3- Sala y Alonso 1986.pdf

April 2, 2018 | Author: MaxHado | Category: Uruguay, Buenos Aires, Capitalism, Latin America, Meat


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03 Historia del Uruguay - Materias ComunesObligatorio 17 Copias Lucía Sala de Touron Rosa Alonso Eloy Con la colaboración de Julio C. Rodríguez EL URUGUAY COMERCIAL, PASTORIL Y CAUDILLESCO Tomo I: Economía Ediciones de la Banda Oriental Montevideo Material disponible en los Servicios del CECSo www.serviciosdelcecso.blogspot.com / [email protected] Por trabajos: [email protected] Fotocopiadora: 2410 6720 (208 / 218) Cantina & Cafetería: 2410 6720 (220) Colección Historia y Presente dirigida por Benjamín Nahum e Ediciones de la Banda Oriental SRL Gaboto 1582- Montevideo- Tel. 4.32.06 Queda hecho el depósito que marca la ley Impreso en Uruguay- 1986 14 de la población hasta del derecho al voto. Teóricamente tiene el mono- polio del poder coactivo, pero en la práctica existe uno paralelo de la fracción opositora. Ha proclamado la libertad e igualdad, pero pervive hasta los cua- renta la esclavitud y se imponen modalidades de dependencia personal precapitalista. Teóricamente es "juez y gendarme", pero en la reali- dad, el bando que domina el aparato estatal garantiza formas de acu- mulación privilegiada y es distribuidor de tierras y ganado. El país antes de la Guerra Grande y aún más tarde, vive en medio PRIMERA PARTE de estos y otros contrastes. Entre Montevideo y la campaña, entre fracciones de una oligarquía escindida y enfrentada que no puede con- CARACTERES GENERALES DE LA FORMACION SOCIAL solidarse y entre ésta y las masas rurales, a las que procura subordi- URUGUAYA EN LAS DECADAS INMEDIATAMENTE nar y privar de tierras y ganados y a las que debe recurrir reiterada- POSTERIORES A LA INDEPENDENCIA mente para imponer sus intereses de facción, entre un poder que teóricamente lo es todo, y que es sólo parte de la sociedad civil inser- tada en las "divisas" contrapuestas, entre caudillos y "doctores", politicos más o menos especializados, que se enfrentan y unen en la disputa por el poder. Mientras en los cenáculos, por la prensa y en las Cámaras en debates de elevado nivel predomina una ideología liberal o moderada- mente conservadora y cuando se difunden en Montevideo entre los artesanos e intelectuales los principios del socialismo utópico, la que predomina entre grandes masas sobre todo del campo implica valores y sentimientos heroicos, fidelidades personales que se asientan en re- laciones paternalistas-dependientes, de contenido precapitalista. Estos contrastes expresan en lo fundamental el carácter del proceso de transición que vive el Uruguay. Coexiste una producción mercantil importante, con un fuerte sector no mercantil y la carne sobra por encima de la consumida y vendida. Avanza el proceso de acumula- ción originaria, pero por él momento predominan relaciones de pro- ducción precapitalistas, a cuya imposición se oponen las masas del cam- po y los pequeños y medianos poseedores fracasado el camino arti- guista, insertándose en la hueste caudillesca. Es sobre este mundo real, sobre este proceso de transición que engendra agudos contrastes, que se levanta la imagen ideológica vivida como "lo real". Se expresa en dicotomías que parecen insalva- bles entre "civilización y barbarie", "lo nacional", "americano" y "extranjero", "la libertad y la tiranía". Y es en torno a ellas que se anudan solidaridades y odios, surgidos en la lucha común o el enfrentamiento cada vez más sangriento de la Guerra Grande. A) CONDICIONES DE INSERCION EN EL MERCADO MUNDIAL EL DESARROLLO DE LAS FUERZAS PRODUCTIVAS 1) Exigencias y posibilidades del mercado exterior Los nuevos países de origen hispano-portugués eliminaron al in- dependizarse la intennediación de Estados atrasados, cuyo monopolio comercial de todas maneras se había ido desmoronando en el siglo XVIII y comienzos del xix, durante las guerras de la Revolución Fran- cesa y el Imperio. Se enfrentaron ahora con los principales países capitalistas, en condiciones de dependencia que ya no era colonial, y mucho menos estrecha que la que les sería impuesta en el período imperialista. Se procesaba entonces la primera etapa de la Revolución Industrial. Pero la máquina a vapor era empleada casi exclusivamente en la indus- tria textil del algodón, para la que Inglaterra buscaba en los arios trein- ta mercados en el exterior, ante la estrechez del interno resultado del bajo nivel de consumo del proletariado urbano y agrícola, más reduci- do aún durante las crisis (en esta época las de comienzos de la década, del 36-37 y 41-42). Será recién en los cuarenta cuando la expansión ferroviaria impulsará la metalúrgica y la minería y la ampliación del mercado exterior favorecería incluso el acelerado desarrollo de la tex- til. Inglaterra será desde mediados del siglo y por varias décadas la primera potencia industrial, comercial, naval y financiera y el patrón oro que impone, será expresión de su dominio de la economía mundial. Pero recién en esta primera mitad del siglo XIX dispondrá nuevamente, luego de la crisis del 25, de excedentes de capitales que invertirá en América Latina. En la primera mitad, Francia, que utiliza la fuerza para apropiarse de territorios o imponer su comercio y el pago de deudas a sus súbditos, es sobre todo agrícola y productora de artículos de lujo. Los Estados Unidos, que ven duramente limitado el mercado para sus telas bastas por la industria británica, son exportadores de algunas manufacturas y sobre todo de trigo y harina. Será con ellos que el Uruguay independiente comerciará preferen- temente sin perjuicio de la reanudación del tráfico con España, del que 18 19 realiza con países y ciudades mediterráneas y alemanas, con otros es- económica circunscripto al exclusivo juego de los factores internos...", tados europeos y con los mercados esclavistas latinoamericanos, espe- (2) lo que es obviamente válido para el Uruguay. Será entonces el co- cialmente Brasil. mercio exterior el que en estas circunstancias jugará un papel decisi- El mercado mundial en proceso de conformación tiene fuertes res- vo para los cambios que se procesan. El Uruguay exporta algunas la- tricciones. Los países capitalistas buscan colocar sus producciones nas, pero sobre todo derivados del vacuno criollo, especialmente cue- en América Latina, pero es limitada la capacidad de consumo de sus ros y carnes saladas. Importa artículos industriales de amplio consumo, frutos exportables. algunas máquinas y herramientas, la sal (materia prima básica para el Fuera de las zonas atlánticas europeas y de los Estados Unidos, saladero), artículos de lujo, y hasta alimentos. predominan en las distintas formaciones relaciones sociales de produc- Se beneficia de precios por sus exportaciones que no dependen de ción precapitalistas. En éstas es lento el proceso de transformación un solo comprador. Pero la demanda es limitada y no absorbe toda la interna y el mercado exterior no exige por el momento que se eliminen producción eventual de la región ganadera del Plata, que se ha amplia- las relaciones no capitalistas. do en relación a la época colonial. No exige sino de manera parcial la mercantiliz,ación de sus producciones. La carne y el cuero, alimento y 2) El Uruguay ante las exigencias del mercado. materia prima esencial, tienen un fuerte consumo interno. No obstan- te, hasta fines de los 80 no toda la carne de los animales faenados por a) Condiciones de su inserción luego de la independencia los cueros tiene valor de cambio ni de uso y se sigue tirando aunque en una proporción cada vez menor. Cuando el Uruguay se independiza había pasado ya la etapa de la La demanda externa no exige transformar las relaciones sociales primera inversión de capitales británicos en América Latina, luego de de producción predominantemente precapitalistas, que aunque co- la crisis de 1825. Quedaban atrás los arios de la fiebre inversionista en existiendo con capitalistas, dominan en el país. la que se suponía extraordinariamente rica minería latinoamericana, cuando los grandes contratos o proyectos con Bolivar y Sucre, Alamán, b) El Uruguay en el miro del Río de la Plata Rivadavia y otros. El "negocio minero" había fracasado por la exigen- cia de importantes capitales, porque las minas no encerraban entonces El Uruguay independiente procuró atraer el comercio exterior ha- las riquezas previstas o por la Inestabilidad de los nuevos estados. Al- cia Montevideo aprovechando la excelencia de su puerto, brindándole gunos países latinoamericanos entre 1822 y 25 habían contraído cré- todo tipo de facilidades y ventajas, imponiendo la moneda metálica ditos por más de 18 millones de libras en condiciones extremadamente mientras Buenos Aires multiplica la circulación del papel moneda, y gravosas. Los empréstitos, que entre 1820 y 1826 alcanzan a 20.978.800 utilizando las favorables coyunturas políticas y militares. son grandes negocios para los especuladores británicos y latinoamerica- "Siempre que Buenos Aires tenga la desgracia de verse atacada nos. Serían satisfechos gravando a los nuevos países en cifras astro- —dirá Woodbine Parish— la situación ventajosa de Montevideo nómicas por concepto de intereses y amortizaciones. (1) como puerto central le dará bastante importancia como puerto de de- El pequeño Uruguay, que cuando se fijaron sus fronteras ocupó pósito para los efectos en su origen destinados a las provincias del in- aproximadamente 187 mil kilómetros cuadrados, sin minas, con escasa terior". (3) población y precaria estabilidad, no atrajo inversiones extranjeras. Desde el momento mismo de la independencia los gobiernos uru- Por otra parte allí donde se produjeron no contribuyeron a impulsar el guayos procuraron incrementar el comercio exterior. Un papel impor- aparato productivo. tante para esto iba a desempeñar el tráfico de intermediación con las Al decir de Sempat Assadourián, para el conjunto del subcontinen- regiones fronterizas . de los países vecinos. Las comisiones podían au- te, es "la estructura económica... la traba para un proceso de expansión <2) Sempat Assadourián, Carlos: "Modos de producción, capitalismo y subde- (1) Chevalier, Francois: "América Latina de la independencia a nuestros días" sarrollo". Cuadernos de Pasado y Presente No. 40. Ed. Siglo XXI. 1973. Pg. 9 Nueva Clío. Traducción Editorial Labor. Barcelona 1969. (3) Parish, Woodbine: "Buenos Aires y las Provincias del Río de la Plata". Pgs. 508-509. Ed. Hachette. Buenos Aires. 1968. 20 21 mentar los ingresos y compensar los déficit de las balanzas comercial y de pagos. Los impuestos aduaneros, los más imortantes, debían con- La pugna por atraer el comercio exterior y el de tránsito hacia Buenos Aires o Montevideo, se caldeó a partir de 1835, cuando Rosas tribuir teóricamente a reducir el déficit fiscal y a sufragar el funciona- miento del aparato estatal, junto a una ya elevada deuda pública, en accede a la gubematura de Buenos Aires con plenos poderes. El mo- proporción a los recursos disponibles. nopolio del tráfico por Buenos Aires en el espacio de la inorgánica Las facilidades brindadas al tráfico y luego la situación conflicti- Confederación Argentina, era la política tradicional de las clases y va de Buenos Aires, atrajeron comerciantes extranjeros. El país sufra- fracciones de clases dominantes bonaerenses. Conllevaba su posibili- dad de acumulación y apropiación de los ingresos fiscales aduaneros gó la costosa imposición de la moneda metálica, que requirió el resca- te del cobre brasileño y el papel moneda argentino circulante, pero fa- del comercio exterior desde y para las provincias, por el gobierno de la voreció el comercio .exterior y el de tránsito. El tráfico aumentó extra- ex-capital virreinal, gobierno en verdad provincial con la facultad es- ordinariamente cuando se produjeron los conflictos entre Rosas y el pecial de las relaciones exteriores. Para imponer la hegemonía provin- gobierno francés que desembocaron en el bloqueo de Buenos Aires entre 1838 y 40 y aún posteriormente hasta el sitio de Montevideo exportadora de cueros y algunas carnes saladas. La explotación depredatoria, —que desde 1843. La guerra de los Farrapos en el sur de Brasil que se ex- el artiguistno intentó vanamente eliminar—, fruto de las largas guerras y de los tiende hasta 1845 —en la etapa que finaliza en 1843— favoreció al co- arreos portugueses, había despoblado la campaña oriental y también la de las pro- mercio de Montevideo. Este pasó de 23 millones de pesos en 1827 y vincias litorales argentinas. Fue a partir de 1810 cuando comenzaron a levantarse los 35 en 1836, a 182 en 1842. (4) saladeros en Buenos Aires y en Río Grande. A partir de 1820 cobra un gran impulso la ganadería bonaerense, ya desarrollada en la época anterior, en medio de los duros En el período aumentaron sustancialmente las exportaciones del enfrentamientos entre saladeristas y abastecedores y de la lucha por ganados y territorio uruguayo hasta alcanzar niveles que sólo se repetirían a tierras entre los grandes terratenientes y pequeños poseedores y, sobre todo, con los fines de los cincuenta. El mercado exterior era inelástico para las de la indios que limitaban la expansión de la estancia. El territorio de la provincia fue am- región ganadera. La carne salada sólo era consumida por los esclavos pliado; entre 1821 y 1827 se celebran las paces con los indios y se garantizar las tie- de Cuba y sobre todo de Brasil. Pero a éstos se les proporcionaba el rras que se les han ganado con un cordón de fuertes fronterizos. Ya en 1824, en plena mínimo de un producto que de todas maneras resultaba relativamente expansión saladeril de Buenos Aires, las tierras resultaban estrechas. No es ajeno a caro. Su comercio dependía de coyunturas internas e internacionales. esto el apoyo de especuladores y hacendados —que intentaban apoderarse también La lana era en de las tierras de Entre Ríos a la Cruzada Libertadora, que arrancaría a los brasileños la época un artículo casi suntuario y limitadas las expor- taciones del Plata en general y del Uruguay en particular. Los cueros la posesión de las ricas praderas orientales. Simultáneamente se procesaba el apo- secos y salados que se colocaban en Europa y los Estados Unidos, sólo deramiento legal de la tierra por especuladores y terratenientes y la sumisión de las masas rurales al peonazgo en Buenos Aires. El bloqueo de Buenos Aires, a partir de tenían amplio mercado durante las guerras. Atraer el comercio era diciembre de 1825 —consecuencia de la guerra que se desata luego de la incorpora- decisivo entonces para incrementar las exportaciones y esto inevita- ción de los diputados orientales al Congreso Constituyente, a fines de octubre— blemente se producía en detrimento de otros exportadores. (5) paralizó momentáneamente el comercio de la ex-capital virreinal. Provocó una violenta crisis financiera —coincidente con la que se desata en Inglaterra— y retra- (4) Marmier, jo exportaciones de los frutos de la ganadería. Pese a que los grandes ganaderos su- guay. 1967. Xavier: "Buenos Aires y Montevideo en 1850". Montevideo, Uru- fren además ante el inevitable descuido de la frontera, el reclutamiento de las peo- (5) nadas, etc., que azotan especialmente a los menos poderosos, son menos perjudi- En cierto modo, luego de la independencia, —a partir de 1828— se desa- cados que otras clases privilegiadas bonaerenses. Al finalizar la guerra en 1828 se rrollaba una nueva etapa en la pugna por obtener condiciones privilegiadas para la ha consolidado en la campaña el poder económico y militar de los grandes terrate- relación con el mercado, que ya se venía desarrollando desde la época colonial. nientes bonaerenses, que conquistan la hegemonía política en Buenos Aires, y que Agotadas ya a principios del siglo XVIII las riquezas de la campaña bonaerense cer- bajo Rosas extenderán en las dos décadas siguientes al resto de la Confederación. cada por indios insumisos —cuando las exportaciones de cueros contemporáneas También sufrió la Provincia Oriental, separada Montevideo de la campaña entre al establecimiento del asiento de esclavos provocaron las cacerías depredatorias- 1825 y 1828, y ante la requisa de ganados y la incorporación de las peonadas a los la Banda Oriental, y en menor grado, Santa Fe y Entre Ríos, comenzaron a ser explo- ejércitos. El período final de la guerra contra el Brasil fue acompañado del arreo tadas. Entre 1811 y 1820 la primero Banda y luego Provincia Oriental, —ahora hacia el Uruguay— de los ganados de Río Grande, luego de Ituzaingo el junto con la Mesopotamia argentina y en menor grado Santa Fe y Córdoba,constituyó, la región 20 de febrero de 1827 y de la campaña de las Misiones de 1828, lo que constituirá la base de la repoblación ganadera. 22 23 cial con la inconstituída confederación, Rosas habría de utilizar la fuer- za, pero se vio a la vez obligado a realizar concesiones. Para imponer plazo era inevitable la conformación de los mercados nacionales de los una verdadera hegemonía sobre las demás provincias y sobre otras países vecinos. Por el momento el Uruguay podía circunstancialmente clases de Buenos Aires, el segmento saladerista, el grueso de los gran- usufructuar de sus dificultades, para ampliar el espacio "interior" des hacendados y latifundistas, y una parte de los grandes comercian- de su comercio. tes bonaerenses, debieron aceptar una politica no estrictamente li- beral en materia de comercio exterior y un limitado proteccionismo jun- c) La modalidad de dependencia hacia los paises capitalistas to al de la industria saladerista, para artesanías, manufacturas y agri- cultura. Este fue más acentuado por cierto que el que se impuso en el La alta productividad del trabajo en la pradera uruguaya de- Uruguay, donde artesanos, manufactureros y agricultores tenían mucho terminó sin duda que recibiera más trabajo socialmente necesario menor gravitación y en el cual el problema de la organización nacional materializado en los artículos importados, que el contenido en sus ex- no se expresaba en este aspecto. portaciones. La política aduanera de moderado proteccionismo que plasma en Los precios internacionales se fijan en el período por el cuero y el la ley de 1835 de Rosas por otra parte, no se orientaba a crear una in- sebo rusos en estos productos, de mayores costos de producción. dustria, sino a permitir la pervivencia de la producción artesanal y En la década del 30 tienden a bajar los de estps y otros productos de también de la agricultura. Toda la politica de Rosas iba a tener como exportación, pero al decir de Ferns, (6) su reducción fue compensada objetivo básico la más estrecha inserción en el mercado exterior a tra- por la caída de los de las importaciones, incluyendo textiles, hierro y vés de Buenos Aires, exportando derivados de la ganadería y como im- harinas. El dominio del mercado metropolitano, la ignorancia o escaso cono- en la etapa. de manufacturas, cuyo volumen se acreció sustancialmente portadores cimiento de sus precios, el hecho de que crecientemente fuera domina- En último término durante un lapso el gobierno de Rosas creó do el tráfico exterior y aun el mayorista por comerciantes extranjeros en las condiciones económicas y politicas más favorables para la amplia- su mayoría agentes de casas matrices europeas, la posibilidad de com- ción y apropiación del grueso del excedente por las clases dominantes prar cueros muy depreciados en los momentos previos a las guerras bonaerenses. Pero durante su férreo gobierno situaciones coyunturales civiles o durante las mismas, el monopolio extranjero de los fletes, etc., externas, la paz y hasta medidas proteccionistas o el bloqueo de Buenos fueron los mecanismos de apropiación de una parte del excedente pro- Aires, favorecieron un limitado desarrollo de otras actividades produc- ducido en el país por los productores directos. tivas bonaerenses y provincianas. Habrá que añadir a esto la succión de comerciantes prestamistas extranjeros en la usura y especialmente en la practicada con el Estado. En el Uruguay la acumulación de nacionales y extranjeros en el También, los beneficios de inversiones menores en actividades produc- comercio, la usura, y la gánadería, la producción saladeril y aún manu- tivas. facturera, dependieron de la atracción del tráfico exterior a Monte- De todas maneras una parte importante del excedente queda en el video y se incrementaron cuando aumentó el comercio de intermedia- Ción. Su capacidad de acumulación en cierto modo dependía entonces país, en virtud de que los medios de producción fundamentales, tie- del fracaso del monopolio bonaerense del comercio con las provincias rras y ganados, saladeros, etc., pertenecieron en su inmensa mayoría a uruguayos, aunque hubo importantes hacendados ingleses, vascos y argentinas y se acrecía cuando por la guerra civil se volcaba hacia Mon- franceses y un cinturón de estancias de brasileños en la frontera. tevideo el del sur de Brasil. Esto determinaba coincidencias objetivas El papel que tuvo para el comercio extranjero en el Plata contri- sobre todo con las clases dominantes de las provincias argentinas buyó a insertar el país en la guerra, lo que supuso un altísimo costo. vecinas, que no podían utilizar para el comercio exterior los puertos de que disponían sobre el Paraná y a las cuales les era favorable la propia pugna entre Montevideo y Buenos Aires. La lucha por las condiciones más propicias de acumulación se en- trelazaba entonces con las luchas en torno a los problemas de organiza- (6) Ferns, H.M.: "Gran Bretaña y la Argentina en el siglo XIX", Ed. Inglesa. ción estatal, en que estaban envueltos Argentina y Brasil. A más largo Oxford 1966. Pág. 224. Ed. Hachette. Buenos Aires. 24 25 B) LA FORMACION SOCIAL QUE PLASMA EN EL PERIODO mánticos y las tertulias se sucedían, siendo famosas algunas por lo 1) Expansión económica, crecimiento demográfico agradable y culto de la conversación que alternaba con el recital poéti- co o los acordes del piano. (9) Paraíso de grandes comerciantes y especuladores, lugar de in- En 1830 poblaban el Uruguay aproximadamente 74 mil habitantes, fluencia decisiva de cónsules ingleses y franceses, Montevideo era para 1833 habían aumentado a 100 mil, superaban los 128 mil en también el centro de la lucha contra Rosas, de conspiración de una inmi- 1835 y 140 mil en 1842. Aunque un manual de geografía atribuía gración política argentina que se entendía muy bien con los "doctores" 40 mil habitantes a Montevideo y 160 mil a la campaña, la ciudad de uruguayos. Mientras, todos descansaban en la protección del ejército Montevideo aproximadamente tenía 14 mil habitantes en 1830, y 31 mil que comandaba el Presidente caudillo Fructuoso Rivera, que buscaba en 1842. Fue factor importante en el incremento de su población, el una transacción imposible con Rosas y que acabaría sufriendo la irre- fuerte aflujo inmigratorio. En 1843 vivían en Montevideo 11.431 parable derrota de Arroyo Grande a fines del 43, tras la cual los ejér- orientales y 19.252 extranjeros. El ritmo inmigratorio se aceleró a fines citos argentino-uruguayos bajo la jefatura del ex-presidente Manuel de los treinta: entre 1835 y 38 arribaron al país 9.155 inmigrantes, pero desde 1838 al 42 lo hicieron 22.381. (7) Oribe, iban a poner sitio a Montevideo en febrero de 1843. Todavía en 1850, tras 7 años de sitio, cuando la ciudad se había Aunque los extranjeros se radicaron también en ciudades del inte- empobrecido, el comercio se reducía ya a muy poco luego de que fuera rior del país y en el campo, la mayoría lo hizo en Montevideo. La ciu- levantado el bloqueo impuesto por la flota anglo-francesa a Buenos Ai- dad se convirtió en un centro comercial muy importante durante y res entre 1845 y 48, y el gobierno había enajenado a los usureros ex- luego del bloqueo francés de Buenos Aires. Según el francés Xavier tranjeros hasta las plazas y edificios públicos, el francés Benjamín Marmier florecía el tráfico que se extendía desde el Plata a las fronte- Poucel predecía un destino floreciente al Uruguay: ras del Paraguay y las mercancías afluían o se despachaban hasta para el norte de Europa. (8) "...este país se convertirá un día — expresa— por los vastos impe- Fue comparada en la época con ciudades comerciales famosas, rios que lo avecinan, desde el punto de vista politico en lo que es Sui- por los barcos que llegaban y partían de su puerto, las carretas con cue- za, enclavada en el corazón de Europa, es decir que después de haber ros que realizaban el transporte interno de frutos, los 30 saladeros de alcanzado la prosperidad material que le aseguran sus buenos puer- sus alrededores y el comercio que le daban vida y movimiento. Era épo- tos... Montevideo se volverá un centro industrial a causa del poderoso ca de empresas que se levantaban como de la nada y de la fiebre de la motor que el país posee en sus innumerables cursos de agua. Pero si especulación. La edificación se derramaba más allá de la ciudad co- la industria debe ser la última palabra de la prosperidad montevidea- lonial amurallada que comprendía la pequeña península barrida por el na, ésta era brillante deberá ser precedida por la agricultura y es por viento pampero hacia la "ciudad nueva", pero las calles tradicionales eso que sus tierras sin cultivo demandan brazos..." (10). concentraban la vida que bullía en las tiendas de todo tipo, en el paseo al atardecer, en la catedral dieciochesca frente al cabildo de rejas 2) ¿Era posible la imposición como dominante del modo de producción afiligranadas convertido en lugar de sesiones del Poder Legislativo. capitalista en la formación social uruguaya entonces? Junto a las casas tradicionales con patios enjardinados y sus miradores, se levantaban mansiones de comerciantes, especuladores y gobernan- La acelerada expansión de algunas manufacturas y semimanu- tes, alhajadas de manera ostentosa. El clásico café reunía a emigrados facturas y el rápido aumento de los excedentes ganaderos, parecían argentinos y políticos uruguayos, el teatro lucía con los trajes de las augurar al Uruguay naciente la rápida imposición como dominante del damas de la "sociedad" lugareña que lloraban con los dramas ro- modo de producción capitalista. (7) - Oddone, Juan A.: "La formación del Uruguay moderno". Pág. 15. Bibliote- ca de América. Libros del Tiempo Nuevo. Buenos Aires. 1966. (9) Mayer, Jorge M.: "Alberdi y su tiempo". Pg. 175. EUDEBA. Biblioteca de (8) Marmier, Xavier: Op. cit. pg . 102. América. Buenos Aires, 1963. Transcribe a cronistas y viajeros de la época. (10)Oddone: Op. cit. pg . 74. Transcripción. 26 27 Se expanden manufacturas y producción doméstica en el textil de la lana con empleo de algunas máquinas. La industria no tenía en- Pero el camino hacia la imposición como dominante del capitalismo tonces la complejidad posterior. El Uruguay era un país pequeño pero en la formación social uruguaya transitó una vía más compleja y sinuo- poco menor que Inglaterra y seis veces más extenso que Bélgica. Te- sa. El que se procesó en medio de guerras civiles, internacionales e nía escasos capitales, pero éstos afluían de manera no desdeñable. intervenciones, cuando la acumulación originaria coexistió durante Estaba casi despoblado, pero carecía a la vez de las más pesadas re- décadas con formas de redistribución precapitalista, el que enlenteció laciones sociales de producción precapitalistas, y su población casi se la inversión de los limitados capitales en actividades productivas, el que duplicó en 15 años. Podía aumentar extraordinariamente la produc- incluso redujo la población del país durante la Guerra Grande. ción agropecuaria en un territorio explotable casi en el 90% de su ex- Las modalidades que asumió el tránsito hacia la imposición del tensión. La agricultura creció a partir de que se benefició de cierta modo de producción capitalista, determinó que durante décadas no protección y cuando afluyeron colonos en 1835. El país exportó trigo. pudiera constituirse un bloque en el poder de clases dominantes, Su pradera era apta para la rápida reproducción del ganado, aumentó capaz de resolver a su interior de manera pacífica sus contradicciones sustancialmente el rebaño vacuno y comenzó a mestizarse el ovino. y de subordinar a las clases dominadas. Rota la alianza de las capas de Teóricamente una política inteligentemente proteccionista de la pequeños y medianos hacendados entre sí y con los pobres del campo industria y manufacturas, el impulso a la agricultura y a las formas más del período de la revolución democrático radical, las primeras, proto- avanzadas de explotación ganadera, de introducción con controles ade- capitalistas, de cuya diferenciación hubiera podido surgir el desarrollo cuados a los capitales, estímulo a la inmigración, una acertada distri- capitalista por la vía más avanzada, no existieron en el país aquéllas bución de la tierra, etc., podían impulsar una fuerte expansión de la con poder e interés para realizar una revolución democrático burgue- economía y eliminar rápidamente relaciones precapitalistas, abrir ca- sa. Por otra parte sólo se conformó una oligarquía suficientemente só- mino a la imposición como dominante en su formación social del capita- lida para imponer su poder y con él el capitalismo por la vía oligárqui- lismo, el modo de producción más avanzado de la época. ca o "prusiana", en las décadas finales del siglo XIX. Un tema esencial era el de sistema de tenencia de la tierra. Al iniciar su vida independiente, en el Uruguay eran propiedad pública 3) Caracteres de la formación social que plasma en las primeras las cuatro quintas partes del territorio nacional y el estado tenía ade- décadas posteriores a la independencia más fuertes expectativas a los ganados cimarrones. Podía teóricamente distribuir las tierras de manera gratuita en pequeñas y medianas ex- Desde fines de la sexta década comienza a predominar el proceso tensiones, en las cuales tradicionalmente se habían aplicado desde la de acumulación originaria, y sobre todo entre 18'76y 86 bajo los gobier- época colonial las modalidades simples, pero más avanzadas de la nos militaristas, el poder estatal opera para acelerarlo compulsiva- ganadería de entonces. mente. Hacia fines de siglo el modo de producción capitalista se ha El punto había sido ardorosamente debatido durante la época co- impuesto como dominante, aunque articulando como subordinadas lonial, cuando se libró en el país una importante lucha por la tierra, relaciones precapitalistas. cobró vigencia en la práctica en el "Reglámento para el fomento de la Con Dobb creemos que no basta que exista "comercio y préstamo campaña y seguridad de los hacendados" en 1815, y estuvo muy pre- en dinero y una clase especializada de mercaderes y financistas aunque sente en la prensa, las discusiones legislativas y los discursos ministe- sean hombres acaudalados, para constituir una sociedad capitalis- riales durante los primeros gobiernos independientes. Población, de- ta...", sino que es preciso que empleen ese capital para "extraer plus- sarrollo de la agricultura e industria se combinaban con la crítica se- valía a la fuerza de trabajo en el proceso de producción". (11) Para que vera al papel del latifundio, incluso en manifestaciones de Fructuoso domine el modo de producción capitalista no alcanza siquiera con que Rivera, primer Presidente de la República. Pero fueron los "doctores" el capital subordine a formas de producción precapitalistas mediante liberales quienes más enfatizaron en la relación entre todos los temas el comercio y la usura, sino que es preciso que invierta capital en el anteriores y la estabilidad institucional del país. Tenían muy claro que proceso productivo mismo y se haya establecido la subordinación real la forma de gobierno liberal sólo podría imponerse, y con ella su papel - dominante en el aparato estatal, si el país se poblaba y producía. (11) Dobb, M.: "Estudios sobre el desarrollo del capitalismo". Pg. 21. Ed. glo XXI. México. 28 29 en el proceso de trabajo. Es obvio que el capitalismo puede convertir- En 1830 las cifras de materias primas importadas eran insignifi- se en el modo de producción dominante, articulando de manera subor- cantes comparadas con las de artículos manufacturados: 2.940 pesos de dinada a modos de producción precapitalistas. Pero debe haberse hierro y 22.416 en maderas y tablazones. En cambio se importaban convertido en el dominante. artículos de ferretería por valor de 27.367 pesos, y muebles por 27.924. Ernesto Laclau (h), refutando la tesis de Gunder Frank sobre el Sobre un total de 2.651.067 los textiles y la ropa hecha insumían 684.747 capitalismo comercial dominante desde el coloniaje en América Latina, pesos y los alimentos 1.297.462. (14) la declara insostenible. Ejemplifica con México, Perú, Bolivia y Guate- En los años siguientes se desarrollaron las artesanías y surgieron mala y con las plantaciones antillanas, mostrando las modalidades que junto a los saladeros algunas otras manufacturas. Comenzó a utilizar- revisten las relaciones precapitalistas de distinto tipo. Refiriéndose se la máquina a vapor. en cambio a la región ganadera platense considera que allí "El pobla- Para 1836 el capital del comercio era estimado para el catastro en miento asumió formas capitalistas desde sus comienzos, las cuales 687.050, casi 20 veces más que el de los establecimientos calificados fueron acentuadas con la inmigración masiva del siglo XIX". (12) como industriales. (15) En ese año aumentó la importación de madera Consideramos no obstante, que aún con diferencias innegables que casi se multiplicó por cuatro en relación a 1832 y se redujeron las con las formas más típicamente serviles o esclavistas, tanto en las re- importaciones de muebles a 17.357 pesos. (16) Sin duda influyeron giones que conforman la "pampa húmeda" argentina como en la medidas protectoras para esta producción del país. Banda Oriental colonial y en las primeras décadas posteriores a la in- Juan Antonio Oddone enfatiza la importancia que tuvo la inmi- dependencia, predominaron relaciones precapitalistas. gración en esos años, que venía mayoritariamente de la Península El país vive un proceso de transición durante el cual coexisten Ibérica, Islas Canarias y de ambos lados de los Pirineos. Indica que, modalidades de redistribución del excedente y medios de producción "Tenderos y hoteleros franceses, consignatarios ingleses, changadores precapitalistas, junto a un incipiente pero no insignificante proceso de vascos y gallegos, imponen un ritmo inusual a la ciudad, mientras acumulación originaria, coexisten relaciones de producción de tipo agricultores procedentes del Piamonte y las Canarias comienzan a precapitalista con otras definidamente capitalistas. instalarse en las chacras de los alrededores". (17) Este proceso extremadamente acelerado, presenta sin embargo . Sarmiento recordará en 1846 los efectos de la inmigración en la modalidades que determinarán la guerra civil y la Guerra Grande, venta de casas y en la construcción y que la propiedad urbana iba pa- que enlentecerá dicho proceso por casi dos décadas. sando de los nacionales de origen, a los dueños de la riqueza creada en los almacenes y talleres industriales. 4) El nivel de las fuerzas productivas El impulso que recibió la construcción determinó el desarrollo de manufacturas y artesanías a su servicio. a) Manufacturas y artesanías También surgieron otro tipo de artesanías y pequeñas manufactu- ras del hierro, la madera, fabricación de sombreros, ropas, y hasta una Todavía en 1834 el Cónsul francés Baradére informaba a su gobier- producción textil de la lana a domicilio. Más adelante se levantó la no que era necesario que los extranjeros vinieran a comprar cueros, as- llamada "fábrica de estearina" que empleó máquina de vapor y desde tas, etc, para luego devolverlas en objetos manufacturados. (13) la cual se tendieron rieles para el transporte de su producción al puer- to. (18) El Uruguay había carecido de artesanía indígena durante la épo- ca colonial y había desarrollado sólo las más elementales por medio Pero de todas maneras el saladero, manufactura de carne y cueros de inmigrantes y esclavos. (14)Periódico "El Universal", 6/IVZ1831. - (15) Archivo Gral. de la Nación (en el futuro: AGN). Fondo Museo Histórico (12) Laclau, Ernesto: "Feudalismo y capitalismo en América Latina" Pg. 35 (en el futuro FMH) Caja No. 27. 'Cuadernos de Pasado y Presente. No. 40. Siglo XXI. (16)"El Universal". Año 1837. Varios números. (13) Baradére, Raymond: Informe consular. Año 1934. Revista Histórica No. (17)Oddone: Op. Cit. pg. 11. XXVIII. Pgs. 460-61. Museo Histórico Nacional, Montevideo, Uruguay. (18)"El Universal". Año 1837. Varios números. 30 31 salados y más tarde también de grasas y sebos y otros derivados del del producto, que pasaron de 1.279 arrobas en 1834 a 83.674 en 1838. vacuno, fue el que alcanzó mayor desarrollo en el período. Las carnes (23) saladas que alcanzaban a 101.497 quintales y medio y 88 barriles en Como señalan Barrán y Nahum: "las formas coloniales de la explo- 1830, más que se triplicaron en 1837 y se elevaron a 512.217 y 52 ba- tación destructiva en que sólo se utilizaba del animal el cuero, fueron rriles en 1839. (19) superadas por el proceso de industrialización del sabidero". (24) Tanto de la descripción del francés Baradére como de la de Alcides En éste el vacuno pasó a ser explotado en su totalidad. El enlaza- D'Orbigny, que visitó la república a fines de la cuarta década, surge do en el corral era seguido por el traslado del animal hasta el lugar que las técnicas habían variado muy poco en relación a la época colo- donde era sacrificado, frente a la "plataforma", según la llamaba nial. Baradére o el "tinglado" al decir de D'Orbigny. Luego se procedía "Comúnmente —nos dice Baradére del saladero— se compone de al corte de un tendón de una pata y, una vez inmovilizado, a su faena. uno o varios galpones colocados 700 u 800 pasos de la casa, en el sitio Al desollamiento, que se realizaba abriendo la piel a lo largo del vien- más alto de la propiedad. Algunas zanjas abiertas en el interior de los tre con una cuchillada, seguía la separación de la carne de los huesos. galpones para recoger esa especie de salmuera que se desprende de la En un galpón la carne era cortada en trozos pequeños y finos, que se carne antes de que tome la sal, de que esté completamente seca y un colocaban unos encima de los otros, separados por camadas de sal. A número más o menos grande de estacas que mantienen travesaños las veinticuatro horas se daban vuelta en el sentido opuesto, y se los para extender la carne y hacerla secar, es poco más o menos todo lo dejaba de tres a cuatro días. Luego se procedía al secado, tarea que se- que constituye esta clase de establecimiento". (20) gún Baradére "se lleva a cabo del mismo modo que los bucaneros de Algunos adelantos se introdujeron en ese período. Según un in- Santo Domingo con la única diferencia que allá se utilizaba el humo en forme de Justo Corta: "...hacia principios de la cuarta década, empezó tanto que aquí se hace sólo por medio del sol y el viento pampero". el segundo período en estas industrias, ya bastante adelantadas, en el (25) Se hacían finalmente grandes pilas de cueros y lanas. saladero de don Juan Hall en las Tres Cruces. Ya había alli cancha con El trabajador asalariado era empleado en tareas que exigían piso artificial y techo para desollar, y torno como aún se usa en Bra- destreza y suponían riesgo y era similar al de la estancia. Se utilizó la sil... Ya se usaba la sal para los cueros húmedos o secos, a los que se les mano de obra infantil. Los esclavos cargaban con las tareas más pesa- daba primero un riego con disolución de nitro". (21) das y menos riesgosas, ya que constituían un capital. Por esta época, Francisco Martínez Nieto introdujo de Inglaterra La reunión de trabajadores dueños de su herramienta de trabajo la caldera a vapor, lo cual permitió la utilización de las gorduras y la en un establecimiento, división del trabajo, se combinaba entonces explotación más productiva de los huesos, hasta entonces utilizados con la utilización de la fuerza de trabajo esclava. como combustible en los hornos de ladrillo. En 1832 comenzó a ser empleado en la extracción de grasa de los b) Producción agropecuaria residuos animales "el dispositivo construido por Martínez Nieto [que] debió consistir en tachos de hierro recorridos por serpentines, en i) Agricultura cuya agua sobrenadaban las grasas fundidas". (22) El procedimiento que se extendió a los restantes saladeros permitió incrementar la pro- La agricultura se había desarrollado con dificultad en la colonia. ducción de grasas, de lo cual es índice el aumento de las exportaciones No había tradición agrícola indígena. La fuerza de trabajo fue escasa y cara y el mercado estrecho en una región muy poco poblada y en la cual la abundancia de ganado y la imposibilidad de impedir su faena (19)"El Universal", 1839. Varios números. a los no propietarios, no obligó a los habitantes a producir para otros, (20)Baradére: Op. Cit. pg. 473. y mucho menos en una actividad para la cual carecían de hábitos. , (21) Barrán, José Pedro, Nahum, Benjamín: "Historia Rural del Uruguay mo- derno". Tomo I, Pg. 95. Ed. de La Banda Oriental. Montevideo, 1967. (23) "El Universal", 1834. "El Nacional — , 1838. Varios números. (22) Grundwalt Ramasso: Vida, industria y comercio en el Antiguo Montevideo. (24)Barrán y Nahum: Op. cit. Pg. 102. Pág. 98. Montevideo. 1967. (25)Baradére: Op. cit. Pg. 474. 32 33 Se importaron esclavos pero su adquisición estaba fuera de las posibi- ü) Ganadería lidades de la mayoría de los agricultores. En general estuvo limitada a las tierras de la Jurisdicción de Mon- La finalización de las guerras por la independencia, la reconstruc- tevideo y la fruticultura y horticultura se practicaron casi exclusivamen- ción del rebaño extraído en elevada proporción hacia Brasil durante la te en las proximidades de la capital. El cultivo de mayor extensión fue dominación luso-brasileña, con los ganados traídos de Brasil en 1827 el cerealero, fundamentalmente el triguero. Hubo años en que la Ban- y 28 que se reprodujeron rápidamente en la pradera, y a la vez la de- da Oriental no sólo se abasteció sino que exportó trigo y harina. manda del mercado mundial, favorecieron la expansión ganadera. La labranza fue en general primitiva, las herramientas casi no ha- La mecanización de la industria textil en Europa estimuló la ex- cían más que arañar la tierra que se agotaba a los 6o 7 años, debiendo plotación del ovino, que para ser redituable exigía la mestización de la trasladarse el agricultor a otras nuevas. En una campaña sin cercos, oveja criolla de malas lanas. Para 1842 el rebaño ovino alcanzaba a el ganado destruía las sementeras, pero como los ganaderos eran mu- 880 mil cabezas; en ese año se exportaron 92.060 arrobas de lana, cho más poderosos, los agricultores no lograron la protección oficial la suma mayor de todo el período. (27) Entre los importadores del meri- pese a sus muchas solicitudes al Cabildo de Montevideo. no con que se mestizó la oveja criolla, se cuentan junto a Francisco La masa de los establecimientos agrícolas eran pequeños y medios. Juanicó, el ex-presidente argentino Bernardino Rivadavia y el francés Los agricultores carecieron de tierras y se vieron sometidos al pago de Benjamín Poucel. La Guerra Grande afectó duramente a la estancia ove- aparcerías o, rentas precapitalistas. Sufrieron por la usura practicada jera. Durante el sitio de Montevideo fueron concentrados en la ciudad sobre todo por los panaderos-molineros. de Durazno estancieros anglo-franceses, que se contaban entre quie- Las guerras por la independencia afectaron duramente a la agri- nes habían iniciado la merinización del ovino. No pocos de los orienta- cultura. En los primeros años de la .década del 30 el país importó les y argentinos se refugiaron en Montevideo o marcharon al exterior. harinas y trigo. Todas las estancias sufrieron por el consumo y arreos de ganado, mu- En 1834 el Ministro Lucas J. Obes puso en práctica un conjunto de chas quedaron abandonadas. Los reproductores ovinos significaban iniciativas destinadas a promover la agricultura. Dispuso la entrega de una inversión mayor, exigían pastoreo y fuerza de trabajo. Se aniqui- un fondo a una comisión integrada por hombres de empresa de la épo- ló el ganado fino y la ganadería ovina paralizó su desarrollo. ca, que tenía como cometido mejorar los instrumentos y métodos de De todas maneras la mayoría de los animales eran vacunos, crio- cultivo, organizar un establecimiento experimental a estos efectos y llos, de gruesos cueros y carnes magras. El rebaño vacuno se estimaba dar una enseñanza práctica en estos aspectos a jóvenes pobres de to- en 1842 en aproximadamente 6 millones y medio de cabezas. La expor- dos los departamentos de la república. Se distribuyó semillas a los agri- tación de cueros entre 1840 y 42 superó al millón cien mil piezas y aun- cultores y se les brindó otro tipo de ayuda. Se destinaron fondos públi- que sin duda afluyeron de los. países vecinos, la cifra de los producidos cos para sufragar el pasaje, alojamiento y primeros gastos a inmigran- en el país fue muy elevada. (28) También fue muy alta la de tasajo. tes, que debían conformar fuerza de trabajo para los oficios urbanos y Se había multiplicado por 10 la de la época colonial, cuando la Banda básicamente para la agricultura. El Presidente Fructuoso Rivera Oriental era la única productora de carnes saladas en el Plata. (29) expresó entonces que el impulso a la producción favorecería la paz. Sin duda, sumando las exportaciones al consumo de carne, principal. Los efectos de tales medidas se hicieron sentir muy rápidamente. Para alimento de la población uruguaya, fue entonces que la proporción de 1836 la cosecha produjo sobrantes que se exportaron y todo hacía pre- carne que se tiró fue menor en muchos años. veer que el saldo exportable triguero seguiría aumentando. (26) La demanda externa no exigió la mestización del vacuno criollo, Pero las guerras civiles y sobre todo el Sitio Grande iban a afec- que satisfacía los requerimientos del saladero, el que sólo necesitaba tar gravemente a la agricultura. que los animales estuvieran descansados. Por otra parte el vacuno crío- (27)Barrán y Nahum: Op. Cit. Pg. 29. (26) Acevedo, Eduardo: "Anales Históricos". Tomo 11, Pg. 37. Ed. Barreiro y (28)Ibidem. Pg. 29. Ramos. Montevideo, 1933. (29)Acevedo, Eduardo: Op. cit. Pg. 37. 34 35 lb o poseía un cuero grueso que era salado. (30) cueros de venado y de toro, descarnándolos y sobándolos hasta darle La explotación ganadera conoció variantes en el período. En algu- un espesor muy fino, para que fueran livianos e impermeables y que nas estancias comenzó a mestizarse el ovino —lo que supuso una aún cuando casi siempre iban descalzos confeccionaban "tamangos" inversión mayor que la requerida por el vacuno—, y predominó ya el para el frío con cueritos de cordero. Su alimentación, según evoca, se pastoreo sobre la caza. Sin duda aquéllas que colocaban el entero ani- componía de leche, carne, pan, tortas fritas y pirones, y no se practi- mal en el saladero o para el abasto de ciudades y pueblos, mantuvie- caban refinamientos culinarios. (33) ron más estrictamente el rodeo y practicaron más sistemáticamente la Pero además, la posesión material de la tierra y los ganados se castración que favorecía el engorde del novillo. Es para este tipo de asegura con gentes que la defienden, y la jurídica por vínculos con el establecimiento que se estimaba entre un 30 y un 24% el beneficio de la poder. Salvo los extranjeros, que tuvieron siempre para garantizar inversión inicial, que era muy limitada. (31) sus derechos supuestos o reales el apoyo de sus cónsules y escuadras, En general consistía en la adquisición de la tierra y el ganado. los demás confiaban preferentemente en sus lazos con el gobierno o Pero una alta proporción de la tierra era propiedad pública y en los ca- con el caudillo del bando contrario. En realidad la inserción en "la di- sos que fue efectivamente pagada, su precio fue muy inferior al del visa" constituyó la mejor garantía si ésta estaba en el poder; en caso mercado y de la que fue solicitada para ser adquirida, sólo de una prte contrario era preciso que la propia accediera a él. Para buena parte éste satisfizo. El vacuno criollo costaba poco. Sin contar con que buena de los hacendados la disposición de gentes a su servicio, favorecía un parte de los hacendados se había apropiado de él o lo había adquirido lugar mejor en la hueste caudillesca. a los beneficiarios de los repartos luego de la guerra con Brasil. Des- cripciones de la época nos hablan de que la mayoría tenía como edifi- caciones ranchos de paja y terrón, algunos de los cuales servían de vi- 5) Modelos fracasados de transformación del vienda al estanciero y su familia, a sus capataces, como cocina y galpo- Uruguay independiente nes donde se guardaban herramientas de trabajo y dormían los peones y esclavos. (32) Existían otras con mejores edificios, algunas verdade- Durante las primeras presidencias se formularon dos proyectos ras fortalezas ante la inseguridad de la campaña. Escasa inversión, que se orientaban a la imposición como dominante del modo de produc- apropiación por medios extraeconómicos de ganados y tierras, no ven- ción capitalista, pero que excluían una revolución democrático-burgue- ta o consumo de parte de las carnes, caracterizan entonces la explota- sa ya fracasada y por entonces imposible. ción ganadera. Todavía en 1885 cuando ya estaba muy avanzado el Santiago Vázquez, antiguo rivadaviano, en grado menor Lucas J. proceso de mestización del ovino y el cercamiento de los campos, el Obes, tradicional financista del caudillo Fructuoso Rivera y otros pintoresco cronista de "La tierra purpúrea" se asombra de que al ter- "doctores" liberales vinculados a la emigración argentina, propugna- minar la comida, se arrojen y permitan el festín de perros, caranchos, ron una política en teoría antilatifundista, de impulso a manufacturas halcones y gaviotas, 10 a 15 kilos de carne. Esto explica la generosa y artesanías, pero también a la agricultura junto a la ganadería, de fo- hospitalidad que los viajeros no dejan de recordar y que durante déca- mento a la inmigración, etc., que concebían como herramienta del pro- das la estancia mantuviera, una población que excedía por cierto la greso del país y de la estabilidad política bajo un régimen liberal en fuerza de trabajo requerida. que tendrían papel protagónico. Carne y cueros tuvieron además de un valor de cambio y uno de Durante la primera parte de su gobierno el segundo Presidente uso. Todavía a comienzos del siglo XX Nepomuceno, hijo del caudillo constitucional Manuel Oribe y su Ministro de Hacienda Juan María estanciero de la última patriada, Aparicio Saravia, recuerda en sus me- Pérez, propugnaron en conjunto una política de estructuración de un morias que en el invierno crudo el abrigo más importante lo hacían de sistema de crédito público, de abaratamiento y consolidación del apara- - to estatal, más específicamente ganadera y fuertemente propietarista. (30)Barrán y Nahum: Op. cit. Pgs. 99 y sgtes. (31) Bellarme, Gustavo: "Noticias sobre la República Oriental del Uruguay". Revista Histórica No. XXVIII. Op. cit. Pg. 528 y sgtes. (33)Barrán y Nahum: "Historia rural del Uruguay moderno". Tomo IV. Pg. 85. (32)Baradére. Op. cit. Pg. 468. Ed. de La Banda Oriental. Montevideo. 1972. 36 37 Parece anticipar la que plasma en los setenta bajo la dictadura milita- manufacturas no destinadas al mercado exterior, el incremento acele- rista de Lorenzo Latorre en sus aspectos económicos y financieros. rado de la población, la introducción de mano de obra con ciertas habi- La primera fue impulsada por un segmento heterogéneo de "po- lidades y aún la elevación de tarifas aduaneras por necesidad fiscal y liticos especializados" vinculados a sectores especulativos que por el bloqueo de Buenos Aires que limitaba su competencia comercial. necesidad —en una primera etapa— se apoya en el poder de Rivera. Pero las medidas que expresamente se dictaron a favor de artesanías Los segundos se apoyaron en los más elevados estratos de las clases y manufacturas fueron escasas. privilegiadas y en particular entre los hacendados más fuertes, muchos En este plano hubo el reclamo de una política en favor de las mis- de origen colonial. De todas maneras la inexistencia de clases sufi- mas por parte de Santiago Vázquez y la gente que se nucleaba en torno cientemente consolidadas acabará subordinando ambos proyectos a al periódico "El Nacional". Reclamaban su protección mediante el la pugna entre las facciones que se singularizarán por las "divisas" incremento de los aranceles aduaneros y la prohibición de importar colorada y blanca, y que fueron en esta etapa reales redistribuidoras artículos competitivos. Pero también iban a defender el otorgamiento de medios de producción entre sus adeptos. de privilegios de tipo monopolista a extranjeros para la industria pro- ductora de estearina o la navegación a vapor en el Plata. a) Proteccionismo moderado, diversificación de la producción, Santiago Vázquez en 1835, durante la Presidencia del Gral. Ori- be, realizó una encendida defensa de las artesanías, respaldando los limitación inicial en la concesión de tierras públicas reclamos que realizaban carpinteros, muebleros, herreros, y hasta un fabricante de pólvora. (34) Aproximadamente 100 carpinteros y herre- En algunos países de América Latina, incluido el Uruguay, se ros se unieron para presentar un petitorio contra la introducción de desarrollará en las décadas finales del siglo XIX una industria liviana. puertas y ventanas. (35) Desde "El Independiente" fundamentó la Pero en los primeros años posteriores a la independencia se frus- necesidad de elevar los impuestos o prohibir las introducciones que tran proyectos, incluso tan ambiciosos como el formulado en México competían con la producción nacional, alegando su mayor costo, a la por Lucas Alamán, en lo fundamental por los efectos de la pervivencia vez que enfatizando en la importancia del desarrollo de la "industria de una estructura precapitalista. En general suelen dictarse algunas fabril". (36) Recuerda que a 5 años de la independencia sólo habían providencias en favor de artesanías, o determinadas producciones alcanzado algunos progresos la agricultura y la ganadería. En el caso agrícolas tradicionales y la navegación nacional. Sin duda aquellas for- de la primera, porque el gobierno anterior había tomado medidas en su mas productivas susceptibles de evolucionar hacia otras capitalistas, favor, que él había apoyado porque llevarían a la creación de un espí- también requerían todo tipo de medidas de protección y fomento. ritu de empresa que debía trasladarse a los talleres artesanos. Aunque Es corriente en alguna bibliografía estimar la política de Rosas explicita sus convicciones liberales, considera que no se atacará la li- que plasma en la ley del 18 de diciembre de 1835 y otras disposiciones, bertad de comercio prohibiendo la entrada a producciones competi- como destinada a imponer la independencia económica, frente a los tivas y ejemplifica con Inglaterra, que aún mantenía limitaciones a la avances del capital extranjero. Con Halperín Donghi creemos que tal importación que favorecían a su industria, lo que en su opinión se jus- como lo muestran de manera categórica las estadísticas de la época, tificaba mucho más en países atrasados. (37) lo esencial de la politica de Rosas consistió por el contrario en haber Confiere importancia fundamental al hecho de que la ruina de los integrado de manera mucho más sólida a la Argentina, como importa- artesanos aumentará el número de desocupados, de "vagos", y enfa- dora de manufacturas británicas y exportadora de derivados de la gana- tiza en la importancia política de contar con productores con trabajo y dería. Lo cual no obsta, para que la elevación de los impuestos y la arraigo. prohibición de ciertas importaciones —continuando por otra parte una Oponiéndose a la política postulada por Vázquez, "El Defensor de política ya perfilada con anterioridad— y aún la coyuntura misma de la guerra exterior y la paz interna, favorecieran a ciertas producciones bonaerenses o provinciales. (34)"El Universal", 29/X/1835. (35)Ibidem. 28/11/1835. En el Uruguay las fuerzas que propugnaban medidas proteccio- (36)"El Independiente", 1835. nistas eran más débiles. Favoreció el desarrollo de artesanías y algunas (37)lbidem. 38 39 las Leyes", órgano que apoyaba entonces al Gral. Oribe, sostuvo que el gos del capital extranjero, estuvieron en la palestra. Fueron protagonis- incremento de las tarifas o la prohibición de introducir determinadas mercancías, daría como resultado el contrabando o el monopolio por tas principales Santiago Vázquez y un joven que tendría larga trayecto- algunos productores nacionales. Sostenía que para el país era funda- ria política en el Uruguay: Manuel Herrera y Obes. El primero utilizó mental el comercio al que —decía— no debían oponerse trabas. como tribuna de mayor audiencia "El Nacional", periódico dirigido por "Lo que en rigor económico-político se llama industria nacional otro joven político Andrés Lamas, junto a dos brillantes emigrados ar- no era uno u otro elaboratorio triste, o producción insignificante y es- gentinos: Juan Bautista Alberdi y Miguel Cané. Herrera y Obes pole- casa que se halla en este país, sino aquélla que cuenta con la seguridad mizó desde el periódico más cercano a Fructuoso Rivera, dirigido por de un gran consumo interior, y de una grande exportación para el ex- Isidoro de María, comerciante y propietario de barcos de vela. (40) tranjero; aquélla cuyo progreso está más indicado por las peculiares Ambos coinciden en la importancia que para la economía, el orden calidades del país, tanto en lo fisico como en lo moral; aquélla a la que y la paz, tiene el desarrollo de la producción. Según «El Nacional» "vendrían del arado, la imprenta, los barcos y las máquinas de vapor". el genio, costumbres y educación de los nacionales tienen mayor incli- Herrera y Obes se opone a la concesión del privilegio a Dutton. nación; aquélla finalmente, que está tan adelantada en perfección, Indudablemente expresa mejor la opinión de los propietarios de bar- que pueda competir con la de otros países en la buena calidad de sus cos entre los que se cuentan comerciantes nacionales e inmigrantes productos y en lo cómodo de sus precios". (38) "El Nacional" había denunciado arios antes el riesgo .que compor- El periódico trasuntaba lo que sería por décadas la opinión de las taban los empréstitos extranjeros, que habían provocado en América clases dominantes uruguayas: el "destino manifiesto" ganadero y Latina "ruina, miseria y oprobio". En 1841 había alertado frente al ries- comercial. No solo comerciantes y ganaderos se afiliaban a este crite- go que suponía la concesión solicitada para la navegación por barcos rio, sino que quienes vivían del presupuesto y los acreedores del Es- extranjeros de ríos nacionales. (41) tado temían que la elevación de las tarifas aduaneras desviara el trá- Herrera y Obes por su parte, encarecía la importancia de la in- fico hacia Buenos Aires. troducción de capital extranjero para levantar la industria y explotar las Algunas reclamaciones muy concretas fueron no obstante aten- riquezas que encerraba el país. En realidad ninguno se oponía al privi- didas. Se prohibió introducir muebles a pretexto de que se destinaban legio por seis años para la producción de estearina, solicitado por el a uso personal y se incrementaron en 1836 los impuestos para los al-UU. industrial francés. En cambio Herrera destaca los peligros que impli- los competitivos con los que producían carpinteros y herreros. Pero no se atendió a las exigencias más drásticas formuladas por Vázquez. caba el privilegio solicitado por Dutton, denunciando que arruinaría Una nueva polémica se producirá durante el segundo gobierno del la navegación nacional. (42) Vázquez hábilmente aducía que los mari- Gral. Rivera, ahora en relación con monopolios solicitados por el fran- nos eran en su mayor parte extranjeros, ocultando que se trataba de cés Hipólito Doinnel, para su fábrica de estearina y por el inglés To- inmigrantes radicados en el país y sostenía que el vapor favorecía la más Dutton socio de Samuel Lafone, comerciante, saladerista y presta- navegación y la industria. (43) mista británico de papel cada vez más preeminente entonces, para la Vázquez defendía tras Dutton a Lafone, y Manuel Herrera y Obes, navegación a vapor en el Plata. Nuevamente la discusión ocupó todos a los propietarios de barcos veleros. De todas maneras fue entre los "doctores" liberales, que la indus- los ámbitos posibles, y los doctores acudieron en apoyo de sus opinio- tria tuvo defensores más entusiastas. Pero se paralizaron todos los en- nes a los argumentos de los economistas de la época, aclarando de to- sayos durante el Sitio Grande, cuando incluso se marchó a Buenos Ai- das maneras que las "teorías europeas sobre economía política [de- res gran parte de los inmigrantes en la etapa final. bían] estudiarse no para aplicarlas servilmente..." (39) Y aunque la polémica opuso a hombres ubicados en el bando "colorado", no dejó de ser ardorosa y al decir de Santiago Vázquez conllevó "insultos y denuestos". Temas importantes como el papel de la industria o los ries- - . (40) "El Constitucional". Varios números de 1842. (38)"El Defensor de las leyes". 1835. (41) "El Nacional", marzo, abril, mayo y junio de 1842. (39)"El Nacional". 1842. (42)"El Constitucional" los mismos meses y años. (43) "El Nacional", agosto de 1842. 40 , 41 b) El frustrado intento de encaminar el país hacia la imposición del complejo procedimiento para su adquisición, excluyó de las posibili- capitalismo por la vía "oligárquica" o "prusiana" dades de acceso a la misma a la mayoría absoluta de la población. El Poder Ejecutivo mostró simpatías definidas por los viejos pro- pietarios y poseedores de origen colonial. Fue perdiendo las simpatías En la primera etapa del gobierno del segundo Presidente constitu- de la inmensa mayoría de poseedores y de las masas rurales. cional, Manuel Oribe, junto a su Ministro de Hacienda Juan María En grandes rasgos, su política puede compararse con la impuesta Pérez, tratará de imponer una política . económico-financiera destinada a abaratar el costo del aparato estatal y escapar a las imposiciones de en la década del 70 a partir del gobierno del Cnel. Latorre. Pero enton- ces se había consolidado una oligarquía comercial, bancaria y terrate- los usureros y especuladores, de privilegiar la ganadería, sin abandonar niente infinitamente más sólida que la que existía durante la Presiden- la inmigración destinada sobre todo a la agricultura y a otras activida- cia de Oribe. des productivas, pero considerando que su fomento dependería del Por otra parte el propio Ministro de Hacienda había sido uno de mantenimiento de la paz y la estabilidad, y oponiéndose a una política proteccionista por parte del estado. Aunque el Ministro aludió más de los especuladores más fuertes y se le acusó de utilizar el ministerio para seguir especulando. una vez a los males que irrogaba el latifundio, consideró que el país En definitiva, ante la imposibilidad de aplicar una política conse- los superaría al incrementar su población y con el aumento de capitales. La política gubernamental se orientó a crear un sistema de crédito cuente en favor de una oligarquía consolidada, Oribe acabaría haciendo una politica de facción, en favor de la divisa "blanca". público admisible, transformando los empréstitos a corto plazo en otro a uno mayor, fincando esperanzas en la concertación de un emprésti- to en Londres. Este fracasó finalmente porque los británicos exigieron 6) Relaciones sociales de producción precapitalistas que en cambio la firma de un tratado de comercio y navegación leonino predominan en el período cuyos inconvenientes denunció la oposición, y el Cónsul Hood, ligado a prestamistas postergados del anterior gobierno, difundió en Londres El fracaso de los "modelos" de transformación estuvo condiciona- información que desprestigiaba al Uruguay. Según el historiador inglés do y determinó el predominio de relaciones precapitalistas en esta Ferns, existía entonces hostilidad hacia los estados extranjeros en el etapa del proceso de transición. país. (44) En lo fundamental estuvieron caracterizadas por: Desde "El Nacional" los .doctores liberales enfatizaban el riesgo —La orientación de los capitales hacia el comercio y la usura y que existía para la independencia nacional en la concertación de em- especulación, en particular con un fisco deficitario. préstitos y tratados con grandes potencias, y curiosamente en "El —Una muy limitada producción manufacturera, que se incrementó Universal" y en "El eco oriental" que apoyaban al Poder Ejecutivo, se en el período y se redujo drásticamente durante la Guerra Grande y defendían las virtudes del ingreso que supondría el dicho empréstito. cuyos establecimientos más importantes, los saladeros, reproducían Desde luego eran razones políticas del momento las que fundamenta- en lo fundamental labores de la estancia y conjugaban el trabajo libre ban las posiciones. con el esclavo. Ante el fracaso del empréstito externo, Pérez impuso medidas más —La existencia de una agricultura limitada, explotada de manera severas de contención del gasto público, aplicó un forzoso y gravó el primitiva. comercio y la producción. Se incrementó el costo de la vida, lo que afec- —Una ganadería sólo parcialmente mercantil. Pese a la mestiza- tó a sectores populares. Aplicó la Reforma Militar, que implicaba el pa- ción del ovino que permitió la exportación de lanas, predominó el vacu- se a retiro de buena parte de la oficialidad, con criterio selectivo ade- no criollo. Aunque aumentaron los requerimientos del mercado, el más en contra de los adictos a Rivera. Se sancionó finalmente la ley so cuero siguió siendo a la vez valor de uso y cambio y la carne de los bre venta y prescripción de tierras públicas, de definido carácter pro- animales faenados por el cuero superó a la comerciada y consumida pietarista. No sólo los mil pesos en que se fijó la legua cuadrada, sino el en la estancia. - A este desarrollo de las fuerzas productivas correspondieron re- (44) Ferns. Op. cit. Pg. 252. laciones de producción caracterizadas por: „ 42 43 —La persistencia del trabajo esclavo en retroceso. En la ciudad, rante la Guerra Grande, traspaso de la administración de las fuentes no sólo en las labores domésticas, sino en la artesanía, semimanufac- de ingreso estatales a clanes de prestamistas y especuladores. Impo- turas , puerto, construcción, servicios públicos, etc. El esclavo fue ex- sibilidad del aparato estatal de alcanzar al conjunto de la población plotado directamente por el propietario o conchabado por éste a produc- del país y sustitución por la relación directa y personalizada de las má- tores. Incluso se introducen esclavos bajo el disfraz de "colonos". Es sas con los caudillos. muy importante el trabajo esclavo en las estancias brasileñas del nor- —La guerra civil endémica y la Guerra Grande, consecuencias de te y este del país. La libertad de los esclavos recién fue decretada du- las modalidades de inserción en el mercado, de la no segregación efec- rante la Guerra Grande. Fueron incorporados entonces masivamente a tiva ni la constitución de mercados nacionales en el Plata y de la no fi- los ejércitos, en particular en las tropas que defendieron Montevideo a nalización de la apropiación de medios de producción ni la real subordi- partir de 1843. nación de las masas rurales, contribuirán a su vez a frenar las tenden- —La existencia de "colonos" blancos, inmigrantes cuyos contratos cias al desarrollo de las fuerzas productivas, a la vuelta a formas de de trabajo hasta sufragar el pasaje fueron transferidos a quienes re- explotación depredatoria anteriores, y al mantenimiento de relaciones querían su fuerza de trabajo. El Estado garantizó el cumplimiento de los sociales de producción precapitalistas. contratos. —Imposición de coerción extraeconómica para las masas rurales 'sujetas como las urbanas, a la legislación punitiva contra los "vagos", es decir para quienes no ostentaran "papeleta de conchabado". No existía, como en el período artiguista, la alternativa del libre acceso a la tierra. —Formas de peonazgo en que el salario en dinero sólo es una parte del mismo, que puede servir simplemente como medida de cuenta, para obtener la parte de su sustento del peón y familiar no proporcionada por la estancia (carne y yerba mate en lo fundamental), y vestimentas e instrumentos de producción (cuchillo) en la "pulpería" de la estancia. El mantenimiento y reproducción de la fuerza de trabajo se realiza en alto grado por la alimentación y vivienda proporcionada bajo formas no monetarias. Es común que los peones como los capataces además de la tropilla de caballos —instrumentos de trabajo— posean algunos va- cunos propios. Existencia de otras modalidades de relaciones precapi- talistas: agregados, puesteros, aparceros, arrendatarios no capitalis- tas y ocupantes tolerados. —No consolidación de la propiedad privada de la tierra. En 1830 las cuatro quintas partes de las tierras eran de propiedad pública y para 1836 de las 5.618 leguas que constituían el total, 2.365, menos de la mi- tad, se habían transformado en propiedad privada. El precio que se paga por la propiedad de la tierra no está regido en lo fundamental por relaciones de mercado. El acceso y el mantenimiento de la tenen- cia dependerá en algo grado, salvo en el caso de los extranjeros, de relaciones de dependencia personal y la inserción del hacendado en la hueste del caudillo. —Debilidad y no segregación del aparato estatal de la sociedad civil, pese a lo preceptuado por la constitución. Incluso sobre todo du-
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