-1- EL DIOS DE LOS MÍSTICOS Jean Daniélou El Dios oculto de la Revelación no se hace conocer solamente a través de los testimonios que da de su obra y cuyo significado desentraña la teología especulativa. Se revela también directamente al alma. Es el «Dios sensible al corazón», cuyo fuego consumió el alma de Pascal durante la noche que relata su memorial. Pero es el mismo Dios cuya presencia arrancó a Adán de sí mismo en la creación de la mujer, prefiguración misteriosa de la creación de la Iglesia; es el que se manifestó a Moisés en la tiniebla y el fuego del Sinaí; es aquél cuyo peso demasiado grande abrumaba el corazón de Teresa y de Javier, de Felipe y de Francisco, de Bernardo y de Domingo; es el Dios de los santos, no el de los teólogos; o mejor dicho, el Dios de los teólogos y los santos al mismo tiempo, no solamente de los teólogos. Pero los teólogos nos explican qué es la experiencia de los santos. Nos dicen que la Trinidad, al tocar el alma con su gracia, la eleva por encima de ella misma y la diviniza. La hace participar del amor con el que Dios se ama a sí mismo y del conocimiento con el que Él se conoce. El hombre espiritual está dotado de aptitudes nuevas, de sentidos nuevos, que lo connaturalizan con esa tiniebla divina, inaccesible al hombre carnal, y le permiten penetrar en ella. Estas nuevas aptitudes son las virtudes teologales, los dones del Espíritu Santo que capacitan al alma, ahora divinizada, para percibir las cosas divinas. Es lo que ni el ojo vio ni el oído oyó y que Dios ha revelado a quienes lo aman. Y ese testimonio de quienes han tocado así a Dios lleva en sí una evidencia tan asombrosa que es, incluso para quienes no lo han experimentado, una de las razones para creer en Dios. Este conocimiento místico de Dios no depende, como el conocimiento teológico, de los procesos de la inteligencia discursiva iluminada por la fe que busca entender las verdades de la Revelación. Difiere de ellos en primer lugar por su objeto, que es la Trinidad, en cuanto está presente en el alma. Esta morada de Dios en el alma se ubica en la secuencia de las mirabilia Dei, en el designio de la historia de la salvación, en las grandes obras de la Trinidad. Constituye la realización misma de este designio de Dios, la fuente de la adopción filial. El conocimiento místico es un aspecto de la vida trinitaria. Es la realización por el hombre de su ser más profundo, de lo que Dios quiso cumplir al creado. «La gloria de Dios es el hombre vivo; y la vida del hombre es la visión de Dios», decía san 1reneo. De ninguna manera se trata de una realidad excepcional, sino, por el contrario, de la realización por parte del hombre de su verdadero ser. El punto de partida de esta captación misteriosa de Dios es la llegada de la Trinidad al alma por medio del bautismo. «Si alguno me ama -dijo Cristo- vendremos a él y haremos morada en él» [1]. San Pablo vuelve muchas veces sobre el hecho de que el alma bautizada es el templo del Espíritu Santo [2]. Es decir que la iniciativa pertenece completamente a Dios. No se trata, como en las «espiritualidades» naturales, de que el alma capte su propia esencia por un esfuerzo de interiorización, sino de la conciencia de una acción de la Trinidad que se acerca al alma y mora en ella de manera permanente. Ahora bien: es en la Iglesia donde mora la Trinidad, y por eso el bautismo transforma al alma en morada de la Trinidad al incorporada a la Iglesia. La mística cristiana se sumerge en la vida sacramental, y la desarrolla. Debemos mostrar en primer lugar cómo se sitúa en este aspecto el bautismo dentro del designio de Dios. El Génesis nos describe las maravillas de la creación primigenia. Pero los libros proféticos nos anuncian que en el final de los tiempos Dios realizará una nueva del Hijo y del Espíritu Santo. Pero hay más. El Verbo toma en la Encarnación la naturaleza humana. aunque se realice en silencio. y no serán mentados los primeros ni vendrán a la memoria» (Is 65. Existe. Pero la nueva creación será aún más admirable. La Iglesia es el lugar donde los rayos que parten de la humanidad glorificada de Cristo resucitado vienen a vivificar nuestro ser para hacerlo capaz de una existencia de hijo de Dios. y por medio de la Resurrección la transfigura por las energías divinas que hay en él. ni el resplandor de la luna te alumbrará de noche. realizada sustancialmente en Cristo. Para la Biblia. La Biblia sólo menciona las grandes obras de Dios en el pasado para fundar la esperanza de obras más grandes en el futuro. por lo tanto. El Nuevo Testamento afirma que la nueva creación anunciada por los profetas para el final de los tiempos llegó con Jesús: Hodie mecum eris in Paradiso. Pero una vez más el estudio de la Biblia nos abre otros horizontes. escribe Jean Héring. Hemos considerado el bautismo solamente en su significado de acontecimiento creador.-2- creación. en una profunda oscuridad. Es la afirmación de que con Jesús llegaron los tiempos escatológicos. nos hace pasar de la tiniebla de la ignorancia y el pecado. que los antiguos llamaban iluminación (photismós). El bautismo. para irradiar el conocimiento de la gloria de Dios que está en la faz de Cristo» (2 Cor 4. el que está en Cristo es una nueva creación. la primera creación es una cosa admirable. Ciertamente. Pero esta recreación de la naturaleza humana. La Encarnación del Verbo es una acción cósmica. que en el origen pronunció la primera creación. Lo esencial de estos ritos es la efusión de agua. El hombre de la Biblia. una relación entre los símbolos que utilizan y las realidades que cumplen. sol eternamente naciente: Oriens est nomen ejus. El mismo Verbo. pasó lo viejo. después de que ésta fuera corrompida por el pecado. todo es nuevo» (2 Cor 5. Operan lo que significan. «Pues he aquí que yo creo cielos nuevos y tierra nueva. Debemos preguntarnos entonces en qué sentido los ritos del bautismo son significativos de una acción creadora. la creación es más un futuro que un pasado. . «por quien todo se hizo». Es también Pablo quien marca el paralelismo entre esta nueva creación y la creación original: «El mismo Dios que dijo: De las tinieblas brille la luz. en una fórmula extraordinaria. ya tu Dios por tu hermosura» (Is 60. Es precisamente en el bautismo donde se realiza. viene en Jesús para retomar la creación y rehacerla. incluso más importante. Cristo es el sol de la nueva creación.17). «No será para ti ya nunca más el sol luz del día. Y podemos decir que eso es lo que la diferencia de los libros religiosos de las naciones paganas. Solemos interpretar este rito en el sentido de una simple purificación. San Pablo. se hace eco de Isaías: «Por tanto. sino que tendrás a YHWH por luz eterna. tan importante como la creación del mundo. Todo el Nuevo Testamento está en este Hodie. ha hecho brillar la luz en nuestros corazones. Observemos las últimas palabras de este texto. no es la princesa enviada al exilio que ansía el retorno. El Paraíso no está detrás. El sol que ilumina esta creación es deslumbrante. sino Abraham que se pone en marcha hacia un país desconocido que Dios le mostrará. Ahora bien: lo que caracteriza a los sacramentos es que son signos eficaces. en el nombre del Padre. Es lo que dice un prefacio: Mirabiliter condidisti et mirabilius reformasti. Pero el brillo del sol de la nueva creación lo oscurecerá.6). a la luz de la gracia y la gloria.17). La diferencia entre Isaías y Pablo es que el primero anunciaba esta creación como algo por venir. sino delante de nosotros.19). y el segundo la muestra realizada. continúa en la Iglesia. . Esta relación del agua y el Espíritu con la creación es un tema bíblico central y se vincula con el simbolismo del agua como principio de fecundidad. pues. Del mismo modo. como ya hemos observado. «El agua primitiva ha engendrado la vida —escribe Tertuliano— para que no nos sorprendamos de que en el bautismo las aguas sean capaces de vivificar» (De baptismo. Infundiré mi espíritu en vosotros y haré que os conduzcáis según mis preceptos. Eso fue hecho al comienzo de la creación. Pero. El cumplimiento de la acción creadora anunciada por los profetas se encuentra en el bautismo de Jesús. Los exegetas que buscaron el sentido del bautismo de Juan ven en él el cumplimiento de la acción anunciada por los profetas [3]. de las aguas bautismales el Espíritu hace surgir la nueva criatura. y los seres vivos nacieron. 2).-3- Hemos visto antes que Cristo decía que «la regeneración» debía cumplirse por medio «del agua y del Espíritu». el Espíritu hace surgir de las aguas del Jordán la nueva creación que es la del hombre-Dios. Pero aquí también hay que seguir las etapas del desarrollo que conduce de la creación primera surgida de las aguas a la nueva creación en la pila bautismal.Él os bautizará en el Espíritu Santo» (Mt 3. (Ez 36. como la primera creación de las aguas primordiales. Y el significado del rito consiste en expresar que una nueva creación surge de las aguas bautismales bajo la acción del Espíritu.. Así lo entiende san Ambrosio. Ezequiel nos muestra un río de agua viva que brota en el corazón del Templo futuro. En esta perspectiva se sitúa el bautismo de Juan: «Yo os bautizo en agua.. después de lo que hemos dicho: «Oh.11).. ha hecho surgir el Espíritu la creación primera.25-27) Efectivamente. como ésta ha engendrado la vida natural» (De sacramentis III. y os daré un corazón nuevo. Este desarrollo nos hace pasar por los profetas. Releamos las plegarias de bendición del agua de la noche pascual. Es un bautismo de agua. El texto fundamental es el segundo versículo del Génesis: «El Espíritu de Dios aleteaba por encima de las aguas». Pero a ti te está reservado que el agua te regenere por la gracia. y la referencia más cierta a este descenso del Espíritu sobre las aguas del Jordán es el versículo 2 del Génesis [4]. sólidamente basado en la exégesis.3). Es también el de toda la tradición litúrgica. Del mismo modo en que el Espíritu había hecho surgir de las aguas primordiales la creación primera. De las aguas primordiales. Dios cuyo Espíritu descendió sobre las aguas en los orígenes del mundo . Sigue siendo un gesto profético. no de Espíritu. «¿Por qué eres sumergido en el agua? Leemos: que las aguas produzcan seres vivos. Ése es el contexto más probable. pues. El Nuevo Testamento nos muestra cómo se cumple esta efusión de agua y de Espíritu que es el bautismo. Significa. Adquieren toda su plenitud. el bautismo de Juan es incompleto. que es la potencia vivificante de Dios. Este simbolismo del agua del bautismo como principio creador está. En el bautismo de Cristo es instituido el bautismo cristiano. cuando el Espíritu desciende sobre las aguas. No tiene nada en común con las purificaciones legales del judaísmo ni con los baños de iniciación de los misterios paganos. Ezequiel nos habla de la efusión de agua y Espíritu que caracterizará a los tiempos mesiánicos: Os rociaré con agua pura y quedaréis purificados. pero no opera. En un texto fundamental para los orígenes del bautismo. El bautismo que se da en nombre del Padre. Es el misterio de la adopción divina. del Hijo y del Espíritu es una participación en la vida de las Tres Personas. esta vida nueva hace que entremos en una unión «muy íntima.17).-4- para que ya entonces la naturaleza de las aguas concibiera una virtud santificante. Así. el agua del bautismo aparece como el sacramento del Espíritu.4. por la comunicación de la graci. en la sociedad del Hijo. «Cristo es resucitado de entre los muertos al tercer día para que los salvados que sean bautizados en espíritu. Padre! De modo que ya no eres esclavo. A veces también se nos muestra que toda la Trinidad se apodera del hombre en el bautismo y se comunica a él. al llegar la plenitud de los tiempos. Y en su luz. invisible a toda inteligencia. San lreneo escribe: «Cuando somos regenerados por el bautismo en el nombre de las Tres Personas. Pero. que son los Tres Días que subsisten juntos eternamente para quienes son por ellos hijos de la luz» [8]. vivíamos como esclavos bajo los elementos del mundo. Por eso. para que una raza celeste emerja de ella renacida a una nueva creación.. por medio de su Hijo. con ser dueño de todo. de la adopción filial. misteriosa y viva con Dios». envió Dios a su Hijo. sois legítimamente llamados cristianos» [5]. «De manera que la ley ha sido nuestro pedagogo hasta Cristo. con el Espíritu Santo. cuando éramos menores de edad. Es la creación de una vida nueva que es la del Espíritu. y para que recibiéramos la filiación adoptiva. Esta vida del Espíritu nos configura a Cristo. Porque «el Padre es luz. para ser justificados por la fe.. alma y cuerpo en el nombre del Padre. y el Padre les comunica la incorruptibilidad» [7]. que es el Hijo. A veces se pone el acento en la unión con Cristo. uniendo así el doble simbolismo de las tres inmersiones.». somos enriquecidos en este segundo nacimiento con los bienes que están en Dios Padre. según las palabras de Scheeben [10]. Tú que fecundas por una misteriosa mezcla de tu poder esta agua preparada para regenerar a los hombres. Por eso. como dice san Pablo. «Sumergidos en Cristo —escribe Cirilo de Jerusalén— y habiéndoos revestido de Cristo. y si hijo. El misterio de la gracia es el misterio de esa vida de intimidad con Dios. una vida diferente a la vida natural. al participar de Cristo. también heredero por voluntad de Dios» (Ga 3. con la asistencia de los ángeles» [6]. del Hijo y del Espíritu Santo. que se los da al Hijo. sino hijo. De igual manera. una vida específicamente divina. también nosotros. La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abba.. Orígenes relaciona las tres inmersiones bautismales. en la comunicación del Espíritu. Pues yo os digo: mientras el heredero es menor de edad. con los tres días pasados por Cristo en el sepulcro y las Tres Personas de la Trinidad. y nos convierte en sus miembros. vemos al Espíritu Santo» [9]. nacido bajo la ley para rescatar a los que se hallaban bajo la ley. . Este significado del bautismo como participación en la vida de la Trinidad es frecuentemente señalado por los Padres. Porque quienes son bautizados reciben el Espíritu de Dios. que es participación en la vida de la Trinidad. nacido de mujer. Y así nos hace hijos del Padre. A veces. «El Espíritu de Dios. en nada se diferencia de un esclavo.. Esta creación nueva es la de la gracia. os hacéis conformes (symmorphoi) a Cristo.. De ese misterio hablaremos ahora.. el bautismo significa y opera una nueva creación. De modo que el bautismo opera en el alma una creación nueva. se sumerge (baptizei) en sí mismo y regenera al mismo tiempo nuestro cuerpo y nuestra alma. La elevación de nuestra naturaleza sólo tiene como objetivo hacemos entrar en la familiaridad de Dios. y el Hijo los toma y los ofrece a su Padre.24 . Porque realmente la perfección no consiste en abandonar la vida pecadora por miedo al castigo. te presentas ante Dios agobiado por el miedo. cuando vemos venir a nosotros al Señor de todas las cosas como si fuéramos sus semejantes. sino en temer sólo una cosa. la parrhesía. como hacen los esclavos. hijos de Dios. a vosotros os he llamado amigos» (Jn 15. que el hecho de que sea llamado amigo de Dios?. La amistad divina hace eso de manera mucho más completa aún. Todas las cosas sirven al Creador. disponiendo en forma soberana de sí misma por sus propias decisiones. posee una dignidad soberana. XLIV. Pero ¿no era conveniente que sirvieras al menos a los serafines? Dios no te impuso esa carga. alejado de toda bajeza. Nuestra libertad es verdaderamente santa e inefable cuando dejamos de ser siervos para ser amigos del Señor de todas las cosas.15). Pero se va desarrollando a través de la vida de hijos de Dios para convertirse. el alma recobra la libertad y la confianza. Al ser imagen de Dios. y ya no de esclavo a amo. en primer lugar. 13-14). un cara a cara con el Padre que es el Paraíso recobrado. que son. como un esclavo. XLIV.. Y goza del derecho de franqueza hacia Dios. en una conversación continua. sino amigos. Los trata . La parrhesía es el privilegio del ciudadano libre. Mientras tanto. Sólo a él debes adherirte con todas tus fuerzas. en el hecho de que no tiene amo y es autónoma. Tu noble libertad te ha elevado tan alto que no debía ya reconocer nada creado por encima de ella. Pero él tampoco quiere verte como un siervo. Esta amistad se realiza en una intimidad que sólo la gracia permite y que es la familiaridad con Dios. basado en la igualdad con los demás ciudadanos. «El alma humana manifiesta su carácter real y noble. «¿Qué prueba más digna de fe tenemos de que Moisés logró realizar la perfección. perder la amistad divina.en todo como amigos» (In Joh. «Dios —escribe Scheeben— te había elevado por encima de los seres sin razón. 430 C). Espíritu que el Apóstol describe así: "Donde está el Espíritu del Señor.. y torturando tu conciencia? ¿Por qué no te permites la confianza (parrkesía) que es el fruto de la naturaleza libre del alma?» (PG. La libertad es la semejanza con aquello que no tiene amo ni soberano. todo pecado. Esta familiaridad es la oración cristiana desde sus comienzos: el Padrenuestro la expresa perfectamente. relaciones de hijo a padre. que nos ha sido dado por Dios en el origen y que borró la vergüenza del pecado» (PG. ¿no es nuestra alma imagen de aquél que reina sobre todo?» (PG. 1180 A).. «El Señor prescribe a quienes se presentan ante Dios que se vuelvan dioses. según la expresión de los Padres. el Señor eleva a sus siervos que observan sus mandamientos a una gloria sobrenatural: ya no los llama siervos. Ésta es la «libertad de los hijos de Dios» que el hijo de Dios debe tener en sus relaciones con su padre. . Los Padres retoman este lenguaje para expresar la condición del hijo de Dios en sus relaciones con su padre. La adopción divina nos eleva ya infinitamente por encima de la condición de siervo. quiere hacerte su amigo.-5- La adopción divina nos hace. XLIV. en los santos. hacerse amigo de Dios. en el carácter soberano del ciudadano en la ciudad democrática. Transforma las relaciones del cristiano con Dios. Nuestro Señor mismo nos enseña que se trata de una amistad cuando contrapone su amistad hacia nosotros con las relaciones entre amo y siervo: «No os llamo ya siervos. ¿Por qué. XLVI. como si tuviéramos el derecho de acercarnos a él con la confianza y la libertad de un amigo» [11]. dice. El primer efecto de esto es la libertad de palabra. Sólo Dios es tu amo. «¿Qué hay más bello —escribe san Agustín— que hacerse amigo de Dios? Esta dignidad supera los límites de la naturaleza humana. Te ha dado su propio Espíritu.. 136 B). nos coloca en una condición libre y en cierta igualdad con Dios. y haberse despojado de la vergüenza de sus faltas. está la libertad". X. 101 D). a partir de allí. y estimar sólo una cosa. Por otra parte. que es la perfección de la vida» (PG. que es propio del hijo: «Al dejar de lado todo elemento extraño —dice Gregorio de Nisa— es decir. haciéndolos un solo cuerpo con él y entre sí» [12]. habiéndose vuelto uno con nosotros. hombre ni mujer. el arquetipo según el cual la gracia nos recrea. es decir. hasta ver a Cristo formado en vosotros» (Gál 4.5). Entre Cristo y los cristianos existe una unión vital. (PG. los hace a todos miembros de su propio cuerpo. Cristo nace en nosotros en el bautismo. ése da mucho fruto. La vida de la gracia esón con Cristo. realizando así el crecimiento del cuerpo para su edificación en el amor» (Ef 4. el ejemplar.656). al hacernos hijos del Padre. . y habiéndose unido él a nosotros. El que permanece en mí y yo en él. todo lo que hemos dicho del espíritu filial se refiere a toda la Trinidad pero conviene especialmente al Padre. Es preciso que en cada una de nuestras almas alcance su estatura. La Eucaristía es el medio privilegiado de esta unión a Cristo: «Por un solo cuerpo. Al convertimos en hijos del Padre nos convierte en hermanos de Cristo que deben hacerse semejantes a él en todo para merecer ese nombre. Así. Pero esta imitación de Jesucristo no es solamente una reproducción exterior. Por otra parte. el Hijo es el modelo. Así estar configuradas a Cristo con su vida un vínculo que se crea entre él y nosotros que une nuestras almas a él en una unión y una intimidad incomparables. La vida cristiana no es solamente una vida como la de Cristoún la expresión que le gustaba usar a san Pablo: «Todos vosotros sois uno en Cristo Jesús» (Gál 3. Pero no se trata solamente de una imitación exteriorón en la vida misma de Cristo. 1317). Pero toda la vida cristiana tiene como único objeto extenderla a todo lo que somos. la gracia coloca a nuestra alma en una relación muy especial con el Hijo único de Dios. «Imagen de Cristo» significa algo más profundo: es una participación en la vida misma de Cristo una transformación en Cristo comunica al sarmiento. su propio cuerpo. Habiéndonos unido así a él.28). «¡Hijos míos! por quienes sufro de nuevo dolores de parto. Esta relación que la gracia establece entre el Hijo de Dios y nosotros presenta dos aspectos principales.. «Como él está en todos —escribe Gregorio de Nisa— recibe en él a todos los que están unidos a él por la comunión de su cuerpo. puesto que todas las obras de Dios son comunes a las Tres Personas.16). «De él todo el cuerpo recibe trabazón y cohesión por medio de toda clase de junturas que llevan la nutrición según la actividad propia de cada una de las partes. Porque separados de mí no podéis hacer nada» (Jn 15. Es lo que san Pablo llama «revestirse de Cristo». «Si Cristo es Hijo de Dios y si os habéis revestido de Cristo —escribe Juan Crisóstomo— teniendo en vosotros al Hijo y transformados en él por semejanzatesco con el Padre es el vuestro. Ya no hay judío ni gentil. de tal modo que la multitud de los miembros forman un solo cuerpo.29). Del mismo modo todo lo que diremos ahora de la configuración y la unión con Dios se aplica también a toda la Trinidad se refiere más específicamente al Hijo.. esclavo ni libre.-6- Al hacernos hijos de Dios. Es la enseñanza de san Juan y san Pablo: «Yo soy la vid. Todos vosotros sois uno en Jesucristo». el Hijon único bendice a sus propios fieles. Todo el ejercicio de la vida cristiana consiste desarrollar en nosotros la semejanza con Cristo cada una de nuestras almas sea una imagen que reproduzca los rasgos de Jesucristo. es propio de todo lo concerniente a la vida de la gracia que toda relación con una persona divina implique necesariamente una relación con las demás personas. El principio de esa semejanza nos es dado en el bautismo. Cristo no es sólo el modeloún el cual debemos reformar nuestra alma: es también la única fuente desde la cual la vida de la gracia puede derramarse en nosotros. LXV. En este sentido. XLIV. vosotros los sarmientos. hace suyo todo lo que es nuestro» (PG.19). Es en primer lugar una configuraciónón: «Pues a los que de antemano conocióén los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo» (Rom 8. Por la unión con él y por la semejanza así producida. para que esté con vosotros para siempre. vemos que Nuestro Señor insiste en esto. Esta inhabitación. nadie en su sano juicio puede dudado. «Yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito. especialmente con Cirilo de Alejandría en el siglo v. como lo haría un sello en la cera. Es la doctrina de la inhabitación de Dios en nosotros. Porque el templo de Dios es sagrado. El P. que está en vosotros y habéis recibido de Dios. En el Discurso después de la Cena. los Padres de la Iglesia suelen hablar más de la inhabitación en nosotros del Espíritu Santo. Más tarde. Pero la presencia del sello es necesaria para estampar la impronta y conservarla» [13]. «Porque nosotros somos templos del Dios vivo. en efecto. antes de celebrar en Pentecostés la fiesta del Espíritu Santo. Dios lo destruirá a él.. Esta doctrina vuelve a aparecer con frecuencia en los Padres de la Iglesia. cómo nos convertimos en Templos de Dios al recibir el Espíritu si éste no fuera Dios» (Com. Orígenes y Gregorio de Nisa insisten mucho en la inhabitación del Verbo en el alma. No. y de la misma naturaleza que el Padre y el Hijo. es operado por el Espíritu Santo que mora en nosotros. se pone el acento en la presencia del Espíritu Santo.16). a quien el mundo no puede recibir. como dijo Dios: Habitaré en medio de ellos y andaré entre ellos. Joh. que es radical en la esencia del alma a partir del bautismo. Cristo presente en el alma opera la gracia y. de Regnon comenta esto con exactitud: «La presencia sustancial y personal del Espíritu Santo nos santifica estampando en nosotros su impronta. Esta doctrina ocupa un lugar importante en la vida de los primeros cristianos. vendremos a él. es obra de toda la Santa Trinidad. aunque esa inhabitación implica también a las otras dos Personas. «Que el Espíritu es Dios. esencialmente Don. No es a la manera de un pintor como el Espíritu Santo pinta en nosotros la divina esencia. yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo» (2 Cor 6. Podemos distinguir dos etapas en esta presencia de Dios en el alma.. Es el don que hace el Padre al Hijo. Pero vosotros lo conocéis. a través de la gracia. y que no os pertenecéis?» (1 Cor 6. así como la impronta en la cera no es el sello. pues. no es así como nos hace semejantes a Dios. y vosotros sois ese templo» (1 Cor 3. que nos hace hijos del Padre. el Espíritu de la verdad. El Espíritu Santo es. Sin embargo.. mientras que más adelante la liturgia la atribuirá a la virtud santificante del Espíritu. como todo lo que concierne a la acción de Dios en la santificación de nuestras almas.19). Lo mismo san Pablo: «¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios. como si fuera diferente a ella. «¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo.. Es la base de la teología espiritual de este último. También podemos ver que.16-17). a propósito de esta doctrina. la atención de los cristianos se dirige más a la persona del Verbo. Sin duda la gracia habitual no es el Espíritu Santo. en el corazón de quienes lo reciben.16-17). porque mora con vosotros» (Jn 14. en la época en que se constituye la doctrina del Espíritu Santo. que sea bajo ese aspecto como se expresa generalmente la inhabitación de Dios en nosotros. 14-1 7). Así. que nos digan cómo puede participar el hombre de la naturaleza de Dios recibiendo el Espíritu. Serapión de Thmuis atribuye la santificación del alma del bautizado al Verbo. hace revivir los rasgos de la imagen de Dios». Pero debemos señalar aquí que. San Cirilo demuestra precisamente así la divinidad del Espíritu Santo. el alma toma conciencia de su presencia. Hay una primera venida del Espíritu Santo.-7- Pero esta transformación en Cristo. se estampa. Es él mismo quien. Es natural. y haremos morada en él» (Jn 14. Cirilo de Alejandría explica esta presencia del siguiente modo: «Al recibir la impronta del Espíritu Santo somos reformados a imagen de Dios. «Si alguno me ama.23). en los primeros siglos. al ser Dios y proceder de Dios. La liturgia celebró el Verbo en Pascua. porque no lo ve ni lo conoce. IX. para . Si lo niegan. desde el perfume que es indicio de una presencia lejana. en una cosa muy honda que no sabe decir cómo es. no puede hacerla por causa de las imágenes que ya están allí. Esta presencia crea en el alma la gracia santificante y suscita las virtudes de la fe y la caridad. en sus grados más altos. el alma se vuelve hacia Dios y lo posee. de la Taille. que quiere manifestarse e imprimirse en el fondo del alma. pues. en efecto. muestra. y sin embargo es allí donde encontraría lo que en vano busca tan lejos. Dijimos que la captación de esa presencia caracterizaba las místicas naturales. De modo que Dios permanece en nosotros desconocido y oculto. Dios está presente en el alma antes de que el alma esté presente en Él. y cuya progresión describe con toda la gama de sentidos espirituales. que provienen de la revelación cósmica. sin duda.-8- producir en ella la gracia santificante y elevarla. lo buscó al principio a través del mundo visible. Pero aquí se trata de otra cosa. nadie mejor que el gran dominico Tauler describió esta atracción de Dios presente en el fondo del alma: «Los que no tienen el cuidado de conservar la desnudez interior -de manera que el fondo misterioso de la divinidad. con el P. me llama» [14]. Pero. «Allí. sino la captación de esa presencia que es anterior a ellos. Allí habita. al emprender la búsqueda de Dios. por así decir. Así Él estaría presente como el amado en el amante. ¿Puede definirse mejor la naturaleza de esta presencia que se halla en el origen de toda mística cristiana? Está claro que hay una presencia universal de Dios en el conjunto de la creación y. aunque está tan cerca. entró dentro de sí mismo y se derramó sobre su alma. vela por mí. sino que es su resultado. por encima de mi alma. desde Gregorio de Nisa a Agustín. hablando con propiedad. y de Ruysbroeck a Juan de la Cruz. Esta producción es el efecto de una presencia especial y cesaría sin esa presencia. la vida interior y. lo que constituye. la toma de conciencia de la presencia de la Trinidad en el centro del alma a través del espejo de la gracia. de sondear las honduras del fondo de su alma. Dios está presente en el alma en cuanto opera en ella la vida de la gracia. El conocimiento místico será. donde el alma está más en Dios que Dios en el alma. Esta es. Por ella. Hay otra forma de presencia. en el alma. me atrae. Quien nunca desciende a ese fondo interior para mirar allí y probar el sabor. las Tres Personas de la Santa Trinidad se comunican a ella. que no constituye la presencia. que jamás será reconfortado por Dios» [16]. Ésa es la sensación de presencia a la que alude Gregario de Nisa. Dios está presente en . Algunos ubican esta presencia sobrenatural en el alma en los actos de inteligencia y de amor que tienen a Dios por objeto [17]. Pero pocas veces tiene el hombre la valentía de descender a tales profundidades. como ayudantes de cocina. porque no tiene letras. el hombre es capaz de volverse hacia Dios presente en él y unirse a Él a través de la inteligencia y el amor. no se entiende bien cómo puede el amor ser causa de presencia. Los grandes místicos nos describieron la atracción fuerte y suave con la cual la Trinidad recoge al alma en lo más íntimo de ella y permanece allí. por lo tanto. hasta el contacto con el alma en la oscuridad de la fe. Por medio de estas virtudes. que existe una presencia de Dios en la sustancia misma del alma [18]. que no es tanto presencia de Dios en el alma como presencia del alma en Dios. que representa la cumbre de la vida espiritual. como dice Orígenes. De manera que hay que admitir. Y santa Teresa: «Al introducir Dios el alma en su propia morada. la vida mística. goza de su presencia. Esta alma ve notoriamente que ellas están en lo interior de su alma. y que le daría la felicidad. Agustín. siente en sí esta divina compañía» [15]. está la Casa de Dios. me gobierna. Luego. Pocas veces penetra en ese santuario interior. en primer lugar. Y la inteligencia y el amor no son la causa. en lo muy muy interior. la doctrina común a los grandes doctores místicos.son. Pero. Desde allí me mira. la constituye a su imagen y semejanza. para encontrar a la Trinidad que allí mora. Esto no se refiere simplemente a las facultades naturales: memoria. La experiencia mística es esa vida que se vuelve consciente. llevándola en el movimiento eterno por medio del cual el Verbo increado se une totalmente al Padre. se une a las Personas divinas. Porque. se desvanece la gracia. sino a esa imagen sobrenatural de las relaciones eternas de las Personas que son las operaciones de la Trinidad en el alma [21]. Ésta es tomada y llevada más allá de sí misma en el movimiento mismo de la vida trinitaria y. que brota en el alma al contacto con el Espíritu. eso es realmente gozar del Bienamado. movimiento y reposo. soporta con impaciencia los espejos y los enigmas mencionados por san Pablo. por encima de la razón. pozo de aguas vivas. «El don de consejo —escribe Ruysbroeck— es un toque en la memoria del hombre que proviene de la eterna generación del Padre.-9- el alma como principio actual de la vida sobrenatural. es a ellas a quienes se adhiere. que es su obra e implica su proximidad. Entonces el alma. Lo que el alma capta en forma directa y experimental. Gregorio de Nisa describió admirablemente esta desesperación del alma en la búsqueda de Dios. sin detenerse en ella. . como él escribe. de interioridad y de éxtasis. pero la gracia. como los perfumes la del Esposo. que son una participación en la vida íntima de Dios. será proporcional al aumento de la gracia. Si se quita el Espíritu Santo. las obras sobrenaturales. el deseo colmado a cada instante. al comunicarse a ella. que primero espera poseerlo completamente y luego se angustia cuando ve que siempre se le escapa. la presencia de Dios se hace más próxima y su atracción. más irresistible. El alma experimenta entonces en la plenitud de su contenido. se revelan a ella en la oscuridad de la fe la Trinidad misma y su misterio escondido. «Ésta —dice el P. y suscita en ella la fe beatificante. inteligencia y voluntad. La generación del Verbo en el alma. es la vida de la gracia. Gregorio de Nisa expresó esto en forma notable. que están inmóviles y al mismo tiempo brotan. dilata su capacidad y la vuelve capaz de nuevas gracias. Así. que caracterizan su condición presente. el alma se une a la misma Trinidad. rayo de su luz. A través de esta vida. el significado de la palabra de Cristo: «La vida eterna es conocerte a ti y al que has enviado. de posesión y de deseo. que es ya el preludio de la visión beatífica. a través de ese espejo. Estas virtudes constituyen la vida sobrenatural. el alma que crece en la vida de la gracia es siempre colmada por Dios en la medida de su capacidad. en la esencia misma del alma» [20]. en su sed de la visión cara a cara. que engendra al Hijo en la alta memoria. de la Taille— además del don creado que la constituye. ellas son las que la atraen. La experiencia mística está hecha. comporta un don increado sin el cual se desvanece» [19]. que engendra el deseo de lo que sigue existiendo más allá» [22]. El alma aparece así como imagen de Dios en un sentido nuevo y más perfecto. Pero «ese velo de tristeza se levanta cuando el alma aprende que progresar sin cesar y no dejar nunca de ascender. Es. proceden directamente de las relaciones eternas de las Personas. Y el surgimiento de la vida espiritual en el abismo de la memoria procede de la eterna procesión del Espíritu Santo. Es verdaderamente la vida eterna. y su presencia revela la presencia de la Trinidad. pues. Jesucristo». Pero el Verbo "engendrado en ella arrastra al alma hacia el Padre. esa perpetua natividad que Tauler describió siguiendo a Orígenes. procede de la generación eterna del Hijo por parte del Padre. A medida que el alma se transforma en Dios. impronta de su carácter. que es perfume de Dios. como dice Gregorio. la sensación de presencia (aisthesis parousías). porque sus operaciones tienen una estructura trinitaria. a diferencia de las obras de Dios en el orden natural. De ello resulta —y esto es muy importante— que el aumento del conocimiento de Dios. Él compara las virtudes del alma con el perfume del Cantar de los cantares: «Unguentum effusum nomen tuum». despojada. desposeída. sin buscar apoyo en nada que ella comprenda. que a su vez vuelve al amor de caridad tan plenamente posesivo y unitivo como es posible en este mundo. muestra que «la caridad. guste. olvidándose y abandonándose. Nótese aquí el primado del amor. Barrett.10 - Es la misma doctrina que encontramos en san Juan de la Cruz. al crecer. nos transforma en Dios. la vivifica y la vuelve capaz de amar más. La caridad llega desde este mundo a Dios. en el éxtasis del amor que la arrebata fuera de sí misma. [4] C. a través del crecimiento de la vida de la caridad en el alma. el alma capta oscuramente a Dios en la fe. Pero es más aún. pero nunca debe detenerse en ellas. -----------------------------------------------------Notas [1]1 Jn 14. al hacemos entrar en la intimidad de las Personas divinas. Y en ese amor llega a Él tal como Él es en sí mismo. Y este captar de la fe está hecho a la medida del amor. como medio apropiado de un conocimiento delicioso y penetrante. [2] Le Signe du Temple. «Aunque los bienes sobrenaturales sean donados al alma en abundancia. Pero esta captación oscura de la fe se vuelve más penetrante a medida que el alma se transforma en Dios por el amor. y que en la oscuridad de la fe es donde llega a Dios tal como Él es en sí mismo. refiriéndose además a santo Tomás. De este modo. sino que me hiciste salir de mí misma y me elevaste hacia ti. el alba real de la visión eterna. a quien ella llega directamente en sí mismo. porque el espíritu es interior a él mismo. y esto supone un santo odio a sí mismo. ahora que estoy desligada de todo. es una «salida» del alma fuera de sí misma. Se vincula enteramente a Dios.. esperando contemplado en la visión cara a cara. Nadie insistió tanto como él en el hecho de que en su búsqueda de Dios el alma recibe muchas iluminaciones y sensaciones. K. tomándola como luz y como guía. «Salí tras ti clamando. Lampe. [5] PG 33. En suma. hace que la fe se vuelva penetrante y deliciosa» [24].23. 43-47. The Seal ofthe Spirit (1951) 26. . porque es el amor quien. [3] G. inspirado en Gregorio de Nisa. como un ciego. lejos de destruida. no sólo me arrancaste de todas las cosas. al no poderse cumplir esa espiritualización cada vez más perfecta sin repercutir en el conocimiento.. de esa connaturalidad sobrenatural. que es la condición de su unión de amor con las Tres Personas. para arrojada a Él. sin ninguna mirada hacia sí misma. al transformar el alma en Dios. y eras ido. H. El alma debe quedar así en la oscuridad. el alma dice esto: Al herirme de amor. Así el amor sobrenatural de caridad.1088 A. para ligarme a ti» [25]. apoyándose en la fe oscura. J acques Maritain ha mostrado cómo en esto la experiencia de san Juan de la Cruz. haciéndome extraña a ellas. como dijimos. nacido de un amor a Dios que eleva al alma tan alto que la obliga a salir de sí misma. El alma está como des centrada de ella misma. el Espíritu Santo se sirve de esa misma transformación amorosa en Dios. Esta salida significa que se sale de uno mismo. A través de este amor que la une directamente a Él. En primer lugar se trata de «purificarse de toda luz natural». «El tránsito del alma a la unión con Dios merece ser llamado noche. pero persiste en su diferencia. y. El alma está como consumida por el fuego divino del Espíritu. ésta debe despojarse de ellos a medida que llegan. las Tres Personas son conocidas por el alma con ese conocimiento oscuro y amante en que el conocimiento tiene la medida del amor: es la teología mística. tal como Él es en sí mismo. The Holy Spirit and the Cospel Tradition (1947) 39. Ese fuego. porque el medio o camino por donde ha de ir el alma a esta unión es la fe. sienta o imagine» [23]. que es oscura para el entendimiento como la noche». Aquí debemos citar una vez más a san Juan de la Cruz.. W. vuelve cada vez más próxima su presencia y su atracción cada vez más irresistible. Según la expresión que suelen usar todos los místicos. 12..8. 11.11 - [6] Dídimo. «L'Image de la Trinité. PG 14. Cant. 1. [24] SaintJean de la Croix. praticien de la contemplation»: «Études carmélitaines» (abril 1931) 94-95. [18] «Actuation créée par acte incréé»: RSR (1928) 258-259. Rom...329ss. [7] Dem. 41. Boyer. [25] Cántico Espiritual. PG 39. [9] Com.5. Platonisme el théologie mystique. De Trin. [19] Ibid. 1037 BC.. [16] OEuvres completes (Tralin) 2.. 15. [17] Cf.20. la crítica a esta opinión en Galtier. [14] Enarr. 4. .333-352. Como Joh. 1. 484. trad. 135.. cap. [22] Com. 8. 7.. [21] Cfr. Ps. Ch. 144 [12] Cirilo de Alejandría. 672 C.. 7.. Apost. 261. 86. [20] Royaume des amants de Dieu. 7ª morada». synthese de la pensée augustinienne»: «Gregorianum» (1946) 173-199. fr.. [23] Subida al Monte Carmelo. Mat. [8] Com. [15] «El castillo interior. [11] Ibid. 2. Véase Jean Daniélou. L'habitation en nous des Trois personnes. [10] Les merveilles de la grâce divine.52. [13] Études sur la Trinité. 161.2.
Report "30214030 Card Danielou El Dios de Los Misticos"