un correo privado fechado el 16 de octubre de 1929 (ver p. por lo menos que se conozca – escrito en agosto de 1929. París. la exdirectora de El Faro de Neuilly. 28 Jacques Lacan. primavera de 2001. Cahiers de jeunesse. cinco años menor que él.29 las cuestiones suscitadas por ese poema. L’Âge d’homme. el poema había sido leído en France Culture por Lise Deharme. nº 17. sin dudas no hay que ver en ese verso un esfuerzo por traducir un dolor previamente dado. 2003. En un notable artículo que retoma con nuevos bríos. Jacques Lacan28 Lacan no obtiene sólo de su experiencia como paciente y como analista algunas de las consideraciones más decisivas que terminó por introducir en el campo freudiano. sesión del 21 de enero de 1968. 3234) a un amigo filósofo. presentados por Paule Plouvier. 29 Annick Allaigre-Duny. L’Unebévue. Tenemos como prueba el poema (ver p. en 1977. Entre tanto. Y es el que crea el dolor. . en Le Magazine littéraire. luego de Annick AllaigreDuny. 84.Capítulo II Ferdinand Alquié. Jacques Lacan enfrentados a una mujer sin más allá Cuando Éluard dijo “Mi dolor como un poco de sol en el agua fría”. precisamente en 1974. que sea el goce. El acto psicoanalítico. sobre el cual lo menos que se puede 27 Ferdinand Alquié. que luego publicó por primera vez en 1933 en una revista surrealista. p. “A propósito del soneto de Lacan”. Más bien hay que partir del sol en el agua fría. El Faro de Neuilly. y mucho más tarde. Ferdinand Alquié27 La única chance de existencia de Dios está en que Él goce. Ferdinand Alquié. 102-103) – su único poema. Eso es lo dado. p. [ed. La no-relación sexual según Lacan. el objeto petit a llega a afectar con su “no es eso” cualquier decir posible (incluyendo el buen decir que Milner vincula con el logion).: Manantial. 1996]). esa temática. Buenos Aires. Annie Tardits31 distingue la presencia de rasgos que signarán la enseñanza de Lacan. la manera misma de teorizar en Lacan (su estilo): la insatisfacción permanente.32 Porque lejos de ser sólo una constante entre otras (raras además) de dicha enseñanza. en Pierre-Antoine Fabre. París. como para soportar cambios de posiciones y modificaciones del espacio discursivo” (La obra clara. Annie Tardits y François Trémolières (dirs. París. París. p. 32 Guy Le Gaufey. . Seuil. el deseo incesante de volver a y sobre lo “establecido”. Pour Jacques Le Brun. París. Epel. Seuil. Si hiciera falta otra prueba de la importancia del poema para su autor. la negativa a formar un sistema. Milner afirma que La obra clara “no es un libro sobre Lacan” (Alain Badiou. Lacan. 2013 [ed. psychanalyse.todo esto y otras cosas más contra el fondo de una “melancolía” superada en cada ocasión (si de todos modos uno se atiene a una indicación situada en el poema). voluntario o involuntario. 1995. “La melancolía del hiato. Hiatus sexualis. 30 Para no mencionar el guiño de ojo a Heráclito (como epígrafe de la primera versión del poema) que Lacan desarrollará durante el congreso de la Escuela freudiana llevado a cabo en La Grande-Motte en 1973. hasta el punto de impedir que todo enunciado proferido pueda ser recibido como un logion33 . 2009. esta observación no podrá equivaler a una crítica desde el momento en que. Que conste. 159-182.decir es que Lacan se aferraba a él (a tal punto de publicarlo al comienzo y luego casi al final de su recorrido30). en esp. 33 Jean-Claude Milner denomina así a “proposiciones suficientemente robustas como para ser extraídas de su propio campo. Buenos Aires. y ordenará luego hasta la invención del objeto a donde finalmente se materializa.). 8 y 26 sq. 2013. un soneto inaugural de Lacan”. Histoire. la hallaríamos fácilmente en el tráfico textual. Sin embargo. 31 Annie Tardits. p. a la que Guy Le Gaufey le dedicó recientemente un libro: Hiatus sexualis. Se le concederá una atención especial a la temática del hiato. théologie. que por otra parte no deja de tener variaciones. 2014]. L’antiphilosophie 3. suprimiendo una ambigüedad.: El cuenco de plata. Precisamente no se encuentra nada semejante en Lacan. L’Impensable qui fait penser. 241). de la irreductible abertura. al que dio lugar. ordena ya en el poema. Fayard. en esp. y quiere volver. 35 Explorando los archivos de Alquié. Aquí está entonces (se comprobará que este texto está entre los más conmovedores que hayan salido alguna vez de la pluma de Lacan): París Miércoles 16. respectivamente datadas el 8 de mayo y el 4 de junio de 1928. el 17 de diciembre de 1948.Sus comentaristas no dejaron de interesarse en esas modificaciones y no podemos más que seguirlos en esa “lectura sintomal” (Louis Althusser) cuya fecundidad demostró recientemente Jacques Le Brun. el 16 de octubre de 1929. 497-511. Dígamelo: actuaré tanto como pueda. entonces enfermo por tener que enfrentarse a una mujer sin más allá. Correspondencias La lectura del poema será facilitada por la carta35 que. Guy Le Gaufey relevó la presencia de seis cartas de Lacan. el 15 de agosto de 1938. Recherches sur la littératura chrétienne de l’âge classique.34 Nos dedicaremos pues a releer esos versos con el fin de saber también si cumplieron la labor terapéutica que su autor les asignaba para Alquié. p. quiero decir de lo solicitable. con toda probabilidad. Alquié. que ahora pueden leerse en el sitio de la Escuela lacaniana (en la entrada “Pas tout Lacan”).1929 Se ha ido usted. el 10 de enero de 1946. La jouissance et le trouble. al estudiar un lapsus calami de Fénelon que afecta el centro mismo del pensamiento teológico. Ginebra. Droz. bajo qué incitación tomó esa decisión que tal vez no sea mala pero que usted lamenta? ¿Cuánta falta me hizo un viernes hace quince días? ¿Qué nos hubiéramos dicho en ese momento? Estas son preguntas en las que no me demoraré. en Jacques Le Brun. para plantearle solamente la siguiente: ¿qué se puede hacer por usted? Qué resultado está administrativamente dentro de los límites de lo posible. ¿Bajo qué presión. .10. Haré actuar sobre todo. 2004. acompañaba su envío y que en otro modo de escritura reconducía algunos de sus dichos. 34 Ver “Fénelon: la involuntaria falta del texto”. no recibí nada de la revista Documents. Pero no nos muestran más que rostros vacíos de amantes separados de sí mismos – o estupefactos por el rostro descubierto de la amada. pero arbitrario. eso no puede sobresalir y triunfar mientras esté ligado a aquello que lo vuelve impuro. crece y madura. Sentimos en verdad que todo esto no hace más que despertar algo innato en nosotros que también repercutirá tal vez en cualquier desencadenamiento – o incluso en la inercia. nuestro trabajo cotidiano ciertamente alimentan ese “genio” – al menos queremos creerlo. nuestra particularidad. Enumérese. hacer fracasar nuestra ambición mediante el mismo desorden que ella genera en nosotros. debería llevarlos a dejarla que hablase solamente a través del órgano de algunos. Para volver a consideraciones menos elípticas. dije. Nuestros esfuerzos. que es nada menos que nosotros mismos – el nosotros odioso. Quiero decir que nada es querido más profundamente por nuestro demonio que algunos de nuestros fracasos. sino únicamente resistencias. Cuántos habrá entre nosotros que sepan llevarlo a cabo. exaltan y ejercitan toda nuestra persona.¿Lo siente usted. Porque tampoco somos libres de apresurar su llegada. Casi a pesar nuestro. Un único medio de ascetismo me parece que debe predisponer a ello: triturar nuestros deseos contra su objeto. Los números 3 y 4 aparecieron sin embargo. me gustaría tenerlos si me hiciera el favor que usted me había prometido. de orientar su forma – al menos sin daños. que vive de nosotros pero que nos hace muchas veces triunfar sobre la muerte. Usted no debe ser ya – ante todo – unas máscaras. Sin embargo. Alquié? Algo yace en el fondo de nosotros que. Ninguna soledad para el aventurero del espíritu. nuestros accidentes individuales. . Un ascetismo. nuestro beneficio. Juzguémoslo según sus propios índices. eso debe llegar a madurar. pero casi a pesar de nosotros. Pero es menos por el contenido y el objeto de tales esfuerzos que en la medida en que tonifican. Un grupo de individuos que hubiesen llevado hasta el punto más alto esa flexibilidad podría entender que la misma voz habla en todos ellos. lo que está en nosotros y nos posee. con nosotros. Finalmente ellos tienen esa “libertad” por la cual luchan desde hace siglos. Están en su grado máximo en el momento en que podríamos creer haberlas abatido. señala su posición de médico invitando a su interlocutor a cenar en la sala de guardia del Hôtel-Dieu. Además de a Alquié. su contenido – y además mi pesar por no haberlo visto antes de su partida. el 16 de octubre de 1929. Lacan se dirige entonces no a su “querido amigo” sino a “Alquié”. El 8 de mayo de 1928. a diferencia de sus dos cartas anteriores. en 1953. que se dirige a él especialmente cuando antes estaba inscripto en la categoría de los “amigos” (un estatuto que le devolverán las cartas siguientes).36 es algo perfectamente articulado por el mismo Lacan. pero señala 36 Pensemos en la invención. que singulariza a su interlocutor. del ternario simbólico/imaginario/real. Alquié entonces se ha ido lejos. via su carta y su poema.Vi a Bénichou – a punto de partir para el servicio militar. y por si fuera poco en segunda persona (Melancholiae Tibi Bellae). Suyo Jacques Lacan Voy a continuar aquí el artículo de Anni Tardits. la demanda está entonces en gran medida de su lado. . Escríbale sobre mí. le pide a Alquié sus noticias. y permitirle librarse de su melancolía? “Melancolía” no es en este caso un diagnóstico referido a la crisis que atraviesa Alquié. Es fuerte. a una cita que habían concertado. una poción curativa. Lo que quiere decir por vía postal. la primera versión del poema está dirigida a la “bella melancolía”. Como más tarde con Michel Foucault. presentado como una triaca. Todo me pareció que se continuaba. Este nombre propio reiterado. Su carta de vacaciones a la que no respondí. no una entidad clínica entonces. sino un personaje. Claro. una de las razones por la cual tal vez. quince días antes. Debe usted dar un número en Chantiers. es sin duda alguna uno de los componentes del logos pharmakon suministrado por… correspondencia. En dos cartas anteriores (del 8 de mayo y del 4 de junio de 1928). Escríbame la dirección de Michel Leiris. Después concertaré una cita. porque no trata hasta volverla caduca la pregunta siguiente: ¿en qué sentido el poema y la carta responderían a la crisis que atraviesa Alquié durante el verano de 1929? O más precisamente: ¿en qué medida habrán podido o habrían podido servir para Alquié como logos pharmakon (Gorgias). Hablamos de usted. En cuanto al gesto que habría tenido Lacan de brindarle a Alquié. le recuerda (y lamenta) que no haya ido. tiene lugar entre dos seres que se corresponden uno al otro. cuya incidencia declara Lacan si no para todos. quien se anuncia así como capaz de actuar – un “se” que confirma el poema. Lo atestigua el uso en la carta de un insistente “nosotros”. el amigo médico que escribe esa frase no se queda allí. o su tentativa. El “nosotros” hace referencia a algo en común. entre los cuales figuran Alquié y él mismo. No obstante. después del “¿Qué se puede hacer por usted?”. inmediatamente después. es indicarle a manera de pharmakon un pharmakon vivo. lleva más allá su intervención terapéutica. no “yo”. Sin mencionar siquiera los “nuestro” y los “nuestros”. que “crece y madura” y resulta incluso capaz de hacernos “muchas veces triunfar sobre la muerte” (tan sólo “muchas veces”. pero casi a pesar de nosotros. la proposición de intervenir o hacer intervenir en favor de Alquié ante no se sabe qué instancia administrativa (Alquié desearía entonces regresar a París). o junto a él: “¿Qué se puede hacer por usted?” Digo que esta frase es “endiabladamente lacaniana” recordando que por medio de ella Lacan recibía a algunos pacientes de su presentación de enfermos. no se cuentan menos de once “nosotros” en las quince líneas siguientes. porque la pregunta ya es en sí misma una intervención. sin perjuicio de de-limitar su “¿Qué se puede hacer por usted?”. decirlo. Señalarle a Alquié ese algo que yace “en el fondo de nosotros”. por cierto). y apostando que también por medio de esa misma frase recibió a algunos de sus futuros analizantes durante sus primeras entrevistas con él. “¿Qué se puede hacer por usted?” no equivale a “¿Qué puedo hacer por usted?”: es “se”. suspendiendo la acción médica que implica la pregunta – no absolutamente. Alquié? Algo yace en el fondo de nosotros que. el otro en el embrollo. de aliento: ¿Lo siente usted. con nosotros. . esa pregunta le ofrece a aquel a quien está dirigida la tarea de determinar aquello que “se” puede hacer por él. crece y madura. El tono es pastoral. en Alquié. Además. que Alquié “contiene” (en el doble sentido de este verbo). ¿De qué manera esa primera intervención terapéutica resulta suplementada? Al pasar. y por lo tanto también en él. le corresponde a “usted”. Una frase formula claramente la sutil posición de cuidador que pretende asumir Lacan con respecto a Alquié. El poema aportará algunas aclaraciones sobre ese “algo” [quelque chose] que la carta designa también de otros modos (aun cuando “cosa” [chose]. No “se” sabe lo que es realizable para él. que vive de nosotros pero que nos hace muchas veces triunfar sobre la muerte. del “se” al “nosotros”.también que el intercambio. por lo menos en algunos. sino como una “reacción”. sino de la muerte. e incluso antes de su retorno a Freud. Sea como sea. una “voz”. de la “bella melancolía” – haya crisis melancólica o no. agrega. en la medida en que esa crisis ha sido conocida gracias a Lise Deharme. A lo cual. o más bien para no obstaculizar el surgimiento del que es capaz ese algo que yace en el fondo de nosotros. hay medios para reaccionar. Esa crisis melancólica habría estado ligada al rechazo por parte de Jacques Lacan de su universo familiar y de los valores cristianos de su infancia – al menos es lo que escribe Élisabeth Roudinesco en su Jacques Lacan. sobre la cual algo en el fondo de nosotros muchas veces puede triunfar. sea sin dudas el término más marcado. Para no decir nada sobre su contenido de fuerte tenor psicológico y casi sin apoyo textual. el carácter doblemente indirecto de tal testimonio invita a mantener la mayor reserva. Sin embargo. algo “innato”. En este aspecto. pecado en Freud): un “genio” (cuya vanidad reducen unas comillas). la carta de alcances terapéuticos del 16 de octubre de 1929 no habla de melancolía. ese genio. a diferencia del poema que la acompaña. expone nada menos que un nuevo paradigma para el psicoanálisis con el . a pesar de su aparente modestia. llevó adelante en su tesis de psiquiatría una batalle para situar la enfermedad mental no en términos de “proceso”. o bien de un “desencadenamiento” y de una “inercia”. basta con leer el poema de Lacan para no dudar en este caso de la incidencia en él. esa voz.también primera palabra del poema. este último tiene la misma edad que él en el momento en que habría atravesado un episodio melancólico. en 1929. no hay “proceso psíquico” – lo que torna inadmisible la proposición de François Jullien que. esa afirmación podría ser reforzada si advertimos que cuando Lacan le escribe su carta a Alquié. Ella se lo contó a Georges Bernier quien puso al tanto a Élisabeth Roudinesco. No olvidemos decir aquí que Lacan. tres años después. Que Alquié y Lacan dijeran así que detentaban a pesar de todo en sí mismos esa cosa. pareciera justificar a Annie Tardits cuando menciona una “crisis melancólica del joven Lacan”. El capítulo XIV de Marguerite o la Aimée de Lacan está dedicado a establecer tal abandono del proceso en favor de la reactividad. en 1929. Según Lacan. el que tendrá un gran futuro con “la cosa freudiana” y la traducción por “cosa” del término Ding. aun cuando. Esa liberación es obra de algo innato en nosotros. Fayard. Cinco conceptos propuestos al psicoanálisis. “no somos libres de apresurar su llegada. o cualquier otra de esa calaña que pretende ser amistosa y que dudamos que lo sea. pero no. nuestro beneficio”. Los impromptus de Lacan. premoderna en esto. 1994-1995. “Eso debe llegar a estar maduro”. nuestros accidentes individuales. que Ferdinand Alquié se supone que ignora ya que Lacan le advierte de su presencia. no tal o cual patología sino por el contrario el desprendimiento relativo de la melancolía. en determinadas condiciones. 200). ¿Qué pasa entonces? ¿Cuál es ese obstáculo? Pensamos en Pascal al leer escrito por Lacan: “Nada menos que nosotros mismos – el nosotros mismos odioso. de orientar su forma”. “Impuro”: si se trata de medicina. Sin embargo. puesto que de ella depende. ¿De qué modo? Lacan escribe entonces. 39 Lo que produce un contraste con el carácter operatorio de la ocurrencia: “Conversación de bar entre dos analizantes” (véase Jean Allouch. 47-48). 2009. y sin dudas algo más decisivo que esos chatos alientos. querido. Grasset. “Al menos [no] sin daños”. no se rehúsa a usar referencias de orden espiritual. “sienta” esa presencia? Saberlo bien podría levantarle un poco la moral. Badiou. Fayard.39 O bien: “Usted no carece de recursos. esa medicina. “eso que nos posee”. Buenos Aires. p. 2013. Sobre eso. confirmando con absoluta claridad el registro espiritual que acaba de señalarse: 37 François Jullien. p.término de “proceso”. París. observación importante. un genio. informado por Lacan. que Lacan unas líneas más adelante denomina “nuestro demonio” (presente en el poema bajo la forma de un “demonio pensante”). Algo se opone a que pueda “sobresalir y triunfar” aquello que nos posee. Lacan. agrega Lacan. hay más.: El cuenco de plata. 2012 [ed. L’antiphilosophie 3. . créame”. París. consolarlo con frases tales como: “Pero no. 2013]. en esp. todo no está jodido”. ¿Y entonces? ¿En qué medida es importante que Alquié. París. algo “que le está ligado y que lo vuelve impuro”. nuestra particularidad.37 Alain Badiou asimismo no tomó nota de la ausencia en Lacan de toda referencia a un proceso. sí es posible intervenir y así liberar a ese genio que reside en nosotros mismos de la impureza que paraliza su acción posiblemente salvadora. 38 “Demostrar lo real pertenece al orden del proceso” (A.38 En la carta de 1929 la reacción está situada de modo distinto que en la tesis. 2008]). no soy” (de nuevo está el “demonio pensante” del 40 Esta modalidad aparecerá a manera de constatación en 1932. Un sujet sans moi. y por otra parte. pero en este caso la ambición redobla la instancia de los deseos] genera en nosotros”. de austeridad.40 En efecto.41 2) con el sujeto del acto en tanto que no está en el acto. 41 Véase Sean Wilder.Un único medio de ascetismo [subrayado mío] me parece que debe predisponer a ello: triturar nuestros deseos contra su objeto. hacer fracasar nuestra ambición mediante el mismo desorden que ella genera en nosotros. 2008. desviarse de ellos. sino que también ahora el ascetismo signará a continuación tanto la doctrina como el ejercicio analíticos según Lacan. se desvanece. Epel. un ascetismo similar. de privaciones. 3) o bien con el relativo desmembramiento del cogito cartesiano que efectúa el enunciado “Allí donde soy. hacer que cese la acción del demonio que “profundamente” anhela “algunos de nuestros fracasos”. permitirle a nuestro genio que juegue su partida liberándolo de la impureza que obtiene de aquello que no merece solamente nuestro odio: nosotros mismos. París. No son pues solamente la cosa y el hiato. Seuil. . Mucho más adelante. Buenos Aires. cuando Lacan observa que el delirio de Aimée se torna inútil. De la psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad. en esp. No actuar en contra de esos deseos (o de nuestra ambición). París. sino por el contrario actuar en su mismo sentido hasta conseguir su fracaso. La expresión “triturar nuestros deseos contra su objeto” expresa su modalidad y su materia. Ya entonces está hablando un maestro espiritual. seguido de Primeros escritos sobre la paranoia. El ascetismo propuesto entonces no se constituye de moderación de los placeres. de ponernos al tanto del “desorden que ella [nuestra ambición. no dejará de estar presente decisivamente en Lacan. apartarlos. por cierto que modulada de otro modo y de manera diversa. allí donde pienso. 1975. sólo esa realización es capaz de revelarnos. p. su destrucción mediante la catástrofe que será su misma realización (cuando no su satisfacción).: Aguilar. Cierto ascetismo es capaz de matar dos pájaros de un tiro: romper nuestro yo odioso. Psychanalyse et expérience mystique. desde el momento en que el gesto al que ha conducido le habrá hecho experimentar a la enferma la satisfacción del deseo cumplido (J: Lacan. Son los siguientes casos: 1) con el analista presentado como un sujeto sin yo. 253 [ed. no pienso. una aniquilación de sí semejante. poema que se opone a la acción del genio. por sí sola. y el que frecuenta los burdeles. ya que el problema es más bien por el contrario considerar conjuntamente al pensador. Es la misma duda 42 En las páginas que siguen. excepto raras excepciones que se indican. refugiado en la provincia por haberse relacionado y tener todavía relación con “una mujer en sí misma. sus Cuadernos de juventud42 brindan algunas valiosas indicaciones. pero también de los surrealistas. los números entre paréntesis remiten a la paginación de los Cahiers. Malebranche. Amélie Grimal no fue precisamente una mujer de burdel. y sin embargo fue ella. Publicados en 2003. y que mucho después se opone nada menos que al “yo soy”). Cuando se publicaron. y no. 40). Alquié no era precisamente “doble”. Roger-Pol Droit no vacila en titular su apartado en Le Monde “Filósofo en el burdel”. una tal Amélie Grimal. y sin más allá”. Spinoza. que se entretiene con actrices y canciones de pacotilla donde escucha lo mejor de la poesía y la verdad del amor (p. Pero no. . tal como afirma Garcin. comentarista de Descartes. mientras que por otro lado Jérôme Garcin dispone su reseña bajo el rótulo de “El otro Alquié”. Lo que padecía Alquié Ya es momento de precisar en la medida de lo posible lo que padecía Alquié. dieciocho años después de su muerte y setenta y cuatro años después de los acontecimientos que se relatan en ellos. quien obligó a Alquié a preguntarse sobre lo que es un objeto.
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